7 dic 2009

Szymborska

ENTREVISTA: EN PORTADA - Entrevista
Pequeños detalles de Szymborska
"Todo termina siendo metafísico", pero un único apunte puede hacer que un poema resista al tiempo, afirma la Nobel polaca, de 86 años, poseedora de un humor afilado y certero, que publica en España su último poemario y su obra en prosa
JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS
El Pais, 05/12/2009

Wislawa Szymborska está en su casa, pero pide permiso para fumar. "Una vez", cuenta, "recibí una carta de varias páginas en la que una mujer me pedía que dejara de fumar. Me hubiera gustado responderle: he ido a tantos entierros de gente que nunca había fumado y que era más joven que yo... Me limité a decirle que le agradecía que se preocupara por mí". Szymborska nació hace 86 años en Kórnik, cerca de Poznan, al oeste de Polonia. Ahora vive en un bloque descolorido sin ascensor -una especie de vivienda de protección oficial- en un suburbio de Cracovia, la ciudad de la que no se ha movido desde que su familia emigró allí cuando ella tenía ocho años, en 1931.

Mehmet Ali Agca

El hombre que disparó contra Wojtyla saldrá libre en enero
EL PAÍS - Madrid - 08/12/2009
Mehmet Alí Agca, el hombre que disparó contra Karol Wojtyla en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981, saldrá el próximo enero de la cárcel turca en la que se encuentra, según publicó ayer el diario La Repubblica. El rotativo italiano señala que se ha desatado una carrera entre varios medios para obtener una entrevista con el agresor del papa Juan Pablo II, que pide dos millones de dólares (1,3 millones de euros) por la exclusiva.
Tras cumplir 19 años de cárcel en Italia, Agca fue indultado en 2000 por el entonces presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, y enviado a Turquía, donde tenía pendiente otra causa por el asesinato de Abdi Ipecki, director del diario Milliyet, perpetrado dos años antes de la agresión a Juan Pablo II. Esta condena expira el próximo 18 de enero.
Muchas sombras rodean aún el atentado de la plaza de San Pedro. Es poco probable que Agca, que militaba en un grupo ultranacionalista turco, conociera toda la trama, a tenor de los interrogatorios a los que fue sometido. Algunas investigaciones sitúan el origen de los hilos en los servicios secretos soviéticos y búlgaros.
Agca, que se convirtió al cristianismo, ha manifestado el deseo de ir a rezar ante la tumba de Juan Pablo II, que le visitó en su prisión italiana y le perdonó.

Me fusilan hoy

Mi última carta: me fusilan hoy"
'Vivir a muerte' reúne misivas de resistentes franceses condenados a la pena capital
JACINTO ANTÓN - Barcelona -
El Paìs,  08/12/2009
¿Qué escribiríamos si supiéramos que nos van a fusilar dentro de unas horas? ¿Qué mensajes dejar a los seres queridos, al mundo, a la posteridad? ¿Qué horrores de esos momentos postreros conjuraríamos, qué cuentas trataríamos de ajustar con la vida, qué arrepentimientos, despedidas, recuerdos o desafíos plasmaríamos en el papel? ¿Cómo sería nuestra última carta? "A las 4 me van a fusilar. Si vieras lo calmado que estoy, mamá querida", escribió Robert Busillet, de 19 años, en la prisión de Fresnes en 1941. "Vive, tienes que vivir", anotó otro reo para su amada antes de caer bajo las balas de los nazis. "No tengo miedo, no es mi costumbre", fue el último, valiente mensaje a su familia del rehén Michel Dabat, abatido por el pelotón de fusilamiento en Nantes. Vivir a muerte (Barril & Barral, 2009), un libro conmovedor, imposible de leer sin que en más de una ocasión se inunden los ojos de lágrimas -"voy a llevar en el pecho vuestras fotos para que me acompañen en el ataúd", "mi alegría más grande sería que pensaras en mí lo menos posible y que rehagas tu vida", "besos grandes, besos como sólo podemos dar cuando son los últimos", "me gustaría que cuando el niño fuera mayor le habléis mucho de mí", "no te olvides de mis zapatos, los llevé a arreglar, se los das a Maurice"-, recoge un centenar de cartas de resistentes de Francia, franceses y extranjeros -hay un español-, que sufrieron la pena capital, la mayoría fusilados por los nazis (muchos como rehenes), aunque alguno en la guillotina o decapitado por hacha en Alemania. Dos son de mujeres. Todas fueron escritas entre 1941 y 1944.
Las cartas, un camposanto de vidas truncadas donde aletea aún el eco terrible del tiro de gracia y por el que uno discurre atribulado hasta el quebranto, están todas documentadas en el libro, con el nombre del remitente y una semblanza biográfica. Desprenden los textos, escritos en la situación más angustiosa y límite que puede afrontar un ser humano, un torbellino de emociones: amor, coraje, esperanza, orgullo, ternura. También, una urgencia, lógica, y una implícita mirada al gran misterio de la muerte.
La mayoría de los condenados se disculpa por el dolor que, involuntariamente, va a causar a sus seres queridos. Tratan de tranquilizarlos, mostrando valor, resignación, serenidad o sosiego. Deseamos que fuera eso lo que en realidad sentían. "No he sufrido antes y ya no más después, por supuesto", "pasamos el tiempo contando chistes", "siempre soñé, mira tú por dónde, morir de pie un día en que el sol brillara". La última frase la escribe Fernand Zelnikov, empleado de peletería parisiense de origen judío ruso, que participó en varios atentados contra soldados alemanes. Por su parte, el rehén Bernard Grinbaum anota poco antes de ser pasado por las armas, con lermontoviano desdén: "Bah, no importa".
Es una constante en los hombres con pareja pedir a ésta que rehaga su vida: "Te deseo que encuentres un buen proletario digno de ti", escribe a su mujer el tornero comunista y combatiente clandestino Maurice, que reconoce: "Es duro decir esto porque estoy celoso aun ante la muerte".
El humor y la ironía brillan por su ausencia; en cambio, abundan el patriotismo y la religión. Hay reos de todas las clases sociales y profesiones, incluso un abad. Las cartas son remitidas por las autoridades después de la ejecución. Una del libro lleva un mensaje secreto en código. Varias son enviadas clandestinamente, incluso lanzadas por encima de los muros de la cárcel.
En algunas cartas leemos desesperación, rabia, miedo, odio o afán de revancha. "Vengadme", escribe el judío Simon Fryd, que ha atacado con granadas a un destacamento de la Wehrmacht. Otros perdonan; Émile Bertrand escribe: "He cumplido con mi deber, sólo siento, y de todo corazón, haber matado". Guy Môquet, detenido por pegar carteles y al que fusilan con 17 años, escribe a su Odette: "Siento no haber podido tener lo que me prometiste". No es el más joven. Henri Fertet cuenta 16, pero mucho valor: "No quiero venda en los ojos ni que me aten".
Pese a que todos tratan piadosamente de hurtar los detalles escabrosos, en algunas misivas se percibe la provisionalidad atroz de las últimas horas: "Te escribo de pie, a la luz que pasa a través de la mirilla"; "mi escritura es quizá un poco temblorosa, pero es que tengo un lápiz muy pequeño"; "te escribo sobre un cubo nauseabundo"; "sed fuertes como lo seré yo cuando las balas me sacudan"; "vienen a buscarnos".
Se traslucen dudas: "Creo que voy a morir con valor", "creo que todo irá bien" (!) "y sabré morir como un hombre"; "tengo mucho coraje, pero estoy un poco nervioso". Algunos tratan de ser prácticos: "Dejo mi chaqueta de cuero, trata de recuperarla". Uno incluso recuerda devolver los volúmenes de La Pléiade prestados. "Haz editar mis poemas", escribe el líder partisano de origen armenio Missak Manouchian. Hay verdaderos testamentos. Otros filosofan. Predomina la contención pero hay anotaciones desgarradoras: "Hallaré valor pensando en tu amor"; "sabes que alguna vez hemos discutido, pero te quería mucho". "Un último largo, largo beso en tus labios", escribe el maquisard Paul Meyer a su mujer. Y otro a la suya: "Lamento profundamente no haberte hecho feliz".
Palabras desde el paredón
- "Te ruego que de vez en cuando te acuerdes de nuestro amor".
- "Voy hacia la muerte como a una nueva aventura".
- "Sé feliz en los brazos de otro".
- "Siempre soñé, mira tú por dónde, morir de pie un día en que el sol brillase".
- "Siempre he tenido tanto, tanto miedo a morir".
- "A la tumba, cuando vengáis, traedme sólo flores rojas".
- "Perdonadme las faltas de ortografía".

