31 may 2007

EL PND

Tal y como lo marca el Artículo 26 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley de Planeación, el Presidente de la República, Felipe Calderón presentó este jueves 31 de mayo el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2007-2012.
Lo hizo frente al gabinete legal y ampliado, dirigentes de los partidos, ministros de la Corte, consejeros electorales y gobernadores.
Dicho Plan -de 320 páginas-, está estructurado en cinco ejes rectores: estado de Derecho y seguridad; economía competitiva y generadora de empleos; igualdad de oportunidades; sustentabilidad ambiental y democracia efectiva y política exterior responsable.
El PND se puede consultar en http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4989401
Ese es el:
DECRETO por el que se aprueba el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012.
Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Esta
dos Unidos Mexicanos.- Presidencia de la República.
FELIPE DE JESÚS CALDERÓN HINOJOSA, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, en ejercicio de la facultad que me confiere la fracción I del artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con fundamento en los artículos 26, apartado A, de la propia Constitución; 9, 27 al 42 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, y 4, 9, 20, 21, 30 y 32 de la Ley de Planeación, y
CONSIDERANDO
Que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala que corresponde al Estado organizar un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional que imprima solidez, dinamismo, permanencia y equidad al crecimiento de la economía para la independencia y la democratización política, social y cultural de la Nación;
Que de conformidad con el marco constitucional y legal que sirve de sustento al Sistema Nacional de Planeación Democrática, corresponde al Ejecutivo Federal conducir la planeación nacional del desarrollo, mediante la ordenación racional y sistemática de las acciones que buscan lograr un desarrollo equitativo que proporcione mejores niveles de vida para todos;

Que el conocimiento de las aspiraciones de los ciudadanos ha sido decisivo para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012; por ello se realizó en todo el país un amplio programa de consulta popular con los diversos grupos de la sociedad, incluyendo a las comunidades indígenas, los tres órdenes de gobierno y la población en general, por medio del cual se recogieron sus demandas y propuestas;
Que, con base en lo anterior, el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 se sustenta en cinco ejes rectores: estado de derecho y seguridad; economía competitiva y generadora de empleos; igualdad de oportunidades; sustentabilidad ambiental, y democracia efectiva y política exterior responsable;
Que, asimismo, el Plan asume como premisa básica la búsqueda del Desarrollo Humano Sustentable, como el proceso permanente de ampliación de capacidades y libertades que permita a todos los mexicanos tener una vida digna sin comprometer el patrimonio de las generaciones futuras, y
Que el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 establece una estrategia clara y viable para avanzar en la transformación de México sobre bases sólidas, realistas y, sobre todo, responsables, he tenido a bien expedir el siguiente
DECRETO
ARTÍCULO PRIMERO.- Se aprueba el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012.
ARTÍCULO SEGUNDO.- Los objetivos nacionales, estrategias, prioridades y programas contenidos en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 regirán la actuación de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal.

ARTÍCULO TERCERO.- De acuerdo con lo previsto en la Ley de Planeación y demás disposiciones aplicables y en el marco del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal elaborarán y ejecutarán los programas sectoriales, regionales, especiales e institucionales que correspondan, tendentes al logro de los objetivos de dicho Plan.
ARTÍCULO CUARTO.- Las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal establecerán los mecanismos necesarios para la coordinación con los distintos órdenes de gobierno y la concertación con los diversos grupos sociales y de los particulares, con la finalidad de promover su participación amplia y responsable en la consecución de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012.
Las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal deberán ajustarse a los objetivos y prioridades del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, para la aplicación de los instrumentos de política económica y social que promuevan la inducción de acciones de los diversos grupos sociales y de los particulares.

ARTÍCULO QUINTO.- Para cumplir con los objetivos nacionales, estrategias, prioridades y programas previstos en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal harán las previsiones necesarias para el financiamiento y la asignación de los recursos correspondientes, al integrar los anteproyectos de sus presupuestos de egresos.
ARTÍCULO SEXTO.- Las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal evaluarán en forma periódica y con base en indicadores los resultados de sus acciones en relación con los objetivos nacionales, estrategias y prioridades del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 y de los programas que del mismo se deriven, e informarán al respecto a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como a las unidades administrativas que señale el Ejecutivo Federal, con el propósito de que el propio Presidente de la República informe por escrito al Congreso de la Unión los resultados de su ejecución, de acuerdo con lo dispuesto en la Constitución y la Ley de Planeación.
TRANSITORIO

ÚNICO.- El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Dado en la Residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la Ciudad de México, Distrito Federal, a los treinta días del mes de mayo de dos mil siete.- Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.- Rúbrica.- El Secretario de Gobernación, Francisco Javier Ramírez Acuña.- Rúbrica.- La Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano.- Rúbrica.- El Secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván.- Rúbrica.- El Secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez Mendoza.- Rúbrica.- El Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.- Rúbrica.- El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Guillermo Carstens Carstens.- Rúbrica.- La Secretaria de Desarrollo Social, María Beatriz Zavala Peniche.- Rúbrica.- El Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira Quesada.- Rúbrica.- La Secretaria de Energía, Georgina Yamilet Kessel Martínez.- Rúbrica.- El Secretario de Economía, Eduardo Sojo Garza - Aldape.- Rúbrica.- El Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Alberto Cárdenas Jiménez.- Rúbrica.- El Secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler.- Rúbrica.- El Secretario de la Función Pública, Germán Martínez Cázares.- Rúbrica.- La Secretaria de Educación Pública, Josefina Eugenia Vázquez Mota.- Rúbrica.- El Secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos.- Rúbrica.- El Secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón.- Rúbrica.- El Secretario de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar Prieto.- Rúbrica.- El Secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo Torres.- Rúbrica.

30 may 2007

Visitantes clandestinos en Brasil

Merval Pereira, columnista del diario O Globo de Rio de Janeriro, aseguró, ayer martes -sin citar fuentes-, que el papa Benedicto XVI-asi como su Secretario de Estado- entraron a a Brasil sin pasaporte en su visita el pasado 9 de mayo.
A ambos prelados se les permitió la entrada a Brasil, y, según Pereira, el gobierno encontró una fórmula de solventar el impase: de forma muy reservada se multó a la aerolínea italiana Alitalia SpA por permitir el viaje de dos extranjeros "clandestinos" sin su documentación.
Dice el columniwta que un funcionario de la policía federal en Sao Paulo -que tiene a su cargo el control de pasaportes en el aeropuerto internacional- declinó comentar el asunto porque "esa información es reservada".
En la capital Brasilia, un sacerdote de la Nunciatura Apostólica quien sólo se identificó como padre Marco dijo que no estaba autorizado a comentar.
El vocero del palacio de gobierno, Marcelo Baumbach, declinó confirmar el asunto y aconsejó consultar al Ministerio de Justicia, que a su vez pidió entrar en contacto con la cancillería brasileña.
El Ministerio del Exterior dijo que no haría comentarios.
En tanto, el vocero Vaticano, Ciro Benedettini, dijo que no había escuchado nada del asunto hasta que un reportero de la agencia Associated Press se lo comentó.
La portavoz de Alitalia, Simone Cantagallo, dijo también desconocer el asunto.
La Nunciatura brasileña protestó la multa ante la cancillería brasileña, dijo Pereira.
Fuente: MICHAEL ASTOR de la agencia The Associated Press, publicado en El Nuevo Heraldo y otros medio más.

