Los obispos de México expresaron
su dolor por los actos vandálicos contra la Catedral de Hermosillo, y
criticaron la “intolerancia” y el “triste desprecio” por la libertad religiosa
que exhibe esta agresión.
Durante
la madrugada del 20 de enero de este año, la Catedral Metropolitana Nuestra
Señora de la Asunción en Hermosillo (México) sufrió un ataque vandálico, en el
que se dañaron las imágenes y se abrió el sagrario.
El
ataque contra la Catedral es el segundo en menos de un mes. En diciembre de
2014, una imagen de la Virgen de Guadalupe sufrió serios daños luego de que
fuera arrancada de su marco.
En
declaraciones recogidas por el medio mexicano El Imparcial, el Arzobispo de
Hermosillo, Mons. José Ulises Macías Salcedo, indicó que “algunas imágenes
están volteadas, las pusieron de espaldas, el sagrario lo abrieron, no sé
exactamente qué más hicieron".
Los
vándalos realizaron daños en cuatro altares, indicó, destacando que “el mayor
de los daños estuvo en la capilla del Santísimo”.
“Se
llevaron algunos elementos que parecían valiosos, en realidad no son
tanto", dijo el P. Lizárraga.
En
su mensaje difundido el 27 de enero, el Consejo de Presidencia de la
Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) manifestó que “se une al dolor de la
Arquidiócesis de Hermosillo por los reprobables actos vandálicos de que fue
objeto su Catedral”.
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