El Secretario de Estado de EU dijo a AMLO que no sería buen mensaje para inversión expropiar terrenos de Calica .
Blinken, afirmó ayer durante una audiencia en el Senado de EU, que si López Obrador avanza en expropiar los terrenos y la terminal marítima de Calica a Vulcan Materials, en Quintana Roo, esto no sería " una buena forma de atraer inversiones" ...
El Senador demócrata Tim Kaine había pedido a Blinken dejar claro que una expropiación afectaría la relación con EU.
"AMLO ha intentado apropiarse de ese terreno en dos ocasiones, incluso con invasiones policiales y militares", planteó Kaine a Blinken en la audiencia.
El 8 de noviembre pasado, la SEMARNAT publicó un aviso de consulta que abre la puerta a un decreto de declaratoria de Área Natural Protegida de las 2 mil 400 hectáreas de Calica (Calizas Industriales del Carmen) en Cozumel y Solidaridad.
López Obrador expresó este miércoles su rechazo a que empresas dañen el medio ambiente mexicano, al abordar el caso de la compañía estadounidense Vulcan Materials...
"Nosotros no queremos traer inversión a cualquier precio, no. Mejor que no vengan o que se vayan a otra parte", declaró ...
AMLO señaló que la empresa Calica, subsidiaria mexicana de Vulcan Materials Company, obtuvo en sexenios anteriores permisos para la extracción de grava, arena y la explotación de un banco de materiales en Playa del Carmen.
Calica fue fundada en 1986 como propiedad conjunta de Vulcan y el Grupo ICA, pero en 2001 Vulcan compró la totalidad de las acciones al Grupo ICA.
"Les dijimos: 'Les compramos' por creo que más de 2 mil millones de pesos (...) les envié una carta ofreciéndoles comprarles la parte impactada, porque tienen como mil 500 hectáreas de selva", detalló sobre la propuesta hecha a Vulcan por las instalaciones de su subsidiaria Calica.
No obstante, dijo que Vulcan rechazó la oferta y que Calica continuó extrayendo materiales clandestinamente, por lo que la Profepa endureció la clausura.
López Obrador mencionó que la empresa matriz Vulcan entonces comenzó a ejercer "presiones" en el Congreso de EU. En ese contexto se dieron las declaraciones recientes del Secretario de Estado, Antony Blinken.
"Ayer que fue Blinken al Congreso, los congresistas que apoyan a Vulcan le dijeron cómo íbamos a permitir que expropiáramos la propiedad de una empresa estadounidense. Yo creo que Blinken no sabía bien, porque lo único que dijo es que esas acciones afectaban la inversión", relató el Presidente en mañanera.
López Obrador insistió en que su Gobierno buscaría que Vulcan pueda conservar la propiedad de las mil 500 hectáreas de selva aledañas a las instalaciones de Calica, pero sin dedicarlas a actividades destructivas del ambiente.
"Lo que sostengo es que sería una aberración permitir que sigan destruyendo con un banco de materiales para construir carreteras en Estados Unidos", enfatizó.
Asimismo, el Presidente defendió que se aplique la legislación ambiental mexicana por encima de eventuales presiones de corporativos extranjeros.
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Pide candidata de PVEM a Senado votar por Manlio en Sonora
Lizbeth Gutiérrez, candidata del PVEM al Senado por Sonora, denunció a su delegado por violencia política y promovió el voto en favor de Manlio Fabio Beltrones, quien aspira al mismo escaño pero por partidos de Oposición.
En un video subido a su cuenta de "X", señaló que el delegado con funciones de secretario general del PVEM en Sonora, Sergio Augusto López Ramírez, incurrió en un trato que lastima la dignidad humana.
Primero, se me registró como afromexicana, y segundo, no se me ha permitido hacer campaña. Me han cerrado las puertas del partido y me han obstruido la oportunidad de acceder a foros de exposición pública de mis propuestas", acusó.
"Quizá su intención es que renuncie a mi partido, le quiero decir que no será así. No renuncio, denuncio violencia política en mi prejuicio", agregó.
Ayer, dijo, formalizó esta denuncia por violencia política de género en contra del delegado, con la intención de que se emprenda una investigación y se haga justicia por las afromexicanas y las mujeres "que ven con recelo" la participación política.
"Como mujer, como persona y como aspirante a un ejercicio político profesional, me niego a ser parte de una farsa. En un acto de protesta, hago un llamado al voto útil, ratifico mi convicción a los principios del Partido Verde: libertad, justicia, amor, y este 2 de junio, mi voto será para el candidato Manlio Fabio Beltrones.
Posteriormente, Beltrones, candidato del PRI-PAN-PRD, grabó un video con la candidata, a quien calificó como valiente, le agradeció su apoyo durante esta campaña y le ofreció llegar "juntos" al Senado.
