16 abr 2008

Bilal Hussein, libre al fin

El Ejército de EE UU ha puesto en libertad a Bilal Hussein, fotógrafo iraquí de la agencia Associated Press, ganador del premio Pulitzer, después de tenerlo dos años y cuatro días bajo custodia.
Hussein, de 36 años fue arrestado en 2006 en Ramadi acusado de colaborar con la insurgencia iraqui, y una de las supuestas pruebas alegadas en su momento para determinar la culpabilidad del fotógrafo hoy liberado fue que llegara siempre sospechosamente pronto a los lugares donde se cometían atentados.
Otra de las sospechas era que poseía material para fabricar bombas y que conspiraba con los milicianos. Nunca se celebró un juicio para determinarlo ni se presentaron cargos.
Gran parte de los 23,000 detenidos por EE UU en Irak no está acusada formalmente de delito alguno, informa Reuters. En el caso de los periodistas, "esto permite al Ejército eliminarlos del campo de acción, encerrarlos y no tener que explicar por qué", denuncia el presidente de una organización profesional.
Recomiendo el siguiente reportaje sobre su caso:
Cuando el periodista es el enemigo/por John Carlin*
El Gobierno de EE UU pide que los medios "retiren" a sus periodistas iraquíes
El PAIS, 11/02/2008;
La agencia de noticias Associated Press (AP) es una institución tan quintaesencialmente estadounidense como Walt Disney, General Motors o Boeing. A tal grado que, con sus 243 oficinas en todo el mundo y con clientes en 121 países, ha sido acusada en repetidas ocasiones de ser un instrumento de propaganda del "imperialismo yanqui". Pero ya no. Hoy se ha convertido en otro enemigo más del Gobierno de George W. Bush en su guerra global contra el terrorismo.O así lo entiende, al menos, el presidente y consejero delegado de la AP, Tom Curley, padre de familia de 59 años que anteriormente fue presidente y fundador de otra venerable institución, USA Today, el diario de mayor venta de Estados Unidos.En abril del año pasado, Curley participó en un coloquio en el Museo de Televisión y Radio de Nueva York al que también asistió Brian Whitman, el portavoz del Pentágono. Whitman mantuvo que en Irak existían muchos casos de organizaciones mediáticas internacionales que habían empleado, sin saberlo, a nativos que pertenecían a la insurgencia y que representaban una amenaza para los militares estadounidenses. El portavoz dijo que estos individuos debían ser retirados de los campos de batalla.
Las declaraciones provocaron gritos de indignación de parte del público, entre ellos de Tom Curley, quien se sintió directamente aludido. Un fotógrafo iraquí de la AP, Bilal Hussein, fue detenido por el ejército norteamericano el 12 de abril de 2006 bajo sospecha de pertenecer a un grupo terrorista. Permanece encarcelado hoy, junto a los otros 24,000 presos sin cargos que EE UU mantiene en Irak, y todavía no se le ha acusado formalmente de nada. Su pecado, según entiende la AP, fue haber tenido contactos entre los insurgentes armados, de algunos de los cuales hizo fotos, y de llegar con sospechosa rapidez a lugares donde se había llevado a cabo un atentado.
Curley, enfurecido por las declaraciones del hombre del Pentágono, prometió que el día que Hussein saliera de la cárcel "seguirá trabajando para la Associated Press" porque los argumentos utilizados por las fuerzas armadas para favorecer la tesis de que Hussein era un terrorista eran "tonterías sin sentido". La verdad, dijo Curley, era que la información transmitida por periodistas honestos como Hussein de la atroz realidad iraquí, del "descontrol" que hay en las peores zonas de conflicto, ponen en evidencia la engañosa visión triunfalista que el Gobierno de Bush pretende que vea el pueblo. Por eso, continuó, "el meollo de la cuestión no es Bilal Hussein". "Él es una víctima inocente. El meollo de la cuestión es la Associated Press. Nosotros somos el objetivo. La libertad de prensa es el objetivo".
Lo que la libertad de prensa significa es el derecho a dar una visión amplia, sin límites y, dentro de lo posible, equilibrada de los hechos. Esto requiere que los periodistas publiquen los puntos de vista de todas las partes involucradas.Pero ¿tiene razón el Gobierno norteamericano en creer que los mismos criterios no se deben de aplicar en Washington y en Irak? ¿Se deben suspender los derechos del periodista cuando trabaja en una zona de guerra? "Si la pregunta es si considero que para hacer nuestro trabajo debemos de mantener contactos con los que algunos consideran los malos, mi respuesta es, de la manera más inequívoca, que sí", dice Ray Bonner, veterano periodista que ha trabajado en zonas de conflicto de todo el mundo. "Proponer que no deberíamos de hablar con todos los bandos es, sencillamente, ridículo", añade.
Bonner, que ha trabajado de corresponsal durante 30 años para The New York Times y la revista The New Yorker, propuso la siguiente hipótesis: "¿Si a un periodista estadounidense hoy le fueran a ofrecer una entrevista con Osama Bin Laden debería de responder que muchas gracias, pero no? ¿Debería de temer que si dijera que sí le arrestarían por sospechosa cercanía al enemigo? Obviamente no. Obviamente conocer la opinión de Bin Laden, por más malo que se le considere, sería de interés tanto para los lectores como para el Gobierno de Estados Unidos".El Gobierno de Israel parece entender esta sencilla lógica mejor que su aliado norteamericano. "Si los israelíes lo hubieran deseado podrían fácilmente haber argumentado que yo mantenía relaciones sospechosamente fraternales con el enemigo", dice Chris McGreal, corresponsal del Guardian en Jerusalén entre 2002 y 2006. "Hablaba con mucha frecuencia con los líderes políticos de Hamás, y con miembros de su brazo armado, los que estaban llevando a cabo ataques suicidas en Israel. También hablaba con Yasser Arafat y la Brigada de los Mártires de Al Aqsa. Así que no les hubiera costado mucho acusarme de estar asociado con los terroristas".
Pero no lo hicieron, y eso a pesar de que McGreal fue visto por muchos como un periodista propalestino. Escribió, por ejemplo, un artículo muy polémico en el que comparó la situación de los palestinos de hoy con la de los negros surafricanos bajo el apartheid, aunque interesantemente el artículo provocó más furor en EE UU que en Israel."Lo que ocurrió fue que los israelíes entendieron que hablar con Hamás y la gente de Arafat era mi trabajo, del mismo modo que era el trabajo de los diplomáticos extranjeros basados allá", explica McGreal, que cubrió también las guerras de Centroamérica en los años ochenta, el genocidio de Ruanda de 1994, y sigue hoy cubriendo las guerras que se libran en el continente africano. "Es el deber de los periodistas y los diplomáticos conocer a gente con la que no está necesariamente de acuerdo, o incluso con la que está seriamente en desacuerdo, con el fin de entender qué es lo que les impulsa. Es la única manera de poder llegar a la verdad. Los israelíes eran inteligentes. Lo entendían y ni siquiera intentaban impedir que te reunieras con los del otro lado".
El problema surge cuando la gente en el poder tiene la mentalidad de que, como diría George W. Bush, "el que no está con nosotros, está en contra". "Esto lo vemos repetidamente tanto con los periodistas como con los grupos de derechos humanos", opina Steve Crawshaw, actual ejecutivo de Human Rights Watch en Nueva York, corresponsal del Independent en los Balcanes a principios de los noventa. "El problema es que en todos los conflictos todas las partes se ven a sí mismas como las víctimas. Para ese tipo de mentalidad, el conflicto se reduce, entonces, a un choque entre los buenos y los malos y si, por ejemplo, escribes algo que saca a la luz una atrocidad que se ha cometido contra los malos, no dudan en acusarte de ser su cómplice".
La reacción del Gobierno de EE UU en el caso de Bilal Hussein no representa nada nuevo. Ray Bonner se enfrentó a la misma mentalidad a principios de los ochenta cuando cubría El Salvador para The New York Times. No lo detuvieron, pero, debido a la insistencia con la que denunciaba abusos por parte del Gobierno aliado de Estados Unidos en aquellos días, el Departamento de Estado presionó duramente al periódico para que lo retirara de El Salvador, acusándole de haberse identificado con la guerrilla marxista.
"Es verdad que salía con la guerrilla a las zonas de combate", dijo Bonner. "Suponía que mis lectores y mis editores querrían saber de esto. ¿Significaba esto que compartía su visión política o que estaba con ellos en la lucha? ¡Claro que no! Deberíamos siempre intentar ver y transmitir lo que piensa el otro lado".
En cuanto al caso del fotógrafo iraquí, Bonner dice que no conoce los hechos. "Pero lo que sí digo es que si estaba haciendo su trabajo, lo cual con toda seguridad significaba tener algún tipo de relación con los que para un lado eran los enemigos, entonces lo que ha pasado está muy mal. No es sólo una cuestión de principios. Se trata de lo que el público quiere, o al menos debería querer, saber. Que te metan en la cárcel por hacer tu trabajo... ¡Estamos mal!".
Mal porque si el mismo criterio que los estadounidenses han aplicado a Hussein se extendiera a todos los periodistas que han trabajado en guerras, los mejores profesionales de la AP, del New York Times, de Le Monde, The Guardian y EL PAÍS hubieran pasado por la cárcel también. Como dijo Santiago Lyon, el jefe de fotografía de la AP, en un discurso que dio sobre el caso Hussein: "Lo que en cualquier otro lugar sería considerado como buen periodismo, de repente se convierte en comportamiento sospechoso".
En cuanto a periodistas nativos en Irak, como Hussein, merecen especial respeto y protección, según un fotógrafo norteamericano que ha trabajado allá pero que pidió que no se diera su nombre. "Son ellos los únicos que realmente cubren la noticia, y en condiciones de peligro extremo, ya que han muerto más de 100 periodistas en Irak desde la invasión norteamericana. Son considerados muchas veces como enemigos tanto por los militares de Estados Unidos como por el Gobierno de Irak; tanto por la población civil como también por la insurgencia, que en algunos casos tiene la política de asesinar a periodistas iraquíes que trabajan para medios extranjeros".
A eso se suma otra dura realidad: que mientras los corresponsales extranjeros en lugares como Irak vuelven, por definición, a sus cómodas casas en Europa o Estados Unidos, los nativos siguen viviendo ahí, sufriendo las que pueden ser las consecuencias mortales de su compromiso profesional.
"Pero, a pesar de todo esto, nuestros periodistas iraquíes perseveran en el intento de contar la historia de su país", dijo Lyon, que tiene prohibido por razones legales hablar públicamente sobre el caso hoy. "Perseveran hasta que los paran. Y a este hombre [Bilal Hussein], lo han parado. Le han prohibido contar la verdad; le han prohibido ser periodista. Inaceptable".Un premio Pulitzer en la cárcelBilal Hussein, de 36 años y oriundo de la ciudad de Fallujah en la provincia de Anbar, fue contratado como fotógrafo por la Associated Press (AP) en el verano de 2004. Más del 90% de los 200 empleados de la AP en Irak son iraquíes, debido al peligro permanente de muerte o secuestro que corren los periodistas de aspecto extranjero en las zonas de conflicto.
La contratación de Hussein fue, para la AP, un acierto. Sus fotos formaron parte de una serie que ganó el Premio Pulitzer de 2005. Lo que no sabía el fotógrafo en aquel momento fue que este reconocimiento acabaría siendo su maldición. Blogs de la derecha neoconservadora norteamericana empezaron a fijarse en él, a acusarle abiertamente de colaborar con la insurgencia. Si no, argumentaban, ¿cómo se explicaba que los terroristas le permitieran que les hiciera fotos?, ¿o la regularidad con la que llegaba el primero a los lugares donde se había llevado a cabo un atentado?
Michelle Malkin, que aparece con frecuencia en la cadena de televisión de derechas Fox News, cuestionó en su blog en abril de 2005 -un año antes de la detención de Hussein- "la relación" de la AP con "los terroristas yihadistas", ya que algunas de las fotos ganadoras del Pulitzer demostraban la sospechosa rapidez con que los periodistas habían llegado a la escena de los atentados.
Otros blogs con los que el de Malkin tiene enlaces fueron más directos. El Premio Pulitzer, otorgado a terroristas, tituló uno. Un par de días después empezó a aparecer el nombre de Bilal Hussein, identificado de manera inequívoca como "terrorista" por los blogs con los que Malkin comparte criterio.Según Scott Horton, otro de los abogados de Bilal Hussein, existe una conexión clara entre Malkin y el Gobierno de Bush. Horton, que mantiene que se ha perseguido a Hussein para dar "un ejemplo" al resto de los medios en Irak, escribió hace dos meses en la revista norteamericana Harper's que blogs como el de Malkin han sido utilizados "como puntos de diseminación de información sobre el caso por altos funcionarios del Pentágono".
Según Horton, los motivos de la detención del fotógrafo fueron idénticos a los que condujo a los bloggers neoconservadores a sospechar de él. Horton citó a una fuente en el Pentágono que le confesó que las supuestas pruebas contra Hussein eran "extremadamente débiles", pero que "después de más de año y medio de tener a este hombre preso no era posible sencillamente dejarle en libertad, porque eso sería reconocer que se había cometido un error".
La Associated Press está convencida, tras una intensa investigación interna, de que, más que débiles, las pruebas contra Hussein son inexistentes. Entre otras cosas, porque hicieron un repaso exhaustivo de todas las fotos que hizo Hussein durante los dos años que trabajó para la agencia y constataron, según ellos, la falsedad de las conclusiones a las que habían llegado el Pentágono y las Michelle Malkin de turno. Sólo un ínfimo porcentaje de las fotos de Hussein retrataban a insurgentes armados, y sencillamente no era verdad que llegara él "con sospechosa regularidad" a la escena de los atentados antes que otros fotógrafos.
Lo que nadie discute es que Hussein tuvo un cierto grado de relación con iraquíes pertenecientes a algunos de los grupos armados que se oponen a la ocupación norteamericana. La ironía, según fuentes bien informadas que hablaron con EL PAÍS, es que los terroristas con los que aparentemente tuvo lazos más estrechos pertenecen hoy a una organización llamada Despertar creada en abril del año pasado para combatir a los "extranjeros de Al Qaeda". Este grupo no sólo cuenta con el beneplácito del Gobierno iraquí, sino que recibe apoyo de Estados Unidos.
Abogados estadounidenses contratados por la agencia para representar al fotógrafo se han quedado atónitos no sólo ante la falta de pruebas serias en contra de su cliente, sino también por lo que interpretan como las maniobras de las autoridades militares para entorpecer sus intentos de brindar a Bilal Hussein una defensa justa, acorde con los cánones del sistema legal de Estados Unidos.Tras estar detenido sin cargos durante 19 meses, Hussein compareció el mes pasado ante un juez iraquí a instancias de las fuerzas de ocupación norteamericanas. El juez está determinando en este momento si existen pruebas suficientes para que Hussein sea sometido a juicio. Según el secretario de prensa del Pentágono, Geoff Morrell, sí las hay, y son "convincentes e irrefutables". Bilal Hussein, declaró Morrell, "representa una amenaza a la estabilidad y la seguridad en Irak".
El problema es que, como agregó Morrell, estas pruebas no se pueden revelar aún a los abogados de Hussein, lo cual les obliga, como dijo una de ellos, "a trabajar a ciegas". Dave Tomlin, uno de los abogados que hoy representa al fotógrafo, ha acusado a las fuerzas armadas de colusión en "una farsa judicial" y, al mismo tiempo, de "jugar con el futuro de un hombre y quizá con su vida", ya que si el caso llegara a juicio y se lo encontrara culpable, podría ser condenado a muerte.
John Carlin es periodista británico, Premio Ortega y Gasset al mejor trabajo de reportaje en 2000 por Viaje por la emigración, ha sido corresponsal para el diario británico The Independent en México y Centroamérica, Suráfrica y Estados Unidos.Sus primeros pasos en el periodismo los realizó en el Buenos Aires Herald. Posteriormente colaboró con la BBC y The Times, donde destacó por su gran conocimiento de Latinoamérica.De madre española y padre británico, Carlin escribe desde hace tres años para EL PAÍS

