Comentario en la III emisión de Imagen informativa 90.5 de FM, conduce Jorge Fernández Menéndez (en ausencia Marina Núñez).
Alan García Pérez próximo presidente del Perú afrontará un grave problema por auge del narcotráfico, concretamente por el incremento de carteles mexicanos, que llevan operando por lo menos una decada.
El reciente asesinato a manos de sicarios del magistrado Hernán Saturno Vergara, quien participaba en varios procesos vinculados con el narcotráfico, de entre ellos, el caso del cartel de Tijuana, puso bajo los reflectores lo grave del tema, y provocó que las autoridades entrantes pidan una estrategia andina para luchar contra el flagelo.
El presidente electo anunció que está evaluando que en su próximo gobierno ponga fin a la llegada de extranjeros que integran cárteles de droga -haciendo referencia a los mexicanos-.
E incluso anticipó que su gobierno podría suscribir pactos de extradición con otros países y convocar a una cumbre antidrogas con EE UU, Colombia, Bolivia y Perú.
La prensa peruana alertó a su vez ayer sobre el peso que tiene en la economía el narcotráfico mediante el lavado de dinero y detalla que la justicia tiene hasta 18,000 juicios acumulados contra narcotraficantes. Ese es el número de causas judiciales que debe atender la Procuraduría Antidrogas con los escasos recursos que el Estado le asigna: apenas 36 profesionales y un raquítico presupuesto.
Dice un editorial hoy del periódico El Comercio: "La situación es, pues, grave y reclama un cambio de política urgente. Tampoco el Gobierno puede hacerse de la vista gorda ante la precariedad de la instancia que precisamente debe defender los intereses del Estado frente a un flagelo que carcome día a día las bases mismas de nuestra sociedad. ¿Seguiremos cruzados de brazos mientras los tentáculos criminales penetran en los tribunales de justicia a sabiendas de que estos no se dan abasto para juzgarlos con celeridad? Después de todo, a mayor dilación, mayores posibilidades de que los inculpados queden libres. ¿O es que esperamos a que el problema se desborde, que cárteles de la droga se instalen en el Perú y este se convierta en un 'narcoestado' más?"
Y los recursos oficiales para combatir al narcotráfico palidecen frente a las cantidades de droga: sobre 124 millones de dólares destinados a ese rubro en 2005 sólo 4 millones correspondieron al gobierno peruano, el resto fue suministrado por programas de EE UU (90%) y la Unión Europea.
''Lo nuevo del narcotráfico en el Perú es que la estructura del negocio ha cambiado: ahora hay acopiadores más pequeños, que son contactados por mexicanos y colombianos que vienen (desde el extranjero) por el cargamento y luego se lo llevan'', dijo el ex ministro Rospigliosi.
Otro elemento nuevo es el traslado de la violencia de México a Perú, anotó el ex responsable, quien recordó que los cárteles mexicanos llevan por lo menos una década operando en el país.
La prensa local señala - segun fuentes judiciales-, que el cartel de Tijuana habría pagado 100 mil dólares por el asesinato del Magistrado, el objetivo era frustrar el juicio al cartel de Tijuana, ya que el proceso "se salió del control de los cabecillas", quienes se enfrentan a penas de más de 35 años de prisión.
Empero, Carmen Huidobro, abogada de un grupo de enjuiciados del cartel de Tijuana, indicó que al contrario de otros abogados consultados por el periodico La República, consideró que el asesinato solo perjudica a los procesados en este caso. "Hay varios que estaban aclarando su participación y podían ser absueltos", explicó.
La Primera Sala Penal de Reos en cárcel realizará hoy una audiencia más de este caso en el penal de Lurigancho para dar por quebrado el proceso y anunciar un nuevo juicio.
El agregado de prensa de la embajada de EE UU en Perú, Michael Stanton comenta en una entrevista en La república:
–¿Qué información tiene su país sobre la presencia de los carteles mexicanos en Perú?
–No soy autoridad policial, pero en mis conversaciones tanto con oficiales peruanos y con sus socios norteamericanos, ellos dicen que hay una presencia significativa de narcos mexicanos en el Perú. Hay criminales internacionales que operan acá en el Perú promoviendo la industria del narcotráfico.
Saturno Vergara recibió cuatro disparos en el tórax, abdomen, mentón y el hombro derecho. El crimen fue cometido con una pistola de calibre 7.65 milímetros con silenciador. Los asesinos se fugaron en una motocicleta de color negro.
Para Jesús Blancornelas el asesinato presenta las características propias de las ejecuciones del cartel de Tijuana. Dice el periódico La República en su edición del viernes 21 de julio que hace unos meses, Blancornelas, comentó que cuando los hermanos Arellano Félix empiezan a ser juzgados por sus crímenes en algunas de las zonas donde operan, "suelen matar a un juez para infundir temor. Luego atacan a los periodistas" "Si las autoridades y la sociedad no hacen nada para enfrentar decididamente a los narcotraficantes en ese primer momento, si muestran dudas, después será más difícil llevarlos ante la justicia", señaló Blancornelas.
Según reportes de la policía peruana, el cartel de Tijuana empezó a operar en el Perú desde 1982, en los valles del Huallaga, Monzón, Apurímac y Ene, desde donde trasladaban la droga a la costa para transportarla por barco. El ocho de junio del 2002, la policía incautó en Chimbote un cargamento de 1,760 kilos de cocaína que iba a ser enviado por mar a México. En las semanas siguientes se estableció que detrás de ese embarque se encontraba el cartel de Tijuana.
