22 jun 2008

Obama

Obama, en el fodo de los leones/Norman Birnbaum, catedrático emérito en la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgetown.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia
Publicado en EL PAÍS, 20/06/2008;
El profeta Daniel entró en el foso de los leones confiado en el poder de su fe. Por el contrario, Obama, ante los fracasos políticos y las contradicciones morales de Estados Unidos en Oriente Próximo, ha renunciado a tener fe en su propio juicio. Ante las acusaciones de que es poco entusiasta con Israel y se inclina demasiado a negociar con Irán, se ha defendido a base de repetir las simplezas y distorsiones convencionales sobre el papel de EE UU en Oriente Próximo. Y ello, a pesar de que lo que ha hecho que atrajera a millones de votantes es lo contrario, es su insistencia en la necesidad de prescindir de los convencionalismos.
En un reciente discurso ante el poderoso Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí, Obama declaró que Jerusalén es indivisible, una postura que los palestinos no pueden aceptar y bastantes israelíes están dispuestos a revisar. Asimismo, eximió a Israel de cualquier responsabilidad por la opresión y el caos en los territorios palestinos ocupados, así como por las penalidades que sufren los mismos israelíes. En cuanto a Irán, habló en los mismos términos siniestros que emplea Bush y declaró que la acción militar contra ese país es una opción.
Ahora dos de los principales asesores de política exterior de Obama, el ex consejero de Seguridad Nacional Anthony Lake y la ex secretaria de Estado adjunta Susan Rice, han firmado con varios partidarios de McCain una declaración que, en la práctica, concede a Israel el derecho de veto sobre la política de EE UU respecto a Irán. La declaración podría haber sido redactada por el Ministerio de Exteriores israelí. Proclama que Israel no aceptará limitarse a la amenaza de represalias severas para disuadir a Irán de nuclearizarse. Israel exigirá una acción militar preventiva de EE UU, cuyo próximo presidente debería considerar prioritario el peligro iraní. El documento no menciona las armas nucleares israelíes. Presenta un Israel amenazado de extinción por un Irán que no conoce normas ni límites.
Esta declaración fue difundida en un momento significativo, cuando Solana anunciaba en Teherán ciertos progresos en las negociaciones. El mensaje a la Unión Europea (y a todos los demás) no puede ser más claro: frente a Irán, en particular, y en Oriente Próximo, en general, Estados Unidos no conoce más que un aliado indispensable, que es Israel.
Este punto de vista tiene sus motivos. La intransigencia de Israel respecto a los palestinos es un elemento indispensable para el ejercicio del poder de EE UU en Oriente Próximo. Israel es nuestra primera línea de defensa contra los movimientos panárabes o islamistas. Los Estados árabes satélites de EE UU -Egipto, Jordania, Arabia Saudí- lo saben y tienen una alianza tácita con Israel. El problema es que Irán, con Hezbolá en Líbano, Hamás en Gaza y los chiíes en Irak, es igual de intransigente. La última derrota israelí en Líbano y la posterior recomposición de la política libanesa demuestran que EE UU e Israel no pueden alterar el mapa político de Oriente Próximo como no sea recurriendo a la guerra total. Y la catástrofe estadounidense en Irak prueba que no está claro, en absoluto, que EE UU e Israel pudieran ganar una guerra así ni controlar sus consecuencias. Los dirigentes norteamericanos lo saben. Como también lo sabe un segmento considerable de la clase política estadounidense al que el lobby israelí presiona para que no lo diga.
La alianza con Israel es un elemento esencial de la estrategia mundial de EE UU. El lobby israelí (que incluye a los literalistas bíblicos protestantes, mucho más numerosos que los judíos en EE UU) ofrece apoyo desde dentro a las políticas imperialistas estadounidenses. Sobre todo, apoya el presupuesto para armamento y la propagación de una ideología de amenazas (la “guerra contra el terror”, en la que siempre entran los palestinos) para justificarlo.
Muchos votantes eligieron en las primarias demócratas a Obama porque pensaron que terminaría con la guerra de Irak y se abstendría de nuevas aventuras militares. Obama ha aceptado sus votos, pero no les ha dado esperanzas de que vaya a cambiar la política exterior y militar. El Sí, podemos no engloba una reducción gradual del poder militar estadounidense en un mundo cada vez más escéptico sobre el uso que Washington hace de la retórica de la democracia y la moral para disfrazar proyectos más profanos.
Obama tendrá que afrontar estos problemas en la convención demócrata de Denver. Muchos de sus delegados exigirán políticas antiimperialistas en el programa electoral. La insistencia en la retirada de Irak irá unida a la exigencia de negociaciones serias con Irán. Entonces, los colaboradores de Obama tratarán de tranquilizar a sus partidarios desilusionados. Una vez elegido, dirán, el verdadero Obama empezará una reconstrucción de todo el edificio político de EE UU.
Ahora bien, es posible que, una vez elegido, Obama pida calma hasta las elecciones de 2012. Y es que el hombre que promete una ruptura con el pasado no está siendo capaz de alcanzar, en un área fundamental de la acción exterior, ni siquiera una versión matizada de la vieja política. Obama se ha apartado de su antigua iglesia. Pero nada le impide reflexionar sobre las lecciones que los profetas del Antiguo Testamento dieron a reyes y príncipes.

