Revista
Proceso #2080, 11 de septiembre de 2016..
El
daño ya está hecho/
CARLOS
ACOSTA CÓRDOVA Y JUAN CARLOS CRUZ VARGAS
La
propuesta de Presupuesto 2017, presentada el pasado jueves 8, y la salida de
Luis Videgaray de la Secretaría de Hacienda evidencian el fracaso económico del
gobierno peñanietista: el PIB crecerá menos que las peores proyecciones hechas
al inicio del sexenio, las reformas estructurales no han servido, se contrató
deuda para pagar los intereses de la propia deuda, la austeridad prometida no
pasa del discurso, el peso se sigue devaluando y la exportación petrolera caerá
20% en un solo año… Es decir, el tic tac de la bomba que está por estallar.
No
pudo Enrique Peña Nieto.
Las
promesas del inicio de su gobierno acabaron en una quimera. Sueños que
entusiasmaron y hoy recuperan su condición de fantasmas.
En
efecto, el cambio de titular en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP) y la presentación del paquete económico para 2017, que el gobierno
federal envió al Congreso de la Unión el jueves pasado, despertaron poco
entusiasmo en el público y los mercados financieros, y revelaron el verdadero
estado de las finanzas mexicanas.
Ambos
hechos, además, generaron dudas: no se percibe por dónde pueda mejorar la
economía nacional.
La
incertidumbre ya se tradujo en números: el jueves 8 el tipo de cambio llegó a
rozar los 19.30 pesos por dólar, justo un peso más que la cotización del
miércoles anterior –último día de trabajo efectivo de Luis Videgaray en
Hacienda–. Esto implicó una depreciación del peso de 5.5%.