17 abr 2010

Ciudad Juárez: la orfandad

Ciudad Juárez: El desencanto, la orfandad
José Gil Olmos, reportero
Proceso # 1746, 18 de abril de 2010;
Hace ya un mes que el presidente Felipe Calderón puso en marcha su plan para la reconstrucción de Ciudad Juárez, pero los residentes de esa localidad fronteriza y organizaciones de la región no observan ningún avance. Entrevistados por Proceso, tres activistas sociales consideran que el programa federal es, a lo sumo, un “listado de acciones”, por lo que está condenado al fracaso. “No hay encuentro, no hay diálogo, no hay empatía. La gente pide que se defina una estrategia articulada territorialmente, pero el gobierno asegura que no puede”, resume uno de los entrevistados.
CIUDAD JUÁREZ, CHIH.- Suman miles los huérfanos y desempleados, centenas los secuestrados y extorsionados, muchos los desvalidos por las balas que intercambian los policías y soldados en su guerra contra el crimen organizado, en esta ciudad que durante décadas fue olvidada por gobiernos que prefirieron invertir más en parques industriales que en escuelas, hospitales, casas y servicios.
Hoy, ante esta crisis generalizada, los juarenses ven con incredulidad la estrategia del gobierno de Felipe Calderón para reconstruir el entorno; incluso advierten que el programa está desfasado, pues no se adecua a una realidad que, para ellos, es catastrófica.
El desaliento es generalizado entre los habitantes de esta ciudad ante el programa Todos Somos Juárez. Reconstruyamos la Ciudad. Son varias las organizaciones que consideran que esas medidas federales van a fracasar. Dicen que el gobierno calderonista no podrá resolver en sólo 100 días una problemática que se arrastra desde hace décadas, mucho menos cuando pretende aplicar su estrategia sin atender las necesidades más urgentes de la población.
Y estas necesidades son múltiples: el hambre que padecen miles de familias impactadas por el cierre de 80 mil pequeños negocios por el miedo al narcotráfico; el desamparo de 10 mil niños, huérfanos a causa de la ola de violencia que se vive aquí; los 40 mil familiares de los 5 mil ejecutados por el crimen organizado en los últimos dos años; el éxodo de 200 mil familias en ese mismo lapso.
Organizaciones que por décadas han trabajado en esta ciudad fronteriza indican que el gobierno federal no ha entendido la situación de emergencia ni ha implementado un programa de urgencia para atender el hambre que ya se sufre, mucho menos acabar con la violencia que ha destruido el tejido social.
El desencanto de algunos miembros de la sociedad civil juarense se debe, además, a que en su última visita Calderón ya no dejó hablar abiertamente a los representantes sociales, pues escogió a quienes aceptaron hacerlo sólo a condición de no manifestarle las quejas ciudadanas.
Señalan también que al veterano panista Luis H. Álvarez, quien al principio fue propuesto para encabezar los trabajos, ya ni lo mencionan, pues pusieron al frente de la delegación oficial al secretario de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar Prieto, y al coordinador de asesores de la Presidencia de la República, Antonio Vivanco Casamadrid.
Ellos, matizan los activistas, desconocen por completo la realidad social de esta ciudad y buscan implementar de manera inflexible programas con perfil rural, no urbano, como se requiere aquí.
La estrategia gubernamental “tiende al fracaso” o, por lo menos, “no es satisfactoria al momento de crisis que se vive en Juárez”, sostienen en entrevistas por separado la presidenta de la organización Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (Incide), Clara Jusidman; la representante del Programa Infancia en Movimiento, Nashieli Ramírez, y el académico de la Universidad Autónoma de Juárez, Hugo Almada Mireles, integrante también del Observatorio Juarense para la Seguridad Pública, A.C.
El 17 de marzo pasado, el gobierno federal presentó un programa para la reconstrucción de Ciudad Juárez que consta de 160 compromisos, divididos en seis rubros: seguridad, economía, trabajo, salud, educación y desarrollo social, que deberán cumplirse en 100 días.
A pesar de que ven las “buenas intenciones” de las autoridades, las organizaciones sociales locales tienen pocas esperanzas de que los objetivos se cumplan en su totalidad, pero sobre todo dudan que con esas medidas cambie la situación de emergencia por la que atraviesa la sociedad juarense.
En un artículo sobre la matanza de 15 jóvenes en Villas de Salvárcar el 31 de enero, hecho que orilló a Calderón a visitar Ciudad Juárez por primera vez para encabezar los trabajos de recuperación de la ciudad, la doctora Jusidman escribió que si bien las intenciones son buenas, los riesgos de que la estrategia federal resulte fallida son altos. Arguye que la intervención social está siendo colocada como complementaria o subordinada a la estrategia de guerra que ha establecido el gobierno federal mediante su política de seguridad pública.
“Uno se pregunta cómo en un estado de sitio se piensan generar programas que hagan salir a la población de sus casas ante el riesgo de ser abatida entre el fuego de las bandas criminales confrontadas”, sostiene la presidenta del Incide.
Los hechos le dan la razón a Jusidman, quien ha trabajado por años en Juárez: con una tasa de 40 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, esta ciudad fronteriza es la más violenta del mundo, lo cual se refleja en la población en general, pero sobre todo en los niños.
Alma Guadalupe, una menor de siete años, señala: “En mi casa un día a mi primo lo iban a balacear y haga de cuenta que entró una bala a mi casa y me iba a tocar a mí, pero yo me quité”. Su testimonio se incluye en el libro Las voces de las niñas y los niños pequeños de Juárez, publicado recientemente por el programa Infancia en Movimiento.
En entrevista, la doctora Jusidman observa la imposibilidad de que en 100 días se pueda recuperar una ciudad que ha sido lastimada durante 30 o 40 años.
“Hay necesidad de recrear redes sociales. Ese recurso genera confianza en la gente, para que pueda salir a la calle sin temor a que la maten. En Juárez muchos están encerrados en sus casas; están verdaderamente aterrados.
“Una persona me contó que en una escuela hay niños que dicen que son del cártel de La Familia y cobran a sus compañeros o a los maestros por usar el baño. Ese es el nivel de deterioro cultural, los niños dicen que para qué seguir en la escuela, que mejor se esperan para ser como El Chapo, señala la investigadora, al tiempo que subraya que el gobierno de Calderón no ha entendido la complejidad que vive Juárez.
Programa desarticulado
En su estrategia Todos Somos Juárez. Reconstruyamos la Ciudad, el gobierno federal asegura que se trata de un programa de acción integral sin precedentes por su diseño e implementación de políticas públicas. Lo novedoso consiste en que, además de los tres niveles de gobierno, incluye la participación de la sociedad juarense, señalan sus impulsores.
“Nada más falso”, señala Nashieli Ramírez, quien considera que en realidad se trata de “un listado de acciones” en el que el gobierno sólo agrega algunas actividades relacionadas con Juárez. La estrategia calderonista, insiste, es una propuesta de política social fallida, cuyas acciones son desarticuladas y, para colmo, alejadas de la sociedad.
Las distintas secretarías del gobierno llegan desde el Distrito Federal con sus programas ya establecidos y presupuestados, y los quieren adecuar a la realidad de Juárez, pero desconocen lo que es urgente, comenta Ramírez: “Por ejemplo, que hay problemas por la pérdida de empleo debido al cierre de pequeños negocios, lo que implica que muchas familias no tengan ingresos. También hay hambre, se está incrementando la desnutrición”.
“En las guarderías nos reportan que los niños llegan con muchísima hambre los lunes y se van más o menos bien los viernes, pero regresan mal el siguiente lunes y hay que comprarles alimentos”, agrega.
Jusidman, quien trabajó con Hugo Almada y diversas organizaciones sociales durante una década para hacer un diagnóstico de lo que ocurre en la ciudad fronteriza, señala que hacía mucho tiempo no escuchaba que gente de una ciudad dijera que tiene hambre. Los resultados de su investigación se publicaron en 2007 en el volumen titulado La realidad social de Ciudad Juárez.

Jusidman insiste en la entrevista: “No hay una estrategia para enfrentar el hambre, excepto por los desayunos escolares. Lo que digo es que no se compadecen pese a la gravedad de la situación. La gente, en Juárez, dice que es una catástrofe humana, es como un tsunami, por lo que requiere de intervenciones de emergencia. Si no entienden esto, no entienden nada”.

Por su experiencia en Juárez y en el trabajo con organizaciones civiles, Jusidman fue invitada a participar en algunas reuniones del equipo gubernamental. Ahí, dice, percibió que “andaban como perdidos”. No sabían qué hacer ni con quién hablar.

“Me invitaron de la Secretaría de Desarrollo Social, pero les dije que tenía que haber una estrategia clara: que si querían hacer una intervención social, tenía que haber un diagnóstico de la situación para decidir qué hacer y quién podría implementar las acciones. Pero todo con una articulación muy lógica.

Relata: “Cada secretaría llegó con un menú de programas sin tomar en cuenta lo que se necesitaba. En la Sedesol, por ejemplo, el uso electoral ha llevado a que los programas estén terriblemente acotados, son rígidos y sus reglas de operación son inamovibles: además, muchos de esos programas están hechos para la pobreza rural y no para la urbana”.

En ese encuentro, recuerda, propuso flexibilizar los criterios. Por ejemplo, que en vez de distribuir 25 mil becas del programa Oportunidades, se entregara ese dinero a las viudas, a las familias de las víctimas, así como para resolver el problema del hambre o para atender a los niños huérfanos, como lo han planteado las organizaciones sociales de Juárez. “No atendieron la propuesta”, comenta.

