14 ago 2008

La epidemia del miedo

"¡A lo único que hay que tenerle miedo es al miedo mismo!": Franklin Delano Roosevelt."El miedo es el enemigo más poderoso de la razón y tambien es un rasgo de la condición humana." Al GoreEn efecto, el miedo nubla la razón y es el más peligroso de los sentimientos colectivos. ¡Aguas!
Recomiendo el texto la industria del miedo de Gregorio Morán (LA VANGUARDIA, 10/02/2007);
http://fredalvarez.blogspot.com/2007/02/la-industria-de-miedo.html.
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La Columna Desde Cabina/Adela Micha
Publicada en Excelsior (http://www.exonline.com.mx/, 14/08/2008;
La epidemia del miedo
Todos tenemos miedo.
Usted, yo, ellos, nuestros hijos, la familia, los amigos, los vecinos, los compañeros de trabajo. De salir de casa y no regresar; de arriesgarnos a salir en la noche para ir a una reunión, a un restaurante, a un teatro, al cine. A visitar a nuestros seres queridos. De viajar en taxi, en camión, en el Metro. Es el miedo generalizado a todas horas, en todas partes, la paranoia, la epidemia del miedo. Usted que me lee tiene miedo. ¿Por qué la epidemia?


Mire usted, actualmente, en nuestro país, la pena para los secuestradores puede llegar a ser hasta de 70 años.
Y si en el perfil de los plagiarios, la mayoría promedia entre 25 o 35, pues esa penalidad, casi equivale en la generalidad a cadena perpetua; años más, años menos.
Quizá, más que pensar en aumentar las sentencias, el castigo, pues, bastaría con que se cumplan las leyes, las penas ya existentes.
Y déjeme decirle por qué. Porque donde las autoridades están fallando es en varios rubros, perfectamente identificados.
Usted dígame si no: no somos capaces de detener a los criminales; no podemos o no sabemos o no queremos reunir las pruebas suficientes. Es más, no somos capaces de integrar bien expedientes.
Además, no podemos dar seguimiento a las investigaciones, bueno, con decirle que hay errores hasta cuando los jueces giran órdenes de aprehensión.
También está la lentitud en definir sentencias. Así, la ineptitud, la lentitud, la ineficacia, son las claves de que nuestro sistema de justicia sea un desastre.
Faltan profesionalismo, coordinación, certidumbre. Y eso lo sabemos todos y tan lo sabemos que la ciudadanía no tiene confianza en sus autoridades.
Las cifras nos hablan de esta falta de credibilidad de la gente hacia las policías, el Ministerio Público, los jueces, las procuradurías: 75 de cada 100 delitos no se denuncian.
Sólo uno de cada mil secuestros es penalizado. El rezago en materia de aplicación de la justicia asciende a 80 por ciento.
A esta ineficiencia, a esta antología de lo inútil, sume la corrupción y agregue la impunidad.
Lo que nos queda es una industria del secuestro al alza. Ya basta.
Ya no podemos tolerar más, ya no queremos un solo secuestro más, un solo crimen más.No podemos seguir viendo que una es la policía que detiene, otra es la autoridad que encierra, una más la que llega a dejar libre a los delincuentes.
Mientras no seamos capaces de terminar con la corrupción seguiremos expuestos a que el delito crezca.
La impunidad es el motor de que el secuestro se haya industrializado.
Y, créame, lo hemos venido diciendo desde hace mucho, antes del 27 de junio de 2004, cuando la gran marcha contra la inseguridad y la delincuencia.
Las autoridades no están haciendo su trabajo.Desde hace más de cuatro años ya vivimos con el miedo y ahora el miedo se ha generalizado, es una epidemia.Y, créame, si ya vivimos con ese miedo, eso ya es estar secuestrado.

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