Joseph E. Stiglitz



Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001, y catedrático de la Universidad de Columbia es coautor, con Linda Bilmes, de The three trillion dollar war: the true costs of the Iraq conflict. La guerra de los tres billones de dólares; Ed Taurus.
Señalan en el libro que el costo de la guerra en Irak asciende a tres billones de dólares -sólo para EE UU- y otros tres a cargo del resto del mundo.
El equipo de Bush no sólo engañó al mundo sobre los posibles costos de la guerra -dijo que la guerra iba a costar 50,000 millones de dólares-, sino que además ha tratado de seguir ocultándolos a medida que la guerra se desarrollaba.
José María Ridao, entrevista a Joseph E. Stiglitz
Publicado en EL PAIS SEMANAL, 22/06/2008;
-Este libro deja claras las razones económicas por las que la guerra de Irak fue un error, pero usted estuvo en contra desde el principio.
-George W. Bush aseguró que había un riesgo inminente de que el régimen de Sadam Husein utilizase armas de destrucción masiva. Pero el jefe de la misión de inspectores de Naciones Unidas, Hans Blix, dijo que no existía ninguna prueba de que tales armas existieran. Pidió más tiempo y más inspecciones.
-Fue, entonces, la necesidad de respetar los procedimientos de Naciones Unidas lo que le llevó a oponerse.
-Después de la II Guerra Mundial se estableció un marco para la legalidad internacional en el que no se reconocía la posibilidad de declarar una guerra preventiva. En este caso se trataba de saber si había razones para hacer una excepción a las reglas que habían funcionado durante medio siglo. Naciones Unidas aseguraba que no tenía pruebas que justificasen hacerla.
-Por tanto, emprender esta guerra era violar la legalidad internacional.
-La necesidad de respetarla me pareció un argumento decisivo. Además, Naciones Unidas tuvo razón: las armas de destrucción masiva no aparecieron. Pero también me pareció decisivo aprender de los errores pasados.
-¿Se refiere a Vietnam?
-Ése fue el segundo argumento, teníamos que haber aprendido del fracaso en Vietnam. No había ninguna duda de que el ejército más poderoso del mundo conquistaría sin muchas dificultades un país sometido a sanciones durante años. Por eso, el verdadero problema consistía en saber si se podía ganar la paz. La estructura tribal de Irak era bien conocida, y, desde esta perspectiva, la invasión conllevaba serios riesgos de conflicto entre los shiíes, los suníes y los kurdos. No era fácil ganar la paz aunque se ganara la guerra.
-Pero se habló de llevar la democracia a Irak y, por extensión, a todo Oriente Próximo.
-La ironía reside en que se pretendía instaurar una democracia a través de medios antidemocráticos.
-Y finalmente se habló de una conexión entre Sadam Husein y los terroristas del 11-S.
-Desde que se demostró que no había armas de destrucción masiva, la Administración de Bush tuvo que recurrir a otros argumentos para justificar la guerra. Irak no tenía ninguna relación con los atentados, no tenía ninguna conexión con Al Qaeda. Esta organización terrorista no existía en Irak. Ahora sí, porque se le ha brindado la oportunidad. No importa qué criterios se utilicen –económicos, petróleo, democracia, seguridad–; la guerra no ha sido sólo un fracaso, sino también un desastre.
-Pero, entonces, ¿por qué se emprendió?
-Es uno de los aspectos que tratamos en el libro. Nadie lo sabe a ciencia cierta. Pudo tener algún papel una visión infantil de la geopolítica del petróleo. George W. Bush y sus asesores pensaron que podrían controlar los recursos petrolíferos de Irak, y que eso se traduciría en una fuente adicional de abastecimiento. Pero estamos en los comienzos del siglo XXI y no en el siglo XIX, y si un país invade a otro tiene que respetar unas normas. Estados Unidos es firmante de la Convención de La Haya, y, por consiguiente, como potencia ocupante, no podía disponer del petróleo iraquí.
-Eso es, sin embargo, lo que ha hecho.
-En el libro contamos cómo una vez se le recordó la Convención de La Haya al enviado de la Administración de Bush para privatizar el petróleo iraquí, y cómo él se limitó a responder: la legalidad internacional no es asunto mío, yo sólo cumplo órdenes del presidente Bush. Y sin embargo, las compañías no podían adquirir ese petróleo. En fin, como poder, podían; pero se arriesgaban a que después alguien les dijera que habían comprado una propiedad robada. Y no se pueden comprar propiedades robadas porque el vendedor no puede venderlas. La verdad es que no sé si la Administración de Bush no entendía la legalidad internacional o si le traía sin cuidado.
-¿Cabría imaginar lo más sencillo, y es que Bush y sus asesores creyeran en su plan?
-He leído recientemente que la guerra de Irak remite al complejo de Edipo entre Bush y su padre; en definitiva, que no puede explicarse a través de argumentos racionales. Pero, sin duda, puede que creyeran en su plan; al menos, algunos de los asesores del presidente, los neocons. Sé positivamente que Bush no entendió la complejidad de la sociedad iraquí, porque he hablado con algunas personas que se entrevistaron con él antes de la guerra. No tenía siquiera una estrategia para la ocupación.
-De ahí, tal vez, que ahora se diga que fue un error licenciar a todos los funcionarios y militares que colaboraron con el partido de Sadam Husein, el Baaz.
-La ironía es que en estos momentos están poniendo en marcha la estrategia contraria, recuperar a los mismos que licenciaron al principio. Entonces no estuvieron dispuestos a escuchar a quienes les advertían de los peligros. Pero ahora, tampoco: esa mentalidad continúa. Sólo quieren escuchar a quienes les dicen lo que quieren oír.
-Entre tanto, la situación en Irak se ha mezclado con la tensión con Irán.
-Es otra de las paradojas de esta guerra. Se dijo que se emprendía por causa de las armas de destrucción masiva, y se invadió un país que no las tenía, mientras que otro país, Corea del Norte, se convertía en una potencia nuclear. Tratando de resolver un falso problema, la Administración de Bush creó uno nuevo. Y ahora el asunto es Irán. Es interesante constatar que el riesgo estuviera en Corea y, sin embargo, se comenzara por Irak.
-¿Y por qué se hizo así?
-Creo que guarda relación con el mantenimiento de la falsa visión sobre Irak de algunos extremistas. Es una especie de vendetta. De hecho, es una vendetta. A principios de los años ochenta, Sadam Husein recibió armas –incluyendo, creo, armas químicas– a consecuencia de la guerra con Irán. Se actuó bajo el principio de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Sadam Husein estaba contra Irán, e Irán era el principal enemigo, y, por tanto, había que suministrarle armas, apoyarlo. Y ahora la posibilidad de hacer algo con Irán es más limitada como consecuencia de la guerra en Irak.
-Es decir, que la posición de Estados Unidos se ha debilitado.
-Exactamente. Los shiíes, que son mayoría en Irak, se sienten próximos a Irán. Con 140.000 soldados americanos y 40.000 agentes de seguridad contratados en Irak, Estados Unidos es vulnerable. Si Estados Unidos le hace la vida difícil a Irak, Irán puede hacérsela difícil a Estados Unidos.
-¿Es posible detener el programa nuclear iraní?
-Habría que distinguir dos aspectos. Uno es si los iraníes tienen capacidad o no para desarrollar armas nucleares; otro es su capacidad para lanzarlas. Por referirme sólo al primero, al aspecto de la proliferación, lo esencial es encontrar un mecanismo de control adecuado. Pero en este momento, la posibilidad de que Estados Unidos haga algo es limitada. Se podría, obviamente, destruir el programa atómico de los iraníes, aunque lo único que se conseguiría es que empezaran de nuevo.
-La salida más razonable parece, pues, alcanzar un acuerdo sobre ese mecanismo.
- Al final habrá que hacer un esfuerzo global para desalentar la proliferación de armas nucleares. Tendría que ser un programa amplio, que incluyera algunas de las armas nucleares de Estados Unidos. Porque, en definitiva, ¿quiénes son hoy los enemigos? Se sigue operando con la mentalidad de la guerra fría, que terminó hace veinte años. Entonces existía un sistema de disuasión, pero ahora no hay nadie en el otro lado. Es difícil que todos acepten a un solo país como policía del mundo. En especial, cuando ese país ha fracasado a la hora de respetar la legalidad internacional. Por eso creo que debería establecerse un régimen de control internacional más efectivo, en el que Estados Unidos fuera también parte.
-En su libro no sólo se habla del coste económico de la guerra. Describe, además, la corrupción que ha generado.
-Los mecanismos han sido múltiples. Se ha recurrido a la obtención de partidas de emergencia más que a las asignaciones presupuestarias ordinarias. Una emergencia es, por definición, algo que no se puede prever, como el huracán Katrina. Pero la guerra no era imprevisible, y además ha llegado a su sexto año y todavía se sigue recurriendo a partidas de emergencia. En las asignaciones presupuestarias ordinarias, la corrupción es difícil, porque el gasto es escrupulosamente supervisado. Ante las emergencias es distinto. Se le dice al Congreso que si no aprueban las asignaciones se producirá un desastre, y, por consiguiente, los congresistas no pueden detenerse en los detalles. Así surge el marco que hace posible la corrupción.
-Usted también ha estudiado la asignación de los contratos con cargo a esas partidas de emergencia.
-En las situaciones corrientes, los contratos se llevan a cabo a través de un concurso público. En nuestro libro nos referimos a la lucha que se estableció entre Rumsfeld y el Congreso. El Congreso le reclamaba convocar concursos públicos para asignar las partidas de emergencia, y Rumsfeld lo rechazaba. Entre tanto, no se gastó nada en la reconstrucción de Irak, aunque el Congreso insistió en que había que hacerlo. Consiguientemente, la reconstrucción fracasó, y su fracaso se convirtió en una baza para la insurgencia. Muchos iraquíes perciben que su vida es peor ahora que antes de la guerra.
