22 dic 2010

Diego pacto el rescate

El propio Diego pactó el rescate

El dinero se entregó el 10 de diciembre en algún punto entre las ciudades de Toluca y México, distribuido en 17 paquetes, luego de que El Jefe enviara a sus familiares al menos 5 correos electrónicos.
México.- ¿El hijo Diego, a quien su padre le tiene una confianza extraordinaria?; ¿su amigo Antonio Lozano Gracia o un equipo antisecuestros del gobierno federal?; ¿algún asesor privado?
No: las negociaciones con quienes lo mantuvieron secuestrado siete meses y seis días, desde el primer momento, las encabezó Diego Fernández de Cevallos.
Las distintas pruebas de vida (fotografías) que ilustraron el cautiverio fueron complementadas por al menos cinco correos electrónicos escritos por él y, al final, una llamada telefónica de sus plagiarios para la entrega del dinero.
Había que pagar no los 100 millones de dólares exigidos inicialmente, sino los 30 que pudo negociar El Jefe Diego.
El 10 de diciembre, en algún punto entre las ciudades de Toluca y México, Diego Fernández de Cevallos Gutiérrez y Antonio Lozano Gracia entregaron el rescate, distribuido en 17 paquetes: 13 con dos millones de dólares cada uno; el décimo cuarto con tres, y en los tres restantes los pesos mexicanos equivalentes a un millón de dólares.
Lo fueron a dejar con optimismo y sin escoltas el mismo día de la llamada que, al igual que varias subsecuentes (para las instrucciones de lleguen a tal sitio, den vuelta en tal parte, aguarden cinco minutos, diríjanse hacia x o y), fue realizada y respondida en aparatos adquiridos ex profeso con el plan amigo kit.
Los correos no dejan la menor duda de que fue Diego Fernández de Cevallos quien, a pesar de opiniones en contrario (para que el pago fuese menor), directamente negoció su liberación.
En uno de los mensajes, El Jefe decía dónde conseguir dinero y, de ser necesario, hacer gestiones ante el mismísimo presidente Felipe Calderón para que el gobierno federal pagara lo que adeudaba a su despacho por alguno de los muchos litigios exitosos que ganó como abogado.
Y en el último de sus correos, Fernández de Cevallos escribió 15 o 16 cartas dirigidas a personajes que figuran entre los que consigna la proclama de 33 mil caracteres (Boletín-Epílogo) que los Ex Misteriosos Desaparecedores exigieron se hiciese pública (puesta en la página milenio.com desde el sábado 18 de diciembre):
Carlos Salinas de Gortari, Carlos Slim, Roberto Hernández, Alfredo Harp, Alberto Bailleres, Claudio X González, Lorenzo Servitje, Lorenzo Zambrano, Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Quintana, Ignacio Loyola, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, Juan Sandoval Íñiguez, Onésimo Cepeda, Norberto Rivera Carrera, Roberto Madrazo, Jorge Hank Rohn, Santiago Creel, Enrique Peña Nieto, Carlos Romero Deschamps y Elba Esther Gordillo.
Sin embargo, su hijo Diego decidió no entregarlas a ninguno de los destinatarios, en particular porque había podido ya reunir el monto negociado por su padre.
Dispuestas en todo momento a decir lo que se les ocurriera y ofrecer hasta conferencias de prensa, las hermanas Beatriz y Elena Fernández de Cevallos fueron excluidas deliberadamente del equipo de crisis, como también lo fue, pero de manera mucho más radical, su hermano Manuel, a quien se le ocurrió, por ejemplo, recurrir al general en retiro Mario Arturo Acosta Chaparro, leyenda de la llamada guerra sucia… siendo que los secuestradores forman o formaron parte del memorioso Ejército Popular Revolucionario.
En el capoteo del secuestro, por parte del Jefe Diego, estuvieron siempre: su esposa Liliana de León Maldonado; el abogado y amigo entrañable Antonio Lozano Gracia; los hijos Claudia, Rodrigo y Diego Fernández de Cevallos Gutiérrez, así como al menos un estratega del gobierno federal, comandados todos por el hijo de todas las confianzas.