Brasil

El riesgo de morir de éxito/ Arthur Ituassu, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Católica Pontificia de Río de Janeiro
© Project Syndicate, 2009
Publicado en LA VANGUARDIA, 06/12/09):
Últimamente, Brasil ha aparecido en los titulares internacionales, pero no por las historias tradicionales de violencia urbana, catástrofes naturales, corrupción política o deforestación del Amazonas.
En la cumbre del G-20 celebrada en Londres en abril, el presidente Obama hizo un llamamiento al mundo para que prestara atención al presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el “político más popular de la Tierra”, y le estrechó la mano, al tiempo que decía: “Mi hombre aquí. Me encanta este hombre”. En septiembre, el presidente destituido de Honduras, Manuel Zelaya, reapareció en su país dentro de la embajada de Brasil en Tegucigalpa después de tres meses de exilio. Después llegó la noticia de que el COI había concedido a Brasil la organización de los Juegos Olímpicos de verano en el 2016, que se suma a que también será el país anfitrión del Mundial de fútbol en el 2014.
En cuanto a la crisis económica mundial, Brasil ha brillado durante toda ella al registrar una recuperación rápida e intensa y, como si esa buena noticia no fuese suficiente, la gigantesca empresa petrolera estatal de Brasil, Petrobrás, ya está preparando para su explotación dos enormes yacimientos de petróleo en aguas profundas descubiertos frente a las costas de Río de Janeiro. Por esas y otras razones, Brasil está centrando la atención del mundo. Por fin, la democracia brasileña está funcionando bien, después de muchos años de gobierno militar, y su economía parece más potente que nunca. A consecuencia de ello, muchos observadores y analistas políticos están refiriéndose a la posibilidad de que en el futuro Brasil desempeñe un papel internacional cada vez más importante.
Pero Brasil y su Gobierno tienen por delante dos importantes imperativos conectados: la necesidad de crear una sociedad mucho más igualitaria y la de resistir la tentación de recurrir al nacionalismo si llegan a manifestarse fracasos internos.
El actual éxito de Brasil tiene su origen no sólo en los dos mandatos de Lula, que acaban el 2010. El programa de estabilización económica aplicado por Fernando Henrique Cardoso desde 1994 (el plan del real), primero como ministro de Hacienda y después como presidente durante dos mandatos, solidificó una estructura gracias a la cual el mandato de Lula ha podido ser tan próspero.
Con esto no pretendo quitar el menor mérito a Lula. Su presidencia ha garantizado la estabilidad política y ha fortalecido la cohesión social. De hecho, al gestionar el proceso político para que el Estado funcionara en pro del pueblo de Brasil, el Gobierno de Lula ha hecho de este país una democracia verdaderamente estable y consensuada.
No hay la menor modestia en ese logro, dada la tradicional inestabilidad institucional de Brasil y la serie de importantes escándalos de corrupción en que se sumió el Gobierno de Lula en el 2005 y 2006. Lula sobrevivió a aquellos escándalos y no tomó la iniciativa de enmendar la Constitución para poder optar a un tercer mandato, aunque algunos en Brasil lo instaron a que lo hiciera.
Lula ha aplicado también importantes políticas sociales. Dos millones de hogares han recibido la corriente eléctrica por primera vez, once millones de familias muy pobres han conseguido el apoyo de una renta mínima (la Bolsa de Familia), el salario mínimo ha aumentado un 45% en términos reales, lo que ha beneficiado a 42 millones de personas. Además, se han creado ocho millones de puestos de trabajo, 17 millones de personas han salido de la pobreza y la renta del 50% más pobre ha aumentado un 32%, dos veces más rápidamente que la del 10% de los más ricos en el mismo periodo. Y uno de los grandes méritos de Lula es haber logrado todo eso sin desencadenar la inflación, que causa estragos sobre todo entre los pobres.
Sin embargo, los imperativos por cumplir son todavía enormes, pues Brasil sigue ocupando el séptimo puesto del mundo por la desigualdad de su sociedad… y persiste la violencia severa. El 64% de los hogares brasileños carece de corriente eléctrica y saneamiento y sólo el 22% tiene electricidad, un teléfono, un ordenador, un frigorífico, un televisor y una lavadora. En las regiones más pobres, la septentrional y la nororiental, esas cifras bajan hasta el 8,6% y el 8,3%, respectivamente. Entre los jóvenes, casi el 37% de los de edades comprendidas entre los 18 y los 24 años no acaban la enseñanza secundaria. Sólo la mitad de la población de más de 25 años de edad ha recibido educación oficial durante más de ocho años.
Para que Brasil continúe por su vía de prosperidad, debe seguir concediendo una mayor prioridad a sus programas económicos y sociales que a las aventuras extranjeras. La creación de una importante sociedad igualitaria, libre y democrática que respete las instituciones internacionales y colabore con ellas es lo mejor que Brasil puede ofrecer al mundo ahora mismo.


Responsabilidad y tiempo

Responsabilidad y tiempo/Jesús Silva-Herzog Márquez
Reforma, 7 Dic. 09
El Presidente ha trazado un bosquejo de reforma institucional. No se trata de un cambio de régimen constitucional pero, de aprobarse, podría transformar profundamente la dinámica política del país. El Presidente busca legar una democracia que funcione, una representación eficaz y cercana a la gente. La reforma está apenas en boceto. No se ha presentado una iniciativa concreta pero se han delineado sus elementos centrales: reelegibilidad de legisladores y alcaldes; iniciativa preferente recorte del Congreso, mecanismos de participación directa de los ciudadanos, candidaturas sin partidos. No alcanzo a entender las razones que sugieren el recorte del Congreso, pero encuentro en la silueta básica de estas reformas un dibujo razonable de innovación institucional.

Detrás de esta propuesta veo un diagnóstico certero: nuestra democracia ha logrado contar votos e instaurar contrapesos pero no ha sido capaz de ensamblar las distintas piezas de la maquinaria gubernativa para darnos decisión. Los cambios de los que habla la administración suben el peldaño. No son ya transformaciones en el ámbito electoral sino cambios en la conformación de los poderes. Se busca alentar la colaboración política, profesionalizar los cuadros representativos, darle al Presidente un instrumento directivo adicional en su trato con el Congreso. Si entiendo bien, puede entenderse que los cambios pretenden dos objetivos centrales: fortalecer la responsabilidad de los agentes políticos y abrir el tiempo de la democracia.
Hemos construido una democracia irresponsable. Nuestro régimen político tiene elecciones, competencia y un complejo tejido de restricciones. Sin embargo, no hemos arraigado un sentido de responsabilidad política que implique un compromiso auténtico del poder con la sociedad. La dispersión del poder ha diluido la autoría de las decisiones y la paternidad de la inacción. Un cerrado régimen de partidos políticos dificulta la aplicación certera de sanciones. Un terreno crucial de la irresponsabilidad es, sin duda, el Congreso. El marco institucional provoca que los legisladores entiendan la lealtad a su partido como su principal compromiso. No es ruindad: es la lógica de su encargo. En los partidos altamente centralizados está su futuro. El hecho es particularmente dañino en la pista de mayoría porque desactiva y nulifica la dinámica local que debe colorear la asamblea nacional. A pesar de ser electos en la pequeña comunidad, los legisladores de mayoría no se sienten vinculados contractualmente con sus electores. La reelección transformaría de manera automática las cadenas de la responsabilidad. La actividad legislativa encontraría así un imán distinto: el imán de ciudadanos equipados con un auténtico poder condenatorio.
La reelección puede transformar el magnetismo de nuestra vida parlamentaria. Si hoy prevalece un solo eje de lealtad que es el acatamiento de la línea partidista, la reelección puede abrir una dinámica distinta que, sin olvidar la necesaria coordinación de los partidos, ponga atención también en la opinión local. No es absurdo anticipar que, bajo tal influjo, la colaboración entre legisladores pudiera empezar a desbordar los estrictos contornos de los partidos políticos. Vale apuntar, sin embargo, que para que esta reforma surta los efectos esperados, es necesario complementarla con dispositivos que aseguren competencias limpias y abiertas dentro de los partidos.
La iniciativa preferente que ha propuesto el Presidente es otra medida sensata. En la superficie es un instrumento de presión para que el Congreso analice y a dictamine las iniciativas del Ejecutivo. En el fondo, el proyecto es una exigencia de definición. Una de las expresiones de la irresponsabilidad política es flotar sin definirse. La propuesta presidencial no presionaría a la clase política más que a la definición pública sobre temas relevantes. Al hacerlo prestaría a la democracia un servicio importante: permitiría conocer con claridad las posturas de los partidos y aplicar en consecuencia premios o sanciones.
El apunte del Presidente aborda otro tema crucial de nuestra democracia: la cárcel temporal que nos encierra. Si bien tenemos un larguísimo sexenio, los cálculos de la representación y de la administración local son extremadamente cortos. El caso de las presidencias municipales es particularmente grave por la naturaleza de su gestión: imposible proyectar obra pública relevante bajo ese apremio del tiempo. Nuestra democracia, en efecto, necesita abrirse al tiempo, ensanchar el marco de la planeación para imaginar y construir futuro.
Veo por eso, dos aciertos relevantes en el planteamiento de reforma institucional: arraigar la responsabilidad y abrir el horizonte temporal de nuestras decisiones. Lo digo reconociendo que no todo está en las instituciones, que toda reforma tiene inconvenientes y costos.







Frase de Lozano Barragán

Vaticanista: Frase "homosexuales se irán al infierno" muy probablemente es falsa
ROMA, 03 Dic. 09 / 12:56 pm (ACI)
El vaticanista italiano Andrea Tornielli explicó que la frase "homosexuales y transexuales no entrarán nunca al Reino de los Cielos", atribuida al Cardenal Javier Lozano Barragán, Presidente Emérito del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, es "con toda probabilidad" una "indebida síntesis de su entrevistador", el periodista italiano Bruno Volpe.
Tornielli explica primeramente que "la Iglesia hace bien en condenar una cierta ideología homosexual, pero no puede cerrar las puertas del paraíso a los homosexuales y transexuales, porque el juicio, gracias a Dios, espera a Dios, y la teología católica siempre ha enseñado que hasta el final siempre está la posibilidad de arrepentirse de los propios pecados invocando la misericordia divina".
Por esa razón y en consideración de que el Cardenal Javier Lozano Barragán "es un teólogo", prosigue el prestigioso vaticanista, "no puedo creer que (el Cardenal) haya hecho esas afirmaciones, que con toda probabilidad son una indebida síntesis de su entrevistador", el periodista italiano Bruno Volpe.

