11 ene 2009

Ben Bradlee

Juan Cruz entrevista Ben Bradlee vicepresidente y ex director de 'The Washington Post'
"El fundamento del periodismo es buscar la verdad y contarla"
Publicado en El País, (www.elpais.com),
11/01/2009;
Ben Bradlee (87 años) va cada día a The Washington Post, el diario que dirigió hasta la gloria en medio de la época política más turbulenta de Estados Unidos. Él convenció a Katharine Graham, la empresaria, de que era imprescindible, por el honor del oficio, hacer caso a unos jóvenes reporteros, Bob Woodward y Carl Bernstein, que habían visto que algo olía a podrido en el caso Watergate. El resto es historia del periodismo; como en la película Todos los hombres del presidente, en la que su papel lo interpreta Jason Robards, el crédito se lo llevan los reporteros, y el periódico, y él es el capitán en la sombra.
Cuando se retiró, en 1991, le hicieron tantas fiestas de homenaje que el hijo de la señora Graham dijo que las crónicas de esas fiestas daban para la lectura de un año. Lo que él atesora de toda aquella gloria es algo que dijo uno de sus grandes amigos, el columnista Art Buchwald: "Estamos ante un magnífico director de periódico". Creyeron que se iba, le nombraron vicepresident-at-large, una especie de vicepresidente-para-todo, pero lo han tenido desde entonces, siempre, cada día, en la sexta planta de The Washington Post, en este lugar donde nos recibe. Es un cuarto sin ventanas, con la puerta abierta; a su alrededor hay algunas fotografías: la de Buchwald, la de Katharine Graham, la de su gran amigo John F. Kennedy, la de Jason Robards..., pero no la de Todos los hombres del presidente. Y algunos recortes.
El viejo periodista se dedica ahora a avisar a sus sucesores sobre nuevos nombres que van surgiendo en el periodismo; si los contratan, él luego los invita a comer, o a tomar café. ¿Para adoctrinarlos? "No, ¡jamás! Ellos ya saben qué es The Washington Post". Ya hizo eso desde el principio de su mandato en el periódico, donde aglutinó a jóvenes de todas las razas, y donde impuso controles férreos para que la dudosa atribución de fuentes no fuera un lugar común al que los periodistas se agarraran para simular sabiduría; pero aun así se le coló Janet Cooke, que ganó un Pulitzer con una historia que era mentira... "Uno de mis grandes errores". Su libro Vida de un periodista (A good life, en inglés) es una biblia del periodismo y un libro de estilo, y hablar con él es acercarse a un periodista total que se agarra al oficio como de chico se agarró a las barras de gimnasia para que la polio no le venciera el ánimo. Y por ahí empezamos, una mañana de diciembre de 2008, a hablar con él en su cuarto de vigía de The Washington Post.
-Uno le imagina ahí, venciendo la polio, y ese suceso de su vida parece una imagen para entenderle.
-Sí, la verdad es que ése fue un periodo muy importante de mi vida. Pero siempre he sido feliz, soy demasiado tonto para ser infeliz. No era el único que tenía polio; éramos 180 en la escuela y 20 la contrajimos. Era en 1936 y yo tenía 14 o 15 años. Me llevaron en una ambulancia; iba con otro niño con los mismos síntomas; murió dos días después. Fue la primera persona cercana que yo supe que había muerto. Mi padre me sacó de la ambulancia, me cogió en brazos y me subió tres pisos. Empezaba un drama.
-Difícil sobrellevarlo.
-Después de dos semanas, te bajaba la fiebre y te quedabas allí, tumbado, en la cama, sin poder moverte; entonces venía el doctor y te tocaba los músculos... El doctor me pedía que frunciera el ceño, que levantara las cejas, que moviera las orejas... Y todo iba bien hasta que llegamos a la zona del pecho. Me di cuenta de que no lo podía levantar. Fallaban los músculos de mi estómago. Pasaron cuatro meses antes de que pudiera levantarme y empezar a caminar de nuevo.
-Sobrevivir a esa experiencia hace fácil afrontar cualquier experiencia.
-Así es, siempre he sido un optimista. Creo que la vida es más fácil así.
-Usted dice que la vida siempre está en el futuro.
-Sí, pero para tener un futuro tenía que sobrevivir a aquello.
- ¿Sigue siendo un optimista?
-Más que nunca. Tengo 87 años y buena salud. Hace poco me quitaron la vesícula, ¡y fue la primera vez en veinte años que estaba enfermo! Así que soy muy optimista. Mis hijos están bien, tengo una esposa fabulosa...
-Y ganó varias guerras...
-Los jóvenes no entienden que la guerra haya sido tan importante para nosotros y para la gente de mi generación. ¡Fue lo primero que hicimos que fuera significativo! Primero íbamos a la universidad y de ahí nos íbamos a la guerra. Pasé tres años en el Pacífico, a bordo de un barco, tengo medallas de esa época. Entonces me daba miedo admitirlo, pero me lo pasé muy bien. El barco era bueno, la gente era buena. ¿Qué otra cosa iba a hacer? Tenía 20 años, ¡y no era cosa de ponerme a trabajar en un banco!
-Tal vez por eso se hizo periodista.
-Mi primer trabajo fue de chico-para-todo en un periódico, en verano. Tenía 16 años, y si usted mira ahí, en ese panel, está el primer texto que escribí. ¡No lo lea, por favor!
-¿Qué piensa usted de todos esos recuerdos?
-Me siento orgulloso. Creo que a lo largo de mi vida he tomado las decisiones correctas. Sólo he tenido un único trabajo. Periodista. Fui reportero en The Washington Post en 1948, y me quise ir a Europa, y ya era padre de un hijo. Pensé: ahora o nunca. Así que acabé en la embajada norteamericana en París como agregado de prensa. Seguí buscando trabajo, y me hicieron corresponsal de Newsweek. El Newsweek y el Post son los únicos periódicos para los que he trabajado...
-Raro verle de agregado...
-Empecé de ayudante del agregado... Y luego fui agregado durante dos años. No me gustaba. Era un trabajo demasiado pasivo. La gran noticia del momento era la guerra de Indochina. Los americanos querían ayudar a los franceses y tener que explicar eso desde un punto de vista positivo era difícil.
-Una época en que el periodismo no tenía nada que ver con este periodismo. Entonces tenía que saber de todo.
-¡O simularlo! Decían: los periodistas saben de muchas cosas, pero de todas sólo un poco. Y es verdad. Uno de los placeres del periodismo es que nunca sabes de qué vas a escribir cuando vas al trabajo. ¿Qué va a ocurrir en el mundo hoy? ¡Ni idea! Eso es lo excitante.
-Kennedy es su figura. Es atrayente comparar aquel periodo, "lleno de esperanzas y promesas", y este de ahora.
-Él se murió tan pronto... Sólo fue presidente mil días. Y en ese tiempo le dio a América tanta esperanza... Fue el primer presidente de Estados Unidos nacido en el siglo XX. Murió a los 44 años. Fue el primer político al que conocí cuando tenía poco más de veinte años. Se mudó a una casa que estaba al lado de la mía, su mujer se hizo amiga de la mía. Nuestros hijos nacieron más o menos en las mismas fechas...
-Usted lloró en su entierro... debe ser difícil separar la amistad del periodismo...
-Suena difícil, pero él lo hacía fácil. Decidimos que nuestra amistad debía seguir aunque él fuera presidente. Y Newsweek, para la que trabajaba entonces, me envió a cubrir la Casa Blanca. ¡Y no a la Casa Blanca: al presidente! Pero no fue difícil. Decidimos que yo podía usar todo lo que me contaba, a no ser que me indicara lo contrario. Fue una regla simple, pero funcionó. Él no tuvo ningún problema. A veces, yo le suplicaba que me dejara escribir sobre algo que me había contado y que él había vetado..., pero no hubo ningún problema grande.
-Pero usted se enteraba de las cosas antes que otros... Estaba más cerca.
-Pero recuerde que Newsweek no es de tirada diaria, no vas buscando el gran titular de todos los días. Mis exclusivas tampoco eran grandes noticias; ahondaba más en lo cotidiano...
-Una relación especial.
-Y maravillosa. Fue una oportunidad fuera de serie. Agarraba mi coche, conducía hasta la Casa Blanca, aparcaba, ¡y cenaba con el presidente!
- Y debió ser un mal trago que su libro de conversaciones con Kennedy acelerara la enemistad con la viuda...
- Estoy acostumbrado. Siempre hay gente a la que no le gusta lo que escribes. Ella reconoció que yo había respetado mi parte del trato con Jack, pero no le gustaba verlo impreso. Pero tampoco yo era amigo suyo... Cuando él murió, ella se fue a vivir a una casa de Georgetown, enfrente de donde yo vivo ahora. Se quedó sólo un par de meses, no le gustaba Washington. Y se fue a Nueva York. Hasta que ella murió la habré visto diez veces, y una vez, cuando publiqué mis conversaciones con Kennedy, me retiró el saludo.
-¿Siente usted la misma esperanza con Obama que cuando estaba Kennedy?
-No conozco a Obama. He coincidido con él sólo un par de veces. Pero sí hay conexiones entre ellos; los dos son jóvenes... Pero hay muchas cosas que los diferencian. El tiempo, por ejemplo.
- Una elección que cambia todo.
-Es una elección increíble para un hombre que sólo lleva diez años en la vida pública. Ha pasado del anonimato casi absoluto a ser el presidente electo. Pero ha logrado capturar la imaginación de los americanos, sobre todo la de los jóvenes. ¡Y la del mundo entero! ¿No es fantástico? Sí, por decirle lo que usted está buscando, me impresiona y me da esperanza.
-Llega en un momento en que el mundo entero está hecho un desastre.
