24 feb 2010

Columna "En Privado" de Alfredo Originales

Columna EN PRIVADO / Alfredo Originales.
http://rrazones.com/ 21 de febrero de 2010
“Si me cierran la puerta, Dios puede abrir otra”.
Mario López Valdez –MALOVA- se ha convertido en la figura central de la política en Sinaloa y sobre quien pesa la gran decisión de lo que puede ser el proceso electoral más importante en Sinaloa por sus repercusiones a corto y mediano plazo.
La determinación política que finalmente tome en cuestión de horas o días, tendrá Implicaciones no tan solo para el PRI en donde siempre ha militado, sino también para los partidos de oposición, particularmente el PAN, pero en especial para él en lo personal.
Quienes conocemos a Mario López Valdez, el amigo, el empresario y el deportista, no tenemos la menor duda de que lo que se propone lo ha logrado.
Como político, Malova ha confirmado lo que en su tiempo, Juan Millán Lizárraga, uno de sus tres padres, lo definió como una revelación.
Su posicionamiento alcanzado en su corta trayectoria de ocho años en la función pública así parece constatarlo. Hagamos un recuento apretado de su labor ascendente como servidor publico
Tres años como presidente municipal de Ahome (2002-2004), periodo que contó con todo el apoyo del gobernador Juan Millán, lo que le permitió que su administración luciera, al grado de haberle conseguido la distinción como “el mejor alcalde en el país”.
Al término de la alcaldía, Malova se incorpora al gabinete de Jesús Aguilar Padilla (2005-2010) como secretario de Desarrollo Social, en donde despliega un activismo por toda la entidad, lo que le permitió apuntalar su posicionamiento como el mejor funcionario público dentro del gobierno estatal.
En la elección federal del 2006 logra la candidatura al Senado de la Republica en formula con el ex gobernador Francisco Labastida Ochoa, quienes ganan sin mayores problemas las dos curules en la vieja casona de Xicoténcatl.
El activismo de Mario López Valdez dentro del Congreso de la Unión desde el 2007, lo ha posicionado como el Senador más productivo en cuanto a presentación de iniciativas, propuestas y puntos de acuerdo.
A grandes rasgos podemos coincidir en que Malova es toda una revelación política. Su carisma y personalidad han contribuido para posicionarlo entre la opinión pública como un buen producto, una mercancía vendible y altamente rentable en términos electorales.
Prueba de ello es que en estos momentos algunos partidos opositores al PRI, lo quieren como su candidato a gobernador para la elección local del 4 de julio venidero, habida cuenta que Malova no está en el ánimo del gobernador Jesús Aguilar Padilla.
Bien, pero ¿Por qué con esa trayectoria, con ese posicionamiento como virtual ganador en las próximas elecciones con cualquier partido político, no es el candidato del PRI?
La anterior pregunta que muchos se hacen, nos permite confirmar el dicho popular de que en política y dentro de los partidos políticos no siempre llega el mejor, sino el más conveniente, claro que apoyado con la infraestructura apropiada: un partido político fuerte, organización solida y sobre todo mucho dinero.
La historia política está plagada de ejemplos. No vamos lejos y tomemos los últimos antecedentes en Sinaloa con el mismo Juan Millán, cuyo caso merece atención especial, aunque su mención ahora es obligada por el papel que está jugando en esta sucesión.
En el 2004 había varios precandidatos para suceder a Juan Millán, entre ellos Mario López Valdez como el mejor posicionado entre la percepción pública, sin embargo, Millán designó a Jesús Aguilar Padilla, quien en ese entonces figuraba muy abajo en las encuestas.
Si en aquel entonces el alcalde de Ahome era el mejor posicionado, ¿Por qué Juan Millán no lo hizo candidato? Simplemente porque no era el más conveniente para el propio gobernador y su grupo.
En la sucesión municipal en ese mismo año, Mario López Valdez designa a Gerardo Vargas Landeros como precandidato a la alcaldía cuando las encuestas ubicaban a Polo Infante Fierro como puntero en las encuestas.
Aunque el resultado de este proceso interno ya lo sabemos, aquí cabe la misma interrogante ¿Por qué Malova promueve a Vargas Landeros? Por la misma razón. Polo Infante no era el más conveniente para Malova y su grupo.
Tres años después, la película se repite. Polo Infante impulsa la precandidatura de Ernesto García Cota cuando en las encuestas el ex alcalde ahomense Esteban Valenzuela García contaba con la mayor aceptación ciudadana.
Ahora que toca el turno para renovar los poderes en Sinaloa, Jesús Aguilar impulsa a Jesús Vizcarra Calderón como el virtual candidato del PRI cuando otra vez Mario López Valdez está de nuevo como el mejor posicionado.
¿Por qué? Obviamente porque no es el más conveniente, aunque públicamente tenga el mayor grado de aceptación popular.
En todos estos casos el común denominador es el acatamiento a las reglas no escritas en política dentro del PRI, aunque siempre quedan resabios que de alguna manera son superados con concesiones a los grupos perdedores dentro del mismo partido.
Hoy, cuando la cuenta regresiva para elegir al candidato priista esta por agotarse, Mario López Valdez, puede ser el detonador para romper esas inercias que, quiérase o no, le han dado cohesion-sumision al PRI y en el cual, todos absolutamente todos han obtenido provecho.
Si le cierran la puerta principal en el PRI, Malova ha dicho públicamente que puede aceptar otras puertas que le están abriendo y que lo pueden llevar hasta su objetivo: ser el próximo gobernador, posibilidad nada remota.
Este escenario ha sacado a flote toda la entraña del poder: deslealtades, institucionalidad, complicidades, engaño, simulación, ingenuidad, perversidad, guerra sucia, ambición, voracidad, en fin, todo lo que uno pueda imaginarse con tal de alcanzar el poder y de aferrarse a no perderlo.
La posición del Senador de seguir avanzado es válida y compartida, el riesgo es que por ese grado de popularidad y aceptación ciudadana, pueda ser utilizado por otros intereses más económicos que políticos y que a la postre le pueda revertir el enorme capital político que ha acumulado.
Creo que cualquier decisión que Malova tome en cuanto a su futuro político, debe ser profundamente valorada, sopesando ventajas y desventajas, con la fortaleza suficiente para no dejarse influenciar por gente que acostumbra “echar aire” y que lo único que busca es llevar agua a su molino.
En términos prácticos las opciones pueden ser simples: mantener abiertas las puertas que el PRI le ha abierto; seguir buscando para que su partido le abra la puerta principal o de plano irse por otras que ya le han ofrecido los partidos de oposición.
Solamente Mario López Valdez sabrá en donde ubicarse entre estas dos máximas “el fin justifica los medios” o bien “los medios justifican el fin”. Suerte.

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