-Es también interesante, y revelador, el tipo de contrato que se establecía con algunas empresas.
-El Gobierno aceptaba un mecanismo de reintegro de los gastos y el pago de una cantidad suplementaria como beneficio. Por otra parte, disminuyó el número de auditores. O sea, se excluyó la competencia y se redujo el control mientras aumentaba el volumen y la cifra de contratos. Se actuaba sin ningún escrúpulo, y empresas como Blackwater, que tenía contactos políticos, lo mismo que Halliburton, se llegaron a considerar parte del aparato de apoyo al Partido Republicano. Los jóvenes norteamericanos luchaban y arriesgaban sus vidas mientras ellos sólo se preocupaban de obtener más beneficios. Se triplicó el valor de sus acciones.
-¿Y el Congreso no reaccionó contra estas prácticas?
- Mientras los republicanos tuvieron el control, no hizo nada. Ahora que los demócratas son mayoría, existen comisiones de investigación que han permitido conocer los problemas. Casi cada semana estallan nuevos escándalos. Por ejemplo, se ha descubierto que muchos de los contratos de Halliburton fueron a parar a una empresa subsidiaria en las islas Caimán, donde no pagaban impuestos. La Administración de Bush facilitó esta evasión fiscal.
-Al margen de la manera en la que se han gastado, los tres billones de dólares en los que usted cifra el coste de la guerra obligan a preguntarse sobre su efecto en la economía de Estados Unidos.
-Creo que nuestro libro ha ayudado a la discusión sobre el coste de oportunidad, sobre lo que se podía haber hecho con ese dinero. Se han abierto varias webs en las que se discute del asunto. El presidente Bush sostiene, por ejemplo, que tenemos un grave problema con la seguridad social. Se teme la bancarrota del sistema. Por una sexta parte de lo que nos ha costado la guerra de Irak podríamos mantener el sistema funcionando durante los próximos 50 años. Pero, en realidad, cualquier problema al que se enfrente Estados Unidos en estos momentos se resolvería con una pequeña porción del gasto en la guerra de Irak.
-Bush y sus asesores siempre podrían decir, y de hecho dicen, que eso es lo que cuesta tener un país más seguro…
-Incluso en el terreno de la seguridad estamos peor, porque se han concentrando los esfuerzos y los recursos en el asunto equivocado. Como consecuencia de la guerra de Irak, el coste de reclutamiento se ha encarecido, lo mismo que el coste para atender las necesidades de los veteranos. Y otro coste que ha aumentado es el que conlleva la necesidad de reponer el material bélico. Y todo ello sin contar con otros efectos más generales, que tampoco contribuyen a que estemos más seguros: la subida del precio del petróleo y el debilitamiento de la economía están relacionados con la guerra de Irak.
-Usted cifra el impacto de la guerra sobre el precio del petróleo entre 5 y 10 dólares.
-Es un cálculo conservador. Creo que la cifra es mayor. Pero, en cualquier caso, y regresando al debilitamiento de la economía, la principal diferencia entre la situación de 2001 y la de hoy es que, en la de 2001, el Gobierno de Estados Unidos disponía de un superávit del 2% antes de llegar a la recesión. Ahora, antes de llegar a la recesión, tenemos un déficit alto.
-¿Cree que Estados Unidos entrará en recesión?
-Sí, soy pesimista. Pero la recesión no es la cuestión fundamental. La cuestión fundamental es la diferencia entre el potencial de crecimiento de una economía y lo que está creciendo en realidad. Si puedes crecer al 3% y tu crecimiento es del 1%, la caída es del 2%. Es la misma caída que si se creciera al 1,9% y se bajara algo por debajo de cero, sólo que ya no se estaría en tasas positivas.
-¿Y no habría manera de evitarlo?
-Tendrían que haberse tomado medidas hace seis meses. Pero lo que Bush ha hecho es poco y tarde, además de que no son las medidas adecuadas. Por ejemplo, la reducción de impuestos de 150.000 millones de dólares tal vez pudo ayudar, pero fue una medida rápidamente superada por las importaciones de petróleo. En el corto plazo necesitamos dos cosas: reducir el número de personas en riesgo de perder sus casas, que no es sólo un problema económico, sino también social, y la otra cosa es buscar estímulos fiscales. Pero estímulos fiscales dirigidos a los verdaderos problemas. Cada dólar gastado tiene que orientarse a estimular la economía, tiene que emplearse en objetivos a largo plazo. Lo que Bush está haciendo, sin embargo, es trasladar el problema a la próxima Administración.
-¿Cómo ve la situación en España?
-Lo que el Gobierno español ha hecho a lo largo de los últimos años es intentar que la economía no dependa tanto de la construcción y poner más el acento en tecnología y otras industrias, invirtiendo más en educación. Es una agenda correcta. Quizá ha llegado el momento de acelerarla, porque es probable que en los próximos dos años la construcción esté mucho más débil.
-¿Qué dificultades percibe?
- España es parte de Europa, lo que implica numerosos beneficios. Pero, al mismo tiempo, España carece del control sobre su política monetaria. El gobernador del Banco Central Europeo, Trichet, se está concentrando en la inflación. El paro puede llegar a ser un problema, y tendrán que pensar en planes alternativos. Creo que deberían facilitar el crédito, incluso si el Banco Central se está concentrando en la inflación. España disponía de superávit antes del cambio de ciclo y, por tanto, tiene la posibilidad de usarlo para estimular la economía.
-Antes de las elecciones se aprobaron diversas ayudas, por nacimiento de hijos o para estimular el alquiler de los jóvenes.
-No conozco los detalles, pero creo que si estuviera en la posición del Gobierno habría reconocido que, dados los problemas en la economía global desde agosto de 2007, existía un riesgo significativo de desaceleración y hubiera adoptado medidas preventivas. No hay que actuar después, hay que hacerlo antes, y así suavizar la burbuja. Sin dejar de resolver los problemas a corto plazo, se debe avanzar en la agenda a largo plazo.
-Decía hace un momento que, en Estados Unidos, Bush está tratando de trasladar los problemas económicos a la próxima Administración. ¿Será la de Barack Obama?
-Soy optimista. Lo que McCain propone es, en realidad, un tercer mandato de Bush. En algunos aspectos representa, sin duda, una mejoría. Por ejemplo, cuando dice que no cree en la tortura o que el calentamiento global existe. En otros asuntos, sin embargo, no hay diferencia: piensa permanecer en Irak, y cree, como Bush, que las rebajas de impuestos son la solución a cualquier problema. Espero que estas políticas cambien, porque han minado nuestra seguridad y nuestra economía.
-Y Barack Obama representa un cambio.
-No sólo para Estados Unidos, sino un cambio para el mundo. Porque si algo hemos aprendido en estos años es que Estados Unidos no puede resolver por sí solo todos los problemas. Tiene el ejército más fuerte, pero no puede ganar la paz. Ahora necesitamos ayuda. El único camino es la aproximación multilateral a los contenciosos internacionales, y este periodo de unilateralismo desbocado debe llegar a su fin.
-Quienes critican a Obama dicen, sin embargo, que su “diplomacia directa” rompe con la tradición norteamericana.
Bush maneja un concepto insensato: diplomacia sin conversaciones. Es decir, nosotros estamos dispuestos a hablar con usted, pero usted, antes, tiene que estar de acuerdo con todo lo que queremos nosotros. Esto no es diplomacia, es una tradición que se ha inventado Bush. Su concepto de diplomacia sin conversaciones ha fracasado. Y ahora acusa a Obama de defender el apaciguamiento. Pero hablar no es apaciguar.
-¿También en materia económica, Barack Obama representaría un cambio?
-En dos sentidos diferentes. El primero es que Obama reconoce los problemas frente a los que Bush rechazó tomar ninguna iniciativa, como, por ejemplo, el hecho de que existan cincuenta millones de americanos sin oportunidades o el sector sanitario atraviese una grave crisis. El segundo es que se propone que el país crezca con igualdad. Bush criticaba el sector público, pero bajo su mandato los gastos alcanzaron una cifra récord. Eso sí, sin ninguna visión acerca de lo que se hacía. Barack Obama, por el contrario, aporta una nueva visión sobre lo que el Gobierno tiene que hacer en áreas como investigación, infraestructuras, calentamiento global…, cosas que tenemos que emprender juntos en la sociedad. El mercado tiene su papel, pero también el Estado tiene el suyo.
-Después de los tres billones de dólares gastados, después de la inestabilidad económica y política en todo el mundo, ¿la nueva Administración norteamericana tendrá el coraje de retirar las tropas de Irak?
-La cuestión no es ya si Estados Unidos va a retirar o no las tropas, sino cuándo va a hacerlo. Porque la pregunta a la que hay que responder es qué resuelve quedándose. Si Estados Unidos sigue en Irak cuatro años más, eso nos supondrá, cuando menos, una cifra parecida a la que hemos gastado. No ganaremos en seguridad, y el coste de oportunidad será mayor. Quien proponga que Estados Unidos se quede más tiempo en Irak tendrá que explicar, y hasta que probar, que las cosas irán mejor que hasta ahora. Todo indica, sin embargo, que no habría diferencia. Y si no hay diferencia, cada día que pase, cada semana que pase, cada mes que pase, más iraquíes y más norteamericanos perderán la vida, sin que se produzca ningún avance significativo en la situación.
-¿Entonces?
-Tenemos que aprender de la experiencia de Vietnam. Millares de norteamericanos murieron inútilmente. Y al final tuvimos que retirarnos. Salvo que alguien encuentre un argumento convincente para decir que las cosas irían mejor quedándonos, nos veremos obligados a salir.

