Diversas
intervenciones durante la 39 Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública
México DF., a 18 de diciembre de 2015
-MODERADORA:
Para moderar los trabajos de esta Sesión, queda en uso de la palabra el maestro
Álvaro Vizcaíno Zamora, Secretario Nacional de Seguridad Pública.
-MTRO.
ÁLVARO VIZCAÍNO ZAMORA: Con su permiso, señor Presidente.
Muy
buenos días, Gobernadora y Gobernadores; miembros del Gabinete de Seguridad;
invitados especiales; representantes de los medios de comunicación.
Señoras y
señores:
De
conformidad con el registro de asistentes, se encuentran presentes la mayoría
de los integrantes de este Consejo, por lo que informo a usted, señor
Presidente, que existe quorum para celebrar la 39 Sesión Ordinaria del Consejo
Nacional de Seguridad Pública.
Asimismo,
se informa que, en cumplimiento al Acuerdo Décimo Primero de la 38 Ordinaria
del Consejo Nacional, la Comisión Electora designó como invitada permanente
ciudadana sustituta al Consejo Nacional a la maestra María Angélica Sosa
Garnica, a quien le damos la más cordial bienvenida.
Me
permito someter a la consideración de los integrantes del Consejo el Orden del
Día para su aprobación, el cual se encuentra en sus carpetas de trabajo.
Los que
estén a favor de su aprobación, sírvanse manifestarlo, levantando la mano.
Gracias.
Señoras y
señores:
El Orden
del Día ha sido aprobado.
Asimismo,
someto a su consideración el Acta de la Trigésima Octava Sesión del Consejo
Nacional de Seguridad Pública, celebrada el 21 de agosto de 2015, la cual les
fue entregada de forma previa.
Quienes
estén a favor, les pido manifestarlo levantando la mano.
Gracias,
señoras y señores Consejeros.
El
Acta de la Sesión ha sido aprobada
Para
desahogar el siguiente punto, informo a las y los integrantes del Consejo
Nacional que el Secretariado Ejecutivo
ha presentado su Informe y ha recibido los informes de las
Comisiones Permanentes y Conferencias
Nacionales que integran este Sistema. Dichos informes, han sido entregados a
ustedes, por lo que consulto a las y los integrantes del Consejo Nacional, si
están de acuerdo en tenerlos por presentados, expresándolo levantando su mano.
Gracias.
Se tienen por presentados los Informes correspondientes.
Como siguiente punto del Orden
del Día, hará uso de la palabra el Secretario de Gobernación, licenciado Miguel
Ángel Osorio Chong.
-SECRETARIO
MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG: Con su autorización, señor Presidente de la
República, licenciado Enrique Peña Nieto.
Señor
Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores; de la Cámara de
Diputados.
Gobernadora,
Gobernadores; Jefe de Gobierno; Legisladores; Consejeros ciudadanos e
integrantes del Gabinete; Señor Secretario de la Defensa; Secretario de Marina;
Procuradora; funcionarios y representantes de la sociedad civil.
Señoras y
señores:
En
diciembre del 2012, el Consejo Nacional de Seguridad Pública encabezado por
usted, señor Presidente, se reunió para delinear una nueva ruta en materia de
seguridad.
Lo
hicimos con plena consciencia de que el país atravesaba por una situación
compleja derivada de la violencia creciente.
Acudimos
con la convicción de que no existían respuestas simples, ni soluciones
inmediatas, que por el contrario, se requería comprender las múltiples causas
de este fenómeno y actuar de manera coordinada para ofrecer resultados
concretos a las y los mexicanos.
Así, bajo
su liderazgo, señor Presidente, nos propusimos sentar las bases para lograr un
México sin violencia, abordando la seguridad desde una perspectiva de Estado,
no de Gobierno.
Por eso y
como usted instruyó, pusimos la política al servicio de la seguridad,
trabajando de la mano de autoridades locales y junto con la ciudadanía,
privilegiando lo que nos une y sumando esfuerzos con Legisladores, Gobernadores
y sociedad civil a partir del diálogo y los acuerdos.