El Guernica

La razón de Picasso/Jorge Edwards
Publicado en EL PAÍS, 15/04/2008;
Veo una vez más el Guernica de Pablo Picasso, pero veo, sobre todo, y no había tenido oportunidad de verlo antes, un conjunto de bocetos, estudios, retratos, que prepararon la obra y después la continuaron, como si hubieran quedado cabos sueltos, como si la fuerza dramática de ese momento terrible, de ese cráter de 1937, de los primeros meses de la guerra civil española, hubiera seguido vivo y en acción en la mente del artista. Nos encontramos con cabezas de mujeres que sostienen en los brazos a un hijo recién muerto y que son lo más dramático, lo más conmovedor, lo más desgarrado de la pintura contemporánea. Picasso captaba el grito en su nacimiento, en su raíz misma, humana y desesperada, en alguna medida inhumana.
Por eso Picasso es Picasso, me digo. No hay vuelta que darle. El malagueño captó algo esencial: un drama que comenzó en España, que tuvo su expresión más aguda, evidente, escandalosa, en el bombardeo de Guernica, y que fue anunciador de una ola de barbarie que se extendió después por toda Europa, que llegó a casi todo el resto del mundo. Por momentos, los retratos y los bocetos de Picasso me hacían recordar la imprecación nerudiana: Venid a ver la sangre por las calles. Los jóvenes y los menos jóvenes, los académicos y sus familiares, pueden criticar en Neruda todo lo que quieran, pero ocurre que el poeta, como el pintor, sabían distinguir el grano de la paja. El chileno instalado en el Madrid de la guerra tenía una visión segura de lo esencial, como el otro Pablo. La inspiración a veces, en sus años maduros, le flaqueaba, la musa tenía sus etapas de somnolencia, pero las culminaciones de su poesía, sus cumbres, sus encrucijadas vitales, no se pueden negar de buena fe. Desconocerlas es un error crítico y, además de eso, un error histórico.
Después de contemplar con detenimiento el Guernica y la impresionante constelación de dibujo y de pintura que terminó por rodearlo, uno concluye que Picasso, con todos los caprichos que uno quiera, supo estar en su siglo y entenderlo a fondo. El gran cuadro, con su necesario gran formato, es un alegato feroz contra el crimen inútil, contra el bombardeo de la ciudad indefensa y la muerte de niños inocentes.
Mi visita al museo madrileño coincide con los debates parlamentarios de la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero en su segundo Gobierno. Y la coincidencia no deja de ser significativa: la emoción de la pintura, aunque pueda parecer extraño a primera vista, no está del todo desvinculada de la reflexión política de hoy. Si la mirada de un chileno puede ayudar a ver el fenómeno de esta manera, con esta perspectiva, no está mal que así sea. Porque uno de los elementos centrales del debate político de la España de hoy, y, por lo demás, el de la España de todos estos años, es el terrorismo de ETA, y es el problema del independentismo vasco en su conjunto.
Y no olvidemos que en este prolongado y complicado asunto, en este nudo gordiano de la vida española, la ciudad de Guernica es uno de los puntos geográficos más sensibles: el lugar de la antigua tradición, de creencias que se remontan a la Edad Media, del árbol sagrado. El bombardeo por los aviones de Hitler, con el consentimiento de las autoridades del lado nacional, no era, ni mucho menos, un acto gratuito, un mero descuido. Uno, desde fuera, aunque haya leído muchos libros y escuchado muchas cosas, no se siente completamente autorizado para opinar. Pero hay una primera reflexión inevitable: el nacionalismo vasco viene de muy atrás y es el producto de experiencias traumáticas, decisivas.
Nosotros, en Chile, tuvimos a muchos exiliados de la guerra civil, pero a veces nos olvidamos que también recibimos a exiliados de las guerras carlistas del siglo XIX y a una ola de emigrantes vascos del siglo XVIII. Entramos, entonces, en una intrincada contradicción: se nos presentan fenómenos del pasado que podrían permitir entender, al menos en alguna medida, con todas las reservas imaginables, las reacciones más extremas del nacionalismo vasco. En apariencia, por lo menos: desde un examen más minucioso y desapasionado.
Pero analizamos el fenómeno del terrorismo en todas sus formas y en todas sus consecuencias, y vemos que las reacciones emocionales, de resentimiento nacional, de venganza, son perfectamente irracionales, bárbaras, ciegas: productos de una insensibilidad moral y de una cortedad intelectual. Porque ese dolor de las mujeres de Picasso, esos ojos desorbitados, esas bocas que claman al cielo, si entendemos que todo gran artista tiene en su mirada un elemento profético, de anticipación, también representan a las víctimas y a las madres de las víctimas del terrorismo etarra y, si es por eso, a las de cualquiera de los terrorismos contemporáneos. Una cabeza de mujer arrasada, destruida por un dolor incomprensible, de la mano de Picasso, es el equivalente de la fotografía contemporánea de Ingrid Betancourt deprimida hasta la médula de su espíritu y encadenada en la selva colombiana. La denuncia de Picasso, ahora, se lee con otros ojos y sobre la base de otra experiencia histórica. Y toda expresión artística tiene que mirarse así: para nosotros, los de ahora, y para nuestra circunstancia. Además, hay que mirar con profunda atención al Picasso del dolor desgarrado, de la rabia, sin olvidar nunca al otro: el del hombre que lleva un cordero, el de la noble cabeza de un luchador por la paz. Así se enriquece el sentido del Guernica, y también, con el permiso de ustedes, el de España en el corazón. A partir de esta doble o esta triple lectura.
Sigo, entretanto, el debate de la investidura parlamentaria y me quedo, después de haberme asomado durante tan largos años a la vida española, con una sola impresión, impresión, eso sí, más o menos clara. El Gobierno anterior fue de acritud generalizada, de recriminaciones mutuas que no terminaban nunca. A veces tuve la impresión de que la España del consenso, la que conocí y celebré en los años que siguieron a la muerte de Franco, la que después inspiró en una medida no menor la transición chilena, se había terminado. El Gobierno intentó negociar con la ETA y no consiguió resultados. No creo, por mi parte, que parlamentar, dialogar incluso con el diablo, sea un error en sí mismo, de por sí. Al fin y al cabo, los ingleses y los irlandeses lo hicieron y consiguieron resultados importantes. El error, quizá, consistió en negociar sin tener una retaguardia férreamente unida, negociar en medio de la recriminación, de la acritud de que hablaba antes.
Ahora la palabra consenso se escucha de nuevo con frecuencia, y parece que todos, tirios y troyanos, se han puesto pactistas de la noche a la mañana. A mí me parece perfectamente bien. No hago cálculos desabridos sobre la parte de táctica y la parte de convicción que interviene en todo esto. Se vislumbra en algún lado la síntesis de las mujeres con los hijos muertos, del hombre del cordero, de los arlequines. Y me quedo con la impresión vaga, pero reconfortante, de que ha ganado la partida Pablo Picasso.

