“Corrientes tres cuatro ocho,
segundo piso, ascensor.
No hay porteros ni vecinos.
Adentro, cocktail y amor.
Pisito que puso Maple:
piano, estera y velador,
un telefón que contesta,
una victrola que llora
viejos tangos de mi flor
y un gato de porcelana
pa' que no maúlle al amor.
Y todo a media luz, que es un brujo el amor,
A media luz los besos, a media luz los dos.
Y todo a media luz, crepsculo interior,
Que suave terciopelo la media luz de amor.
Juncal doce venticuatro, telefonea sin temor,
De tarde te con masitas, de noche tango y amor,
Los domingos the danzante, los lunes desolación.
Hay de todo en la casita, almohadones y divanes como en botica,
Coco, alfombras que no hacen ruido y mesa puesta al amor..."
La verdad no sé si existió esa casa de citas; ese burdel que describe Carlos César Lenzi en su canción: A Media Luz. Supuestamente debía haber estado en el centro de Buenos Aires, en la calle Corrientes 348.
Cuando uno visita esa ciudad es inevitable caminar por esa avenida y buscar ese lugar “mágico” que dicen existió allá por los años 20.
¡Ah, me la imagino!
¡ Ha de haber sido un lugar “sagrado”, perfecto para el placer!
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¿La Casa de La Bandida, o la casa de Corrientes 348?
Y de repente pregunto ¿sería mejor que los que tuvo Graciela Olmos, “La Bandida” en México?
¡Quién sabe!
La Bandida –la mayor lenona de México- tuvo varias casas de amor.
La última, estaba ubicada en la Colonia Roma de la Ciudad de México; ahí por avenida Durango y Salamanca; hoy es una sucursal bancaria.
Pero la verdad es que fueron diferentes.
En Buenos Aires se escuchaba el tango tocado en Victrola y con La Bandida era música viva; lo mismo cantaba José Alfredo Jiménez, que Agustín Lara y Marco Antonio Muñiz.; la clientela era muy variada. Eran clientes asiduos tanto la clase política de México como parroquianos comunes y corrientes: asistían a beber, bailar, cantar y etcétera; (de todo como en Botica), poetas, escritores, toreros.
Ahí se podía encontrar lo mismo a David Alfaro Siqueiros que al poeta chileno Pablo Neruda bebiendo unos tragos –¡como debe ser!- con los jóvenes literatos Octavio Paz, Carlos Fuentes, o Carlos Monsiváis.
Ahí en La Bandida no se discriminaba a nadie, podía asistir cualquier gente; había 50 meseros, 100 mujeres, y había de todo como en "Botica Coco".
Joaquín Sabina escribió una canción que es ideal para recordar al burdel de la Bandida; yo creo que esa frase se la dedico al lugar; dice Sabina:
“No había nadie detrás
de la barra del otro verano.
Y en lugar de tu Bar
me encontré una sucursal del
Banco Hispano Americano...”
La última casa de La bandida es hoy una sucursal de Bancomer..
Regresemos a Corrientes 348.
Carlos Lenzi –su autor-, la describe como una casa de citas elegante, de alta categoría, seguramente ha de haber sido muy caro el servicio; había muebles de la compañía Maple, Teléfono - que sonaba sin césar- adornos de porcelana; como el gato para que no maúlle al amor.
Por cierto Botica Cocó es la expresión del argot -lunfardo-para aludir a la cocaína… cuya venta, al tiempo de componerse este tango, era legal. O sea, había de todo en es lugar (de todo como en Botica)
Y claro descansaba los lunes como debe ser.
El tango ha sido grabado por muchos, empezando por Carlos Gardel.
Me gusta como lo interpreta Libertad Lamarque en un filme donde sale Piporro fumando puro y bebiendo como Dios manda, junto a él Pedro Infante!
Rocío Durcal lo interpreta magistralmente.
Y me fascina como lo bailan los que saben hacerlo
PD: La verdad es que no había necesidad de poner un gato de porcelana en aquel lugar sagrado; bastaba un gato de verdad o quizás mejor un perro. El gato maúlla al amor...el perro es discreto., no dice nada….es perfecto.Maple era una conocida mueblería de origen británico que tenía su local inicialmente en Carlos Pellegrini 326 y después en la calle Suipacha casi esquina Viamonte de Buenos Aires. Vendía tanto muebles como accesorios –primero importados y luego de fabricación nacional- y funcionó entre 1850 y 1982 como MAPLE & Company y, desde entonces, como empresa local en otro domicilio.
"Juncal 1224" es un número de teléfono ya que, esa época, era usual indicar con un nombre la característica, esto es los dos primeros números, en el caso "Juncal", seguido por los otros cuatro.
NOTAS..Autores: Carlos César Lenzi ( Montevideo, Uruguay, 3 de noviembre de 1895 – Buenos Aires, 10 de junio de 1963 fue un diplomático, poeta y escritor que es autor de varias letras de tango, entre los cuales se encuentra A media luz.
Y la música es de Edgardo Donato (14 de abril de 1897, Buenos Aires, Argentina - 15 de febrero de 1963), Buenos Aires, cuyo nombre completo era Edgardo Felipe Valerio Donato fue un director de orquesta, compositor y violinista.
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