Así, reitera, “no hay encuentro, no hay diálogo, no hay empatía. La gente de Juárez pide que se defina una estrategia articulada territorialmente y ver cómo se aplicarán los recursos para las víctimas. Pero el gobierno asegura que no puede, que ellos trabajan por grupos de población, que se tienen que cumplir ciertos requisitos. La respuesta fue: ‘Me tengo que apegar a las reglas de operación; si no llenan los requisitos, no se los puedo dar’”.
Voces de Juárez
A principios de febrero diversas organizaciones de Ciudad Juárez, como el Consejo Ciudadano para el Desarrollo Social y el Observatorio Juarense de Seguridad Pública y Bienestar Social, enviaron a Felipe Calderón un escrito con propuestas para un Plan de Acción Social Emergente.

En ese documento ponían énfasis en la necesidad de establecer un programa de atención a las víctimas de violencia, así como espacios para el desarrollo y protección de la infancia, construcción de espacios seguros y de convivencia comunitaria: también, un plan para el desarrollo de la juventud, tratamientos para las adicciones y un plan de apoyo y fortalecimiento de las mujeres y las familias, así como de la sociedad civil.

En otra carta, enumeraban propuestas específicas para la seguridad pública, entre ellas la creación de una nueva policía, la eliminación de los cateos sin orden de aprehensión, el establecimiento de mecanismos de denuncia blindados y efectivos, la disminución de los índices de homicidio doloso, secuestro y extorsión a los niveles de 2007, y sobre todo atender desde el más alto nivel del gobierno “la formación de un gobierno paralelo que ofrece mejor protección de la que ofrece la autoridad”.

Pocas de las propuestas enviadas al Ejecutivo por los activistas juarenses se incluyeron en los 160 compromisos que integran la estrategia gubernamental Todos Somos Juárez. Reconstruyamos la Ciudad.

Hugo Almada, integrante de Observatorio Juarense para la Seguridad Pública, A.C., opina que debe hacerse un reconocimiento al gobierno federal por sus esfuerzos para enfrentar la situación que se vive en Ciudad Juárez, aunque haya sido obligado por la presión nacional e internacional luego de la masacre en Villas de Salvárcar y el asesinato de los funcionarios del consulado estadunidense.

Destaca que hay avances en los rubros de salud, economía y educación, pero en seguridad no hay nada claro ni definitivo como para decir que hay avances.

“No sé si en 100 días pueda haber algo sustantivo. En mi opinión, no tenemos elementos para valorar un avance, lo que ha habido es voluntad de las autoridades gubernamentales, pero creo que en este punto se juega gran parte de la estrategia y no la veo fácil para el gobierno.”

–¿Que otras prioridades deben atender? –se le pregunta a Almada.

–Tiene que haber un avance efectivo en materia de seguridad y sanciones claras y puntuales a los abusos; un programa especial de atención a víctimas. Tenemos casi 5 mil muertos en los últimos dos años y una cantidad enorme de niños huérfanos, 40 mil familiares directos afectados, una población en situación de miedo y ansiedad. Esto requiere un programa urgente de atención terapéutica.

Además, enumera lo que, para él, aún no se incluye en las acciones gubernamentales: un programa específico de atención a los adolescentes en situación crítica, sobre todo la de los que no estudian ni trabajan. Ese programa, explica, debe atender diferentes aspectos, dar alternativas de empleo o educativas. “Cuando una persona no tiene empleo es posible que se convierta en delincuente”, sentencia el entrevistado.

Falta también un plan de acción para la infancia y para los niños de primaria y un programa de educación para la paz. “En los últimos dos años hemos tenido una grave exposición a la violencia y esto ha dejado una secuela de víctimas y la cultura de la población, particularmente de los niños y los jóvenes; se han perdido los referentes éticos, legales”, concluye Almada.

Clara Jusidman advierte que el gobierno se quiere escudar con la estrategia, aduciendo que por primera vez se hace un programa con la participación ciudadana, lo cual es de una “soberbia inacabable porque el Pronasol funcionó con estos mecanismos de participación ciudadana”.

Critica también la falta de articulación entre los distintos sectores de la política pública entre los niveles federal, estatal y municipal. Todas las acciones vienen del gobierno de Calderón, comenta.

“Lo que no se ve es cómo van a sostener esas acciones, que son de largo aliento. ¿Quién va a vigilar que haya continuidad? No hay una estrategia de partida con la participación de los juarenses”, reitera la fundadora de Incide.

Por eso, precisa, primero habría que conversar con los habitantes de la ciudad para conocer el tipo de reconstrucción o nueva construcción social que requieren, de acuerdo con su historia, realidad y entorno.

Nashieli Ramírez, del programa Infancia en Movimiento, advierte que existe el riesgo de que el programa de reconstrucción de Ciudad Juárez no responda a lo que necesitan los habitantes y sea utilizado con fines electorales.

“El proceso electoral comienza en mayo y ya hay una rebatiña de los partidos, del PRI y el PAN”, dice.

–¿Que va a pasar con el programa?

–Nada. Lo más seguro es que vamos a encontrar parques con grandes inversiones convertidos en grandes elefantes blancos, pero sin que sean utilizados.

Por eso, añade, se necesita un plan que se construya de abajo hacia arriba, que se tome en cuenta a la gente. Ojalá pregunten a los juarenses qué acciones se deben tomar.

En solidaridad con Alejandro Olmos

La carta que Proceso no publicó, en apoyo a Alejandro Olmos
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Lic. Rafael Rodríguez Castañeda
Director General
Proceso
Presente
Sr. Director:
En relación con las imputaciones que se hacen al periodista Alejandro Olmos, Director Editorial de Notimex, en la nota publicada en su edición anterior del 11 de abril, titulada "La agencia de Calderón", nos permitimos hacer el siguiente comentario:
Preocupa que se hagan acusaciones anónimas y sin fundamento en donde se pone en juego la honorabilidad y el prestigio de las personas. Quienes conocemos y hemos trabajado con Alejandro Olmos, rechazamos enérgicamente la infamia, valoramos su profesionalismo, su capacidad de trabajo y su honorabilidad personal. Por tanto le expresamos nuestra solidaridad y nuestro más amplio reconocimiento a su intachable trayectoria.
Estela Livera, Fátima Fernández, Ricardo Alemán, Raymundo Riva Palacio, Raúl Trejo, Ivonne Melgar, Beatriz Solís, Virgilio Caballero, María Elena Matadamas, Omar Raúl Martínez, Oscar Camacho, Lilia Silvia Hernández, Manuel Meneses, Neyra Moncayo, Jorge Meléndez, Daniel Pensamiento, Norma Jiménez, Fred Alvarez, Carlos Deveaux, Salvador Frausto, Hugo Renán, Virginia Reynaud, Armando Salgado, Laura Elena Padrón, Jorge Reyes, Hernán Ancona, María Teresa Chávez, Mayra Martínez, Alfredo Joyner, Alejandro Alvarez Manilla, Fernando González, Ignacio Rodríguez Reyna, y otros más.

Foro en Ixtapan

En el marco de la inauguración del Foro de Justicia Alcances y Retos de la Reforma al Sistema de Justicia Penal, celebrado en Ixtapan de la Sal, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto afirmó que se tiene la oportunidad de modernizar el marco legal para actualizar a las instituciones, con el propósito de que los tres poderes del Estado actúen con mayor eficacia y que atiendan realmente las demandas de una población creciente. El mandatario estatal, agregó que esto, actualiza la infraestructura del Poder Judicial de la entidad, así como la colaboración de los distintos poderes, lo que ha permitido la gradualidad en la instauración de las reformas, una de las más importantes que se ha realizado en materia de justicia penal en 100 años, que busca una justicia pronta, expedita, imparcial y transparente.
Al evento, asistieron Ernesto Némer Álvarez y Baruch Delgado Carbajal, titulares de los poderes Legislativo y Judicial; Arturo Piña García, presidente de la Mesa Directiva de la LVII Legislatura mexiquense; integrantes de la Comisión de Justicia de la LXI Legislatura Federal encabezados por Humberto Benítez Treviño; así como el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Eduardo Gasca Pliego.
Por su parte, Humberto Benítez Treviño, dijo afirmó que el orden jurídico se ha resquebrajado, es obsoleto y anticuado, por lo que se deben buscar nuevas alternativas para atender la demanda de un sistema de justicia pronto, expedito, humano, imparcial y transparente. Sostuvo que el debate actual se centra en “si queremos un país de cínicos, donde se viola la ley cotidianamente, sin censura y sin castigo o un país de leyes, donde gobernantes y gobernados queden sujetos a la ley.
"¿Queremos un Estado anárquico donde nadie respete el marco normativo y a sus semejantes o uno de derecho, donde la columna vertebral de la sociedad del Siglo 21 sea el del respeto al imperio de la ley. Un Estado fallido, porque no cumple el servicio fundamental de seguridad, o uno eficaz, que tenga como cimiento una administración pública renovada y un estado de derecho ágil, aplicable y respetable?”.
Señaló que el trabajo en la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados y con la convicción de servir a México, permitió que se aprobaran reformas a la ley para convertir en delito grave el robo de hidrocarburos a los ductos de Pemex; en robo calificado el asalto a ferrocarriles nacionales y perseguir de oficio la piratería, que causa una merma de dos millones de dólares diarios al país. Además, dijo, el próximo martes 20 de abril entra al Pleno el establecimiento de juicios orales en materia mercantil.
Asimismo, continuó, hay dos iniciativas, una para crear el Instituto Nacional de Prevención del Delito y la Ley General para la Atención a Víctimas de Secuestro.
Indicó que durante los dos días del foro se trataron temas fundamentales para lo que debe ser el nuevo sistema de justicia constitucional y en materia penal. Entre ellos, el arraigo y prisión preventiva; testigos protegidos, alternativas de prisión preventiva, viabilidad de las policías estatales y los retos de la reforma constitucional en materia de justicia penal.
Los legisladores se pronunciaron por impulsar reformas que permitan suprimir el arraigo domiciliario y dotar a los cuerpos policíacos de instrumentos que eviten la fuga de delincuentes.
Asimismo, adelantaron que los trabajos de la Comisión para reformar el sistema de justicia penal, darán prioridad a las modificaciones de los Códigos Penales, en lo que se refiere al arraigo, prisión preventiva, testigos protegidos, certificación de policías federales y sanciones al delito de secuestro.
Víctor Humberto Benítez Treviño refirió que para tener mejores resultados en la guerra contra el crimen se requiere establecer policías estatales en los 31 estados de la República, a fin de que las acciones sean de manera horizontal y no vertical en los enfrentamientos a la delincuencia organizada.