Lástima por Suiza

Minarete, burka, identidad nacional/Tahar ben Jelloun, escritor, miembro de la Academia Goncourt
Publicado en LA VANGUARDIA, 06/12/09;
La democracia directa, tal como se practica en la Confederación Helvética, puede desembocar en algunas aberraciones. Es lo que ocurrió el pasado domingo, día 30 de noviembre, en la ciudad de Ginebra, con la votación contra los minaretes de las mezquitas por más del 57 por ciento de los votos. ¿Qué significa eso? Se acepta a los musulmanes en territorio suizo pero a condición de que se vuelvan invisibles. Deben volverse cada vez más discretos hasta que acaben desapareciendo del paisaje y que ya no pueda erigirse en el futuro ningún signo o señal ostentatorio.
Todo ello significa que el islam sigue dando miedo y que esta desconfianza fóbica está basada en la ignorancia. El cartel utilizado por quienes hicieron campaña contra los minaretes en Suiza es lo suficientemente elocuente: unos minaretes negros en forma de misiles atraviesan la bandera suiza al lado de una mujer vestida con burka. Se ha repetido por activa y por pasiva que la burka no tiene nada que ver con el islam, que es una costumbre de determinadas tribus afganas o pakistaníes, que el islam no habla nunca de ella en sus textos, y pese a ello se sigue haciendo amalgama entre esta prenda y una religión.
Este cartel entra en el límite de lo racista. Sugiere unas ideas, unas amenazas que el ciudadano ginebrino recibe como una advertencia. Esta votación no arreglará nada; al contrario, no hará más que acentuar las diferencias entre la comunidad musulmana, que es diversa y parecida, y los helvéticos.
Suprimir los minaretes es efectuar una ofensa a un símbolo. El minarete es una señal de una presencia. No tiene nada de político ni de agresivo. En cualquier caso no pone en entredicho “los derechos fundamentales en Suiza”, como llegó a declarar el partido de la derecha populista, promotor del referéndum.
Como decía una joven musulmana en declaraciones a la televisión francesa: ayer fue el velo, hoy es la burka y ahora toca el minarete. Efectivamente ahí está la enfermedad. Incluso el islam pacífico, que es el mayoritario, continúa molestando. Es mejor volver a los textos y no escuchar a los falsificadores, a los provocadores que utilizan el dogma para atizar el odio entre los pueblos. Atacando los minaretes, Suiza ataca un símbolo de una religión que quisiera ver desaparecer de su entorno natural. Esta cuestión, lejos de haber llegado a su punto culminante, no hace más que exacerbar las pasiones y sobrepasa las fronteras suizas. En Francia, el Frente Nacional ha aplaudido el resultado de la votación y desearía, algún día, poder ejercer esta democracia directa y popular para expresar el rechazo al islam en Francia.
El debate sobre el crucifijo en las escuelas italianas es de la misma naturaleza. Es un símbolo que no hace daño a nadie. Pero a partir del momento en que se mezcla este símbolo con otros mensajes las cosas se complican y se politizan. Ocurre lo mismo en Francia con el debate – que también llegará a Italia-sobre la “identidad nacional”. Esta cuestión de la identidad se plantea a partir del momento en que se advierte que el paisaje humano de un país cambia de colores y de componentes. Ello está afectando ya a toda Europa pues la inmigración está ahí, por todas partes, y los hijos de esa inmigración son europeos, algunos musulmanes, otros animistas, otros sin religión. Es necesario aceptar esta realidad. No sirve para nada organizar una votación para borrar o corregir esa situación.
Evidentemente a vivir juntos se aprende y no puede hacerse más que en el respeto mutuo, que incluye también el respeto a las leyes y al derecho. Y finalmente un último punto: los inmigrantes y sus hijos no se irán. Forman parte de la historia europea. Son personas que tienen necesidad de su cultura y de su culto como cualquier otro europeo de pura cepa.
Curiosamente Suiza ha sido muy “comprensiva” con el hijo de Gadafi que fue detenido en Ginebra por agresión y brutalidad hacia sus empleados. Las autoridades lo liberaron y negociaron con su padre para llegar a un acuerdo. Ocurre lo mismo con otros musulmanes que acuden al país helvético a depositar miles de millones en sus bancos. Suiza los trata con enorme atención y respeto. Y se olvida justamente de que son portadores de este islam que le da tanto miedo.


