8 ene 2009

Un asunto de discriminación

Contra adultos mayores.
Sesión de la Comisión Permanente del jueves 8 de diciembre de 2009
P
roposición con punto de acuerdo en el que exhorta a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a que acuda ante la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados a explicar por qué las instituciones bancarias no otorgan tarjetas de crédito a las personas de 65 años o más
Propuesta de púnto de acuerdo del diputado Elías Cárdenas Márquez del Grupo parlamentario de Convergencia.
El diputado Ramón Valdés Chávez: Efectivamente, es un punto de acuerdo del diputado Elías Cárdenas
Márquez, de Convergencia. Gracias, señor presidente.
Decía Beltrol Brech: "Es más delito tener un banco, que asaltarlo". Sobre todo ahora que vemos las tarjetas de crédito, los intereses que tienen y los intereses en general.
El párrafo tercero del artículo 1o. de la Constitución a la letra dice: "Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana o tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas".
La discriminación separa y diferencia cosas entre sí, es la desigualdad de trato que se da a uno o varios miembros de una comunidad o grupo étnico. La discriminación se refleja en un evidente y notable deterioro humano que afecta a lo económico político-social y económico, en cualquier sociedad.
Si se discriminara por edad en el mundo, se habrían afectado a 200 millones en 1950; para 1970 a 307 millones y para 2000 quienes tenían 60 de edad o más ya habían superado los 500 millones de habitantes.
Por el número en la esperanza de vida para el año 2050, el número de personas de más de 60 años de edad será de 2 mil millones. En la población mundial los porcentajes de jóvenes y adultos mayores serán igual; la discriminación a estos últimos les priva de los derechos que disfrutan otros.
Todas las instituciones bancarias son unidades económicas que se dedican a actividades inmersas en las ocupaciones de los comerciantes per se son fortuitas. Esto es, por su propia naturaleza pertenecen al campo económico de las pérdidas y las ganancias, los bancos mexicanos apuestan únicamente a las ganancias.
A propósito, se discrimina a las personas que tienen 65 años de edad, ahora hasta por los plásticos que ofrecen las tiendas de autoservicio. Puede ser lógico que se investigue el historial de crédito, pero para negar el otorgamiento de la tarjeta de crédito, en todo caso debe ser la capacidad financiera, nunca la edad.
La discriminación tiene costos profundos, que cubren no sólo los grupos estigmatizados, sino la sociedad. Algunos de estos costos son: la desigualdad, las pérdidas económicas, el quebranto de los derechos y libertades y la negación de oportunidades para quienes son objeto de discriminación, la degradación de la vida democrática porque las oportunidades de desarrollo son selectivas. Es muy común en el país la discriminación por la edad.
Si las instituciones bancarias no otorgan tarjetas de crédito a las personas de 65 años o más que la soliciten discriminan, porque ello forma parte, primero, de las actividades que realizan todos los comerciantes sujetos a la eventualidad de ganar o perder. Y, en segundo lugar, la Carta Magna prohíbe la discriminación por edad.
No se pueden establecer preferencias o discriminación alguna a los solicitantes del servicio que nos juren una clientela seleccionada, que condicione el consumo, reserve derechos de admisión, excluya o establezca prácticas similares, salvo que se afecten la seguridad y la tranquilidad del establecimiento o se funden discusiones de otros ordenamientos legales.
La Constitución prohíbe la discriminación por edad. El merito de lo expuesto, y con fundamento en los artículos 58, 59 y 60 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, someto a consideración de esta soberanía el siguiente
Punto de acuerdo
Único. Se exhorta con las condiciones debidas al titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, para que acuda al pleno de la Comisión de Hacienda y Crédito Público a explicar porqué las instituciones bancarias violando la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y otras leyes, no otorgan tarjetas de crédito a personas de 65 años o más edad.
Se solicita también que la presente proposición con punto de acuerdo se trámite, por obvias razones, de urgente resolución y con fundamento en los artículos 59 y 60 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.
Señor presidente, le solicito atentamente la sustitución de los textos de las propuestas del diputado y que entrego en este momento.
El Presidente senador Luis Alberto Villarreal García: Gracias, diputado. Lamentablemente no puede, esta Presidencia consultar si se considera de urgente u obvia resolución su solicitud, toda vez que esta Comisión Permanente, de conformidad con el artículo 78 de nuestra Constitución, no tiene facultades para imponerle a la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados la comparecencia en cuestión.
Si usted así lo desea, el turno sería enviarlo a la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados directamente, para que ahí se examine y, en su caso, se apruebe su solicitud. Túrnese a la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados

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