Trata de personas

Palabras del Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, durante la inauguración del Coloquio Internacional contra la Trata de Personas, realizada en las instalaciones de la Cancillería.
México, D. F., a 15 de abril de 2010 | Discurso
Muy buenos días, don Antonio Acosta, Julián, Rocío;
Invitados especiales, académicos, diplomáticos;
Mina, bienvenida a México; señora, ¿cómo está?
Hoy nos convoca un esfuerzo más en una lucha importante que el Occidente ha venido dando, desde que volvió la conciencia a su propia capacidad de violencia y autodestrucción en las guerras mundiales.
Una campaña que entra al corazón profundo de la democracia, que sólo puede construirse sobre el reconocimiento de lo humano, que es una calidad y cualidad que compartimos todos.
En los últimos 70 años el Occidente, poniéndose adelante de la Historia Universal, se plantea aquellas causas concretas que amenazan la conciencia humana y la ponen al borde de la violencia y la destrucción.
No podemos olvidar que fue el horror constatado en las lógicas de exterminio de la Segunda Guerra Mundial, lo que movió la conciencia universal a generar a tiempo y de modo antídotos contra la violencia que vive implícita en una sociedad moderna.
En su análisis contra la tiranía, Hannah Arendt nos enseña que las locuras del extermino fueron realizadas y administradas por gente como cada uno de nosotros, que no tenían una composición orgánica o cerebral distinta.
Que cuando las condiciones culturales y las condiciones políticas y sociales hacen proclive un discurso de la cosificación del otro, la violencia se centra y el hombre acucia su instinto a la supervivencia y asume que su espacio sólo puede protegido a costa del espacio del otro.
Esta lógica de la locura, esta lógica del egoísmo, esta lógica de la autodestrucción debe ser denunciada y desterrada.
Hoy vivimos un mundo en el cual el primer acto de honradez para evitar el deterioro es nombrar a la violencia; es designarla con palabras concretas.
La denigración de un ser humano menor de edad que es puesto frente a una cámara para estimular los apetitos de otros, es violencia.
La utilización de un niño o de un joven en condiciones de esclavitud es violencia.
El secuestro de migrantes por bandas de organizaciones criminales, para capturarlas y pedir su rescate a sus familias en los Estados Unidos es violencia.
El sometimiento de la dignidad de adolescentes para prestarse como objetos de placer es violencia.
Y cuando dejamos y permitimos que la violencia se dé de manera natural en la sociedad, todos entramos en riesgo.
Cuando el temor es una potencia más fuerte que la solidaridad por el otro, todos vamos quedando secuestrados por un discurso del miedo y de la violencia.
Por eso tiene que ser ésta una campaña de corazón, porque ahí está la esperanza y ahí se ha construido la esperanza de lo humano en las últimas décadas.
No es posible volver la mirada hacia otra parte; no es honrado volver la mirada hacia otra parte; no es inteligente volver la mirada hacia otra parte.
Ésta es una campaña que exige de nosotros tomar conciencia de la violencia implícita en nuestros sistemas económicos, sociales y políticos y la urgencia que desde el gobierno, en su calidad de monopolio de la fuerza legal para proteger a las gentes, y desde la sociedad, en su capacidad de construir cultura del respeto a lo humano, se construyan los antídotos frente a esa violencia.
La violencia no la genera una autoridad que responde frente al violento para proteger al no violento; la violencia la genera la indolencia, la hipocresía; la violencia la genera el silencio.
Así pues, que sea esta una Campaña de Corazón que nos conecte a unos con otros y que nos obligue a rescatar los espacios de dignidad de niñas, niños, mujeres y hombres.
Que nos permita ensanchar el espacio de nuestras propias libertades en el ejercicio de nuestras responsabilidades.
Que no pasemos por este mundo indiferentes a lo que más importa y conviene a la vida.
Ya dejamos atrás los discursos ideológicos qué tanto Estado y qué tanto mercado. Hoy en el centro del debate de la conciencia universal está la vida humana: ¿Cómo podemos y debemos vivir la vida todos nosotros?
Y vivir una vida sin violencia es un acto de amor y responsabilidad a la que todos debemos estar convocados.
Al gobierno le toca hacer su parte, generar las políticas públicas que, por un lado, generen contención y sanción a quien atenta contra la libertad y las dignidades.
A las sociedades nacionales e internacionales no sólo colaborar en este esfuerzo; exigirlo, fortalecerlo, demandarlo, reclamarlo.
Porque cuando están abusando y explotando a un menor están explotando y abusando a nuestros hijos. Si no hacemos nada sólo es cuestión de tiempo.
Porque cuando están abusando o explotando por razones laborales o por razone hedonistas a una vida humana, entramos en el riesgo de ser esclavizados de la misma manera.
Por ello el Gobierno de México asume como razón fundamental apoyar, promover y ser espacio de plataforma de esta campaña; porque enarbola y representa lo que creen aquéllos que estamos en el gobierno, para tratar de cambiar las cosas y superar las dificultades.
Porque es un discurso en el que reconocemos lo que creemos; porque es una estrategia que comprende la urgencia con la que actuamos.
Porque está construido sobre la esperanza de que todos, todos, podemos superar estas condiciones y construir un mundo mejor; porque está cimentado en lo más alto de los valores que como seres humanos vamos construyendo aquí y ahora en la historia.
Así pues, cuenten con nosotros, porque nosotros contamos con ustedes.
México es parte del mundo, desea ser parte del mundo y como parte del mundo desea mejorar al mundo.
Y esto está perfectamente enmarcado en esa visión de la vida, de la alegría, de la esperanza que tenemos que consolidar en este país y que tenemos que consolidar en este mundo.
Por ello, por un mundo sin violencia y sin indignidad, siendo prácticamente las 10 y media de la mañana de este jueves 15 de abril del año 2010, es un honor y un placer para mí declarar formalmente inaugurado el Coloquio Internacional contra la Trata de Personas, en el marco de la Campaña Corazón Azul México.
Muchas gracias, enhorabuena y que su trabajo genere bienes para todos.

LA PEDERASTIA ES UN CRIMEN

El Papa reconoce que la pederastia es un "crimen"
El Vaticano convoca una reunión extraordinaria para tratar los escándalos sexuales protagonizados por varios sacerdotes de EE UU
AGENCIAS - Ciudad del Vaticano - 23-04-2002 Una larga lista de escándalos Con la presencia del Papa, trece cardenales de EE UU, siete de la Curia y cuatro arzobispos buscarán durante hoy y mañana en el Vaticano una salida a los escándalos de pederastia en los que se han visto involucrados obispos y sacerdotes estadounidenses. El Pontífice ha sido especialmente duro al inicio de unas reuniones convocadas expresamente por él: "Si esta práctica es justamente considerada como un crimen en la sociedad civil, no debe haber lugar para ella en la Iglesia". Las conversaciones se centrarán en la necesidad de endurecer el Derecho Canónico que se aplicará en el futuro. Muchos de los allí presentes quieren obtener del Papa la autorización para entregar a la justicia a los prelados infractores. La mayoría de los cardenales y obispos, así como la opinión pública, piden una mayor firmeza para con los culpables, y el Papa parece que se ha mostrado favorable a esta idea. De hecho, hoy ha señalado que "la gente necesita saber que no hay lugar en el sacerdocio y en la vida religiosa para aquellos que puedan hacer mal a los jóvenes".
Un importante número de eminencias
A la cumbre religiosa asisten los cardenales Francis Law (Bostón), Roger Michael Mahony (Los Angeles), Anthony Joseph Bevilacqua (Filadelfia), William Nehry Keeler (Baltimore), Adam Joseph Maida (Detroit), Francis Eugene George (Chicago), Theodore Edgar McCarrick (Washington), Edward Michael Egan (Nueva York), Jamer Aloysius Hickey (purpurado emérito de Washington) y el jesuita Avery Dulles.
También acuden Wilton Daniel Gregory, prelado de Belleville y presidente de la Conferencia Episcopal de EE UU; el vicepresidente, William Stephen Skylastad, y el secretario, William Fay. Por parte del Vaticano están presentes el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, y los purpurados estadounidenses de la Curia William Wakefielda Baumm (Penitenciario Mayor emérito), Edmund Casimir Szoka (presidente de la Pontificia Comisión para la Ciudad del Vaticano), James Francis Stafford (presidente del Pontificio Consejo para los Laicos) y el presidente del Consejo Pontificio para los Textos legislativos, el arzobispo Julián Herranz. También participarán los cardenales Joseph Ratzinger (prefecto de la congregación para la Doctrina de la Fe), Eduardo Martínez Somalo (congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Camarlengo), Giovanni Battista Re (congregación para los Obispos), Jorge Medina Estévez (Congregación para el Culto), Dario Castrillón Hoyos (congregación para el Clero) y Zenon Gracholewski (congregación para la Educación católica). El hecho de que participe un número tan importante de altos cargos eclesiásticos subraya la importancia que el Vaticano ha dado a este encuentro que, según el cardenal McCarrick, marcará un importante "cambio" en la iglesia estadounidense. El cardenal de Washington ha añadido que el Papa "está muy afectado" por todos estos escándalos y que la Iglesia de su país desea acabar con esa lacra. Entre la expulsión y la crítica al celibato McCarrick ha agregado que muchas diócesis abogan por la inmediata expulsión del estado clerical del sacerdote implicado y prestar todo tipo de ayudas a las víctimas y sus familiares. En este sentido, el portavoz de los obispos de EE UU, monseñor Francis J. Maniscalco, dijo recientemente que la línea de la Iglesia de ese país es la de "un error y estás expulsado", es decir la línea dura. El Código de Derecho Canónico establece penas para el clérigo que haya abusado de un menor que van desde la suspensión hasta la expulsión del estado clerical. Las propuestas que harán los cardenales, a parte la de la "línea dura", se desconocen, aunque algunos medios han asegurado que plantearán la abolición del celibato, propuesta que no tendrá ningún éxito. Este mismo fin de semana, el Papa hizo una defensa del celibato. El Papa pidió a los sacerdotes que estén "atentos" para salvaguardar el celibato y resaltó el valor de la castidad, la obediencia y la pobreza.
Una larga lista de escándalos Los casos de abusos sexuales y pederastia se han multiplicado en los últimos tiempos en EE UU, donde el más destacado fue el del obispo de Palm Beach, Anthony J. O'Connell, quien tuvo que dimitir tras reconocer que había abusado de un seminarista. O'Connell había sustituido en el cargo a otro obispo, J. Keith Symons, que también tuvo que dimitir por el mismo motivo. En los últimos meses se han presentado en Estados Unidos 450 denuncias de abusos sexuales a menores, en los que se han visto implicados un centenar de sacerdotes. Entre las diócesis más afectadas se encuentran la de Nueva York, New Hampshire, Arizona y Boston. El cardenal de esta última, Law, se encuentra en el punto de mira de todas las crítica tras ser acusado de haber mirado "hacia otro lado" ante los casos de pederastia y se pide su dimisión. Recientemente dijo que no dimitirá y ayer el cardenal McCarrick se mostró a favor de darle otra "oportunidad".