-¡Y va a peor! El pobre hombre llega en un momento en que el país se desmorona, la economía cae... Si pensó que iba a ser difícil su periodo, imagínese ahora. Pero va a tener el apoyo de la gente. Y eso es fantástico. Contar con esa popularidad siendo tan joven y con tan escasa experiencia... Si pudiera ayudar a solucionar el problema económico en el primer año y mantener luego su popularidad creo que será un gran presidente.
-¿Y qué piensa del que se va, de Bush? Usted siempre ha luchado contra la mentira, y hemos sido testigos de lo que ha pasado con las mentiras de Bush.
-Sí, mintió, es verdad que mintió. No sé si era consciente de que era una mentira. No lo sabemos. Creo que sí sabía que era una mentira, y exageró... Siempre ha sido así. Todos mienten. Ahora la prensa es mucho más consciente de esas mentiras. Y se aseguran de demostrar que lo son. Mucho más que antes.
-Quizá por Watergate.
-O por Vietnam. Con Vietnam, América, por primera vez, empezó a dudar seriamente de lo que se le contaba acerca de lo que ocurría en otros países. Nos dijeron que en Vietnam las cosas iban bien cuando el país se estaba desintegrando.
-Vietnam, Watergate, los papeles del Pentágono... Usted decía que detrás de los tres asuntos había mentiras, y su misión era desvelarlas...
-Con Vietnam, la prensa empezó a examinar de forma mucho más agresiva las palabras y las acciones de sus líderes. Los presidentes ya no pueden salirse con la suya. En los tiempos de Roosevelt, cuando había una rueda de prensa en la Casa Blanca, sólo había 10 reporteros. Ahora hay acreditados 1.500 reporteros.
- ¿Y hacen las preguntas que deben hacer?
-Hacen las preguntas que ellos creen que deben hacer, o que sus jefes piensan que deben hacer. Los reporteros y los periodistas ahora están muy preparados, muy informados. Imagínese qué pasaba entonces: ¡sólo nueve hombres y una mujer para cubrir la Casa Blanca!
- A veces mentimos a los nuestros, pero la mentira política afecta a todo el mundo.
-Yo creo que ya no mienten tanto... porque no pueden hacerlo. Mire lo que le pasó a Nixon. Estaba preparado para ser presidente. Lo hizo bien, a excepción de Watergate. ¡Pero adónde le llevaron las mentiras! Le costó la vida política.
-Usted dice que los periodistas no siempre tienen la verdad.
-No sabemos la verdad. Si el primer ministro de un país me cuenta una mentira, no sé que me está mintiendo. Y lo voy a escribir. Pero ahora hay una gran preocupación por la verdad.
-Tras Watergate, los periodistas empezaron a preocuparse por las fuentes...
-. ...siempre que las puedan identificar, eso es bueno, y siempre que se refieran a hechos que ellos conozcan... Tuve que echar a un periodista de The Washington Post porque puso en boca de Robert Kennedy algo que éste pudo haber dicho pero que jamás pronunció. ¡Mintió! No hay argumento contra eso. El director depende de sus fuentes de información. Un periodista es la fuente de un director, ¡y si al director le falla la fuente...!
-Internet es una fuente inmensa... ¿Cómo la ve?
-Mi vida periodística acabó antes de Internet, ¡menos mal! Internet lo ha cambiado todo. Y has de convivir con ello. Pero puedes exigir que los estándares de Internet sean buenos. Y hay aspectos en que lo son. Pero hay mucho loco también.
-Su autobiografía es como un epitafio de lo que fue el periodismo con respecto al periodismo que se hace ahora.
- No lo sé. Las preguntas han cambiado. Sobre todo a causa de Internet. La instantaneidad de las noticias empezó con la televisión, e Internet es la apoteosis de lo instantáneo... La cantidad de noticias frescas es ahora menor en los diarios, eso significa algo. En la portada de The Washington Post aparecen noticias que ya se conocen, o por Internet o por la televisión. No estamos aportando nuevas historias, nuevos hechos... Por eso tenemos que concentrarnos en el significado de esos hechos que ya no damos nosotros en primer lugar; tenemos que saber si son importantes, si influyen en la historia, qué pasará en el mundo si se consolidan... Tenemos que saber eso y contarlo. Ésa es nuestra función ahora.
- Y no sólo hay hechos. ¿No confundirá tanta opinión al público?
- No, la gente presta atención a lo que se dice en los periódicos importantes, y si la opinión la da un periódico importante, la gente no confunde los hechos con las opiniones. Por eso es tan importante mantener la reputación de los periódicos.
- Así que usted se siente optimista también sobre el periodismo y los periodistas.
- No le quepa duda. ¿Qué sentido tiene la vida si uno no es optimista? Siempre lo he sido, y siempre he creído en la habilidad del cambio. Si alguien me dijera que el martes por la noche el mundo entero se va a ir al garete, pensaría también que habría que buscar una oportunidad para cambiar esto. Y el periodismo es un buen instrumento para cambiar las cosas.
-Un director suyo, Ralph Blagden, le dijo que la esencia del periodismo es la superficialidad...
-Era un filósofo, y lo dijo cuando yo estaba escribiendo una historia sobre los veteranos de la guerra; describí el asunto con tanto detalle que me dijo que era demasiado, y entonces soltó esa frase: "La esencia del periodismo es la superficialidad". Dijo: "Cuenta la historia, pero no entres en detalles,
porque entonces la historia terminará muerta".
-Su colega Alan Riding dice que los medios son cada vez más sofisticados, pero que el mensaje es cada vez más banal...
- Quizá sea cierto, pero tenemos que vivir con ello...
- "Nos hacemos periodistas por el deseo de arreglar las cosas torcidas".
-Sí, eso es mío; y dije también que no se puede ser cínico, que los periodistas no podemos ser cínicos... Y a lo mejor lo he sido. Cuando uno llega a mi edad ha escuchado tantas mentiras...
- Hay un personaje en su vida, Katharine Graham...
-Una mujer maravillosa, una editora fantástica. Ella se fiaba de ti y te dejaba ir a buscar la historia que tú creías que era importante contar. Extraordinaria... En una empresa hay dos tipos de acciones: acciones de tipo A y acciones de tipo B. Las acciones que son abiertas al público, las de tipo B, tienen un poder limitado. Sin embargo, las acciones A están en The Washington Post en poder de la familia Graham. William Buffet
tiene muchas acciones, pero no puede hacer cambios. Sin embargo, Don Graham, que también es dueño de muchas acciones, levanta un dedo y los cambios se producen. Es el jefe. Hay una diferencia muy grande entre administrar el periódico y tener acciones. Es de propiedad pública, pero está gestionado por una entidad privada. Los buenos periódicos de Estados Unidos funcionan así. Nosotros somos uno de ellos. Otro es The New York Times.
- Su nombre se asocia a un momento dorado del periodismo. ¿Se acabó?
- ¡Por supuesto que no! Éstos son momentos buenísimos para el periodismo. ¡Están ocurriendo tantas cosas! El acceso a la información es tan amplio. En los días de Roosevelt no teníamos ni idea de lo que estaba ocurriendo en el mundo. Hoy impresiona la cantidad y la calidad de reporteros que hay.
- Usted ha sido muy feliz en este oficio, se ve. El mejor oficio, según García Márquez...
- Y yo estoy totalmente de acuerdo. No hubiera sido periodista si no hubiera sido este oficio como es...
- En la recepción del periódico están los viejos principios del fundador del Post. ¿Cuáles son los suyos?
- Los principios son para los dueños, no para los editores. Y para un periodista el principio fundamental es buscar la verdad y contarla. Es verdad que hay muchas verdades, es complicado buscarlas...
-Uno de sus primeros trabajos en el Post fue para denunciar racismo en una piscina pública... Sesenta años después hay un negro en la Casa Blanca...
-Es el símbolo más emocionante de la llegada de Obama al poder. Hemos tenido una experiencia muy complicada con el racismo en este país. Fue extraordinario pasar de la esclavitud a la segregación, y mire todo lo que sucedió después... Ahora tenemos a un hombre negro de presidente y muy pocos países desarrollados lo tienen. Y por ello me siento orgulloso. ¡Es fantástico para este país!
-Dijo de usted Art Buchwald que era un magnífico director. ¿Ahora qué es?
-¡Soy un ex editor, ja ja ja! Pero también soy vicepresidente de The Washington Post sin tarea alguna. Me siento aquí, en esta esquina, hablando con gente muy interesante. Estoy involucrado en proyectos y escribo, no mucho, pero lo hago. Ayudo a otros y pululo por aquí. Bajo a la sala de reporteros, digo hola, como con la gente y ayudo a los jóvenes reporteros. Soy una parada en el tour de este lugar. He estado aquí mucho tiempo, así que pienso que no les estorbo. Y cuando encuentro a alguien con talento, bajo y lo comunico...
-Y admite sus errores...
-. ...como el de Janet Cooke. De ése nunca me arrepentiré demasiado.
- Y sus triunfos, como el Watergate...
- El mérito fue haber persuadido a Katharine Graham de que el periódico debía ir hacia la excelencia, de que había que convertir The Washington Post en algo grande. The Washington Post era el tercer diario en importancia en Washington cuando llegué, en 1968... Ahora no les cuento a los jóvenes con los que me reúno las batallas que tuvimos que dar. ¡Ya ellos saben de qué va The Washington Post, y yo renuncio a adoctrinarlos! A veces me preguntan por el Watergate, y les cuento, si quieren saber.

