31 ene 2011

Columna Itinerario Político

Ganan Marcelo y Calderón; pierden Manlio, Peña y AMLO

De nueva cuenta los ciudadanos dieron el ejemplo a una clase política que se enfrascó en una grosera guerra mediática de resultados.

Columna Itinerario Político/Ricardo Alemán
Excélsior, 31 de enero de 2011;
Son muchos los indicios de que el ganador de la elección de Guerrero será el candidato Ángel Heladio Aguirre, respaldado por el PAN, el PRD, el PT y Convergencia, cuya coalición habría derrotado de manera contundente al candidato del PRI, el PVEM y el Panal, Manuel Añorve Baños.
A pesar de que menudearon augurios de violencia, la participación ciudadana resultó ejemplar —con una afluencia histórica a las urnas—, mientras que la jornada se llevó a cabo tranquila y el saldo fue “blanco”. Es decir, de nueva cuenta los ciudadanos dieron el ejemplo a una clase política que se enfrascó en una grosera guerra mediática de resultados.

Pero lo novedoso no será el triunfo del PRI que representa Ángel Heladio Aguirre, sino que los verdaderos ganadores de la elección de Guerrero son, en ese orden, Marcelo Ebrard y Felipe Calderón: jefes políticos de las fuerzas políticas que cerraron filas contra el potencial triunfo de Manlio Fabio Beltrones, Enrique Peña Nieto y, de refilón, Andrés Manuel López Obrador. ¿Por qué ganaron el gobernante del DF y el Presidente de la República?
Porque Marcelo y Felipe, a través del PAN y el PRD, se aliaron para tumbar a Enrique Peña Nieto de las alturas electorales en las que lo tiene el PRI. Y es que en Guerrero arrancó la disputa político-electoral rumbo a julio de 2012. Y hoy todo indica que el primer asalto lo ganaron Marcelo y Felipe, es decir, la alianza PRD y PAN. Pero, además, otro gran derrotado fue el poder dizque incontenible de la profesora Gordillo, cuyas huestes no aparecieron por ningún lado, en una elección que será recordada por su cochinero.
Lo cierto es que asistimos a un proceso electoral atípico, en donde las desmedidas ambiciones de poder rompieron las condiciones mínimas de legalidad, respeto a las reglas dadas y certeza, instrumentos básicos de una elección confiable y garantías mínimas de un proceso legítimo. Se vivió el más lamentable retroceso político electoral en décadas, al llegar a los tiempos preciviles en los que el PRI se valía de todo para conservar el poder. Sólo que ahora esas prácticas son propias del PAN y del PRD.
El de Guerrero resultó un proceso electoral ejemplar… pero de la forma en que los partidos políticos han secuestrado las elecciones, al margen del interés ciudadano. Y ese ejemplo puede servir a los ministros de la Suprema Corte que hoy podrían iniciar el debate en torno a la inconstitucionalidad o no del artículo 41 constitucional —que prohíbe a los ciudadanos no organizados en partidos, utilizar la radio y la televisión para pagar propaganda a favor o en contra de un partido o candidato—, de la importancia de garantizar los equilibrios entre derechos ciudadanos y facultades de los partidos políticos.
Y es que en Guerrero se rompieron las reglas electorales y los partidos se disputaron, no el gobierno estatal, sino “la gloria” del más cochino, con tal de acceder al poder. Fue tal el desaseo, que ya no importa si ganó el PRD, el PRI o el PAN, sino que perdieron el estado de Guerrero y la democracia electoral toda. Pero hay algo peor.
Lo que observamos en Guerrero, augura que la polarización y la guerra electoral que vivimos en 2006 fue juego de niños, frente a la carnicería que habrá en 2012. ¿Esa es la democracia electoral que queremos? Al tiempo.
EN EL CAMINO
Juan Ignacio Zavala se ocupa del trabajo del autor de este espacio, en su colaboración dominical de Milenio, texto que, por cierto, lo retrata de cuerpo completo. Pero se equivoca otra vez, porque aquí nunca dijimos que no escribió el texto de su colaboración del pasado miércoles en Milenio. Leyó mal, como de costumbre, pues señalamos que, debido a su cercanía con Los Pinos, Zavala es parte de las decisiones que vinculan al poder presidencial con el PAN, como lo sabe todo el mundo. Y esa parte interesada se refleja en sus artículos. Eso fue todo.
Por lo demás, no es secreto que Zavala realiza tareas de operación política entre Los Pinos y el PAN —como consta a los periodistas—, y que esos oficios valieron en la declinación del candidato del PAN en Guerrero. Y, claro, cuando aludió a este espacio, no dedicó una sola línea a desmentir esa realidad.
En cambio, intentó ofender al autor del Itinerario Político, desprestigiar su nombre y el de sus seres queridos, con calumnias sacadas de la alcantarilla de la política. Pero ni sus cargos ni sus relaciones le alcanzan para calumniar de manera impune. Por eso, y por lo que representa, debe probar sus señalamientos calumniosos y, si existe honestidad, debe retractarse.
***

No hay comentarios.:

Hoy es el recorrido de "La novia de Culiacán"

Guadalupe Leyva, o mejor conocida como «Lupita, la novia de Culiacán» es una leyendas de de la capital del estado.  Este domingo 22 de dicie...