2 nov 2007

Solidaridad con Tabasco


El Presidente Calderón en la Reunión de Evaluación con motivo de las inundaciones en el Estado de Tabasco
Viernes, 2 de Noviembre, Villahermosa, Tabasco.
Amigas y amigos, señor Gobernador, señores secretarios.
Somos plenamente concientes de la extrema gravedad que se vive en el Estado de Tabasco, sabemos que esta no es sólo la peor catástrofe natural en la historia del estado, sino me atrevo a asegurar una de las peores, por lo menos en la historia reciente del país.
Lo que quiero enfatizar es que el Gobierno Federal y, me atrevo a asegurarlo, todos los mexicanos estamos con Tabasco.
Quiero decirle a los tabasqueños que la ayuda está aquí llegando y viene mucha más, mucha más ayuda en camino proveniente de todas partes de la República.
He girado instrucciones para que se disponga de toda la ayuda posible y que no se escatimen esfuerzos ni recursos por parte del Gobierno Federal para auxiliar a la población civil.
Tanto el Plan DN-III, como el Plan Marina están en marcha y seguirán en marcha y estamos reforzando la presencia, tanto del Ejército como de la Marina y de la Policía Federal Preventiva en auxilio a las labores de la población civil, que sumados, ya la cifra rebasa más de siete mil 500 efectivos adicionales incorporados a las labores de rescate en los últimos días, y en la medida de las posibilidades se incorporarán todos los que sean necesarios.
Hemos dispuesto helicópteros, lanchas, anfibios, vehículos necesarios para las labores de rescate.
Los soldados, los marinos, los policías, los rescatistas de protección civil, los voluntarios, los especialistas de la Cruz Roja, las autoridades estatales, las municipales, todos con el Gobernador Granier al frente, estamos haciendo un enorme trabajo y sin descanso para ayudar a los damnificados.
Aquí la prioridad sigue siendo, en primer lugar, rescatar a las familias y a las personas que aún se encuentran en sus viviendas aisladas y llevarlas a un lugar seguro.
Lo segundo es garantizar el abasto de agua potable para la población, y yo asumo el compromiso que han bosquejado ya los técnicos de la Comisión Nacional del Agua y de la Comisión Federal de Electricidad, para asumir como prioridad rehabilitar la planta potabilizadora de agua potable del municipio del Centro para poder abastecer a la población.
De la misma manera, se está garantizando el abasto en los alberques y para la población civil a través de diversas dependencias públicas de alimentos.
Y, repito, viene mucha, mucha más ayuda en camino hacia Tabasco de parte de la solidaridad de los mexicanos.
Yo le pido a los tabasqueños que no pierdan la calma, sé que son momentos difíciles, de angustia, pero es vital para el éxito de las labores de auxilio a la población civil que se mantenga la calma, que se acaten las órdenes de las autoridades civiles y militares que están haciendo frente a la situación, que haya plena coordinación con las autoridades, que haya esfuerzos de organización y de cooperación con los vecinos.
Se han habilitado albergues y se van a habilitar todos los que sean posibles, donde con despensas, con cobijas, con colchonetas, agua, alimentos, medicinas, atención médica, se estará atendiendo a la población civil afectada.
También he girado para que se tomen todas las medidas sanitarias y preventivas a fin de que se evite la propagación de enfermedades y que se concentren en Villahermosa las unidades de caravanas de salud, incluso unidades nuevas que aún, que hemos anticipado, se entregan de parte de los proveedores para ponerlas en marcha hoy mismo en esta entidad y poder atender, insisto, en su propio lugar a la población afectada.
Voy a girar instrucciones, y aquí le giro instrucciones al Secretario de Comunicaciones y Transportes para que, en coordinación con el Secretario de la Defensa, se establezca un puente aéreo de la Ciudad de México a la ciudad de Villahermosa.
Y que ese puente aéreo no sólo disponga de las aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana que en su totalidad ya están atendiendo a las necesidades de Tabasco, sino que recurra a las aerolíneas mexicanas a su solidaridad, a su apoyo y a su obligación de auxilio, para que se pueda establecer vía aérea un puente de abasto fluido entre la Ciudad de México a las principales ciudades del país y Villahermosa.
Y a su vez, puedan también salir de esta ciudad quienes puedan estar o viajar con familiares en otras partes de la República.
Por otra parte, que le dé prioridad al rescate de las carreteras que permitan el acceso y la salida de la Ciudad de Villahermosa que es el municipio más afectado en cuanto al tamaño de la población afectada en este caso.
Necesitamos también que haya orden en la ciudad y en las calles, yo aquí le manifiesto al señor Gobernador, a las autoridades municipales, la absoluta disposición del Gobierno Federal para contribuir a estas labores.