Encuentro Mundial de las Familias

Benedicto XVI confió a María, reina de la Familia, el VI Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Ciudad de México del 13 al 18 de enero próximos.
Asomándose hoy a mediodía a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para el rezo del Ángelus con los fieles y los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa aseguró que aunque no se encuentre allí físicamente, seguirá “con viva participación el extraordinario acontecimiento”.

Aunque estará representado por el Secretario de Estado Vaticano, cardenal Tarsicio Bertone, el Papa afirmó que estará presente “ acompañándolo con la oración e interviniendo en videoconferencia”.
Invitó a los presentes a “implorar sobre este importante encuentro mundial de las familias la importancia de las gracias divinas”, y confió a la Virgen su “maternal intercesión”.
El Papa se detuvo a considerar la relación del tema elegido para el encuentro, “La familia, formadora de los valores humanos y cristianos”, con la responsabilidad adquirida por los padres al bautizar a sus hijos, de educarlos en la fe.
El bautismo, afirmó el Papa, es un “gran regalo” y una “gran alegría”, pero también una “gran responsabilidad”.
“Los padres, de hecho, junto con los padrinos, deben educar a sus hijos según el Evangelio”, recordó.
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El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha dedicado el editorial de "Octava Dies", semanario del Centro Televisivo Vaticano, del que también es director, a ese evento que congregará a más de un millón de personas en torno al tema "La Familia formadora en los valores humanos y cristianos".
El padre Lombardi subraya al mismo tiempo el mensaje de esperanza y de alegría que se proponen brindar al mundo las familias cristianas que se van a reunir en México.
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Decreto de concesión de indulgencia plenaria con motivo del Encuentro de las FamiliasEmitidos por la Penitenciaría Apostólica
D
ecreto que ha emitido la Penitenciaría Apostólica con el que concede la indulgencia plenaria con motivo del VI Encuentro Mundial de las Familias
Penitenciaría Apostólica
Ciudad de México
Decreto
con el que se concede la indulgencia plenaria a los fieles que, con motivo del VI Encuentro Mundial de las Familias, se congregarán en peregrinación en la Ciudad de México, o rezarán en familia según las mismas intenciones.
Dado que la familia ha sido instituida por el mismo Dios, autor de la vida en el orden natural y al mismo tiempo dador de los dones en el orden sobrenatural, y dado que ésta debe ejercer hasta el final de los tiempos la noble tarea de educar a las nuevas generaciones en el bien natural y sobrenatural, y de este modo apoyar y ayudar a formar personalidades en armonía con los valores, capaces de plasmar la propia vida según el ejemplo de Cristo, con la colaboración entre sí de la Iglesia y el Estado para alcanzar estos objetivos, con las escuelas, las parroquias y los diferentes grupos eclesiales, cada uno según le corresponde.
Se constata, por desgracia, que en el momento presente, quizá más aún que en el pasado, se lleva una vida que en la práctica se aleja de lo que se concibe en la teoría, y precisamente por este motivo se desea que el VI Encuentro Mundial de la Ciudad de México, del 13 al 18 del próximo mes de enero, infunda en las familias cristianas la fuerza para transmitir santamente a las futuras generaciones los rectos principios de conciencia que deben ser cultivados con la ayuda de la gracia de Dios. Por tanto, en el inminente Encuentro, la familia será tomada en consideración en el aspecto doctrinal y en la acción apostólica, que le caracterizan: la manera especial con que defiende y se asume la tarea de llevar a perfección los bienes, o valores, humanos y cristianos.
Por este motivo, el sumo pontífice Benedicto XVI, en sintonía con la intención y el celo pastoral de sus predecesores, en particular León XIII y Benedicto XV, que promovieron el culto de la Sagrada Familia de Nazaret, expresa el deseo de que, en este tiempo de Navidad, los espíritus mediten más intensamente en el misterio de la Sagrada Familia y, según el camino trazado por Juan Pablo II, de venerada memoria, quien decidió que el Encuentro Mundial de las Familias se celebrara cada tres años, el sumo pontífice desea ardientemente estar presente con todo
el corazón, aunque no sea físicamente, en el acontecimiento mexicano, enviando, como representante de su persona al eminentísimo cardenal Tarcisio Bertone, S.D.B., secretario de Estado; así como a través de la transmisión televisiva y radiofónica de sus discursos y, sobre todo, impartiendo el don de la indulgencia plenaria, según estos términos:
--El Santo Padre concede a los fieles la indulgencia plenaria, que debe alcanzarse con las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del mismo sumo pontífice), excluido cualquier apego al pecado, en los días en los que participarán devotamente al IV Encuentro Mundial de las Familias.
--Los fieles que, verdaderamente arrepentidos, no puedan participar en este evento, alcanzarán la indulgencia plenaria, con las mismas condiciones, si, unidos en espíritu y pensamiento a los fieles presentes en la Ciudad de México, recitan en familia el Padrenuestro, el Credo, y otras oraciones para invocar de la Divina Misericordia las finalidades antes indicadas, en particular, en los momentos en los que las palabras y mensajes del pontífice sean transmitidos por la televisión y la radio.
Este decreto sólo tiene vigor en esta ocasión; no obstante cualquier disposición contraria.
Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría Apostólica, el 28 de diciembre de 2008, en la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.
Cardenal James Francis STAFFORD
Penitenciario mayor
+ Gianfranco GIROTTI, o.f.m. conv.
Obispo titular de Meta, regente
[Traducción del original en latín realizada por Jesús Colina]

Queda prohibido de Alfredo Cuervo


Al igual que el poema Muere lentamente (A Morte Devagar) no es de Pablo Neruda sino de la brasileña Martha Medeiros, Queda prohibido tampoco es del poeta chileno sino de Alfredo Cuervo Barrero.
Caray. Una disculpa al autor, yo pense que era de Neftali Reyes y así lo subí a mi Blog (http://fredalvarez.blogspot.com/2008/11/queda-prohibido.html
, además me entero que la versión que circula en Internet no es la original.
El poema es bellísimo. Se ve que el autor tiene una influencia de Max Ehrmann autor de la Desiderata de la felicidad y de Wal Whitman.
Adriana Valenzuela, bibliotecaria de la Fundación Pablo Neruda dice que en efecto el poema no es de Neruda sino que "al parecer es de Alfredo Cuervo, escritor y periodista español". Una disculpa al autor, aprovecho para colocar el poema original
Queda prohibido
/
¿Qué es lo verdaderamente importante?,
busco en mi interior la respuesta,
y me es tan difícil de encontrar.
/
Falsas ideas invaden mi mente,
acostumbrada a enmascarar lo que no entiende,
aturdida en un mundo de irreales ilusiones,
donde la vanidad, el miedo, la riqueza,
la violencia, el odio, la indiferencia,
se convierten en adorados héroes,
¡no me extraña que exista tanta confusión,
tanta lejanía de todo, tanta desilusión!.
/
Me preguntas cómo se puede ser feliz,
cómo entre tanta mentira puede uno convivir,
cada cual es quien se tiene que responder,
aunque para mí, aquí, ahora y para siempre:
/
Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarme un día sin saber qué hacer,
tener miedo a mis recuerdos,
sentirme sólo alguna vez.
/
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quiero,
abandonarlo todo por tener miedo,
no convertir en realidad mis sueños.
/
Queda prohibido no demostrarte mi amor,
hacer que pagues mis dudas y mi mal humor,
inventarme cosas que nunca ocurrieron,
recordarte sólo cuando no te tengo.
/
Queda prohibido dejar a mis amigos,
no intentar comprender lo que vivimos,
llamarles sólo cuando los necesito,
no ver que también nosotros somos distintos.
/
Queda prohibido no ser yo ante la gente,
fingir ante las personas que no me importan,
hacerme el gracioso con tal de que me recuerden,
olvidar a todos aquellos que me quieren.
/
Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo,
no creer en mi dios y hallar mi destino,
tener miedo a la vida y a sus castigos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.
/
Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme,
odiar los momentos que me hicieron quererte,
todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse,
olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.
/
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la mía,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha,
sentir que con su falta el mundo se termina.
/
Queda prohibido no crear mi historia,
dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida,
no tener un momento para la gente que me necesita,
no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.
***
La versión atribuida a Neruda
Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
/
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños. (diría Walt Whitman)
/
Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles sólo cuando los necesitas.
/
Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.
/
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
no creer en Dios y hacer tu destino,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.
/
Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,
olvidar sus ojos, su risa, todo
porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
/
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.
/
Queda prohibido no crear tu historia,
dejar de dar las gracias a Dios por tu vida,
no comprender que lo que la vida te da,
también te lo quita.
/
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

