5 may 2007

5 de mayo de 1862-2007

Con la banda presidencial al pecho, el Presidente Felipe Calderón convocó hoy en Puebla -en el marco del Ceremonia Conmemorativa al CXLV Aniversario de la Batalla del 5 de Mayo de 1862- a los tres Poderes de la Unión a la unidad y a cerrar filas para combatir a la delincuencia organizada
Ante un nuevo enemigo que enfrenta el país y que es la delincuencia organizada, el presidente Calderón exigió en Puebla, a los tres Poderes e la Unión, a los tres niveles de Gobierno y a la sociedad en general hacerle frente, al tiempo de advertir “que ni una plaza será cedida a los enemigos”.
Prometió que la muerte de cinco soldados a manos del hampa en Carácuaro, Michoacán, no quedará impune. El crimen organizado, advirtió el Mandatario, pretende imponer sus intereses y quiere inmovilizar a la sociedad mediante la intimidación, quiere aparentar que es poderoso, pero no es invencible.
"Los mexicanos debemos de actuar con unidad y patriotismo. Los tres Poderes deben cerrar filas contra la delincuencia organizada.
Después de pronunciar su discurso, depositó una ofrenda floral y montó una guardia de honor al pie del monumento al Gral. Ignacio Zaragoza, acompañado del Gobernador Mario Marín; el Presidente de la SCJN Guillermo Ortiz Mayagoitia; y por el Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Manlio Fabio Beltrones, entre otros personajes de la política nacional.
Además Calderón tomó protesta de bandera a soldados del servicio militar nacional de la clase 88 y posteriormente colocó una ofrenda floral al monumento al general Ignacio Zaragoza.
Sólo 30 minutos exactos permaneció el Presidente en el desfile; tiempo el que duró el paso de los miembros de las Fuerzas Armadas.
Rescato las siguientes palabras de su discurso (casi todo):
"Hace 145 años México fue invadido por la primera potencia militar del mundo, el imperio de Napoleón III que profanó nuestro territorio y con ello amenazó nuestra soberanía e independencia, un imperio que atentó contra nuestras instituciones republicanas, pilares de la Nación libre que nuestros padres nos legaron.
General en Jefe de las tropas invasoras, el Conde de Lorencez, se ufanaba de que al mando de seis mil soldados era ya el amo de México.
Sin embargo, la amenaza sobre la Nación convocó a nuestro pueblo para conformar el Ejército de Oriente; al alto deber de defender a la Patria acudieron los zacapoaxtlas, contingentes de Oaxaca, Puebla, Michoacán, Querétaro, San Luis Potosí, Veracruz y otros que se alistaron para detener al invasor.
En aquel entonces, la mayor fortaleza del Ejército y del pueblo de México fue la unidad y, desde luego, la extracción popular de nuestra fuerza.
Hoy como ayer el Ejército es fuerza del pueblo por y para el pueblo.
Las tropas del General Ignacio Zaragoza tomaron posición en los fuertes de Loreto y Guadalupe para detener el paso del invasor.
En el amanecer de ese 5 de mayo de 1862, el General Zaragoza arengó a sus tropas con estas palabras:
"Soldados hoy vais a pelear por un objeto sagrado, vais a pelear por la Patria; yo prometo que en la presente jornada conquistaréis un día de gloria. Nuestros enemigos son los primeros soldados del mundo, pero vosotros sois los primeros hijos de México y os quieren arrebatar vuestra Patria. Soldados, leo en vuestra frente la victoria, viva la independencia nacional, viva la Patria".
A ese llamado de la Nación en voz del General Zaragoza, respondieron con valentía y arrojo los mexicanos.
Ese día nuestro Ejército escribió una página de gloria en la historia de la Patria.
Muchos mexicanos derramaron su sangre sobre una tierra que querían libre y soberana para sus hijos.
Nuestros soldados se batieron como gigantes a la hora de defender a México, cayó la tarde de aquél 5 de mayo y cayó derrotado el enemigo.
Aquél enemigo, el más prestigiado del mundo y aparentemente invencible, cayó derrotado ante un pueblo engrandecido en la batalla, motivado por la noble causa de defender su libertad.
El llamado primer ejército del mundo sucumbió ante la unidad, la valentía y el pundonor del pueblo de México.
Los Héroes de la Batalla de Puebla nos legaron la mayor lección y enseñanza de patriotismo, escribieron en nuestra historia el mayor testimonio de que los mexicanos podemos hacer frente y vencer a cualquier enemigo de la Nación, siempre y cuando lo hagamos unidos.
Hoy el pueblo de México enfrenta nuevos enemigos que amenazan nuestro futuro.
Hay un enemigo de la Nación que es el crimen organizado que atenta contra la seguridad y la paz de nuestros hogares, contra la salud de nuestras familias, contra nuestro desarrollo y nuestro porvenir.
Este enemigo pretende imponer sus intereses y ambiciones a los más elevados valores de los mexicanos, quiere inmovilizar a nuestra sociedad mediante la intimidación y la violencia y quiere aparentar, también, que es invencible.
Hoy la Patria exige que tengamos presente aquella gloriosa mañana del 5 de mayo, cuando nuestros padres conquistaron la victoria sobre un enemigo que aparentaba ser imbatible.
Hoy el llamado que la Patria hace a los mexicanos es formar un solo frente contra los enemigos de México; igual que los valientes de la Batalla de Puebla, los mexicanos debemos actuar ahora con unidad y con patriotismo para vencer al flagelo de la inseguridad y la criminalidad.