Yo estableceré y otorgaré en el límite de mis facultades constitucionales y legales la máxima autoridad al señor Secretario de la Defensa, al señor Secretario de Marina, a las fuerzas federales, a la Policía Federal, para que contribuya a la preservación del orden y no haya saqueos y que se eviten y se castigue también a quienes incurran en actos de pillaje y pretendan medrar con los tabasqueños.
También para que guarden el orden que permita que la distribución de abasto, la distribución de agua se haga de la manera más ordenada posible.
También instruiré al Secretario de Economía para que con apoyo de las fuerzas de seguridad pueda restablecerse la actividad comercial a la brevedad posible.
Tememos que rehabilitar los canales de abasto tradicional de la población, la operación de tiendas o de supermercados que permitan que las propias cadenas comerciales puedan contribuir a regularizar el abasto.
Sí puedo asegurarles a los tabasqueños que el abasto estará garantizado.
Por otra parte, tomo debida nota de lo que señala el señor Gobernador y puedo asegurarles que la prioridad que tendrá, no sólo la Presa Peñitas sino otras del sistema que confluyen a esta Ciudad de Villahermosa será la seguridad de los ciudadanos, más que la generación en el caso de la Presa Peñitas.
Y, desde luego, invito al Gobernador para que dispongamos un mecanismo que tenga plena participación del Gobierno del Estado.
Sí les puedo asegurar a los tabasqueños el origen y la causa de esta catástrofe está precisamente en la enorme alteración climática, que se reconozca o no, se ha provocado.
En Tabasco en unos cuantos días cayó una precipitación pluvial por encima de cualquier registro histórico que se tenga.
El promedio de precipitación en Tabasco, por ejemplo, o en algunas zonas de Tabasco rebasó el metro de altura, es decir, la lluvia que cayó en tan sólo dos días fue en algunas zonas de Tabasco suficiente para generar una lámina de agua de más de un metro de altura, lo cual explica la crisis que estamos viviendo a este respecto.
Estamos muy atentos al comportamiento pluvial en los próximos días con el frente frío que inicia hoy, pero estamos también, ya he ordenado al Secretario de Marina y al Secretario de Comunicaciones y Transportes para que inicien cuanto antes obras de dragado de emergencia en la desembocadura de los ríos, concretamente del Río Grijalva y sus afluentes.
En cuanto al Plan Hidráulico, señor Gobernador, yo le puedo asegurar que independientemente de lo que haya ocurrido en el pasado, con gobiernos federales, locales o estatales, de cualquier signo es un tema independiente.
Mi compromiso es que se haga y se haga seriamente, con una orientación técnica al Plan Hidráulico de Villahermosa.
Y puedo asegurarles a los tabasqueños que no están ni estarán solos, que ya hemos, incluso sabe el Gobernador desde que me manifestó la inquietud, los requerimientos financieros del estado, hemos puesto ya manos a la obra y hemos dado ya todo nuestro apoyo al Gobierno estatal en esta materia.
Puedo asegurarles a los tabasqueños que nos estaremos concentrando en las prioridades inmediatas para prevenir que se dañe lo más importante que es la vida, que es la salud de los tabasqueños y de sus familias.
Pero una vez pasada la situación crítica, yo les digo a los tabasqueños que vamos a reconstruir Tabasco cueste lo que cueste, que está en nuestra prioridad que este rincón del país que hoy ha sufrido las inclemencias de la naturaleza vuelva a la vida normal y que lo mucho que aporta Tabasco a México hoy sea por lo menos parcialmente compensado con un especial esfuerzo de todos los mexicanos para recuperar sus condiciones perdidas por esta tragedia.
Sé que nos costará a todos, yo pido la comprensión a los mexicanos, pero tendremos que ponernos, todos tendremos que poner algo de nuestra parte para recuperar esa condición.
Las medidas que han comentado mis colaboradores, simplemente quiero refrendarlas, la entrega de 50 mil despensas adicionales y esperemos llegar a la cifra que marca el Secretario de Gobernación en volumen de despensa por mes o por semana, 100 mil litros adicionales de agua por parte del Gobierno Federal que se actualizarán cada cuatro días.
Desde aquí pido a los fabricantes de plantas portátiles, potabilizadoras de agua su solidaridad con el Estado de Tabasco y también mi petición formal de poner a disposición de los tabasqueños de las plantas potabilizadoras para recuperar cuanto antes las condiciones de vida normal de la población.
También quiero señalar que en cuanto a las condiciones sanitarias de los albergues, las 50 letrinas que se habían agregado en los últimos días, hoy llegan 500 más por parte de la Secretaría de Desarrollo Social, más de 250 que ha ofrecido la Cruz Roja Mexicana.