Cuba

¿Amanecer cubano/Óscar Espinosa Chepe, economista y periodista independiente cubano Publicado en EL PAÍS, 16/04/2008;
Las posibilidades del comienzo de un proceso de cambios en Cuba se reforzaron con el ascenso del general Raúl Castro a presidente de los consejos de Estado y de Ministros en la sesión constitutiva de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 24 de febrero pasado. El general recibió un país casi en bancarrota, fragmentado y prácticamente paralizado en el tiempo. Y esto ocurría cuando la ciudadanía mostraba apreciables signos de descontento, incluidos segmentos obreros y estudiantiles constituidos por personas políticamente seleccionadas. Así que Raúl Castro, un hombre con credenciales de racional y pragmático, está obligado por las circunstancias a iniciar un proceso de cambios económicos que detenga el constante deterioro de la sociedad e impulse su recuperación y progreso.
Los discursos pronunciados por él desde mediados de 2006, en particular el 26 de julio pasado, crearon esperanzas en la población sobre una apertura que ayude a finalizar gradualmente las penurias diarias y saque al país del marasmo en que se encuentra. Su intervención en la Asamblea confirmó esa tendencia, al anunciar una radical reforma de la disfuncional estructura institucional del país mediante la reducción de los organismos de la administración central del Estado y una mejor distribución de sus funciones. Esto debería disminuir los enormes gastos burocráticos actuales y propiciar una más eficiente gestión, si las transformaciones redujeran la apreciable intromisión de los órganos del Estado en los asuntos de las empresas y la vida de los ciudadanos; una descentralización que contribuya a la solución de muchos problemas a nivel de municipios e instancias inferiores.
El 24 de febrero, el nuevo presidente se pronunció por eliminar las muchas prohibiciones impuestas al pueblo, empezando por las más sencillas. En las semanas posteriores se han tomado medidas acordes con esa promesa que, aunque insuficientes, podrían significar el comienzo de un proceso de apertura económica. En tal sentido, se autorizó la venta libre de computadoras, DVD, bicicletas y ollas eléctricas, y otros equipos electrónicos; el acceso a la telefonía móvil, el alojamiento en hoteles y el alquiler de automóviles, así como la creación de algunas tiendas especializadas para herramientas agrícolas.
El gran inconveniente de esas medidas es que se ejecutarán en pesos convertibles, llamados CUC, muy difíciles de obtener por la mayoría de la población, aunque llama la atención que en La Habana y algunas zonas del país se observen significativas ventas de determinados equipos como DVD y ollas eléctricas entre otros.
Como cuestión adicional, se permitirá la adquisición en cualquier farmacia de los medicamentos recetados, que anteriormente tenían que comprarse en las asignadas a cada médico, usualmente próximas a los hospitales o consultorios.
Con la excepción del término de la prohibición para tener teléfonos móviles, el resto de las medidas no fueron anunciadas por la prensa nacional. Se han ejecutado sin mediar información alguna, quizás por no querer reconocer públicamente la existencia durante años de imposiciones absurdas.
Por otra parte, altos cargos del Gobierno han anunciado la entrega masiva en usufructo de tierras ociosas a los campesinos para su explotación, lo cual sí constituiría una reforma sustancial. Por supuesto, habrá que esperar explicaciones oficiales adicionales para conocer su alcance. Se ha sabido que a nivel municipal se están creando dependencias encargadas de su ejecución, lo cual denota el propósito de descentralizar las gestiones gubernamentales.
Estas medidas podrían ser muy importantes, ya que Cuba importa actualmente el 84,0% de los alimentos, aunque más del 50,0% de las tierras cultivables estén ociosas o altamente subutilizadas, mientras los campesinos individuales que sólo poseen el 18,0% de las tierras cultivables producen cerca del 60,0% de los productos agropecuarios, a pesar de todas las limitaciones a que están sujetos.
Se destaca el llamamiento de Raúl Castro, en su toma de posesión, a trabajar hasta lograr que el salario recupere su papel y el nivel de vida de cada cual esté esencialmente en relación directa con los ingresos percibidos por el esfuerzo laboral. Todo esto evidentemente está vinculado a la reevaluación del peso cubano y la eliminación de la doble circulación monetaria, que tanto daño causa a la economía cubana. Esos objetivos serían alcanzables con una visión económica integral, como él señaló, donde entre otros aspectos se acometan reformas estructurales y de conceptos liberadoras del hoy encadenado potencial productivo, con la debida adecuación de los sistemas salarial y de precios.
Esto debería acompañarse de una racional política de subsidios, a fin de elevar la riqueza a distribuir mediante el incremento de la pobre productividad y la baja eficiencia económica existentes, en un marco de control efectivo de la masa financiera circulante para hacerla corresponder con la oferta de bienes y servicios.
La población ha reaccionado con optimismo cauteloso, aunque algunos ciudadanos muestran escepticismo. Es lógico, debido a las muchas ocasiones en que se levantaron expectativas de cambios, luego frenados y revertidos. Objetan que las ventas de artículos se realicen en moneda convertible, pues limita las compras y el acceso a los hoteles fundamentalmente a quienes reciben remesas del exterior, trabajan en el sector emergente constituido por empresas de capital mixto, embajadas y el turismo o negocian en el mercado negro, y a campesinos relacionados con productos generadores de altos dividendos. Además, critican que hayan existido esas prohibiciones irracionales durante tantos años.
No obstante, las opiniones son generalmente positivas, y se esperan medidas adicionales como, entre otras, la flexibilización de los complicados mecanismos existentes para recibir permiso de viajes al exterior, la liberalización del acceso a Internet y el fin del racionamiento de los alimentos presente desde hace 46 años, para sustituirlo por un mecanismo de ayuda a las personas verdaderamente necesitadas.
Paralelamente, la propuesta del nuevo presidente, aprobada por la Asamblea, de que se le permita consultar con Fidel Castro las decisiones de especial trascendencia para el futuro de la nación, sobre todo las vinculadas con la defensa, la política exterior y el desarrollo económico del país, ha despertado suspicacias, pues podría servir como elemento de injerencia, cuestión que habrá que seguir con cuidado, considerando las características personales del anterior presidente. No obstante, para Raúl Castro será sumamente difícil desconocer a Fidel y su legado mientras éste viva, y aún después de fallecer, pues dirigió durante casi 50 años al detalle el destino de Cuba, envuelto en una aureola mística, además de ser el hermano a quien ha acompañado inseparablemente.
La tarea que enfrentará el general Raúl Castro con su equipo, formado mayoritariamente por personas cercanas, entre las que se distinguen antiguos compañeros de armas del Segundo Frente Oriental Frank País, es inmensa y necesitará la aceptación de la comunidad internacional, objetivo difícil de lograr si, a la vez, el régimen no mejora su actual imagen de violador contumaz de los derechos humanos. Para ello, sería indispensable que el nuevo Gobierno diera señales positivas. En primer lugar, con gestos como la liberación de los presos de conciencia y políticos pacíficos, que cumplen sus condenas en condiciones infrahumanas por haber señalado males ahora reconocidos oficialmente.
Ciertamente, no podrán esperarse soluciones mágicas ante la magnitud de los problemas acumulados durante tantos años. Para ser efectivas, las medidas deberán aplicarse gradualmente y procurarse los menores costos sociales, aunque está claro que la peor variante sería continuar el inmovilismo con su carga de sufrimientos para todos los cubanos. El fracaso de la esperanza en una apertura, pudiera provocar un peligroso sentimiento de frustración popular. Las posibilidades de un amanecer hacia un futuro de prosperidad y avance social, en un espíritu de reconciliación nacional, tienen bases reales. Esta histórica oportunidad por ningún concepto debe perderse.

Silvio Berlusconi, ¡otra vez!