Los tres Poderes de la Unión, las autoridades de todos los estados, municipios y la Federación de todos los signos partidarios debemos cerrar filas contra la delincuencia organizada porque así somos más fuertes, nadie puede sustraerse de este alto deber.
Hoy la Patria frente a sus retos y desafíos a todos nos exige patriotismo. La unidad entre los tres Poderes y entre los tres Órdenes de Gobierno, nos hace mucho más fuertes y México es más fuerte que cualquier grupo de delincuentes y si unidos poderes y Gobierno somos más fuertes; unidos sociedad y Gobierno, somos invencibles.
Lo que nos permitirá derrotar al enemigo es la participación de la sociedad, lo que nos permitirá derrotar al enemigo es el cumplimiento del deber cívico, como de quienes hoy protestan su servicio militar.
Así como los zacapoaxtlas y los oaxaqueños y muchos mexicanos de todas las regiones acudieron en defensa de la Nación, hoy la participación de la sociedad es vital para el triunfo de la causa de México.
Como dijo el General Zaragoza: peleamos por un objeto sagrado, peleamos por la Patria, y el enemigo quiere hacernos creer que es poderoso, pero sabemos que no es invencible y que invencible es el pueblo cuando se une.
La inquebrantable vocación patriótica de nuestras Fuerzas Armadas, su firmeza y su decisión han sido y seguirán siendo fundamentales en esta guerra.
Cada soldado ha puesto en esta lucha lo mejor de sí mismo, su entrega y su capacidad aún a costa de su propia vida.
Hoy, con el arribo de un nuevo siglo, México enfrenta nuevos enemigos y, en consecuencia, se bate en nuevos frentes.
En esta nueva batalla han perdido la vida valiosos soldados mexicanos, recientemente cinco de esos héroes que se consagraron al servicio de la Nación y que velaban por la seguridad de los mexicanos y de nuestras familias.
Sus nombres estarán grabados en la memoria y en el corazón de nuestro pueblo.
La Nación entera sabe que murieron como héroes, y como tales les rendimos los más altos honores.
Gloria y honor a todos los soldados y marinos que arriesgan su vida y que la ofrendan en defensa de los más elevados intereses de la Patria.
El sacrificio de estos patriotas no será en vano, en honor a su memoria, su muerte no quedará impune y redoblaremos la ofensiva contra el enemigo, porque a mayor violencia más enérgica debe ser la respuesta del Estado mexicano.
Decía el Presidente Juárez al enfrentar al invasor: "Cualquier dificultad no hará más que aumentar la gloria del triunfo, porque es indudable que acabará por triunfar la causa del Derecho que es la causa de la humanidad".
Soldados de México, mexicanos:
Nuestra causa es la más alta y del más elevado sentido moral, es preservar el futuro de México, es rescatar a los niños y a los jóvenes de las garras de la violencia, de la delincuencia y de las adicciones, es la seguridad de los mexicanos, es el futuro de la Nación.
Y así como en la gesta heroica del 5 de mayo los mexicanos defendieron los Fuertes de Loreto y Guadalupe y con ello el suelo patrio, así a nosotros ahora toca defender nuestras casas, nuestras calles, nuestras escuelas, nuestros pueblos y liberar así a los niños y a los jóvenes de México de quienes quieren hacerlas víctimas de sus intereses.
Ante la amenaza a la seguridad interior no daremos ni un paso atrás porque no entregaremos la Patria a sus enemigos.
El objetivo es claro, recuperar nuestros espacios públicos, reforzar el control y la presencia del Estado sobre el territorio nacional como autoridad única e indisputable, iniciar una campaña de depuración y fortalecimiento de cuerpos policíacos en todos los niveles de Gobierno, recuperar la confianza de la sociedad en sus instituciones y lograr que sea la participación ciudadana con el respaldo de la fuerza pública el principal motor, el ciudadano que haga que impere nuevamente la paz y la tranquilidad en nuestro territorio.
No cederemos ninguna plaza a los delincuentes, porque hacerlo es darles paso libre para que lleguen a nuestros hogares.
Los mexicanos debemos mantenernos unidos en esta lucha y apoyar decididamente a nuestras Fuerzas Armadas y a las instituciones.
Somos más, muchos, muchos más los mexicanos que queremos un país seguro, un México de trabajo honesto y de prosperidad, somos más, mucho más y más fuertes que los delincuentes que pretenden lucrar a costa de la salud de nuestros jóvenes mexicanos.
Yo sé, soldados del Ejército Mexicano, que gracias a su inquebrantable vocación de servicio ustedes seguirán velando por nuestra gente y luchando contra quien la amenace.
Hoy les reitero que es un honor comandar al Ejército Mexicano, un Ejército de patriotas siempre leales a los intereses del pueblo, siempre leales a México.
Y como entonces dijo ese prócer sin igual, el General Ignacio Zaragoza a su Ejército la madrugada de un día como hoy, yo recuerdo a ustedes su mensaje que aún aquí persiste: "Soldados hoy vais a pelear por un objeto sagrado, vais a pelear por la Patria, yo prometo que en la presente jornada conquistaréis un día de gloria, nuestros enemigos son los primeros soldados del mundo, pero vosotros sois los primeros hijos de México y os quieren arrebatar vuestra Patria, soldados leo en vuestra frente la victoria, viva la Independencia Nacional, viva la Patria, viva México".

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