La sombra del crimen acecha en Tabasco
La reciente visita de la presidenta de la República a Tabasco se vio opacada por una serie de actos violentos que no podemos ignorar. Incidentes como la quema de un vehículo, el uso de ponchallantas y, lo más grave, una narcomanta dirigida a ella, exponen un problema estructural y persistente: la presunta colusión entre autoridades y el crimen organizado.
La narcomanta no fue solo una amenaza, sino una acusación pública que señaló directamente a un exfuncionario: Irving de Jesús Jiménez. El mensaje lo vincula supuestamente con líderes criminales como "el Pelón de Playas" y "La Barredora". Esta denuncia, que conecta la delincuencia directamente con la estructura de seguridad del estado, es alarmante y exige una investigación inmediata y transparente.