Italia ha dado un nuevo paso hacía su "Tercera República"/ Sergio Romano, embajador de Italia y es analista del Corriere della Sera
Publicado en EL MUNDO, 16/04/2008;
Para superar una crisis a la vez constitucional y económica, la mayoría de los italianos eligió, por tercera vez en 14 años, a Silvio Berlusconi. Pero fuera de Italia, los observadores se preguntan, desconcertados, por qué la elección recayó sobre un hombre que a muchos europeos les parece el síntoma más evidente del malestar italiano. ¿Qué soluciones puede poner en marcha un político empresario que mantiene un clamoroso conflicto de intereses, que ha sido investigado y procesado en varias ocasiones por los tribunales de la República, que gobernó con mediocridad el país durante los cinco años de su último mandato y que hizo aprobar en el Parlamento, al final de su Gobierno, una ley electoral que ha dejado coja a la democracia italiana durante los dos años del Gobierno Prodi?
Hay circunstancias en las que los vicios y los defectos de Berlusconi se convierten en triunfos. Por ejemplo, supo transformar su empresa en un partido político. Concedió representación, tras la muerte de la Democracia Cristiana, a la voz de los electores moderados. Habla un lenguaje híbrido, unas veces agresivo y otras culto o populachero, que tanto gusta a muchos de sus compatriotas. Consiguió crear coaliciones que aglutinan al partido antimeridional del norte y a las viejas fuerzas clientelares del sur.
Cuando Berlusconi declara que sus adversarios son comunistas está diciendo a la vez una verdad y una mentira. Se trata de una mentira, porque el Partido Democrático de Walter Veltroni pertenece a la constelación europea de las izquierdas reformistas. Y se trata de una verdad, porque Italia es el único país de Europa occidental en el que los socialistas, tras el final de la Guerra Fría, se fueron al exilio y los comunistas, al poder.
Berlusconi sabe que muchos italianos nunca votarán a un ex comunista y no duda en utilizar abiertamente este argumento. Además, Berlusconi venció porque Italia, gracias a su entrada en la política, se fue tornando cada vez más bipartidista y dispone ya de un sistema en el que el elector, si quiere proporcionar gobernabilidad al país, se ve obligado a elegir el mal menor. Y el mal menor, para muchos italianos, se llama evidentemente, guste o no, Silvio Berlusconi.
Su retorno al poder tiene lugar, sin embargo, en una situación política y parlamentaria al menos diferente de la de las elecciones de 2006. La ley electoral sigue siendo la promovida por Berlusconi al final de su último mandato, pero los dos mayores partidos, el Democrático de Veltroni y el Pueblo de la Libertad de Berlusconi, han conseguido utilizarla de una forma más racional. Rechazaron el método de las grandes coaliciones heterogéneas, buenas para ganar pero pésimas para gobernar, y fueron a las urnas en pequeñas coaliciones más compactas y menos incoherentes.
Ambos candidatos no han hecho promesas maravillosas y han mostrado, en sus declaraciones programáticas, un mayor pragmatismo. El candidato perdedor, Walter Veltroni, reconoció su derrota y felicitó al ganador. Y uno de los vencedores, Gianfranco Fini, dijo que la relación entre la mayoría y la oposición podría ser diferente a la de las legislaturas anteriores. Es una novedad no pequeña en una Italia que, en los últimos años, se movió siempre entre peleas y tensiones permanentes.
En un Parlamento simplificado, del que desaparecieron muchos partidos menores, mayoría y oposición podrían, pues, dejar de considerarse enemigos irreconciliables. Ahora le toca a Berlusconi demostrar que ha entendido que hay reformas necesarias para un país que tiene que salir del estado de postración en el que parece haberse sumido. Reformas que sólo pueden realizarse en un clima de colaboración.
Son las reformas constitucionales, necesarias para modificar una Carta Magna envejecida, que no garantiza al primer ministro los poderes de sus colegas europeos y que alarga los tiempos parlamentarios, asignando a las dos cámaras las mismas funciones. Son las reformas sociales, desde la del sistema de pensiones a la del mercado laboral, que Berlusconi y Prodi realizaron en los últimos cinco años de forma insuficiente. Son las reformas de la Administración Pública, una enorme casta burocrática que sólo ha absorbido parcialmente los beneficios de la revolución informática y que cada año consume una cuota mayor de dinero público. Son las infraestructuras que el país necesita urgentemente para no aislarse del resto de Europa.
Hoy, gracias a la simplificación del panorama parlamentario, tal vez se den las condiciones para que la mayoría y la oposición se pongan de acuerdo sobre algunas grandes reformas, especialmente las institucionales, de interés común. Pero hay al menos dos obstáculos que podrían zancadillear, una vez más, a la democracia italiana. En primer lugar, Berlusconi venció con la ayuda determinante de un partido -La Liga Norte de Umberto Bossi- que representa ya al 20% de la parte más rica del país. Su triunfo refleja la indignación de las regiones que no quieren a Roma, al sur, a la burocracia y que perciben la política impositiva como doblemente injusta. Primero, porque les priva de recursos necesarios para su desarrollo y, segundo, porque sirve para alimentar la maquinaria del asistencialismo meridional.
La Liga será mucho menos xenófoba de lo que se dice (el norte necesita trabajadores inmigrantes), pero será ciertamente federalista y, sobre todo, querrá el federalismo fiscal, es decir un sistema de reparto de la renta nacional que permita a la región del norte administrar por sí misma la mayor parte de las rentas que produce. Se trata de una petición legítima. Pero, en un país donde el norte y el sur parecen pertenecer, a veces, a dos planetas diferentes, el federalismo fiscal está destinado a enriquecer a las regiones ricas y a empobrecer a las pobres.
Será necesario crear, pues, un fondo común de solidaridad nacional que permita mitigar las desventajas de las regiones menos favorecidas. Pero lo peligroso, como suele ser habitual, está en los detalles y Berlusconi deberá demostrar que es capaz de mediar entre las exigencias nordistas de la Liga y la representación de la zona meridional del país.
Tampoco Veltroni lo tendrá fácil. Tuvo el mérito de crear el Partido Democrático y de conducirlo a las urnas sin la embarazosa presencia de la izquierda radical y maximalista. Ha perdido, pero puede sostener legítimamente que le ha dado a Italia un partido reformista mucho más creíble que la heterogénea coalición que Romano Prodi había aglutinado para ganar las elecciones del 2006.
Pero Veltroni también tiene un aliado incómodo, que podría hacerle más difícil su trabajo. Se trata de Antonio Di Pietro, el fiscal milanés de la época de los procesos de Manos Limpias, y fundador de un partido justicialista, la Italia de los Valores, que nunca dejó de considerar a Silvio Berlusconi como una desgracia nacional.
Mientras Berlusconi tiene que mantener a raya a la Liga e impedirle que sea demasiado nordista, Veltroni tendrá que asumir la tarea no menos complicada de explicarle al ex magistrado Antonio Di Pietro que el código penal no es suficiente para gobernar un país.
Gracias a estas elecciones, Italia ha dado otro paso hacia su Tercera República. Pero el sistema político sigue siendo frágil, imperfecto, expuesto a los cambios de humor de la opinión pública. Y así seguirá siendo, hasta que mayoría y oposición no consigan ponerse de acuerdo en la reforma constitucional que el país tanto necesita.

Reacciones a la visita papal

Nota de la agencia Reuters, en El Mundo digital, 16/04/2008;
Canciones y oraciones de los fieles se mezclaron este miércoles con gritos de '¡Anticristo!' mientras la caravana del Papa Benedicto XVI avanzaba por las calles de Washington.
Varios miles de católicos de todas partes de Estados Unidos, bailando y haciendo sonar panderetas, esperaron horas para alcanzar a ver brevemente al Papa, mientras éste abandonaba la Casa Blanca tras reunirse con el presidente George W. Bush. "Deseaba con todo mi corazón ver al Papa, intentar obtener su bendición", dijo Carolyn Ehli de Moore, Oklahoma, quien sostenía un gran retrato de la Virgen María mientras manejaba su silla de ruedas para encontrar un lugar con una mejor visión.
Sin embargo, las cunetas no se llenaron únicamente de fervor religioso, sino de consignas en contra de la visita del Sumo Pontífice. Protestantes fundamentalistas que deambulaban con megáfonos advirtieron a los católicos que terminarán en el infierno, mientras otros llevaban carteles que acusaban a la iglesia de esconder pedófilos.
Axel Poessy, originaria de Ontario, dijo que Bush debería arrestar a Benedicto XVI por abuso infantil en vez de recibirlo en la Casa Blanca. Dijo que los votos de celibato de los sacerdotes los llevaban a acosar a los niños. "Si abstienes de tener sexo, estas activando a tu cuerpo a desearlo mas", dijo Poessy.
Manifestaciones a las puertas de la Casa Blanca
Mientras Bush y el Papa se reunían en la Casa Blanca, unos 200 manifestantes protestaban en las cercanías por escándalo de abuso sexual que conmocionó a la Iglesia, del cual el papa dijo estar "profundamente avergonzado
. Sostuvieron pancartas que decían "Los sacerdotes católicos son pedófilos" y "100,000 niños abusados en Estados Unidos".
Ray McIntire, de Parkersburg, Virginia Occidental, llamó al Papa 'El Anticristo' mientras deambulaba con un grupo de hombres que llevaban pancartas que igualaban a la Iglesia Católica con Satanás. "Es una religión falsa. Creo que idolatran a ídolos", dijo. "Cada una de estas personas que esta aquí para adorar al Papa esta perdida".
A río revuelto, ganan los vendedores ambulantes
Al margen de los enfrentamientos dialécticos, pero aprovechando el tirón de la visita papal, los que aprovecharon la comitiva para hacer su particular agosto fueron los vendedores ambulantes, que hicieron un buen negocio mediante la venta de camisetas o insignias conmemorativos. "Donamos algo, pero no todo, a la Iglesia. Tengo muchos hijos y nietos, pero la Iglesia tiene que recibir algo", dijo uno de ellos, de nombre Joe Rivera.
Muchos de quienes esperaban ver a Benedicto XVI elogiaban su reputación de reforzar la doctrina de la Iglesia, diciendo que ha sido una luz en una cultura de relativismo moral. Varios dijeron que tuvieron problemas reconciliando las creencias católicas -la oposición al aborto, a la pena de muerte y la guerra en Irak y la lucha contra la pobreza- con la política de Estados Unidos, donde estas posiciones se mezclan tanto en la izquierda como en la derecha del espectro político.
"A veces es difícil votar para los católicos", dijo la Hermana María Theotokos, una monja de la orden de los Siervos del Señor en Washington.

Comunicado conjunto: Bush-Benedicto XVI

Comunicado conjunto: Santa Sede y la Casa Blanca
* * *
Su Santidad el Papa Benedicto XVI y el presidente George W. Bush se mantuvieron un encuentro este miércoles en el Estudio Oval de la Casa Blanca.
El presidente, en representación de todos los estadounidenses, dio la bienvenida al Santo Padre, le deseó un feliz cumpleaños, y le dio las gracias por su orientación espiritual y moral, que ofrece a toda la familia humana. El presidente deseó al Papa todo éxito para su viaje apostólico y para su discurso en las Naciones Unidas, y expresó su aprecio por la próxima visita a la Zona Cero en Nueva York.
Durante sus encuentros, el Santo Padre y el presidente discutieron una serie de temas de común interés para la Santa Sede y para los Estados Unidos de América, incluyendo consideraciones morales y religiosas en las que ambas partes están comprometidas: el respeto de la dignidad de la persona humana; la defensa y la promoción de la vida, del matrimonio y de la familia; la educación de las generaciones futuras; los derechos humanos y la libertad religiosa; el desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza y las pandemias, especialmente en África. En relación con este último argumento, el Santo Padre mostró su satisfacción por las importantes contribuciones financieras de los Estados Unidos a esa área. Ambos reafirmaron su rechazo total del terrorismo, así como de la manipulación de la religión para justificar actos inmorales y violentos contra inocentes. Posteriormente abordaron la necesidad de afrontar el terrorismo con los medios adecuados que respeten a las personas humanas así como sus derechos.
El Santo Padre y el presidente dedicaron un tiempo considerable de sus discusión a Oriente Medio, en particular, a la solución del conflicto israelo-palestino en línea con la visión de dos estados que vivan uno junto a otro en paz y seguridad, su mutuo apoyo a la soberanía e independencia del Líbano, y su preocupación común por la situación en Irak y, en particular, por la precaria situación de las comunidades cristianas allí y en el resto de la región. El Santo Padre y el Presidente expresaron su esperanza por el final de la violencia y por una rápida y global solución de las crisis que afligen a la religión.
El Santo Padre y el presidente consideraron al mismo tiempo la situación en América Latina, haciendo referencia, entre otras cuestiones a los inmigrantes, y a la necesidad de una política coordinada sobre inmigración que tenga en cuenta especialmente su trato humano y el bienestar de sus familias.
[Traducción del original inglés realizada por Jesús Colina]
Fuente: agencia Zenit