Los gitanos

Gitanos, un éxodo de mil años
JOAN M. OLEAQUE, reportero
Publicado en EL PAIS SEMANAL, 22/06/2008;
Italia no es el único país donde encuentran el desprecio. Así es la historia errante de los 'roma', el pueblo gitano. Huyeron de la India, su tierra madre, a partir del siglo IX. Alcanzaron Europa en el siglo XIV. Representaron para la Iglesia católica dominante la exaltación de lo profano. Su lengua se consideró propia de diablos.
Adzovic tenía 30 años y tres heridas de bala en las piernas. Hablaba en una especie de italiano machacado con castellano, pero llegó de Bosnia. Vivía en Valencia, acampado junto a sus familiares en el cauce seco del río Turia, hasta que alguien enviado por la autoridad les obligó a irse. No guardaba grandes recuerdos de Italia, pero eran más tolerables que los que le perseguían en sueños sobre su tierra natal. "Les veo morir cuando duermo", contaba. La escena, durante la guerra de los Balcanes, incluía a una pariente y al hijo pequeño de ésta. "Yo me escondí, pero el soldado serbio les cogió a ellos, tiró el bebé al río y luego quiso violarla. Ella logró escapar y se tiró al agua helada". Nadie salió del río. "Los gitanos no íbamos a favor ni en contra de nadie en esa guerra. Pero todos querían matarnos. Acabé con mi familia en Italia, donde la gente hacía como que no existíamos. Algo saqué: aprendí italiano. Ahora estoy aquí, y puedo hacerme entender". Días después dejó de estar en el campamento valenciano.
Aquello sucedió hace tiempo. Ahora, otros refugiados -no de la guerra, pero sí del hambre- buscan qué hacer en muchas ciudades de España. Vienen del Este, la mayor parte desde Rumania. Bastantes de ellos han pasado previamente por Alemania e Italia. Dani, rumano veinteañero, pertenece a los kalderash o antiguos caldereros, un subgrupo del Este muy tradicional, considerado como antiinserción. Pero Dani ha trabajado de lo que le sale y sabe español -no sólo romanó, el idioma original gitano-. Y eso le da ventaja. "En Italia viví más o menos bien". No muchos de su etnia pueden hacerlo en un país porcentualmente cargado de inmigrantes gitanos del Este (incluidas Albania y la antigua Yugoslavia). Se ha llegado a estimar que en Italia hasta el 70% de las familias gitanas ha perdido algún hijo por diferentes problemas. "Debido a los escasos resultados de las políticas orientadas a las minorías", recogía un documento reciente de la organización European Roma Information Office, "el caso italiano se sitúa entre los ejemplos [de discriminación] más preocupantes de toda la Unión Europea".
AÚN NO SE HABÍAN DESENCADENADO en Italia los acontecimientos de las últimas semanas. "En Rumania hay más racismo que en Italia", argumenta Dani. "Yo no hubiera imaginado que todo acabara estallando así". Se refiere a la ofensiva gubernamental -también populachera y mafiosa- desatada contra los gitanos. Hay quienes entienden ciertos actos de violencia, como se vio en los ataques a sus casas en Nápoles con cócteles molotov, y su desaparición del país transalpino, como elementos asumibles.
"Invocan un asesinato, una chica que intentó robar un bebé, para atacar a todos", explica por teléfono desde Italia el músico Alexian Santino Spinelli. Veterano activista sinti, un subgrupo gitano presente en Alemania e Italia, ha reclutado vía Internet y YouTube a todo al que ha podido contra las medidas discriminatorias del Gobierno de Berlusconi. "Que se arreste a quien no se comporte", reclama Santino. "Que no se repita el fascismo". Él mismo impulsó la convocatoria para el 8 de junio de una manifestación que reunió en Roma a miles de personas. "Los políticos pueden decir que pocos gitanos de los que estamos en el país nacimos aquí, pero el porcentaje llega a un 80%. Llevamos siglos en este territorio, somos más italianos que los italianos".
Spinelli cree que el origen de las desavenencias con los gitanos rumanos en Italia -"20.000 o 30.000 personas", calcula- tiene su origen en los campi nomadi que ahora se pretenden desmantelar. "Son campos de refugiados que las autoridades han dispuesto en plan apartheid. Cada uno se busca la vida en ellos. Es como la ley de la selva, una siembra de odio".
La siembra, o lo que sea, parece haber fructificado. Isabel es treintañera, rumana y tiene un familiar gitano. "Pero él es civilizado, es persona, no como ésos [los de los campamentos]", expone con desdén. Ahora vive y trabaja en España, pero vivió largo tiempo en Italia. "Les daban casas, les daban terreno en campi nomadi, y sólo robaban". Un conocido suyo llevaba ilegalmente a gitanos desde Rumania hasta Italia en una furgoneta, previo pago de entre 400 y 1.000 euros por persona. "¡Para eso sí tenían dinero! Y para llevar oro encima, también", se escandaliza. Isabel no sabe que algunos invierten en oro porque constituye una garantía de obtener liquidez en caso de urgencia. "Se pelean, venden niños, son ladrones: yo les he visto vivir en chalets lujosos". Puede que hable de gitanos lovara, a quienes se considera comerciantes con buena posición. Pero da igual. "Lo que pasa en Italia, lo de quemar las casas, es normal". ¿Ni siquiera guarda lástima por los menores? "Son niños que roban, que mendigan".
Isabel alude a los individuos más problemáticos para generalizar hacia todo el grupo. El equivalente a decir que todos los musulmanes son terroristas o que los colombianos tienen una tendencia natural a vender droga y secuestrar a la gente. Algo tan delirante aflora, sin embargo, en el caso gitano, y más si está referido al este europeo, casi cada vez que uno de sus miembros marginales comete un delito. Sobre todo en épocas de crisis. ¿Por qué llega a plantear una petición de expulsión de gitanos rumanos en un pueblo andaluz? ¿Cómo es posible que lo gitano forme parte esencial de Europa -viven entre 8 y 10 millones, es la principal minoría étnica continental, y su música y cultura han impregnado a países enteros- y todavía inspire repulsa y temor?
Se buscaron respuestas en Calcuta (India) en la mitad de la década pasada. Una reunión en la ciudad inabarcable sirvió para cotejar conclusiones de la llamada Conferencia Internacional sobre Minorías de Origen Indio. En ella, entre otros, estuvieron presentes el investigador autóctono S. S. Shashi y el gitano europeo Vania de Gila Kochanovski, bien conocido entonces por sus adelantos en lingüística y conocimientos étnicos. Los medios de comunicación del país hablaban de un congreso sobre "hermanos del pueblo perdido", pero Shashi recordaba que la India era para los gitanos "la tierra madre", no "la tierra prometida". O sea, que el subcontinente hiperpoblado no tendría que soportar la llegada de unos 12 millones más de individuos venidos desde todas las partes del globo. Kochanowski certificaría como definitivo el origen indio del pueblo rom -su nombre, en su idioma propio-, que tantas veces se había confundido con egipcio. Los roma habrían pertenecido a la segunda casta india -la de los guerreros- y provenían del noroeste. Emigraron entre los siglos IX y XIII para huir de respectivas derrotas frente al islam y los mongoles. Se diseminaron, a través de diversas rutas, sobre lo que hoy es Europa. Shashi, no obstante, consideró en su intervención "algo reduccionistas" estas tesis, y defendió "una migración desde toda la India no sólo de miembros de casta noble, sino de tribus como los banjara, que han practicado oficios como los de herreros o comerciantes de animales". De hecho, los roma iban a extender trabajos de esta índole en su progresivo asiento global.
Su presencia documentada en Europa comienza en los siglos XIV y XV, siendo en este último cuando llegan a España. "Al principio", compartió Kochanowski en Calcuta, "despertaban sorpresa con sus ropas orientales y sus artes adivinatorias". Sin embargo, a medida que crecían las monarquías absolutas se buscó una población homogeneizada. "Los gitanos no encajaron y no se dejaban encajar", explicaba Vania. "Empezaron las persecuciones, sobre todo con la hegemonía de la Iglesia católica: los gitanos representaban la exaltación de lo profano".