Crisis en el Vaticano

Boston cierra casi el 20% de sus iglesias tras los casos de pederastia
La factura por los acuerdos con las víctimas supera los 70 millones
JAVIER DEL PINO - Washington
EL PAÍS - Sociedad - 27-05-2004
Los acuerdos extrajudiciales multimillonarios que han cerrado alguno de los escándalos por abusos sexuales han llevado a la archidiócesis de Boston a una crisis financiera que sólo puede solventar cerrando parroquias y vendiendo locales. El arzobispo, Sean O'Malley, reconoció que no son "tiempos fáciles" para los católicos de Massachussets y confirmó que 65 de las 357 parroquias cerrarán antes de que termine el año. El anuncio representa la consolidación de la mayor crisis que ha sufrido la Iglesia católica en EE UU. El pasado otoño la archidiócesis de Boston llegó a un acuerdo extrajudicial con 500 víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos, uno de los escándalos de mayor calado que ha sacudido a la Iglesia católica en décadas y que obligó a dimitir al anterior arzobispo, Bernard F. Law. El pacto con las víctimas se cerró con el pago de una indemnización de 85 millones de dólares (70 millones de euros). A esa cantidad se suman los gastos de reparación de muchos edificios repartidos por la zona noroeste del país. El arzobispado calculaba que harían falta 100 millones de dólares para remodelar convenientemente muchos de los edificios.
Ante semejante factura, la institución católica de Boston ha decidido cerrar todas sus sedes deficitarias y vender los locales para sanear las cuentas. Setenta parroquias (que incluyen no solo iglesias, sino colegios) desaparecerán en los próximos seis meses, aunque se construirán cinco nuevas en las zonas de Boston con mayor número de feligreses, que, según las estadísticas, han pasado del centro de las ciudades a las zonas residenciales de las afueras.
Escasez de sacerdotes
O'Malley se resiste a aceptar que la decisión esté únicamente relacionada con el escándalo de los abusos en el que se vieron envueltos algunos sacerdotes católicos. Según el arzobispado, al pago del acuerdo con las víctimas se suma el incremento en los gastos inmobiliarios y los seguros, la escasez de sacerdotes y una reducción notable en la asistencia a las misas católicas.
El arzobispo se lamentó de que una tercera parte del total de las parroquias actuales está operando en números rojos y recordó también que casi la mitad de los sacerdotes han cumplido ya los 70 años. "Me encantaría que hubiera alguna manera de mantener abiertas y vivas estas magníficas casas de vida y de oración, pero no la hay", reconoció el arzobispo. O'Malley prefiere el cierre conjunto "a la alternativa de ir cerrando una parroquia detrás de otra, un colegio detrás de otro, como un goteo.
Aunque el cierre de parroquias católicas se extiende por todo el país, la situación en la archidiócesis de Boston es el más claro ejemplo para ilustrar la crisis: sus más de dos millones de practicantes en una de las zonas históricamente más católicas de Estados Unidos se quedan sin parroquias en un tercio de las ciudades y pueblos del Estado de Massachussets.
La crisis de los abusos se cerró con la expulsión de 25 sacerdotes católicos en Estados Unidos. A la factura judicial, inmobiliaria y a la escasez de vocaciones se une, según el arzobispado, una reducción alarmante en las donaciones de feligreses que recibe la Iglesia católica estadounidense. "Todo lo que ha ocurrido", reconoce el arzobispo O'Malley, "ha convulsionado la confianza que muchos tenían en la archidiócesis como institución", lamentó.
Las parroquias afectadas por el cierre colectivo pueden recurrir ante el arzobispado e incluso ante el Vaticano, aunque con escasas posibilidades de obtener el derecho a permanecer abiertas.
El 2004 podrá ser un años de números negros si la Iglesia católcia sobretodo la Norteamérica no tienen demndas millonarias por pederastia.
Fecha publicación: 2004-07-08
Estados Unidos sigue siendo el primer contribuyente económico de la Santa Sede
CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 8 julio 2004 (ZENIT.org).- La Iglesia católica en Estados Unidos es la que más dinero aporta a la Santa Sede, según confirmó este jueves el cardenal Sergio Sebastiani, presidente de la prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede.
Las diócesis de Estados Unidos, al igual que las del resto del mundo, contribuyen con la financiación de la Santa Sede, según establece el canon 1271 del Código de Derecho Canónico y constituyen la principal entrada de su presupuesto.
Después de la Iglesia de Estados Unidos, en orden de contribución económica, se encuentran varios países europeos.
«En el pasado año no ha habido ninguna disminución en las aportaciones de los Estados Unidos, que siempre están en el primer puesto en las ofertas», manifestó el purpurado durante la presentación a la prensa del balance económico consolidado de la Santa Sede relativo al año 2003.
Los datos han desmentido afirmaciones de órganos de prensa en meses pasados, según los cuales, habría disminuido decisivamente la ayuda de la Iglesia católica en Estados Unidos a la Santa Sede, a causa de los escándalos atribuidos a sacerdotes en ese país.
Tanto el presidente de la prefectura como el contable general, Paolo Trombetta, explicaron a los periodistas que la Santa Sede tiene una política de mantenimiento de patrimonio y que busca «inversiones seguras aunque sean de bajo rendimiento».
En este sentido, aclararon que las inversiones son «conservativas» y «no especulativas».
Fecha publicación: 2004-07-08
El balance económico vaticano contradice las «leyendas» sobre sus riquezas
El cardenal Sergio Sebastiani constata un déficit de casi doce millones de dólares
El balance económico de la Santa Sede muestra que las «riquezas del Vaticano» son una «leyenda», constató este jueves el presidente de la prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede. Al presentar los números en rojo del Vaticano en el año 2003, el cardenal Sergio Sebastiani explicó con una sonrisa: «Si tuviéramos tanto dinero no tendríamos necesidad de sacar la mano para pedir ayuda».
«¿Y las riquezas del Vaticano?», le preguntó un periodista. «Una leyenda, la realidad es mucho más prosaica», respondió el purpurado italiano, quien explicó que, en el último año, en una coyuntura económica internacional adversa, la Santa Sede ha aplicado un plan de austeridad para contener el déficit lo más posible.
El cardenal presentó en la Sala de Prensa del Vaticano el «Balance definitivo consolidado de la Santa Sede» relativo al ejercicio 2003, que registra un déficit de 9.569.456 euros (unos 11.831.680 dólares estadounidenses).
Si bien se trata del tercer año consecutivo en números rojos, el déficit es inferior al del año precedente, que fue de 13.506.722 euros (unos 16.699.711 dólares).
La Santa Sede, en 2003, registró entradas por un valor de 203.659.498 euros (251.804.608 dólares) y salidas por un valor de 213.228.954 euros (263.636.288 dólares), un balance económico comparable al de varias diócesis católicas en algunos países desarrollados.
Entre 1993 y 2000, la Santa Sede había cerrado sus balances económicos en positivo, después de que Juan Pablo II convocara en 1991 a los presidentes de las conferencias episcopales del mundo para promover la aplicación del canon 1271 del Código de Derecho Canónico.
«Por razón del vínculo de unidad y de caridad, y conforme a las posibilidades de su diócesis, los obispos contribuyan a que la Sede Apostólica disponga de los medios que, según las distintas circunstancias necesita para el debido servicio a la Iglesia universal», explica el canon.
Con aquella reunión, quedaron atrás 23 años de números rojos que en 1991 alcanzaron el déficit más elevado, 86 millones de dólares.
Contribuyen también a la financiación de la Curia romana (cuyos servicios no generan entradas económicas directas), los religiosos, fundaciones católicas, y fieles de todo el mundo.
En 2003, según reveló el cardenal Sebastiani, estas contribuciones experimentaron un decremento, pasando de los 85,4 millones a 79,6 millones de euros. En parte, este bajón se debe a la devaluación del dólar con respecto al euro, aclaró.
El Óbolo de San Pedro (cuya contabilidad se lleva en dólares y no en euros, a diferencia del balance económico de la Santa Sede) ha experimentado sin embargo un incremento del 5,7%: 55.842.854 dólares (45.096.388 euros). Este dinero no se destina a cubrir el presupuesto vaticano, sino que se dedica a ayudas del Papa a Iglesias perseguidas o pobres, así como a poblaciones en necesidad, o víctimas de catástrofes naturales y la guerra.
Para afrontar la reducción de entradas, añadió Sebastiani, la Santa Sede en el último año ha reducido sus costes: «de unos 106 millones de euros en 2002 a 99,4 millones en el sector institucional», subrayó el purpurado.
En particular, se ha ahorrado más de un millón de euros en personal (en la Curia Romana trabajan 2.674 personas y hay cerca de unos mil jubilados). Para ello, reveló, se ha evitado con todos los medios aumentar el personal.
«Hemos limitado a lo urgente los gastos de mantenimiento, en particular, por lo que se refiere a las 118 nunciaturas apostólicas en el mundo», añadió el cardenal.
Según el administrador vaticano, las causas del déficit hay que atribuirlas a la coyuntura económica mundial, que «a partir de la última parte del año 2000 ya había entrado en una fase de crisis, y que después experimentó las turbulencias provocadas por acontecimientos de otro carácter, como el ataque a las Torres Gemelas y la serie de ulteriores atentados, la guerra en Irak y la perduración del conflicto entre israelíes y palestinos».
Dado que el Vaticano pertenece a la zona monetaria del euro, y que buena parte de sus contribuciones llegan en dólares, la devaluación del dólar con respecto a la moneda europea (el récord de 1, 26 dólares euro se registró en diciembre de 2003), también ha influido negativamente, subrayó.
¿Cómo cubrirá la Santa Sede el déficit? El cardenal confió que echará mano al «patrimonio neto». Precisó que después del déficit de años anteriores, el Vaticano ha seguido recomendaciones de la Comisión de cardenales «ad hoc», aconsejados por los administradores de grandes diócesis como Nueva York o Munich, para contener los gastos al mínimo.
El informa constata que la mayor parte de los gastos corresponde a la gestión ordinaria y extraordinaria de los organismos de la Santa Sede: Secretaría de Estado (dos secciones), 9 congregaciones, 3 tribunales, 11 consejos pontificios, la Cámara Apostólica, el APSA, la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede, la Prefectura de la Casa Pontificia, la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Vatican Information Service, la Oficina Central de Estadística de la Iglesia, 5 comités pontificios y comisiones, 9 instituciones relacionadas con la Santa Sede, el Sínodo de los Obispos y 6 academias pontificias. A esos organismos centrales hay que añadir las 118 sedes de representación pontificia en las naciones u organismos internacionales.
Además de los gastos institucionales de la Curia romana, el balance económico tiene otros sectores, como el de las actividades financieras, gestión del patrimonio que se creó cuando Italia compensó con los Pactos de Letrán, en 1929, los daños provocados por la expropiación de los Estados Pontificios. En este apartado se obtuvo un resultado negativo de 11,6 millones de euros (unos 14,3 millones de dólares).
Otro sector es el patrimonio inmobiliario (en buena parte depende también de aquellas mismas concesiones del Estado italiano), que ha cerrado con un beneficio de 22,4 millones de euros (unos 27.7 millones de dólares).
La actividad de las instituciones de los medios de comunicación (Radio Vaticana, Tipografía Vaticana/L'Osservatore Romano, Librería Editora Vaticana y Centro Televisivo Vaticano), cerró con un déficit de 1,2 millones de euros (1,4 millones de dólares), menor que el de 2002, que fue de 1,7 millones de euros (2,1 millones de dólares).