Homenaje a Don Luis Calderón

Diversas intervenciones en el XX Aniversario Luctuoso del Licenciado Luis Calderón Vega
Domingo, 6 de Diciembre de 2009 | Discurso
Germán Tena Fernández, Presidente del Comité Directivo del Partido Acción Nacional en el Estado de Michoacán.
Estimado y respetado señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Felipe Calderón Hinojosa. Bienvenido a su estado natal, donde se le quiere y se le admira.
Muy querida licenciada Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa del ciudadano Presidente de la República. Bienvenida a esta, su segunda casa.
Estimado jefe, licenciado César Nava Vázquez. Bienvenido a su casa.
Queridísimo jefe, ingeniero Luis Mejía Guzmán. Bienvenido.
Estimado maestro Alonso Lujambio Irazábal. Bienvenido.
Estimado Librado Martínez Carranza, Coordinador del Grupo Parlamentario de Acción Nacional en el Congreso del estado.
Senador José González Morfín, Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, mi ex jefe.
Muy querida familia Calderón Vega y Calderón Hinojosa.
Señoras y señores directores de los medios de comunicación.
Amigas y amigos panistas, aquí presentes.
Señoras y señores:
Sean todos ustedes bienvenidos a esta conmemoración del XX aniversario luctuoso de un gran panista, de los de la primera hora, fundador del partido: don Luis Calderón Vega, hombre de Patria y familia. Por encima de todo, maestro de la vida.
Vida fue su cátedra, maestro al modo socrático, sembrador al viento de la palabra. Vida fue su oratoria, desbordante vida en la tribuna y en la charla capaz de todos los matices.
Supo de bríos y de la salud del alma que transmite su propia alegría de vivir.
Amigo, hacedor de amigos, perseverante y fiel, generoso sin tasa, donador de la amistad. Atraía y ennoblecía todo el contacto de su cordialidad; la cordialidad, cuyo venero etimológico está en la palabra corazón.
Maestro, tribuno, amigo, supo ser, sobre todo, hombre de caridad. Según el concepto paullano, distribuyó sin tasa su saber y su bondad.
En estos días tuve oportunidad de leer algunas de sus obras escritas, y me llamó poderosamente la atención los contenidos de Política y Espíritu, Respuestas y su Iniciación a la Sociología.
Y de compartir con muchos de los aquí presentes anécdotas que vivieron con él. Y ahora, me explico y comprendo su influencia sobre los iniciadores de Acción Nacional en varios municipios de nuestro estado, algunos de ellos aquí presentes.
Sus obras reflejan el gusto por los diálogos fuertes, profundos, con reflexión y pasión vehemente de las posturas de quienes discuten y, sobre todo, por el respeto al compañero una vez concluidas éstas.
Creo que esa cualidad fue bien acogida, atesorada e imitada por su familia. Él dejaba muy en claro que los problemas de México, sus soluciones y todas las decisiones al respecto son responsabilidad de cada uno de nosotros como ciudadanos.
Y es momento de reflexionar sobre esto. Si alguien tiene muy en claro esto, es nuestro Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, que no ha cejado ni un instante en la lucha contra el crimen organizado; que ha tomado las decisiones necesarias con admirable valentía y en función del bien común de la Nación; y que ante las adversidades que confronta nuestro país, nunca ha perdido el rumbo por el que tanto luchó su padre, don Luis Calderón Vega: lograr una Patria ordenada y generosa, y una mejor vida y más digna para todos.
Estamos con usted, señor Presidente.
Amigas y amigos:
Me permitiré parafrasear a don Luis, trayendo a colación una reflexión que hacía en su defensa seria del catolicismo, en la Unión Nacional de Estudiantes Católicos, contra el Gobierno, y que debemos de tomar en cuenta cada uno de los aquí presentes si anhelamos un México mejor:
Es necesario abandonar nuestras posiciones cómodas de funcionarios del partido, de servidores públicos, de empresarios, de trabajadores y/o padres de familia. Las circunstancias actuales nos obligan a estar más cerca de quienes más lo necesitan.
No resisto compartir con ustedes las palabras que escribió don Luis en la presentación de su libro, Política y Espíritu. Y leo:
Las siguientes páginas están escritas por un cristiano o cuasicristiano, para los cristianos que aspiran a serlo más integralmente.
Y al final, termina diciendo:
La gallardía de nuestros jóvenes definidos, reconforta asimismo, de aquella otra tristeza que nos duele y nos causan quienes, contemplando las cosas por encima de lo humano, ven en estas fallas humanas como el signo y la prefiguración de un ecumenismo evangélico, o aquellos otros hermanos que, temerosos de nuestra definición política, pudieran comprometerles.
Prefieren vernos de lejos y tratar de cerca espíritus más liberales, aunque menos ortodoxos, pero amándonos como hermanos separados. Aquí está para quien decida defenderla o compartirla, esta trinchera sagrada de un francotirador que se suscribe a sus órdenes.
Los invito a leer esta obra.
Creo, amigas y amigos panistas, que es momento de renovar energía y seguir en esta brega de eternidad. Este país que todos queremos y amamos necesita de nuestra perseverancia en ella.
Concluyo agradeciendo a una gran mujer, aquí presente, que siempre estuvo al lado de don Luis, y que fue parte fundamental en la construcción de su obra: doña Carmen Hinojosa de Calderón.
-MODERADOR: A continuación se proyectará el video: Reseña Autobiográfica del Licenciado Luis Calderón Vega.
(PROYECCIÓN DE VIDEO)
-MODERADOR: Toma la palabra el ciudadano ingeniero Luis Mejía Guzmán.
-ING. LUIS MEJÍA GUZMÁN: Muy buenos días tengan todos y todas ustedes.
Señor licenciado don Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Señor licenciado César Nava Vázquez, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional.
Señor licenciado don Germán Tena Fernández, Presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional en el estado.
Margarita Zavala, Titular del Sistema DIF Nacional. Qué bueno que estás con nosotros aquí, esta mañana.
Señor Secretario don Alonso Lujambio. Señor Senador don Pepe González Morfín.
Señor Diputado Librado Martínez.
Es un privilegio para mí hablar esta mañana de don Luis Calderón Vega. Sería muy presuntuoso de mi parte narrar su biografía. Ya se han publicado textos sobre el gran personaje que fue don Luis.
Luis Alberto García Orosa, Carlos Castillo Peraza, don Alex Avilés, Armando Ávila Sotomayor, por nombrar algunos, han tenido la habilidad de ofrecer elocuentes palabras sobre él y su obra. Pero me anima el poder compartir con ustedes mis vivencias con don Luis en las décadas de los 60, 70 y 80 en el partido, en campañas, en reuniones de amigos, a través de las cuales pude conocerlo, apreciarlo, tenerlo como guía, como consejero y como un ejemplo a seguir.
Don Luis, como todos lo conocimos, formó parte del grupo de panistas de la primera hora, cuyos nombres eran mencionados en reuniones en la casa de los abuelos.
Después lo empezamos a escuchar en los mítines, allá en los años 50, en campañas municipales o aquellas campañas vigorosas por conseguir el voto femenino. O bien, en la primera campaña en la que participó Acción Nacional para el Gobierno en el Estado de Michoacán, con don Ezequiel Correa, como candidato.
Como muchos, tuvimos necesidad de salir fuera de Morelia a estudiar. Y como es fácil de entender, nos relacionamos con paisanos y amigos que nos reseñaban los libros de Calderón Vega, especialmente Cuba 88; una lectura obligada para los jóvenes y escrita para todos aquellos jóvenes sacerdotes diocesanos, de quienes espera le den algún día, cito: El derecho de tirarles de la manga de la sotana enérgica, aunque respetuosamente, como dicen los reaccionarios, para recordarles que subestimar a la clase estudiantil e intelectual es un infortunio, y olvidar a la universidad, un suicidio.
Actualmente, perdura el recuerdo de Calderón Vega en los jóvenes de aquellos días. Uno de ellos relata cómo asistir a un mitin del PAN significaba aprender de democracia, de libertades y de lucha contra la injusticia y el abuso de poder; escuchando a esos ilustres y valientes michoacanos, verdaderos soldados del bien común, como lo fue Luis Calderón Vega.
Don Luis creía firmemente en el poder de la palabra y en la entrega vigorosa a la acción. Y fue, por supuesto, vivo ejemplo de ello.
Por esta razón quiso conservar y transmitir a las nuevas generaciones la historia de la gesta que fue y es Acción Nacional; cómo surgieron las ideas, las soluciones a los problemas que se iban presentando.
Cómo, y aquí cito sus propias palabras: en la fluidez de la plática, sin cortapisas ni formulismos, van dibujándose programas afianzándose propósitos, madurando opiniones, que tendrán o no vida, se aceptarán o no en las asambleas formales o reglamentarias; pero que serán hombres o ideas, programas o propósitos sugeridos, nuevos protagonistas intangibles en el escenario político. Texto tomado de la campaña de Michoacán, 1962.
Él dio vida e infundió energía a las campañas a través de sus discursos, en la elaboración de sus plataformas, en sus programas de Gobierno, etcétera.
La de 1962, fue una de éstas, en la que él mismo se presentó como precandidato para el Gobierno de Michoacán, y en la que a pesar de no haber sido electo para tal misión, que cabe decir, en aquellos tiempos, emprender campaña contra el viejo régimen era una verdadera peregrinación, gustosa y generosamente entregó su tiempo para acompañar al que resultó candidato, Jorge Eugenio Ortiz Gallegos.
A nuestro regreso a Morelia nos tocó trabajar en las campañas de la segunda mitad de los 60. En 1967, don Luis participó como candidato, ésta vez a Diputado por el distrito de la capital.
Y recuerdo especialmente la del 68, que encabezó el doctor Morelos Valdés, como candidato a Gobernador.
Don Luis fue el encargado de la publicidad que repartíamos y fijábamos de noche los juveniles, apoyado con los incondicionales de don Luis, como eran don Vicente Acosta o Miguel Oseguera.
En ese tiempo nada más se decía Encargado de la Publicidad. Ahora se necesitan coordinadores, incondicionales generales de campaña, de prensa, de logística y de muchas cosas. En ese tiempo, don Luis Calderón hacía él solo todo eso.
Cómo recordamos a don Luis en el diseño, preparación del material, en la revisión de cualquier tipo de publicación que se elaboraba en Fimax, con don Fidel y Chava Ramírez. Recuerdo, cuando en las reuniones del Comité, el Tesorero, don Fernando Torres Villicaña, nos pedía a todos prudencia en los gastos, y se hizo célebre la frase de Calderón Vega: Hay que hacer lo que se deba, aunque se deba lo que se hace.
Sí bien, esa campaña no llevó a Morelos Valdés a la gubernatura, los frutos se pudieron a empezar a ver al cabo de algunos meses.
Para 1968, abríamos un frente, que hasta a la fecha mantenemos en Uruapan con Paco Solís Buenrostro.
Para él, la impresión y difusión de las andanzas del partido, significaban la posibilidad de recordar, recordar el fundamento de nuestra acción, el principio, el alma, la recopilación de los discursos de Efraín González Morfin, de la campaña de 1970; la compilación, también de las iniciativas de los diputados de Acción Nacional y, por supuesto, las memorias del PAN, son parte de su legado más valioso, porque en esas páginas se encuentra todo aquello que nos ha fortalecido y permitido ser lo que hoy somos, y porque constituye la fuente en la que todos hemos abrevado.
En su vida, las ideas siempre fueron de la mano de la acción; no era importante repetir ideas, sino ponerse a trabajar.
Haciendo campaña en Zacapú, en un tiempo en que las personas eran renuentes a la participación, recuerdo haberlo escuchado de don Luis: Cuántas veces tendrá que tomar una madre la cuchara para enseñar al niño a comer, cuántas veces tendrá que tomarlo de la mano para enseñarlo a caminar, cuántas veces tendrá que repetirle el Padre Nuestro para enseñarlo a rezar, cuántas veces tendremos que ir nosotros a las plazas a pedir el voto de los ciudadanos para enseñarlos a ser libres, si la vida de las personas es tan corta comparada con la vida de una Patria que tiene visos de eternidad.
Vuelve a decir que después de esas palabras tuvimos convención y tuvimos candidato. Meses después tuvimos la Presidencia Municipal de Zacapú.
Ya fuera de campaña o a través de sus crónicas, enalteció cada obra pensándola así, con visos de eternidad, con una altura, con una luz y un color perpetuo; con una vida interminable, porque para él todo lo que se hacía a través de Acción Nacional no era sino la expresión de un fin último: el bien común, la trinchera sagrada.
En el año de 1975, recibí de don Luis la estafeta como dirigente estatal del partido, contando siempre con su apoyo incondicional. Pero 1976, nos puso a prueba a todos. Vinieron los tiempos difíciles para el PAN, no tuvimos candidato presidencial, conseguir candidatos para diputados para esa campaña Federal fue realmente difícil.
Fuimos testigos de las fuertes discusiones que se suscitaban entre don Miguel, el doctor Morelos y don Luis Calderón. Vino el retiro de Efraín que nos conmocionó, pero al final pudimos salir adelante, y nadie o tal vez muy pocos abandonaron el partido.
Decidimos quedarnos y aquí estamos.
Después vino un episodio, por allá de 1979, que recuerdo con mucha emoción. Cuando el señor ingeniero don Jesús Quiroz Pedraza y un servidor, como representantes del Comité Estatal, acudimos a la Ciudad de México para formar parte de la Comisión Dictaminadora del partido, para formar la nueva lista plurinominal de partidos, y logramos que don Luis Calderón encabezara la lista de nuestra circunscripción.
Como aquí se dijo en el video, ese fue el resultado de sus incontables capacitaciones, conferencias, charlas, campañas a lo largo de varias décadas por todo México.
Recuerdo también, que al regresar don Luis a Michoacán, después de su primera semana como Diputado, pasó por la oficina de su servidor, caminos de Ana María Gallaga y Bocanegra, nos saludamos y le pregunte qué cómo se sentía.
Él me dijo, con su singular tono de voz, que estaba feliz, porque en la Cámara de Diputados se había encontrando con viejos amigos.
Supuse yo que se refería a los del PAN, pero para sorpresa mía se refería a Arnoldo Martínez Verdugo, Valentín Campa, Demetrio Vallejo, lo cual a mí me sorprendió, pues nada menos, eran distinguidos miembros del Partido Comunista.
Y, entonces, le pregunté:
Y esa amistad dónde surgió, en algún encuentro estudiantil.
No, me dijo, más bien en un encuentro a trancazos que nos dimos afuera de San Carlos, luchando por la autonomía universitaria.
En esa legislatura, justamente, habría de dar un memorable y brillante discurso en defensa de esa autonomía universitaria.
Eventos, como éste que he narrado, hicieron que algunos de sus biógrafos lo definieran como un tendedor de puentes. Se relacionó con muchísimas personas de diferentes orígenes e ideologías, no sólo a través de su tarea de capacitador o con su apoyo incondicional en las campañas, sino sobre todo por su forma de ser.
Él estaba acostumbrado a pelear a rostro descubierto, hablaba siempre a mar abierto, rechazaba sin cortapisas las capillas y las sectas, porque decía, dañan la confianza interna.
En la década de los 70 y los 80, su aportación a las plataformas políticas y a los programas de Gobierno del partido, fueron claves y visionarias, y continúan vigentes.
Recuerdo, en particular, la disertación que nos ofreció en la Convención Regional de 1980, el episodio y el destino que recogió palabra 10 años después de su muerte.
La figura de don Luis nos permitió tener una actuación muy digna en la LXIII Legislatura del Congreso del Estado, en la que con Cocoa y Javier Barragán, que andan por aquí, con su servidor, constituimos el Primer Grupo Parlamentario del Partido en Michoacán.
Conseguimos su respaldo, porque sus pensamientos, su forma de ser y de actuar, su indiscutible congruencia, nos abrieron puertas en escenarios favorables. Fue nuestro referente, marcó nuestra agenda, su voz habló a través de nuestros discursos y sus principios se concretaron en nuestro actuar.
Su sólido, incansable y generoso apoyo, me acompañó igualmente en mi campaña para Gobernador, en 1986. Y lo recuerdo todavía en el mitin de Zamora, por allá de mayo de 86.
Es significativo que por estos días se hayan estado acercando a nosotros las personas que lo conocieron como líder estudiantil, como periodistas, como orador.
Efectivamente, se puede hablar de don Luis como un hombre de estudio, de compromiso, fiel a sus principios, un hombre preocupado y ocupado. Y en todas esas facetas, muchos reconocen al amigo y al maestro.
A la luz de los acontecimientos actuales, de todo lo que nos está tocando vivir como ciudadanos, como militantes, como servidores públicos, como mexicanos, pareciera que estamos en una situación en extremo complicada.
Cuál es el más preciado legado de don Luis, que aún en un contexto adverso, se puede y se deben llevar a la práctica los principios que guiaban su acción, que no eran otra cosa que la consecución del bien común.
A los panistas de hoy les digo, que el mejor homenaje que podemos rendirle a una persona, como don Luis Calderón Vega, es tomar como ejemplo su lucha, asumir a tope la responsabilidad de partido del Gobierno, e imprimirle algo: el alma de Acción Nacional, a cada una de nuestras acciones.
Y antes de retirarme, me voy a permitir compartir con ustedes un texto inédito, que mucho expresa lo que fue este gran hombre, ante todo un amigo:
El día en que concluimos mi campaña, allá en junio de 86, tuvimos una reunión en la casa de mi suegro, que usaba muletas. Y para retirarse don Luis, mi suegro, tropezó. Cayó. Don Luis no lo advirtió, pero cuando se lo comunicaron le puso de su puño y letra. Y Voy a hacer entrega a su familia ahorita de ese texto, le dice:
Don Luis Avilés, que te caíste por la precipitación al salir tras de mí, me dice, y todavía me obligaste a sentarme en el auto, dejándome sin poder darte un abrazo. Ahora me queda el recurso de la pluma, libre, para decirte lo que quiera y no sé cómo empezar siquiera.
Y como moscas, una tras otras, llegan las personas a hablar por el teléfono que tengo encima del escritorio, y eso que no está mi mujer. Si estuviera, sería la primera en presentar sus escusas, y yo el último en hacerlo, y lo hago con todo el corazón, y con todo el acendramiento de la estima, que se depura y crece a través de los años. Y hace tanto que nos conocemos.
Muchas gracias.
-MODERADOR: Toca en turno en la palabra al ciudadano maestro Alonso Lujambio Irazábal, Secretario de Educación Pública.
-SECRETARIO ALONSO LUJAMBIO IRAZÁBAL:
Muy buenos días.
Muy estimada doña María del Carmen Hinojosa de Calderón.
Muy estimados miembros de la familia Calderón Hinojosa.
Maestro Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de México.
Muy estimada Margarita Zavala, Primera Dama.
Muy querido Jefe Nacional de nuestro partido, don César Nava.
Muy estimado Secretario General, don José González Morfín.
Germán Tena Fernández, Librado Martínez. Gracias por su extraordinaria hospitalidad michoacana.
Muy querido don Luis Mejía
Amigas, amigos todos:
La de Luis Calderón Vega es la vida de un singular escritor del Siglo XX, mexicano y líder de las juventudes católicas, y líder político.
Cuando tiene 15 años Calderón Vega es fundador y Presidente de la Liga de Estudiantes Católicos en Morelia, Michoacán. Esto ocurre a mediados de 1926, poco antes de que estalle la Guerra Cristera.
En 1933, a los 22 años, escribe sus dos primeras novelas: Andanzas, y Un Viejo Amor. Un año después, en 1934, aparecen otras dos novelas: Don Nadie, e Historia de un Hombre que No Tiene Historia.
En 1937, escribe su quinta novela: La Reacción. Dos años después, en 1939, será en la Ciudad de México Secretario General de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos y apoyará en ese año la creación del Partido Acción Nacional.
Dos años después, esto es en 1941, es electo Presidente Nacional de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos, y a partir de entonces, y durante los próximos ocho años, será Presidente Internacional de la Confederación Iberoamericana de Estudiantes Católicos.
Estamos, amigas, amigos, ante una carrera meteórica en las organizaciones universitarias católicas, en el nivel local primero, en el nacional después y, finalmente, en el nivel internacional.
Calderón Vega viaja profusamente por Centroamérica, por América del Sur, por España, promoviendo la Organización de los Universitarios Católicos; organiza congresos para reunir a la Confederación en Lima y Bogotá.
En 1944, prácticamente todo el año vive en Chile, en Santiago de Chile; en 1949, Calderón Vega organiza en Roma, Italia, la última reunión de la Confederación Iberoamericana de Estudiantes Católicos, presidida por él; clausura aquel congreso el Obispo Montini, a la postre Papa Paulo VI.
Ningún otro mexicano, ninguno, salvo José González Torres, de Pax Romana a la sazón también michoacana, presidirá en el Siglo XX a las grandes organizaciones internacionales de la juventud católica.
Concluido el congreso, Calderón Vega viaja por Italia, visita Nápoles, es invitado entonces a España como conferenciante a la Universidad de Santander, para después viajar a Madrid para trabajar en el Instituto de Cultura Hispánica, que intentaba, en esos años, aglutinar a la juventud intelectual de habla hispana.
Calderón Vega permanece en Madrid dos años, hasta 1951, cuando regresa a México. Tiene entonces 40 años, ha terminado, sin duda, una etapa de su vida; la ha dedicado toda, desde los 15 años, al estudio, a la actividad política, al periodismo, a la literatura. Su vida, entonces, va a dar un giro. En 1953, a los 42 años, en plena madurez, se casa con una hermosa joven michoacana, María del Carmen Hinojosa.
A mi juicio, la vida de Calderón Vega inicia entonces su segunda parte. Calderón Vega será político siempre, pero, permítanme concentrar la atención en el escritor en ambas etapas.
La primera etapa de la producción del escritor Calderón Vega es particularmente literaria y específicamente novelística.
La segunda parte, a su regreso a México, se concentra en el ensayo, en la historia, en la crónica; en esa segunda parte hay 13 libros, 11 publicados y dos inéditos. Hay diferencias en las dos etapas, pero la constante en ambas, sin duda, será el periodismo.
Gerardo Ceballos, el compilador de su obra, ha localizado artículos periodísticos de Calderón Vega en el periódico El Quijote, en Morelia, hacia finales de 1932. Tenía entonces 21 años.
Poco después combinará sus entregas a El Quijote con artículos bimestrales en la revista Ciencias y Letras. Hacia 1935, cuando tiene 24 años, escribe en ambas publicaciones. A partir de entonces nunca abandonará el periodismo.
Otras revistas mexicanas publicarán artículos de Calderón Vega en los siguientes años: Proa, Casa y Familia, ABC, Lobos, Corporación, Cosas de México, Señal, Comunidad Cristina, Reforma Universitaria, Fe y Vértice, de la que por cierto fue Director.
Hay varios cientos de artículos publicados en la revista La Nación y varios cientos de artículos publicados en el diario La Voz de Michoacán, en su columna Tres Puntos.
Otros periódicos como El Norte y El Universal publicarán artículos de nuestro autor.
La obra periodística de Calderón Vega en diarios y revistas mexicanos es vastísima. La cuidadosa pesquisa de Ceballos ya suma más de mil 300 ensayos breves de artículos de opinión.
Calderón Vega fue un escritor en la política, en años y décadas, sin embargo, de hegemonía política y cultural.
No era fácil ser escritor en esos años. Calderón Vega es de esas pocas plumas que, en esos años difíciles del régimen autoritario mexicano de la posrevolución, abrió brecha haciendo valer el comentario, la crítica, la observación analítica de la vida pública, asumiendo, además, el riesgo de emitir opiniones contrarias a un poder establecido intolerante y muchas veces represor.
No era fácil, insisto, ser escritor non grato al sistema político de la posrevolución.
En ocasiones, el propio Calderón Vega tuvo que pagar de su propio peculio la edición de algún libro, porque en el mundo editorial no imperaba, precisamente, el pluralista.
Calderón Vega se asumió siempre escritor, vivió de su pluma, nunca torció el brazo, renunció desde el principio a una vida fácil y optó por el difícil camino de luchar por su convicción democrática y por su convicción libertaria, donde ni había democracia, ni había libertad.
Fue en la posguerra, Calderón Vega, una de las pocas plumas mexicanas que siguieron de cerca la evolución de la política en América Latina. Hay artículos de Calderón Vega sobre la política chilena, colombiana, venezolana, guatemalteca.
Algunos de sus amigos latinoamericanos de juventud serán, a la postre, protagonistas de su época. Uno de ellos, uno de sus amigos chilenos es Frei; y uno venezolano es Caldera. A la postre, dos Presidentes de sus respectivas Repúblicas.
Calderón Vega analiza también, por supuesto, permanentemente la evolución de la política de México y sus coyunturas.
Calderón es un agudo observador de su época, es cierto; pero también es un agudo observador de las personas. Hay decenas de artículos dedicados a analizar una persona y su coyuntura: Romain Rolland, Efrén González Luna, Stefan Zweig, Juan Ramón Jiménez, el Mariscal Pétain, Julio Vértiz, Azorin, Juan Diego, Ezequiel Chávez, Manuel Gómez Morín, y un interminable etcétera.
La pluma del novelista está siempre presente en estas elegantes piezas de estudio y reflexión.
Permítanme hacer una breve consideración sobre la obra novelística de la primera etapa y sobre la obra ensayística de la segunda.
La primera novela de Calderón Vega, Andanzas, 1933, es en parte autobiográfica y trata de las dolorosas vicisitudes de un joven de 16 años durante la Guerra Cristera en Morelia.
Es una novela desgarradora. Cinco jóvenes, un agente de ventas a quien llaman Pepe Prisas; un empleado de banco a quien llaman El Chino, dos estudiantes de preparatoria: El Chico y Cheno; y el narrador, un estudiante de una escuela de comercio deciden entrar después de una discusión apasionante a la ACJM y apoyar a los cristeros en el arranque de la Guerra Cristera.
Consiguen vendas, consiguen medicinas, consiguen cartuchos. Son carteros. Los personajes discuten qué hacer para aumentar la ayuda. Dos de ellos deciden sumarse al campo de batalla y son muertos de inmediato. El grupo se colapsa. Es una pieza de la literatura mexicana de La Cristiada.
La otra gran novela de Calderón Vega aborda un tema central a largo de toda su obra escrita, incluso ensayística: La relación entre la religión y la política. Se titula: La Reacción; y ganó el primer premio literario en la Escuela Libre de Derecho.
Pero vean de qué reacción estamos hablando si el protagonista es un líder estudiantil, influido por las ideas sociales de la Encíclica Rerum Novarum que intenta organizar un sindicato católico en una fábrica de obreros, aquí en Morelia.
El patrón ve pronto con horror que su hermosa hija se ha enamorado del joven líder. No entro a la complejidad de la doble trama. El joven teme que la Junta de Conciliación y Arbitraje que apoya sistemáticamente, a mediados de los años 30, durante el Cardenismo al sindicalismo revolucionario bloqueé, sin embargo, el sindicalismo católico.
Sus temores resultarán fundados. La novela aborda el tema absolutamente central para los jóvenes católicos, influidos por el pensamiento socialcristiano de la época, de las posibilidades y futuro del movimiento progresista católico, en el marco del Estado revolucionario durante el Cardenismo.
Unas palabras, amigas, amigos, señor Presidente, finalmente, sobre la segunda etapa de la obra de Calderón Vega. Hay en esta etapa, amigas, amigos, 13 libros.
Déjenme mencionarlos: Los Siete Sabios de México, 1950; Retorno a la Tierra, 1956; Cuba 88, Memorias de la UNEC, en 1959; La Campaña de Michoacán, 1982; El 96.47 por ciento de los Mexicanos, ensayo de sociología religiosa, 1964; Política y Espíritu, Compromisos y Fugas del Cristiano, 1965; Memorias del PAN, Tomo I, 1967; Reportaje sobre el PAN, 31 Años de Lucha, 1970; Figuras, 1971; Memorias del PAN, Tomo II, 1975; Memorias del PAN, Tomo III, 1978; Iniciación a la Sociología, en 1978; Reportaje sobre el PAN, 40 Años de Vida Política, en 1980; quedaron inéditos Medio Siglo Católico y la Burguesía Mexicana.
Destaca, sin embargo, una obra de las más leídas, de las más citadas por otros autores nacionales y extranjeros. Se titula Cuba 88, Memorias de la UNEC y es el primer libro publicado en 1959 sobre el origen, el desarrollo y la muerte de esa importante y poderosísima, créanmelo, poderosísima Organización Nacional de Estudiantes que él presidió, la Unión Nacional de Estudiantes Católicos, la UNEC.
La UNEC era asistida por jesuitas, que marcaron para siempre el pensamiento de Calderón Vega. De hecho, en 1967 hay un homenaje al gran jesuita, fundador de la UNEC, y hay palabras, en realidad, emocionantes; en verdad, emocionadas de Calderón Vega en su madurez, en relación con su gran maestro el jesuita Ramón Martínez Silva.
La UNEC era una organización para elevar el nivel intelectual de los universitarios católicos y será actor político central, apoyando a Manuel Gómez Morin en la Universidad Nacional en su combate contra el Artículo 3 Constitucional.
La UNEC era la vanguardia del pensamiento social cristiano y los unéficos eran mal vistos por la ACJM y por Acción Católica, quien se encargó de liquidarla en 1944; era la punta de lanza del pluralismo católico mexicano de la primera mitad del Siglo XX.
El otro gran libro, creo, se titula: El 96.47 por ciento de los Mexicanos, Ensayo de sociología religiosa. Ahí Calderón Vega les dice tanto a los jacobinos de época terciaria, cito aquí sus palabras.
Como a los católicos de Pedro, El Ermitaño, es decir, tanto a los revolucionarios anticatólicos, como a los católicos de su generación marcados por la Guerra Cristera y todavía imposibilitados para dialogar con otras posturas y creencias, a todos ellos les dice lo siguiente y lo cito:
La nuestra, dice Calderón Vega, no es una posición intolerante, no hemos postulado y de ninguna manera aceptaríamos la tesis de un monismo político, mucho menos si éste es confesional y nuestro rechazo se desprende clara y lógicamente de nuestra doctrina, particularmente sobre el Estado no confesional.