Tenemos
claro, todos los aquí presentes, que en materia de seguridad no puede ni debe
haber espacio para cálculos políticos, porque se trata de un tema en el que las
y los mexicanos no quieren ver confrontación sino trabajo en equipo y
resultados.
Al mismo
tiempo, asumimos el compromiso de apoyar de forma permanente a las entidades a
partir de una estrecha coordinación entre instituciones del Gobierno de la
República y autoridades locales.
Gracias a
ello, hoy como nunca antes se cuenta con mecanismos para compartir información
y definir estrategias conjuntas.
Esto ha
permitido hacer un frente común diseñando en cada región soluciones articuladas
más allá de competencias.
Porque el
Gobierno de la República acude siempre y sin regateo en apoyo de las entidades
donde existen los mayores retos o donde condiciones particulares ameritan la
presencia de Fuerzas Federales.
Y como lo
ha instruido, señor Presidente, lo seguiremos haciendo. Siempre insistiendo en
que los gobiernos locales deben corresponder a este esfuerzo, actuando siempre
de la mano de la sociedad, porque en el combate a la delincuencia y a la
impunidad no hay mejor aliado que ciudadanía.
Desde la
prevención de la violencia y la medición de indicadores hasta la toma de
decisiones en espacios como este Consejo. En este Gobierno en cada momento y en
cada lugar siempre ha estado presente la sociedad.
Hablo de
espacios como Palmitas, en Hidalgo; la Colonia Nuevo México, en Torreón; o el
centro de La Pila, en Durango, donde se logró recuperar la convivencia y darle
a la comunidad un nuevo rostro y esperanza.
Hablo
también de Michoacán que dejó de ser sinónimo de desintegración y se está
convirtiendo en un modelo de cómo superar los desafíos en corresponsabilidad.
Y así,
podría citar muchísimos más ejemplos, donde la suma de sociedad y Gobierno ha
sido la fórmula para recobrar la confianza y fortalecer el Estado de Derecho.
De este
modo, señor Presidente, y como usted lo ha instruido, hoy México avanza bajo
una política de Estado que va más allá de discursos. Una política que se
sustenta en esfuerzos tangibles y cuyos resultados se están reflejando, poco a
poco, en mejores condiciones de seguridad para los habitantes.
Así lo
demuestran uno a uno los indicadores delictivos.
Hechos
que antes eran permanentes y cotidianos, hoy son noticia. Así lo demuestran,
también, las distintas regiones del país en las que hemos recuperado los
espacios públicos de manos de los criminales.
Donde los
enfrentamientos en bulevares y plazas eran cotidianos. Donde las escenas de
vehículos en cantidades, verdaderamente, impresionantes de la delincuencia
organizada recorrían las calles, todos los veían todos los días. Donde las
familias habían dejado de salir de sus hogares por temor.
Hoy, en
muchas de esas entidades hemos devuelto esos espacios a quienes realmente le
pertenecen, a la ciudadanía.
Y lo más
importante: más allá de cifras o de acciones, son las historias de vida.
Historias que Nuevo León, Chihuahua o La Laguna, Sinaloa, por mencionar algunos
casos, plasman un antes y un después gracias al trabajo conjunto para
desarticular al crimen, restablecer el tejido social y construir instituciones
que sirvan a la ciudadanía.
Porque la
mejor apuesta que podemos hacer como país es consolidar instituciones eficaces
y confiables. Esa es la vía que usted, señor Presidente, ha planteado para
garantizar la tranquilidad duradera.
Porque
nuestro compromiso es en el aquí y en el ahora, pero la seguridad que merecen
las mexicanos debe de ser permanente. Ese ha sido el objetivo de las
transformaciones estructurales que estamos impulsando.
Y esta
Sesión del Consejo habrá de ser, nuevamente, un espacio idóneo para definir
soluciones conjuntas.