Las tendencias homosexuales

Instrucción "Sobre los criterios de discernimiento vocacional concernientes a las personas con tendencias homosexuales en vistas a su admisión al seminario y a las Órdenes Sagradas"
Viernes 4 de noviembre de 2005
Traducción al español de la versión publicada por la agencia Adista.
Introducción
En continuidad con la enseñanza del Concilio Vaticano II y, en particular, con el decreto Optatam totius sobre la formación sacerdotal, la Congregación para la Educación Católica ha publicado diversos documentos para promover una adecuada formación integral de los futuros sacerdotes, ofreciendo orientaciones y normas precisas sobre sus diversos aspectos . En el entretiempo también el Sínodo de los Obispos de 1999 ha reflexionado sobre la formación de los sacerdotes en las circunstancias actuales, con la intención de llevar a cumplimiento la doctrina conciliar sobre este argumento y de hacerla más explícita e incisiva en el mundo contemporáneo. Tras este Sínodo, Juan Pablo II publicó la Exhortación apostólica post- sinodal Pastores dabo vobis .
A la luz de esta rica enseñanza, la presente Instrucción no pretende detenerse sobre todas las cuestiones de orden afectivo o sexual que necesitan un atento discernimiento durante el entero periodo de la formación. Ésta contiene normas sobre una cuestión particular, que se ha vuelto más urgente por la situación actual, esto es, aquella de la admisión o no al Seminario y a las Órdenes Sagradas de los candidatos que tienen tendencias homosexuales profundamente arraigadas.
1. Madurez afectiva y paternidad espiritual
Según la constante Tradición de la Iglesia, recibe válidamente la sagrada Ordenación exclusivamente el bautizado de sexo masculino . A través del sacramento de la Ordenación, el Espíritu Santo configura al candidato, a un título nuevo y específico, a Jesucristo: el sacerdote, de hecho, representa sacramentalmente a Cristo, Cabeza, Pastor y Esposo de la Iglesia . A causa de esta configuración a Cristo, toda la vida del ministro sagrado debe estar animada por el don de toda su persona a la Iglesia y por una auténtica caridad pastoral .
El candidato al ministerio ordenado, por lo tanto, debe alcanzar la madurez afectiva. Tal madurez lo hará capaz de ponerse en una correcta relación con hombres y mujeres, desarrollando en él un verdadero sentido de la paternidad espiritual hacia la comunidad eclesial que le será confiada .
2. La homosexualidad y el ministerio ordenado
Desde el Concilio Vaticano II a hoy, diversos documentos del Magisterio –y especialmente el Catecismo de la Iglesia Católica– han confirmado la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad. El Catecismo distingue entre los actos homosexuales y las tendencias homosexuales.
Sobre los actos, enseña que, en la Sagrada Escritura, estos son presentados como pecados graves. La Tradición los ha considerado constantemente como intrínsecamente inmorales y contrarios a ley natural. Estos, en consecuencia, no pueden ser aprobados en ningún caso.
En lo que concierne a las tendencias homosexuales profundamente arraigadas, que se encuentran en un cierto número de hombres y mujeres, son también éstas objetivamente desordenadas y frecuentemente constituyen, también para ellos, una prueba. Tales personas deben ser acogidas con respeto y delicadeza; se evitará toda discriminación injusta. Éstas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida y a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar .
A la luz de tal enseñanza, este Dicasterio, de acuerdo con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, considera necesario afirmar claramente que la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión , no puede admitir al Seminario y a las Órdenes sagradas a aquellos que practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la así llamada cultura gay .
Las personas mencionadas se encuentran, de hecho, en una situación que obstaculiza gravemente establecer una correcta relación con hombres y mujeres. No se pueden descuidar las consecuencias negativas que pueden derivar de la Ordenación de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas.
Si, en cambio, se tratase de tendencias homosexuales que fuesen solo expresión de un problema transitorio, como, por ejemplo, aquello de una adolescencia aún no terminada, estas deben estar claramente superadas al menos tres años antes de la Ordenación diaconal.
3. El discernimiento de la idoneidad de los candidatos por parte de la Iglesia
Dos son los aspectos inseparables en toda vocación sacerdotal: el don gratuito de Dios y la libertad responsable del hombre. La vocación es un don de la gracia divina, recibido por la Iglesia, en la Iglesia y para el servicio de la Iglesia. Respondiendo a la llamada de Dios, el hombre se ofrece libremente a Él en el amor . El solo deseo de llegar a ser sacerdote no es suficiente y no existe un derecho a recibir la sagrada Ordenación. Compete a la Iglesia – en su responsabilidad de definir los requisitos necesarios para la recepción de los Sacramentos instituidos por Cristo– discernir la idoneidad de aquel que desea ingresar en el Seminario , acompañarlo durante los años de la formación y llamarlo a las Órdenes sagradas, si se considera que posee las cualidades requeridas .
La formación del futuro sacerdote debe articular, en una complementariedad esencial, las cuatro dimensiones de la formación: humana, espiritual, intelectual y pastoral . En este contexto, es necesario resaltar la particular importancia de la formación humana, fundamento necesario de toda la formación . Para admitir a un candidato a la Ordenación diaconal, la Iglesia debe verificar, además, que se haya alcanzado la madurez afectiva del candidato al sacerdocio .
La llamada a las Órdenes es una responsabilidad personal del Obispo o del Superior Mayor. Teniendo presente el parecer de aquellos a los cuales se ha confiado la responsabilidad de la formación, el Obispo o el Superior Mayor, antes de admitir a la Ordenación al candidato, deben llegar a un juicio moralmente cierto sobre sus cualidades. En el caso de duda seria sobre ello, no deben admitirlo a la Ordenación .