Lo gracioso se convirtió en bufonesco. Su exotismo, en algo macabro. Y sus intentos de sobrevivir, en algo criminal. Su lengua, neoindia, derivada del sánscrito, fue perseguida en España. En opinión del lingüista francés de referencia Marcel Courthiade, "el idioma se entendió como propio de diablos, de engaño para el cristiano". Así, en España quedó reducido hasta hoy a una serie de palabras casi marginales. Pragmáticas y redadas intentaron reducirlos y apartarlos, y, hasta la democracia, sufrieron la ley de vagos y maleantes. Pero todo palideció frente a Europa, donde llegó el porraimos -la devoración, en lengua romaní-, que es como los rom refieren su holocausto nazi. El hecho de que no se sepa realmente cuántos gitanos fueron asesinados -se estima que 500.000, aunque otras fuentes hablan de 250.000 y hasta de 600.000- demuestra cuán enormemente perdido de sí mismo puede llegar a mantenerse aún el pueblo rom.
LOS JUDÍOS RESULTARON mucho más asimilados que los gitanos en todas las sociedades europeas tras el Holocausto, y participaron de la educación, en casa y fuera de ella. Los gitanos rechazaron la primera y, en consecuencia, se quedaron sin la segunda. Erigieron lo que la escritora Isabel Fonseca, que conoció bien a los gitanos del Este, denomina con acierto "un seto". Una especie de muro de protección endogámica con el que, al mantenerles supuestamente puros, podían permanecer vivos, aunque apartados; aferrados a una nostalgia de un alma colectiva gitana que pocos sabrían definir hoy, y que tantas veces se ha entrelazado con tradiciones antiguas de cada país (caso de la virginidad femenina).
En Rusia, Finlandia, Polonia, Hungría, Eslovaquia, Bulgaria, Grecia, Inglaterra, Alemania o Francia, los roma se han dedicado a vivir con desigual fortuna, pero quizá en ningún territorio se les ha marcado como en Rumania. Allí, pese a que el Gobierno dice otra cosa, se calcula que el 10% de la población es gitana (más de dos millones de personas). Los libros y películas en donde aparecen como esclavos del Drácula transilvano no engañan: lo fueron hasta la segunda parte del siglo XIX, convirtiendo su seto en impenetrable. En la época comunista se forzó la asimilación. "Al menos dio trabajo en fábricas, dio la costumbre de un horario, situó a los rom en el sistema". El gitano rumano Dani evoca así la historia de su familia.
De este modo llegó la sedentarización, como sucedería en toda Europa, pese a que aún hoy se les considere nómadas. Isabel Fonseca insiste, en su libro Enterradme de pie, en que durante el comunismo podían llegar a timar y a robar "los gitanos y los no gitanos". "Pero la policía sólo aceptaba sobornos de los primeros". La razón: en caso de inspección, ¿quién iba a creer a un gitano?
Muchos roma se prepararon mejor que los no gitanos para la propiedad privada, supieron comerciar y se situaron para regentar establecimientos. Pero 1989 trajo la revolución y su fracaso. Recoge Fonseca que el poder de la mayoría decidió que no se quería a los roma. Y lo expresó a las bravas. Se les consideró tutelados por los comunistas. "Los gitanos no son personas", le dijo una señora rumana a Fonseca durante la década de los noventa, en medio de los restos de un poblado humeante de gitanos recién incendiado. La escritora recoge que, según el Ministerio del Interior, no más del 11% de los delitos en Rumania -casi siempre menores- estaba relacionado con los roma. Pero el problema fue otro: "Los gitanos no son personas".
"No es racismo, es un hecho. Dan mala imagen de Rumania, y su idioma puede llegar a ser confundido con el rumano", afirma una periodista del Este. Paradójicamente, la música gitana, como sucede en España, se identifica para bien con ese país, y hasta el mal estado actual de la población que la genera -el 41% de ella es jornalera, el 33% no posee oficio, casi el 40% es analfabeta- puede servir para conseguir fondos europeos. Con su ingreso en la Unión Europea desde 2007, y con un supuesto cumplimiento de los derechos humanos, existen programas de trabajo para que regresen al país. "Cada franja de población tiene su programa", explica Arkos Derszi, secretario de Estado del Ministerio de Trabajo del Gobierno rumano. "En el caso rom se contempla su vuelta a sus oficios tradicionales". Pero los gitanos no saben ya a qué faenas se refiere el secretario de Estado.
UN INFORME EUROPEO de la Fundación Ceimigra indica que algunos grandes traslados de roma hacia Europa Occidental han tenido lugar entre los años 2001 y 2006. Sobre todo, hacia la ribera mediterránea, donde saben que existen bolsas endémicas de economía sumergida.
Inundaciones en regiones rumanas como Constanza empujaron a más gente hacia España. Y quizá el desastre italiano vuelva a tentar hacia el desvío ibérico. Su presencia en España se estima en unas 50.000 personas, a las que se les ha relacionado con las más variadas iniquidades. Los primeros flujos, más dedicados a la mendicidad, o incluso al delito, se han reducido mucho. Los gitanos rumanos mejor establecidos llaman ploskané a los grupos más ligados a la miseria. En los más fundamentalistas se acostumbra a concebir la compra de la novia a la familia o el arreglo de matrimonios entre menores.
Por suerte abundan más ejemplos como el de Florenza, una madre de 27 años que creía que en España había dinero y todos vivían bien. Lo veía por televisión, se lo habían dicho. "Creía que iba a encontrar sanidad, escuela para mi hijo, trabajo, una nómina y una casa para alquilar". Unas pretensiones que suenan hoy increíblemente raras o inocentes.
Sin embargo, desde el Este, los gitanos de aquí constituyen para muchos una referencia. En Albania, hasta se habla de España como "paraíso de gitanos". Con una población cifrada en 650.000 individuos; con una clase media mayoritaria que se gana la vida con la venta, artistas musicales de renombre, líderes públicos reconocidos, escolarización, activistas que hasta defienden la homosexualidad y con una asunción institucional de los gitanos como españoles de pleno derecho, nuestro país se muestra como un avance máximo. Pero hay un trasfondo sombrío en esa luz. Una encuesta de 2006 del Centro de Investigaciones Sociológicas admitía que el 40% de ciudadanos no querría tener a un gitano como vecino. Tampoco faltan voces que intentan desvincular el flamenco de la esencia musical gitana. Los barrios-gueto poblados de miembros de esta etnia permanecen presentes en nuestra geografía, y el asociacionismo subvencionado ha devenido no pocas veces en cosa de familias que heredan cargos. La mafia que ofrece protección en las obras, los traficantes y los tópicos se imponen como una muralla construida con ladrillos de falsas leyes atávicas y pintorescos patriarcas.
Esa percepción refuerza el seto endogámico de defensa creado ancestralmente por la propia comunidad. Sólo el 1% de gitanos españoles accede a la universidad, y el abandono durante la ESO es brutal. El victimismo, el paternalismo y la falta de rigor suelen ser discursos usuales empleados en torno al pueblo gitano que a veces hasta emanan del mismo. Como el propio racismo, han generado angustias y alienación en el colectivo. Aunque también sucede lo contrario: que lo malo, a veces, sirve como reto para dar ímpetu a un colectivo que en España ha avanzado a saltos en los últimos veinte años. Es fácil comprobar aún cómo, en la televisión, la imagen dolida, serena y pausada del padre de la niña asesinada Mari Luz no se asume como un reflejo gitano, y que en cambio se sigue vendiendo como tal cualquier oscura pelea, común a cualquier subcultura callejera. Pero esa constatación, y la de que muchos gitanos se quejen, es una nueva parte esperanzadora en un viejo camino de mil años que, con la nueva llegada mediterránea de los roma más doloridos de Europa, está lejos de concluir.

