Parte del discurso del Procurador Medina Mora al clausurar los trabajos de la XIX Conferencia Nacional de Procuración de Justicia,
Cuernavaca, Mor., a 21 de septiembre de 2007
"Esta decimonovena edición de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia nos ha permitido darle continuidad a nuestros esfuerzos de coordinación; reafirmar una visión compartida, valorar los avances de nuestra agenda en el combate a la delincuencia, y estar mejor preparados para procurar la mejor justicia que, con toda razón, nos demandan los mexicanos."
"Esta decimonovena edición de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia nos ha permitido darle continuidad a nuestros esfuerzos de coordinación; reafirmar una visión compartida, valorar los avances de nuestra agenda en el combate a la delincuencia, y estar mejor preparados para procurar la mejor justicia que, con toda razón, nos demandan los mexicanos."
"Esta XIX Conferencia ha sido particularmente rica en temas de gran interés para nosotros, sin embargo, yo estoy seguro de que la mayor riqueza de la misma radica en que hemos sido capaces de construir nuevamente un espacio de reflexión, de franqueza, de intercambio de ideas y de cooperación entre todas las Procuradurías del país que, yo creo, es inédito en nuestra historia reciente.
Éste es un grupo de pares, en el que con toda dedicación enfocamos los problemas comunes y encontramos también soluciones compartidas."
Éste es un grupo de pares, en el que con toda dedicación enfocamos los problemas comunes y encontramos también soluciones compartidas."
"El mejor ejemplo son las acciones combinadas en el combate a la delincuencia organizada: la exigencia más inmediata para garantizar mejores condiciones de seguridad y justicia en el país es una tarea que debemos profundizar y perfeccionar en los mecanismos de colaboración y en el desarrollo de operativos conjuntos, pero aquí ha quedado evidenciado que cuando sumamos nuestras capacidades, nuestra información, nuestras competencias y nuestros despliegues, somos capaces, juntos, de dar cortes significativos a la estructura del crimen organizado en el país.
"De ahí la importancia del acuerdo que hemos adoptado para reactivar, también, un grupo de planeación y análisis estratégico para el combate al delito de secuestro, modalidad delictiva que ahora es bastante común en las organizaciones que en otro tiempo se dedicaban exclusivamente al tráfico de narcóticos.
La relevancia por establecer una relación de cooperación permanente con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en el combate a los ilícitos relacionados con el lavado de dinero también es de la mayor importancia. Se generaron visiones compartidas y mecanismos para intercambiar la información de manera oportuna.
La importancia de utilizar los servicios de información y apoyo tecnológico del Sistema Nacional de Seguridad Pública, así como la oferta de capacitación de la Academia Nacional de Seguridad Pública también han sido logros muy significativos.
"También la necesidad de seguir impulsando la instauración de los mecanismos alternativos de solución de controversias, la conciliación, los mecanismos restaurativos y la mediación como formas alternativas, que en la experiencia de los estados que tienen mayor avance, como Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, el Estado de México han sido, sin duda, muy significativas, muy elocuentes en la manera de acercar la justicia, sobre todo a las víctimas, con un enfoque primigenio en la reparación del daño.
"La delincuencia también se ha globalizado, desarrollando procesos de adaptación a este entorno cambiante, para mantener ganancias de sus actividades ilícitas trasnacionales.
En la actualidad, las organizaciones delictivas y también los grupos terroristas, plantean un grave problema para la comunidad internacional.
Globalizar la persecución del delito es una medida necesaria para frenar la proliferación de estas mafias transfronterizas, por lo que debemos avanzar en la construcción de un orden internacional de colaboración basado también en el multilateralismo.
El establecimiento de mejores instrumentos de cooperación internacional y nacional contra la delincuencia organizada y el terrorismo, dentro de un marco jurídico de respeto a las libertades civiles y los derechos humanos, es un componente esencial de toda respuesta amplia y contundente a estas amenazas.
En nuestro país, en nuestro México, no somos, desde luego, ajenos a estas realidades. El narcotráfico, el secuestro, el lavado de dinero, la piratería, la trata de personas, manifestaciones todas ellas de la actividad de bandas delincuenciales, ocurren dolorosamente en todas las entidades de nuestra República.
A estos problemas se agregan los actos de terrorismo y sabotaje recientemente perpetrados contra el pueblo de México, actos que hieren profundamente a los mexicanos que ven azorados los daños que causan a la industria y al ánimo nacional, a las empresas, a sus trabajadores, a las familias que viven en las comunidades cercanas a los lugares donde se desarrollaron estas actividades criminales, representan una forma, no compartida, superada y no legítima de expresar puntos de vista en un Estado democrático de derecho, como es el nuestro.
