1 nov 2009

El joven Lajous

Que los valientes pasen a firmar/Andrés Lajous, Integrante de la Asamblea Nacional Ciudadana (ANCA).
Enfoque de Reforma, 1 de noviembre de 2009;
Hace un mes el académico Jon Elster hizo una presentación en el CIDE que tomó por sorpresa a una buena parte de los politólogos presentes. Hizo un recuento histórico de la democracia y de la idea de igualdad política, para desembocar en un ejemplo: la Asamblea Ciudadana para la Reforma Electoral de la provincia de Columbia Británica en Canadá. Dicha Asamblea fue convocada por la mayoría en el Parlamento, pero se constituyó con ciudadanas y ciudadanos electos de manera aleatoria entre la población. Los participantes en la asamblea tuvieron que "donar" sus fines de semana para educarse en temas complejos de ciencia política, discutirlos y, después, hacer una campaña de difusión sobre lo decidido ante el resto de la ciudadanía.

El problema que pretendían resolver los legisladores de Columbia Británica era que, tras muchos años de tratar de cambiar su sistema electoral, no lo habían logrado por una sencilla razón: las modificaciones a las leyes electorales afectarían a los partidos que tuvieran la mayoría y por tanto no había partido que se arriesgara a llevar a cabo reformas que pudieran ir en contra de sus propios intereses.
Hoy en México enfrentamos un problema similar en relación con el financiamiento de los partidos políticos. Dentro del Congreso es difícil encontrar al representante que logre iniciar un debate sobre la re- ducción al financiamiento de los partidos. En diciembre del 2006 una diputada del entonces partido Alternativa la hizo y topó con pared. Hace unos días el presidente del PAN lanzó su propia propuesta, que pareció más una estrategia mediática, pues no tuvo mayor eco en su bancada, y la oposición descalificó la idea sin siquiera abrir un espacio mínimo para discutirla.
La dificultad que representa el tema para la mayoría de las y los legisladores no es sorprendente. Quien avanza dicha propuesta corre el riesgo de recibir un escarmiento por parte de sus correligionarios y adversarios internos. Ningún político quiere ser expuesto como el que "vota en contra de reducir el financiamiento de los partidos", y ninguno quiere ser el responsable de reducir la nómina de su propio partido. Si me equivoco, y hay más legisladores que estén dispuestos a discutir y hacer una propuesta en público, como dijo Zapata: ¡que los valientes den un paso al frente, y pasen a firmar!
Para dificultar más las cosas, el presupuesto de los partidos políticos es el único definido a nivel constitucional. No es sujeto de negociación política, ni depende de las condiciones econó- micas del momento. Es un presupuesto que recibe una inexplicable protección, cuando el resto de los presupuestos públicos y privados tienen que vivir adaptándose continuamente a cambios muchas veces inesperados. Con esta perversa protección, si no hay cambios a la ley o al presupuesto, los partidos recibirán 3 mil millones de pesos en el 2010, sin ser año electoral, después de haber recibido 3 mil 600 millones de pesos este año.
Una solución al conflicto de interés que existe entre los partidos políticos y la asignación de sus presupuestos requiere de la premisa expuesta por Jon Elster: los beneficiarios no pueden ser los únicos que tomen la decisión.
Por esa razón varias organizaciones que integran la Asamblea Nacional Ciudadana decidieron hacer su propia campaña de difusión, opinión y presión sobre el tema. Usando tecnología que permite "comunicación masiva individual" (redes sociales, videos, blogs, y correo), la ANCA planteó una discusión pública para ejercer suficiente presión y romper el conflicto de interés: ¿no sería mejor que los partidos recibieran su presupuesto público en relación al total de votos válidos emitidos en al última elección, en vez del cálculo actual que se hace a partir del total de integrantes del padrón electoral? En 2010 esto implicaría una reducción de mil 700 millones de pesos.
La virtud del uso de internet como medio de movilización es que puede existir con facilidad pese a la oposición de los afectados, e incluso pese a su ninguneo; permite más discusión y la incorporación de nuevas ideas de manera regular.
Dentro de esta discusión surgió la página www.yabajenle.org.mx, desde la cual cualquier ciudadano puede mandar una carta a los legisladores de varias comisiones de la Cámara baja, apoyando la propuesta de la ANCA. Si los diputados deciden hacer caso omiso, quedará registrado que sabían de la propuesta, que sabían que miles de ciudadanos la apoyaron, y que aún así evadieron entablar una discusión. Si contestan al llamado demostrarán que reconocen el cambio estructural que las relaciones políticas empiezan a sufrir en nuestro país, que ven ese cambio como una oportunidad para todos, y no como un obstáculo para sus intereses.
***
Andrés Lajous: Internet no olvida