Fuerte respaldo a las acciones del Presidente

La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) manifestó este martes su apoyo al Presidente Calderón en las decisiones que ha tomado en la lucha contra el crimen organizado y lanzó un llamado a la unidad en torno al Ejecutivo federal.
En Puerto Vallarta, Jalisco, dentro de la 32 Reunión Ordinaria de la Conago, el gobernador Emilio González Márquez, abrió la sesión y señaló que “la Conago está llamada a jugar un papel aún más protagónico en la consolidación democrática”, después le dio la palabra a Eduardo Bours, Gobernador de Sonora, quien encabeza la Comisión de Seguridad del organismo, leyó el pronunciamiento conjunto de los Gobernadores.
-Gobernador Eduardo Bours Castelo, dijo:
Antes de proceder a la lectura del pronunciamiento aprobado en días pasados por la Comisión de Seguridad Pública, quiero destacar algunos aspectos del informe que dicha Comisión ha presentado por escrito a esta plenaria.
Para cumplir con la elaboración de propuestas de actualización al marco jurídico federal y recomendar a los gobiernos estatales ajustes a las leyes locales, esta Comisión que me honro en presidir sesionó en tres ocasiones.
Por su parte, el grupo de trabajo integrado para los mismos propósitos se reunió en siete ocasiones más para cumplir con las tareas derivadas de los acuerdos de nuestra pasada reunión ordinaria en Tlaxcala.
Cabe destacar que derivado de tales acciones en la reunión de 18 de mayo, el grupo de trabajo presentó el documento Propuesta de Reforma Constitucional en materia de Seguridad Pública.
Después de ser revisado con detenimiento, el grupo de trabajo decidió ampliar el plazo para enriquecer y perfeccionar la propuesta de Reforma Constitucional.
Fue claro que por la complejidad del tema y por sus repercusiones jurídico-políticas se requería analizar más a fondo las propuestas presentadas.
En esta misma reunión se acordó presentar un pronunciamiento en la XXXII Reunión Ordinaria de la Conago para establecer la posición de los gobernadores en relación con la iniciativa presidencial de Reforma Constitucional.
Vale también subrayar algunos de los trabajos para avanzar en las adecuaciones al marco reglamentario, establecer acciones puntuales en el combate al crimen organizado.
Hoy se ha finalizado y se cuenta ya con un compendio de los asuntos abordados en materia de seguridad pública, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores.
El compendio abarca las sesiones ordinarias de la LX Legislatura correspondiente al periodo de 2006 y al segundo periodo de 2007.
También se encabezaron trabajos y se establecieron relaciones con autoridades de todos los niveles de Gobierno para la colaboración conjunta en torno a un Sistema Integral de Justicia.
Y no podemos perder de vista que el primer requisito para ser efectivo y ofrecer a la sociedad resultados que demanda, es despartidizar el tema de la seguridad pública y la lucha contra el crimen organizado.
Con este mismo espíritu se elaboró, se discutió y aprobó el pronunciamiento que fija posturas en relación con la iniciativa de reformas constitucionales para combatir el crimen organizado, sometidas a consideración del Honorable Congreso de la Unión, por el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, mismo que le leeré a continuación.
Pronunciamiento:
Los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores coincidimos en la urgencia de contar con un nuevo modelo para combatir los delitos y enfrentar a la delincuencia organizada, tal y como lo hemos manifestado en el documento, Hacia un Nuevo Sistema Integral de Combate al Crimen Organizado.
En ese sentido consideramos que la propuesta de reformas del Ejecutivo Federal a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es necesaria y es oportuna.
Por ello, la CONAGO se ha esforzado en preparar propuestas específicas que contribuyan en esta materia.
La iniciativa es una reforma con la que se pretende llevar a cabo con más eficacia las labores de prevención, investigación, persecución y sanción de las conductas delictivas, así como la readaptación del delincuente.
La gravedad de la situación derivada de la acción de la delincuencia organizada, exige combatirla tanto en la producción, transportación y comercialización de enervantes, como los movimientos financieros que le permiten reproducirse.
Lo mismo sucede con delitos como el robo de vehículos y secuestro, entre otros.
Apoyamos fortalecer la institución del Ministerio Público, impulsar mecanismos alternativos de solución a conflictos, capacitar y profesionalizar a las autoridades investigadoras, examinar las áreas de inteligencia policial, establecer sistemas de medición de resultados, invertir en equipamiento, mejorar salarios y prestaciones, así como establecer estímulos, recompensas y severas sanciones respecto a la actuación de los cuerpos policiales, cuando su actuación así lo requiera.
Insistimos en el escrupuloso respeto a las garantías individuales, consagradas en la Constitución, a los Derechos Humanos de la población civil ajena a la delincuencia, y de los postulados internacionales suscritos por nuestro país.
Consideramos, también, que se debe reflexionar sobre la viabilidad de conceder autonomía técnica y operativa al Ministerio Público y a la policía, así como sobre la viabilidad de homogeneizar la legislación penal y la reglamentación sobre la profesión que el Estado debe proporcionar a quienes procuran e imparten justicia en materia de delincuencia organizada.
Hablar de la necesidad de transitar hacia un sistema de justicia penal democrático y respetuoso de las libertades humanas, también es preservar la posibilidad que cada estado tiene de legislar en atención a la realidad de sus propias necesidades.
Lo anterior, sin cancelar la imperiosa necesidad de hacer un frente común entre autoridades federales, estatales y municipales para combatir la delincuencia.
Reconocemos la firmeza del Presidente de la República en el sentido de depurar a las corporaciones que no cumplan con las altas tareas de inteligencia y de protección a la población y el reconocimiento que hace a los buenos elementos que cumplen con su deber. Ello es muestra de congruencia entre acciones y compromiso.
En esta hora decisiva cuando la estabilidad social y la seguridad nacional se encuentran amenazados por los más oscuros intereses, cobra cabal importancia la lealtad, la disciplina y el prestigio de las Fuerzas Armadas.
Es por eso que les expresamos nuestro reconocimiento y la confianza de que con su firmeza, con su vocación de servicio y de salvaguarda de los grandes intereses nacionales, seguirán comprometidos con México y en la resolución de su actual coyuntura.
Por eso expresamos nuestro reconocimiento a la lealtad de las Fuerzas Armadas para hacer frente al crimen organizado y apoyamos la creación del Cuerpo Especial de Fuerzas de Apoyo Federal de Ejército y Fuerza Aérea.
Es tiempo de firmeza en las decisiones, es tiempo de unidad en torno al jefe de las instituciones nacionales, el apoyo para el país no se regatea, por eso expresamos nuestra más firme solidaridad con el Presidente de la República en las acciones que ha emprendido por la seguridad de la República e invitamos a los presidentes municipales a fortalecer su compromiso y continuar con la reestructuración y mejoramiento de las fuerzas policíacas del país, nosotros, los gobernadores, haremos lo propio.
Consideramos que debemos hacerlo en todos los niveles de Gobierno para combatir la corrupción y castigar a quienes mantengan alguna relación con la delincuencia organizada.
Por ello hacemos un llamado para impulsar con decisión las medidas necesarias para establecer en las condiciones operativas adecuadas el Centro de Control de Confianza a nivel federal, estatal y municipal.
Por obvias y urgentes razones, exhortamos al Honorable Congreso de la Unión para que otorgue celeridad al desahogo de la iniciativa del Ejecutivo y una vez aprobada por ambas cámaras, estén en posibilidad, las legislaturas locales, de concluir el proceso de reforma constitucional.
Atentamente la Conferencia Nacional de Gobernadores.
-El gobernador Emilio González, lo sometió a votación el pleno ,el cual fue aprobado por unanimidad.
Después dijo “como es de su conocimiento a propuesta del licenciado Mario Marín, Gobernador de Puebla y Coordinador de la Comisión de Protección Civil de la CONAGO, hemos acordado entregar un reconocimiento a las fuerzas armadas de México.
-Gobernador Mario Marín Torres: (Proyección de Video)
“En México como en cualquier parte del mundo las contingencias naturales y antropogénicas pueden sorprendernos a todos de un momento a otro, nuestra población está consciente de ello porque ha sufrido muy desafortunadas experiencias que han dejado una marcada huella de dolor físico, pérdidas humanas, materiales y daño moral en la integración de nuestras comunidades.
Los gobiernos de los estados sabemos que ninguna entidad federativa cuenta con el personal capacitado y suficiente para manejar las contingencias naturales o provocadas por descuido de la mente humana que únicamente pueden ser superadas mediante la coordinación interinstitucional de los tres niveles de Gobierno y las Fuerzas Armadas de México.
Por eso y como signo de buen entendimiento republicano, los gobiernos de los estados y la sociedad sabemos por experiencia que durante una contingencia donde la desesperación hace presa de la población, la presencia del Ejército Mexicano con el Plan DN III es lo único que nos puede ayudar a superar las crisis y restablecer el orden dentro del caos.
Todos hemos sido testigos de la gran labor humanitaria que brinda el Ejército Mexicano a nuestra población, un esfuerzo y sacrificio que no puede explicarse si no se tiene clara la concepción y el sentido del patriotismo.
Pero también es reconocido por todos que en medio de la desesperación y la tragedia de una comunidad, nada es más alentador que al ver la imagen estoica y benefactora de un soldado o marino mexicanos, que desafiando la inercia destructiva de las contingencias, ofrece una mano esperanzadora al ciudadano en desgracia.
Por virtud de esto, la imagen que nuestro pueblo lleva en su memoria es la de un Ejército de hombres y mujeres de verde olivo o de blanco que, con incomparable valor y disciplina, arriesgan su vida para rescatar ciudadanos de las garras voraces de la tragedia que consume por igual vidas y bienes materiales.
De aquí la muy encomiable decisión y voluntad de la señora y los señores gobernadores de esta Conferencia de reconocer este invaluable y noble servicio que el Ejército Mexicano, la Fuerza Aérea y la Marina Armada de México, prestan con lealtad solidaria a la población de nuestras entidades federativas.
De igual forma, deseamos que sea este momento un espacio propicio para hacer extensivo este respetuoso acto para honrar a todos aquellos hijos de México, que habiendo adquirido por profesión el servicio de las armas, en algún momento de infortunio ofrendaron su integridad física y la vida, cumpliendo cabalmente con el destino y el deber de un soldado mexicano que ama a su pueblo y a su Patria.
Señor Presidente de la República, señores secretarios de las Fuerzas Armadas:
Este reconocimiento es una muestra de gratitud, de confianza y deseo de preservar por siempre esta noble institución pacífica al servicio del pueblo de México.
Creemos que esta solemne muestra de respeto institucional nos permite reafirmar, una vez más, la unidad indisoluble que existe entre los distintos niveles de Gobierno y las Fuerzas Armadas de México, para hacer frente común ante cualquier amenaza o apremio que perturbe la paz social, la seguridad pública, la integridad física y el patrimonio del pueblo de México.
Que vivan por siempre las Fuerzas Armadas de México.
-Gobernador Emilio González Márquez: Invitamos a los presentes a ponernos de pie para proceder al reconocimiento a las Fuerzas Armadas.
El reconocimiento dice: La Conferencia Nacional de Gobernadores otorga el presente reconocimiento a todos los integrantes del Ejército y Fuerza Aérea por su extraordinaria labor humanitaria que realizan a favor del pueblo de México en momentos de desastres naturales y antropogénicos, donde han quedado demostrados el valor, la lealtad a las instituciones y la vocación de servicio a México, ofrendando en incontables ocasiones la integridad física y la propia vida.
Felicidades señores.