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Claudia en Tercer Grado/ Leo Zuckermann
Excelsior, 22 de mayo de 2024
Venía de buen humor, la típica actitud de los políticos que ya se sienten ganadores porque van muy arriba en las encuestas. Claudia ya actúa como la próxima Presidenta de México. Si pierde el próximo 2 de junio, no entenderá qué pasó. Seguramente, como lo hizo su mentor, rechazará el resultado y argumentará que le hicieron fraude electoral.
Después de estar una hora platicando con ella, junto con mis cinco colegas en la mesa de Tercer Grado, me quedó claro que, hoy más que nunca, el país requerirá de contrapesos. Puede ser que Claudia triunfe, pero esta mujer debe estar limitada en el poder que ejerza.
Así lo creo de todos los presidentes porque, como demócrata-liberal que soy, defiendo un régimen de división de poderes con pesos y contrapesos. Sin embargo, estoy aún más convencido de que debe ser el caso con Sheinbaum, porque Claudia es la más fiel creyente del lopezobradorismo y su intención de concentrar el poder.
El lunes entendí a cabalidad por qué López Obrador la escogió a ella como su sucesora. Coincide con el Presidente en el fondo y formas del proyecto de la llamada “Cuarta Transformación”.
Aunque carece del carisma de AMLO, Claudia le ha aprendido varias de sus mañas para enfrentar a la prensa. Como su mentor, evade las preguntas difíciles con largas peroratas que desvían la atención de lo cuestionado. Rechaza que le pregunten cosas que no considera adecuadas para la audiencia.
No se permite ni un atisbo de autocrítica. Todo lo que ella y el Presidente han hecho a lo largo de la historia ha estado bien. Muy bien. Excelente. No han cometido ni un error.
Y, lo peor de todo, es que miente con una frialdad escalofriante.
Digo miente porque es capaz de decir, sin que se le mueva un músculo de la cara, que en México no hay militarización, que la próxima administración no tendrá un problema de finanzas públicas, que el exministro Zaldívar no ha hecho nada malo, que los presuntos corruptos de este sexenio son inocentes hasta que no se les demuestre lo contrario, que el gobierno de la Ciudad de México no cometió equivocación alguna en el manejo de la pandemia de covid-19.
Mientras respondía con una convicción plena, yo me preguntaba si ella sabía que estaba mintiendo o, peor aún, si de verdad se estaba creyendo lo que decía. Recordé un episodio del show de Jerry Seinfeld, cuando le pide a su amigo George Costanza que lo enseñe a mentir. El eficaz mentiroso consuetudinario le recomienda: “No es una mentira si tú crees que es verdad”.
¿Será que ella cree que todo eso es verdad?
¿Será que el lopezobradorismo vive en un mundo diferente al que yo percibo?
¿Será que en realidad no hay una militarización en el país?
¿Será que ya tenemos un sistema de salud mejor que el de Dinamarca?
¿Será que el gobierno hizo una estupenda labor en el manejo de la pandemia?
¿Será que yo, y muchos de mis colegas, estamos alienados y vemos una realidad completamente diferente?
No soy ingenuo. Sé que todos los políticos del mundo mienten como parte de su profesión. Pero me perturba verlos mentir con tal frialdad y convicción. Rememoro las novelas de Orwell y Koestler sobre cómo los soviéticos mentían con tal seguridad que convencían a tanta gente, algunos muy inteligentes, de las maravillas de la construcción del nuevo hombre comunista.
Creo que los panelistas de Tercer Grado hicimos las preguntas relevantes. El tiempo no permitió hacer más. Por desgracia, se quedaron algunas importantes en el tintero, como la caída de la Línea 12 del Metro o la relación de la candidata con el partido más corrupto de México, es decir, el Verde.
El ejercicio, sin embargo, sirvió para conocer más al personaje que probablemente gobernará nuestro país. Claudia es una lopezobradorista de hueso colorado. Ella se siente orgullosa de eso. Lo que no pudo hacer AMLO lo realizará Sheinbaum, porque es la soldada más leal “del proyecto”.
Se vale. Pero creo que lo más sano es que esta mujer tenga algún tipo de límites en el ejercicio del poder. Hoy, más que nunca, creo en el valor de los contrapesos. De un Congreso con el que tenga que negociar para sacar adelante su agenda legislativa. De un Poder Judicial que pueda declarar inconstitucionales leyes que contravengan la Carta Magna. De órganos del Estado que realicen labores tan importantes como organizar las elecciones con autonomía e independencia.
