El hijo que el Estado devolvió muerto
La película 'Sulla mia pelle' reconstruye en Venecia los últimos días de Stefano Cucchi, un joven que falleció en la cárcel días después de sufrir la paliza de unos policías..
Un fotograma de 'Sulla mia pelle'.
TOMMASO KOCH
El País, Venecia 29 AGO 2018 - 13:24 CDT
Giovanni Cucchi vio a su hijo Stefano por última vez en la sala de un tribunal. Le miró, y descubrió los tremendos moratones en su cara. “¿Qué te han hecho?”, le preguntó. “Abrázame, papá”, respondió el joven, antes de que se lo llevaran esposado, acusado de posesión y venta de droga. Hacia la cárcel, cierto. Pero, al menos, el Estado se haría cargo de él hasta el proceso, previsto un mes después. Sin embargo, el juicio nunca se celebró. Durante seis días, Stefano Cucchi cambió distintos calabozos y hospitales. Rebotado de un lado a otro, pese a sus heridas, su epilepsia y a dos vértebras rotas por la paliza que le propinaron los agentes que le detuvieron, según la última investigación judicial. Su familia nunca pudo visitarle, ni saber cómo estaba. Preguntó, insistió, nadie quiso contestar o atenderles. Finalmente, la noche entre el 21 y el 22 de octubre de 2009, el cuerpo de este joven romano, aparejador y toxicómano, dijo basta. Su padre, su madre y su hermana lo descubrieron a través de una escueta notificación de la autopsia. Un simple papel, para decir que Stefano nunca volvería, que las autoridades que se lo habían llevado ahora lo devolvían muerto.