Por el contrario, como cristianos y republicanos, afirmamos la necesidad de un claro pluralismo político. Termina la cita.
Calderón llamaba, vuelvo a citarlo, a tender muchos puentes de entendimiento y comprensión entre los mexicanos de distintas ideologías y creencias.
La de Calderón es en el Siglo XX, de algún modo, a mi juicio, una hazaña. Muy pocos jóvenes acejotaemeros que sufrieron directa y personalmente los horrores de la Guerra Cristera en los años 20, aquí en Michoacán y en El Bajío, pertenecientes a su generación, abandonarán, como él sí hizo, toda concepción integrista, católica y aceptarán cabalmente el pluralismo político e ideológico.
Imposible, aquí termino, amigas, amigos, referirme a la voluminosa obra de Calderón Vega sobre la historia del PAN. Tres tomos de las memorias y dos ediciones de reportaje sobre el PAN y la enciclopédica compilación de las propuestas legislativas del partido, completan una obra impresionante, que nadie ha superado.
Parte fundamental del legado cultural y político de Calderón Vega es, sin duda, su obra escrita, de vastas dimensiones, que merece y aguarda su compilación: narrativa, historia, ensayo, crónica, perfiles, periodismo.
Pero más allá de la obra escrita, está la actitud de un mexicano del Siglo XX, que nunca desfalleció, que ofreció su intensa y apasionada vida a los suyos y a sus convicciones, que dejó testimonio de su esfuerzo generoso y tenaz, que nació durante el breve Gobierno de Madero y murió en el inicio de la transición democrática.
Luis Calderón Vega es uno de los grandes demócratas del Siglo XX mexicano.
Muchas gracias.