El discernimiento de la vocación y de la madurez del candidato es también una importante labor del rector y de los otros formadores del Seminario. Antes de toda Ordenación, el rector debe expresar su juicio sobre las cualidades del candidato exigidas por la Iglesia .

En el discernimiento de la idoneidad a la Ordenación, le compete al director espiritual una labor importante. Aunque estando vinculado por el secreto, él representa a la Iglesia en el foro interno. En los diálogos con el candidato, el director espiritual debe claramente recordar las exigencias de la Iglesia sobre la castidad sacerdotal y la madurez afectiva específica del sacerdote, así como ayudarlo a discernir si tiene las cualidades necesarias . Él tiene la obligación de evaluar todas las cualidades de la personalidad y asegurarse que el candidato no presente desórdenes sexuales incompatibles con el sacerdocio. Si un candidato practica la homosexualidad o presenta tendencias homosexuales profundamente arraigadas, su director espiritual, así como su confesor, tienen el deber de disuadirlo, en conciencia, de proceder hacia la Ordenación.

Se sobrentiende que el candidato mismo es el primer responsable de la propia formación . Él debe ofrecerse confiadamente al discernimiento de la Iglesia, del Obispo que llama a las Órdenes, del rector del Seminario, del director espiritual y de los otros educadores del Seminario a los cuales el Obispo o el Superior Mayor han confiado la labor de formar a los futuros sacerdotes. Sería gravemente deshonesto que un candidato ocultase la propia homosexualidad para acceder, no obstante todo, a la Ordenación. Un comportamiento tan inauténtico no corresponde al espíritu de verdad, de lealtad y de disponibilidad que debe caracterizar la personalidad de aquel que sostiene estar llamado a servir a Cristo y a su Iglesia en el ministerio sacerdotal.

Conclusión

Esta Congregación reafirma la necesidad de que los Obispos, los Superiores Mayores y todos los responsables interesados realicen un atento discernimiento sobre la idoneidad de los candidatos a las Órdenes sagradas, desde la admisión al Seminario hasta la Ordenación. Este discernimiento debe ser hecho a la luz de una concepción del sacerdocio ministerial en concordancia con la enseñanza de la Iglesia.

Los Obispos, las Conferencias Episcopales y los Superiores Mayores vigilen para que las normas de esta Instrucción sean observadas fielmente para el bien de los candidatos mismos y para garantizar siempre a la Iglesia sacerdotes idóneos, verdaderos pastores según el corazón de Cristo.

El Sumo Pontífice Benedicto XVI, en fecha 31 de agosto del 2005, ha aprobado la presente Instrucción y ha ordenado su publicación.

Mártires mexicanos

Homilía en la beatificación de los trece mártires mexicanos
Pronunciada por el cardenal José Saraiva Martins
20 noviembre 2005
Homilía que pronunció este domingo el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, este domingo con motivo de la beatificación de trece mártires mexicanos en el estadio Jalisco de Guadalajara.
* * *
1. Saludo, especialmente, a los eminentísimos señores cardenales, a los excelentísimos señores obispos, a las respetables autoridades, a los sacerdotes y fieles que son de las diócesis en donde estos mártires nacieron o derramaron su sangre. Además, dirijo mi saludo también a los familiares de estos nuevos beatos, y me uno a su acción de gracias.
«El Señor es mi pastor, nada me faltará» (Sal 22, 1). La Iglesia en este día proclama a Jesucristo como Rey del Universo. La imagen de rey-pastor que recoge el profeta Ezequiel, se identifica plenamente con Jesucristo, el buen Pastor que da la vida por sus ovejas (Jn 10, 11), quien consumada su misión, entregará el Reino a su Padre para que Dios sea todo en todas las cosas (Cf. 1 Cor 15, 24-28). Él es el Pastor y Rey de la humanidad que conduce a su rebaño hacia fuentes tranquilas, mostrando especial solicitud por aquellas ovejas heridas y extraviadas.
Además, Cristo es Rey, pues Él es el «primogénito de toda la creación, porque en Él fueron creadas todas las cosas... Él es el principio... pues Dios tuvo a bien hacer residir en Él toda la plenitud y reconciliar por Él y para Él todas las cosas» (Col 1, 15.17-20), tal como lo afirma el apóstol San Pablo.
2. Esta Solemnidad de Cristo Rey tiene un significado muy especial para el pueblo mexicano. El Papa Pío XI, al finalizar el Año santo de 1925, proclamó esta fiesta para la Iglesia Universal. Pocos meses después, iniciaría en estas tierras la persecución contra la fe católica, y bajo el grito de ¡Viva Cristo Rey! morirían muchos hijos de la Iglesia, reconocidos como mártires, de los cuales 13 hoy han sido beatificados.
Los mártires son los testigos privilegiados de la realeza de Cristo. En ellos había una conciencia clara de que el reinado de amor de Cristo debía ser instaurado, aun a costa de su propia vida. Igualmente, la fe de los mártires es una fe probada, como atestigua la sangre que por ella han derramado (San Agustín, Sermón 329). Ellos, junto con todos los santos, son los benditos que han (le tomar posesión del Reino preparado para ellos, desde la creación del mundo (Cf. Mt 25, 34), como escuchamos en el Evangelio apenas proclamado.
3. Además, esta fiesta adquiere en este día un significado particular. Hoy la Iglesia de México contempla, con singular alegría, la fe y la fortaleza de estos 13 varones, quienes en el reconocimiento del reinado de Cristo ofrecieron sus vidas de una manera heroica entre los años de 1927 y 1928. En situaciones adversas y en diferentes Iglesias particulares, estos hijos fieles de la Iglesia dieron un testimonio loable de los compromisos adquiridos el día de su bautismo, logrando ser capaces de derramar su sangre por amor a Cristo y a su Iglesia, que era injustamente perseguida.
De entre estos 13 nuevos beatos, es significativo que diez fueron laicos, originarios de los estados de Jalisco, Michoacán y Guanajuato. La mayor parte de estos laicos eran casados y formaron familias cristianas; los demás, si bien no fueron casados, eran miembros de familias cristianas piadosas y de recias costumbres.
Asimismo, este nuevo grupo de mártires cuenta con tres sacerdotes, que murieron por desempeñar heroicamente su ministerio sacerdotal y misional, como fue el caso del misionero claretiano español, Andrés Solá Molist, C.M.F., quien murió, después de una larga y penosa agonía, junto con el Padre José Trinidad Rangel y el laico Leonardo Pérez Larios, en las tierras del estado de Guanajuato. De igual manera y en circunstancias similares, el sacerdote veracruzano, Ángel Daría Acosta, quien no escatimó sus mejores esfuerzos para ejercer su ministerio sacerdotal en un clima adverso y de persecución, y recibió el martirio. A ejemplo de Jesucristo, el Buen Pastor, estos sacerdotes, junto con los 22 sacerdotes mexicanos diocesanos canonizados en Roma durante el Gran Jubileo de la Encarnación del Año 2000, por el Papa Juan Pablo II, son un modelo y ejemplo de caridad y celo pastoral heroicos, principalmente para todos los sacerdotes mexicanos.
. La lista de estos beatos está encabezada por Anacleto González Flores, quien derramó su sangre junto con los hermanos Jorge y Ramón Vargas González, al igual con Luis Padilla Gómez, en esta ciudad. Bajo el grito «Yo muero, pero Dios no muere». ¡Viva Cristo Rey!». Anacleto González Flores entregaba su vida al Creador después de una vida de intensa piedad y de un fecundo y audaz apostolado. Durante su vida, después de recibir una sólida formación humana y cristiana, se dedicó a luchar por los derechos de los más desprotegidos. Conocedor fiel de la Doctrina Social de la Iglesia buscó, a la luz del Evangelio, defender los derechos elementales de los cristianos, en una época de persecución.
Dentro de los derechos que más defendió Anacleto González y sus compañeros mártires, se encontraba el de la libertad religiosa; derecho que se desprende de la misma dignidad humana. Como señala el Concilio Vaticano IJ, «esta libertad consiste en que todos los hombres han de estar inmunes de coacción, tanto por parte de individuos como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y esto de tal manera que, en materia religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, solo o asociado con otros, dentro de los límites debidos» («Dignitatis Humanae», 2).
Movidos por un profundo amor a Jesucristo y al prójimo, estos nuevos beatos defendieron pacíficamente este derecho, aun con su propia sangre. Ellos, lejos de avivar los enfrentamientos sangrientos, buscaron la vía pacífica y conciliadora que les reconociera este y otros derechos fundamentales, que habían sido negados a los católicos mexicanos. Por el contrario, Anacleto Ganzález y compañeros mártires, buscaron ser, en la medida de sus posibilidades, agentes de perdón y factores de unidad en una época en que el pueblo se encontraba dividido.
5. Convencidos de que «la vida es Cristo, y la muerte una ganancia» (Flp 1, 21) nuestros mártires alimentaron ese deseo por la frecuente participación y adoración de la Sagrada Eucaristía. Efectivamente, la profunda devoción eucarística es uno de los rasgos comunes de estos 13 mártires. Todos ellos, sacerdotes y laicos, mostraron un singular amor a Jesucristo en la Eucaristía. Es de especial mención que tres de ¡os nuevos beatos, los hermanos Ezequiel y Salvador Huerta Gutiérrez, al igual que Luis Magaña Servín, fueron miembros de la Asociación Nocturna del Santísimo Sacramento; Asociación de larga tradición en el pueblo mexicano. De la oración frecuente y ferviente delante del Santísimo Sacramento, estos hermanos nuestros obtuvieron la fortaleza sobrenatural de soportar cristianamente el martirio, llegando, incluso, a perdonar a sus mismos verdugos.
La intensa vida eucarística de estos beatos debe ser para nosotros un ejemplo y aliento para acrecentar, cada vez más nuestra propia vida eucarística. A pocos días de haber concluido el Año de la Eucaristía, y a un año de la gozosa celebración del XLVIII Congreso Eucarístico Internacional, llevado a cabo en esta querida ciudad de Guadalajara, pedimos la intercesión de estos fieles hijos de la Iglesia para que nos ayuden a acrecentar el respeto, la activa participación y la digna recepción de Jesucristo presente en la Eucaristía. A ellos les pedimos, además, la gracia de ser humildes adoradores del Santísimo Sacramento, tal ellos lo fueron. Que el ejemplo de su vida de entrega hasta el martirio, sea para nosotros un modelo privilegiado de auténtica espiritualidad y de profunda vida eucarística.
6. Por su valentía y corta edad, merece una especial mención el adolescente José Sánchez del Río, originario de Sahuayo, Michoacán, quien a la edad de 14 años, supo dar un testimonio valeroso de Jesucristo. Fue un ejemplar hijo de familia, que se distinguió por su obediencia, piedad y espíritu de servicio. Desde los comienzos de la persecución en él se despertó el deseo de ser mártir de Cristo. Era tal su convicción de querer derramar su sangre por Cristo, que admiraba a quienes lo conocían. Pudo recibir la palma del martirio, después de ser torturado y de dirigir a sus padres estas últimas palabras: «nos veremos en el cielo. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!».
El joven beato José Sánchez del Río nos debe animar a todos, principalmente a ustedes jóvenes, para ser capaces de dar testimonio de Cristo en nuestra vida diaria. Queridos jóvenes, probablemente Cristo no les pida el derramamiento de su sangre, pero sí les pide, desde ahora, dar testimonio de la verdad en sus vidas (Cf. Jn 18, 37); en medio de un ambiente de indiferencia a los valores trascendentales y de un materialismo y hedonismo que busca sofocar las conciencias. Cristo espera, además, su apertura para poder recibir y acoger un proyecto vocacional por Él preparado. Sólo Él tiene, para cada uno de ustedes, las respuestas a los interrogantes de sus vidas; y los invita a seguirlo en la vida matrimonial, sacerdotal o religiosa.
7. «Vengan benditos de mi Padre, tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo» (Mt 25, 34).
Nuestros mártires deben ser también para nosotros un modelo de amor incondicional a Dios y al prójimo. El ejemplo de su vida e intercesión deben ayudarnos a vivir generosamente nuestra vida, de cara a los demás, recordándonos siempre de las palabras de Jesús: «Cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron» (Mt 25, 50).
La caridad que estamos llamados a vivir, el mandamiento nuevo (Jn 13, 34), supera todo límite impuesto por una lógica humana y egoísta. Se trata de una caridad que se traduce en unidad, respeto, servicio, ayuda eficaz y efectiva al necesitado; de una caridad vivida, muchas veces, de manera heroica, dentro de la misma familia y fuera de ella; de una caridad que, a ejemplo de Cristo y de sus mártires, está siempre dispuesta a perdonar.
Asimismo, nuestros nuevos beatos también merecen el reconocimiento de haber sido hijos fidelísimos de la Iglesia Católica y de la persona del Romano Pontífice. Les pedimos, también para nosotros, una fidelidad heroica a la Iglesia y a la persona y enseñanzas del Romano Pontífice, pues ellos son para nosotros Una legítima expresión de la frase que tanto gustaba repetir al Papa Juan Pablo II: «¡México, siempre fiel!». <
«Todos los tiempos son de martirio» --advierte San Agustín de Hipona (Sermón 6)-- pues, «todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución» (2 Tim 3, 12). Queridos hermanos: vivir plenamente nuestra entrega fiel y de todos los días a Cristo, y por amor Él a todos los hombres, implica muchos sacrificios y renuncias. No obstante, Cristo estará siempre dispuesto a darnos la fortaleza necesaria para poder servirlo y amarlo en nuestros hermanos, principalmente en los más desvalidos y necesitados de nuestro amor, comprensión y perdón.
8. Finalmente, estos 13 hijos fieles de la Iglesia, tenían otro rasgo en común. Además de su intensa vida eucarística, se distinguieron por su filial devoción a la Madre de Dios, en su advocación de Santa María de Guadalupe. La mayoría de ellos, como los otros santos mártires mexicanos ya canonizados, murieron con su nombre en los labios. A ella le pedimos su maternal protección, muy especialmente por todo el pueblo mexicano, al igual que por todo el continente, para que el entusiasmo se conserve y acreciente.
Junto a ella, la Madre de la Nueva Evangelización, damos gracias al Padre por estos nuevos beatos. De la misma manera, demos gracias por la Iglesia de México, que no deja de dar frutos de santidad. Que Cristo Rey, el buen Pastor, reine en cada uno y en todos nuestros corazones. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Santa María de Guadalupe! Amén.