El viaje hacia la adolescencia

El viaje hacia la adolescencia
JESÚS RUIZ MANTILLA
Publicado en El País Semanal (www.elpais.com) 11/01/2009;
La cámara de rineke dijkstra ha captado durante dos veranos a niños y adolescentes en los parques de todo el mundo. El resultado es el fascinante retrato de una metamorfosis. La mutación adulta.
El lenguaje del cuerpo es algo imprevisible. Como la espontaneidad. Nada de eso se estudia. Ni se programa. Menos en aquellos que se encuentran a las puertas de la metamorfosis más crucial de sus vidas. Rineke Dijkstra lo sabe. En sus fotografías, esta artista holandesa (Dutch, 1959) quiere captar precisamente ese viaje transformador que nos lleva de la niñez a la adolescencia. El momento largo, prolongado y tormentoso que nos convierte en proyectos de hombres y mujeres.
Dos veranos le costó penetrar con su cámara en las vidas quietas de estos niños y jóvenes que podrán contemplarse a partir del 29 de enero en Madrid en la galería de La Fábrica. Dos años en los que anduvo tranquilamente con sus objetivos por diferentes parques de todo el mundo -entre Europa, Asia y América- buscando secretos y enigmas ocultos tras sus miradas, en la etérea delicadeza de sus gestos huidizos.
Los ojos de todos aquellos que están a punto de decir adiós a su niñez despiden una tristeza nítida. Una nostalgia que rechaza su propio nombre. O que lo ignora. Una pena inconsciente que añora el refugio de la infancia -haya sido feliz o desgraciada- y teme con incertidumbre su nuevo lugar en el mundo.
Aunque sonrían, las niñas y los niños que han desfilado ante el ojo de Dijkstra añoran lo mismo. Da igual que posen en el Amoy Botanical Garden de Xiamen que en Central Park de Manhattan o en el Retiro madrileño. Tanto importa que paseen por la Ciudadela en Barcelona o se tumben sobre la hierba fresca del Vondelpark de Amsterdam y el Prospect Park de Brooklyn...
Toda la serie tiene el mismo escenario: la vegetación de estas zonas verdes que se convierten en auténticos oasis en mitad del caos de las grandes ciudades. Eso y la luz del día. Una luz húmeda y sombría. Pero muy natural al fin y al cabo. "En el parque, todo el mundo se encuentra distendido. Al parque, la gente, niños y jóvenes van a relajarse, a hacer un receso", comenta la fotógrafa.
Además, el parque es el refugio que les mantiene en contacto con la naturaleza. Lejos de otras maneras de emplear el tiempo libre, que en España suelen ser unas 30 horas a la semana -concretamente, 32 los chicos y 29 las chicas-, según datos de una encuesta de Injuve realizada en 2004.
Más que al aire libre, los jóvenes emplean el tiempo en otras cosas menos sanas pero también evasivas entre las que reina el hábito de escuchar música. Un 98,2% de los chicos entre 15 y 19 años afirman que ésa es su principal actividad. Después, salir con los amigos (97,8%) e ir al cine (91,7%). Dominan las salidas en grupo más que el aislamiento marcado por los ordenadores (77,9%) y la televisión, que ven alrededor de 14 horas a la semana. Aunque en este aspecto aparece un dato muy preocupante en el último año: el 40% de los niños la ven solos en su habitación.
En el parque cabe la sorpresa. "Y el misterio. En cualquier momento puede aparecer algo detrás de una planta o un arbusto". Un inofensivo gnomo o una inquietante fiera salvaje. Es un territorio de la infancia que queda eternamente a expensas de la riqueza imaginaria. Un paraíso del que cuesta escapar y al que siempre volvemos para esparcirnos. "El lugar propicio para este trabajo porque multiplica la espontaneidad", comenta Dijkstra.
"Toda la vegetación proporciona una imagen muy uniforme para el proyecto. Lo más difícil es encuadrar a los personajes en ese escenario. Buscarles el lugar perfecto". Dentro de unas reglas fijas. Planos medios, que ofrecen el mismo protagonismo al individuo que al entorno. La búsqueda de una fusión natural, pero inquietante al tiempo.
La elección de los protagonistas fue lo más difícil. Aunque en eso, la fotógrafa se guió en todo momento por el instinto y la empatía. "Paseaba por los parques e invitaba a posar a quien veía hacer un gesto con el que me identificaba. Tiene que existir complicidad entre quien retrata y quien es retratado. Si no, no merece la pena. Deben fascinarme previamente", comenta Dijkstra.
Ella es toda una médium. Posee un auténtico don para que los chicos se le desnuden interiormente ante la cámara. Y eso que no ha tenido hijos. "A los 40 años me di cuenta de que se me había pasado la oportunidad. Me habría gustado tenerlos, pero a lo hecho, pecho".
Por el camino, esta artista ha encontrado niñas en patinete y jóvenes con desaliñados uniformes escolares. Pandillas en plan de merendolas, jóvenes aprendiendo a despertar el juego de sus sexos y muchachitas con combas. También chavales con balones junto a hadas con alas quietas y las manos metidas en los bolsillos.
Fue en verano porque ésa es precisamente la estación en la que explotan todos los cuerpos. Y Rineke Dijkstra buscaba precisamente los contornos de sus metamorfosis. Las anunciadas y las pasadas. Las expectativas del viaje a punto de iniciarse y los restos del naufragio con el trayecto recién terminado. "Desde siempre me ha fascinado el tema de la identidad cambiante. Ese momento de nuestras vidas en que nuestros cuerpos nos convierten en algo nuevo", asegura. En lo que también dejamos de ser. Esa despedida hacia otras esferas, la búsqueda de otros mundos. Lo que trataron, sin ir más lejos, Lewis Carroll en Alicia en el país de las maravillas, Frank L. Baum en El mago de Oz o Jonathan Swift en Los viajes de Gulliver...
Su reto era la captura de cualquier explosión espontánea. "No siempre lo conseguía. Era imposible que me repitieran las primeras miradas que observé, muy difícil". Pero no dejó de empeñarse en reproducir aquel ideal que la sedujo de todos ellos. "A veces volvía a saltar y a veces no". En fin, que el oficio de capturar momentos puede llegar a ser muy frustrante.
Lo que sí ha observado es el diferente peso que el tiempo marca en todos ellos. "Todo va demasiado rápido. Les obligamos a madurar muy pronto y luego nos arrepentimos de que se hayan apeado de la infancia", comenta. Todo para desear parar más adelante. "A los niños les arrancamos de ese territorio y luego, nosotros, cada vez queremos entrar en la madurez más tarde. Deseamos que la juventud se prolongue eternamente", asegura. "Tampoco creo que nuestra vida fuese diferente en el pasado. Hoy tienen muchas más facilidades", dice la fotógrafa.
En el caso de los niños, hay cifras que constatan esa madurez precoz evidente. Desde que el 43% de los niños de entre 6 y 11 años disponen de teléfono móvil hasta la inevitable y demoledora sensación de soledad que rodea a muchos de ellos. Ésta se manifiesta en un 27% de los pequeños, según la Encuesta de la Infancia en España 2008, elaborada por la Fundación SM, la Universidad Pontificia de Comillas y el Movimiento Junior. Los sociólogos Fernando Vidal y Rosalía Mota han dirigido este trabajo.
Precisamente, los retratos de Rineke Dijkstra recalcan la fuerza de la soledad en los retratos individuales. Contrastan con fuerza con los de grupo, en los que ha observado fuertes diferencias de género. "Las chicas posan perfectamente y los chicos no saben dónde meterse". Ellas pisan terrenos más firmes, aunque también desde niñas tienen vocaciones más entregadas. Según la encuesta citada, las mujeres prefieren dedicarse a curar, enseñar y crear con trabajos que van desde ser médicas hasta veterinarias, maestras o artistas. Mientras que los niños se inclinan más por pleitear (abogados), defender (policías) o competir (deportistas). ¿A qué pueden deberse tantas diferencias? ¿A la educación, la genética o la sensibilidad? En una medida combinación de todos esos elementos anda la respuesta.