No se equivocó López Obrador en escoger a Claudia como su sucesora. Es la incondicional. Igual que él, miente con una convicción perturbadora.+
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Estrictamente Personal
Claudia en Tercer Grado/Raymundo Riva Palacio
El Financiero, mayo 22, 2024 |
Claudia Sheinbaum, la candidata oficialista, estuvo en el programa de televisión Tercer Grado –donde soy uno de los panelistas– el lunes por la noche, y desde la primera pregunta se tensó el ambiente. No iba a ser un encuentro fácil, por las peculiaridades del personaje, que se ha empapado de las formas y mañas del presidente Andrés Manuel López Obrador a lo largo de más de dos décadas de estar junto a él, reforzadas por el entrenamiento de la consultora de cabecera de Morena, que la han convertido, aprovechando sus fortalezas de disciplina y rigor, en una máquina que busca devorar terreno sin demoras. Pero Sheinbaum, verdad de Perogrullo, no es López Obrador, elástico, flexible, maleable y astuto, sino todo lo contrario, además de intransigente.
En abono de Sheinbaum, accedió a la entrevista sin condicionar preguntas ni pedir adelanto del contenido, lo que hizo de sus respuestas un ejercicio de espontaneidad a la vez de franqueza. Por eso fue muy sorprendente desde el comienzo del programa, cuando el moderador, René Delgado, en una pregunta espejo a la que formuló una semana antes a la candidata de oposición, Xóchitl Gálvez, inquirió si, en caso de perder la elección presidencial, reconocería la derrota. Hace seis años, en esa misma mesa, López Obrador dijo que sí lo haría; el lunes antepasado, Gálvez respondió lo mismo porque, señaló, era una demócrata.
Sheinbaum escuchó a Delgado sin asentir lo que cualquier demócrata haría, que respetaría los resultados de las urnas. Sin ningún gesto de duda afirmó: “Hay que ver cómo se desarrolla. Siempre hemos dicho que nosotros confiamos en el pueblo de México”. Traducción: ya que las encuestas publicadas le dan una muy amplia victoria, no aceptaría una derrota y estaría dispuesta a la movilización social para defender lo que considerara un triunfo. Igual que López Obrador lo hizo en 2006 tomando Paseo de la Reforma como un enorme campamento para el desfogue de pasiones, que ya no repitió en 2012, aunque impugnó la elección.
Fue muy desconcertante su respuesta porque la pregunta tenía la intención clara de colocarle un piso a la eventualidad de un conflicto poselectoral, cuyas raíces, explicó el periodista, se encuentran en las medidas cautelares de las que se ha hecho acreedor el Presidente por su intervención en el proceso electoral, que había iniciado una discusión en la esfera pública sobre la impugnación del proceso y, en dado caso, su nulidad. Pero haber dejado abierta la posibilidad de rechazar los resultados esclarece otras declaraciones de Sheinbaum que parecían no tener sentido, hasta encontrar su gozne el lunes por la noche.
En la charla en Tercer Grado Sheinbaum recordó que en el último debate presidencial había hecho un llamado al voto para que la diferencia entre el primero y el segundo lugar fuera muy grande, a fin de que cualquier impugnación quedara minimizada. Las impugnaciones tienen cabida en los órganos electorales cuando la diferencia entre los dos punteros sea menor a cinco puntos, que es lo mínimo que se considera podría cambiar el rumbo de la elección y quizás el resultado. Un porcentaje mayor reduciría la fuerza de una impugnación por otras razones, como la intervención presidencial en el proceso en violación de la ley, que es lo que ha hecho López Obrador.
El escenario que implícitamente planteó Sheinbaum es un margen de victoria inferior a cinco puntos, que cambiaría por completo el metabolismo del proceso y colocaría el resultado de la elección en vilo. Ahí es donde tiene cabida una denuncia extraña, que la oposición está preparando un fraude electoral. Si bien este delito lo puede cometer cualquier persona, una persona operando de manera individual no tiene el alcance ni para modificar la elección en una casilla. El fraude electoral consecuencial se realiza desde el poder, no desde la oposición porque la asimetría de recursos entre ambos es tan grande para tener éxito, que la clasificación para que los débiles pudieran imponerse a los fuertes tendría que ubicarse en un golpe de Estado.
La hipótesis de un golpe de Estado ha sido parte de la conversación de López Obrador desde febrero de 2022, cuando empezó a señalar que sus enemigos pretendían dar un “golpe blando” para impedir que “se lleve a cabo un verdadero cambio en el país”. Sus enemigos fueron creciendo, periodistas, intelectuales, medios, la Suprema Corte de Justicia, el Departamento de Estado, la DEA, la CIA, la Unión Europea, el Capitolio, la ultraderecha en el mundo, The New York Times, The Washington Post, The Wall Street Journal, Financial Times y la oligarquía internacional.
Bajo esa balandronada fue reforzando su narrativa. A lo largo de más de mil 300 mañaneras ha mencionado al menos 170 veces “golpe de Estado”, “golpe de Estado técnico” y “golpe blando”, de acuerdo con SPIN Taller de Comunicación Política, tomando como marco teórico un libro publicado en 1993 en el epílogo de la Guerra Fría, por el finado filósofo estadounidense Gene Sharp, el experto en revoluciones no violentas más famoso del mundo, cuya obra ayudó a millones de personas en todo el mundo a liberarse sin violencia de regímenes autócratas, con 198 recetas para transitar hacia sistemas democráticos.