Discurso papal en la Casa Blanca


Discurso pronunciado en la Casa Blanca
Recibió la bienvenida especial del presidente Bush de su esposa, Laura, y de más de 9,000 invitados que participaron en la recepción, celebrada en los jardines de la residencia presidencial.
"La religión y la moralidad son soportes indispensables para la prosperidad política"
Discurso de 10 párrafos; dos veces menciona a los padres fundadores; los readactores, dijo, de los documentos constitutivos de esta nación: Johns Adams, Thomas Jefferson, Madison, y Washington.
* * *
Señor Presidente:
Gracias por las amables palabras de bienvenida en nombre del pueblo de los Estados Unidos de América. Aprecio profundamente su invitación a visitar este gran País. Mi llegada coincide con un momento importante de la vida de la comunidad católica en América, como es la celebración del segundo centenario de la elevación de la primera diócesis del País, Baltimore, a Archidiócesis metropolitana, y la fundación de las sedes de Nueva York, Boston, Filadelfia y Louisville. También me siento dichoso de ser huésped de todos los estadounidenses.
Vengo como amigo y anunciador del Evangelio, como uno que tiene gran respeto por esta vasta sociedad pluralista. Los católicos estadounidenses han ofrecido y siguen ofreciendo una excelente contribución a la vida de su País. Al comenzar mi visita, confío en que mi presencia pueda ser fuente de renovación y esperanza para la Iglesia en los Estados Unidos y refuerce la voluntad de los católicos de contribuir más responsablemente aún a la vida de la Nación, de la que están orgullosos de ser ciudadanos.
Ya desde los albores de la República, la búsqueda de libertad de Estados Unidos ha sido guiada por la convicción de que los principios que gobiernan la vida política y social están íntimamente relacionados con un orden moral, basado en la señoría de Dios Creador. Los redactores de los documentos constitutivos de esta Nación
se basaron en esta convicción al proclamar la "verdad evidente por sí misma" de que todos los hombres han sido creados iguales y dotados de derechos inalienables, fundados en la ley natural y en el Dios de esta naturaleza. El curso de la historia norteamericana demuestra las dificultades, las luchas y la gran determinación intelectual y moral que han sido necesarias para formar una sociedad que incorporara fielmente estos nobles principios.
A lo largo de ese proceso, que ha plasmado el alma de la Nación, las creencias religiosas fueron una constante inspiración y una fuerza orientadora, como, por ejemplo, en la lucha contra la esclavitud y en el movimiento en favor de los derechos civiles. También en nuestro tiempo, especialmente en los momentos de crisis, los estadounidenses siguen encontrando energía en sí mismos adhiriéndose a este patrimonio de ideales y aspiraciones compartidos.
En los próximos días, espero encontrarme no solamente con la comunidad católica de Estados Unidos, sino también con otras comunidades cristianas y representaciones de las numerosas tradiciones religiosas presentes en este País. Históricamente, no sólo los católicos, sino todos los creyentes han encontrado aquí la libertad de adorar a Dios según los dictámenes de su conciencia, siendo aceptados al mismo tiempo como parte de una confederación en la que cada individuo y cada grupo puede hacer oír su propia voz. Ahora que la Nación tiene que afrontar cuestiones políticas y éticas cada vez más complejas, confío que los estadounidenses encuentran en sus creencias religiosas una fuente preciosa de discernimiento y una inspiración para buscar un diálogo razonable, responsable y respetuoso en el esfuerzo de edificar una sociedad más humana y más libre.
La libertad no es sólo un don, sino también una llamada a la responsabilidad personal. Los estadounidenses lo saben por experiencia: casi todas las ciudades de este País tienen monumentos en honor a cuantos han sacrificado su vida en defensa de la libertad, tanto en su propia tierra como en otros lugares. La defensa de la libertad es una llamada a cultivar la virtud, la autodisciplina, el sacrificio por el bien común y un sentido de responsabilidad ante los menos afortunados. Además, exige el valor de empeñarse en la vida civil, llevando las propias creencias religiosas y los valores más profundos a un debate público razonable. En una palabra, la libertad es siempre nueva. Se trata de un desafío que se plantea a cada generación, y ha de ser ganado constantemente en favor de la causa del bien (cf. Spe salvi, 24).
Pocos han entendido esto tan claramente como el Papa Juan Pablo II, de venerada memoria. Al reflexionar sobre la victoria espiritual de la libertad sobre el totalitarismo en su Polonia nativa y en Europa oriental, nos recordó que la historia demuestra en muchas ocasiones que "en un mundo sin verdad la libertad pierde su fundamento", y que una democracia sin valores puede perder su propia alma (cf. Centesimus annus, 46). En estas palabras proféticas resuena de algún modo la convicción del Presidente Washington, expresada en su discurso de despedida, de que la religión y la moralidad son "soportes indispensables" para la prosperidad política.
Por su parte, la Iglesia desea contribuir a la construcción de un mundo cada vez más digno de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1, 26-27). Está convencida de que la fe proyecta una luz nueva sobre todas las cosas, y que el Evangelio revela la noble vocación y el destino sublime de todo hombre y mujer (cf. Gaudium et spes, 10). La fe, además, nos ofrece la fuerza para responder a nuestra alta vocación y la esperanza que nos lleva a trabajar por una sociedad cada vez más justa y fraterna. Como vuestros Padres fundadores bien sabían, la democracia sólo puede florecer cuando los líderes políticos, y los que ellos representan, son guiados por la verdad y aplican la sabiduría, que nace de firmes principios morales, a las decisiones que conciernen la vida y el futuro de la Nación.
Los Estados Unidos de América han desempeñado desde hace más de un siglo un papel importante en la comunidad internacional. El viernes próximo, si Dios quiere, tendré el honor de dirigir la palabra a la Organización de las Naciones Unidas, donde espero alentar los esfuerzos que se están haciendo para dar a esa institución una voz todavía más eficaz en favor de las expectativas legítimas de todos los pueblos del mundo. A este respecto, en el 60° aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, la exigencia de una solidaridad global es más urgente que nunca, si se quiere que todos puedan vivir de acuerdo con su dignidad, como hermanos y hermanas que habitan en una misma casa, alrededor de la mesa que la bondad de Dios ha preparado por todos sus hijos. Los Estados Unidos se han mostrado siempre generosos en salir al encuentro de las necesidades humanas inmediatas, promoviendo el desarrollo y ofreciendo alivio a las víctimas de las catástrofes naturales. Tengo la confianza de que esta preocupación por la gran familia humana seguirá manifestándose con el apoyo a los esfuerzos pacientes de la diplomacia internacional orientados a solucionar los conflictos y a promover el progreso. Así, las generaciones futuras podrán vivir en un mundo en el que florezca la verdad, la libertad y la justicia, un mundo donde la dignidad y los derechos dados por Dios a cada hombre, mujer y niño, sean tenidos en consideración, protegidos y promovidos eficazmente.
Señor Presidente, queridos amigos: al comenzar mi visita en los Estados Unidos, deseo expresar un vez más mi gratitud por su invitación, mi alegría por encontrarme entre vosotros y mi oración ferviente para que Dios Omnipotente fortalezca a esta Nación y a su pueblo en el camino de la justicia, la prosperidad y la paz. ¡Que Dios bendiga a los Estados Unidos!
[Traducción del original inglés distribuida por la Santa Sede
© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

Hapy birtthday Papa



¡Fiesta de cumpleaños en la Casa Blanca!
Benedicto XVI celebró este miércoles su cumpleaños número 81 en una celebración sin precedentes organizada por el presidente George W. Bush, en el Rose Garden de la Casa Blanca.
¡Jámas se imagino Benedicto XVI celebrar un cumpleaños así!
Casí 10, 000 personas (13 mi dicen algunas fuentes) participaron en el acontecimiento. "Hoy es su cumpleaños", dijo Bush alarle la bienvenida. "Los cumpleaños se celebran normalmente con amigos cercanos, de manera que toda la nación se siente conmovida y honrada por el hecho de que usted haya decidido pasar este día con nosotros".
La famosa soprano Kathleen Battle cantó el Padrenuestro y 21 salvas de cañón saludaron al huésped.
La Banda del Cuerpo de la Marina ejecutó el himno nacional y los presentes no pudieron resistir a la tentación de cantar en dos ocasiones, a lo largo de la ceremonia, el "Happy Birthday"
"Que Dios bendiga América", respondió el Papa.
Pronto llegó el momento de los dos discursos. El Presidente norteamericano, diciendo Papa "encontrará en los Estados Unidos a un pueblo cuyos corazones están abiertos a su mensaje de esperanza. Y los Estados Unidos y el mundo necesitan este mensaje".
Por su parte, el obispo de Roma habló sobre la responsabilidad que se deriva de la libertad.
"Ya desde los albores de la República", dijo, "la búsqueda de libertad de Estados Unidos ha sido guiada por la convicción de que los principios que gobiernan la vida política y social están íntimamente relacionados con un orden moral, basado en la señoría de Dios Creador".
"Los redactores de los documentos constitutivos de esta Nación (los padres fundadores) se basaron en esta convicción al proclamar la "verdad evidente por sí misma" de que todos los hombres han sido creados iguales y dotados de derechos inalienables, fundados en la ley natural y en el Dios de esta naturaleza", añadió.
Tras los discursos, el "Himno de batalla de la República" fue interpretado por el coro de la Armada estadounidense, un tema que pone a Dios como testigo de los cimientos de los Estados Unidos.
Además de los miembros del ejército, en el jardín se podían ver a Boy Scouts y Girl Scouts, así como representantes de los Caballeros de Colón, y de Legatus, organización de hombres de negocios católicos.
Benedicto XVI se convirtió así en el segundo Papa en visitar la Casa Blanca, después de Juan Pablo II, quien fue recibido por el presidente Jimmy Carter en 1979.
Face to face
Tras la ceremonia, el Papa y el presidente entraron en la residencia presidencial para partir el pastel de cumpleaños y luego comenzar el encuentro cara a cara en el Estudio Oval.
Un comunicado conjunto emitido por el Vaticano y por el gobierno estadounidense informó que los líderes hablaron sobre el "el respeto de la dignidad de la persona humana; la defensa y la promoción de la vida, del matrimonio y de la familia; la educación de las generaciones futuras; los derechos humanos y la libertad religiosa; el desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza y las pandemias, especialmente en África".
Al final emitieron un comunicado conjunto
Cuando el Papa abandonó la Casa Blanca para regresar a la nunciatura apostólica a través de la Avenida Pennsylvania, en papamóvil, miles de personas le esperaban en las calles tratando de verle unos instantes y de recibir su saludo y bendición.
El almuerzo de su cumpleaños lo celebró con los cardenales estadounidenses, con la presidencia de la Conferencia del episcopado de EE UU.
Más tarde, el Pontífice estuvo en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington ante unos 400 obispos, ahí habló, po segunda vez, de la “enorme vergüenza” y daño que ha causado este escándalo, ya que los sacerdotes traicionaron su vocación abusando sexualmente de menores y mostrando un “comportamiento tan seriamente inmoral”.
"Es vuestra responsabilidad dada por Dios como sacerdotes curar las heridas causadas por las rupturas de la fe y promover la reconciliación, y llegar así con amor y preocupación a aquellos que se equivocaron tan seriamente", ha recalcado.
La Iglesia fue entonces criticada por trasladar a algunos de estos sacerdotes y no expulsarlos o denunciarlos a la policía. Los casos de pederastia obligaron a las diócesis estadounidenses a pagar más de 2.000 millones de dólares en indemnizaciones.
Por cierto, el Papa trajo de Roma un regalo para el presidente: un mosaico en el que se representa la Plaza de San Pedro del Vaticano, ambientada en el siglo XIX, de 60x35 centímetros, realizado por artistas del Estudio del Mosaico Vaticano en el año 2007.
Benedicto XVI es el tercer Papa en visitar EE UU, luego de Pablo VI y Juan Pablo II, quien lo hizo en cinco ocasiones (como en México). Sin embargo, es la primera vez en una treintena de años que un Pontífice viaje a la capital estadounidense