Al
respecto, destacó cuatro acuerdos que habrán de ponerse a su consideración.
Primero.
En el marco de la instrucción que dio usted, señor Presidente, de concretar un
número único de atención a emergencias, contamos ya con un catálogo nacional de
incidentes y con una propuesta de ley para establecer el sistema.
la
Hoy, se
propone a este Consejo dar un paso más al aprobar una norma técnica para
estandarizar la operación, atención y calidad de estos centros, sin importar
dónde se encuentren.
Segundo.
Se propondrá un acuerdo para homologar las bases de datos criminalísticas y de
personal de los tres órdenes de Gobierno, lo cual nos permitirá contar con
información más precisa.
Tercero.
Se votará un acuerdo para evitar que corporaciones locales utilicen vehículos o
vestimenta que pudieran ser confundidos con aquellos usan y utilizan las
Fuerzas Armadas. La envestidura de nuestras Fuerzas Armadas es símbolo de
orgullo, reconocimiento y confianza entre los mexicanos. Por ello, el objetivo
de este acuerdo es distinguir a los integrantes de las Fuerzas Armadas.
Finalmente,
en la ruta de articular capacidades institucionales se propondrá estandarizar
la adquisición e instalación de tecnología de videovigilancia.
Se trata
de que en las 32 entidades los equipos se coloquen estratégicamente, se
comuniquen entre sí y puedan operar de manera conjunta.
Reitero,
de ser aprobados estos acuerdos y los demás que en este Consejo se determinen,
abonaremos a seguir generando respuestas de Estado para garantizar la
tranquilidad que las familias mexicanas merecen.
Señor
Presidente:
Bajo sus
instrucciones estamos avanzando con rumbo y determinación, atendiendo lo
inmediato y al mismo tiempo sentando las bases para generar soluciones de
fondo.
Tenemos
claro que hay retos y más que sentirnos satisfechos con lo alcanzado, nos
sentimos obligados a seguir trabajando, a redoblar el paso y entregar a la
ciudadanía mejores resultados.
Eso es lo
que las y los mexicanos merecen, y eso es lo que, como usted nos ha instruido,
señor Presidente, habremos de seguir abocándonos.
Muchas
gracias.
-MTRO.
ÁLVARO VIZCAÍNO ZAMORA: Gracias, señor Secretario.
En
términos de lo expuesto por el Secretario de Gobernación, se somete a la
consideración de las y los integrantes del Consejo Nacional, la aprobación de
la Norma Técnica para la Estandarización de los Servicios de Atención de Llamadas de Emergencia.
Asimismo,
se somete a su consideración que se instruya al Secretariado Ejecutivo a
desarrollar una nueva metodología para la evaluación de s bases de datos,
criminalísticas y de personal, y a elaborar una norma técnica para estandarizar
las características técnicas y de interoperabilidad de los sistemas de
videovigilancia para la seguridad pública.
Por
último. Se pone a su consideración la aprobación de un acuerdo mediante el cual
las entidades se comprometen a establecer medidas de revisión y control permanente
para garantizar que ninguna corporación estatal o municipal y ninguna empresa de seguridad privada empleen
uniformes o vehículos con colores, imágenes o diseños similares en grado de
confusión con aquellos que son de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
Quienes
estén a favor de aprobar los acuerdos mencionados, les solicito expresarlo
levantando su mano.
Gracias.
Los acuerdos han sido aprobados.
A
continuación, para atender el séptimo punto del Orden del Día, cedo el uso de
la palabra al doctor Juan Manuel Carreras López, Gobernador del Estado de San
Luis Potosí.
-GOBERNADOR
JUAN MANUEL CARRERAS LÓPEZ: Muchas gracias, señor Secretario Ejecutivo.
Señor
Presidente de la República, Enrique Peña Nieto; señores representantes de las
Cámaras de Diputados y Senadores; señores Secretarios de Estado; señora
Procuradora General de la República; señor Presidente de la Comisión Nacional
de Derechos Humanos; señora Gobernadora; señores Gobernadores; señor Jefe de
Gobierno de la Ciudad de México.