Parecía una estrategia política con alta dosis de paranoia, pero fue sembrando en la cabeza de los mexicanos esa idea, podría decirse, para cuando viniera a cuento. El fraude electoral que ha estado planteando Sheinbaum, acompañada de su mentor, sólo podría tener una cabida argumentada en un “golpe blando” que generara una cohesión interna entre los lopezobradoristas y el combustible para tomar la calle.
Esto, por supuesto, es un disparate, proporcional sin embargo a lo que plantean la candidata y el Presidente, salvo que, como se ha mencionado en varias ocasiones en este espacio, los números de sus encuestas privadas no correspondan con los datos de los estudios publicados. Sheinbaum –como Gálvez una semana atrás– está convencida de que va a ganar, contradiciendo sus declaraciones de los últimos días que reflejan extraños temores que la llevaron a sacar los tambores de guerra.+##
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El tiempo de los indecisos/ Salvador García Soto
El Universal, | 22/05/2024 |;
Aparecen en todas las encuestas, aún en las que dan ventajas más amplias a la candidata morenista Claudia Sheinbaum. El porcentaje que representan varía según el sondeo que se vea, pero los hay de entre 20% y hasta del 50% del total de los encuestados, lo que significa que aún hay un amplio sector de los votantes, en edad de ejercer en ese derecho y empadronados, que no saben ni definen con claridad a qué partido o candidatura le darán su voto en los próximos comicios presidenciales.
Los votantes indecisos o que responden en una encuesta que aún no saben por quién votarán, ya sea porque efectivamente no lo han decidido o porque no les da la gana revelar el sentido de su voto y prefieren ocultarlo, suelen ser minimizados o ignorados por los equipos y estrategas de las campañas, pero al final el impacto de su voto es real y se manifiesta literalmente hasta el día de los comicios, siendo uno de los factores que pueden incidir y modificar las tendencias previas que mostraban los sondeos.
De acuerdo con especialistas en la medición de opinión pública, hay dos razones por las que un elector potencial suele responder que “no sabe” todavía por quién votará o de plano se niega a responder las preguntas que le realizan los levantadores de encuestas, ya sea en domicilio o vía telefónica. La primera causa suele ser porque, efectivamente, ante el bombardeo de las campañas, las llamadas telefónicas o las encuestas en calle o domicilio, hay personas que no definen todavía por cuál candidata, candidato o partido emitirán su voto, ya que al no tratarse de militantes o simpatizantes convencidos de una candidatura o fuerza política, no encuentran todavía una razón clara y convincente para decidir a qué opción política o personalidad le darán su voto.
Pero, además de los “indecisos” porque no les convence claramente ninguna de las opciones, también hay los votantes que, ya sea por temor a algún tipo de represalia (como la pérdida, amenaza o condicionamiento de ayudas económicas o programas sociales), porque no quieren decir que votarán contra el partido o candidata favoritos o simplemente porque no desean hacer público el voto “libre y secreto” que les otorga la ley, suelen responder a los levantadores de encuestas que aún no saben o no deciden por quién van a votar el día de los comicios.
En el caso de una indecisión real, donde el elector se siente confundido o abrumado por las campañas y su bombardeo de mensajes, lo más común es que sea hasta los últimos días de campaña, previo a la contienda en las urnas, cuando esos votantes definan por qué opción emitirán su voto. Incluso, según los especialistas, hay una buena parte de los indecisos que deciden su voto justo al momento de estar en la soledad de la urna, donde nadie los ve y ahí, dependiendo de su circunstancia, de qué tan bien les ha ido en temas básicos como el empleo, la seguridad, la educación, a calidad de los servicios urbanos que reciben, la atención de algún trámite de gobierno o los precios del transporte o los alimentos, deciden cómo y por quién cruzarán la papeleta o si anularán su voto.
Pero en el caso de los que se dicen “indecisos” pero más bien se trata de “voto oculto”, esos suelen ser los más peligrosos para las candidatas o partidos que ya se sienten ganadores antes de las votaciones y que ven, a partir de su ventaja en las encuestas, el día de la elección como un mero “trámite”. Porque si un votante no revela a una casa encuestadora el sentido de su voto, porque simplemente no quiere hacerlo o por miedo a represalias, en opinión de encuestadores experimentados, casi siempre se tratará de voto opositor o incluso “voto de castigo” contra los partidos gobernantes y sus candidatas y candidatos.