Margaret Thatcher

Las guerras de la señora Thatcher/Fred Halliday, profesor visitante del Institut Barcelona d´Estudis Internacionals (IBEI) y profesor de la London School of Economics.
Tomado de LA VANGUARDIA, 28/05/2007;
Hace pocos años, en mi despacho de la London School of Economics, recibí la visita de una extraña aunque sagaz e inteligente personalidad, el fallecido Guido Di Tella, que fue ministro de Asuntos Exteriores argentino y en la época de nuestro encuentro profesor visitante de la Universidad de Oxford. La familia de Di Tella goza de reputación y varios de sus miembros se cuentan entre los más destacados intelectuales liberales argentinos. En una ocasión ya había tenido ocasión de oír a Guido en el curso de su intervención en un seminario de la LSE sobre las relaciones de Argentina con el resto del mundo. Tras repasar los dramas de dos regímenes presididos por el líder militar populista Juan Domingo Perón y sus esposas Evita e Isabel (1945-1955, 1974-1976), la insurrección proletaria, la feroz represión militar, la llamativa pero fatídicamente errada lucha guerrillera, la economía extremadamente cíclica que en los años veinte del siglo XX fue una de las más prósperas del planeta y - tema no menos importante- la guerra de las Malvinas de 1982, Di Tella pronunció un sincero alegato en favor de que Argentina pudiera ser un día un país normal, incluso aburrido. “Por una vez - dijo- ¡seamos como Austria o Nueva Zelanda!”. A los oídos de cualquier persona argentina presente en la sala o de alguien que, como yo, fue durante años susceptible y vulnerable a la seducción y la retórica de su política y a quien incluso habían conmovido las cambiantes e imprevisibles pasiones tan vivas en su fútbol y sus tangos, tal propósito sonó a vana esperanza. No obstante, siendo como era un liberal optimista e inveterado anglófilo, Di Tella persistió en su empeño.
No obstante, su visita obedecía a un motivo más concreto. La guerra de las Malvinas había terminado hacía más de diez años, no se habían registrado más combates y recientemente, en 1995, Gran Bretaña y Argentina habían alcanzado un acuerdo sobre el acceso a caladeros de pesca próximos a las islas, la autorización de vuelos regulares entre el sur de Argentina y Puerto Stanley y, en términos generales, habían acordado reducir la tensión. El presidente Menem, remoto vástago del populismo de Perón, había efectuado incluso una visita a Gran Bretaña rindiendo homenaje a los británicos muertos en la guerra. Sin embargo, Di Tella no las tenía todas consigo: el gobierno británico y los propios habitantes de las islas Falkland se engañaban a sí mismos figurándose que se trataba de una paz duradera. Conociendo a Argentina como la conocía - y a sus fuerzas internas que fomentaban el nacionalismo-, Di Tella juzgaba que esta extraña y desusada conciliación corría el riesgo de no funcionar y era menester mantener conversaciones sobre soberanía conjunta u otros mecanismos para acercar las posturas entre ambas partes. Di Tella había impulsado varias iniciativas para llamar la atención de la elite política británica sobre la cuestión e incluso, en una de las iniciativas de paz más extraordinarias de los tiempos modernos, trató de congraciarse con los isleños en Navidad enviando a cada familia una felicitación junto con un osito Winnie the Pooh.
La iniciativa de Di Tella no dio pie a variación alguna en las posturas públicas británica o argentina. Ha sucedido, por el contrario, lo que Di Tella predijo. El clima político de Argentina está cambiando. El presidente actual, Néstor Kirchner, ha recusado el acuerdo de 1995 negándose a reconocer algunos de sus puntos clave. La odisea de esta situación de punto muerto en el plano nacionalista y militar acabará tarde o temprano por estallar - como predijo Di Tella- para descrédito de los sucesivos gobiernos británicos que han rehusado coger el toro por los cuernos. La reivindicación británica de estas islas a 13.000 kilómetros de Gran Bretaña es insostenible desde cualquier punto de vista racional, geoestratégico y de sentido común, como si Japón reivindicara parte del territorio de Suffolk. Se trata de una de las reliquias del colonialismo que como tal debería abordarse y dársele solución. Debería reconocerse a los isleños el correspondiente derecho a la indemnización y el reasentamiento - como en el caso de todas las personas desplazadas-, pero llevar esta tarea a cabo en beneficio de una población de menos de 3.000 personas apenas constituye dificultad, aparte de que estos residentes encontrarían gran número de lugares donde se sentirían a gusto en Escocia, Gales, Nueva Zelanda o Australia.
El argumento de que Londres ha de respetar los deseos de los isleños es, asimismo, ridículo: conceder a una población inferior a 3.000 habitantes el derecho de decidir asuntos en materia de estrategia, diplomacia e interés económico es consentir de manera grotesca y absurda en una actitud que, por cierto, no cabe deslindar del todo de una sospecha de racismo dado que en el momento en que las fuerzas armadas británicas defendían las islas, el mismo gobierno Thatcher negociaba con Pekín la cesión de más de 6 millones de ciudadanos de Hong Kong sin siquiera consultarlos.
Sin embargo, las lecciones de la guerra de las Malvinas son más profundas, pues dan cuenta de una de las principales cuestiones implicadas en la valoración de la legitimidad de cualquier guerra: la de su proporción. Los isleños no se veían amenazados de carnicería alguna, expolio ni deportación por parte de los argentinos. Alrededor de 100.00 británicos o de descendencia británica - incluida la madre de la princesa Diana- vivían tranquilamente y sin problemas en Argentina: tenían un Harrods en Buenos Aires, cantidad de clubs y colegios privados estilo inglés y jugaban al polo.
La guerra no atañía, por consiguiente, al propósito de salvar vidas sino al de proteger una forma y modo de vida. Sin embargo, en pos de esta causa vaga y nebulosa aunque de alto voltaje emotivo y sentimental, hubo de morir un millar de jóvenes, 649 argentinos y 258 miembros del personal británico aparte de otros 1.068 heridos en el lado argentino y 777 (algunos con terribles quemaduras y cicatrices de por vida) en el lado británico. Sin asomo de lógica, ley ni humanidad se legitimó así que en apoyo de una guerra ilegítima y sobrevalorada este conflicto arrojara un balance de víctimas igual o mayor que la población total de las propias islas. Esta guerra fue un crimen de alcance paradigmático del que deberían haber sido responsabilizados ambos gobiernos y que mostró al mundo un terrible ejemplo de vidas perdidas y consentimiento en reivindicaciones y demandas disparatadamente desproporcionadas: imperialistas en un lado, nacionalistas en el otro.
Las consecuencias de esta guerra fueron, en varios sentidos, paradójicas. Gran Bretaña y Argentina restablecieron paulatinamente relaciones, ayudados en la empresa por el regreso de la democracia a Argentina en 1983, acontecimiento que la derrota de las Malvinas indudablemente había acelerado. Como se ha apuntado, las islas han conocido una gran prosperidad. En cierto modo, la guerra no entraba en el marco más general de la política internacional del momento: mientras la URSS condenaba el papel desempeñado por Gran Bretaña, comprobé en una visita a Moscú en julio de 1982 que la señora Thatcher era muy popular tanto entre la población general como entre el estamento militar. El corresponsal de The Times en Moscú, Richard Owen, me dijo que aunque mucha gente consideraba que su periódico era el órgano oficial de la clase dirigente y del propio gobierno británico, había recibido cientos de mensajes de felicitación dirigidos a él y a la señora Thatcher por la “gran victoria técnica y militar en el Atlántico sur”. Pude también comprobar (extremo desconocido para el mundo exterior) en una visita a Zagorsk cerca de Moscú que una misión militar de compras argentina de alto rango había estado en la URSS durante la guerra y había estampado su firma en el libro de huéspedes dispuesto al efecto en el monasterio de esta localidad. Pero todo ello pasa por alto un factor aún más importante que tenía lugar en ese momento y que la secreta colaboración entre Estados Unidos y Gran Bretaña durante la guerra contribuyó a consolidar. Y es que, mucho más que las absurdas carnicerías de la guerra de las Malvinas, el impacto principal de la política de la señora Thatcher se haría sentir a largo plazo. Porque, al tiempo que con gran fanfarria y revuelo neoimperialista se dirigían las operaciones militares en el Atlántico sur, seguía su curso, sin publicidad alguna, otro empeño militar británico - en este caso más trascendental e importante-: esto es, el compromiso en la guerra de Afganistán. Y así fue como en esta campaña militar - en la que Gran Bretaña se sumó a Estados Unidos, Pakistán y Arabia Saudí en las tareas de instruir, financiar y armar a las guerrillas de los muyahidines y alentar a jóvenes árabes activistas a ir a luchar allí- se sembraron las semillas de futuros conflictos y estallidos. Se enviaron fuerzas especiales británicas del Special Air Service (SAS) a Pakistán y a Afganistán para ayudar a las guerrillas afganas en tanto se enviaban combatientes afganos a Gran Bretaña a recibir instrucción; se empleó a tal fin, sobre todo, un valle escocés dada su similitud con ciertas áreas de Afganistán para entrenar a los militantes en el derribo de helicópteros soviéticos. Es posible que la guerra de las Malvinas haya ejercido un limitado impacto en el panorama internacional, pero el conflicto afgano, con todo lo que significó luego para Asia y para el auge del terrorismo islámico, tuvo indudablemente un gran impacto. Y este factor debería también formar parte del balance de la señora Thatcher y de sus guerras.

El perro de presa imperial

El perro de presa imperial/Tariq Ali, novelista y ensayista paquistaní, y autor de Rough Music: Blair, Bombs, Baghdad, London, Terror.
Tomado de EL PAÍS, 28/05/2007;
Tony Blair entregó su lealtad, ante todo, a la Casa Blanca. El resultado ha sido un legado de odio que ha acabado con su mandato.
El final fue también un ejercicio de manipulación típico del Nuevo Laborismo y nuestro querido líder. Un público minuciosamente escogido, un discurso en defensa de sí mismo, la voz temblorosa… y fin. En su momento, Blair había llegado al número 10 de Downing Street con una exhibición cuidadosamente organizada de banderas. También el otro día hubo muestras de fervor patriótico, con referencias a “este bendito país… el mejor país del mundo” y sin decir nada de los McDonald’s, Starbucks, Benetton que adornan las calles principales de cada ciudad de Gran Bretaña ni el hecho de que, bajo su mandato, la imagen de este país en el resto del mundo ha pasado a ser la del perro de presa favorito en la perrera imperial.
El principal triunfo de Tony Blair fue ganar tres elecciones sucesivas. Era un actor de segunda, pero ha resultado ser un político astuto y avaricioso. Carecía de ideas propias y se apresuró a apoderarse del legado de Margaret Thatcher para tratar de mejorarlo. Pero si bien en muchos sentidos el programa de Blair ha sido una versión eufemística -aunque más sangrienta- del de Thatcher, a la hora de marcharse han tenido estilos muy distintos. La dimisión de Thatcher, obligada por sus propios compañeros del Partido Conservador, fue digna de un gran drama teatral. Blair se va a su pesar, en una situación llena de coches bomba y matanzas en Irak, con cientos de miles de muertos y heridos causados por sus decisiones políticas y Londres convertido en objetivo central de atentados terroristas. Los partidarios de Thatcher dijeron después que estaban horrorizados por lo que habían hecho. En el caso de Blair, hasta los que más le han adulado en los medios de comunicación confiesan sentirse aliviados por su marcha.
Blair siempre fue leal a los ocupantes de la Casa Blanca. En Europa prefirió a Aznar antes que a Zapatero, a Merkel por encima de Schröder, se quedó muy impresionado con Berlusconi y, en estos últimos tiempos, no ha ocultado que apoyaba a Sarkozy. Comprendió que la privatización y la desregulación en el ámbito nacional formaban parte del mismo mecanismo que las guerras en el extranjero.
Si esta opinión les parece excesivamente dura, véase lo que decía Rodric Braithwaite, antiguo asesor de Blair, en un artículo publicado en The Financial Times el 2 de agosto de 2006: “Un fantasma recorre la televisión británica, un zombi desgastado y amarillento, salido directamente del Museo de Cera de Madame Tussaud, aunque éste, extrañamente, parece vivo y coleando. Quizá procede de la caja de trucos técnicos de la CIA, alguien programado para soltar el lenguaje de la Casa Blanca con un acento inglés artificial… El señor Blair ha hecho más daño a los intereses británicos en Oriente Próximo que Anthony Eden, que llevó al Reino Unido al desastre de Suez hace 50 años. En el último siglo, hemos bombardeado y ocupado Egipto e Irak, dominado un levantamiento árabe en Palestina y derrocado Gobiernos en Irán, Irak y el Golfo. Ya no podemos seguir haciendo esas cosas por nuestra cuenta, así que las hacemos con Estados Unidos. La absoluta identificación de Blair con la Casa Blanca ha destruido su influencia en Washington, Europa y Oriente Próximo: ¿quién pierde tiempo con el mono bailarín si puede dirigirse directamente al organillero?”.
Y este comentario, a su vez, resulta suave en comparación con lo que se dice en privado en los ministerios británicos de Exteriores y Defensa. Altos diplomáticos me han asegurado que no les importaría que se juzgara a Blair como criminal de guerra. Sin embargo, mientras que no se han pedido cuentas a Blair ni a ninguno de los que iniciaron una guerra agresora y de ocupación contra Irak, el otro día se envió vergonzosamente a prisión a un funcionario y un ayudante parlamentario por revelar varios acuerdos entre Bush y Blair en la trastienda de la guerra.
Lo que sale a la luz con todo esto es indignación e impotencia. No existe ningún mecanismo para deshacerse de un primer ministro mientras su partido no pierda confianza en él. La dirección conservadora decidió que Thatcher tenía que dimitir por su actitud negativa respecto a Europa. El laborismo suele ser más sentimental con sus dirigentes y, en este caso, debía tanto a Blair que nadie quería desempeñar el papel de Bruto. Hasta que, al final, fue él quien decidió marcharse. El desastre de Irak le había granjeado odios y quitado apoyos. La lentitud en hacerlo se ha debido, entre otras cosas, a que el país carece de oposición seria. En el Parlamento, los conservadores se han limitado a seguir a Blair. Los demócratas liberales se han mostrado incompetentes.
En el año 2000, en Niza, Blair resumió la actitud británica respecto a Europa: “Es posible, a nuestro juicio, luchar por los intereses británicos, sacar lo máximo posible de Europa para Gran Bretaña y ejercer auténtica autoridad e influencia en Europa. Como tiene que ser. Gran Bretaña es una potencia mundial”. Este grotesco espejismo de que “Gran Bretaña es una potencia mundial” pretende justificar que siempre habrá diferencias entre la UE y el Reino Unido. La verdadera unión es la que tenemos con Washington. A Francia y Alemania se les considera rivales con los que disputa el favor de Washington, no unos posibles aliados en una UE independiente.
La decisión francesa de reincorporarse a la OTAN y presentarse como el aliado más fuerte de Estados Unidos fue un cambio estructural que debilitó a los europeos. Gran Bretaña reaccionó fomentando un orden político fragmentado en Europa mediante la expansión, e insistió en que Estados Unidos tuviera una presencia permanente.
El sucesor semi-ungido de Blair, Gordon Brown, es más inteligente pero tiene grandes diferencias políticas. Estamos ante una perspectiva poco halagüeña: la política alternativa -contra la guerra, contra el Trident, en favor de los servicios públicos- queda circunscrita a los partidos nacionalistas de Escocia y Gales, y su ausencia a escala nacional alimenta la indignación de sectores considerables de la población, que se refleja en el voto contra los que están en el poder, o en no ir a votar en absoluto.