-MODERADOR: Hace uso de la palabra el ciudadano licenciado César Nava Vázquez, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional.
-LIC. CÉSAR NAVA VÁZQUEZ: Muy estimado señor Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa. Querida Margarita Zavala Gómez del Campo. Muy querida doña Carmen Hinojosa de Calderón.
Muy queridos Cocoa, Luis Gabriel, Juan Luis y Mariquita.
Estimado Monseñor don Alberto Suárez Inda.
Estimado Jefe Estatal Germán Tena.
Muy estimados compañeros del Presídium.
Amigas y amigos todos:
Nos encontramos hoy aquí para recordar y honrar a don Luis Calderón Vega, a 20 años de la partida de este mundo. Hemos escuchado de quienes me han antecedido del uso de la palabra, algunos detalles biográficos que nos revelan con toda nitidez la estatura intelectual y el calado moral de quien hoy nos convoca en esta tan entrañable ciudad de Morelia.
Son varias las facetas por las que don Luis Calderón merece ser recodado y evocado este medio día. El líder universitario, el católico militante, el escritor, el maestro de muchas generaciones, el panista de la primera hora, el candidato incansable, el inflamado orador, el esmerado Legislador, el ardiente defensor de sus convicciones, tanto dentro como fuera del PAN.

Algunas de ellas han sido abordadas ya en este acto y otras más quizá lo serán con su hijo, hoy Presidente de la República.
Quisiera explorar y compartir con ustedes una faceta que ha encerrado para mí un descubrimiento deslumbrante, gracias a la generosidad de doña Carmen y a la complicidad de Gerardo Ceballos, que buscó y encontró los archivos de don Luis Calderón, las fuentes, algunas de ellas inéditas que han motivado las reflexiones que enseguida pondré en común con todos ustedes.
Como vivió don Luis Calderón su proceso de formación personal, académica y cívica en su adolescencia y primera juventud; cómo se forjó el hombre que en su plenitud vino a entregar todo a la causa de Acción Nacional y de México. Encontramos a sus apenas 14 años, una pieza reveladora de la hondura de la fe y la solidez de las ideas que efervescían en la mente del adolescente moreliano, que ganó el diploma principal de algún concurso, quizá organizado en su escuela secundaria.
Es su primer texto que trasciende. Luis Calderón inicia en 1925 su vida literaria con un elogio de la humildad de Tomás de Aquino, referente fundamental del humanismo integral y trascendente, cuya vida y obra inspirarán su pensamiento y su acción.
Y lo cito: muchos creen que por ser ricos, sabios o ilustres por su naturaleza o méritos naturales se rebajarían si hicieran actos de desprecio de honores y riquezas, de sacrificio. Vean ellos el ejemplo de humildad que nos da nuestro patrono Santo Tomás de Aquino, el cual era ilustre no sólo por nacimiento y méritos naturales, sino también, por su sabiduría y sus virtudes.
No deja de llamar la atención el énfasis que prodiga el jovencísimo Calderón Vega a la virtud y la humildad. Recordemos que escribió esto a sus 14 años, y a esa temprana edad elige el mérito del rico perfume de la flor callada que vivía en Santo Tomás, quizá proyección y anhelo de la virtud que él mismo buscaba cultivar y acrecentar para mayor lustre de su temprana inteligencia que revela la edad en la que la inmensa mayoría de sus compañeros de generación, dedicaban al escarceo de las flores de fugaz gloria.
El preclaro texto de Luis Calderón nos invita a recordar lo que hemos sostenido durante los 70 años de Acción Nacional: que la tarea política entendida en su más noble concepción sólo puede pensarse y vivirse como labor de entrega y de sacrificio. En el apartamiento del fasto y del fatuo en la Nación constante.
Tres años después, en 1928, asistimos a la alocución que dirigió Calderón Vega a la Unión de Fabricantes de Calzado. Se trata de un joven de apenas 17 años que se dirige a un grupo tal vez compuesto de zapateros, comerciantes y pequeños empresarios, con el ardor propio de su primera lozanía.
Es posible advertir también aquí un hilo conductor que enlaza a esta composición, ya mencionada en honor de Tomás de Aquino, con esta charla: en ambos casos aparece el llamado al sacrificio, en el primero, por la vía directa; en este segundo, por la vía indirecta al señalar el vicio egoísta que termina por echar a tierra los esfuerzos colectivos más preciados.

