Columna Razones
Lo que no le perdonan a Isabel/Jorge Fernández Menéndez
Excelsior, 10 de marzo de 2025
Cuando aprovechando la muerte de Isabel Miranda, ocurrida el sábado pasado víctima de una enfermedad terminal, se han redoblado las campañas buscando la liberación de los autores materiales del secuestro, muerte y desaparición de su hijo, Hugo Wallace, quiero quedarme con la más importante de las contribuciones que hizo Isabel a nuestra sociedad: quiero recordar cómo ella, mi amigo Alejandro Martí (también prematuramente fallecido), Nelson Vargas y María Elena Morera lograron poner sobre la mesa el tema de los secuestros, las desapariciones y la inseguridad a partir de sus propias experiencias familiares y personales, cuando estábamos en el peor momento que ha vivido la Ciudad de México en muchos años (los primeros años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la capital del país) y cómo terminaron organizando, con otros, aquella inolvidable marcha de blanco que marcó un antes y un después en el tema de la seguridad pública, esa marcha que López Obrador calificó como de “pirruris”, sin hacerse eco jamás de las víctimas.