Y esa es la gran duda que hoy se mantiene en los actuales comicios presidenciales en México, a tan sólo 10 días de las votaciones del próximo 2 de junio: ¿qué tanto ese voto de los indecisos puede modificar o alterar las tendencias que marcan la mayoría de las encuestas?
Un primer escenario indica que, por la cifra de personas que dicen aún no haber decidido su voto, las diferencias entre las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez no serán tan pronunciadas como los casi 30 puntos que anticipan varias encuestas; pero si a eso se le suma la posibilidad de que una buena parte de ese “voto indeciso” pueda ser en realidad un “voto antisistémico” o “voto de castigo” en contra del gobierno y su partido, es muy posible que se repita el escenario que se vivió en el Estado de México en las elecciones locales del 2023, donde la mayoría de encuestas, de las mismas casas encuestadoras que hoy miden la contienda presidencial, pronosticaban hasta 20 puntos de ventaja para la candidata morenista, Delfina Gómez, y al final el resultado de las votaciones quedó en solo 8 puntos de diferencia que le sacó la actual gobernadora a la candidata de la alianza PRI-PAN-PRD, Alejandra del Moral.
Es decir que, con el tamaño de votantes indecisos que aún registran la mayoría de los sondeos y encuestas publicadas y que se publicarán hasta el último día que lo permite la ley, que es el próximo 29 de mayo cuando concluyen oficialmente las campañas, nadie puede dar por sentado cuál será el resultado final de la contienda ni mucho menos aventurarse a anticipar una “amplia ventaja” para ninguna candidata o candidato.
En todo caso, la prudencia y la seriedad política obligan a esperar la decisión final de los electores y, si bien las encuestas en esta elección, aun las de las casas encuestadores consideradas más serias, terminaron siendo cooptadas por un partido y su candidata y fueron utilizadas burdamente como un instrumento de propaganda, con el consentimiento de los dueños de esas encuestadoras, serán al final los electores, como siempre ha sido y seguirá siendo, los que tengan la última palabra y ubiquen a cada quién, candidata, candidato, partido, alianza o encuestadora en su justa y real dimensión. Todo lo demás que usted escuche en estos últimos días es pura propaganda y manipulación.
NOTAS INDISCRETAS…
El tema Sergio Carmona y el uso de dinero ilícito del huachicol fiscal, se le sigue indigestando al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado. Por más que el líder morenista niegue haber tenido una relación cercana con el empresario asesinado Sergio Carmona, las evidencias de esos vínculos y de los financiamientos ilegales que otorgó el llamado “Rey del Huachicol” a las campañas de al menos 5 gobernadores actuales de Morena, son tan profusas y tan conocidas, que no sólo se pueden apreciar en la influencia que aún ejercen personajes cercanos a los negocios de Carmona en varios gobiernos estatales morenistas, sino que además hay testimonios, mensajes y llamadas que evidencian que sí existió ese financiamiento que salía directo del contrabando ilegal de gasolina y diesel por la frontera de Tamaulipas, a las campañas y a la dirigencia nacional morenista. Por algo, luego de la denuncia pública que hizo la candidata Xóchitl Gálvez en el tercer debate presidencial, donde habló de la vinculación de Mario Delgado con el asesinado Carmona y sus negocios ilícitos, y de la existencia de una investigación en agencias del gobierno de Estados Unidos como el ICE y el FBI, cuando le preguntaron en su conferencia mañanera del pasado lunes, qué opinaba de los señalamientos contra el dirigente nacional de su partido, el Presidente respondió: “Pues eso que lo resuelva él”, dijo López Obrador, que repitió su dicho sobre las calumnias que tiñen, pero no hizo una defensa clara ni abierta del líder morenista. Porque muy diferente ha respondido el Presidente cuando le cuestionan por la escandalosa y burda corrupción de la que acusan a Rocío Nahle en Veracruz o de las ineptitudes de Layda Sansores o de Cuauhtémoc Blanco, a quienes suele defender a capa y espada repitiendo frase hechas como “es una mujer muy honesta y me consta”, algo que nunca dice de Mario Delgado. O sea que el Presidente se está anticipando a que si llega alguna investigación desde Estados Unidos, por las millonarias diferencias que tiene documentadas el gobierno de ese país entre la cantidad de gasolina que ellos mandan y la que ingresa oficialmente por las aduanas mexicanas, es decir sobre el huachicol fiscal, pues él no piensa meter las manos ni por Delgado ni por nadie. Bastante tendría él con defenderse a sí mismo si llega a haber denuncias o investigaciones desde Estados Unidos sobre su presunta protección al narcotráfico…Los dados mandan Escalera Doble. La semana mejora.
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Es temporada de zopilotes/Héctor De Mauleón
El Universal, 22/05/2024 |;
El presidente López Obrador aseguró hace unos días que las campañas electorales estaban “fresas”, comparadas con las tres elecciones presidenciales en las que él participó, las cuales, dijo, estaban “más calientes”.