Y finalmente, quiero recordarle a todos los mexicanos la importancia de su contribución económica o en especie a las necesidades de Tabasco, los principales bancos comerciales de México han abierto una cuenta para que pueda depositarse en cualquier punto de la República un donativo en efectivo a favor de la reconstrucción de Tabasco y el auxilio a la población civil.
Y que nos hagan llegar a los centros de acopio del DIF y a la Cruz roja y a los Sistemas de Protección Civil Estatal en toda la República agua embotellada, alimentos enlatados, medicinas en buen estado, pañales, toallas sanitarias, jabón líquido, jabón que se puede usar sin agua, que hagan llegar, además, todo lo que se requiere para artículos de aseo personal y las demás requerimientos que ya ha mencionado aquí el Secretario de Gobierno.
Estamos en una situación crítica, pero puedo asegurarle, señor Gobernador, que vamos a salir adelante, yo le pido a Tabasco que mantenga ese carácter recio, ese carácter firme, ese carácter fuerte que lo ha distinguido, que se requiere hoy más que nunca la organización y la calma entre la población civil y que sigamos trabajando todos de manera solidaria y con responsabilidad, tenga usted señor Gobernador la plena certeza de que estaremos hoy y siempre con el Estado de Tabasco en las buenas y en las malas también, y nos vamos a trabajar juntos.
Mensaje a la Nación del Presidente Calderón, sobre las inundaciones en el Estado de Tabasco; Jueves, 1 de Noviembre

Mexicanas y mexicanos:
Buenas noches.
Hoy Tabasco vive una situación de emergencia.
Como ustedes saben, las lluvias torrenciales de los últimos días han causado inundaciones en la mayor parte de la entidad y ello ha dejado a miles de personas damnificadas.
Muchos tabasqueños han perdido su hogar, sus pertenencias, sus cultivos, los medios para mantener a sus hijos, otros más están aún en sus casas pero sin acceso a alimentos, agua o medicinas.
La situación es extraordinariamente grave, es uno de los peores desastres naturales en la historia del país.
En estos momentos yo le pido a los tabasqueños que guarden la calma, es muy importante; que no se desalienten, que se organicen con los vecinos y que se coordinen con las autoridades.
Ya estamos trabajando para auxiliarlos en estos momentos difíciles al máximo de nuestra capacidad.
Los tres órdenes de Gobierno estamos trabajando con todo lo que tenemos a nuestro alcance para garantizar la vida y la seguridad de miles de familias tabasqueñas.
He instruido a nuestras Fuerzas Armadas, al Ejército, a la Marina, a la Policía Federal Preventiva a aportar el mayor número de elementos, a fin de contribuir a brindarle seguridad a la población.
Nadie puede quedarse con los brazos cruzados, no podemos y no vamos a dejar solos a nuestros hermanos de Tabasco, se requiere el apoyo y la aportación de todos en estos momentos difíciles.
Los mexicanos conocemos muy bien lo que significan las tragedias, porque las hemos sufrido en diferentes ocasiones.
También sabemos la importancia que tiene el apoyo de los demás para superar la emergencia y recuperar la normalidad de todas las actividades.
Por eso quiero invitarlos, a todos ustedes, para que en la medida de sus posibilidades ayudemos al pueblo de Tabasco.
Estos son momentos en los que se templa y se pone a prueba el verdadero patriotismo y el nacionalismo de los mexicanos.
El apoyo que se necesita puede ser en especie o en dinero en efectivo, algunos de los productos que hacen faltan son, por ejemplo, agua embotellada, alimentos enlatados, colchonetas, cobertores, pañales desechables, toallas sanitarias, jabones, otros artículos de limpieza personal, biberones, medicinas.
Igualmente estamos tratando de conseguir lámparas de mano y baterías para las lámparas, sanitarios portátiles, cocinas portátiles, plantas móviles de
electricidad y plantas potabilizadoras de agua.
Pueden hacer llegar sus aportaciones a los centros de acopio que se han instalado en varias ciudades del país, para saber a donde dirigirse en cada lugar les pido que se pongan en contacto con el Sistema Estatal de Protección Civil o con el Sistema Nacional del DIF o bien con la Cruz Roja de su localidad.
Además en la Ciudad de México pueden hacerlo en la representación del Estado de Tabasco y en las propias instalaciones de la Cruz Roja.
Para donaciones en efectivo les pido que acudan al Banco de su preferencia que ha abierto ya cuentas especiales para recibir sus aportaciones; toda contribución es importante, toda ayuda es valiosa sin importar lo modesto que sea la aportación.
La ayuda en efectivo es muy importante en estos momentos también.