El candidato secreto

Ratzinger, el candidato secreto /MARCO POLITI
El País, 30-01-2005;
Al otro lado del Tíber, en los palacios apostólicos, al abrigo de las murallas leoninas, soplan aires de bonanza. No se cambia, no se proyecta, no se propone. Cada vez que se abre la ventana del estudio del Papa, la multitud reunida en la plaza de San Pedro asiste al espectáculo desgarrador de un hombre que busca, luchando, aliento para las palabras. Un luchador prisionero de su cuerpo, que confía en Dios e ignora lo que le tienen reservado las estaciones venideras.
Hay desorientación en el gran cuerpo de la Iglesia universal. Incertidumbre sobre el futuro, inquietud por el inmenso vacío que habrá que llenar. Él, el papa Wojtyla, ya ha desvelado el misterio. "Algún día", escribió en su poema Tríptico romano, "volverá a reunirse en la Sixtina la estirpe a la que se ha confiado la custodia del legado de las llaves... cuando se presente la necesidad, después de mi muerte".
Joseph Ratzinger, el purpurado de 77 años que preside el colegio cardenalicio, nos ha confiado con emoción cómo era el ambiente del cónclave de 1978, del que surgió el nombre del pontífice polaco: "En las horas de la gran decisión estábamos expuestos a las imágenes de Miguel Ángel, insinuaban en nuestro alma la grandeza de la responsabilidad".

