17 mar 2009

Baltasar Garzón cuestionado

Columna Arsenal/Francisco Garfias
Excélsior, 17 de marzo de 2009,
Un juez muy caro
Baltasar Garzón saltó a la fama hace una década por ser el primer juez en cuestionar la impunidad en la que entonces vivía el fallecido dictador chileno, Augusto Pinochet. Ahora está en el candelero por lo costoso de sus conferencias. El periódico español El Mundo publicó, el pasado domingo (realmente fue el viernes 13), que el famoso juez español cobró 25 mil euros —unos 375 mil pesos, al tipo de cambio de entonces— por una hora de charla que ofreció en el tamaulipeco Puerto de Tampico, en octubre de 2007.
La conferencia se tituló Seguridad y Administración de Justicia: Reflexiones Comparativas. El dinero recibido se repartió entre los 14 mil 37 euros que le pagaron a Garzón, y los 11 mil 400 de gastos. Entre éstos se incluye su estancia en un hotel de cinco estrellas, y los boletos de avión en primera clase, para él y su guardaespaldas.
Lo peor. Todos los gastos corrieron por cuenta del gobierno de Tamaulipas, que lo contrató como parte de los eventos de su Semana Estatal Emergencias 066. El programa sólo incluyó dos actos más: el Torneo Policial Deportivo Cosme Cruz y la Primera Carrera Estatal Emergencias 066, asegura El Mundo.
La nota, firmada por el periodista Joaquín Manso, dice que horas después de mandar a prisión a la cúpula de Batasuna, el juez socialista tomó a la 1:50 (hora española) un vuelo de Iberia que lo trajo al DF, adonde llegó a las 6:35 (hora mexicana). Luego, se trasladó a Tampico.
Esa noche, ofreció su charla en un abarrotado Teatro Metro, ante 350 personas, y asistió a una cena de gala en la que, según varios asistentes, el magistrado español sorprendió muy positivamente por su buen estilo para las rancheras.
Ayer apareció en el portal del mismo diario que Garzón ofreció recientemente otra conferencia en Monterrey, Nuevo León, bajo el título Libertad y Seguridad, los Retos para una Nueva Ciudadanía. La publicación no especifica ni el costo de la charla ni el contratante, pero afirma que por la misma conferencia cobró en España 12 mil euros (228 mil pesos, al cambio de ahora).
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Garzón recibió otros 20.000 euros por entrevistar a Zapatero y otros líderes
El centro universitario admite que le pagó por los 'diálogos' de la Caixa
Carlos Segovia Madrid
El Mundo. Es viernes 13/03/2009
La Universidad de Nueva York ha comunicado al Tribunal Supremo que procedió a un tercer pago a Baltasar Garzón en el año 2007 de 20.000 euros por un ciclo de conferencias en forma de entrevista que el juez dirigió en Madrid. El grueso de los entrevistados fueron miembros del Gobierno encabezados por el presidente.
Se trata de los llamados Diálogos sobre Derechos Humanos y Seguridad Jurídica en Iberoamérica que organizaron la Caixa y la propia Universidad de Nueva York entre enero y mayo de 2007. Garzón ejerció como director -compatibilizando el trabajo con el de juez-, e inauguró el ciclo con José Luis Rodríguez Zapatero como primer entrevistado.
En su informe anual de Obra Social, la caja catalana evoca el programa de conferencias destacando que Garzón entrevistó también a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos y al Nobel de Literatura, José Saramago. También fueron entrevistados el ex presidente del Gobierno, Felipe González y el ex ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, entre otros.
Según fuentes de la Universidad de Nueva York consultadas por EL MUNDO, el juez pidió ser remunerado por esta actividad y el Centro Rey Juan Carlos -dependiente de la institución neoyorquina- terminó aceptando pagar los citados 20.000 euros.
Esta cantidad no ha sido desvelada por el Supremo en su auto del pasado miércoles, porque no tiene relación con la polémica estancia del juez en Estados Unidos. Las conferencias de 2007 tuvieron lugar en Madrid y, para ellas, el juez no estaba obligado ni a solicitar permiso de compatibilidad al Consejo General del Poder Judicial ni a declarar sus ingresos ante este órgano. De hecho, las entrevistas tuvieran lugar por las tardes, fuera teóricamente, del horario del juez.
Este remuneración completa los realizados por la Universidad estadounidense entre marzo de 2005 y junio de 2006 en EEUU que son los puestos de relieve por el Supremo.