Más tarde aseguró que en el actual proceso se habían registrado menos agresiones que en los anteriores y acusó a los medios de sensacionalistas: “Se lucra bastante con los asesinatos y el dolor humano. Es temporada de zopilotes”, expresó.
Como siempre, la realidad lo ha alcanzado. Nuevamente se ha encargado de desmentirlo.
En 2018, por ejemplo, 150 aspirantes abandonaron la contienda en el estado de Chiapas. En el actual proceso, luego de una ola imparable de ataques y amenazas, 515 aspirantes han abandonado sus campañas.
La violencia se ha desbordado como nunca antes. En un ataque brutal ocurrido la noche del jueves pasado, la joven candidata a la presidencia municipal de La Concordia, Lucero López, fue masacrada durante un acto de campaña: en ese ataque murieron cinco personas de su equipo, entre ellas, su hermana.
Hacía apenas unos días, al padre de la candidata, un ganadero de aquella región chiapaneca, le quemaron su rancho y asesinaron a tiros a 10 de sus trabajadores.
Dos días más tarde, la noche del sábado, el convoy del candidato de Morena a la presidencia municipal de Villacorzo, Robertony Orozco, fue atacado en un tramo carretero. Tres de sus colaboradores murieron. El candidato resultó herido.
La madrugada del domingo, un grupo de colaboradores del candidato a la presidencia municipal de Mapastepec, Nicolás Noriega, fue emboscado por un grupo armado al volver de un baile que el propio candidato había patrocinado. El saldo fue brutal: otras cinco personas, de entre 50 y 22 años, perdieron la vida. Entre las víctimas se hallaba una candidata a regidora suplente, y la esposa del candidato a regidor José Antonio Ortiz de la Rosa.
El mismo día ocurrió otro ataque, esta vez en Rincón Chamula: la candidata de Morena a la alcaldía de ese municipio, María de la Luz Hernández fue atacada por un grupo armado. Ella resultó herida, otra persona pereció bajo las balas.
Se trata, en efecto, de una temporada de zopilotes: las elecciones se han puesto en el centro de la sangrienta lucha que desde hace años sostienen en el estado el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Son las elecciones del miedo. La violencia política azota también Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Veracruz y el Estado de México.
El 17 de mayo se encontró el cuerpo desmembrado, y abandonado en la batea de una camioneta Frontier, del candidato a regidor por Coyuca de Benítez, en Guerrero, Aníbal Zúñiga Cortés. A su lado se hallaba, mutilado también, el cadáver de su esposa.
El mismo día se reportó el hallazgo, en una carretera, del cadáver del candidato suplente a regidor por el municipio de Choix, en Sinaloa, Santos Moreno Cabada. Presentaba impactos de AK-47 en el abdomen.
En el Estado de México dos candidatas sufrieron ataques armados: el domingo 19, mientras se dirigía al debate, la candidata a la alcaldía de Ocoyoacac, Nancy Valdés, fue agredida desde una motocicleta: su vehículo recibió cinco impactos: ella resultó ilesa. Y ayer, la candidata a la alcaldía de Oztolotepec, Sinaí Lugo Vargas, también fue víctima de un atentado: dos sujetos con cascos negros abrieron fuego en contra de su vehículo. Los cristales de su camioneta quedaron destrozados. Ella también resultó ilesa.
Al mismo tiempo, Morena suspendió de manera indefinida sus actos de campaña en Acambay, para preservar la integridad de la candidata Angélica Colín: en el Edomex, 99 candidatos han solicitado protección. Hace unas semanas fue agredido el domicilio en esa entidad del candidato a la presidencia de Amanalco, Arturo Lara de la Cruz, quien resultó herido en una pierna y a quien le dejaron un ultimátum: “Primero y último aviso tú no vas a ser candidato… para la otra te mato a tu familia”.
En las elecciones “fresas” de que habla el presidente, a dos semanas de las elecciones, se han lanzado más de 400 amenazas, se ha asesinado a más de 30 candidatos, y se registran más de 500 víctimas de violencia política.
Es temporada de zopilotes.
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A una semana… ¿qué tan cocido está el arroz?/Ana Paula Ordorica
EL UNIVERSAL
Las encuestas son el peor método para conocer realmente las preferencias electorales…salvo todas las demás herramientas disponibles. Estoy haciendo un juego con la frase de Winston Churchill de que la democracia es el peor sistema de gobierno…a excepción de todos los demás.
Y es que nos quejamos mucho de las encuestas y de sus fallas, pero a la fecha no contamos con otra herramienta que nos dé una idea de qué va a ocurrir el día de las elecciones. Existen las apuestas en sitios como Polymarket.com en dónde se puede ver qué piensa la gente respecto del resultado electoral porque le meten dinero de sus bolsas. Actualmente Claudia Sheinbaum tiene 88 por ciento de posibilidades de ganar y Xóchitl Gálvez 10%. Pero incluso a la hora de meterle dinero a esos portales la gente voltea a ver las encuestas para la toma de decisiones.