Tráfico de cubanos

En 5 años, detención de cubanos en México creció 500 por ciento
Según un estudio de la Cámara de Diputados, el país es un trampolín para emigrar a EU.
Notimex / La Jornada On Line Publicado: 22/06/2008 11:56
México, DF. Un estudio de la Cámara de Diputados reveló que la frontera sur de México se ha
convertido en un paraíso para el tráfico de cubanos que pretende llegar a Estados Unidos.
"En los últimos cinco años se ha disparado en 500 por ciento el número de detenciones de ciudadanos cubanos en estaciones del Instituto Nacional de Migración (INM)", destaca el documento elaborado por el Grupo de Trabajo en Materia Migratoria del PRI en la Cámara baja.
El coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Edmundo Ramírez, expuso en el análisis que la llamada "ley de pies secos" de Estados Unidos alienta este fenómeno y la creación de redes de polleros.
"Después del caso de los 33 cubanos que desaparecieron de manos de agentes del INM y después aparecieron en Texas se confirma que estos grupos tienen conexiones en los dos países y operan con un gran poder económico" y apoyo de autoridades de los tres niveles de gobierno, dijo.
El también secretario de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios informó que esta semana se presentará en la Comisión Permanente del Congreso un punto de acuerdo para solicitar la comparecencia de la titular del INM, Cecilia Romero.
"Queremos saber qué está pasando con el tráfico de cubanos en México, ya que existen diversas denuncias y sospechas de que se solapa este fenómeno, cuál es el número de detenciones y si se requiere una limpia de personal en el INM", agregó en entrevista.
El informe legislativo destaca que sólo en Quintana Roo entre 2000 y mayo de 2007 un total de mil 429 cubanos fueron asegurados por la delegación regional del INM.
Ramírez Martínez citó la llamada "ley de pies secos" de Estados Unidos, con la cual si un cubano ingresa a ese país vía terrestre es decir por México y por las costas de Florida se le da un año de asilo y con ello puede arreglar su situación migratoria.
En tanto, según un despacho de la agencia Notimex, el flujo de indocumentados de la isla hacia México se incrementó en los últimos tres años, razón por la cual Cuba ocupa ahora uno de los cinco primeros lugares como país de origen de inmigrantes indocumentados, asegurados, rechazados, devueltos o expulsados por autoridades del INM. Tan sólo en los primeros cuatro meses de 2008, las autoridades mexicanas aseguraron a 994 cubanos que ingresaron ilegalmente al país.
En este contexto, los gobiernos de ambos países negocian los últimos detalles de un acuerdo migratorio. Según la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) desde el 30 de abril concluyó la primera sesión de la 4 Reunión del Grupo de Trabajo sobre Asuntos Migratorios y Consulares México-Cuba, en la que se negocia un acuerdo migratorio.
Al respecto, la dependencia explicó que el interés es "contar con un esquema integral de cooperación en esta materia", mientras se efectúa una nueva reunión en julio que se desarrollará en La Habana y que será previa a la firma del acuerdo.
Los indocumentados de ese país ocupan en la actualidad el cuarto sitio en esas estadísticas, en tanto que en 2005 eran el sexto lugar. En 2006 la cifra de cubanos asegurados subió un escaño para establecerse en el quinto lugar y en 2007 ocuparon el cuatro peldaño.
Mientras en 2005 el porcentaje de cubanos asegurados respecto al total era 1.1 por ciento, en 2006 pasó a 1.2; en 2007 llegó a 2.7 y en los primeros cuatro meses de 2008 es de cuatro.
Para el embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz, tales cifras evidencia la necesidad de un acuerdo migratorio, que se prevé será firmado por el canciller de la isla, Felipe Pérez Roque, en septiembre durante su visita al país.