La lección del Profesor Laqueur

¡Qué hacer a propósito de Rusia?/Walter Laqueur, director del Instituto de Estudios Estratégicos de Washington.
Tomado de LA VANGUARDIA, 29/05/2007;
Las relaciones entre el Kremlin y Occidente han ido deteriorándose y pueden empeorar aún más. Surge, pues, la pregunta sobre qué puede hacerse para normalizarlas. Hasta cierto punto, hay que achacar las responsabilidades a Occidente, que abrigó expectativas poco razonables tras la caída de la Unión Soviética. Numerosos políticos occidentales supusieron que Rusia se convertiría en breve en una democracia y reconocería la pérdida de su imperio, de modo que, por tanto, había buenas razones para pensar que se convertiría en un estrecho socio y aliado de Occidente.
La Unión Soviética fue mi campo específico de estudio durante bastantes años y cuando escribí un libro en 1990 titulado El largo camino a la libertad algunos críticos juzgaron que era demasiado pesimista. ¿Por qué consideraba yo que se trataría de una larga senda? Por desgracia, se está demostrando aún más larga de lo que yo había sospechado…
Debe tenerse en cuenta, en efecto, que Rusia había sido una democracia tan sólo durante escasos meses en el curso de su dilatada historia, en 1917. Pero volviendo a mi estudio, ¿era realista suponer que la policía secreta iba ahora a democratizar el país? ¿Existían razones sólidas para suponer que toleraría la pérdida del imperio? Hoy conocemos la respuesta. Algunos políticos y comentaristas en Occidente han reaccionado de manera exagerada frente a su propia decepción.
Pero Rusia no está avanzando hacia el fascismo, como teme una parte de ellos.
El nuevo régimen es una autocracia, en ciertos aspectos bastante similar a la Rusia zarista. La mayoría de la población rusa parece conformarse con esta situación; al menos la prefiere a la democracia al estilo occidental, que - dice- dadas sus tradiciones entrañaría caos y anarquía. “Necesitamos una autoridad fuerte” , afirma. Cierto, Occidente no puede aceptar una conducta inaceptable como la de enviar asesinos al extranjero como en los antiguos tiempos para liquidar a enemigos del régimen. Sin embargo, no parece venir muy al caso sermonear a los líderes rusos para que respeten la ley y no violen los derechos humanos; al pueblo ruso corresponderá democratizar su régimen y tal vez, en el curso de los años (o de los decenios), realizará progresos en este sentido.
El auténtico problema estriba en la política exterior rusa. La nueva Rusia tiene fronteras con otros 17 estados y mantiene conflictos - de mayor o menor importancia- con todos excepto con dos. Resulta de lo más natural que el Kremlin quiera devolverles a su esfera de influencia, como también lo es que sus vecinos no quieran perder su independencia. Hasta cierto punto, estos vecinos pequeños habrán de tomar los intereses de Rusia en consideración. ¿Era realmente necesario retirar la gran escultura situada en la capital de Estonia que conmemora la gesta de quienes murieron en combate contra la Alemania nazi? (aunque la reacción rusa también resulta un tanto sospechosa: los neonazis suelen desfilar por las calles de Moscú gritando ¡Heil Hitler! sin que a nadie le llame excesivamente la atención y, menos aún, al Kremlin y a la policía).
Los líderes rusos afirman que se sienten en peligro por la ampliación de la OTAN. Razonan que una decena de baterías antimisiles instaladas en Europa del Este contra potenciales armas nucleares iraníes constituye una amenaza mortal para Rusia con sus miles de misiles de todas clases.
Probablemente debería hacerse algo para tranquilizar a los líderes rusos: tal vez, la idea de una defensa común. Pero ello remite a un problema más profundo: ¿creen realmente que alguien en Estados Unidos (más que preocupado por Iraq y Afganistán) o en Europa (tan débil militarmente) les amenaza? Es muy difícil de creer. Putin y sus colegas son seres racionales y seguramente no pueden dar crédito a tales absurdos. En otras palabras, sus quejas pueden ser únicamente pretextos para subrayar otras demandas, exigencias o reclamaciones. Ser antioccidental es ahora muy popular en Rusia y Putin sólo dice lo que la gente quiere oír. No obstante, no es posible estar totalmente seguro. Existe una dilatada y poderosa tradición en Rusia según la cual suele darse crédito a peligros y conspiraciones imaginarias. Hasta el último momento, Stalin creyó que Occidente era el verdadero enemigo, no Hitler, y esta tradición se remonta a mucho tiempo atrás. Si los líderes rusos procedieran de forma racional, serían conscientes de los auténticos peligros a largo plazo para la supervivencia de su país, en el Lejano Oriente, Siberia, Asia Central y el Cáucaso. Por el contrario, se concentran en amenazas inexistentes.
¿Qué características debería tener la política occidental? Rusia debería ser tratada como una buena relación que en estos momentos se siente a la vez presa de exaltación y enfado (o dice sentirse así). Debería ser tratada con cortesía y respeto, sin caer en provocaciones. Rusia no es un peligro, su población mengua con rapidez. Moscú es una capital en auge, pero el campo ruso se vacía. Su poder se apoya en la exportación de petróleo y gas y en algunos minerales.
Rusia podría constituir un peligro únicamente si Europa dependiera excesivamente de las importaciones de petróleo y gas. Es absolutamente legítimo que Rusia intente obtener los mejores y más elevados precios por sus exportaciones: todo el mundo lo intenta. Pero existe el peligro de que la dependencia pueda convertirse en un instrumento de chantaje político. De ahí la urgente necesidad de que Europa desarrolle y se asegure otras fuentes de energía.

Comentarios del jesuita Maria Martini

Las dos dimensiones de Cristo/Carlo Maria Martini, arzobispo emérito de Milán
Publicado en EL MUNDO, 30/05/07;
La publicación en Italia del esperado primer libro de Benedicto XVI ha tenido una acogida muy cálida. Se trata de una obra muy especial, tanto por el tema abordado (la figura de Jesús de Nazaret) como por tratarse del primer volumen del Papa tras su elección. En este artículo intentaré responder a cinco preguntas sobre esta obra, desde una perspectiva completamente personal: quién es el autor de este libro, cuál es el argumento del que habla, cuáles son sus fuentes, cuál es su método y qué juicio me merece.
Empezaré por lo principal. El autor de este libro es Joseph Ratzinger, que fue profesor de Teología católica en varias universidades alemanas a partir de los años 50 y que, como tal, ha seguido la evolución de la investigación histórica sobre Jesús, exploración desarrollada incluso entre los católicos en la segunda mitad del siglo pasado. Ahora, el autor es obispo de Roma y Papa, con el nombre de Benedicto XVI. Por tanto, aquí se plantea ya una cuestión: ¿se trata del libro de un profesor alemán y cristiano convencido o es el libro de un Papa, con el consiguiente relieve de su magisterio?
En realidad, por lo que a lo esencial de la pregunta se refiere, el propio autor responde con franqueza en el prólogo: «No necesito decir expresamente que este libro no es, en modo alguno, un acto magisterial, sino únicamente la expresión de mi búsqueda personal del rostro del Señor. Por eso, cada cual es libre de contradecirme. Pido sólo a las lectoras y lectores ese voto de confianza y simpatía sin el cual no hay ninguna comprensión».
Estamos dispuestos a concederle ese presupuesto de simpatía, pero creo también que no será fácil para un católico contradecir lo que está escrito en este libro. En cualquier caso, intentaré acercarme a él con libertad de espíritu. Tanto más cuanto el autor no es un exégeta, sino un teólogo y, si bien se mueve ágilmente en la literatura exegética de su tiempo, no ha realizado estudios de primera mano, por ejemplo, sobre el texto crítico del Nuevo Testamento. De hecho, casi nunca cita las posibles variantes de los textos ni entra en el debate acerca del valor de los manuscritos, aceptando sobre este punto las conclusiones que consideran válidas la mayoría de los expertos.
El segundo punto importante es el argumento de la obra. El título es Jesús de Nazaret, pero creo que el auténtico título debería ser Jesús de Nazaret: ayer y hoy, dado que el autor pasa con facilidad de la consideración de los hechos que se refieren a Cristo a la importancia de los mismos para los siglos siguientes y para nuestra Iglesia actual.
El libro entero está lleno de alusiones a problemas contemporáneos. Por ejemplo, hablando de la tentación en la que el demonio le ofrece a Jesús el dominio del mundo, el autor afirma que «su verdadero contenido se torna visible cuando constatamos que, en la Historia, adopta continuamente una forma nueva. El Imperio cristiano intentó, desde muy pronto, transformar la fe en un factor político para la unidad del Imperio. La debilidad de la fe, la debilidad terrena de Jesucristo, debía ser sostenida por el poder político y militar. A lo largo de los siglos, esta tentación -asegurar la fe mediante el poder- se ha replanteado continuamente».
Este tipo de consideraciones, sobre la época posterior a Jesús y sobre la actualidad, confieren al libro una profundidad y un sabor que otros libros sobre Cristo, en general más preocupado por la discusión meticulosa de los eventos de su vida, no tienen. El autor concede a menudo la palabra a los Padres de la Iglesia y a los teólogos antiguos. Por ejemplo, por lo que a la palabra griega epiousios se refiere, cita a Orígenes, que dice que, en lengua griega, «este término no existe en otros textos y que fue creado por los evangelistas. Sobre la interpretación de la petición al Padre Nuestro: Y no nos dejes caer en la tentación, reclama la interpretación de San Cipriano y precisa: «Tenemos que poner en manos de Dios nuestros temores, nuestras esperanzas y nuestras decisiones, dado que el demonio no puede tentarnos si Dios no se lo permite».
En cuanto a la historia de Jesús, el libro está incompleto, pues considera sólo los acontecimientos que van desde el bautismo a la transfiguración. El resto será materia de un segundo volumen. En este primero, se abordan el bautismo, las tentaciones, los discursos, los discípulos, las grandes imágenes de San Juan, la profesión de fe de Pedro y la transfiguración, con una conclusión sobre las afirmaciones de Jesús sobre sí mismo.
El autor parte a menudo de un texto o de un acontecimiento de la vida de Cristo para interrogarse sobre su significado para las generaciones futuras y para la nuestra. De este modo, el libro se torna una meditación sobre la figura histórica de Jesús y sobre las consecuencias de su advenimiento para el tiempo presente. Muestra Ratzinger que, sin la realidad de Jesús, «el cristianismo se torna en una simple doctrina, un simple moralismo y una cuestión del intelecto, pero le faltan la carne y la sangre».
En el texto se percibe el interés por anclar la fe cristiana en sus raíces hebreas. El Mesías, dirá Moisés, «es el profeta semejante a mí que Dios suscitará, escuchadle» (Deuteronomio, 18,15). Moisés había encontrado al Señor e Israel podía esperar un nuevo Guía, que encontrará a Dios como un amigo encuentra a su amigo, pero al que no se le dirá, como al profeta: «Tú no podrás ver mi rostro». (Éxodo, 33,20), sino «que vea realmente y directamente el rostro de Dios y, así, pueda hablar a partir de la visión».
Es lo que dice el prólogo del Evangelio de Juan: «A Dios nadie lo ha visto jamás: sólo el Hijo unigénito que está en el seno del Padre; Él lo ha revelado. Éste es el punto a partir del cual es posible comprender la figura de Jesús», afirma el Papa. Y en este recíproco intercambio de conocimientos históricos y de conocimientos de fe, donde cada una de estas aproximaciones mantiene la propia dignidad y la propia libertad, sin mezcla ni confusión, es donde se reconoce el método propio del autor, del que hablaremos más adelante.
¿Cuáles son las fuentes que usa Ratzinger? El autor no usa directamente las fuentes. como suele suceder a menudo en diversas obras del mismo género. Quizás nos hable de ellas al inicio del segundo volumen, antes de afrontar los Evangelios de la infancia de Jesús, pero se ve con claridad que sigue de cerca el texto del cuarto Evangelio y los escritos canónicos del Nuevo Testamento.
Propone también una larga discusión sobre el valor histórico del Evangelio de Juan, rechazando la interpretación de Rudolf Bultmann, aceptando en parte la de Martin Hengel y criticando la de algunos autores católicos, para después exponer su propia síntesis (cercana a las tesis de Hengel, si bien con un equilibrio y un orden diferentes). La conclusión es que el cuarto Evangelio «no proporciona simplemente una especie de trascripción mecanográfica de las palabras y de las actividades de Jesús, sino que, en virtud de la comprensión nacida del recuerdo, nos acompaña, más allá del aspecto externo, hasta la profundidad de las palabras y de los acontecimientos, a esa profundidad que viene de Dios y que conduce hacia Él».
Pienso que no todos se reconocerán en la descripción que el autor hace del cuarto Evangelio cuando dice: «El estado actual de la investigación nos permite ver perfectamente en Juan al hijo del Zebedeo, al testigo que responde con la solemnidad de su propio testimonio ocular, identificándose también como el auténtico autor del texto», pero seguramente será un tema a discutir con el segundo volumen del libro.
Todo esto nos remite al método de la obra. Ratzinger se opone firmemente a lo que, recientemente, se denominó -especialmente en las obras del mundo anglosajón americano- «el imperialismo del método histórico-crítico». Reconoce que tal método es importante, pero que, sin embargo, corre el riesgo de quebrar el texto, seccionándolo y haciendo casi incomprensibles los hechos a los que se refiere. En realidad, el autor se propone leer los diversos textos remitiéndolos al conjunto de la Escritura. De esta forma, se descubre que «existe una dirección común: el Viejo y el Nuevo Testamento no pueden disociarse. Es cierto que la hermenéutica cristológica, que ve en Jesucristo la clave del conjunto, y, partiendo de él, comprende la Biblia como una unidad, presupone un acto de fe y no puede derivarse del puro método histórico. Pero este acto de fe es intrínsecamente portador de razón, de una razón histórica que permite ver la unidad interna de la Escritura y, a través de ella, adquirir una comprensión nueva de las diferentes fases de su recorrido sin desposeerlas de su originalidad».
Hago esta larga cita para mostrar que, en el pensamiento del autor, razón y fe están «recíprocamente entrelazadas», cada una con sus derechos y con su propio estatuto, sin confusiones ni malas intenciones. El autor rechaza la contraposición entre fe e Historia, convencido de que el Jesús de los Evangelios es una figura histórica y que la fe de la Iglesia no puede dejar de lado esta base histórica cierta.
Eso significa, en la práctica, que el autor confía en los Evangelios, aun integrando todo lo que la exégesis moderna nos dice. De todo eso sale un Jesús real, un Jesús histórico en el sentido propio del término. Su figura es «mucho más lógica e históricamente comprensible que las reconstrucciones con las que nos hemos tenido que confrontar en las últimas décadas».
Ratzinger está convencido de que «sólo si algo extraordinario se ha verificado, si la figura y las palabras de Jesús superaron radicalmente todas las esperanzas y todas las expectativas de la época, sólo así se explica su crucifixión y su eficacia». Y eso, al final, conduce a sus discípulos a reconocerle el nombre que el profeta Isaías y toda la tradición bíblica habían reservado sólo a Dios.
Aplicando este método a la lectura de las palabras y discursos de Jesús, el autor confiesa estar persuadido de que «el tema más profundo de la predicación de Cristo era su propio misterio, el misterio del Hijo, en el que Dios está presente y en el que él cumple su palabra». Algo especialmente cierto en el Sermón de la Montaña -al que se le dedican dos capítulos-, y en las parábolas y las otras grandes palabras de Jesús. Como dice el autor, afrontando la cuestión joánica, es decir, la del valor histórico del Evangelio de Juan y, sobre todo, de las palabras que él hace decir a Jesús, palabras tan diversas de las de los Evangelios sinópticos, el misterio de la unión de Jesús con el Padre está siempre presente y determina todo lo demás, aun permaneciendo escondido bajo su humanidad. En conclusión, necesitamos «leer la Biblia -y especialmente los Evangelios-, como una unidad, como una totalidad -algo que viene exigido por la naturaleza misma de la palabra escrita de Dios- que, en todos sus estratos históricos, es la expresión de un mensaje intrínsecamente coherente».
¿Qué valoración global podemos hacer de la obra, más allá del número de ejemplares vendidos en todo el mundo, que, a fin de cuentas, no es un signo especialmente significativo del auténtico valor? Ratzinger confiesa que este libro «es el resultado de un largo camino interior»; a pesar de que comenzó a trabajar en él durante el verano de 2003, el libro es el fruto maduro de la meditación y del estudio que han ocupado su vida entera. Y ha extraído la consecuencia de que «Jesús no es un mito; es un hombre de carne y hueso, una presencia totalmente real en la Historia, y nosotros podemos seguir el camino qué El tomó. Podemos escuchar sus palabras gracias a los testimonios. Ha muerto y ha resucitado».
Estamos ante un ardiente testimonio sobre Jesús de Nazaret y sobre su significado para la Historia de la Humanidad y para la comprensión de la auténtica figura de Dios. A mi juicio, el libro es bellísimo, se lee con cierta facilidad y nos hace entender mejor tanto a Jesús, el Hijo de Dios, como la gran fe del autor, que no se limita al dato intelectual, sino que nos indica la vía del amor de Dios y del prójimo. Por ejemplo, al explicar la parábola del Buen Samaritano, cuando dice: «Todos necesitamos el amor salvífico que Dios nos da con el fin de que podamos ser, también nosotros, capaces de amar, y de que necesitemos a Dios, que se hace nuestro prójimo, para llegar a ser el prójimo de todos los demás».
Caminando hacia el final de mi vida, yo también había sopesado escribir un libro sobre Jesús como conclusión de los estudios y trabajos que he realizado sobre el Nuevo Testamento. Ahora, me parece que esta obra de Joseph Ratzinger se corresponde con mis deseos y mis expectativas. Por eso, estoy muy contento de que lo haya terminado. Sólo me queda desear que mucha gente sienta la misma alegría que yo al leerlo.

