Los hijos
de Mandela/Juliet Torome es escritora y directora de documentales. Recibió el premio anual Flaherty para documentales de la revista Cinesource.
Project Syndicate, 2013.
Traducción de Leopoldo Gurman.
El País |7 de diciembre de 2013
Antes de
saber que Nelson Mandela existía, creía que nuestro líder, el presidente
keniano Daniel Toroitich Arap Moi, era el único hombre de Estado en el mundo.
Tenía cinco años de edad y para mí no existía otro mundo que Nairagie-Enkare,
mi lugar de nacimiento en la zona rural de Maasailand. Moi era para mí una
figura mítica, porque no vivía en Nairagie-Enkare, pero estaba siempre presente
a través de la radio, una tecnología demasiado complicada para que una niña
como yo la entendiera.
Cada
boletín de la estación de radio controlada por el Gobierno comenzaba con lo que
“su Excelencia, el santo presidente Daniel Toroitich Arap Moi” había dicho o
hecho. Visitó una escuela. Plantó un árbol. Ayudó a un grupo de mujeres. Asistió
a la iglesia. Dijo que la agricultura era la columna vertebral de nuestra
nación. Dijo que éramos afortunados por vivir en Kenia. Durante el día, el éter
se llenaba de canciones que repetían el mensaje del Padre de la Nación,
recordando a los kenianos que debían seguir sus pasos.