Muere lentamente de Medeiros


Muere lentamente (A Morte Devagar) no es de Neruda sino de la brasileña Martha Medeiros.
El texto fue publicado a mediados del año 2000 (abajo).
Pablo Neruda y la autora real del poema, Martha Medeiros. (Foto: EFE)
Una nota de na Mendoza de la agencia (Efe), precisa la confusión de una vez por todas.
Tomado del portal de El Mundo.es, actualizado domingo 11/01/2009 21:15 horas
El poema 'Muere lentamente', atribuido por error a Pablo Neruda, circula desde hace años por Internet sin que nadie sea capaz de detener esa bola de nieve, hasta el punto de que, en España, son muchos los que han recibido esos versos como felicitación 'on line' del nuevo año.
"Muere lentamente quien no viaja,/ quien no lee,/ quien no oye música,/ quien no encuentra gracia en sí mismo./ Muere lentamente/ quien destruye su amor propio,/ quien no se deja ayudar..."
Así comienza el poema con el que algunos han querido estos días quedar bien e infundir ánimo de cara a 2009. El problema es que no es del gran poeta chileno, como han asegurado en la Fundación Pablo Neruda, donde han recibido numerosas consultas sobre esta cuestión. "Este poema y otros más se encuentran circulando en internet desde hace tiempo y no sabemos quién se los ha atribuido a Neruda, pero los nerudianos que hemos consultado no los conocen", afirma Adriana Valenzuela, bibliotecaria de la Fundación.
Porque no es sólo 'Muere lentamente' el único "falso Neruda" que se encuentran los internautas. También, indica Valenzuela, le suelen atribuir al autor del 'Canto general' los poemas 'Queda prohibido', que al parecer es de Alfredo Cuervo, escritor y periodista español, y 'Nunca te quejes', cuyo autor ignora la Fundación.
Los sonados apócrifos de Borges y García Márquez
No es la primera vez, ni será la última que, dice Fernando Sáez, director ejecutivo de la Fundación, cualquiera "le 'cuelga' a un poeta famoso cuestiones que no ha escrito nunca y de autoría desconocida. Ya sucedió con un conocido texto atribuido a Borges sobre las maravillas de la vida, que ni con su mayor ironía habría soportado y menos escrito".
Y si sonado fue el caso del supuesto poema de Borges, 'Instantes', que María Kodama, la viuda del gran escritor argentino, lleva años y años desmintiendo que sea de su marido y aclarando que en realidad es de la escritora estadounidense Nadine Stair, más famoso fue aún el apócrifo atribuido a Gabriel García Márquez, 'La marioneta', con el que teóricamente el premio Nobel de Literatura colombiano se despedía de sus amigos, tras saber que estaba enfermo de cáncer.
"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera...", comienza el texto cuya "cursilería" casi mata de verdad a García Márquez, como él mismo se encargó de decir cuando desmintió en el año 2000 que ese poema fuera suyo: "Lo que me puede matar es la vergüenza de que alguien crea que de verdad fui yo quien escribió una cosa tan cursi", afirmó "Gabo" en aquella ocasión.
Y es que, como dice Fernando Sáez, "el fenómeno Internet, tan positivo y estimulante en tantos aspectos y tan dudoso en el origen de mucha de su información —fechas, sucesos, biografías y obras— está viviendo el feliz desparpajo del descontrol que da igual empuje al conocimiento que a la chapucería".
El ministro italiano que cayó en la trampa
Pero volvamos a Neruda. Recitar unos versos del autor de 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada' le permite a cualquiera quedar bien, y así debió pensarlo el político italiano Clemente Mastella, líder de la Unión de Demócratas para Europa, cuando hace un año leyó en el Senado el poema 'Muere lentamente' al votar en contra de la moción de confianza solicitada por el entonces primer ministro Romano Prodi.
Mastella demostró qué fácil es caer en este tipo de trampas y hacerse eco de algo que ronda por Internet, sin detenerse a comprobar autorías. Porque, como la prensa italiana se encargó de aclarar, el poema es de la escritora brasileña Martha Medeiros, autora de numerosos libros y cronista del jornal Zero Hora, de Porto Alegre.
Cansada ya de que la gente siga creyendo que 'Muere lentamente' es del poeta chileno, ella misma se puso en contacto con la Fundación para esclarecer la autoría del texto, dado que esos versos coinciden en gran medida con su texto 'A Morte Devagar', publicado el 1 de noviembre de 2000, víspera del Día de Difuntos, en el periódico con el que colabora y también
en su libro 'Non-Stop, Crônicas do Cotidiano'.
Medeiros reconoce que no sabe cómo empezó a circular en Internet ese poema "como si fuera de Neruda", aunque en absoluto es una sorpresa para ella, ya que hay "muchos textos" suyos que figuran en la red "como si fueran de otros autores". "Desafortunadamente, no hay nada que hacer", añade.
La poeta y novelista brasileña, de 47 años, admira profundamente a Neruda y se declara "fan" de sus poemas, pero prefiere que "a cada uno se le reconozca su trabajo". No obstante, no pierde el sueño con estas cosas y asegura que tiene "humor suficiente para reírse de todo eso".
Una bola de nieve imparable
La Fundación coincide con Medeiros en que poco se puede hacer para detener esta bola de nieve en la red (si uno busca en Google 'Muere lentamente' y lo asocia con Neruda, aparecen 19.100 enlaces) porque, como dice Fernando Sáez, son muchos los que creen que "todo lo que encuentran en Internet es una verdad inapelable".
"Nosotros nos atenemos a desmentir cuando lo descubrimos o cuando alguien realiza la pesquisa y la denuncia", subraya el director ejecutivo de la Fundación. Internet es un mundo interactivo, y que nadie espere por tanto encontrar una misma versión de 'Muere lentamente'. Hay muchas y la del 'christma' electrónico que hizo furor estas Navidades comienza y termina de forma distinta a algunas de ellas.
Pero, con sus más y sus menos, todas se parecen sospechosamente al texto de Martha Medeiros: "Morre lentamente quem nao troca de idéas, nao troca de discurso, evita as próprias contradiçoes. Morre lentamente quem vira escravo do hábito, repetindo todos os dias o mesmo trajeto...".
***
El poema Muere lentamente, una versión corta en la red
Muere lentamente quien se transforma
en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y
no le habla a quien no conoce.
/
Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes"
a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos.
/
Muere lentamente quien no voltea la mesa
cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.
/
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
/
Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
/
Muere lentamente,
quien pasa los días
quejándose de su mala suerte
o de la lluvia incesante.
/
Muere lentamente, quien abandona un proyecto
antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o
no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
/
Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un
esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará
que conquistemos una espléndida felicidad.
**
La versión larga del poema; la original está en portugues
Muere lentamente quien no cambia de ideas,
ni cambia de discurso,
evita las propias contradicciones.
/
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos y
las mismas compras en el supermercado.
Quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo,
no da algo a quien no conoce.
/
Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú y su pareja diaria.
Muchos no pueden comprar un libro
o una admisión de cine, pero muchos pueden,
y aún así se alienan delante de un tubo de imágenes
que trae la información y el entretenimiento,
pero que no debería, pues con sólo 14 pulgadas, ocupa tanto espacio en una vida
/
Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las “íes”
a un remolino de emociones indomables,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas e hipos, corazones a los tropiezos y
sentimientos.
/
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando
está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.
/
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en si mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio.
Puede ser la depresión,
esa enfermedad es grave y
requiere ayuda profesional.
Luego sucumbe cada día quien no se deja ayudar.
/
Muere lentamente quien no trabaja
y quien no estudia, y
la mayoría de las veces es una opción y,
sí, destino: entonces un gobierno en silencio
puede matar lentamente una buena parte de la población.
/
Muere lentamente, quien pasa los días
quejándose de su mala suerte o
de la lluvia incesante, desistiendo de
un proyecto antes de empezarlo,
el que no pregunta acerca de un asunto que desconoce
o no responde cuando le indagan sobre algo que sabe.
Muchas personas mueren lentamente,
y esta muerte es una muy ingrata y
traicionera, porque cuando se acerca de verdad,
ya estamos muy destrozados para caminar en el corto tiempo que resta.
Qué mañana, por tanto, demore mucho para que sea nuestro día.
Dado que no podemos evitar
un final repentino, por lo menos evitar la muerte
en suaves prestaciones,
recordando siempre que estar vivo
exige un esfuerzo mucho mayor que simplemente respirar
***
La original es portugues.
Morre lentamente quem não troca de idéias,
não troca de discurso, evita as próprias contradições.
Morre lentamente quem vira escravo do hábito, repetindo todos os dias o mesmo trajeto e as mesmas compras no supermercado. Quem não troca de marca, não arrisca vestir uma cor nova, não dá papo para quem não conhece.
Morre lentamente quem faz da televisão o seu guru e seu parceiro diário. Muitos não podem comprar um livro ou uma entrada de cinema, mas muitos podem, e ainda assim alienam-se diante de um tubo de imagens que traz informação e entretenimento, mas que não deveria, mesmo com apenas 14 polegadas, ocupar tanto espaço em uma vida.
Morre lentamente quem evita uma paixão, quem prefere o preto no branco e os pingos nos is a um turbilhão de emoções indomáveis, justamente as que resgatam brilho nos olhos, sorrisos e soluços, coração aos tropeços, sentimentos.
Morre lentamente quem não vira a mesa quando está infeliz no trabalho, quem não arrisca o certo pelo incerto atrás de um sonho, quem não se permite, uma vez na vida, fugir dos conselhos sensatos.
Morre lentamente quem não viaja, quem não lê, quem não ouve música, quem não acha graça de si mesmo. Morre lentamente quem destrói seu amor-próprio. Pode ser depressão, que é doença séria e requer ajuda profissional. Então fenece a cada dia quem não se deixa ajudar.
Morre lentamente quem não trabalha e quem não estuda, e na maioria das vezes isso não é opção e, sim, destino: então um governo omisso pode matar lentamente uma boa parcela da população.
Morre lentamente quem passa os dias queixando-se da má sorte ou da chuva incessante, desistindo de um projeto antes de iniciá-lo, não perguntando sobre um assunto que desconhece e não respondendo quando lhe indagam o que sabe.
Morre muita gente lentamente, e esta é a morte mais ingrata e traiçoeira, pois quando ela se aproxima de verdade, aí já estamos muito destreinados para percorrer o pouco tempo restante. Que amanhã, portanto, demore muito para ser o nosso dia. Já que não podemos evitar um final repentino, que ao menos evitemos a morte em suaves prestações, lembrando sempre que estar vivo exige um esforço bem maior do que simplesmente respirar.