El más importante son los 160.333 dólares (125.000 euros) que le pagó "en concepto de sueldo" como profesor visitante. A esta actividad Garzón unió la de dirigir los llamados Diálogos Transatlánticos y de Seguridad Jurídica patrocinados por el Banco Santander y la propia Universidad. Las fuentes consultados señalaron que Garzón no podía cobrar dinero adicional, puesto que ya estaba en nómina. Así que la solución que se encontró -"ante el requerimiento del juez de recibir más dinero", según las fuentes consultadas- fue dos pagos que pueden ser considerados "en especie". Son los consistentes en gastos de viaje por 21.152 dólares y la escolarización de la hija de Garzón en la Escuela Internacional de Naciones Unidas por un importe de 21.650 dólares.
Las fuentes consultadas en la Universidad aseguran que la institución neoyorquina procedió a practicar las retenciones fiscales pertinentes, también en los pagos efectuados en Madrid. "La Universidad está absolutamente tranquila en este asunto, no hay ninguna irregularidad", aseguraron. Lo que está pendiente de dilucidar es si Garzón merece sanción por ocultar, según el Supremo, las remuneraciones recibidas en EEUU al Consejo General del Poder Judicial.
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El mito de Garzón
PEDRO G. CUARTANGO, Subdirector de EL MUNDO
El Mundo 15 de marzo de 2009
Pilar Urbano describe en su libro a Garzón como "el hombre que veía amanecer", es decir, como alguien que se levanta de madrugada para protegernos a todos los ciudadanos de los males que nos acechan. Esa es la imagen que él ha cultivado: la de un juez independiente, justiciero y en una permanente lucha contra los malos.
Su trayectoria muestra justamente lo contrario: siempre se ha preocupado de estar a buenas con el poder para ascender en su carrera. La única vez que se atrevió a desafiar a un Gobierno fue en 1995, cuando empezó a investigar el caso GAL para vengarse de Felipe González.
Hay que recordar que González le incorporó a las listas del PSOE como su gran fichaje en las elecciones generales de 1993. Le utilizó durante la campaña para enviar un mensaje de regeneración y luego le nombró responsable de la lucha contra la droga, un cargo trivial que defraudó las grandes expectativas del superjuez. Garzón volvió a la Audiencia Nacional y reactivó la investigación del caso GAL hasta que tuvo que inhibirse en favor del Supremo.
Salvo esta señalada excepción, Garzón siempre ha remado a favor del poder. Lo hizo en la etapa de Aznar cuando sirvió de ariete a Mayor Oreja en la lucha antiterrorista. Y luego lo volvió a hacer cuando Zapatero ganó las elecciones hace cinco años.
Garzón siempre se ha cuidado mucho de llevarse bien con el que manda, pero además es un hombre que ha cultivado sus relaciones con los grandes poderes económicos. El Banco Santander le pagó una beca de 200.000 dólares en Nueva York en 2006 y luego archivó una querella contra Botín sin tomarse la molestia de abstenerse. Pero Garzón ha cobrado también importantes cantidades de La Caixa, que le ha contratado para dar conferencias y otros trabajos.
Nuestro juez no es un hombre al que le guste quedarse en casa leyendo libros de leyes. Frecuenta los saraos a los que acuden los políticos y los poderosos y le gusta estar siempre en primera fila donde hay cámaras. Ahora aspira a ser presidente de la Audiencia Nacional tras una larga trayectoria de fiascos como instructor.
Recuerdo que en uno de sus autos sobre Batasuna llegaba a imputar a un dirigente de la izquierda abertzale sin mencionarle previamente en la narración de los hechos. Simplemente le acusaba de pertenencia a banda armada sin explicar por qué. El auto fue naturalmente revocado.
Toda la trayectoria de Garzón es un puro disparate, una huida hacia adelante trufada de sectarismo y fobias personales. Es uno de los peores jueces de España y sus autos revelan una pésima formación intelectual. Vaticino que va a sufrir un duro revés en el Consejo General del Poder Judicial cuando se discutan sus méritos para presidir la Audiencia. Y es que no se puede engañar todo el tiempo a todo el mundo.
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Garzón se extralimita por enésima vez/Editorial de El Mundo, 14.03.2009
EL JUEZ Baltasar Garzón remitió ayer nueve cajas de documentación a los Tribunales Superiores de Madrid y Valencia tras inhibirse hace ocho días en el caso Gürtel. Llama, por ello, poderosamente la atención que Garzón volviera a interrogar como testigo a José Tomás García, el sastre empleado en las tiendas Milano y testigo clave sobre los trajes de Francisco Camps.