¡Cuando veo a los ojos a Benedicto, miro a Dios!: Bush

Segunda visita en la historia de un Papa a la Casa Blanca; primera vez que lo hace un republicano.
Juan Pablo II visitó al presidente demócrata Jimmy Carter, en octubre de 1979.
Raymond Arroyo periodista de Eternal Word Television Network Arroyo le preguntó al Presidente Bush la semana pasada; "Usted dijo, como se sabe, que cuando usted vio los ojos de Vladimir Putin vio su alma. [...] ¿Cuando usted mira a los ojos de Benedicto XVI qué ve?
Y Bush respondió inmediatamente: ¡"A Dios"!
Benedicto XVI, estuvo hoy en la Casa Blanca, y pidió al presidente, Bush, que cuente con la diplomacia para resolver los conflictos internacionales, basando sus decisiones en "principios morales".
En un breve discurso en los jardines de la Casa Blanca y ante unas 10,000 personas ( dicen los analistas que será la mayor cantidad de público en la Casa Blanca durante la presidencia de Bush. Incluso supera por mucho a las personas que acudieron a principios del año pasado para ver a la reina Isabel II, cuando se registraron unos 7,000 asistentes) , tras una vistosa ceremonia de bienvenida que ha incluido las salvas de 2 cañones, Ratzinger ha resaltado los "pacientes esfuerzos de la diplomacia internacional para resolver conflictos".
En su alocución, ha dicho que la necesidad de solidaridad en el mundo es "más urgente que nunca" y que confía en que "esta preocupación por la gran familia humana siga encontrando expresión en el apoyo a los pacientes esfuerzos de la diplomacia internacional para resolver los conflictos y promover el progreso".
No obstante, ha instado al Gobierno y a los ciudadanos estadounidenses a que basen sus decisiones políticas y sociales en principios morales. "La democracia solo puede florecer, como sabían los padres fundadores (George Washington, Johns Adams, Thomas Jefferson, Madison), cuando los líderes políticos y aquellos a los que representan están guiados por la verdad y llevan la sabiduría que nace de los principios morales firmes a las decisiones que afectan a la vida y al futuro de la nación", ha dicho Ratzinger.
Por su parte, también en una breve alocución de bienvenida, Bush ha destacado el papel de la fe religiosa en la vida de EE UU. "Aquí, en América, encontrará una nación que da la bienvenida al papel de la religión en la esfera pública", ha dicho.
"En un mundo en el que algunos evocan el nombre de Dios para justificar actos de terrorismo, asesinato y odio, necesitamos su mensaje de que Dios es amor", receta para "evitar que los hombres caigan en las enseñanzas del fanatismo y el terrorismo".
El Papa, que hoy cumple 81 años, y habló ante un auditorio de cerca de 10,000 personas que se han reunido en el Rose Garden de la Casa Blanca. Ha citado la Declaración de Independencia y al primer presidente estadounidense, George Washington. No obstante, ha dejado fuera de su discurso algunos temas espinosos en los que no comparte postura con su anfitrión, como la guerra de Irak o la pena de muerte. Se ha concentrado en las raíces religiosas de EE UU, "que han forjado el alma" del país, granjeándole la admiración del mundo.
Aunque Bush le recibió en persona en la base aérea de Andrews, en Maryland anoche, la ceremonia oficial de bienvenida ha tenido lugar en la Casa Blanca. Al acto han acudido unas 10 mil personas, convirtiéndolo en "una de las ceremonias de bienvenida más multitudinarias celebradas en la Casa Blanca", según ha informado la portavoz de la residencia, Dana Perino.
Después de su reunión con Bush en el Despacho Oval, el Papa ha recorrido las calles de Washington en el papamóvil, y después se reunirá en la Basílica de la Inmaculada Concepción de la ciudad con los obispos estadounidenses, a los que reprenderá por el escándalo de casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra menores en algunas diócesis americanas y que forzaron a la Iglesia católica estadounidense a pagar más de 2,000 millones de dólares en indemnizaciones.
Ya mañana, Benedicto XVI ofrecerá una misa en el estadio del equipo de béisbol de los Nationals, ante 45,000 personas, y participará en sendas reuniones con personalidades del mundo universitario católico y con representantes de otras religiones. El viernes, el Papa partirá hacia Nueva York, donde visitará la sede de la ONU y se reunirá con su secretario general, Ban Ki-Moon, y la zona cero, donde fueron perpetrados los atentados del 11 de septiembre de 2001, y ofrecerá una misa en el estadio de béisbol de los Yankees.