Al defender la valía de la unión, por encima del esfuerzo individual, dijo don Luis a los, quizá, recientemente agremiados. Si buscamos la causa primera y esencial del frío desprecio, la muda indiferencia y las burlas grotescas con que muchos recibieron la idea que nos había deformado un idealismo colectivo que nos impulsase a la unión, encontraríamos, señores, sin mucho esfuerzo, una lacra que, ciertamente, afecta al mundo en general, que es más profunda, más arraigada, más perjudicial y mejor amamantada con pleno conocimiento en todas y cada una de las agrupaciones, en todos los núcleos que constituyen la sociedad mexicana. El egoísmo.
Y continúa el joven Calderón Vega: el egoísmo es un intenso amor por nosotros mismos, es una ambición consistente en desear para nosotros todo antes que para nadie, y esta ambición, este prurito de anteponernos a todo, ese yo primero; nos hace ver a nuestros semejantes como simples instrumentos para realizar nuestros deseos.
Resulta asombroso constatar que mientras el joven Calderón Vega, en plena Guerra Cristera, se dirigía a ese grupo de zapateros morelianos; el joven Gómez Morin hacia su tarea también y se carteaba con Vasconcelos, al señalarle, precisamente, la trascendencia y el enorme valor de apostar por un esfuerzo colectivo y permanente, antes que por una misión individual y pasajera; sin imaginar, siquiera, que a varias centenas de kilómetros, palpitaba un corazón viajero que también acudiría con él al llamado de 1939.
La historia le dio la razón a Gómez Morin y a Calderón Vega. Los dos trascendieron mucho más allá de su muerte, porque fueron capaces de renunciar a la aventura egoísta y privilegiaron siempre el esfuerzo ordenado y colectivo de la acción nacional.
El joven Calderón Vega trascendió porque supo postular y vivir el amor por los demás, antes que el amor propio y porque supo llevar esta convicción a la esfera de lo social de la cosa pública, a donde la inmensa mayoría de los que entonces pensaban como él, jamás transitaron.


Y es que Luis Calderón decidió llevar su fe y su convicción al pedregoso y sinuoso camino de la vida pública, ahí donde muchos no se atreven a caminar por miedo al oscuro barranco, ahí se atrevió él a andar.
Renunció al amor por sí mismo para amar a los demás y transformó el amor al prójimo en la mejor expresión de la caridad, el servicio a la Patria. Así, escribiría años después en Cuba 88 al resaltar el valor de la participación activa de la política entendida como un auténtico apostolado y lo cito.
Poco se he pensado en esta calidad, unifica la dimensión apostólica de los muchachos. Ellos mismos poco hablaban de ese carácter, porque tenían la humildad de sentirse incapaces para tal misión; más por eso mismo, cuánta mayor valía en sus diarias acciones y cuánta mayor pureza en sus intenciones y en su conducta respecto de sus compañeros, de sus grupos, de sus sociedades, en clase o en el discurso del mitin o en el Congreso o en la plazuela.
Sabían que ahí, dentro de la esfera de la actividad social, su mensaje cristiano tenía más resonancia y no frustraba la ocasión deparada por la providencia, de convertirse en magnavoces de las encíclicas pontificias.
De regreso años atrás, a sus 19 años, podemos leer también el refrendo de una alma encendida por el deseo de entregar todo para el bien de su Patria.
En, Para Eréndira, escrita a sus 18 años, recoge y hace suyas las palabras inscritas en la urna que guardaba el corazón de Melchor Ocampo en el Colegio de San Nicolás.
Qué más puede ofrecer un hombre a su Patria y a su juventud, que su corazón que late, vive y muere por su cariño y por su amor.
Cinco años después, de nuevo la humildad ocupa el centro en sus reflexiones y es el motor de su incursión en la novela.
A sus 23 años, como ha recordado Alonso Lujambio, escribe Don Nadie, en la que deja traslucir como los grandes autores algunos rasgos autobiográficos que proyecta en la descripción del protagonista.
Escribió Calderón Vega: se nos apersonó un joven trigueño, lacio del pelo, delgado y alto, vestido a lo estudiante, es decir, mal; abrigado con una gabardina plomo. Sabemos que el sujeto ése ha recibido un telegrama de México, una carta de San Luis Potosí, una postal de Pátzcuaro y creo que un periódico de Morelia; de lo cual podemos lógicamente concluir que puede ser de México, de San Luis Potosí o de Pátzcuaro o un vulgar guayabate. Se trata de un trotamundos, un don nadie.
Resulta paradójico que quien a sus 23 años escribiera esta novela, resulte ser tanto hoy para tanta gente. A fin de cuentas, como él mismo escribió en 1929: los grandes hombres siempre son humildes.
En suma. Un hombre grande que cultivó en su juventud la virtud de la humildad, un gigante que se forjó a partir de la renuncia, la generosidad y el sacrificio.
En su plenitud, fundó un partido, fundó una familia y fundó una tradición, la del político que no guarda en su casa sus convicciones, ni tampoco pontifica en la plaza pública con ellos.
La mejor tradición del político que decide ser diferente y vive hasta el final, en consecuencia, con su decisión. La tradición de quien dice lo que piensa, defiende lo que dice y vive lo que defiende.
Un león, como le llamara Castillo Peraza a su muerte, quien formó en el amanecer de su vida el sabio escaso y excepcional cimiento de la grandeza con la que hoy le recordamos.
Y al recordarlo, como hemos rememorado en la celebración de los 70 años de Acción Nacional a muchos de los que han precedido, estamos obligados a honrarlo con la memoria, sí; pero estamos llamados a hacer más, mucho más que eso, porque no hemos sido convocados hoy aquí en Morelia para contemplar el pasado con la mirada llena de nostalgia o por los buenos tiempos que no habrán de volver.
Estamos aquí para el rendir el tributo de la memoria, sí; pero, sobre todo, para rendir el tributo de la imaginación, porque ahora descansa en nuestros hombros la nobilísima tarea que algún día Calderón Vega, Gómez Morin, González Luna, Herrera y Lazo, y muchos más se echaron a cuestas.
Y estamos llamados, como decía Castillo Peraza, a fundar una nueva tradición, la tradición de un partido moderno, que se hincha los pulmones con los aires del Siglo XXI y se afianza, al mismo tiempo, en sus principios, los mismos principios que germinaban en la mente del adolescente del joven Calderón Vega.
A partir de lo que nos hace más fuertes, nuestras convicciones, nuestra idea del hombre y la política, hagamos este día un renovado voto para los años que habrán de venir.
Hagamos memoria y hagamos imaginación. Miremos el futuro con renacida esperanza; y al hacerlo rindamos tributo a hombres como Calderón Vega que hoy nos contempla desde la eternidad y nos invita a iluminar sin buscar el brillo, a trabajar sin buscar el descanso, a luchar toda la vida sin buscar la recompensa.
-MODERADOR: A continuación el Ensamble Vocal Femenino, Voces de Las Rosas, interpretará la pieza musical Yunuén.

Luis Calderón Vega

El Presidente Calderón en el XX Aniversario Luctuoso del Licenciado Luis Calderón Vega
Domingo, 6 de Diciembre de 2009 | Discurso
Morelia, Michoacán
Qué tal. Muy buenas tardes ya.
Queridas amigas, queridos amigos, paisanos.
Licenciado César Nava Vázquez, Presidente del Partido Acción Nacional.
Senador José González Morfín, Secretario General.
Licenciado Germán Tena Martínez, Presidente del Comité Directivo Estatal. Muchísimas gracias por este evento.
Diputado Librado Martínez, Coordinador de los Diputados Locales.
Estimado Secretario Alonso Lujambio.
Estimado Luis Mejía Guzmán.
Querida Margarita.
Amigas y amigos todos:
Nuevamente, muchísimas gracias. Quiero empezar por agradecer a los organizadores y promotores de este evento. Al Comité Estatal del PAN, en Michoacán,a mis hermanos, y también a nombre de ellos, agradecer a todos este Homenaje Póstumo a mi padre, a don Luis Calderón Vega, ahora que se cumplirán, justo mañana, 7 de diciembre, 20 años de su fallecimiento.
Celebro, además, que este tributo se haga aquí, en Morelia, en esta ciudad que lo vio nacer y a la que tanto quiso, rodeado, además, de tantos familiares y amigos, y compañeros.
De esto diría, además, que su morelianidad, digamos, habría muchas cosas que decir.