Con el enorme diferencial que existe actualmente en las encuestas rumbo al 2 de junio, va a ser muy interesante el corte de caja que necesariamente se hará pasadas las elecciones para ver qué encuestas se acercaron a los resultados y cuáles de plano se la sacaron del parque.
Sabemos que existe el margen de error aceptable. Pero entre Demotecnia, que le da a Sheinbaum 36 puntos de ventaja sobre Xóchitl y Altica que le da “solamente” 11, hay un mar de votos de diferencia mucho más amplio que el margen de error.
Dado el tamaño de la lista de electores y la participación ciudadana promedio, cada punto porcentual representa 600 mil votos. Por lo tanto, si Demotecnia tiene razón y Claudia Sheinbaum va a obtener el 64 por ciento de los votos, quiere decir que va a ganar 38.4 millones de votos, es decir, 8.4 millones de votos más que los 30 millones que obtuvo Andrés Manuel López Obrador en el 2018.
Sheinbaum no tiene el carisma de López Obrador. Su campaña no ha recibido ni remotamente la respuesta que tuvo la de AMLO. Las imágenes de eventos semivacíos; el jalón de la coleta de caballo; los gritos de ¡Fuera! que ha recibido Sheinbaum en Veracruz y otros lugares a donde ha ido a hacer campaña son realidades que contrastan con la historia de que la votación será un mero trámite y de que este arroz ya se coció.
Cuando Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones del 2018 no hubo una manifestación de la oposición masiva quince días antes de los comicios como la que acabamos de ver de La Marea Rosa abarrotar el Zócalo. Entonces los desplegados que se publicaban eran de apoyo a AMLO, no a Anaya, como el que acabamos de ver de la comunidad intelectual apoyando a Gálvez.
Ya pronto sabremos qué tan cocido está el arroz y cuáles casas encuestadoras se volaron la barda con sus números. Será un corte de caja obligado.
Apostilla:
Violar las leyes electorales sale demasiado barato. Hace tres años el PVEM contrató influencers para promover el voto en sus redes sociales en plena veda electoral. El TEPJF multó al partido con 40 millones de pesos. Pero éstos, al parecer, fueron peccata minuta para ese negocio que se dice llamar partido y que vive de nuestros impuestos. Ahora el PVEM ha activado una nueva campaña de influencers que ya circula en redes sociales. ¿La volverán a dejar correr durante la veda electoral?
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El asalto a la razón
El peso intelectual y ético de Bartra/Carlos Marín
Milenio,
No es la primera vez que intelectuales, poetas, artistas, historiadores, académicos, periodistas, ensayistas, cineastas y científicos previenen contra la “deriva autoritaria” del gobierno de López Obrador.
Tampoco es novedoso que el Presidente los injurie, como ayer, diciéndoles “alcahuetes de la oligarquía corrupta”.
Lo original es que los insultados llamen sin tapujos a respaldar al bloque opositor y a votar por Xóchitl Gálvez.
Abruma la lista de casi 300 convocantes, entre quienes figuran Gabriel Zaid, Federico Reyes Heroles, José Sarukhán, Ángeles Mastretta, Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze, Alberto Ruy Sánchez, Rafael Pérez Gay, Alma Maldonado, Carlos Tello Díaz, Delia Juárez, Federico Berrueto, los Franciscos Barnés y Martín Moreno, Gilberto Guevara Niebla, Guillermo Sheridan, Jaime Labastida, Joel Ortega, los José Carreño Carlón y Narro Robles, Margarita González Gamio, María Marván, Martha Sosa, Roberta Garza, Roberto Blancarte, Román Revueltas y Xavier Velasco.
En julio de 2020, aludiendo a las elecciones intermedias de 2021 que se aproximaban, suscribieron un desplegado premonitorio que les mereció el desprecio de AMLO en una carta titulada Bendito coraje, afirmando que “han defendido desde siempre el modelo neoliberal o neoporfirista” y celebrando que “se agrupen, se definan y dejen de lado la simulación para buscar restaurar el antiguo régimen, caracterizado por la antidemocracia, la corrupción y la desigualdad…”.
Por los firmantes del reciente manifiesto habló el irreprochable y congruente pensador de sólida izquierda Roger Bartra, y quizá nadie mejor que él: sociólogo, antropólogo y académico, se formó en el movimiento campesino de Rubén Jaramillo y se afilió al proscrito Partido Comunista Mexicano, donde impulsó la corriente reformista de orientación socialdemócrata. Dirigió la revista El Machete y en 1987 abandonó la militancia política. Es etnólogo por la Escuela Nacional de Antropología e Historia del INAH y se doctoró como sociólogo en la Universidad de París. Es miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, donde es investigador emérito, y de la Academia Mexicana de la Lengua desde 2012.