El Universal, 2 de noviembre de 2009
Para quienes estuvieron involucrados en la movilización #internetnecesario, estas últimas dos semanas fueron intensas, aleccionadoras, y una nueva fuente de motivación cívica. La movilización demostró varias cosas: 1) que los argumentos políticos más efectivos suelen tener sustento en información sistematizada, y en su facilidad de distribución (Ejemplos: http://internetnecesario.info, http://internetnecesario.org) ; 2) que la infraestructura de comunicación basada en redes descentralizadas, y no en difusión centralizada, tienen la capacidad de competir con las estructuras de comunicación tradicionales (Ejemplos: http://twitter.com, http://facebook.com), 3) que la apatía ciudadana es un mito, y que cuando hay canales libres, transparentes y abiertos, hay siempre ciudadanos listos para utilizarlos (Ejemplo: Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República).
Estas tres lecciones para muchas personas son razones de satisfacción pues una vez que la Ley de Ingresos llegó al Senado para ser discutida, la movilización transmitida por miles de personas hizo imposible que las y los senadores de cualquier partido la ignoraran. En las intervenciones en el pleno de varios senadores se habló de la “protesta en Tuiter” (twitter en inglés), como la motivación principal para votar en contra de un impuesto de 3% a los servicios de Internet.
Los medios de comunicación alternativos, al mantener un canal abierto, obligaron a varios senadores al compromiso público, y a actuar en consecuencia. El voto contra una mayoría formada por el PRD (PT-CONV) y PRI había sido anunciado el día anterior en conferencia de prensa conjunta entre el Presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, Francisco Castellón (también usuario de Tuiter), y el Presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, Ángel Aguirre. En una reunión transmitida por Tuiter con integrantes de la comunidad de usuarios de Internet, el senador Aguirre, se comprometió a votar en contra del impuesto (aunque nunca fue muy claro si a votar en contra del impuesto a Internet o el impuesto a todas las telecomunicaciones. Lo segundo era la exigencia de los usuarios). Al termino de la reunión, Aguirre preguntó “¿Todo esto lo transmitieron en vivo?”. Cuando se le contestó que se transmitió en tiempo real a miles de personas, su respuesta fue “...entonces ya no me puedo echar para atrás”. Viniendo esto de un político mexicano, suena tremendo.
Sin embargo, sería un error pensar que los argumentos de fondo expresados en la movilización, quedan por completo satisfechos con un freno a un nuevo impuesto al uso de Internet. Por el contrario, lo que marcan es el inicio de una oportunidad para promover y presionar el objetivo más amplios de “acceso universal” a las redes de telecomunicación. En esta ocasión el poder público demostró ser receptivo ante una demanda ciudadana en relación a impuestos, pero es inevitable preguntarse ¿cómo se traduce esa presión y demanda para que haya más competencia en telecomunicaciones? ¿Cómo presionar para que el poder público tenga las herramientas para enfrentar el poder oligopólico? Estas preguntas no tienen respuesta fácil, pero si en algún lugar se pueden encontrar, será al igual que la oposición al impuesto a telecomunicaciones, en el debate libre y abierto de ideas que se lleva a cabo fuera de los centros de poder tradicionales.
Otra oportunidad se presenta en relación a nuevos medios de información entre el Estado y la ciudadanía. Por ejemplo en Estados Unidos la Sunlight Foundation, y en el Reino Unido el proyecto Show Us a Better Way (establecido por el propio gobierno) han promovido que la información pública sea accesible en formatos estandarizados que permiten la visualización y acumulación de información de tal manera que los ciudadanos puedan construir sus propios medios para accederla (en términos técnicos esto se conoce como Application programming interface, API) . En vez de tener la información que dispone el IFAI en formatos PDF, los APIs permiten que la información se disponga en “crudo”, así los usuarios pueden construir distintas interfaces para difundirla de la manera que consideren más útil.
La tecnología, y más acceso a ella, puede contribuir a la tan necesitada rendición de cuentas en nuestro país. Como decía un mensaje que se distribuyó ampliamente mientras las votaciones en el Senado se llevaban a cabo decía: “Senadores, Internet no olvida”.
http://andreslajous.blogs.com http://twitter.com/andreslajous
Maestro en Planeación Urbana por el MIT

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