Javier Bataz Benítez, In memoriam

Javier Bataz Benítez/FA

In memoriam.

Todo tiene su tiempo...Eclesiastés.

“Uno es lo que ama, no lo que le aman”: Charlie Kaufman.

Mi amigo Javier Bataz Benítez ha muerto...

Ah que pena siente el alma!

La tarde de este lunes 8 de julio de 2013 murió mi amigo -y compadre-, Javier Bataz Benítez; tenía menos de 50 años de edad. 
Lamento mucho su deceso; deja viuda a Sandra y a tres hijos en la orfandad, Paola, Samantha y Memo.

Javier sufrió un lamentable accidente automovilístico la tarde del 24 de junio en la llamada Autopista del Sol; en el lugar conocido como “Cuatro Vientos”, tramo comprendido entre Puente de Ixtla y Xoxocotla, en el estado de Morelos.
Venía a la Ciudad de México a una reunión de trabajo y de paso visitar a su familia.

Ese día me hablo a mi teléfono celular: -amigo, ¿te puedo ver más tarde?-me preguntó. 
¡Por supuesto-, le respondí de inmediato, e  incluso lo invite un mezcal en la presentación del libro Soy un hombre de Pluma y me llamo Renato, en la cantina La Jalisciense.

No llegó. 
Tampoco supe de su accidente. 
Me enteré seis días después; Sandra me habló por teléfono para darme la noticia. 
¡Me quedé helado! 
Al día siguiente cancelé todas mis actividades y me fui a verlo al hospital a Cuernavaca, Morelos, me acompañó mi hijo Fred Alberto, también cercano a Javier, a quien le decía "Campeón".
¡Confieso que me dolió verlo en ese estado!
Abrió los ojos. Ns vio a mi hijo y a mi; quiso hablarme. No pudo. Me regalo una sonrisa. Cerro los ojos, estaba sedado. 
Estuve en ese cuarto de hospital media hora sin hablar.
Regresé a casa muy madreado.
Creo que Javier al darse cuenta de su situación ya no quiso vivir....así; de repente dejo de comer.
Supe -de hecho sentí un frío repentino-, en ese momento que difícilmente la libraría.
Vivir en ese estado no es vivir, no para una persona como Javier, que era toda vida, disfrutaba mucho jugando fútbol.
Esa noche al llegar a casa -ya no me concentré- y  escuche -una y otra vez- el tango que le gustaba y cantaba mi padre- a veces parece que las canciones como los poemas se escriben para uno-; La Cama Vacia, que dice:
"Desde un tétrico hospital 
donde se hallaba internado, 
casi agónico y rodeado 
de un silencio sepulcral, 
con su ternura habitual, 
la que siempre demostró, 
quizá con esfuerzo o no 
desde su lecho sombrío, 
un enfermo amigo mío 
esta carta me escribió. 
"Querido amigo quisiera, 
que al recibir la presente, 
te halles bien, y que la suerte 
te acompañe por doquiera. 
Por mi parte, mal pudiera 
decirte que estoy mejor, 
si al contrario, en mi dolor, 
postrado en mi lecho abjecto 
ya soy un pobre esqueleto 
que a mi mismo me da horror. 
"La carta es para decirte 
que si podés algún día, 
vení a hacerme compañía 
vos que tanto me quisiste; 
estoy tan solo y tan triste 
que lloro sin contenerme, 
ya nadie suele quererme, 
todos se muestran impíos, 
de tantos amigos míos 
ninguno ha venido a verme. 
http://www.youtube.com/watch?v=dU-zAfb0Z-0
Hablé con algunos amigos les pedí que fueran a verlo; como dice el tango..."de tantos amigos míos...".
Bataz – como yo le decía-, actualmente se desempeñaba como director general del Instituto de Capacitación para el Trabajo (Icategro) del Estado de Guerrero; fue Subsecretarío de Asuntos Religiosos del gobierno de Guerrero. 
Lo conocí y lo traté de cerca, desde febrero de 1997. Trabajamos juntos en el IFE del DF, estábamos metidos en la organización de aquellas elecciones locales y federales y por primera vez se nombraría por el voto directo al Jefe de Gobierno de la Ciudad.

Tenía la responsabilidad  -en gran parte- de la organización del proceso electoral. Y apareció Javier de repente, no lo conocía- sabía de él ya que había estudiado economía en el IPN, y quizá algunas veces nos encontramos por ahí.
Me sorprendió su manera de ser.
Tenía necesidad de trabajo., y nosotros necesitábamos gente como él; como dicen “se juntaron el hambre con las ganas de comer.” 
De inmediato se puso la camiseta!

¡Qué garra de cabrón!

Por esos días nació una de sus hijas.; Samantha.

Desde ese momento nos hicimos amigos, después compadres.
Coincidimos también trabajando en la Comisión de RTC de la Cámara de Diputados en la LVII Legislatura. 
Después se fue a Guerrero y por allá trabajo años.