“Hemos decidido manifestarnos públicamente debido a que el gobierno de López Obrador y su partido pretenden extender la deriva autoritaria durante el próximo sexenio, lo que significa una grave amenaza para la democracia” dijo Bartra.
Hace dos años, al cumplir 80, en MILENIO definió “populista-reaccionario” a López Obrador. “Vivimos estos tiempos de zozobra y tensión”, sentenció entonces, “pero de todas maneras seguimos todavía en condiciones democráticas. Ese golpe reaccionario a la democracia todavía no se consuma y vamos a ver si se logra consumar”.
Y en noviembre del mismo año, para el suplemento Laberinto, declaró:
“Muy pocos ya suponen que AMLO representa los ideales de la izquierda. Yo nunca lo creí, así que no me dolió que no cumpliera esos ideales. Me da tristeza, eso sí, que la izquierda se encuentre al borde de la extinción…”.
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Itinerarios
Sin novedad en el frente.../Epigmenio Ibarra
Milenio. 22.05.2024;
En Durango, la tierra de Francisco Villa y al ser interpelada por la prensa sobre el manifiesto de más de 200 intelectuales a favor de Xóchitl Gálvez, la candidata de la coalición Sigamos haciendo Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, respondió: “sin novedad en el frente”, y tiene razón.
Ni ese manifiesto firmado por las y los mismos que desde hace años se oponen al movimiento de la cuarta transformación, ni la llamada marea rosa que no fue ni marea ni rosa, ni el tercer y último debate electoral donde una Xóchitl estridente y rijosa se dedicó a hilvanar calumnias e injurias, muestran nada nuevo en el alineamiento opositor.
Bien decía en una entrevista, con Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado en Los periodistas, el doctor Lorenzo Meyer: “pueden sobrarles los intelectuales, pero les faltan las ideas”. De nada sirven tantas mentes brillantes si, en lugar de estructurar un proyecto de nación sólido y viable, repiten, como su candidata, la misma retahíla de mentiras con las que, sus estrategas de la guerra sucia electoral, saturan las redes sociales.
Como si el pueblo de México hubiera perdido súbitamente la memoria, como si no tuviera noción de la realidad en la que vive, ni fuera capaz de discernir por sí mismo, habla la derecha conservadora. Del peligro inminente del autoritarismo y a gritos alertan los priistas y panistas con su sangriento historial represivo a cuestas. De las gravísimas amenazas contra la democracia advierten, en tono melodramático, los perpetradores de fraudes electorales. De la inseguridad y el crimen organizado hablan quienes incubaron el huevo de la serpiente, cometieron atroces crímenes de lesa humanidad y desataron el infierno de la guerra.
Años, generaciones enteras, tardan en sanar las heridas que en un pueblo produce una guerra como la que, sin perspectiva alguna de victoria y solo para obtener una legitimidad de la que de origen carecía, nos impuso por órdenes de Washington Felipe Calderón. Ningún general manda a su ejército a la guerra sin considerar antes la capacidad logística y financiera de su enemigo, el grado de coerción que, para forzar su apoyo, puede ejercer sobre la población civil y su capacidad de reposición de bajas.
Pensando solo en obtener la aprobación y el apoyo estadunidense, Calderón, que vivía rodeado de su guardia pretoriana y que jamás pisó el frente de guerra, mandó, sin inmutarse y prometiendo como Xóchitl que “no le iba a temblar la mano”, a decenas de miles de jóvenes a matar y a morir. Ante el silencio ominoso de esos mismos que hoy gritan alarmados por la violencia criminal, alzó una bandera manchada por la sangre de otros, sometió al país a los designios de la DEA y sentó a su diestra e hizo responsable de la conducción de su guerra a Genaro García Luna.
Como si la gente no supiera que el crimen organizado se gestó gracias a la corrupción e impunidad imperante en el viejo régimen hablan los opositores. Como si no hubieran sido, precisamente ellos, el peligro más grande para la democracia. Como si ellos no hubieran cooptado al Poder Judicial. Como si no hubieran convertido al Presidente de la República en un mero gestor del poder económico y le hubieran sometido al chantaje del poder mediático. Como si no hubieran tenido la oportunidad de acabar, por la vía democrática, con Andrés Manuel López Obrador, cuando éste se sometió voluntariamente al proceso de revocación de mandato.
A la mala y por las malas como lo han hecho siempre, así siguen actuando Xóchitl, los partidos a los que respalda, los oligarcas a los que obedece, los intelectuales que, sin ideas, la apoyan. No hay, en efecto, desde el Siglo XIX, y como dice Claudia, “novedad en el frente conservador” y justo por eso se encaminan, otra vez, a la derrota.
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