Los hermanos Castro

El ex presidente Fidel Castro ha dicho categóricamente que él no encabeza ninguna "fracción o grupo" ni tampoco hay pugnas internas en el Partido Comunista de Cuba, en un nuevo artículo en el que subraya que sólo dijo "la verdad" al criticar duramente el viernes a la Unión Europea
"No soy ni seré nunca jefe de fracción o grupo. No puede deducirse, por tanto, que haya pugnas dentro del Partido. Escribo porque sigo luchando, y lo hago en nombre de las convicciones que defendí toda mi vida", indica Castro en un artículo publicado en la página web Cubadebate. (abajo)
La nueva "reflexión", como denomina Castro a sus notas de opinión, aparece después de que el viernes criticara a la UE horas después de que el bloque comunitario levantara las sanciones que había impuesto en 2003 al gobierno de la isla. "Deseo consignar mi desprecio por la enorme hipocresía que encierra tal decisión", afirmó.
En algunos círculos se ha especulado sobre una supuesta diferencia de criterios entre Fidel Castro y el presidente del país, su hermano Raúl, debido a la aparente contradicción entre las opiniones del líder cubano y algunos pasos dados por el Gobierno en el área de internacional, economía y social.
El líder de la revolución asegura que no escribió "ninguna diatriba contra Europa", sino "sencillamente la verdad". "Si esta ofende, no es mi culpa", afirma.
El madrileño El PAÍS, dedica este domingo su editorial:
Entre Fidel y Raúl
El País, 22/06/2008:
Cuba le ha creado un nuevo quebradero de cabeza a la diplomacia española. El anuncio de que la Unión Europea levantaba a iniciativa de España las sanciones impuestas a la isla en 2003, pero en suspenso desde 2005, ha sido acogida con una tanda de descalificaciones y la detención de siete disidentes. El protagonismo de Fidel Castro en la escalada verbal, aunque revela que el viejo revolucionario se mantiene activo, no resta responsabilidad a su hermano Raúl, presidente constitucional de Cuba, que estaba propiciando pasos en el terreno económico para desentumecer el sistema.
La explicación, que no justificación, de la dura respuesta cubana es el codicilo añadido a instancias de la República Checa, según el cual en junio de 2009 se revisará la situación para ver si la mano tendida ha servido de algo; en particular, si habrá facilitado la liberación de presos políticos -hay 55 que cumplen penas de hasta 28 años- y el acceso de organizaciones humanitarias a las cárceles cubanas. Es decir, que o hay resultados o las sanciones podrían renovarse.
Días antes, Fidel Castro, en su papel de guardián de las esencias de la revolución, había criticado la concesión del Premio de Periodismo Ortega y Gasset a Yoani Sánchez, responsable de un blog de noticias en la isla. Conviene recordar, además, que las autoridades cubanas no le concedieron permiso para viajar a Madrid y recoger el premio.
Es posible que la tensión se detenga en estas escaramuzas, pero la diplomacia española, que tanto había luchado por la anulación de las sanciones, debería ahora interrogarse sobre si para este viaje hacían falta tales alforjas. La política de una cierta ambigüedad constructiva con Cuba no es mala por definición; pero lo que sí está claro es que ha de ser útil. Si a los hermanos Castro les da igual con sanciones que sin ellas, no hay mucho margen para esta estrategia.
Reflexiones del compañero Fidel: LA VERDAD Y LAS DIATRIBAS
2008-06-21
Se conoce que en los países industrializados y ricos las personas invierten en alimentos, como promedio, alrededor del 25 por ciento de sus ingresos. Los que pertenecen a los pueblos que fueron mantenidos por aquellos en el subdesarrollo económico, requieren para este fin hasta el 80 por ciento de sus ingresos. Muchos pasan hambre física y sufren enormes diferencias sociales. Las tasas de desempleo son, como norma, dos o tres veces mayores; la mortalidad infantil se expresa en proporciones todavía más altas, y la perspectiva de vida se reduce hasta dos tercios de la que disfrutan aquellos. El sistema es sencillamente genocida.
En la reflexión que escribí hace tres días, dije: “Nuestro país ha demostrado que puede resistir a todas las presiones y ayudar a otros pueblos.” ¿Puede Europa afirmar lo mismo?
En el informe publicado por la UNESCO ayer 20 de junio, se afirma que Cuba, entre todos los países de América Latina, ocupa el primer lugar tanto en matemáticas y lectura de tercer grado, como en matemáticas y ciencias de sexto grado, entre más de 200 mil niños de 16 países examinados a lo largo de dos años, con más de 100 puntos por encima de la media regional. Es la segunda vez que la UNESCO otorga ese reconocimiento a nuestra patria.
Se comprenderá que ningún país donde los derechos humanos sean sistemáticamente violados alcanzaría tan elevados niveles de conocimiento.
¿Por qué se bloquea a Cuba durante 50 años?
¿Por qué se le calumnia?
¿Por qué se le obstaculiza todo acceso a la información técnica y científica?
¿Por qué se le quiere conducir a un sistema económico y social insostenible, que no ofrece solución alguna a los problemas de la humanidad?
Por algo millones de ciudadanos bolivianos, ecuatorianos, uruguayos, argentinos, brasileños, centroamericanos y otros de América Latina han emigrado a Europa, de donde ahora podrían ser brutalmente devueltos a sus países de origen si no cumplen todos los requisitos que la nueva ley antiinmigrante exige.
Lo que es peor: una cifra varias veces mayor de ciudadanos de México, Centro y Suramérica han emigrado a Estados Unidos cruzando fronteras, muros y mares, sin documentación alguna ni Ley de Ajuste que los privilegie y estimule a emigrar, y de los cuales mueren más de 500 cada año. Adicionalmente, miles perecen cada año en México y Centroamérica, víctimas del crimen organizado, en la disputa por el mercado de drogas de Estados Unidos, cuyo consumo las más altas autoridades de ese país no son capaces ni quieren combatir.
El subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos declaró que el tráfico de personas es el segundo rubro ilegal más lucrativo. Cuando se trata de cubanos, las ganancias son comparables a las del narcotráfico: “Cobran hasta 10 000 dólares por individuo.”
El dinero procede de Estados Unidos. Pienso que México no puede convertirse en paraíso del tráfico de inmigrantes, cuando hasta los propios guardacostas norteamericanos interceptan y devuelven los que son capturados en el mar.
México no está obligado a permitir que le impongan una versión de la política de pies secos y pies mojados.
En Cuba no existe el crimen organizado ni la impunidad para el tráfico de drogas.
Lo ha combatido con eficacia sin ensangrentar la nación. Solo por cinismo el gobierno de Estados Unidos no lo reconoce.
No escribí ninguna diatriba contra Europa, dije sencillamente la verdad. Si esta ofende, no es mi culpa.
Por ahorrar espacio, en la reflexión de ayer no mencioné siquiera la exportación de armas, los gastos militares y las aventuras bélicas de la OTAN, a las que se añaden los vuelos secretos y la complicidad de Europa con las torturas del gobierno de Estados Unidos.
Ignoro si alguien fue arrestado en cualquier punto del país por violar alguna ley. Nada tiene que ver con la reflexión que solicité se divulgara sólo por Cubadebate. Relacionar ambas cosas es arbitrario. Utilizaré ese sitio en Internet al ritmo que considere pertinente. No abusaré de la paciencia de nadie. No cobro un centavo, mi trabajo es gratuito.
No soy ni seré nunca jefe de fracción o grupo. No puede deducirse, por tanto, que haya pugnas dentro del Partido. Escribo porque sigo luchando, y lo hago en nombre de las convicciones que defendí toda mi vida.

Colombia-Nicaragua

El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, acusó este domingo al gobernante de Nicaragua, Daniel Ortega, de asilar a terroristas y mentir, en referencia al caso de dos presuntas guerrilleras colombianas asiladas en Managua.
Según ha declarado Uribe,"cuando un juez ecuatoriano decretó que las debían capturar por terroristas", el Gobierno de Nicaragua "las asiló. Mandó un avión a recogerlas y engañó. Mintió".
Uribe se refiere a las presuntas guerrilleras de las FARC Martha Pérez y Doris Torres, que estaban en el campamento del grupo rebelde en territorio ecuatoriano que fue bombardeado por tropas colombianas el pasado 1 de marzo.
Estas dos mujeres y la mexicana Lucía Morett, que viajó anteriomente a Nicaragua también desde Quito, habían sido heridas en el ataque al campamento y auxiliadas por tropas ecuatorianas, se recuperaron en Ecuador.
El pasado jueves día 19 el Gobierno de Nicaragua presentó en público a las dos colombianas, que fueron trasladas por el Gobierno de Managua a bordo de un avión militar el pasado 11 de mayo de Ecuador a Nicaragua.
El traslado de las colombianas de Ecuador a Nicaragua originó una nota de protesta de Colombia, como un "acto inamistoso".
El jueves 19 de junio
Ortega llamó "terrorista" a Uribe y le advirtió de que no intente asesinar a las tres mujeres protegidas en su país, lo que motivó una protesta inmediata de la cancillería colombana. Hoy, Uribe aludió al episodio en el cual Nicaragua pidió autoriación para sobrevolar Colombia para un vuelo oficial, que fue concedido, cuando en realidad se trasladaba a las tres mujeres a Nicaragua.
Ayer, sábado, el canciller colombiano, Fernando Araújo informó de que el Gobierno estudia pedir a Nicaragua la extradición de las dos colombianas, cuya detención con fines de investigación solicitó un juez ecuatoriano cuando ya habían dejado Ecuador.