870 muertos en dos semanas

Tras más de dos semanas de ofensiva militar sobre Gaza, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha asegurado este domingo que el Ejército casi ha logrado los objetivos de su operación Plomo Fundido en la franja palestina.
En las últimas horas, Israel ha cumplido su amenaza de intensificar su ofensiva sobre la franja, tal como advirtió el sábado en una lluvia de panfletos lanzados sobre la población civil, con violentos bombardeos desde primeras horas de la madrugada de este domingo. A esto se han sumado los combates en los suburbios de las principales ciudades de la franja, que según fuentes médicas palestinas, han dejado hoy 27 muertos, la mitad de ellos civiles.
Los médicos palestinos han denunciado que muchas de las personas que han sido atendidas en las últimas horas presentaban heridas que "sólo pudieron haber sido provocadas por bombas de fósforo", prohibidas por los convenios internacionales, algo que el Ejército israelí ha desmentido tajantemente.
Portavoces castrenses han asegurado que más de 300 milicianos palestinos han muerto ya en los combates. Lo que no deja de ser un indicio de que la mayoría de los al menos 870 muertos en Gaza son civiles, entre ellos casi 400 mujeres y menores de edad.
Israel acusa a los militantes de Hamás de esconderse en sedes diplomáticas y hospitales. Olmert ha asegurado que su Ejército "está aproximándose" ya a los "objetivos establecidos", pero ha pedido "paciencia, determinación y coraje para conseguir tales fines que desembocarán en un cambio de la realidad de la seguridad en el sur".
En tanto, el líder de Hamás en el exilio, Jaled Meshaal, ha asegurado esde Siria que el grupo islamista no considerará un alto el fuego hasta que Israel ponga fin al asalto y levante el bloqueo al que tiene sometida a la franja. Una delegación de Hamás se encuentra hoy discutiendo por segundo día en El Cairo el plan egipcio para poner fin a las hostilidades.
Obama buscará poner fin al conflicto. Desde Washington, el presidente electo Barack Obama, ha expresado su voluntad de abordar directamente la cuestión en Oriente Próximo tan pronto como tome posesión de su nuevo cargo.
A pesar de que Obama no ha abordado en profundidad la situación en Gaza, calificó la muerte de civiles tanto por el lado palestino como por el israelí como de "descorazonadora", y un cruel aliciente que le impulsará a "buscar con más determinación romper un bloqueo que lleva décadas vigente".

Se despide Bush

El presidente de EE UU, George W. Bush, se despidió de las Fuerzas Armadas en su penúltimo discurso radiofónico como comandante en jefe.
En su tradicional alocución radiofónica de los sábados, el presidente dirigió a los miembros de las Fuerzas Armadas a quienes agradeció su servicio a la nación. "Durante los últimos ocho años no he tenido mayor honor que ser vuestro comandante en jefe", dijo.
Hizo referencia a la labor de los militares en las tareas de seguridad en la ciudad de Nueva York tras los ataques terroristas el 11-S y homenajeó a aquellos que murieron en el atentado que ese día se perpetró contra el Pentágono en Washington.
También ensalzó el papel de las tropas desplegadas en Afganistán en su lucha contra el terrorismo y el régimen talibán, y "el valor" de aquellos que participaron en la invasión de Irak en 2003 para "destruir un régimen que amenazaba a Estados Unidos", dijo.
Según Bush, el Ejército estadounidense ha "liberado" a más de 50 millones de personas en todo el mundo y ha conseguido que EE U sea "un país más seguro". "Ellos han luchado contra los terroristas fuera para no tener que enfrentarnos a ellos en casa", dijo.
Fuente: agencia EFE

El regreso del PRI

De la columna Itinerario Político de Ricardo Alemán en El Universal, 11 de enero de 2009;
Escribe Ricardo:
"A un semestre de los comicios federales y estatales de 2009, lo nuevo no es la percepción social de que asistimos al regreso del PRI.
No, la verdadera novedad es que todos, partidos, gobiernos, iglesias y empresarios parecen empeñados en pavimentar ese regreso. Resulta que luego de ocho años de gobiernos azules y de 11 años de administraciones amarillas en el DF y en otras entidades, son muchos los melancólicos que anhelan el regreso del PRI.
Y dígalo si no un estribillo populachero que empieza a generalizarse —elaborado a partir del éxito ya clásico de Marco Antonio Solís “Si no te hubieras ido”—, y que alude a la ausencia mayoritaria del PRI en poderes federales como el Legislativo y el Ejecutivo.
Cantado con el tono de “Si no te hubieras ido”, dice el estribillo: “No hay nada más difícil que vivir sin PRI… sufriendo en la espera de verte llegar… Si no te hubieras ido sería tan feliz...”.
Caray Ricardo, el PRI nunca se ha ido. Ha estado con nosotros desde hace años. Bueno su espíritu; además que sus mañas ya están en todos los partidos políticos.
Bienvenida tu columna este 2009!

