1 ene 2010

La CIA promete vengarse

La CIA promete vengar el ataque a una de sus bases en Afganistán
El centro dirigía los bombardeos contra feudos talibanes en Pakistán
ANTONIO CAÑO - Washington -
El País, 02/01/2010;
La CIA promete vengar el ataque en el que murieron siete de sus agentes en una de sus principales bases de operaciones en Afganistán, donde la agencia de espionaje estadounidense ha evolucionado como una unidad de élite, casi como una fuerza paramilitar, que actúa directamente contra las organizaciones terroristas más violentas.
El ataque del miércoles pasado, perpetrado por un suicida que consiguió penetrar en la instalación de la CIA con un chaleco explosivo, parece la consecuencia directa de la lucha particular que esa agencia mantiene desde hace meses con grupos como Haqqani o Tehrik-e-Taliban, que los expertos norteamericanos consideran las facciones más agresivas y mejor adiestradas de los talibanes.
Un alto funcionario de los servicios de espionaje que habló con la prensa norteamericana de forma anónima aseguró que las acciones contra esos grupos no van a detenerse por lo ocurrido en la base de Chapman, en la provincia afgana de Khost. "Ese ataque va a ser vengado por medio de operaciones antiterroristas agresivas y eficaces", declaró esa fuente.
La base de Chapman es uno de los principales centros en los que se planifican las actuaciones de comando de la CIA contra los talibanes. Ese lugar es donde se deciden la mayor parte de los bombardeos que se realizan con aviones sin tripulación, y es también un punto de reclutamiento de informantes entre la población afgana.
Aunque no hay una versión oficial sobre lo ocurrido, se cree que el autor del atentado del miércoles entró en las instalaciones vestido con un uniforme del Ejército afgano y con la promesa de revelar una información valiosa. Hizo explotar la carga que llevaba prendida al cuerpo cuando ya se encontraba reunido con varios agentes de la CIA, entre ellos el propio jefe de la base.
Es difícil de entender cómo pudo llegar el atacante hasta esa reunión sin haber sido registrado. Una fuente oficial ha dicho simplemente que la CIA se ve obligada a asumir riesgos para conseguir acceso y ganarse la confianza de posibles informantes. Un portavoz de los talibanes ha declarado que el responsable del atentado era un miembro de las fuerzas armadas afganas.
Como es preceptivo en la CIA, no se han revelado los nombres de los muertos, aunque se sabe que la jefa de la base era una mujer, madre de tres hijos y considerada una veterana en las misiones de espionaje. Al menos otros seis agentes quedaron heridos en el mismo ataque.
Se trata de uno de los episodios más trágicos en la historia de la CIA, que sólo había perdido en el cumplimiento del deber a 90 agentes en sus más de 60 años de vida. "Siempre hemos contado con la posibilidad de perder agentes, pero la pérdida de tantos en un solo ataque resulta muy doloroso y es un gran golpe para el sistema", ha manifestado el presidente Barack Obama en una carta dirigida a la CIA.
El ataque es interpretado en Washington como la consecuencia inevitable del protagonismo creciente alcanzado por la CIA en Afganistán, que desborda con mucho su labor tradicional de recogida de información.
Aunque la CIA siempre ha tenido una unidad de intervención directa, llamada División de Actividades Especiales, fue después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 cuando se le dieron a la agencia poderes extraordinarios para perseguir y matar a los jefes terroristas más buscados. Esos poderes incluían la dotación de cárceles secretas en las que los sospechosos eran retenidos y torturados.
Tras la llegada de Obama a la presidencia, se le quitaron a la CIA algunas de sus prerrogativas, tanto la de las cárceles como su participación en interrogatorios, pero se mantuvo la orden de actuar directamente contra los cabecillas terroristas y se incrementaron los bombardeos con aviones sin pilotos.
Obligada también por el papel decreciente de las compañías de seguridad privadas, la CIA actúa hoy en Afganistán casi como un pequeño ejército particular encargado de misiones precisas que son más difíciles de ejecutar para las fuerzas armadas regulares.
Una de las labores, por ejemplo, que le están vetadas al Ejército regular y de las que se ocupa la CIA es la de la persecución de los enemigos cuando cruzan la frontera hacia Pakistán, donde las fuerzas armadas norteamericanas no están autorizadas a actuar, o en otros países, como Yemen y Somalia, donde se sospecha que Al Qaeda está resurgiendo.
Los sucesos de la Base Chapman llegan en un momento de gran controversia sobre el papel de los servicios secretos en Estados Unidos, que dieron muestras graves de descoordinación en el atentado frustrado del día de Navidad y que fueron incapaces también de anticiparse a la matanza de noviembre en el cuartel de Fort Hood, pese a que el autor, un coronel médico, estaba siendo investigado por el FBI.
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La CIA confirma la muerte de siete agentes en un atentado suicida en Afganistán
Es uno de los ataques más graves sufridos por EE UU en ocho años de conflicto - Un portavoz talibán reivindica la autoría