El secuestro de Diego

Guerrilla "culta" tras plagio de Diego
La Silla Rota, 22 Dic 2010;
por Rivelino Rueda y Omar Aguilar
Afirma el especialista Gustavo Hirales que el movimiento que atentado al excandidato presidencial tiene raíces con el EZLN “pero con un pie” en Oaxaca
MÉXICO, DF.-- Aunque su actitud es y parece que seguirá siendo de desafío al Estado mexicano, el grupo denominado “Ex Misteriosos Desaparecedores” o “Red por la Transformación Global”, que se adjudicó el secuestro de Diego Fernández de Cevallos, no parece ser una nueva organización armada, sino una escisión “culta” de las guerrillas ya existentes en México, principalmente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), pero “con un pie” en Oaxaca, asegura el especialista en movimientos armados, Gustavo Hirales Morán.
En entrevista con La silla rota, señala que desde el primer comunicado que lanzaron –luego del plagio del ex candidato presidencial del PAN en 1994, el pasado 14 de mayo—se notó una marcada “cuerda ideológica” con “características revolucionarias” de este grupo, principalmente “por la manera en la que se expresaban, la ironía y la forma de caracterizar a Diego”.
El también ex integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre apunta que, comparado con los secuestros de “alto impacto” que se dieron en la década de los setenta por grupos guerrilleros, “todo acto de secuestro donde esté involucrada ideología y un personaje público como Fernández de Cevallos, inevitablemente recuerda aquellos acontecimientos”.
No obstante, recuerda que la Liga Comunista 23 de Septiembre estaba, por así decirlo, “en una fuga hacia adelante, en donde se planteaba: ‘Vamos a secuestrar a un empresario fulano, y si no sale, ya tenemos a dos en la mira, y si no sale, vamos así’, es decir, era una carrera desesperada”.
Gustavo Hirales puntualiza que en este caso, en cambio, “parece que no se lo toman así, con esos elementos de desesperación, sino que más bien se lo toman con mucha calma”.
El también analista político destaca, además, que “ahora lo importante es conocer en qué van a invertir el dinero que obtuvieron por este secuestro, porque en el secuestro del empresario Alfredo Harp Helú, en 1994, lo que dejó fue una fortuna para que el Ejército Popular Revolucionario (EPR) comprara armas, uniformes y para reclutar gente, pero no cambió cualitativamente nada”.
Rechaza un escenario en el que este caso se le vaya a querer adjudicar a simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, principalmente por algunos puntos similares que se manejan en el discurso del aspirante presidencial y de esta organización.
“En primer lugar tendría que haber un vínculo; en segundo porque ese discurso de los ‘Ex Misteriosos Desaparecedores’ es un discurso que se mueve en un arco creado por el EZLN y cerrado por López Obrador, y en todo caso se vincularía a los zapatistas, porque Andrés Manuel siempre ha manejado un discurso que él no está por la vía armada”, sostiene.
--¿Considera que el gobierno federal sí sabía que se trataba de un grupo armado, pero que lo ha querido ocultar, principalmente por el año tan simbólico que representa el 2010?
--Lo que creo es que el gobierno sabía, como todos sospechábamos, que era un grupo armado de matriz ideológica, pero lo que no sabía era qué tan nuevo es o no, es decir: podía ser uno nuevo, o podría ser uno viejo, o incluso podría ser una escisión de uno de los viejos.
--¿De dónde cree que pueden ser?
--No lo sé, pero escriben demasiado bien para ser del EPR, quienes son muy toscos, muy bruscos e incluso con faltas de ortografía; en cambio estos se ven muy pulcros, e incluso los ligaría más a una vertiente, digamos, “más culta”, pero no me atrevería a decir que es del EZLN.
--¿Una ramificación nueva de una guerrilla vieja?
--Sí, es que no hay nuevos grupos armados, todos son viejos. El EZLN surgió de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) y el EPR surgió del Partido Revolucionario Obrero Campesino Unión del Pueblo (PROCUP), entonces no hay nuevos, todos son viejos, pero con modalidades más acordes con los tiempos.
Con un pie en Oaxaca
Gustavo Hirales destaca que lo que sí llama la atención de esta organización es que “hay un dato que sí suena más a Oaxaca y a escisión del EPR”, específicamente porque “en la segunda parte de su extenso comunicado mencionan a Diódoro Carrasco Altamirano y a Ulises Ruiz como ‘parte de la mafia aliada con el narcotráfico’, y curiosamente es una de las fijaciones del EPR, pero también lo curioso es que no atacan a José Murat, pero esto tampoco debe llevar a conclusiones apresuradas”.
“Yo siento que tienen una ‘patita en Oaxaca’, pero no sé de qué tamaño”, opina.
--¿Este hecho renueva la posición de un sector de la población que está por la vía armada?
--No lo creo, porque no se ve que tengan vínculo con algún sector de la población. Más bien este grupo es como el EPR del movimiento social de 2006 en Oaxaca, es decir, estaban apoyando, tenían gente ahí, pero no podían ir más allá de donde el movimiento iba.