Vargas Llosa y Joseph Conrad


El escritor, peruano-español, Mario Vargas Llosa, acostumbra escribir un artículo quincenal en el periódico El País. Poco después de los ataques del martes negro del 11 de septiembre del 2001 escribió La lucha final (16 de septiembre de 2001); Las réplicas del 11 de septiembre (30 de septiembre de 2001 ) y Viaje a las tinieblas (14 de octubre de 2001 ), en los tres habla del daño que tendrá la sociedad abierta debido a los sucesos que desencadenó el martes 11 y del retroceso de la cultura de la libertad; además de la situación discriminatoria hacia la mujer en Afganistán y de la regresión que se dio en esa sociedad en muy poco tiempo. Pregunta ¿Qué pudo ocurrir para esa violenta regresión de toda una sociedad hacia las tinieblas de la irracionalidad y la barbarie?
Comenta que antes en Afganistán las mujeres "no sólo podían estudiar en colegios y universidades, ejercer empleos y profesiones, sino incluso, si lo querían, prescindir del velo y de la burka, según una disposición dictada en 1959 por el entonces rey Asir Sha.
Si no moderna, señala," en aquellos años, Afganistán era una sociedad en proceso de modernización. Probablemente nadie imaginaba que retrocedería a los extremos actuales de primitivismo teocrático, luego de las guerras iniciadas con la intervención soviética, la behetría que siguió a la caída del régimen fantoche instalado por la URSS y la violenta irrupción de los ejércitos de estudiantes coránicos, los talibanes, azuzada y teleguiada al principio por los militares de Pakistán".
Termina diciendo que "ojalá que de las bombas y balas que ahora caen sobre Afganistán,...renazca aquella sociedad..., Porque ese objetivo, la liquidación del régimen talibán y su reemplazo por un sistema abierto, donde estén representadas las diferentes etnias y tendencias afganas y al que los países occidentales ayuden a condición de que queden abolidas todas las leyes discriminatorias contra la mujer, es infinitamente más importante que la mera liquidación de una pandilla de terroristas, excrecencia que puede reproducirse sin término, como los tumores cancerosos."
Justifica en ese sentido los ataques de EE UU y sólo hace una leve crítica a los mismos debido a que "no distinguen, claro está, en su mortífera cosecha, entre inocentes y culpables"...,.
Aunque habla del daño que tendrá la poperiana sociedad abierta, debido a que "los criminales fanáticos que empotraron los aviones..., no se equivocaron: el mundo es ahora, gracias a ellos, menos seguro y menos libre". Precisa que, "ni Estados Unidos ni los países de la Unión Europea (¿quizá los demás si?) se van a volver sociedades totalitarias en razón de la muy comprensible inseguridad y miedo que ha cundido en ellas luego de los horrores del 11 de septiembre. Pero no cabe la menor duda de que, en todas ellas, la búsqueda de la seguridad, que ha pasado a ser la primera prioridad para gobiernos y ciudadanos, va a traer consigo una merma sensible de los derechos y prerrogativas que había conquistado para el ciudadano común la cultura democrática".
Vale la pena la lectura de los tres, coloco en esta bitácora Viaje a las tinieblas.
Publicado en El País, Domingo, 14 de octubre de 2001
Viaje a las tinieblas /MARIO VARGAS LLOSA
Dos textos periodísticos, leídos con un intervalo de pocos minutos, me impulsaron a releer una novela corta de Joseph Co
nrad (El corazón de las tinieblas), operación que aconsejo a quienes quieran entender en profundidad la tragedia que vive en estos días Afganistán.
El primero de aquellos artículos (El Mundo, 11 de octubre), del escritor paquistaní Tariq Alí, cuenta un episodio tragicómico ocurrido hace algún tiempo, en el marco de las relaciones entre Afganistán y Pakistán, que se habían deteriorado. Para mejorarlas se pactó un partido amistoso de fútbol entre ambos países. Las escuadras se hallaban alineadas en el estadio de Kabul cuando, instantes antes del silbato inicial, invadieron el campo unos policías barbudos del Ministerio de Lucha contra el Vicio alegando que los futbolistas paquistaníes vestían de manera indecente, pues mostraban las piernas. En consecuencia, los deportistas visitantes fueron rapados y azotados mientras los espectadores de las tribunas eran obligados, por los discípulos del mulá Omán y de Osama Ben Laden, a cantar versículos del Corán.
Esta manifestación de barbarie oscurantista, que delata una sociedad dirigida por fanáticos medievales, contrasta de manera flagrante con la imagen de Afganistán que preserva la memoria de la escritora afgana exiliada en Francia Spojmai Zariab (EL PAÍS, 11 de octubre), quien estudió en la Facultad de Letras y la Escuela de Bellas Artes de Kabul, en una época en la que las mujeres de su país no sólo podían estudiar en colegios y universidades, ejercer empleos y profesiones, sino incluso, si lo querían, prescindir del velo y de la burka, según una disposición dictada en 1959 por el entonces rey Asir Sha (exiliado luego en Italia). Este proceso de liberalización de las costumbres y de lenta emancipación de la mujer afgana alcanzó un hito neurálgico en 1964, cuando una nueva Constitución reconoció el voto para las mujeres. Si no moderna, en aquellos años, Afganistán era una sociedad en proceso de modernización. Probablemente nadie imaginaba que retrocedería a los extremos actuales de primitivismo teocrático, luego de las guerras iniciadas con la intervención soviética, la behetría que siguió a la caída del régimen fantoche instalado por la URSS y la violenta irrupción de los ejércitos de estudiantes coránicos, los talibanes, azuzada y teleguiada al principio por los militares de Pakistán.
Con mucha razón, aunque sin esperanzas de ser escuchada, Spojmai Zariab protesta contra la visión de un país anclado en el pasado, de barbudos anacrónicos de miradas fijas y con fusiles en las manos, mujeres esclavizadas y camellos y asnos, que dan de su país los medios occidentales, sin que nadie recuerde que, hace apenas tres décadas, aquella sociedad había dado pasos importantes tanto en el campo de los derechos humanos como del pluralismo, la coexistencia y la apertura al mundo. Esta memoria coincide con innumerables testimonios que recibió uno de mis hijos, que durante cinco años trabajó, a principios de los noventa, en tareas humanitarias, en Pakistán y Afganistán. Amigos y compañeros de trabajo recordaban, con terrible nostalgia, aquellos años en que nadie se escandalizaba en Kabul de que las muchachas mostraran sus rostros y frecuentaran restaurantes y cafés, y recibieran por centenares títulos universitarios. ¿Qué pudo ocurrir para esa violenta regresión de toda una sociedad hacia las tinieblas de la irracionalidad y la barbarie?
Ésa es la historia que contó Conrad en El corazón de las tinieblas, un relato inspirado en los seis meses que pasó, en 1890, en el Congo explotado y devastado por los manejos criminales de Leopoldo II, el rey de los belgas que murió en 1909 y que fue uno de los peores genocidas que haya conocido la humanidad. Esa novela, como todas las obras maestras literarias, admite muchas e incluso contradictorias interpretaciones, y una de ellas, la más obvia, es que se trata de una implacable requisitoria contra el colonialismo y el imperialismo europeos y las monstruosas injusticias que perpetraron en el África. Pero es muchas otras cosas también.
La historia de la humanidad puede resumirse en la eterna confrontación entre dos fuerzas antagónicas, una de progreso, hacia la racionalidad, la libertad y la coexistencia plural, y otra, retrógrada, hacia la preeminencia del instinto y la sinrazón, del monolitismo religioso y la intolerancia fanática, lo que Popper bautizó, en La sociedad abierta y sus enemigos, de 'el llamado de la tribu'. Cada una de estas fuerzas tiene, según las épocas, las culturas y las geografías, máscaras y disfraces diferentes. El corazón de las tinieblas trasciende la circunstancia histórica y social que la inspiró y, leída ahora, aparece como una inquietante exploración de las raíces más profundas de lo humano, de esas catacumbas del ser donde anida una vocación de irracionalidad destructiva que la civilización sólo consigue atenuar, pero nunca erradicar del todo.
Hoy ya nadie se atrevería a sostener lo que algunos ingenuos y prejuiciados lectores de la novela afirmaron cuando la historia de Conrad apareció, a fines del siglo XIX: que en ella Europa representaba la civilización, y África, la barbarie. Ahora nos resulta evidente que lo que transpira de la historia es una severa crítica a la ineptitud de la civilización occidental para trascender la naturaleza humana, cruel e incivil, como ella se manifiesta en esos horribles europeos que la 'Compañía' tiene instalados en el corazón del África, para que exploten a los nativos y depreden sus bosques y su fauna, desapareciendo a los elefantes en busca del precioso marfil. Estos individuos encarnan una peor forma de barbarie (porque es consciente e interesada) que la de aquellos bárbaros, caníbales e idólatras, que han hecho de Kurtz un pequeño dios.
Esos europeos no fueron siempre así: se convirtieron en 'salvajes' al apartarse de sus países, donde eran, seguramente, anodinos y pacíficos ciudadanos respetuosos de las leyes y costumbres establecidas, y trasladarse a un territorio donde su fuerza militar y sus conocimientos modernos los convertían en seres 'superiores' a los indígenas, y donde nadie hacía respetar las leyes de la 'civilización'. El caso más impresionante, desde luego, es el de Kurtz. En algún momento de su pasado fue un hombre superior intelectual y moralmente a esa colección de mediocridades ávidas que son sus colegas de la Compañía. Porque era entonces un hombre de ideas, convencido de que, recogiendo el marfil para exportarlo a Europa, cumplía una misión civilizadora, una especie de cruzada comercial y moral, de tanta significación que justificaba incluso las peores violencias. Cuando, al final de la historia, aparece por fin el Kurtz de carne y hueso, es tan diferente del mito y la leyenda como el Kabul de los talibanes de aquella ciudad de los sesenta donde se podía beber cerveza y ver chicas con minifalda en las calles. Sombra de sí mismo, enloquecido y delirante, está rodeado de picas con las cabezas clavadas de sus víctimas y es objeto de un culto irracional por parte de esos súbditos sobre los que ejerce el dominio despótico y sanguinario de las satrapías más primitivas.
Ninguna sociedad, por avanzada que parezca, ningún individuo, por culto y civilizado que haya llegado a ser, están a salvo de experimentar esa regresión atroz de la que es víctima el personaje de Conrad. Porque la barbarie la llevamos todos los seres humanos instalada en esas entrañas recónditas que los creyentes llaman el alma, esa oscura zona de apetitos y pulsiones incontrolados que la razón, la inteligencia y la cultura sólo domestican en las sociedades civilizadas, laicas y democráticas, que se han emancipado del oscurantismo religioso y adoptado sistemas de convivencia, pluralismo y legalidad. Pero ni siquiera ellas están libres de la regresión hacia la pura barbarie, como le ocurrió a Alemania con Hitler, o como acaba de ocurrirle a la ex Yugoslavia de Milosevic. Desde luego, hablar de la 'superioridad' de una civilización que produjo el Holocausto judío y los veinte millones de muertos en el gulag es de un optimismo fuera de toda razón.
Ahora bien, dicho esto, no hay duda de que, en un sentido al menos, el cristianismo es menos incompatible con la civilización que el islam: él ha experimentado un proceso de secularización que, en la inmensa mayoría de las sociedades cristianas, lo frena y le impide ejercitar la intolerancia y la violencia implícitas que conlleva toda religión, en tanto que la religión musulmana no ha tenido una evolución equivalente y sigue aspirando a regular no sólo la vida espiritual de los fieles, sino también la vida política y social, como el catolicismo en la Edad Media. Los barbudos del Ministerio de la Lucha contra el Vicio de Afganistán no son peores que los inquisidores que no hace muchos siglos querían, en los países católicos, como aquellos comisarios religiosos, depurar la sociedad de toda impiedad y salvar las almas de los fieles arrancando confesiones con la tortura y llevando a la pira a los impíos.
La idea de civilización que comunica la novela de Conrad ha sido confirmada muchas veces por la historia reciente. Constituye un prodigioso avance sobre ese pasado en el que la prepotencia, la intolerancia y la fuerza regulaban las relaciones humanas. Pero es siempre, aun en sus más avanzadas expresiones, una delgada película que puede trizarse abriendo las puertas de la ciudad a esos atávicos demonios que han hecho de la historia humana un aquelarre de odio, sangre y locura.
Ojalá que de las bombas y balas que ahora caen sobre Afganistán, y que no distinguen, claro está, en su mortífera cosecha, entre inocentes y culpables, renazca aquella sociedad donde pasó su juventud Spojmai Zariab, que empezaba a dejar atrás esa barbarie a la que la han regresado las huestes del mulá Omán y los terroristas de Osama Ben Laden. Porque ese objetivo, la liquidación del régimen talibán y su reemplazo por un sistema abierto, donde estén representadas las diferentes etnias y tendencias afganas y al que los países occidentales ayuden a condición de que queden abolidas todas las leyes discriminatorias contra la mujer, es infinitamente más importante que la mera liquidación de una pandilla de terroristas, excrecencia que puede reproducirse sin término, como los tumores cancerosos.

¿Estado fallido?