ELPAÍS.com / AGENCIAS - Madrid / Washington - 31/12/2009
La CIA ha confirmado hoy que siete de sus agentes murieron y otros seis resultaron heridos en uno de los ataques más cruentos de los sufridos por EE UU en Afganistán durante ocho años de guerra e incluso de la historia de la agencia de espionaje norteamericana. Un terrorista suicida hizo estallar el miércoles la carga explosiva que llevaba en el interior de un recinto militar, empleado como puesto de vigilancia de la CIA.
En un comunicado, la agencia ha precisado que no difundirá los nombres de las víctimas ni detalles sobre el trabajo que desarrollaban, arguyendo la "sensibilidad de su misión y otras operaciones en marcha".
"Aquellos que perdieron la vida ayer estaban lejos de casa y cerca del enemigo, haciendo el trabajo duro que debe hacerse para proteger a nuestro país del terrorismo", ha dicho el director de la CIA, Leon Panetta. "Les debemos nuestra más profunda gratitud, y les prometemos a ellos y a sus familias que nunca dejaremos de combatir por la causa a la cual dedicaron sus vidas: un EE UU más seguro", ha agregado.
El atacante logró esquivar la seguridad del recinto y, ya en el interior, detonó un cinturón con explosivos hiriendo, además, a otras seis personas, varias de ellas de gravedad, y entre las que no se encuentra personal militar. Las primeras investigaciones apuntan a que la detonación se realizó en una sala utilizada como gimnasio por los huéspedes de la base.
Los talibanes reivindican el ataque
Este jueves, los talibanes se han atribuido la responsabilidad del atentado, asegurando que el atacante era un soldado del Ejército afgano que vestía su uniforme de las Fuerzas Armadas. "Este ataque mortal ha sido cometido por un miembro del Ejército afgano, cuando los funcionarios [estadounidenses] estaban ocupados en la obtención de información sobre los muyahidines", ha afirmado a Reuters el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
Un supuesto miembro de la red integrista Haqqani, que tiene vínculos con el movimiento de los talibanes, ha asegurado que ha sido un soldado del Ejército afgano el que perpetró el ataque suicida. "El soldado afgano había estado pidiendo una chaqueta suicida a los talibanes desde hacía tiempo. Finalmente, los talibanes se la dieron y llevó a cabo el ataque suicida dentro de la agencia de inteligencia de EE UU en el viejo aeropuerto de Khost", afirmó el supuesto portavoz de la organización, Salahuddin Ayubi, a la agencia afgana AIP.
"Esta es la pesadilla que hemos estado temiendo desde que entramos en Afganistán e Irak", ha afirmado John E. McLaughlin, ex responsable de inteligencia que ahora presta ayuda a los hijos de empleados la CIA muertos durante el desempeño de su trabajo. "Nuestra gente está a menudo fuera de la línea de frente, sin protección de la fuerza adecuada, y ponen sus vidas, literalmente, en peligro", ha lamentado.
El de ayer es el ataque más grave desde el registrado en 1983 contra la embajada norteamericana en Líbano, en el que murieron ocho funcionarios de la inteligencia en un sólo día. La CIA había reconocido hasta la fecha la muerte de cuatro de sus agentes en la guerra de Afganistán de los últimos ocho años. En su memorial de la sede central de Langley hay 90 estrellas que representan al total de caídos de la CIA en su historia.
Por otra parte un número indeterminado de civiles han muerto como consecuencia de un bombardeo aéreo en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, según ha informado un portavoz del gobernador provincial. "Una patrulla de las tropas extranjeras sufrió una emboscada de los talibanes hacia las tres de la tarde, tras lo cual vinieron los aviones, bombardearon la zona y causaron víctimas civiles", ha explicado.
Cinco canadienses muertos en un atentado en Kandahar
Cuatro soldados canadienses y una periodista de la misma nacionalidad han fallecido en Kandahar, al sur del país, al ser alcanzado su vehículo blindado por una bomba.
La periodista fallecida era Michelle Lang, de 34 años de edad, quien trabajaba como reportera para el diario Calgary Herald. Lang gozaba de prestigio profesional en Canadá, especialmente desde que en 2008 fuese galardonada con el Premio Nacional de Prensa del país al reportaje más impactante del año.
El atentado, en el que también resultaron heridos otros cuatro soldados y un funcionario canadienses, ha ocurrido a unos cuatro kilómetros a las afueras de la ciudad de Kandahar, según ha asegurado el Ministerio de Defensa de Canadá mediante un comunicado difundido en su página web.
AGENCIAS
Insurgentes afganos secuestran a dos periodistas franceses
Un grupo de insurgentes ha secuestrado a dos periodistas franceses junto a su chófer y su intérprete en una zona del noreste de Afganistán. Un portavoz policial de la provincia de Kapisa -a unos 120 kilómetros de Kabul- ha contado a la agencia Reuters que el grupo se dirigía en coche por esa zona cuando fue interceptado por los insurgentes.
Según la prensa francesa, los periodistas trabajan para el canal de televisión France 3. De momento, el Ministerio de Exteriores francés no ha realizado comentarios.
REUTERS

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