Iglesia anglicana

Elección de obispo abiertamente lesbiana divide al anglicanismo
El arzobispo de Canterbury se muestra en contra de este hecho
LONDRES, lunes 7 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).-El arzobispo de Canterbury Rowan Williams ha advertido que la elección de una obispo abiertamente lesbiana es un hecho que "genera muy serias preguntas no sólo sobre la Iglesia Episcopal y su lugar en la Comunión Anglicana", sino también "para la Comunión en su totalidad".
Williams, símbolo de unión de los 77 millones de anglicanos alrededor del mundo, recordó a quienes encabezan la Iglesia Episcopal que se habían comprometido a restringir la designación de homosexuales para ejercer altos cargos dentro del anglicanismo.
"El proceso de selección, sin embargo, está completado sólo en parte", advirtió Williams. "La elección tiene que ser confirmada, o podría ser rechazada, por obispos diocesanos y comité diocesanos" dijo en declaraciones dadas a conocer en su página web.
La elección de Mary Glasspool, de 55 años, debe ser convalidada ahora por la Iglesia Episcopal nacional, es decir por los obispos de las 108 diócesis episcopales de Estados Unidos.
Williams señaló que esta elección "tendrá implicaciones muy importantes".
De ser ratificada su elección, Glasspool pasaría a ser la asistente del jerarca de Los Ángeles J. Jon Bruno, un obispo divorciado, para atender a cerca de 70 mil feligreses en California.
Sería también la primer obispo homosexual elegida luego de que el pasado mes de julio la Iglesia Episcopal hubiera levantado el veto a la elección de obispos homosexuales.
En el año 2003 se vivió dentro del anglicanismo el mismo debate con la elección del obispo homosexual Gene Robinson para el estado de New Hampshire, en la zona de New England en Estados Unidos. El hecho trajo graves divisiones en toda la Comunión Anglicana.

Benedicto XVI y la teología de la liberación

El Papa pide superar la división de la teología marxista de la liberación
Al recibir a un grupo de obispos de Brasil
CIUDAD DEL VATICANO, lunes 7 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha elevado una conmovedora súplica a superar las divisiones que ha suscitado en la Iglesia la teología marxista de la liberación, al recibir este sábado a un grupo de obispos de Brasil.
El pontífice reconoció que comunidades eclesiales, particularmente en ese país, necesitan todavía experimentar mutuamente la experiencia del perdón para que las heridas de las polémicas que provocó el materialismo dialéctico en la Iglesia puedan finalmente cicatrizar.
En el discurso que dirigió a los obispos de las regiones Sur 3 y Sur 4 de la Conferencia Episcopal de Brasil, el Santo Padre recordó que en agosto pasado se han conmemorado los veinticinco años de la instrucción Libertatis nuntius de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sobre algunos aspectos de la teología de la liberación.
En realidad, como explicó entonces el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, hay muchas corrientes de la "teología de la liberación", pues la liberación es uno de los mensajes centrales de la Revelación, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Ahora bien, una de éstas, particularmente en las tres últimas décadas del siglo XX, tomó como elemento de interpretación el análisis marxista --el materialismo histórico-- para tratar de comprender la compleja y en ocasiones escandalosa realidad social de América Latina. A esa corriente se le pasó a llamar teología marxista de la liberación, muchas veces llamada simple aunque erróneamente teología de la liberación.
Como explicó el Papa a los obispos brasileños, "sus consecuencias más o menos visibles, hechas de rebelión, división, disenso, ofensa, anarquía, todavía se dejan sentir, creando en vuestras comunidades diocesanas un gran sufrimiento y una grave pérdida de fuerzas vivas".
Por eso el obispo de Roma afirmó solemnemente: "suplico a todos los que, de algún modo, se han sentido atraídos, involucrados y tocados en su interior por ciertos principios engañosos de la teología de la liberación que vuelvan a confrontarse con la mencionada instrucción, recibiendo la luz benigna que ella ofrece a manos llenas".
Citando a Juan Pablo II, Benedicto XVI aclaró que la "la suprema norma de la fe" de la Iglesia no procede del análisis marxista, sino que "proviene de la unidad que el Espíritu ha puesto entre la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia en una reciprocidad tal que los tres no pueden subsistir de forma independiente".
"Que, en el ámbito de los organismos y comunidades eclesiales, el perdón ofrecido y recibido en nombre y por amor de la Santísima Trinidad, que adoramos en nuestros corazones, ponga fin al sufrimiento de la amada Iglesia que peregrina en las tierras de la Santa Cruz", concluyó.
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Queridos hermanos en el episcopado:
Os doy la bienvenida y os saludo a todos y a cada uno de vosotros, al recibiros colegialmente en el marco de vuestra visita ad limina. Agradezco a monseñor Murilo Krieger las expresiones de devota estima que me ha dirigido en nombre de todos vosotros y del pueblo confiado a vuestros cuidados pastorales en las Regiones Sur 3 y 4, exponiendo también los desafíos y esperanzas. Oyendo esto, siento elevarse en mi corazón acciones de gracias al Señor por el don de la fe misericordiosamente concedido a vuestras comunidades eclesiales y celosamente conservado por ellas y valientemente transmitido, en obediencia al mandamiento que Jesús nos dejó de llevar su Buena Noticia a toda criatura, tratando de impregnar de humanismo cristiano la cultura actual.
Por lo que se refiere a la cultura, el pensamiento se dirige a dos ámbitos clásicos en los que ésta se forma y comunica --la universidad y la escuela--, concentrando la atención principalmente en las comunidades académicas que han nacido a la sombra del humanismo cristiano y que se inspiran en él, honrándose con el nombre de "católicas". Ahora bien, "precisamente por la referencia explícita y compartida por todos los miembros de la comunidad escolar, a la visión cristiana --aunque sea en grado diverso-- es por lo que la escuela es "católica", porque los principios evangélicos se convierten para ella en normas educativas, motivaciones interiores y al mismo tiempo metas finales" (Congregación para la Educación Católica, La escuela católica, n. 34). Que con una convencida sinergia con las familias y con las comunidades eclesiales, promueva esa unidad entre fe, cultura y vida que constituye el objetivo fundamental de la educación cristiana.
También se les puede ayudar a las escuelas estatales, de diferentes formas, en su tarea educativa con la presencia de profesores creyentes --en primer lugar, pero no exclusivamente, los profesores de religión católica-- y de alumnos formados cristianamente, así como con la colaboración de las familias y de la misma comunidad cristiana. En efecto, una sana laicidad de la escuela no implica la negación de la trascendencia, y ni siquiera una mera neutralidad frente a aquellos requisitos y valores morales que constituyen la base de una auténtica formación de la persona, incluyendo la educación religiosa.
La escuela católica no puede concebirse ni vivir separada de las demás instituciones educativas. Está al servicio de la sociedad: desempeña una función pública y un servicio de pública utilidad que no está reservado sólo a los católicos sino abierto a todos aquellos que desean beneficiarse de una propuesta educativa calificada. El problema de su equiparación jurídica y económica con la escuela estatal sólo se planteará correctamente si comenzamos por el reconocimiento del papel primario de las familias y del subsidiario de las demás instituciones educativas. En el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre puede leerse: "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos". El compromiso de siglos de la escuela católica apunta hacia esta dirección, impulsado por una fuerza aún más radical, es decir, por la fuerza de que hace de Cristo el centro del proceso educativo.
Este proceso, que comienza en las escuelas primaria y secundaria, se realiza de modo más alto y especializado en las universidades. La Iglesia ha sido siempre solidaria con la universidad y con su vocación de llevar al hombre hacia los más altos niveles de conocimiento de la verdad y del dominio del mundo en todos sus aspectos. Me agrada expresar mi viva gratitud eclesial a las diferentes congregaciones religiosas que, entre vosotros, han fundado y sostenido universidades de renombre, recordándoles, sin embargo, que éstas no son propiedad de quien las ha fundado o de quien estudia en ellas, sino expresión de la Iglesia y de su patrimonio de fe.
En este sentido, amados hermanos, vale la pena recordar que, en el pasado mes de agosto, se han cumplido veinticinco años de la instrucción Libertatis nuntius de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sobre algunos aspectos de la teología de la liberación; en ella se subrayaba el peligro que implicaba la aceptación acrítica, por parte de algunos teólogos, de tesis y metodologías provenientes del marxismo. Sus consecuencias más o menos visibles, hechas de rebelión, división, disenso, ofensa, anarquía, todavía se dejan sentir, creando en vuestras comunidades diocesanas un gran sufrimiento y una grave pérdida de fuerzas vivas. Suplico a todos los que, de algún modo, se han sentido atraídos, involucrados y tocados en su interior por ciertos principios engañosos de la teología de la liberación que vuelvan a confrontarse con la mencionada instrucción, recibiendo la luz benigna que ella ofrece a manos llenas; recuerdo a todos que "la 'suprema norma de su fe' [de la Iglesia] proviene de la unidad que el Espíritu ha puesto entre la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia en una reciprocidad tal que los tres no pueden subsistir de forma independiente" (Juan Pablo II, Fides et ratio, n. 55). Que, en el ámbito de los organismos y comunidades eclesiales, el perdón ofrecido y recibido en nombre y por amor de la Santísima Trinidad, que adoramos en nuestros corazones, ponga fin al sufrimiento de la amada Iglesia que peregrina en las tierras de la Santa Cruz.
Venerados hermanos en el episcopado, en la unión con Cristo nos precede y nos guía la Virgen María, tan amada y venerada en vuestras diócesis y en todo Brasil. En Ella encontramos la verdadera esencia, pura y no deformada, de la Iglesia y así, por medio de ella, aprendemos a conocer y amar el misterio de la Iglesia que vive en la historia, nos sentidos profundamente parte de ella, nos convertimos en "almas eclesiales", aprendiendo a resistir a esa "secularización interna" que amenaza a la Iglesia y sus enseñanzas.
Mientras pido al Señor que difunda la abundancia de su luz sobre todo el mundo brasileño de la escuelo, encomiendo sus protagonistas a la protección de la Virgen Santísima, y os imparto a vosotros, a vuestros sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a los laicos comprometidos, y a todos los fieles de vuestras diócesis, una paterna bendición apostólica.

iscurso que Benedicto XVI pronunció este sábado, al recibir a los obispos de las Regiones Sur 3 y Sur 4 de la Conferencia Episcopal de Brasil, presentes en el Vaticano con motivo de la visita "ad limina Apostolorum".

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