15 may 2005

¿Insulto al Islam?


¡Enorme responsabilidad del trabajo periodístico!
Los hechos son los siguientes: en tres días murieron por lo menos 15 personas y numerosas resultaron heridas en choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad en Kabul, la capital de Afganistán.Todo fue motivado por un reportaje de los periodistas Michael Isikoff y John Barry de la revista Neswwek, del domingo 9 de mayo, donde afirmaron que según investigadores militares estadounidenses habían encontrado evidencias de que los interrogadores habían colocado copias del Corán en lavaderos y habían arrojado libros sagrados en un excusado; el propósito hacer hablar a prisioneros.En cuanto se enteraron los seguidores de Islam, y a sólo dos días de la publicación los estallidos de violencia no se hicieron esperar.
Si bien es cierto, las protestas más severas fueron en kabul, el viernes, en la Franja de Gaza, centenares de activistas del grupo armado islámico Hamás efectuaron una protesta antinorteamericana.

El caso de Enric Marco, simplemente ¡genial!



En lo personal, había leido el caso en la prensa española; pero, la verdad no le di importancia. Pero me encantó la forma en que lo describe el peruano-español Mario Vargas Llosa; espantoso y genial, lo denomina él.
Y es que..., de veras ..., de repente imagine a algunos de mis amigos que sufrieron de la guerra sucia de los sesenta-setenta, inventando historias. .
Pero, bueno ¡la historia y el trabajo del historiador se impone (y la del periodista) es implacable!
Buen trabajo de Benito Bermejo, profesor de Historia de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Dice que cuando en mayo de 2003 su primera conversación con Marco, le pregunto varias cosas y sus respuestas fueron vagas. "Me sorprendió su falta de disponibilidad para hablar con detalle y me inquietó la poca rigurosidad histórica de su relato.", y el historiador se empeño por saber más de Enric , a través de otros deportados españoles y en el Archivo Memorial Flossenbürg, que en otoño de 2004 informó al historiador que su nombre no figuraba en el registro.
Y de ahí, se caýo el telón.