El llamamiento de Antígona

El llamamiento de Antígona/Marek Edelman, último superviviente del comando de la insurrección del gueto de Varsovia, Julia Hartwig, poeta, Barbara Torunczyk, escritora, y decenas de familiares y amigos de brigadistas polacos
Tomado de EL PAÍS, 29/05/2007;
Nosotros, hijos y descendientes de los brigadistas polacos que, como el general Walter y tantos otros, lucharon en España. Nosotros, que también somos amigos y discípulos de Jacek Kuron, nos sentimos orgullosos de la actuación de aquellos ciudadanos polacos que llegaron a una España devastada por una trágica guerra civil, para defender en el campo de batalla al Gobierno democráticamente elegido de la República española. Todos nosotros denunciamos la actuación de algunos grupos de diputados polacos que pretenden eliminar los nombres de estos voluntarios heroicos de la historia de Polonia.
Exigimos que se ponga fin a la elaboración de leyes y reglamentos que tienden a deshonrarles. Setenta años han pasado desde el estallido de la Guerra Civil española. Que algunos diputados quieran ahora imponer su propia lectura de la historia nos causa indignación. Ahora que están sin capacidad de defensa, esta ofensiva contra nuestros héroes significa la negación de los principios y valores que los llevaron a resistir en España. Estamos escandalizados. Este tipo de prácticas en la política polaca nos inspira a la vez repugnancia y tristeza.
No hemos olvidado: los voluntarios de Polonia combatieron en España bajo la consigna de los demócratas de todos los tiempos: “Por su libertad y por la nuestra”; la misma consigna de nuestra insurrección nacional de noviembre de 1830. Se comprometieron en España inspirados por el grito de guerra de todos los demócratas que en ese momento luchaban contra el fascismo en Europa: “No pasarán”.
No hemos olvidado: los grandes poetas y escritores de esa época, tales como Wystan Hugh Auden, Stephen Spender, Ernest Hemingway y Egon Erwin Kish, apoyaban el combate de los republicanos en España. Josif Brodsky, el poeta emblemático de su generación, premio Nobel, expulsado de la URSS, amigo de Czeslaw Milosz y de Zbigniew Herbert, vio que en España se libraba la última guerra del siglo XX a favor de la Ciudad Justa. Y Wladyslaw Broniewski nos ha transmitido el heroísmo de los defensores de Madrid: con su dedo bañado en sangre escribían en las murallas No pasarán.
No hemos olvidado: en busca de modelos morales para el progreso libertario en una Europa post-Yalta, petrificada en el yugo de los totalitarismos y de la guerra fría, fue en los campos de batalla de España donde encontramos personas que salvaron el honor de la democracia europea y del idealismo político. A ellos los elegimos como guías: George Orwell, Simone Weil, André Malraux, Nicola Chiaromonte…
Durante la Guerra Civil, España fue el campo de batalla del heroísmo, de la solidaridad, del coraje y del sacrificio. No podemos negarlo. Fue también el campo de la traición, del crimen político y de vergüenza. Nadie lo niega hoy. Pero la España actual nos enseña el arte del perdón, nos muestra la manera, con dignidad y sin derramamiento de sangre, de salir de la dictadura. Nuestros diputados polacos tendrían que meditar esta enseñanza. Es inaceptable que la coalición del actual Gobierno de Polonia arrastre por el barro el honor de aquellos ciudadanos que contribuyeron a ganar las libertades políticas de las que gozamos hoy.
Recordamos a nuestros diputados: grandes nombres de la política polaca como Jerzy Giedroyc, Jacek Kuron, Marek Edelman o Henryk Wujec defendieron, ya en 1991, a los antiguos brigadistas internacionales denunciando las embestidas legales en contra de su honor y el sentido de su combate en España en los años 1936-1939. Ya se habían dado iniciativas como la actual para desposeer de su título de antiguos combatientes a los brigadistas, para suprimirles el incremento de su modesta pensión de jubilación, para prohibirles la adhesión a las asociaciones democráticas de los veteranos polacos. En aquella época, un puñado de brigadistas estaba todavía con vida. Hoy en día, estos diputados vuelven a insistir en una reglamentación que la presión de la opinión pública había ya anulado.
Como en la Tumba del Soldado Desconocido, se están borrando de nuestra historia de lucha por la libertad los nombres de tantos voluntarios de Polonia que murieron en los frentes españoles. Los Gobiernos italianos y alemanes no han eliminado de su historia a sus compatriotas por participar en la Guerra Civil española, ni han demostrado la necesidad de destruir sus recuerdos, independientemente del lado ideológico de su combate.
Las autoridades de Polonia han encontrado otra actividad política tan mezquina como indignante: ir a cazar nombres de calles que se refieran a los héroes de la guerra de España, para cambiarlos. Nadie ha preguntado la opinión a los vecinos.
A los ojos de los demócratas de hoy en día, la guerra de España sigue encarnando una página de la historia de Europa, una página de lucha contra la dictadura. Los héroes de esa guerra fueron las primeras víctimas de esta dictadura y por eso son un símbolo de libertad. En 1996, la nueva democracia española gobernada entonces por el conservador Aznar, otorgó, por decreto real, la ciudadanía española a todos los voluntarios de la Brigadas Internacionales, cualquiera que fuera su país de origen y residencia. Hoy nuestra IV República de Polonia, en lugar de honrarlos y pagar su deuda moral, decide excluir de su historia a estos mismos brigadistas.
Se trata del honor de Polonia. Los brigadistas polacos que combatieron a favor de la España republicana ya prácticamente han desaparecido: sólo quedan cinco, tres de ellos viven en Varsovia, el mayor, de 94 años, muy enfermo, y el más joven con 90 años.
Los demás se fueron hace años de su país, por culpa del antisemitismo que ya reinaba en 1968. En Francia vive un brigadista que tras combatir en España fue deportado a Auschwitz. En Suecia se refugió otro brigadista tras varios años de cárcel y tortura en Polonia. ¿Este ínfimo suplemento a la pensión de cinco jubilados amenazaría el presupuesto nacional de Polonia, tal como lo afirman algunos diputados?
Reunimos aquí nuestras firmas en son de protesta contra esta política indignante que constituye una ofensa a Polonia. Nos dirigimos a la opinión pública del mundo democrático: no despeguen su mirada de lo que está pasando en Polonia; en nombre de su libertad y de la nuestra. Y a aquellos que nos pregunten con qué derecho y con qué título tomamos la palabra, les respondemos: el derecho eterno, el de Antígona. Señores políticos, ¡dejen los muertos en paz! Ocúpense de su porvenir y del nuestro.