Señoras y
señores Consejeros Ciudadanos; señor Secretario del Sistema Nacional de
Seguridad Pública:
La
violencia de género es un fenómeno que de manera histórica ha afectado a
mujeres en todo el mundo. Con frecuencia, muchas de ellas han sido, siguen
siendo víctimas de agresiones físicas, psicológicas o de alguna forma de
discriminación.
Se
considera que en México más del 60 por ciento de las mujeres mayores de 15 años
han sufrido algún incidente de violencia
física o verbal por parte de su pareja.
Desafortunadamente,
se trata de un fenómeno que en muchas ocasiones permanece oculto; en muchos de
estos casos los sucesos no son reportados o denunciados.
Las
estadísticas más recientes nos señalan que por distintas razones, solamente,
aproximadamente, el 14 por ciento de las mujeres que viven violencia en su
relación se acercan a una autoridad para pedir ayuda. Ya sea porque creyeron
que se trataba tal vez de algo sin importancia, por miedo o por amenaza, por
vergüenza o por desconfianza ante las autoridades, porque muchas veces también,
piensan que no podían denunciarlo.
Hace
cinco años este Consejo Nacional aprobó de manera prioritaria la creación de
Centros de Justicia para las Mujeres como espacios integrales donde pudieran
acceder, en un mismo espacio, a todos los servicios que requieren quien ha sido
víctimas de la violencia.
Se
diseñaron entendiendo que acercar apoyo jurídico y psicológico era no sólo una
manera de brindarles el acceso a una justicia eficaz, sino además, la mejor
manera de evitar la revictimización de las mujeres y ser también así un
instrumento importante de prevención del delito.
De 2010 a
la fecha, se han construido y puesto en operación 26 Centros de Justicia para
Mujeres en 19 entidades federativas. Destaco que tres cuartas partes de ellas
se han construido en la Administración del Presidente de la República, Enrique
Peña Nieto.
A estos,
se les suman otros nueve que están en construcción, y dos centros adicionales
de justicia familiares que ya operan.
En estos
centros se han invertido ya una cantidad muy importante, cerca de 865 millones
de pesos de recursos Federales y, que sin duda, están contribuyendo a atender
esta problemática.
Por qué.
Porque ya
se han atendido a más de 232 mil mujeres que han encontrado allí un espacio de
confianza para acercarse a la autoridad, para plantear el problema que
enfrenta.
Pero
además, estos centros empiezan a ser cada vez más espacios que les permiten no
sólo resguardarse, sino también encontrar oportunidades para rehacer su vida,
para salir adelante o para encontrar la manera de valerse por sí mismas,
estableciéndose así, una auténtica política de prevención del delito y de
combate a actividades delictivas de violencia o de maltrato.
Por eso,
creo importante reiterar que en este Consejo Nacional la máxima instancia de
Seguridad Pública en el país rechacemos terminantemente cualquier conducta
violenta en contra de la mujer.
Y en este
sentido, tenemos la responsabilidad no únicamente de mantener, sino de
fortalecer las políticas que han demostrado ya ser exitosas para erradicar la
violencia de género, tal es el caso de los centros de justicia.
Por ello,
y de cara al futuro, quiero presentar una propuesta en dos sentidos:
La
primera. Es que este Consejo Nacional acuerde el inmediato compromiso de todas
las entidades federativas para contar, a más tardar en agosto de 2017, por lo
menos con un Centro de Justicia para las Mujeres con los recursos suficientes
para su operación.
Asimismo,
que se constituya una base nacional de datos de la violencia contra las mujeres,
esto con el fin de seguir avanzando en el diseño e instrumentación de políticas
asertivas, que nos ayuden un salto hacia una vida libre de violencia por
cuestiones de género.
Muchas
gracias.
-MTRO.
