Entrevista al Jefe de la DEA en Guatemala

Michael O’brien, jefe de la Administración para Control de Drogas (DEA) en Guatemala, en entrevista con Martín Rodríguez P., de La Prensa Libre.

-Con la infiltración de la Saia, pareciera que los narcotraficantes están fortalecidos.

Los narcos están metidos en todos lados en Guatemala, en diferentes partes del Gobierno; no sé si en el Gobierno, pero quieren influir a diferentes personas con el dinero que tienen.

Es (información de) inteligencia que no puedo compartir con ustedes. El caso (que llevó a la captura de jefes de la Saia) no está muerto. La investigación va a seguir.

-Con el caso de la pista de la base en Zacapa, ¿tienen alguna información de militares involucrados con el narcotráfico?

No tenemos (información de) inteligencia que los militares están en el narcotráfico. Hemos recibido inteligencia de que estaban haciendo algo (en la base), pero hasta cuando la recibió el Gobierno.

-¿Sigue pasando igual cantidad de cocaína que en tiempos del gobierno del FRG?

Sí.

-Y si hay menos incautaciones que en 2003, ¿por qué no reacciona EE.UU.?

La cooperación es mejor que con el gobierno pasado. El actual nos ha dado todo el apoyo. Desde 2003 empezamos a ejecutar el Plan Maya Jaguar y tuvimos mucho éxito en el norte de Petén, donde aterrizaban avionetas casi a diario. Ahora, pasan por mar, y es más difícil capturarlas ahí.

-¿No les molesta que haya decomisos sin capturas?

(Suspira) Es raro si no hay capturas cuando se decomisa cocaína, por ejemplo, en un picop, pero en aire es más difícil; hay que estar en el lugar donde aterriza en ese momento.

En los últimos 11 años no ha habido capturas de capos.

Guatemala no tiene leyes para armar una investigación. Se necesita encontrar la droga en las manos, encontrar la droga en la casa del capo... Creo que es así. Queremos promover cambios en las leyes, porque un capo nunca va a tocar la droga. (...) Sabemos que hay cinco o siete carteles fuertes, fuertes.

-Si tienen identificados a los jefes de los carteles, ¿por qué no los publican?

Tenemos identificados a los jefes de los carteles... Han hablado mucho de los Mendoza, los Lorenzana, pero no sale en los periódicos. ¿Por qué no sale en los periódicos? Quizás porque la gente tiene miedo de hablar sobre eso. (...) La Prensa podría hacer su propia investigación.

-¿Qué le hace falta a Guatemala en la lucha antidrogas?

Colombia y México tienen leyes de escuchas telefónicas, entregas controladas, infiltración. Por eso México y Colombia han tenido más éxito en extradiciones.

-¿Y si esto no cambia?

Será una mini-Colombia. Son importantes las leyes y el equipo contra el narcotráfico.

-Si Guatemala no tiene recursos, ¿por qué no hacer acá un mini Plan Colombia?

Siempre pido más apoyo para mi oficina, pero la DEA tampoco tiene tantos recursos.

Con US$20 millones (que se decomisaron al narcotráfico en 2003) se puede comprar bastante; con aviones incautados se puede perseguir también. Pero —aquí— no se permite uso de bienes incautados, y el dinero está en bodegas donde hasta se lo podrían estar comiendo las ratas.

-¿Y en el tema del lavado de dinero?

El lavado es suficientemente grande. Todo el dinero que llevan en cocaína a EE.UU. tiene que regresar por Guatemala.

-¿Por qué fue capturado Castillo, de la Saia?

Él estaba involucrado con traficantes, con varios carteles. Trabajamos durante cinco meses en el caso, y lo hicimos no sólo porque era el jefe, sino porque nos llegó información de inteligencia.

Contamos con gran ayuda del ministro Carlos Vielmann y del fiscal Juan Luis Florido.

-¿Y ustedes no tenían inteligencia sobre él antes de que asumiera la Dirección?

No teníamos nada de (información de) inteligencia cuando él entró a dirigir la Saia.

-Si la investigación empezó hace cinco meses, él se habría corrompido al primer mes.

No sé. Siempre he dicho que los mejores traficantes son de los que no tenemos (información de) inteligencia. Sólo porque no teníamos información, no quiere decir que no estuviera antes (en narcotráfico).

-Si hubiera sido de los mejores, no habría dejado kilos en el baño de su oficina.

Puede ser que por el alto nivel que tenía, los traficantes necesitaban su apoyo, y que al entrar ahí se corrompió.

El futuro de la Saia
O’brien hizo énfasis en que el grupo de agentes de la Policía de la Saia se deben dedicar sólo a investigar.

Ese grupo haría más eficiente su papel si sólo investigara.

Es más fácil controlar a 150 personas (agentes) que a 300.

Apoyamos totalmente la propuesta del ministro de Gobernación, Carlos Vielmann.

Publicado en La Prensa Libre, 23 de noviembre de 2005