“Entonces me imagino que este grupo también está con su dinero y con su organización clandestina, a la caza de un movimiento que los catapulte, pero eso no ocurre ni todos los días, ni a petición de parte”, indica.
--¿Considera que continuarán estos “golpes precisos” a otros actores políticos o empresariales?
--Eso representaría un escenario más complicado, porque estos sectores “cerrarían filas” también para no ser el siguiente Diego Fernández de Cevallos en la lista, pero lo cierto es que tuvieron mucha suerte con este secuestro, ya que coincidieron demasiadas cosas en este plagio.
No obstante, comenta que es posible que esta organización clandestina ya haya tenido otros secuestros en su haber, principalmente de empresarios, ya que “aquellos pudieron haber sido golpes para hacer el capital original y tener la infraestructura para poder dar ‘el gran golpe’, como lo fue el de Diego Fernández de Cevallos”.
Los secuestros de “alto impacto”
Respecto a los llamados “secuestros de alto impacto” que fueron adjudicados por grupos guerrilleros a partir de la década de los setenta, Gustavo Hirales expone que, por parte de la Liga Comunista 23 de Septiembre, el único plagio que pretendía ser de ese tipo fue el del empresario de Monterrey, Eugenio Garza Sada, que culminó con un fracaso, tras la muerte del empresario durante esa acción.
Detalla que más tarde vinieron los secuestros del cónsul inglés en Guadalajara, Anthony Duncan Williams, que –dice—“no se puede llamar de plagio de alto impacto porque era un cónsul de cuarta”, y apunta que el otro secuestro fue el del empresario tapatío Fernando Aranguren, “un personaje reconocido en Jalisco, pero que tampoco era el gran empresario, ya que no tenía nada que ver con los verdaderos grandes empresarios de México”.
En cambio, puntualiza que un verdadero secuestro de “alto impacto” fue el que protagonizó la guerrilla de Lucio Cabañas, en Guerrero, quien retuvo al gobernador electo de aquel estado, Rubén Figueroa Figueroa, y que “tuvo un verdadero impacto a nivel nacional”.
Pero subraya que quien sí realizó los secuestros de “alto impacto” más importantes fueron las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP), que plagiaron al cónsul de Estados Unidos en Guadalajara, Terrence George Leonhardy, y más tarde al suegro del ex presidente Luis Echeverría Álvarez, José Guadalupe Zuno Hernández.
Además, subraya que antes del secuestro de Fernández de Cevallos estuvo el del empresario y accionista mayoritario de Banamex, Alfredo Harp Helú, pero aclara que “el grupo que lo organizó nunca dijo que era una organización armada, sino que hasta más tarde se supo que había sido obra del EPR, y esto fue principalmente por cuestiones de seguridad de esa organización guerrillera”.
“Válvulas de seguridad cerradas”
En ese sentido, considera que el grupo denominado los “Ex Misteriosos Desaparecedores” o “Red por la Transformación Global” se atreve a manifestar su posición ideológica, principalmente porque “ya se habían preparado y atrincherado, y creen que tienen todas las ‘válvulas de seguridad cerradas’, pero eso lo vamos a ver”.
“Eso de ‘cerrar las válvulas de seguridad’ es importantísimo en una acción como estas, ya que echarse un paquete como el de Diego Fernández, con fugas de información, pues los hacen trizas en un dos por tres, porque además eso de que el gobierno dejó de investigar y de perseguir, nadie lo cree”, añade.
--¿Observa que la respuesta del gobierno federal será la que se ha dado históricamente con las guerrillas: la represión, la persecución, la tortura?
--Son dos cosas distintas, es decir, por una parte qué bueno que Fernández de Cevallos, de alguna manera, como haya recapacitado y tomado una nueva conciencia social, pero hay que ver hasta dónde le llega este compromiso, y la otra es que se tienen que castigar los delitos, todos, hayan sido de Diego o de otra persona, y tienen que castigarse con respeto a los derechos humanos, eso es lo fundamental.
No especulemos, pide Paredes
La presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes, expresó que no vale la pena hacer especulaciones de ninguna naturaleza, en torno a la liberación del panista Diego Fernández de Cevallos
“Esto no es político, como ser humano y como una persona que he conocido al Licenciado Fernández de Cevallos, me da mucho gusto”, afirmó la lideresa priista.
En un comunicado, la política tlaxcalteca señaló: lo expresé muchas veces antes y creo que su recuperación con vida, refleja que es un hombre de carácter con una enorme reciedumbre personal que le permitió sobrellevar esta circunstancia tan delicada.
La también diputada federal dijo que es una reacción personal, humana y de júbilo porque una persona que ha vivido una situación tan severa y tan dramática, el que salga con vida de ella, “me parece que es motivo de alegría, independientemente de filiaciones políticas”.
Agregó que lo importante es que está con vida y que está reintegrado a su círculo familiar y de amigos
“Creo que lo que importa es que habrá la presencia y la voz de Diego Fernández de Cevallos por muchos años más y desde aquí, lo saludo con respeto y con aprecio”, indicó.

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