Fue responsable de los Asuntos Religiosos, en la Secretaría de Gobierno; trabajo al lado de varios gobernadores; entre otras actividades, conformó el Consejo Interreligioso de Guerrero. Alguna vez me invito a dar una charla con José Antonio Roman y Carlos Martínez Assad.
Debo decir que en poco más de 16 años que trate a mi amigo Javier Bataz, ¡nunca lo vi derrotado! 
Y sabía que algunas veces  -andaba escaso de recursos  y nunca -nunca- se quejaba, siempre bien arreglado, con sus trajes limpios y planchados; "lo que me sobra es dinero, me decía en forma de broma. 
Era admirable su ánimo positivo!

Soñaba con ser Presidente Municipal de su Pueblo natal: Coyuca de Benítez..

Lo intentó dos veces, una vez lo amenazaron de muerte,

No tenía miedo.
Me hice coyuquense.

En diciembre de cada año. Javier me invitaba con la familia a su posada de paisanos de Coyuca. La última vez se despidió de ser el responsable del organizador de la fiesta. y decidió dejar la batuta a los hijos de sus amigos; en el grupo se nombró a Paola Andrea, su hija. 
La fiesta se celebra cada año en la colonia Juárez, en un local prestado, cada familia lleva de comer, y se comparte entre todos...
Jamás se ha celebrado otro reunión, o por lo menos no he sido convocado..
Le gustaba festejarse su cumpleaños; una vez le escribí:

Javier Bataz:

¡Sólo para desearte tengas un excelente día!

Recuerda que sólo se cumplen 42 ('?) años una vez en la vida.

Y seas a no una persona creyente, lo primero que debes hacer es ¡darle gracias a Dios por la vida!

¡Prohibido no hacerlo!

Alguien dijo por ahí sí hay algo que celebrar ¡es la vida misma! No porque sea todo lo que tenemos, sino porque es lo más importante de lo que tenemos.

Jaime Sabines dijo antes de morir y con mucha acierto: "No hay que llorar la muerte, es mejor celebrar la vida".

Felicidades Bataz y sinceramente

¡Un fuerte abrazo!

PD. Ya habrá tiempo para vernos y bebernos una botella de vino. o una cerveza..

Javier disfrutaba la vida jugando fútbol en eso se parecía a mi hijo.

Varias veces fuimos a Coyuca, a su casa, a la playa.

Siempre me preguntaba por el Dr. Jaime Castrejón Diez, a quién le tenía aprecio.
Su ultimo deseo fue que lo sepultaran en Coyuca; a un lado de su padre.

Era enero de 2013:
-Tómame una foto con mi paisano- me dijo.. Y lo hice, Caminábamos por el Centro histórico de la Ciudad..(en la foto).

Lamento mucho su muerte, y además con la perdida de Bataz he descubierto que tengo muy pocos amigos...

“Cuando un amigo se va

queda un espacio vacío,

que no lo puede llenar

la llegada de otro amigo.

(...)

Cuando un amigo se va,

una estrella se ha perdido,

la que ilumina el lugar

donde hay un niño dormido...."Alberto Cortés.

** 

 Muerte del hombre

Si acaso el ángel desplegara

la sábana final de mi agonía

y levantara el sueño que me diste, oh vida,

un sueño como ave perdida entre la niebla,

igual al pez que no comprende

la ola en que navega

o el peligro cercano con las redes;

si acaso el ángel frente a mi dijera

la ultima palabra,

la decisión mortal de mi destino

y plegando las alas junto a mi cuerpo hablara,

como cuando el rocío desciende lento hacia la rosa

al dar el primer paso la mañana,

ya miraría en mi sangre

el negro navegar, la noche incierta,

el pájaro que sufre sin sus alas

y la más grave lentitud: la muerte.

Aun cerca de la íntima agonía

estás, oh muerte, clara como espejo;

más abierta que el mar,

más segura que el aire que entró por la ventana,

más mía y más ajena

por mi sangre y mis brazos

en esta soledad.

Estás tan fértil como niño

que, angustiado, llora antes de ser,

entre la sangre siendo

y por la piel más vivo que la piel;

te llevo como árbol, tierra y cauce,

y eres la savia pura,

la flor, la espuma y la sonrisa,

eres el ser que por mi sangre es

como la estrella ultima del cielo.

 Si acaso el ángel sigiloso

abriera la ventana

te miraría salir interminablemente

como un tiempo cansado

hacia su sombra vuelto,

como quien frente al mundo se pregunta:

"¿En qué lugar está mi soledad?"

 Si acaso el ángel me mirara,

abierta ya la niebla de mi carne,

sin nubes, sin estrellas,

sin tiempo en que mecer la luz de mi agonía,

encontraría tan sólo a ti, oh muerte,

llevándome a tu lado, fiel;

te encontraría tan sola a ti, sin mí,

ya sin cuerpo ni voz,

sin angustia ni sueños,

te hallara entonces pura, oh muerte mía...."Ali Chumacero.