Los Siete Magníficos

El Espectador de Bogota, 3 de abril de 2005
Comenzó la batalla por la sucesión
Pulso de poder en el lecho/Gordon Thomas *
El final de Juan Pablo II estuvo reducido a esto: una habitación de 6 x 7 metros con un tapete de color pastel, un pie de cama que había traído de su Polonia natal hace muchos años y unos muebles que no serían admitidos, ni siquiera, en un hotel de tres estrellas.
La ventana más cercana a su cama fue herméticamente cerrada frente a los ojos de billones de católicos que oraban por su alma y de los curiosos lentes de las cámaras de los medios de comunicación de todo el mundo, que se apostaron a la entrada de la Santa Sede.
Pero ni siquiera el más poderoso micrófono hubiera podido recoger la lucha de poder que comenzó alrededor del lecho de enfermo del Papa. Los “Siete Magníficos”, como son conocidos en el Vaticano, se turnaron para estar en la cabecera papal y asegurarle que podía morir con la seguridad de que sus deseos, de ver el regreso del conservatismo religioso a la Iglesia, se cumplirían.
Cada uno, a su manera, le dijo que estaba rezando para disminuir las profundas divergencias de la Iglesia, las convicciones liberales y la fuerza de cambio que habían dejado a la institución seriamente dividida.
A cada Cardenal se le permitió permanecer solamente unos pocos minutos al lado de la cama. La costumbre del médico personal del Pontífice, el doctor Renato Buzzonetti, no toleró cambios. Ningún prelado se atrevió a pedirle momentos de más para susurrarle otras cosas al oído de Juan Pablo II.
Mientras tanto afuera, para la multitud que esperaba en la Plaza de San Pedro, sólo existía un nombre conocido. El de Joseph Ratzinger, guardián de la ortodoxia católica y mano derecha de Wojtyla. Los dos pusieron una puerta de hierro en la mente de todos aquellos que trataron de desviarse de la doctrina católica y de los estándares del comportamiento. Ratzinger fue el último en entrar a la habitación.
El primero fue el secretario de Estado, el cardenal Ángelo Sodano, quien siempre fue distante en el trato, pero que poco a poco se convirtió en uno de los más fieles sirvientes del Papa. Sodano era el equivalente al Ministro de Relaciones Exteriores, quien tenía la misión de hablar con los presidentes y primeros ministros de varios países y explicarles la visión papal en temas sensibles. Él también creía que podría servir mejor a la Iglesia si era elegido como el sucesor de Juan Pablo II en el trono de San Pedro. Estaba inquieto. Iba y venía, mientras alrededor del lecho papal la maquinaria de la Iglesia trabajaba constantemente para activar las medidas necesarias ya así mantener la muerte del Papa aislada.
Solamente una pantalla importaba: la del monitor que exhibía las señales de su corazón. El aparato mostraba que poco a poco Juan Pablo II se iba debilitando más y más y su fuerza quedaba reducida a apenas una débil señal de vida. El equipo de respiración artificial también estaba mostrando lo mismo. Los sensores que tenía pegados a su pecho y los líquidos que corrían por los tubos y agujas que tenía en cada brazo, corrían cada vez con más lentitud.
Para ambos, Ratzinger y Sodano, siempre hubo un escollo hacia el papado. Detrás de tanta cortesía externa existía una aversión mutua. A Sodano no le gustaban las maneras bruscas del cardenal bávaro. Y Ratzinger habría dicho en reiteradas oportunidades que Sodano teológicamente “se raja”.
Después de que Sodano se marchó de la habitación, su delegado, el arzobispo Leonardo Sandri, se coló en el dormitorio. Él es un sacerdote que durante mucho tiempo manejó las sutilezas del poder papal. Llegó en el momento justo, cuando podía unirse a la lectura de los 14 pasos del Vía Crucis, que el Papa pidió que le leyeran. Si Ratzinger es el “portero” del Vaticano, Sandri ha sido descrito por sus colegas como “el vigilante nocturno del lugar”.
En los corredores del poder en el Vaticano se susurra que Sandri votaría por Ratzinger para que fuera el próximo Papa. Otros menos amables dicen que lo hará, pero porque quiere quedarse con el cargo de Sodano.
Después de que Juan Pablo II escuchó el recital de la Tercera Hora de la liturgia, el cardenal Camillo Ruini llegó hasta su cama. El cura italiano, de 74 años, se ganó a pulso su rol de hombre de paz dentro de los dispares grupos del Colegio Cardenalicio. Él, después de renunciar a la esperanza de convertirse en Pontífice, se dio cuenta de que podía asumir el mismo rol que el cardenal Franz Koenig jugó en la sorprendente elección de Juan Pablo como Pontífice. No sería Papa, pero podría influir en la decisión.
Hay rumores de que, cuando el tiempo llegue en el próximo Cónclave, Ruini podría formar una alianza con Sandri, el cardenal de 62 años. En los últimos diez años, la suave voz de Sandri ha subido de tono rápidamente en la Curia bajo la tutela de Ruini.
El arzobispo Giovanni Lajolo precedió a Ratzinger, su aliado de mucho tiempo, en el cuarto papal. Lajolo no es visto como papable, pero sí es reconocido como el estratega de Juan Pablo II en la Curia. Él fue quien la rediseñó y quien en últimas ejercería la influencia más grande sobre todos. Éstos, entonces, fueron los hombres del genuino poder durante la agonía del Papa. A ellos específicamente fue los que pidió ver el Pontífice
“No vinieron juntos, pero sí llegaron en varios momentos”, dijo el vocero del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls. Detrás de sus palabras hay, sin duda, un rico significado: el comienzo de la lucha por el poder, que se intensificará en los próximos días.
A las puertas del cielo
A medida que se aproximaba su fin, sus doctores se retiraron brevemente de la cama mientras el confesor del Vaticano administraba los santos óleos al Pontífice. El cura tomó de su ropa un delgado recipiente que contenía aceite santo, le quitó la tapa y lo presionó contra su dedo pulgar. Luego puso su dedo sobre la frente del Papa, mientras murmuraba algunas oraciones. Un número no precisado de católicos han experimentado el mismo final para la absolución de sus pecados.
“Tiempo atrás el Santo Padre reconoció que no había que temerle a la muerte. Que más allá había vida. Él a menudo me decía que cuando el tiempo llegara, él moriría en paz”, me comentó Emery Kabongo, el primer cura negro en servir como secretario personal del Papa. Entonces como ahora, en esos momentos finales, Juan Pablo II estuvo totalmente calmado y en paz.
Después de la administración del sacramento, el equipo médico reasumió sus posiciones. Dos doctores, especialistas en resucitación, permanecieron cerca del carro que tenía el equipo de choque. Las medicinas que estaban ahí habían ayudado, la noche anterior, a aliviar la dolencia cardíaca que había marcado el principio del final de Juan Pablo II.
Dos especialistas en cuidados intensivos permanecieron al otro lado de la cama chequeando los monitores. Las señales parecían más lentas y débiles después del ataque cardíaco. De cuando en cuando, otro de los doctores se arrodillaba cerca del Pontífice para escuchar los sonidos de la menguante vida que llenaban su estetoscopio.
Entre tanto, el equipo médico había sostenido susurrantes conversaciones al otro lado de la cama. Las enfermeras, como los doctores, vestidos y enmascarados —para reducir el riesgo de infecciones—, esperaron la siguiente orden. De los bolsillos de sus batas sacaron rosarios para rezar.
Las miradas se concentraron entonces en el ayudante más viejo del Papa, el aparentemente infatigable y ciertamente el más poderoso hombre del Vaticano, el cardenal Stanislaw Dziwisz, principal secretario privado del Pontífice.
Su mirada destellante podría ser sólo vista a través de su máscara de cirugía. Cuando los labios de Juan Pablo II apenas se movieron, fue Dziwisz quien se arrodilló a su lado, e intentó descifrar lo que el Papa estaba tratando de decir.
Fue Dziwisz quien firmó los comunicados sobre el estado del Papa, que fueron enviados a todos los medios del mundo. En ellos el secretario privado aceptaba que la salud del Papa, que por tanto tiempo evitó comentar, inevitablemente declinaba. Sin embargo, los medios no quedaron satisfechos y los rumores sobre su muerte se hicieron cada vez más intensos en la prensa italiana.
Una vez que los doctores dijeron que la muerte se estaba aproximando, Stanislaw Dziwisz se mantuvo en la habitación del Papa, asumiendo que sería él quien daría la aprobación de apagar las máquinas cuando el tiempo hubiera llegado. Cuando las maravillas de la ciencia médica se agotaron, comenzó el otro ritual. Esa fue la forma en que el Vaticano preparó a Juan Pablo II para el mundo más allá de su dormitorio.
Una de las paredes estaba adornada con un impactante retrato de La Madonna, que fue puesto sobre el reclinatorio del Papa. Se lo habían regalado cuando se convirtió en sacerdote y él, a su vez, se lo heredó a Stanislaw Dziwisz.
Así como cuando murieron sus predecesores, la frente de Juan Pablo II sería golpeada, como es tradicional, con un pequeño martillo de plata. Tres veces antes de cada golpe, una pregunta será hecha en voz alta: “¿Juan Pablo II murió de acuerdo con los ritos de la Santa Iglesia Romana, Católica y Apostólica?”.
El obispo de Irlanda, John Magee, quien como secretario papal fue testigo del ritual del Papa Pablo VI y de su sucesor por corto tiempo, Juan Pablo I, alguna vez me dijo que encontraba ese ritual “profundamente conmovedor”.
Con la muerte formalmente establecida de acuerdo con los rituales de la Iglesia, las cortinas de la habitación se cerrarían, señalando el fin del primer Papa no italiano en 455 años.
¿Sería Juan Pablo II embalsamado para trasladarlo a la Basílica de San Pedro? Si así fuera decidido, ¿quién haría esa tarea? Sería Zega, la más grande funeraria de Roma, que ha hecho este ritual antes? O, ¿será una firma menos conocida? Más cierto es que la Casa de Gammerelli, la tienda de la ropa papal por más de dos siglos, vestiría a Juan Pablo II para su funeral.
Luego, vendrá el Cónclave para elegir a su sucesor. Pero para eso, el austero cardenal-secretario aseguró: “Mañana será otro día”.
* Thomas ha escrito más de cuarenta libros. Entre otros el best-seller “Pontífice” y “La conspiración de Jesús”.
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Posted on Mon, Apr. 04, 2005

Los 'Siete Magníficos' por la sucesión papal
Agence France Presse
BOGOTA
Un grupo de altos prelados, conocidos en el Vaticano como ''los Siete Magníficos'', comenzó la carrera por la sucesión de Juan Pablo II desde el mismo lecho del Pontífice enfermo, aseguró ayer en un periódico colombiano el escritor irlandés Gordon Thomas, autor de best sellers sobre intrigas en la curia romana como Pontífice y La Conspiración de Jesús.
''Los Siete Magníficos ... se turnaron para estar en la cabecera papal y asegurarle que podía morir con la seguridad de que sus deseos, de ver el regreso del conservadurismo religioso a la Iglesia se cumplirán'', sostuvo Thomas en un artículo exclusivo en la edición de El Espectador de ayer.
Thomas cita fuentes del Vaticano, entre ellas al portavoz papal Joaquín Navarro Valls, quien reconoció que los prelados mencionados por el escritor visitaron al Papa en las horas previas a su muerte.
Según el relato, ``a cada cardenal se le permitió permanecer solamente unos pocos minutos al lado de la cama. La costumbre del médico personal del Pontífice, el doctor Renato Buzzonetti, no toleró cambios. Ningún prelado se atrevió a pedirle momentos de más para susurrarle otras cosas al oído de Juan Pablo II''.
Los cardenales mencionados por Thomas son el alemán, Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano, y el vicario de Roma, Camilo Ruini.
Junto a ellos, Thomas mencionó como miembros de los ''Siete Magníficos'' al arzobispo argentino Leonardo Sandri, al secretario privado del Papa, Stanislaw Dziwisz, y al arzobispo Guiovanni Lajolo, secretario para las Relaciones con los Estados.
Thomas entregó además detalles de las últimas horas de Juan Pablo II y aseguró que el Papa tenía junto a su lecho ''un impactante retrato de La Madonna'' que le habían regalado cuando se convirtió en sacerdote y un pie de cama que había traído de Polonia.
''Una vez que los doctores dijeron que la muerte se estaba aproximando, Stanislaw Dziwisz se mantuvo en la habitación del Papa, asumiendo que sería él quien daría la aprobación de apagar las máquinas cuando el tiempo hubiera llegado. Cuando las maravillas de la ciencia médica se agotaron, comenzó el otro ritual. Esa fue la forma en que el Vaticano preparó a Juan Pablo II para el mundo más allá de su dormitorio'', concluyó.
Código: ZS05040404

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