Juan Sandoval Iñiguez


El IV Cardenal de Guadalajara
Juan Sandoval Iñiguez es desde el 26 de noviembre de 1994, el cuarto cardenal que ha tenido Guadalajara; el primero fue José Garibi Rivera (1958-1970); después fueron nombrados José Salazar López (1970-1987) y Juan Jesús Posadas Ocampo (1987-1993).
El arzobispo nació el 28 de marzo de 1933, en Yahualica, Jalisco; acaba de cumplir 75 años –por lo que de acuerdo a la legislación eclesiástica debe dejar su cargo, pero parece que Benedicto XVo lo dejara en ese lugar otro tiempo más, no hay quien lo sustituya. Tuvo la suerte de estudiar en el Seminario diocesano de Guadalajara y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, de donde fue ordenado sacerdote el 27 de octubre de 1957. Después – hasta 1961- continuo sus estudios en esa ciudad donde tuvo el grado de doctor en teología.
En 1961 regresa a México, donde se incorpora en la diócesis de Guadalajara –¡no cualquier diócesis, sino una de las más importantes del catolicismo latinoamericano!-; de 1961 a 1971 le toca trabajar de director espiritual del Seminario de Guadalajara (el más grande del mundo por número de seminaristas que tiene); además de prefecto de disciplina; prefecto de la facultad de filosofía y miembro de la facultad. Al tiempo que es director le toca ser – de 1971 a 1980- vicerrector con funciones de rector; el 22 de agosto de 1980 fue nombrado rector, cargo que ocupó hasta 1988.
Formador de cuadros
No existe en el curriculumn de Sandoval el haber estado a cargo de una parroquia, es decir fue un formador de cuadros no un pastor, y creo que le falto serlo; los párrocos son la sangre que mueve a la Iglesia católica. Inmediatamente de rector brinca a obispo coadjutor de la diócesis de Ciudad Juárez el 3 de marzo de 1988; no podía llegare sin el apoyo del representante papal Girolamo Prigione, otrora su ángel guardián.
Como coadjutor estaba destinado a suceder, cuatro años más tarde (1992) prácticamente en el momento en que se reformaba el 130 constitucional a Monseñor Manuel Talamás Camandari. En esa diócesis estuvo dos años, de hecho fue él quien hizo la soliitud como Asociación Religiosa a la Secretaría de Gobernación.
El 21 de abril de 1994 fue promovido a la sede cardenalicia de Guadalajara para suceder al malogrado cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Conviene señalar que había otros prelados que aspiraban al cargo como los entonces obispos auxiliares José Guadalupe Martín Rábago (Oispo d León, y Expresidente de la CEM en el el periódo de Fox)
y Ramón Godínez Flores, entonces secretario General de la CEM (fue obispo de Aguascalientes y falleció hace poco).
Como era de esperarse, meses después en el consistorio de octubre de 1994 fue nombrado cuarto cardenal presbítero, por lo que recibió la birreta roja y el título de Nostra Signora di Guadalupe e S. Filippo Martire in Via Aurelia, el 26 de noviembre de 1994.
México, tiene tres sedes arzobispales, a saber: la Ciudad de México, Monterrerey y Guadalajara; lo que significa, que llegue quien llegue a ocupar el cargo esta destinado a ser cardenal. Pero Guadalajara es especial. Es para muchos considerada la capital del catolicismo mexicano; prueba de ello es que de ahí surge el primer cardenal mexicano: José Garibi Rivera. Además en su suelo se asienta el seminario con mayor número de seminaristas del mundo católico, es decir, es un semillero de sacerdotes para todo el país, Centro y Sudamérica; del seminario Mayor han egresado poco más de 25 obispos; y 15 mártires del catolicismo.
Fue creada como diócesis en 1543 y elevada a rango de arquidiócesis en 1862: Según el anuario pontificio actualmente la diócesis esta compuesta por 279 parroquias y 900 iglesias, participan alrededor de 800 sacerdotes seculares y 150 religiosos; 510 congregaciones religiosas masculinas y 2527 femeninas; además 298 institutos de educación; 250 institutos de beneficencia; y cuenta con una población de 4 millones y medio de fieles.
Guadalajara tiene diócesis sufragáneas, es decir, que de alguna manera dependen administrativamente del arzobispado – aunque en la realidad eso no sucede: como son Zacatecas, Aguascalientes, Autlán, Ciudad Guzmán; San Juan de los Lagos, Nayarit, Colima y El Nayar.
La muerte de Posadas Ocampo le cambio la vida a Sandoval Iñiguez. Como obispo de Ciudad Juárez era uno más de las decenas de prelados mexicanos que conforman la CEM; de hecho no tuvo ningún papel importante en las reformas de 1991-1992 que hicieron posible el reconocimiento jurídico y las relaciones con la Santa Sede.
Conviene señalar que aunque tuvo el apoyo de Prigione, la llegada a Guadalajara fue posible gracias al respaldo del cardenal Ernesto Corripio Ahumada, entonces líder del Iglesia católica mexicana. Hace años pregunte a una gente cercana a Corripio y me desmintió lo anterior, sin embargo, en 1994 la revista 30 Giorni, publicó la versión nunca fue desmentida.
Recuerdo que la noticia de su nombramiento fue adelantada por Prigione incluso por encima del órgano oficial Observatore romano; quien señaló entonces: Sandoval “es un hombre de carácter, hombre fiel a la Santa Sede, hombre fiel al magisterio, hombre de Iglesia, no político ni politiquero”…., además “ayudará muchísimo para aclarar la verdad en el asesinato del Cardenal Posadas, pues la ciudad, que ha estado muy golpeada, recobrará la serenidad.”
En un comunicado, el entonces primado de México, Ernesto Corripio, felicitaba a la arquidiócesis de Guadalajara por el nombramiento del nuevo Arzobispo, dijo entonces: “la Iglesia es una gran familia espiritual, y todo nombramiento es signo de vitalidad y avance. La pena del fallecimiento del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo todavía está presente en la atmósfera tapatía, más por no haberse aclarado totalmente”.
Puntualizó como para acallar las voces de su influencia en el nombramiento: “se habla mucho de que los nombramientos dependen de las presiones políticas o de los intereses de algunos grupos. Conviene tener en cuenta cómo el Papa está preocupado por valores y metas que no concuerdan con los del mundo económico y administrativo. En la Iglesia católica no valen las presiones políticas ni de grupos eclesiásticos para designar a los obispos, arzobispos o cardenales”.
Juan Sandoval Iñiguez declaró, entonces ya como arzobispo electo que daría prioridad a la reconciliación en la arquidiócesis tapatía, al tiempo que señaló que como pastor de esa zona pedirá “tratar el caso Posadas con serenidad para no renunciar al derecho de la justicia, pero dejando atrás tristezas y rencores”. Afirmó entonces que el principal problema de nuestra patria es “una crisis alarmante de verdad, nadie cree en nadie, se desconfía de todo y de todos”. Subrayó que no sólo falla la confianza en instituciones gubernamentales y civiles que antes tenían gran credibilidad entre el pueblo de México, sino que la misma Iglesia católica es “víctima de ataques que pretenden desacreditarla y remitirla nuevamente a las cuatro paredes de una sacristía”.
Aseveró como adelantándose a las elecciones del aquel tiempo que la Iglesia no hace política partidista ni induce al voto de los mexicanos, ya que su papel frente a las elecciones federales es invitar a la población a acudir a las urnas para vencer el abstencionismo. Señaló, empero, que el clero no puede mantenerse ajeno a los problemas económicos, políticos y sociales que repercuten en la vida nacional, y –aclaró- que en ningún momento pretende intervenir en asuntos que competen sólo al Estado.
El polémico obispo Genaro Alamilla Arteaga, comentó entonces que Sandoval era “hombre fuerte, de carácter, que no se anda con medias tintas”.
En efecto, Juan Sandoval Iñiguez ha sido un ave de tempestades, pero no desde siempre, sino que desde que llegó a a la arquidiócesis de Guadalajara; allí cambio radicalmente su discurso. Por ejemplo, sus declaraciones a los medios en Ciudad Juárez eran pocas y mesuradas, Pero desde que tomo el palio arzobispal en mayo de 1994 su principal tarea fue llevar a Posadas Ocampo a los altares, aunque para ello tuviera que pelearse con quien fuera.
A casi 15 de la muerte de Posadas y a 14 de Sandoval como arzobispo no ha cejado en su propósito, antes al contrario, se ha magnificado el asunto. Su proceder deja mucho que desear para un hombre de Iglesia “ no político ni politiquero” como dijo Prigione. Por ejemplo, cuando fue intervenido quirúrgicamente, el 5 de junio de 1999 la causa de la operación habría sido una trombosis intestinal, que debió ser atendida con urgencia; empero, ¡dejo correr la versión que había sufrido un atentado!
En otra ocasión, cuando fue invitado a una cena por personalidades de la política, comentó que al beber un vaso de tequila se sintió mal; dejando también entrever que se le había intentado envenenar.
Su propósito hoy es llevar a los altares a Mons. Posadas Ocampo y de paso colocarse, si se puede en la lista de papables.
El llevar a Posadas a los altares el lícito, pero no es ético especular y hacer inventos fantasiosos y no en pruebas que puedan tener validez jurídica.
En casi 15 años el tema ha generado muchos textos; uno de los más serios es de Jorge Carpizo y Julián Andrade Jardí: Asesinato de un cardenal; ganancia de pescadores.
La víspera del décimo aniversario, el asunto tomó otro carril. Las acusaciones fueron subiendo de tono; Juan Sandoval Iñiguez acusó a Carpizo de haber dirigido el operativo en el cual se dio muerte al cardenal Posadas: "Lo que se puede decir de él, y es cierto, es que tuvo parte en el asesinato del cardenal Posadas y por eso salta a la palestra cada que se ofrece. Quiere impedir que se aclaren las cosas, porque él es de los que manejaron el operativo para matar al cardenal.”. Por su parte el exsuprocurador acusó a Sandoval de estar involucrado en el narcotráfico y vinculado a negocios ilícitos.
Obviamente ello generó todo un debate mediático, que, todavía hoy, se torna interminable.
La CEM como era de esperarse cerró filas entonces en torno a Sandoval Iñiguez. Ello tiene lógica ya que cualquier ataque desde el exterior a la “Iglesia”, los prelados tienden a apoyarse mutuamente – muchas veces aunque no estén de acuerdo.
En torno a aquel debate salió a la luz una compilación de textos del obispo Luis Reynoso, ”Magisterio y legado del Obispo Jurista. Documentos destacados y selectos”, compilados por su sobrino, Francisco Reynoso Galván. En el hay documentos contundentes que echan abajo la hipótesis del complot.
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Comparto esta nota escrita el lunes 19 de mayo del 2003, la víspera del X aniverario del asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
Este lunes los medios empiezan a tomar posición sobre el caso el enfrentamiento Carpizo-Grupo Jalisco.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), cierra filas en torno a Sandoval Iñiguez; ello tiene lógica. Cualquier ataque desde el exterior a la “Iglesia” tienden a apoyarse mutuamente – muchas veces aunque no estén de acuerdo-, así lo hicieron incluso con Dos Samuel Ruiz en 1994.
El primero que salió en defensa de Sandoval fue el primado de México Norberto Rivera, quien respondió a las siguientes preguntas de los reporteros.
–¿Sobre la versión de Jorge Carpizo quien acusa al cardenal Juan Sandoval de estar fabricando cosas con narcotraficantes?
–Yo no sé a que versión se refiera. La primera que se presentó públicamente a través de un Nintento, era de fuego cruzado en donde ahí pareció el cardenal junto con otras personas y después cuando se comprobó que había sido asesinado a una distancia de 60 centímetros, pues se cayó sola sin que nadie lo defendiera. Entonces ahora cualquier otra hipótesis tiene que ser probada no solamente anunciada.
¿Carpizo acusó a Sandoval de sobornar a narcos?
–No tengo noticia de eso, no basta con hacer acusaciones. Yo continuamente veo que se hacen acusaciones de todo clase y al mes o a los meses caen.
-¿Exhorta a Carpizo a que pruebe lo dicho?
–Yo no exhorto a nadie, anuncio ese axioma que debe ser del dominio público que todo aquél que acuse a alguien tiene que probarlo.
Sobre las presiones que ejerció el ex nuncio Prigione al arzobispo de Guadalajara para no continuar con la demanda del esclarecimiento del homicidio, Rivera indicó desconocerlas, pero agregó “no conozco que haya habido diferencias, pero puede ser que si existieran”. La justicia, dijo, no es una problemática pendiente de la actual administración foxista, ésta, agregó tiene que ser de todo aquél que está en el gobierno.
Por su parte, el presidente de CEM, Luis Morales Reyes, rechazó cualquier vínculo del clérigo con el narco y dijo que esas opiniones “se sueltan para lastimar la posición que él siempre ha tenido en busca de la verdad”. Se le pregunto si considera recomendable citar al ex presidente Carlos Salinas para que declare sobre el caso Posadas, respondió que “si la procuraduría investiga con limpieza, con honestidad, con perseverancia, la procuraduría tiene sus normas, sus leyes y procedimientos y tiene que citar a declarar a quien sea necesario para llegar a la verdad”.
El arzobispo de Yucatán, Emilio Berlié Belaunzarán, también rechazó las presuntas alianzas de la Iglesia católica con el narcotráfico y calificó como “desafortunadas” las afirmaciones de Jorge Carpizo. En tono molesto, Berlié indicó que se puede responder un cuestionamiento como el del presunto involucramiento de la Iglesia católica con el narco, pero cuando éste es reiterativo, entonces “es una falta de respeto”. Exigió al presidente Vicente Fox que expida una resolución del caso del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, a fin de acabar con la incertidumbre sobre el tema.
Por su parte, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, retó a Carpizo, a que presente ante los tribunales correspondientes, las pruebas que afirma tener para acusar ante los medios de comunicación que la Iglesia católica mexicana está involucrada con el narcotráfico. Dijo que la su actuación: “me parece que es una reacción falta de ecuanimidad, como que es querer simplemente atacar. No veo qué argumentos tenga. Vamos a esperar a que haga su denuncia formal, porque a mi me parece algo puramente emocional”.
Mientras tanto, el obispo Felipe Arizmendi Esquivel dijo que "los indicios" acerca de los responsables del crimen "se inclinan hacia autoridades de muy alto nivel", incluido el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
En rueda de prensa pidió a Fox "más voluntad política para destrabar las averiguaciones previas en torno al caso", pues ya pasaron dos años y medio de su gobierno -y diez del hecho- y "no sabemos la verdad". El obispo Arizmendi, aseguró que la PGR "ha puesto muchas trabas en la investigación y a las personas que trabajan en el caso las intimidan y acusan de cosas totalmente fantasiosas".(¡un espadarazo abiertamente al Grupo Jalisco!)
Manifestó que "al principio muchos pensábamos que el asesinato había sido algo circunstancial, pero cada día han aparecido más indicios de que fue algo totalmente premeditado. Por ejemplo: cómo es posible que antes de que sucediera el crimen ya se había enviado investigadores a Guadalajara para indagar un crimen que aún no se había cometido".
Reiteró que "hay indicios que hacen pensar en altas autoridades del país que hayan tenido que ver, pero es lo que queremos que se esclarezca, no queremos hacer una acusación fortuita, pero hay indicios que nos inclinan a pensar que hubo personas de muy alto nivel que tuvieron que ver".
-¿Podría pensarse, por ejemplo, que el asesinato fue ordenado desde Gobernación?
-Pues quizá más alto, hay preocupaciones muy serias de otros niveles todavía.
-¿Podría entonces pensarse incluso que fue Carlos Salinas de Gortari quien planeó el asesinato?
-No se excluye ninguna de las posibilidades, ninguna. Lo que pedimos es que se averigüe hasta dónde pudo haberse llegado esa alta responsabilidad, dijo.
Por su parte Juan Sandoval Iñiguez acusó a Carpizo de haber dirigido el operativo en el cual se dio muerte al cardenal Juan Jesús Posadas: "Lo que se puede decir de él, y es cierto, es que tuvo parte en el asesinato del cardenal Posadas y por eso salta a la palestra cada que se ofrece. Quiere impedir que se aclaren las cosas, porque él es de los que manejaron el operativo para matar al cardenal."
En entrevista difundida en el noticiero de Televisa, Sandoval respondió a las acusaciones de Carpizo; sus declaraciones –añadió-, tienen la finalidad de distraer la atención pública, y aseguró que analiza con sus abogados la posibilidad de demandar por difamación al ex funcionario. También lamentó que "la justicia en México desgraciadamente esté supeditada a la política. Está en manos de instituciones y de gente muy corrompidas". Resaltó que "el Estado apuesta al olvido, pero la Iglesia no se cansará de exigir justicia".
Anunció que analizará con abogados la posibilidad de demandar por difamación a Jorge Carpizo. Se refirió además así de quien fuera funcionario del gobierno salinista: “lo peor que se puede decir de él, y es cierto, que tuvo parte en el asesinato del cardenal Posadas y por eso salta a la palestra cada que se ofrece. Quiere impedir que se aclaren las cosas porque él es de los que organizaron el operativo para matar al cardenal Posadas”.
Consideró que las declaraciones del ex procurador constituyen una cortina de humo: “parece que está loco, pero no está tanto, lleva esa intención de distraer la atención de la gente”.
Por su parte el diputado del PAN Fernando Guzmán Pérez Peláez del grupo Jalisco, reveló hoy que personal de la PGR fue enviado a Guadalajara en aviones militares minutos antes del asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el 24 de mayo de 1993.
Señaló: "Jorge Carpizo debe aclarar por qué autorizó estos vuelos, con qué objetivos y no andar, otra vez, tratando de desviar la atención de los avances en el caso", dijo en entrevista. Detalló que a bordo de aviones militares viajaron, entre otros, el entonces Subprocurador Antonio García Torres; el delegado de la PGR en Jalisco, Gastón Galindo y el director operativo de la Policía Judicial Federal, Jorge Núñez Mora.
"El avión con matrícula XC-PGR, tripulado por los pilotos Joaquín Cetina Acuña y José Joel Marrufo Méndez, hizo dos vuelos México-Guadalajara, antes del asesinato", detalló.
El diputado reveló además otro vuelo que partió de la Ciudad de México a las 15:30 horas a bordo del cual iba Alejandro Arenas Gallardo, quien fuera el primer fiscal federal del Caso Posadas y que aterrizó a las 17:00 horas en Guadalajara. "Cómo es posible que el primer fiscal viajara, incluso llevando consigo fotografías del "Chapo Guzmán", a un lugar en donde aún no se cometía el crimen?", cuestionó el legislador local.
Hay dos notas de hoy que no tiene desperdicio, a saber: el reportaje de Abel Barajas de hoy en Reforma: Tira Obispo Reynoso hipótesis del complot y la columna de Carlos Marín: Asesinos y compinches en un “crimen de estado”
Abel da un adelanto del libro: "Magisterio y legado del Obispo Jurista. Documentos destacados y selectos".
El libro será presentado este miércoles por la tarde en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y está anunciada la participación del ex procurador Jorge Carpizo, de Ignacio Burgoa, de Raúl Carrancá y del sobrino del extinto prelado, Francisco Reynoso Galván.
Las reacciones continúan: el vaticano ha guardado prudente silencio.
Lo que es cierto es que Juan Pablo II difícilmente realizará una sexta visita a México (¡y menos a Guadalajara!).