ÁLVARO VIZCAÍNO ZAMORA: Gracias, señor Gobernador.
En
atención a lo expuesto por el señor Gobernador de San Luis Potosí, se somete a
la consideración de las y los integrantes del Consejo acordar que a más tardar
en agosto de 2017, todas las entidades federativas cuenten con, por lo menos,
un Centro de Justicia para las Mujeres.
En
cumplimiento a lo anterior, se instruye al Secretariado Ejecutivo para que,
junto con las entidades federativas, se destinen recursos del Fondo de
Aportaciones para la Seguridad Pública, FASP, para la construcción, equipamiento
y operación de estos centros.
Quienes
estén a favor de aprobar este acuerdo, les pido manifestarlo levantando la
mano.
Gracias,
señoras y señores consejeros. El acuerdo ha sido aprobado.
Conforme
al Orden del Día, corresponde el uso de la voz a la licenciada Adelina Lobo
Guerrero Serrano, invitada permanente de la sociedad civil a este Consejo.
-LIC.
ADELINA LOBO GUERRERO: Buenas tardes.
Señor
Presidente; Secretario; Consejeros; representantes de la sociedad civil; medios
de comunicación:
El día de
hoy tengo la intención de abordar un tema que ha sido polémico recientemente,
que es la regularización de sustancias. Pero quiero iniciar mi participación
con una breve anécdota.
Hace
algunos meses después de dar una conferencia sobre prevención de conductas
adictivas en una escuela secundaria, se me acerca una niña, 12 años de edad.
Ella me
comenta que recién ese fin de semana había experimentado con una droga, con
unas tachas. Pero que antes ya había probado la marihuana. Cuando yo le
pregunto: y dónde la conseguiste. Ella me dice: bueno, la marihuana me la dio
un primo, y las tachas un compañero de la secundaria.
Ese es el
real acceso que tienen las y los jóvenes a las drogas en nuestro país.
Niños,
niñas y adolescentes que tienen una disponibilidad permanente y los costos de
las drogas de diseño cada vez son más baratos. Estamos hablando de que en el
mercado local, en centros urbanos se puede conseguir una metanfetamina,
conocida como tacha, con un precio de 20 pesos, 25 pesos.
Por eso
nuestros niños, niñas y adolescentes tienen el acceso y la experiencia con
drogas que no deberían de estar teniendo, porque no están teniendo un
desarrollo psicosocial adecuado.
No
discutir la regulación de sustancias ilegales y continuar con la política
prohibicionista nos ha llevado a estigmatizar el tema y con ello combatirlo
sacando el Ejército a las calles. Los hemos llevado a luchar una guerra en la
cual absolutamente todos hemos perdido.
Hemos
perdido, porque en los últimos 10 años es cotidiano enterrar a nuestros
jóvenes.
Hemos
perdido porque, en cierto sentido, se ha desacreditado a las instituciones de
seguridad, porque se han visto involucradas algunas personas y algunas
instituciones de la procuración de justicia, de la seguridad en actos que a
toda la sociedad mexicana confiere y nos lamenta.
Hemos
perdido porque todos los días ingresan jóvenes, mujeres, hombres, adolescentes
al sistema penitenciario. Estos jóvenes que en la mayoría de los casos ha sido
por venta de sustancias, principalmente por la venta de marihuana.
Estamos
encarcelando a nuestros jóvenes, estamos criminalizando a los jóvenes porque no
hemos sido capaces de darles las oportunidades que, desgraciadamente, les está
dando el crimen organizado. Esa es nuestra realidad.
Ya voy a
tratar de seguir la línea, permítanme.
Se estima
que a nivel mundial 246 millones de personas, es decir, una de cada 20 personas
entre 16 y 64 años ha consumido alguna droga en el 2013. El problema se hace
más evidente si hacemos la referencia de que uno de cada 10 usuarios es un
usuario problemático.
Qué
quiere decir esto.
Que tiene
un problema de adicción o que tiene problemas secundarios, como ejercer un tipo
de violencia excesiva al consumir estas sustancias.