Por ese hecho fueron detenidas 54 personas, de las cuales hoy 26 están en cárcel, siete afrontan juicio en libertad y los 21 restantes están prófugos.Las investigaciones y el proceso judicial han avanzado lentamente. Los narcotraficantes han buscado obtener su libertad antes de llegar a proceso judicial.
En abril del 2005, el fiscal superior Pablo Livias formuló acusación contra 48 integrantes del cartel de Tijuana en el Perú, entre ellos los presuntos cabecillas Helbert Salinas Suárez, Nelson Paredes Ortiz, Marco Cano González, Libardo Montealegre y Miguel Morales Morales.
Livias solicitó para los principales implicados la pena máxima de 35 años de prisión.
En junio del 2005, estuvieron a punto de lograr su libertad, pero los vocales Carlos Escobar, Saturno Vergara y Aldo Figueroa les impidieron alcanzarla. Los magistrados decidieron que por ser un peligro para la sociedad, la detención preventiva debía ampliarse hasta febrero del 2007. En septiembre del 2005 Figueroa fue reemplazado por Carmen Rojassi Pella, que desde esa fecha dirige el juicio.
La mayoría de los integrantes en el Perú del cartel de Tijuana están recluidos en el penal de Lurigancho, donde se reiniciará el proceso con el reemplazo del vocal Hernán Saturno, Pilar Carbonel.
El día de ayer el presidente electo de Perú, Alan García Pérez, pidió hoy que los miembros del cártel de Tijuana, que se encuentran detenidos en aquel país, sean juzgados en México. Anunció que está evaluando que en su próximo gobierno se ponga coto a la llegada de extranjeros que integran cárteles de droga. Dijo: "Que se lleven a esos extranjeros que vienen a vender droga al Perú. No queremos sicarios que encima se aprovechan de las deficiencias del sistema penitenciario y las debilidades de la justicia peruana", expresó a través de CPN Radio.
Saturno Vergara recibió cuatro disparos en el tórax, abdomen, mentón y el hombro derecho. El crimen fue cometido con una pistola de calibre 7.65 milímetros con silenciador. Los asesinos se fugaron en una motocicleta de color negro.
Para Jesús Blancornelas el asesinato presenta las características propias de las ejecuciones del cartel de Tijuana. Dice el periódico La República en su edición del viernes 21 de julio que hace unos meses, Blancornelas, comentó que cuando los hermanos Arellano Félix empiezan a ser juzgados por sus crímenes en algunas de las zonas donde operan, "suelen matar a un juez para infundir temor. Luego atacan a los periodistas" "Si las autoridades y la sociedad no hacen nada para enfrentar decididamente a los narcotraficantes en ese primer momento, si muestran dudas, después será más difícil llevarlos ante la justicia", señaló Blancornelas.
Según reportes de la policía peruana, el cartel de Tijuana empezó a operar en el Perú desde 1982, en los valles del Huallaga, Monzón, Apurímac y Ene, desde donde trasladaban la droga a la costa para transportarla por barco. El ocho de junio del 2002, la policía incautó en Chimbote un cargamento de 1,760 kilos de cocaína que iba a ser enviado por mar a México. En las semanas siguientes se estableció que detrás de ese embarque se encontraba el cartel de Tijuana.
Por ese hecho fueron detenidas 54 personas, de las cuales hoy 26 están en cárcel, siete afrontan juicio en libertad y los 21 restantes están prófugos.Las investigaciones y el proceso judicial han avanzado lentamente. Los narcotraficantes han buscado obtener su libertad antes de llegar a proceso judicial.
En abril del 2005, el fiscal superior Pablo Livias formuló acusación contra 48 integrantes del cartel de Tijuana en el Perú, entre ellos los presuntos cabecillas Helbert Salinas Suárez, Nelson Paredes Ortiz, Marco Cano González, Libardo Montealegre y Miguel Morales Morales.
Livias solicitó para los principales implicados la pena máxima de 35 años de prisión.
En junio del 2005, estuvieron a punto de lograr su libertad, pero los vocales Carlos Escobar, Saturno Vergara y Aldo Figueroa les impidieron alcanzarla. Los magistrados decidieron que por ser un peligro para la sociedad, la detención preventiva debía ampliarse hasta febrero del 2007. En septiembre del 2005 Figueroa fue reemplazado por Carmen Rojassi Pella, que desde esa fecha dirige el juicio.
La mayoría de los integrantes en el Perú del cartel de Tijuana están recluidos en el penal de Lurigancho, donde se reiniciará el proceso con el reemplazo del vocal Hernán Saturno, Pilar Carbonel.
El día de ayer el presidente electo de Perú, Alan García Pérez, pidió hoy que los miembros del cártel de Tijuana, que se encuentran detenidos en aquel país, sean juzgados en México. Anunció que está evaluando que en su próximo gobierno se ponga coto a la llegada de extranjeros que integran cárteles de droga. Dijo: "Que se lleven a esos extranjeros que vienen a vender droga al Perú. No queremos sicarios que encima se aprovechan de las deficiencias del sistema penitenciario y las debilidades de la justicia peruana", expresó a través de CPN Radio.