No hay argumento alguno, no hay reivindicación política o social que justifiquen los daños a los mexicanos, a la nación; son actos que van en detrimento de las actividades productivas y perjudican el empleo de miles de familias de regiones importantes del país.
Frente a estos actos criminales, frente a estos actos que tipifican el delito de terrorismo, que pretenden crear incertidumbre entre la población, no basta la condena enérgica.
Por eso, en la responsabilidad de cumplir a cabalidad nuestra obligación de tutelar los intereses del pueblo de México, estamos aplicando las herramientas legales y operacionales del Estado Mexicano para combatir y terminar con esta acción delincuencial.
En ese marco, nos corresponde, como responsables de la procuración de justicia, trabajar de manera coordinada para investigar y perseguir a los delincuentes que violan el orden legal y han propiciado una llamada de alerta al Sistema de Seguridad Nacional.
Lo haremos sin distraer los recursos destinados para enfrentar a la tarea cotidiana de procurar justicia y de la que somos corresponsables...."
Fuente: PGR
"De ahí la importancia del acuerdo que hemos adoptado para reactivar, también, un grupo de planeación y análisis estratégico para el combate al delito de secuestro, modalidad delictiva que ahora es bastante común en las organizaciones que en otro tiempo se dedicaban exclusivamente al tráfico de narcóticos.
La relevancia por establecer una relación de cooperación permanente con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en el combate a los ilícitos relacionados con el lavado de dinero también es de la mayor importancia. Se generaron visiones compartidas y mecanismos para intercambiar la información de manera oportuna.
La importancia de utilizar los servicios de información y apoyo tecnológico del Sistema Nacional de Seguridad Pública, así como la oferta de capacitación de la Academia Nacional de Seguridad Pública también han sido logros muy significativos.
"También la necesidad de seguir impulsando la instauración de los mecanismos alternativos de solución de controversias, la conciliación, los mecanismos restaurativos y la mediación como formas alternativas, que en la experiencia de los estados que tienen mayor avance, como Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, el Estado de México han sido, sin duda, muy significativas, muy elocuentes en la manera de acercar la justicia, sobre todo a las víctimas, con un enfoque primigenio en la reparación del daño.
"La delincuencia también se ha globalizado, desarrollando procesos de adaptación a este entorno cambiante, para mantener ganancias de sus actividades ilícitas trasnacionales.
En la actualidad, las organizaciones delictivas y también los grupos terroristas, plantean un grave problema para la comunidad internacional.
Globalizar la persecución del delito es una medida necesaria para frenar la proliferación de estas mafias transfronterizas, por lo que debemos avanzar en la construcción de un orden internacional de colaboración basado también en el multilateralismo.
El establecimiento de mejores instrumentos de cooperación internacional y nacional contra la delincuencia organizada y el terrorismo, dentro de un marco jurídico de respeto a las libertades civiles y los derechos humanos, es un componente esencial de toda respuesta amplia y contundente a estas amenazas.
En nuestro país, en nuestro México, no somos, desde luego, ajenos a estas realidades. El narcotráfico, el secuestro, el lavado de dinero, la piratería, la trata de personas, manifestaciones todas ellas de la actividad de bandas delincuenciales, ocurren dolorosamente en todas las entidades de nuestra República.
A estos problemas se agregan los actos de terrorismo y sabotaje recientemente perpetrados contra el pueblo de México, actos que hieren profundamente a los mexicanos que ven azorados los daños que causan a la industria y al ánimo nacional, a las empresas, a sus trabajadores, a las familias que viven en las comunidades cercanas a los lugares donde se desarrollaron estas actividades criminales, representan una forma, no compartida, superada y no legítima de expresar puntos de vista en un Estado democrático de derecho, como es el nuestro.
No hay argumento alguno, no hay reivindicación política o social que justifiquen los daños a los mexicanos, a la nación; son actos que van en detrimento de las actividades productivas y perjudican el empleo de miles de familias de regiones importantes del país.
Frente a estos actos criminales, frente a estos actos que tipifican el delito de terrorismo, que pretenden crear incertidumbre entre la población, no basta la condena enérgica.
Por eso, en la responsabilidad de cumplir a cabalidad nuestra obligación de tutelar los intereses del pueblo de México, estamos aplicando las herramientas legales y operacionales del Estado Mexicano para combatir y terminar con esta acción delincuencial.
En ese marco, nos corresponde, como responsables de la procuración de justicia, trabajar de manera coordinada para investigar y perseguir a los delincuentes que violan el orden legal y han propiciado una llamada de alerta al Sistema de Seguridad Nacional.
Lo haremos sin distraer los recursos destinados para enfrentar a la tarea cotidiana de procurar justicia y de la que somos corresponsables...."
Fuente: PGR