México comparado con Pakistan según Condi Rice.
“Estado fallido”, confieso que el concepto me eriza la piel. Una situación donde la autoridad se disuelve y los preceptos básicos de la vida en sociedad se degradan a tal punto que entre nosotros reina el miedo y no la ley. Donde miras a la autoridad con desconfianza. Donde mentir, robar y hasta matar, son acciones que pocas veces tendrán un castigo acorde con la falta." Alejandro Martí.
La defensa de nuestra imagen/Enrique Krauze
Publicado en Reforma, 11 enero 2009;
El texto es una versión del presentado a Embajadores y Cónsules de México en Palacio Nacional y ante la presencia del Presidente Calderón.
Dijo Krauze el pasado viernes, 9 de Enero: "Espero que la honrosa invitación de hablar esta tarde ante ustedes se haya hecho atendiendo a mi carácter de historiador y no de profeta. Entre las antiguas profesiones humanas, la de historiador conserva algún lustre pero la de profeta ninguno, así de grande ha sido su incapacidad de previsión en hechos tan trascendentales como el derrumbe de la Unión Soviética, la adopción del capitalismo en China, el ascenso del terrorismo fundamentalista, el cambio climático y la depresión económica global...."
Agrego ( y está fue la nota): (...) En días pasados, a una pregunta expresa de un amigo sobre los sitios álgidos del mundo, Condoleezza Rice respondió: off the record, por supuesto, son Pakistán y México. Es evidente que la percepción de México como un Estado fallido comienza a permear en los corredores de Washington. Para revertir la tendencia no basta la publicidad: hace falta, además de los resultados tangibles en la guerra contra el crimen, imaginar e instrumentar una nueva relación con Estados Unidos que avance en los puntos de la agenda bilateral, pero sobre todo los persuada de modificar su cómoda percepción del tráfico de drogas y la violencia..."
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El texto de Krauze en Reforma
La revista Forbes asegura en un número reciente que México está a punto de convertirse en un "Estado fallido". Además de falsa, la visión es injusta. Lo que subyace en ella, sobre todo, es el doble efecto de las imágenes de violencia y los reportajes sobre el crimen en el país. Esa versión desdeña los progresos tangibles en la actual guerra del gobierno mexicano contra las organizaciones criminales y los avances económicos y políticos de los últimos años. Se ignora afuera (y a menudo se olvida adentro) el mérito de haber construido en apenas dos décadas -no sin sobresaltos, injusticias, errores y excesos- una economía abierta, diversificada y parcialmente moderna. Y la hazaña aún mayor de haber conquistado una transición democrática más aterciopelada que la de Praga: el país de la alquimia electoral creó el IFE; el país de la presidencia imperial eligió un Congreso de oposición; el país del centralismo dispersó el poder en estados y municipios; el país del partido único abrió paso a la alternancia; el país de la transa y la corrupción introdujo una ley de transparencia; el país de la "dictadura perfecta" instauró las más amplias libertades cívicas.
Pero lo cierto es que vivimos una guerra. A la luz de nuestra historia desde 1929 hasta hace unos pocos años, pienso con tristeza en el puerto de abrigo y la isla de paz que fuimos y que acaso podremos volver a ser. Pero entiendo también que esta batalla interna contra el crimen organizado era la guerra que el destino y la geografía nos tenían deparada. La guerra que nos ha declarado el crimen organizado es una guerra imprevista, injusta, brutal, incierta. Es una guerra sin ideología, sin nobleza, sin rostro, sin reglas, sin cuartel. No sé si podemos ganarla. Sé que debemos librarla y que, valerosamente, la estamos librando.
Una de las principales raíces de nuestro problema está en los usos y costumbres del consumo de drogas en Estados Unidos. Sería absurdo esperar modificarlas pero es mucho lo que los mexicanos podemos hacer para mejorar la realidad -y la imagen de la realidad- en el exterior.
El primer paso es reconstruir -como se ha estado haciendo- nuestro aparato de seguridad. En esto debemos disipar las nubes de la teoría y la ideología, aprender a pensar con sentido práctico y transformar con empeño y rigor nuestras policías, leyes, cárceles, sistemas de inteligencia, servicios de información, tecnologías, estrategias de comunicación, etc... Es una tarea que no sólo corresponde al gobierno: si somos ciudadanos y no inquilinos de este país, todos debemos participar.
No menos importante es recuperar la concordia nacional. Esa convivencia básica, ese respeto mutuo entre quienes piensan diferente, se perdió en 2006. A partir de entonces, la atmósfera del país ha estado envenenada de odio y ánimos de venganza. Pero esa división es riesgosísima. La frase bíblica formulada por Lincoln parece destinada a nosotros: "Una casa dividida contra sí misma no puede sobrevivir". Las próximas elecciones ofrecen una buena ocasión para que los partidos políticos den muestras de una civilidad que podría refrendarse durante el Bicentenario, con grandes beneficios para nuestra imagen externa. Y cuando llegue el 2010, no debemos concentrarnos en conmemorar sólo los movimientos insurgentes y revolucionarios sino en recordar (y proyectar) todo lo que los mexicanos hemos edificado a lo largo de 200 años. Ése debe ser, me parece, el sentido vinculante de las fiestas.
La guerra contra el crimen requiere que demos un giro a nuestra relación con los Estados Unidos. La falsa percepción de México como un "Estado fallido" comienza a permear en los corredores de Washington al grado de que, al hablar sobre los sitios preocupantes del mundo, algunos altos funcionarios nos comparan (off the record, claro- no meniona Krauze a Cndi Rice) con Pakistán. Para revertir la tendencia hace falta -además de resultados tangibles- imaginar e instrumentar una nueva relación con Estados Unidos que los persuada de modificar la cómoda percepción que tienen del tráfico de drogas y la violencia. Son ellos quienes mayormente consumen las drogas y son ellos quienes con lasitud irresponsable nos surten las armas. Pero no basta la tarea diplomática. Necesitamos llegar al público a quienes los políticos representan. Escritores, periodistas, artistas, académicos debemos proyectar a México al exterior. No se trata de que nos quieran: se trata de que nos conozcan.
Para alcanzar una mayor respetabilidad, debemos seguir empeñados en conquistar un liderazgo moral en América Latina. La deseable transición en Cuba ofrece una oportunidad de respetuosa colaboración. Después de todo tenemos una legitimidad de origen: fuimos los únicos en mantener relaciones con la isla durante la Guerra Fría. Otra carta es la defensa de los valores democráticos en el continente: practicar afuera lo que predicamos adentro. La celebración del Bicentenario abre también un campo al conocimiento, el debate y la solidaridad con los pueblos hermanos, que trabajaría en abono de nuestro buen nombre.
Concluyo con una nota personal. El domingo pasado comí en el centro y vi a las familias mexicanas caminar plácidamente por las calles, como hace siglos. Sé que esa paz tiene algo de ilusorio, pero aquellas caras mexicanas no engañan. No son inquilinos de este país. Llevan generaciones de habitarlo y amarlo. Debemos proyectar esas caras al exterior.
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Hasta allí el texto de Krauze, después el Presidente Calderón leyó un discurso de 40 minutos, allí dijo:
"En ese difícil escenario internacional ustedes (se dirige a los embajadores y cóncules) deben estar preparados para promover la imagen de nuestro país y para defenderlo no sólo de los posibles ataques que se puedan presentar, sino verdaderamente defenderlo para divulgar la realidad de lo que es y de lo que ocurre en México. No es una percepción ficticia un ambiente de paz y de tranquilidad en las calles del Centro de la Ciudad de México. Es una realidad. México tiene una circunstancia de gobernabilidad democrática..
Probablemente mis colaboradores aquí ya hayan entrado a detalles de los análisis que hemos hecho. Pareciera que en el mundo se generara la impresión de que en México se está, simple y sencillamente masacrando a la población civil, en las calles, incluyendo las de esta ciudad, y que se está generando una situación de caos y, honestamente, no es así (...)
No entraré en detalle en ese tema. Lo que sí puedo decirles, amigas y amigos, que pueden decir, y con orgullo, de que en México se está viviendo un proceso de recomposición institucional, que estamos poniendo la casa en orden; que así nos tome muchos años, como deben tomar muchos años los cambios trascendentes de cualquier nación, estamos recomponiendo la vida institucional del país, reorganizando y limpiando de arriba hasta abajo las policías federales, restaurando nuestras instituciones, vulneradas durante años, o quizá durante décadas.
Que estamos recuperando nuestro México para nosotros, los mexicanos, y la lucha que estamos emprendiendo, amigas y amigos, no es una lucha por ir a rescatar o a tomar por la fuerza algún recurso de una nación externa a miles de kilómetros de distancia; la lucha nuestra es, no para invadir una nación externa en cualquier parte del mundo, es aquí en México para defender a México y para defender a los mexicanos.
Y tenemos los recursos y especialmente la fuerza y la determinación para lograrlo y así lo vamos a hacer. Pueden decirlo, y no sólo pueden decirlo, les instruyo a que lo digan en cualquier parte del mundo. Qué puede decirse de México. Puede decirse de México que cuenta con estabilidad política. Sí, por supuesto que cuenta con estabilidad y gobernabilidad democrática; que sus Poderes funcionan con responsabilidad; que su Legislativo, por mucho que tiene que superar de animadversión mediática, es un Legislativo que trabaja y que está sacando reformas responsables. Que el Poder Judicial también está trabajando y haciendo un esfuerzo singular por renovarse; que el Ejecutivo está trabajando y llevando proyectos claves y estratégicos en materia de seguridad, sí, pero también en materia de infraestructura, en materia de desregulación, en materia de modernización, en materia de cambio y de propuesta legislativa, en materia ambiental, en materia social....