29 may 2007

Situación del ISSFAM

La Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados calificó como delicada la situación que prevalece en el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas (ISSFAM).
En su comparecencia con la Comisión legislativa, el director del ISSFAM, general Fermín Rivas García, destacó que para modernizar al Instituto es necesario hacer reformas a la ley y destinar un monto de tres mil 450 millones de pesos para retiros y pensiones. Explicó que de este total, dos mil 200 millones serían para cubrir las necesidades de los haberes de retiro, pensiones y compensaciones. En tanto que los otros mil 250 millones serían para cubrir el Seguro de Vida Militar, el Seguro Colectivo de Retiro y haberes y pensiones para el Servicio Médico Militar.
Sobre este tema, dijo que se encuentra en revisión de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, un proyecto de reforma a la Ley del ISSFAM que contempla dichos requerimientos presupuestales.
Por otra parte, indicó que el ISSFAM requiere recursos extraordinarios por dos mil 232 millones de pesos para mejorar las condiciones de salud de los militares en activo y sus derechohabientes.

A la fecha, el instituto armado registra un total de 51 mil 953 militares retirados, tanto de la Secretaría de la Defensa Nacional como de la Marina-
El general Rivas García informó también que el número de pensionistas hasta el primer cuatrimestre del presente año es de 25 mil 262 militares, lo que ha propiciado un gasto de 553 millones 213 mil 195 pesos.
Indicó que, por lo que respecta al número de derechohabientes, se tiene registrado un total de 533, 125, que, aunado a lo anterior, hacen un universo de 610 mil 340 usuarios del ISSFAM.
Miguel Ángel Navarro Quintero (PRD), presidente de la Comisión de Seguridad Social, señaló que la comparecencia del director del ISSFAM es indispensable en el análisis integral de estos sistemas porque permite conocer sus retos, debilidades y situación financiera en cuanto a pensiones. Además -dijo-, se requiere de la opinión del Instituto respecto de la resolución de la SCJN acerca de la inconstitucionalidad del artículo 226, segunda categoría, numeral 45 de la Ley del ISSFAM, en cuanto a la determinación de la seropositividad como una enfermedad que da origen al retiro por inutilidad. “Tenemos dos iniciativas en torno a este tema para análisis y dictaminación; conocer el punto de vista del Instituto es relevante para integrarlo a la discusión y así, con toda responsabilidad, resolver sobre estas propuestas”.

Por otro lado, el Diputado, Patricio Flores Sandoval (PRI), solicitó una relación de militares en activo por militares en retiro.
En respuesta el funcionario castrense explicó que de 220 mil plazas que hay en las fuerzas armadas, se tienen 45 mil retirados, lo que da una relación de cuatro activos por un retirado.
Por su parte, Daniel Dehesa Mora (PRD) preguntó sobre el manejo administrativo que se da al personal seropositivo del ejército y si hay discriminación.
Juan Manuel Angulo Jacovo, director jurídico del ISSFAM, aseguró que la SCJN dejó en claro que hay una fracción del artículo 226 que es inconstitucional y que no existe ningún tipo de trato discriminatorio en las Fuerzas Armadas.
En tano, el coronel Alberto García Pérez, director médico del instituto, agregó que en atención a ese precedente hay 90 militares en activo con sida y están reubicados en un lugar donde no están sometidos a presión.

En su turno, la diputada Margarita Arenas Guzmán (PAN) dijo que la atención médica es una de las situaciones más sensibles para la población, debido a que en el último año se realizaron dos millones de consultas y cuestionó si existe algún estudio para medir cuál es la calidad de la atención médica que reciben los usuarios.
A su vez, el diputado del PT, Abundio Peregrino García, afirmó que los legisladores son “sensibles” de la urgencia de otorgar un mayor presupuesto al rubro de la seguridad social, “para que los militares y sus familiares tengan una vida digna.
La diputada Rosario Ortiz Magallón (PRD) reconoció que se busca la manera de rescatar la seguridad social de forma integral, no sólo para las jubilaciones y pensiones.
En su oportunidad, Miguel Ángel Navarro Quintero reconoció el respeto que el ISSFAM y las Fuerzas Armadas mostraron ante la resolución de la SCJN respecto a los seropositivos, que es de justicia también para los activos del ejército.
El diputado Humberto García Reyes (PAN) preguntó el índice de deserción por falta de incentivos sustanciales y el estado de los pasivos, proyectado a futuro de acuerdo a la tendencia de más retirados.
Al responder, los funcionarios del ISSFAM indicaron que no es responsabilidad del Instituto llevar la estadística de deserción. Se explicó que las pensiones y compensaciones son cubiertas por el erario federal y que “no existe ningún fondo de pensiones que maneje el Instituto, por lo que no hay pasivos por ese concepto”.

