Reflexión con respecto a las elecciones en Colombia.
Sin duda que Álvaro Uribe dejo tendido en el campo de batalla a muchos personajes e instituciones de la política colombiana.
Las elecciones fueron históricas no sólo por los resultados sino sobretodo porque se celebraron en un ambiente de paz y convivencia, un caso inédito en ese país debido a que en las últimas dos décadas han habido actos de violencia durante los comicios; y además, por la histórica votación de la izquierda, que se convirtió en la segunda fuerza política del país. La izquierda nunca había conseguido en Colombia más de 700,000 votos y esta vez obtuvo más de 2,5 millones.
Los perdedores fueron, sin duda, el ex presidente César Gaviria Trujillo (1990-1994), quien tras abandonar la secretaría de la Organización de Estados Americanos (OEA) regresó a Colombia para ponerse al frente del Partido Liberal; el ex presidente Alfonso López Michelsen (1974-1978); el ex ministro Horacio Serpa Uribe, tres veces candidato presidencial de esa colectividad, y tres veces derrotado; Antanas Mockus, dos veces alcalde de Bogotá, y quien apenas obtuvo 146 mil votos (1.24% del total), y según algunos analistas consideran que también las denominadas Fuerzas Armadas de Colombia(FARC).
Y en efecto, las FARC surgidas originalmente en 1964, según palabras de "Raúl Reyes", su principal vocero, "como organización política armada contra el Estado colombiano", invitó a votar contra la reelección y sostuvo que "mientras Uribe sea presidente no habrá posibilidad de intercambio humanitario", que permita la liberación de cientos de secuestrados a cambio de subversivos encarcelados.
Pero las FARC dieron muestra de no haber impedido la votación pudiendo hacerlo. Eso es positivo.
Las FARC han extendido su radio de acción a países vecinos, y son frecuentes las escaramuzas en las fronteras con Ecuador, Venezuela, Panamá y Brasil. Al margen de su comprobada presencia "diplomática" en Venezuela, Paraguay, Chile, México y algunos países europeos, como Suiza.
Juan Gabriel Uribe, director del periódico El Siglo, se pregunta: "¿Se sentirán las FARC derrotadas? ¿Entenderán la votación récord de Uribe como un mensaje en contra de la guerrilla y la posibilidad de una salida negociada al conflicto? ¿La reelección de Uribe llevará a esa organización subversiva a reconsiderar su decisión de no dialogar con esta Administración? ¿Cómo evaluará la cúpula insurgente el impacto que a nivel andino, continental y mundial, tendrá la contundente reelección de Uribe y su estrategia de ‘mano dura’ contra el terrorismo?
Por otra parte, la gran incógnita, por ahora, es el futuro de los 30 mil paramilitares que han entregado sus armas, "enemigos a muerte" de las FARC.
Un editorial de El periódico madrileño El País se pregunta: ¿Y ahora que hacer en su segundo mandato de Álvaro Uribe?
A lo que responde: "Proseguir la ofensiva contra las FARC...y ofrecerles negociaciones de paz, pero sólo desde una posición de fuerza, a las que no es nada seguro que respondan positivamente los terroristas del narco, que se hacen pasar cada vez con menos éxito por marxistas; completar la desmovilización de los paramilitares, haciendo, aunque sólo sea pro forma, que alguno pague los crímenes nefandos de los que tantos son responsables; iniciar o llevar a cabo otra reintegración a la sociedad,
la del ELN, guerrilla ex maoísta y todavía cristiana, que hoy parece desligada de las FARC; y si hay suerte, vida y medios, atacar el bacilo de la pobreza -el 50% del país-, que parece inmune al crecimiento macroeconómico". No coincido que la negociación deba ser desde una posición de fuerza, sobtretodo cuando los paramiliotares no han cumplido con la ley.
Pero resurgen paramilitares en combate con las FARC.
Un grupo denominado Nueva Generación (NG) compuesto por supuestos paramilitares, enfrentó el viernes y sábado (26 y 27 de mayo)- a dos días de las elecciones- a una columna rebelde que dio muerte a ocho rivales en un acción que saca a flote nuevas dudas sobre la desmovilización real de grupos ilegales de extrema derecha.