Ello supone una nueva extralimitación del juez, ya que la Ley de Enjuiciamiento Criminal sólo le autoriza a practicar las diligencias «necesarias». Camps es una persona aforada y solamente tiene competencias para investigarle el Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Este nuevo interrogatorio
a José Tomás es una provocación al PP, que además sirve para enviar el mensaje a la opinión pública de que Garzón sigue indagando el asunto de los trajes.
Su nueva actuación se produce al día siguiente de su vuelta de Guatemala, donde fue a impartir un seminario sobre la justicia universal. Allí afirmó que sus cuentas «están muy claras» y que ha pagado a Hacienda por todos sus ingresos. Garzón no se privó de amenazar a quienes le han reprochado su conducta: «Cuando llegue a España hablaré y a lo mejor me dicen que me calle».
Ayer se negó a hablar e hizo bien porque un juez de la Audiencia Nacional no puede comportarse como un matón de barrio. En cuanto a sus ingresos, nadie le ha acusado de evadir impuestos. Lo que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) está investigando es por qué no informó, como era su obligación, de que la Universidad de Nueva York lo tuvo en nómina y le abonó más de 200.000 dólares.
Ayer EL MUNDO publicó que Garzón recibió otros 20.000 euros adicionales de la Universidad de Nueva York por entrevistar a Zapatero y otros líderes. Y nuestro periódico publica hoy que cobró otros 14.000 euros, gastos a parte, por una conferencia de una hora en Tampico (México) en octubre de 2007.
El juez aparece a la cabeza de la judicatura española en número de permisos para viajar dentro y fuera de España, haciendo de su trabajo una plataforma de proyección personal que le permite obtener unos importantes ingresos adicionales, en contraste con el resto de sus compañeros.
Si el juez fuera un profesional modélico en su trabajo y dictara unos autos impecables, algunos de estos excesos podrían ser incluso disculpables. Pero resulta que Garzón es un pésimo instructor, con un historial de graves pifias y demostrado desprecio hacia la ley.
Garzón ha aprovechado la investigación sobre la trama de corrupción en el PP para hacer daño a este partido y ganar méritos ante el PSOE. Anteayer, el partido de Rajoy volvió a presentar una segunda denuncia ante el Consejo General del Poder Judicial por la utilización del secreto sumarial y por haberse marchado al extranjero sin haber enviado los autos de inhibición. Mucho nos tememos que la denuncia va a ser archivada, como también lo será -así lo ha solicitado la Fiscalía- la querella por prevaricación ante el Supremo.
Que Garzón esté actuando de forma sectaria e instrumentalizando los trámites procesales, no significa que haya cometido una prevaricación, que no es demostrable. Pero aunque el juez no pueda ser sancionado penalmente, el CGPJ tiene margen para castigarle por esa ocultación de ingresos para la que no existe justificación posible.
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Garzón: 'Cuando llegue a España hablaré y a lo mejor hasta me dicen que me calle'
EFE Guatemala
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón aseguró que la investigación sobre sus ingresos por dictar conferencias en el extranjero "no tiene fundamento" y que sus cuentas "están claras".
"Las cuentas están muy claras", señaló el juez, quien añadió que declaró al fisco por sus ingresos "dos veces, una a la (hacienda) norteamericana y otra a la española".
Durante una visita a Guatemala para participar en un Seminario Internacional sobre Justicia Universal, Garzón afirmó ante la prensa que no sabe si este procedimiento pudiera formar parte de una supuesta persecución política del Partido Popular (PP), pero aclaró que de ser así, "tampoco me importa demasiado".
Prefirió no hacer comentarios sobre la querella por prevaricación presentada en su contra por el PP por el llamado 'caso Gürtel', que investiga supuestos casos de corrupción vinculados a políticos ese partido.
"Estoy fuera de mi país y no me gusta hablar de temas de mi país cuando no estoy en él", adujo, aunque aseguró que "esta madrugada (del viernes), cuando vuelva (a España) hablaré y a lo mejor hasta me dicen que tenga que callarme".
El Seminario Internacional sobre Justicia Universal está organizado por la Plataforma Holandesa contra la Impunidad en Guatemala, el Centro de Acción Legal en Derechos Humanos y la Comisión Internacional de Juristas.
Garzón fue el primer juez en conocer la querella penal que en diciembre de 1999 presentó ante la Audiencia Nacional la líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, en contra de un grupo de ex altos cargos, civiles y militares, a los que acusa de genocidio, torturas y terrorismo de Estado en este país.

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