Terrorismo sin fronteras

Terrorismo sin fronteras, opinión pública y prensa/FERNANDO REINARES
Publicado en El País, 27/05/2002;
Abordar la problemática del terrorismo internacional tras los sucesos del pasado 11 de septiembre, tomando en consideración los pareceres de la opinión pública y el papel de los medios de comunicación, es algo que adquiere especial sentido desde una perspectiva española. No en vano en España se ha podido consolidar una democracia liberal pese a la actividad terrorista que vienen sufriendo sus ciudadanos y que continúa afectando a la vida política desde el inicio mismo de la transición a partir del anterior régimen franquista, hace ya más de veinticinco años. De hecho, se trata en buena medida de un envenenado legado de la dictadura que ha persistido hasta nuestros días, porque los terroristas no reivindican la democracia ni son demócratas, sino que aspiran a imponer despóticamente sus ideas totalitarias cualquiera que sea el contexto político en que se desenvuelven. En concreto, la banda armada ETA, inspirada en los postulados de un nacionalismo vasco étnico y excluyente, es responsable del noventa por ciento de las más de ochocientas víctimas mortales ocasionadas por el terrorismo en España, desde la segunda mitad de los setenta hasta nuestros días. Por cierto que los atentados contra Estados Unidos de hace ya ocho meses provocaron más bien regocijo en el entorno encubridor y cómplice de dicha organización terrorista.
Precisamente cuando la globalización del terrorismo se hizo de súbito manifiesta aquel 11 de septiembre, los españoles reaccionaron de una manera que resulta interesante conocer. No se trata de meras especulaciones al respecto. A finales de ese fatídico mes, el Centro de Investigaciones Sociológicas, un ente oficial prestigioso por la calidad de sus estudios demoscópicos, llevó a cabo una encuesta sobre el tema, seleccionando para ello una muestra estadísticamente representativa de personas adultas residentes en el territorio español. Como cabría suponer, de los resultados se deduce que aquellos actos de megaterrorismo maquinados y cometidos por fundamentalistas islámicos fueron seguidos con extraordinario interés por la población española, a través de los distintos medios de comunicación y en especial de la televisión. Más allá de eso, ocho de cada diez individuos entrevistados declararon sentirse cercano al pueblo estadounidense e hicieron explícitos sus sentimientos de solidaridad para con el mismo. El sondeo puso asimismo de manifiesto que los sucesos del 11 de septiembre y sus consecuencias se habían convertido en fuente de gran preocupación para la opinión pública española.
Seis de cada diez personas que respondieron al cuestionario creían que se trataba no de un incidente terrorista más sino del comienzo de una nueva etapa en la evolución de dicho tipo de violencia, al tiempo que se mostraban convencidas de la existencia de un entramado terrorista internacional. Indicativo a mi entender de una cultura cívica saludable, la proporción de los entrevistados que rechazaba la posibilidad de recortar libertades públicas con el pretexto de combatir mejor el terrorismo resultaba significativamente mayor que la de cuantos se mostraban partidarios de dicha idea. Sin embargo, hasta un 85 por ciento del total de los mismos se decantaba con nitidez a favor de una coalición internacional para contrarrestar un fenómeno que atraviesa jurisdicciones estatales, aunque apenas siete de cada diez atribuyeran a dicha coalición eficacia suficiente bajo las circunstancias entonces existentes. Parece lógico que la opinión pública española se decante con tanta claridad respecto a la necesaria cooperación internacional contra un terrorismo sin fronteras. Así lo expresan mujeres y hombres frecuentemente afectados por un terrorismo, como es el que practica ETA, ampliamente transnacionalizado. En consonancia con ello, los sucesivos Gobiernos españoles, al margen del partido político al que los electores hayan encomendado las tareas del Ejecutivo, destacan por su insistencia en fomentar la colaboración internacional contra el terrorismo, tanto en el seno de la Unión Europea como en otros foros intergubernamentales.
Ahora bien, cuando nos referimos al modo en que las democracias liberales deben hacer frente a los desafíos del terrorismo lo hacemos tanto de respuestas estatales como de reacciones sociales. Otro tanto cabe argumentar, salvando prudentemente las distancias, en el ámbito internacional, al menos entre regímenes políticos afines. Es precisa la cooperación intergubernamental en aspectos policiales y judiciales, militares en determinados supuestos, pero resulta igualmente necesaria la solidaridad entre las sociedades civiles de distintos países. Desgraciadamente, este no es siempre el caso y la prensa, en tanto que componente fundamental de esas sociedades civiles, proporciona ella misma pruebas lacerantes. Demasiado a menudo, por ejemplo, las agencias de noticias y los periódicos estadounidenses tienden a presentar como terroristas a aquellos grupos que atentan sistemáticamente contra ciudadanos e intereses norteamericanos, eludiendo calificar de igual modo a organizaciones que hacen exactamente lo mismo pero contra ciudadanos de otras nacionalidades e intereses de otros países, incluso democráticos. Al Qaeda es así inequívocamente presentada en la prensa estadounidense como una red terrorista internacional, de igual modo que hacen los medios de comunicación españoles. Por el contrario, ETA raras veces es descrita como una organización terrorista en los rotativos y canales de televisión de EE EE, aun a pesar de que hace ya mucho tiempo que cierne su cruenta amenaza sobre los profesionales de la prensa española en general y de la vasca en particular. Incluso ha causado víctimas mortales entre miembros del Grupo Correo de Comunicación, representado en el comité ejecutivo del propio Instituto Internacional de Prensa, al que pertenecen ejecutivos y profesionales de los más influyentes periódicos tanto estadounidenses como de otros cien países. Esta asociación tiene precisamente entre sus principales objetivos, además de proteger la libertad de opinión y expresión, velar por la seguridad de los periodistas.
Una buena ilustración de esa conducta habitual de la prensa estadounidense, de entre los innumerables ejemplos a que podría hacerse referencia, la proporciona el modo en que fue tratado informativamente, por parte del International Herald Tribune, el pasado 20 de febrero, el atentado de ETA perpetrado la mañana del día anterior contra el joven secretario de política institucional del Partido Socialista de Euskadi, Eduardo Madina, quien perdió una de sus piernas tras estallar una bomba adosada a los bajos de su automóvil. Recogiendo un escrito distribuido por la agencia de noticias Reuters, dicho incidente se ofreció en las páginas del citado diario con el siguiente titular: 'Basque bomb wounds politician'. Es decir, 'Bomba vasca hiere a un político'. Llama poderosamente la atención, en primer lugar, el hecho de que lo vasco sea predicado de una bomba y reducido así a la actividad de la banda armada que coloca ese tipo de artefactos. Por otra parte, en el texto que sigue a dicho titular no se alude a la circunstancia, sin duda relevante, de que la víctima es no sólo un joven político sino, para ser más precisos, un joven político vasco. Añádase a todo ello que ETA es descrita sencillamente como 'grupo separatista vasco', que los términos terrorismo o terrorista no aparecen por ninguna parte, y se podrá deducir con cierta facilidad el modo en que un lector estadounidense o europeo medio, generalmente desconocedor de la pluralidad constitutiva de la sociedad vasca y de las instituciones de autogobierno allí vigentes desde hace más de veinte años, tenderá a descodificar la noticia recibida.
Si tenemos en cuenta el papel que los medios de comunicación desempeñan a la hora de configurar las percepciones del público y de enmarcar su conocimiento de temas especialmente sensibles, tan flagrante inconsistencia opera, según mi opinión, en beneficio de los terroristas que logran no ser etiquetados como tales. También en detrimento de la recíproca comprensión con que los ciudadanos de distintas democracias deben respaldar las medidas de cooperación internacional desarrolladas por sus respectivas autoridades para hacer frente a un terrorismo sin fronteras, transnacionalizado en unos casos y hasta globalizado en otros. Un terrorismo que necesita de unos márgenes suficientes de tolerancia social y pasividad popular, también a escala internacional, para movilizar los recursos con que autoperpetuarse y seguir amenazando tanto el mantenimiento de determinadas democracias como incluso la paz mundial. No se trata de constreñir la libertad de expresión o la independencia editorial de la prensa. En este sentido, suscribo la resolución sobre terrorismo y medios de comunicación adoptada por la Unesco a principios de este mismo mes. Se trata, simple y llanamente, de que en el empeño común que las democracias liberales deben asumir contra el terrorismo, ese elemento fundamental de nuestras sociedades civiles que es la prensa no incurra irreflexivamente en hábitos poco ecuánimes y nada precisos, de los cuales puedan sacar provecho las organizaciones terroristas, sea cual fuere la nacionalidad de la personas y los intereses que convierten en blanco de su criminal violencia. A la postre, el Instituto Internacional de Prensa también tiene entre sus fines declarados los de mejorar la práctica del periodismo y contribuir así al entendimiento entre las gentes de todo el mundo.