El combate se registró en las cercanías del municipio de Policarpa, a 510 kilómetros al suroeste de Bogotá, entre un grupo de las FARC y el frente NG de los paramilitares.
El comandante operativo de la Policía, general Alberto Ruiz, calificó a los supuestos paramilitares como "criminales emergentes...,denominado Nueva Generación".
Según Ruiz, "la pelea es por el poder del narcotráfico... las FARC no van a ceder esos terrenos por nada del mundo y lucharán hasta la muerte por esos territorios". "Esta guerra..., es por territorio y espacio para recuperar zonas de narcotráfico".
No se descarta que haya habido más víctimas que no pudieron ser encontrados en virtud de que "suelen irse con sus muertos y heridos".
Los enfrentamientos se dieron en el departamento de Nariño, en el sur, fronterizo con Ecuador y con el océano Pacífico; lugar productor y exportador de cocaína.
Tras los combates dos batallones -300 hombres- del ejército de contraguerrilla y un escuadrón de la policía antinarcóticos emprendieron la persecución de ambos grupos armados.
El presidente Álvaro Uribe presume de haber desmovilizado a más de 30,000 paramilitares en un proceso de paz, empero, la misión de la Organización de Estados Americanos ha denunciado que algunos paramilitares desmovilizados están formando nuevos grupos armados al margen de la ley.
De último: El día de ayer, presuntos guerrilleros de las FARC interceptaron cinco vehículos en una carretera del norte de Colombia y los incendiaron sin causar víctimas.
El ataque de los guerrilleros que dijeron pertenecer al Frente 41 de las FARC se registró en la tarde del martes cerca del municipio de Manaure, a 500 kilómetros al norte de Bogotá.
Los guerrilleros, que vestían uniformes militares, prendieron fuego a los vehículos en protesta por la victoria del presidente Álvaro Uribe en las elecciones del pasado domingo.
En un comunicado emitido la semana pasada con motivo del 42 aniversario de las FARC, el Secretariado de la guerrilla daba por descontada la victoria de Uribe por lo que consideró necesario intensificar la lucha armada.
"Es necesario retomar con mayor contundencia la lucha generalizada del pueblo, los paros y bloqueos de carreteras, las marchas campesinas e indígenas, el desafío al terrorismo de Estado en campos y ciudades, para poner fin a los desafueros del poder", dijo la cúpula de la guerrilla.
Afortunadamente el gobierno del presidente Uribe anunció ayer martes que dará pasos para entablar negociaciones de paz con las FARC, interrumpidas desde febrero de 2002, cuando el entonces presidente Andrés Pastrana acusó a la guerrilla de dilatar los diálogos para fortalecerse militarmente.
Por otro lado, el periódico el Tiempo, informa de la localización y destrucción de seis campamentos de las FARC en territorio ecuatoriano, realizadas por el Ejército del Ecuador entre el 6 y el 12 de mayo.
Según las autoridades ecuatorianas, los indicios que la guerrilla dejó allí muestran que los campamentos fueron usados en los últimos seis meses por unos 1,000 hombres y mujeres de las FARC, que pasaron la línea fronteriza de modo intermitente.
Señala El Tiempo que "el gobierno ecuatoriano se ha resistido a involucrarse en el conflicto colombiano y a realizar operaciones militares conjuntas. Pero, desde entonces, admite que para ‘blindar’ la frontera no basta la acción de la fuerza pública colombiana. En consecuencia, envió a la zona 7,000 efectivos, según el anuncio hecho entonces por el ministro de Defensa ecuatoriano, Oswaldo Jarrín. Así, Ecuador atendió, en buena hora, el reiterado requerimiento colombiano de cooperar en la vigilancia de la frontera."
El de la foto de arriba es Manuel Marulanda Vélez, alías Tirofijo, jefe de las FARC quien ha dicho que no habrá acuerdo con Uribe y mucho menos durante el proceso electoral, lo dijo en febrero, con las elecciones de hoy quizá las cosas cambien.
La foto es de la revista Semana en el reportaje Tres días con Tirofijo febrero 2006.
Tirofijo, dijo que no habrá acuerdo humanitario con el presidente Álvaro Uribe y mucho menos durante el proceso electoral.