Sumemos esfuerzos, sumemos voluntades y recursos en favor de las familias y las comunidades de Tabasco, en favor de los niños, de los jóvenes, de las mujeres, de los adultos mayores tabasqueños que hoy están sufriendo.
Participemos en esta cruzada solidaria por nuestros hermanos tabasqueños, hagámoslo con la unidad, la generosidad y el espíritu de nobleza que siempre ha caracterizado a México.
Yo los exhorto a actuar con unidad, a ayudar a Tabasco con valentía y solidaridad como lo hemos hecho ya en otras ocasiones de desastre y de tragedia.
Sigamos luchando, luchando para forjar una Nación cada vez más unida y más fuerte, demostremos a nuestros hermanos tabasqueños que no están solos. México, todo México, amigos de Tabasco está con ustedes.
A pesar de la adversidad, con la ayuda de todos los mexicanos Tabasco saldrá adelante, México saldrá adelante.
Muchas gracias.

Lethal injection

The Last Lethal Injection?/David R. Dow, the Distinguished University Professor at the University of Houston Law Center. He works with the nonprofit Texas Defender Service and has represented more than 75 death row inmates. He is writing a book on the virtues of judicial activism
Publish THE WASHINGTON POST, 01/11/2007;
The Supreme Court’s decision Tuesday to prevent the state of Mississippi from executing Earl Berry strengthened the court’s de facto moratorium on the death penalty. In the past three weeks, the justices have also halted executions in Virginia and Texas. Executions are unlikely to be carried out until the court decides whether the lethal injection protocol used in nearly every state with the death penalty (the exception is Nebraska, which still uses the electric chair) violates the Eighth Amendment by causing the inmate to experience torture while being executed.
The moratorium began to take shape when the court announced Sept. 25 that it would review a Kentucky case, Baze v. Rees, and address the constitutionality of the three-step protocol of lethal injections. Perversely, though, the justices refused to intervene in a Texas case that came before them that evening. As a result, Michael Richard was executed about 8:20 that night. I was one of several lawyers representing Richard. We had not planned on raising a lethal-injection challenge in his case. Instead, we had pinned our hopes of saving Richard’s life on the fact that he was mentally retarded.
Five years ago, the high court ruled that states cannot execute people who are mentally retarded. Richard had an IQ of 64 — below the 70-point cutoff for mental retardation. Richard had not presented this claim in federal court because his court-appointed lawyer neglected to present the evidence of Richard’s IQ to the federal judge. When the lawyer notified the U.S. Court of Appeals for the 5th Circuit that he had Parkinson’s disease and needed to withdraw, the court denied him permission to do so. On the day of his scheduled execution, Richard had two petitions pending at the Supreme Court: They asked the court to conclude that the 5th Circuit hadn’t given him a fair chance to present his evidence of mental retardation and that, even if it had, the state still could not execute a retarded man.
But the high court’s decision that morning to hear the Kentucky case created another option.
Richard’s lawyers, all volunteers, decided to write a new appeal for consideration in state court, raising the claim about lethal injections. It is well known now that Sharon Keller, the chief judge of the Texas Court of Criminal Appeals, refused to allow us to file the pleadings at 5:30 p.m., when we finished preparing them. (The Texas court, unlike the Supreme Court, does not accept electronic filings, and a series of computer crashes in our office in Houston delayed our preparation of 10 hard copies of the 100-page petition and thus our ability to deliver them on time to the court in Austin.) We pleaded with the court at least three times to stay open, but Keller would not make an exception to the policy that the clerk’s office closes at 5. Keller has correctly been criticized, even vilified, for this decision. But the focus on Keller should not absolve the others who share responsibility for this preventable travesty.
The Texas attorney general’s office, for example, knew of our intentions that day. Officials there also knew about the delay. Attorney General Greg Abbott could have advised the warden not to proceed with Richard’s execution, but he elected not to. Gov. Rick Perry (R) knew what was happening but did not act. The district attorney’s office was aware of the development in the Kentucky case and that we had attempted to file an additional pleading citing that development, yet that office also declined to act.
Finally, there is the Supreme Court. For half a decade lawyers have been trying to get the high court to review the constitutionality of the prevalent protocol for lethal injections. The justices knew what they had done that morning in the Kentucky case. They also knew — because we told them in a last-minute pleading — that the state court had closed its door on us.
Yet the justices did nothing. They allowed the execution to proceed. Judge Keller’s decision, effectively consigning Michael Richard to death, was reprehensible. But it was also typical of the arbitrariness and brazen disregard for legal principle that characterizes most death penalty cases. Since the Supreme Court set this moratorium in motion with its announcement in September, nearly all of the more than 3,000 death row inmates in America have had their lives extended — all, that is, except one.