28 may 2007

Comité Especializado en materia de Terrorismo, et al

La Secretaría de Gobernación publicó este lunes 28 de mayo en el Diario Oficia de la Federación, el acuerdo por el que se crea el Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacional, que será la autoridad nacional responsable del enlace con otros países.
El Comité Especializado, señaló el documento, actuará como órgano auxiliar del Consejo de Seguridad Nacional y contará con el órgano ejecutivo denominado Secretaría General del Comité Especializado de Alto Nivel que recaerá en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional.
La nueva instancia será presidida por el titular de Gobernación y estará integrada por representantes de las secretarías de Relaciones Exteriores, Defensa, Marina, Seguridad, Hacienda, Comunicaciones, la Procuraduría General de la República y el Cisen; todos ellos tendrán el grado de subsecretarios de Estado.
El Comité Especializado establecerá, para sus funciones, seis grupos operativos: Armas Nucleares; Armas Químicas y Biológicas; Armas Convencionales; Lucha contra el Terrorismo; Armonización Legal y Administrativa; y de Seguridad Internacional.
Este acuerdo entrará en vigor a partir de mañana martes 29 de mayo.
DOF, 28/05/2007;
ACUERDO del Consejo de Seguridad Nacional por el que se establece un Comité Especializado de Alto Nivel para coordinar las acciones del Poder Ejecutivo Federal que dan cumplimiento a las obligaciones internacionales del Estado mexicano en el ámbito nacional en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales.
Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.- Consejo de Seguridad Nacional.
ACUERDO DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NACIONAL POR EL QUE SE ESTABLECE UN COMITE ESPECIALIZADO DE ALTO NIVEL PARA COORDINAR LAS ACCIONES DEL PODER EJECUTIVO FEDERAL QUE DAN CUMPLIMIENTO A LAS OBLIGACIONES INTERNACIONALES DEL ESTADO MEXICANO EN EL AMBITO NACIONAL EN MATERIA DE DESARME, TERRORISMO Y/O SEGURIDAD INTERNACIONALES.
FRANCISCO JAVIER RAMIREZ ACUÑA, Secretario de Gobernación, en su carácter de Secretario Ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 1, 3, 5, 12, 13, 14, 18, 19, 23 y 30 de la Ley de Seguridad Nacional; 21, 22, 23 y 24, fracción I del Reglamento para la Coordinación de Acciones Ejecutivas en materia de Seguridad Nacional, y
CONSIDERANDO
Que las amenazas que enfrenta actualmente la comunidad internacional incluyen, entre otras, las provenientes del terrorismo y su vinculación con la producción de armas de destrucción en masa, lo que demanda, en ocasiones, la atención integral de los Estados en forma conjunta y el diseño de políticas al interior que incluyan a todas las instancias internas competentes a efecto de unificar las acciones tendentes a su prevención, disuasión y proscripción;
Que el Estado mexicano, mediante la suscripción de diversos tratados e instrumentos internacionales, ha reiterado su voluntad de contribuir en el cumplimiento de los compromisos relacionados con la paz y la seguridad internacionales;
Que los temas relacionados con la preservación de la paz y seguridad internacionales ocupan un lugar preponderante en la agenda gubernamental, por tanto, se han desarrollado una serie de acciones encaminadas a dar cabal cumplimiento a las obligaciones asumidas por el Estado mexicano en materia de desarme, seguridad internacional y lucha contra el terrorismo;
Que por los daños que pueden ocasionar a la humanidad y a los Estados, las cuestiones relacionadas con el uso de armas de destrucción en masa en todas sus modalidades y el terrorismo son temas que deben atenderse desde una perspectiva de Seguridad Nacional;
Que la naturaleza de los compromisos asumidos por el Estado mexicano en materia de desarme, terrorismo y seguridad internacionales, demandan la atención e instrumentación de mecanismos de verificación, transparencia y cooperación internacional, que en el ámbito interno debe atenderse integralmente por un solo órgano que unifique, coordine, diseñe y articule las políticas en el ámbito interno y externo;
Que derivado de las Convenciones y Tratados firmados por el Estado mexicano en las citadas materias, existe la obligación de establecer una Autoridad Nacional como centro nacional de coordinación, encargado de mantener el enlace eficaz con los organismos internacionales previstos en dichos instrumentos, así como con los demás Estados Parte; lo cual no implica la creación de una unidad administrativa facultada para emitir actos de molestia a los particulares, sino un órgano encargado de la coordinación en el ámbito nacional y el enlace internacional;
Que el Consejo de Seguridad Nacional en su sesión celebrada el día 17 de mayo de 2006, acordó la creación del Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacionales;
Que el Secretario Ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional tiene la representación ejecutiva de esta instancia deliberativa y es, por lo tanto, el encargado de promover en todo tiempo su efectiva coordinación y funcionamiento, y
Que derivado de lo anterior y con el fin de dar cumplimiento a nivel nacional de los compromisos internacionales en la materia, es necesario el establecimiento de un Comité Especializado que actúe como órgano auxiliar del Consejo de Seguridad Nacional encargado de llevar a cabo la coordinación de la política en los temas específicos de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales; he tenido a bien expedir el presente:
ACUERDO
ARTICULO 1.- El presente Acuerdo tiene por objeto establecer el Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacionales encargado de coordinar el cumplimiento de los compromisos internacionales en la materia, en el ámbito nacional. Dicho Comité es un órgano auxiliar del Consejo de Seguridad Nacional que actuará como Autoridad Nacional responsable del enlace internacional y de la coordinación en el ámbito interno.
Para el cumplimiento de sus funciones dicho Comité, contará con un órgano ejecutivo denominado Secretaría General del Comité Especializado de Alto Nivel, el cual recaerá en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional.
ARTICULO 2.- Para efectos del presente Acuerdo, se entiende por:
I. Comité Especializado de Alto Nivel: El Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacionales;
II. Consejo: El Consejo de Seguridad Nacional;
III. Instrumentos Internacionales: Todos los instrumentos multilaterales, regionales y/o bilaterales en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales;
IV. Tratados: Los definidos así por la Ley sobre la Celebración de Tratados, relativos a las materias de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales de los que el Estado mexicano es parte;
V. Secretaría General: La Secretaría General del Comité Especializado de Alto Nivel.
ARTICULO 3.- El titular del Poder Ejecutivo Federal definirá la política y los intereses del Estado mexicano en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales.
En la conducción de la política exterior y la representación de los intereses del Estado mexicano en el ámbito internacional, la Secretaría de Relaciones Exteriores observará la posición que en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales defina el titular del Poder Ejecutivo Federal en el Consejo.
ARTICULO 4.- El Comité Especializado de Alto Nivel estará presidido por la Secretaría de Gobernación e integrado por representantes de las secretarías de Relaciones Exteriores; Defensa Nacional; Marina; Seguridad Pública; Hacienda y Crédito Público; Comunicaciones y Transportes; de la Procuraduría General de la República; así como del Centro de Investigación y Seguridad Nacional.
ARTICULO 5.- Los miembros del Comité Especializado de Alto Nivel tendrán el nivel de Subsecretarios de Estado o su equivalente, quienes podrán designar a sus respectivos suplentes, que deberán tener como mínimo el nivel inmediato inferior.
En el caso de los órganos desconcentrados y las unidades administrativas con facultades en la materia, deberán ser representados por sus titulares, quienes podrán designar a sus respectivos suplentes, los cuales deberán tener el nivel jerárquico inmediato inferior.
Los miembros suplentes tendrán las mismas atribuciones de los miembros propietarios.
ARTICULO 6.- El Comité Especializado del Alto Nivel tendrá las siguientes funciones:
I. Procurar, a través de su Secretaría General, el cumplimiento a nivel nacional de las obligaciones contraídas por el Estado mexicano, en virtud de los tratados e instrumentos internacionales en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales; sin perjuicio de que cada una de las dependencias representadas en dicho Comité lleve a cabo las facultades derivadas de las leyes y otras disposiciones aplicables;
II. Establecer, a través de su Secretaría General y bajo la coordinación de la Secretaría de Relaciones Exteriores, un enlace eficaz entre el Estado mexicano y los mecanismos u organismos establecidos por virtud de los tratados e instrumentos internacionales;
III. Coordinar las acciones de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal para el cumplimiento de las obligaciones previstas en los tratados e instrumentos internacionales de los que el Estado mexicano es parte en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales;
IV. Analizar y, en su caso, proponer la adopción de medidas legislativas, administrativas o de cualquier otro carácter, necesarias para adecuar el marco jurídico mexicano con las obligaciones previstas en los tratados e instrumentos internacionales de los que el Estado mexicano es parte;
V. Establecer las reglas para el intercambio de informes, datos o cooperación técnica entre las dependencias, relacionados con las obligaciones del Estado mexicano frente a la comunidad internacional en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales;
VI. Establecer los lineamientos para garantizar la cooperación del Estado mexicano con los mecanismos de verificación previstos en los tratados e instrumentos internacionales, asegurando siempre la protección de los intereses nacionales;
VII. Solicitar, a través de su Secretaría General, la información exigida por los organismos y mecanismos establecidos por virtud de los tratados e instrumentos internacionales, a las personas físicas o jurídicas afectadas por los mismos;
VIII. Coordinarse con las instancias competentes en materia de comercio exterior respecto de las importaciones y las exportaciones de bienes y sustancias previstas en los tratados e instrumentos internacionales;
IX. Analizar con las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal cualquier asunto relacionado con la evolución de las cuestiones de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales que tengan impacto en la Seguridad Nacional;
X. Emitir sus reglas de operación y funcionamiento interno, y
XI. Los demás asuntos acordes al objeto que se persigue.
El Comité Especializado de Alto Nivel deberá someter anualmente a la consideración del Consejo un programa operativo de trabajo, así como los planes de acción que de él se deriven.
Cualquier otro asunto, sólo será incorporado a la agenda en sesión del Consejo, cuando a juicio de su Secretario Ejecutivo pueda impactar la política del Estado mexicano en materia de Seguridad Nacional.
Los miembros del Comité Especializado de Alto Nivel adoptarán las medidas necesarias para garantizar la confidencialidad de la información a que tengan acceso en el desarrollo de las tareas a su cargo.
ARTICULO 7.- Para el debido cumplimiento del presente Acuerdo y la efectiva coordinación entre las dependencias participantes, el Comité Especializado de Alto Nivel emitirá las disposiciones necesarias, establecerá los procedimientos y diseñará las metodologías aplicables a las exigencias de cada tema.
ARTICULO 8.- La Secretaría General del Comité Especializado de Alto Nivel tendrá las siguientes funciones:
I. Recibir y remitir, bajo la coordinación de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la información requerida por los mecanismos u organismos establecidos en virtud de los tratados e instrumentos internacionales, en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales;
II. Cooperar con los mecanismos de verificación previstos en los tratados e instrumentos internacionales, asegurando siempre la protección de los intereses nacionales;
III. Adoptar las medidas de verificación y control, incluidas, en su caso, las de inspección que sean necesarias, en los términos de las disposiciones legales aplicables;
IV. Asegurar, en términos de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y de la Ley de Seguridad Nacional, el cumplimiento de los requisitos de confidencialidad de los datos que se manejen en el marco de los trabajos del Comité Especializado de Alto Nivel;
V. Convocar a las sesiones ordinarias y extraordinarias del Comité Especializado de Alto Nivel y de sus grupos de trabajo;
VI. Coordinar y dar seguimiento al cumplimiento de los acuerdos adoptados por el Comité Especializado de Alto Nivel;
VII. Elaborar las actas correspondientes de las sesiones de trabajo del Comité Especializado de Alto Nivel;
VIII. Distribuir a los miembros del Comité Especializado de Alto Nivel los acuerdos que se adopten y las actas que se suscriban;
IX. Difundir entre los miembros del Comité Especializado de Alto Nivel la documentación de apoyo para las sesiones de trabajo, así como aquéllas de interés general;
X. Elaborar el orden del día de la sesión, el cual será turnado seis días antes de la misma a los integrantes, y
XI. Realizar las demás acciones afines con el objeto que se persigue y que le encargue el propio Comité Especializado de Alto Nivel.
ARTICULO 9.- El Comité Especializado de Alto Nivel celebrará sesiones ordinarias por lo menos dos veces al año y extraordinarias cuando las circunstancias así lo requieran, sólo a convocatoria de la Secretaría General, la cual podrá emitirse a solicitud de cualquiera de sus integrantes. Las reuniones ordinarias se convocarán con al menos diez días hábiles de anticipación.
ARTICULO 10.- El Comité Especializado de Alto Nivel podrá invitar a participar en sus sesiones a representantes de otras dependencias o entidades de la Administración Pública Federal, Estatal, Municipal o de algún otro organismo público o privado, cuando los asuntos a tratar así lo requieran, quienes únicamente contarán con voz.
ARTICULO 11.- El Comité Especializado de Alto Nivel establecerá con aprobación del Consejo, los siguientes grupos operativos de carácter permanente para el desahogo de sus funciones, el cumplimiento de los compromisos internacionales y la promoción de medidas que fomenten la confianza en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales:
a) Grupo sobre Armas Nucleares;
b) Grupo sobre Armas Químicas y Biológicas;
c) Grupo sobre Armas Convencionales;
d) Grupo sobre la Lucha contra el Terrorismo;
e) Grupo de Armonización Legal y Administrativa; y
f) Grupo sobre Seguridad Internacional.
La composición de estos grupos será determinada por el propio Comité Especializado de Alto Nivel, el cual podrá crear cualquier otro grupo operativo permanente, equipo técnico o grupo de trabajo que considere conveniente de conformidad con los programas de trabajo aprobados por el Consejo, para el desahogo de sus funciones y decidir sobre su integración.
Cada grupo operativo podrá invitar a participar en sus sesiones a representantes de otras dependencias o entidades de la Administración Pública Federal, Estatal, Municipal o de algún otro organismo público o privado, cuando los asuntos a tratar así lo requieran, a propuesta de su coordinador o a solicitud de cualquiera de sus integrantes.
Cada grupo operativo definirá la institución que lo coordine, sus programas, calendarios de reunión y métodos de trabajo con base en las directrices que reciba del Comité Especializado de Alto Nivel, teniendo en cuenta los compromisos en materia de desarme, terrorismo y/o seguridad internacionales que le corresponda.
ARTICULO 12.- El presente Acuerdo es acorde con lo dispuesto en las fracciones I y III del artículo 28 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, las cuales establecen que corresponde a la Secretaría de Relaciones Exteriores promover, propiciar y asegurar la coordinación de acciones en el exterior de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal y, sin afectar el ejercicio de las atribuciones que a cada una de ellas corresponda, conducir la política exterior, para lo cual intervendrá en toda clase de tratados, acuerdos y convenciones en los que el Estado mexicano sea parte; y participar en los organismos e institutos internacionales de que el Estado mexicano forme parte.
ARTICULO 13.- Para el debido cumplimiento de las decisiones del Comité Especializado de Alto Nivel, las dependencias e instituciones que en el ámbito interno tengan atribuciones relacionadas en esas materias, emitirán las normas administrativas que se requieran, de acuerdo con sus respectivas competencias.
TRANSITORIOS
ARTICULO PRIMERO.- El Presente Acuerdo entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
ARTICULO SEGUNDO.- El Comité Especializado de Alto Nivel se instalará a la brevedad, a partir de la publicación del presente Acuerdo en el Diario Oficial de la Federación.
ARTICULO TERCERO.- Para la realización de las funciones del Comité Especializado de Alto Nivel a que se refiere el presente Acuerdo, se utilizarán los recursos materiales, humanos y financieros asignados a los entes públicos federales que lo componen, de conformidad con las responsabilidades que les correspondan o asuman, por lo que no se requerirán ni asignarán recursos adicionales para tal fin.
Dado en la Ciudad de México, Distrito Federal, a los diecisiete días del mes de mayo de dos mil siete.- El Secretario de Gobernación, en su carácter de Secretario Ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional, Francisco Javier Ramírez Acuña.- Rúbrica.