News Divine: ¡estupidez e incompetencia!

Columna Itinerario Político/Ricardo Alemán
Publicado en El Universal, 22/06/2008;
Marcelo Ebrard: insensible y ausente en la tragedia
Testigos culpan a policía; el GDF al dueño del antro
Dicen los científicos de la cosa política que en el ejercicio del poder existe una combinación que con frecuencia resulta desastrosa, si no es que mortal: la mezcla explosiva de la estupidez
y la incompetencia.
Y en el gobierno del Distrito Federal —que jefatura Marcelo Ebrard—, y en especial en una de las áreas que conoce como pocas, la Secretaría de Seguridad Pública —encargada a un amigo suyo, el señor Joel Otega—, es harto conocida esa perniciosa fórmula que combina esos dos ingredientes explosivos para el poder: estupidez e incompetencia.
Y esa fórmula encontró todas las condiciones la tarde del pasado viernes, cuando policías capitalinos provocaron una de las mayores tragedias que recuerden la ciudad de México y su zona metropolitana.
A los ojos de todos el gobierno de la capital del país nos enseñó lo que vemos, vivimos y padecemos cotidianamente, todos los días —sea con las grúas, obras viales mal planeadas, inseguridad—: que el gobierno del DF camina de la mano de la estupidez y la incompetencia.
La irresponsabilidad
¿Qué van a decir Ebrard y Ortega a los padres de los nueve muchachos aplastados, a las familias de los policías muertos? ¿Qué van a decir a los ciudadanos en general? Justificaciones de siempre: “La cuerda se revienta siempre por lo más delgado”. Existe responsabilidad en todas partes, menos en el gobierno.
Lo cierto es que en un país de democracia consolidada, de cultura democrática entre gobernantes y gobernados, la tragedia ya hubiese provocado que sobre la mesa se presentaran renuncias y ayer mismo estarían cerrados todos o casi todos los antros.
Pero no ha pasado nada, ni pasará. ¿Por qué? Porque todos sabemos que a los políticos, a los gobernantes y a sus partidos les importa un comino que familias de ciudadanos se enluten porque cayó un árbol sobre un auto, porque un auto cayó a una zanja, porque se incendió un antro, porque entre la estupidez y la incompetencia manos criminales cerraron las puertas de un estadio —como el de Ciudad Universitaria— o por corrupción permitieron que funcionara un antro que terminó en infierno —caso Lobohombo— o que otro como el New’s Divine se haya convertido en la tumba de 12 personas, nueve de ellos jóvenes.
La tragedia
Según testigos, la tragedia fue una combinación de —además, claro, de la mezcla entre estupidez e incompetencia— corrupción y la prepotencia, drogas y cultura de la impunidad.
En efecto, los propietarios del antro eran “pájaros de cuenta”; el lugar había sido clausurado en cuatro ocasiones, mismas que por las “divinas” artes de la corrupción se reabrió, porque al mismo tiempo era un centro de distribución y consumo de drogas. Un negocio redondo, pues.
Distintos grupos policiacos del DF —como también ocurre con las del estado de México o las de todos los estados— le vendían protección al lugar, pero por alguna razón que no es difícil averiguar, en esta ocasión los dueños no habrían pagado “la cuota” y se lanzó el operativo. New’s Divine no cumplía con ninguna norma, pero las autoridades del GDF siempre llegaron a acuerdos tolerables. ¿Por qué? Porque es negocio para todos.
Primero —y siempre según testigos— entró la policía y empezó a detener a jóvenes que presuntamente consumían droga —eso explicaría la muerte de tres policías aplastados—, lo que provocó un momentáneo conato de bronca cerca de la única puerta del lugar, 1.80 metros de ancho para un lugar en donde se apretujaban casi mil jóvenes. Siguió una estampida cuando el dueño del antro alertó mediante micrófono, que la policía iniciaría detendría a portadores y consumidores de drogas.
Algunos testigos dicen que cuando el dueño anunció el operativo, los primeros en correr fueron los distribuidores de drogas y algunos consumidores. Por eso los policías que ya habían ingresado intentaron cerrar el lugar pero fueron aplastados por la multitud, junto con otros jóvenes que fueron los primeros en intentar escapar. Frente al caos generalizado, algunos policías intentaron dispersar a la multitud con gas lacrimógeno, lo que aumentó el pánico colectivo.
La impunidad
En la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, entre litigantes y “tinterillos”, es un secreto a voces que la agencia 50 del MP es una suerte de “fiscalía a modo”, a donde son enviados todos los asuntos que busca tener bajo control y “en lo oscurito” tanto Ebrard como el propio Ortega. ¿Y que creen? Sí, el caso fue llevado a esa agencia.
Y al tiempo que Ortega responsabilizaba en los medios al propietario del lugar, Alfredo Maya —quien se encuentra detenido— comenzaba en todo el GDF un operativo de “control de daños”, que incluyó una ardua tarea de la vocera, Jessica Miranda, para que los medios “le bajaran” al asunto. Se trata de que las repercusiones de la tragedia se desvíen para todos lados, para no tocar al prohombre, a Ebrard. ¿Por qué?
Poca cosa, porque está en juego una candidatura presidencial. Sí, que nadie se equivoque, Ebrard tiene prioridades, como la consulta sobre la reforma petrolera, como las playas y las pistas de hielo, como el ser chambelán de quinceañeras, sin olvidar la alegre promoción del arte y la cultura chatarra como el de la exposición más visitada del mundo.
Y como la imagen del jefe de Gobierno no debe ser tocada ni con el petardo de un escándalo, el señor Ebrard no había hablado de responsabilidad oficial en la tragedia hasta la tarde de ayer. Pareciera que es un “asuntillo” que no lo distrae de sus afanes presidencialistas.
Por lo pronto —con lo que se cumple la máxima de que político sin suerte no es político—, hasta el fenómeno del “sabadazo” informativo parece haber operado a favor del jefe de Gobierno. Los informativos fuertes de radio y televisión no se transmiten los fines de semana. Por tanto, el asunto simple y sencillamente se “encapsuló”.
Marcelo: ¿yo por qué?
Pero si los operadores político-electorales del jefe de Gobierno creen que Ebrard saldrá ileso en sus pretensiones presidenciales, lo cierto es que el silencio que mantuvo durante horas frente a una tragedia en realidad lo muestra como un político insensible y ausente.
Y esas cualidades, las de insensible y ausente ante una tragedia como la ocurrida en una discoteca en realidad son un feo defecto y de suyo muestran la peor cara de un gobernante. Ebrard debió aparecer de inmediato, hacer acto de presencia y jefaturar las investigaciones. Pero salió a dar la cara hasta el mediodía del sábado.
Se hace costumbre que en ese tipo de acontecimientos —como el linchamiento de policías en Tláhuac— Ebrard brilla pero por su ausencia. Sólo falta que, como Fox, salga con: “¿Yo por qué?”.

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