27 may 2007

Ecuador

¿Futuro inquietante?/ Ana Isabel Malo, catedrática universitaria en Ciencia Política y Constitucional, Cuenca, Ecuador
Tomado de LA VANGUARDIA, 27/05/2007;
El debate abierto en un país situado en la mitad del mundo y de la polémica se sitúa en la década de los noventa, cuando una acusada crisis reveló cifras alarmantes en los índices de pobreza, además de una marcada falta de credibilidad en las instituciones políticas. Más particularmente, en aquellas instituciones de origen partidista y en un proceso de dolarización que para muchos es todavía cuestionable a pesar de que en la práctica diaria esté aceptado por la mayoría de la población. Ecuador tiene una extensión de 256.370 km2,trece millones de habitantes, de los cuales se consideran indígenas un 6,1%, calificación que tiene un contenido de identidad y no racial. Su PIB per cápita es de apenas de 3.050 dólares.
En los últimos años desde el retorno a la democracia, ninguno de los presidentes electos ha podido acabar su periodo. Levantamientos populares descabezaron en tres ocasiones consecutivas a quienes el mismo pueblo había elegido democráticamente encargándoles la máxima administración del Gobierno en un país subrayadamente presidencialista. El resultado de esta inestabilidad jurídico-política caló hondamente en todos los sectores y desde los más variados escenarios políticos se propuso la elaboración de una nueva Constitución política como alternativa al mal endémico que nos aquejaba. Sin embargo, en aras de restituir la paz social, curiosamente ha sido cotidianamente violada la Carta Política para deponer a los primeros mandatarios. En todos los casos no se respetaron las disposiciones constitucionales expresas, so pretexto de que de lo contrario se estaría permitiendo que malos gobernantes fueran inadecuados transmisores y ejecutores de las necesidades y anhelos de la población.
El 6 de marzo del año en curso, una ajustada mayoría legislativa renuente a posibilitar un referéndum cuyo fin era buscar el pronunciamiento popular acerca de la instauración de una Asamblea Constituyente encargada de redactar la vigésima Carta Política en los 177 años de vida republicana de Ecuador decidió reemplazar al presidente del máximo organismo electoral (TSE) por haber convocado la consulta popular para el 15 de abril. Este organismo, en señal de un claro revanchismo político, destituyó a 57 diputados, arguyendo entre otros motivos la emergencia electoral. Sin embargo, a pesar de este paréntesis y de las constantes violaciones del orden jurídico vigente, la consulta se llevó a cabo en la fecha señalada y el respaldo para la conformación de una Asamblea Constituyente fue rotundo (81,7%).
Apenas un mes más tarde, el Tribunal Constitucional se pronunció sobre la inconstitucionalidad de la destitución de los congresistas y restituía a sus curules a 51 de ellos. Como consecuencia, los magistrados constitucionales fueron removidos de sus cargos por el nuevo Congreso (conformado por los suplentes de los diputados cesados) con el argumento de que había concluido el periodo para el cual fueron nombrados, en un patético atentado contra uno de los principales derechos reconocidos por el constitucionalismo moderno: el debido proceso.
La nueva Asamblea Constituyente ha creado un sinnúmero de esperanzas en el conglomerado social. Sin embargo, es lógico colegir que a pesar de que después de unos cuantos meses Ecuador cuente con una nueva Carta Magna, ésta no puede asegurar un cambio radical, puesto que la sociedad sobre la cual va a regir seguirá siendo la misma, si bien, es deseable que a través de la futura Constitución se reflejen una gran cantidad de factores sociales no recogidos en la actual. En suma, no será posible convertirla en la panacea que cure y salve al Estado de todo mal potencial, enorme error en el que no debemos incurrir nuevamente. Al igual que otros vecinos latinoamericanos, Ecuador se ha caracterizado por la búsqueda de fórmulas mágicas y de personajes mesiánicos que le saquen de la dura realidad en la que se encuentra sumido. Untópico que se ha de considerar de manera profunda es la conformación de esta Asamblea Constituyente, pues conjuntamente quienes se manifestaron de acuerdo con ella votaron a favor de un estatuto previamente redactado por el Ejecutivo que señalaba entre otros el número de 130 asambleístas que la conformarían, seis de los cuales se elegirán en el extranjero entre el grupo de inmigrantes que se presenten y califiquen como candidatos para esta dignidad. Además se regulan aspectos como la duración de la Asamblea y la financiación de la campaña, que, en todo caso, será de manera exclusiva solventada por el Estado.
Algunos de los ejes que se han propuesto como fundamentales para la elaboración de esta nueva Constitución, que de ser aprobada en referéndum comenzaría a regir a finales del 2008, atañen a temas tales como la despartidización de los organismos de control, la descentralización efectiva del poder público tendente a conformar un sistema político autonómico en Ecuador - con el consecuente reordenamiento del mapa geopolítico del país-, la elaboración de una nueva legislación electoral que considere asuntos como la eliminación del origen partidista de los miembros de los organismos electorales, la posibilidad del sufragio facultativo para la integridad de la población, la posibilidad de que el presidente pueda por una sola vez disolver el Congreso cuando éste bloquee sus propuestas de cambio, y el planteamiento de un sistema económico diferente del actual, que ha sido calificado por el presidente Correa de nefasto y señaladamente neoliberal y excluyente.
La paradoja es que, en Ecuador, se pretende a la vez reescribir la historia y construir un nuevo horizonte político. Sin embargo, todos estos atropellos jurídicos no hacen más que avivar un constante interrogante para la sociedad ecuatoriana. ¿Qué nos hace creer que respetaremos la nueva Constitución si para elaborarla estamos dispuestos a pisotear la que todavía hoy nos rige? Ojalá los ecuatorianos sepamos aprovechar adecuadamente la oportunidad que nos hemos brindado y construir una sociedad más justa y solidaria que encare este nuevo milenio.

Tragedia y delito

  • Tragedia y delito/ Rafael Argullol, escritor.
Tomado de EL PAÍS, 27/05/2007;
Estos días se representa en Londres Rendición de cuentas. El procesamiento de Anthony Charles Lynton Blair por el delito de agresión contra Irak. Una audiencia pública. El autor del texto es Richard Norton-Taylor, periodista de The Guardian. La puesta en escena es de Nicholas Kent, un experimentado director con una larga trayectoria a sus espaldas. Como el título indica bien explícitamente, la idea de la obra es juzgar teatralmente a Tony Blair, todavía primer ministro británico, por su protagonismo en la guerra de Irak. Tanto el autor como el director han dejado claro en declaraciones públicas que su juicio teatral toma la delantera al juicio legal que Blair merecería por su participación en una guerra que consideran ilícita e injusta.
Se trata, por tanto, de un juicio teatral, sin valor jurídico alguno. Podría ser un puro panfleto político pero su estructura lo hace mucho más estimulante. Los impulsores de Rendición de cuentas (Called to account) confeccionaron una lista de 16 testimonios que declararían ante el ficticio tribunal. Para ello grabaron las opiniones de 16 personajes del mundo político reciente, implicados directa o indirectamente en el asunto de la guerra, que contribuyeran a una cierta equidistancia entre las distintas visiones. Hablaron, por ejemplo, Clare Short, ex ministra del Gobierno de Blair, o Richard Perle, presidente del Consejo de Políticas de Defensa de Estados Unidos, vehemente partidario de la intervención en Irak. El único de los requeridos que se negó a opinar fue José María Aznar, el ex presidente español, quien al parecer ni siquiera contestó a la petición.
En escena 16 actores interpretan a los 16 testimonios reales, ciñéndose en sus palabras al material previamente grabado. Evidentemente, los dos protagonistas son el fiscal y el abogado defensor, personajes también extraídos de la vida real. Philipe Sands, que impulsó la extradición de Augusto Pinochet, se ofreció a argumentar como fiscal mientras Julian Knowles, renombrado jurista que había intervenido en la defensa del dictador chileno, argumentaría como abogado del primer ministro. Dos actores profesionales se hacen cargo de las figuras de Sands y Knowles, cruzando brillantes alegatos a favor y en contra del teatralmente procesado Blair.
El resultado es una obra de teatro sumamente interesante, pues, aunque no oculta de qué lado está la simpatía -o la antipatía- de los autores, implica un notable esfuerzo de ecuanimidad. El fiscal es despiadado pero el abogado defensor protege con autoridad a Blair. Por su parte, los testimonios van desgranando las razones que conducen al drama de Irak. Cuatro años después todo es más turbio y más terrible. En las grabaciones preparatorias de Ajuste de cuentas se pone de relieve que nadie, ni los partidarios ni los detractores de intervenir en Irak, sospechaba que todo llegaría a ser tan turbio y tan terrible. Sobre todo llama la atención la falta de previsión de los partidarios de la guerra, incapaces de anticipar, ni mínimamente, el desastre que iban a provocar.
Pese a las cautelas y el empeño por dar una visión plural, Blair, como puede suponerse, queda malparado. Afortunadamente, los autores de la obra abandonaron su propósito inicial de someter a votación entre el público, al final de la representación, la condena o la absolución del ficticio procesado, algo que hubiera anulado por entero el equilibrio buscado. Ahora los espectadores escuchan, juzgan, absuelven o condenan con la eficacia de su imaginación, que es a lo que al fin y al cabo convoca una obra de teatro.
Con todo, ha habido voces críticas con el autor y director de Ajuste de cuentas alegando que si éstos han realizado una obra teatral es porque no han prosperado, de momento, las tentativas de procesamiento legal de Tony Blair. Seguramente están en lo cierto. Es muy probable que si, a estas alturas, Blair estuviera siendo juzgado -en Londres o en La Haya- por guerra ilícita, agresión y mentira los autores se hubieran ahorrado la puesta en escena de estas acusaciones. No hay teatro más crudo y directo que el que se ofrece en un tribunal de justicia.
Sin embargo, con frecuencia en la historia el tribunal de justicia ha tenido que ser llevado al teatro como único método contra la impunidad. ¿Cuántas veces el teatro ha sido el tribunal donde se han juzgado delitos que permanecían impunes? Tantas que casi podríamos afirmar que el teatro ha sido históricamente uno de nuestros grandes antídotos contra la tentación -política o simplemente humana- de impunidad.
Una de las obras primeras y más esenciales del teatro occidental, La Orestíada de Esquilo, acaba explícitamente con la intervención de un tribunal, el Aeropago, que juzga y absuelve a Orestes. Naturalmente, no hace falta la escenografía explícita de un tribunal para que el teatro se convierta, desde sus inicios, en un juicio de la conciencia. Los grandes argumentos de la tragedia griega dibujan juicios de este tipo. Antígona, Ayax o Edipo son arquetipos que integran con-flictos presentes en cualquier sociedad y que no siempre tienen una resolución legal. En las obras de Shakespeare sucede algo semejante. Macbeth es un implacable juicio contra la tiranía por parte de un escritor que, de acuerdo con lo que leemos en sus textos, pensaba que pocos tiranos llegaban a ser juzgados. Hamlet es, junto a todo lo demás, una declaración de resistencia a la impunidad.
A lo largo de su historia, el teatro ha representado y juzgado los delitos sin esperar a que éstos fueran representados y juzgados en la sala de un tribunal. En el siglo XX el cine, en la misma dirección, ha tomado el testigo del teatro. Todos sabemos que lo que se plantea en una obra de cine o de teatro no tiene ningún valor jurídico. Autores y espectadores deben ser conscientes de esto, pues de lo contrario se incurre en el engaño del panfleto político. Pero, aun no teniendo valor jurídico, alguna obra de arte puede llegar a tener un enorme impacto moral, en especial si se opone a la opacidad de los mecanismos de poder de una época.
Y esto es lo que en gran parte sucede con la guerra de Irak. No sólo se ha convertido en un desastre por lo realizado, sino muy especialmente por lo omitido. Que una violencia de esta envergadura -más de medio millón de muertos ya- esté precedida por la consagración de la mentira ha generado tal desconfianza que la única solución hubiera pasado por una profunda catarsis de las instituciones implicadas. Sin embargo, conocida y reconocida la mentira, los mentirosos, en lugar de rectificar, se han camuflado en las redes opacas del poder. Si Blair no hubiera mentido no existiría la obra de teatro Rendición de cuentas. Si, habiendo mentido, se hubiera disculpado de su mentira posiblemente tampoco existiría. Si hubiera un juicio en marcha, o al menos una comisión parlamentaria, para dirimir las responsabilidades del primer ministro británico, es muy probable que los espectadores no acudieran a las funciones del Tricycle Theater de Londres para ver la obra de Norton-Taylor y Kent. Pero como no se ha producido en la política la catarsis ha debido de producirse en el teatro. Como casi siempre.
¿Y en cuanto a los compañeros de Blair? Bush, no lo duden, antes o después será juzgado, si no en un tribunal sí en el cine, y en más de una película. A Aznar, pese a las tentativas de algunos, no creo que lleguen a juzgarlo legalmente. El propio Zapatero, su adversario, ya se ha opuesto, demasiado veloz en la complicidad del poder. Tampoco sé si a Aznar le dedicarán una obra de teatro o una película. Lo curioso es que desde hace tiempo, con sus incontinencias verbales, él mismo esté empeñado en juzgarse. Y quizá también en condenarse.

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