Nuestro
país no está exento. Por el contrario, estamos inmersos en la cadena de
producción, distribución y consumo de muchos tipos de drogas ilícitas.
La venta
de sustancias ilegales son la principal fuente de financiamiento de los grupos
del crimen organizado en nuestro país, en la región y en el mundo.
Lo cual
ha permitido que estos tengan acceso a recursos ilimitados para contratar
personal, tecnología, inteligencia y contrainteligencia para comprar
voluntades, armamento, y otros insumos, repercutiendo en el incremento de la
violencia y los delitos de alto impacto.
Violencia
y delincuencia, de la cual la mayoría hemos sido testigos o víctimas.
El
mercado ilegal de las drogas provoca un debilitamiento del Estado de Derecho,
un aumento en la producción de las drogas ilícitas, el fortalecimiento de la delincuencia
organizada, el aumento de la violencia por la disputa del mercado, la reducción
de la inversión licita por temor a este tipo de violencia y una contracción de
la economía, que hemos vivido en los años recientes.
La
política prohibicionista no está funcionando. No hemos sido capaces de proteger
a los niños, niñas y adolescentes. Tenemos que poner en el centro de la
discusión los mecanismos para protegerlos; protegerlos de la delincuencia
organizada que oferta las sustancias ilícitas de alto impacto a su salud.
En este
contexto, es necesario transitar de una política prohibicionista y discutir una política de drogas que contemple, no sólo la regulación
de la marihuana, sino en aquellas instancias que están dañando la niñez y la
juventud para evitar que tengan acceso que actualmente tienen a lo largo y
ancho de nuestro país.
En este
momento, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, están consumiendo estas
sustancias. Es la realidad.
Hablar de
una política de drogas significa abordar el tema de manera seria, científica,
libre de prejuicios, respetando los derechos humanos y con perspectiva global,
asumiendo nuestra responsabilidad y liderazgo en la región.
Por lo
cual, desde este espacio, hago un llamado para redefinir conceptualmente la
política de prevención de adicciones desde el Programa Nacional de
Prevención del Delito, PRONAPRED, para
transitar del modelo prohibicionista a un modelo de prevención de conductas
adictivas, impulsando la investigación sobre prácticas culturales asociadas al
consumo de sustancias legales e
ilegales, así como sus efectos en el ámbito privado y público.
También,
propongo y hago un llamado para realizar un esquema de seguimiento
epidemiológico de urgencias médicas relacionadas con el consumo de sustancias
ilícitas y reguladas, como alcohol y tabaco, lo cual nos permita conocer las
dimensiones reales de la problemática y el impacto que tiene el sistema de
salud y por tanto, ampliar el debate
para la regulación de sustancias distintas a la marihuana.
La
realidad en México es diferente a la de otros países. Podemos considerar experiencias de regulación de drogas en otros países, sin embargo, no
podemos suponer o basar el éxito de la política nacional en esas experiencias.
Atrevámonos
a pensar diferente. Atrevámonos a diseñar e implementar una política de drogas
que proteja a niños, niñas y adolescentes, que garantice el derecho al libre
desarrollo de la personalidad como lo ha conceptualizado la Suprema Corte de la
Nación.
Atrevámonos
a diseñar una política de drogas que deje de criminalizar el consumo, que
impacte en la despresurización de los penales y eventualmente en los índices de
violencia y delincuencia.
Atrevámonos
a pensar una solución en donde México se convierta en el país de referencia en
política de drogas respondiendo a los retos globales con firmeza y apertura.
Señor
Presidente:
Atrevámonos
a hablar de las drogas de frente, sin prejuicios para darles a las generaciones
venideras la protección que a nosotros nos fue negada.
Gracias.
Es cuanto.
-MTRO. ÁLVARO VIZCAÍNO ZAMORA: Gracias
licenciada Adelina Lobo Guerrero Serrano.
A
continuación, conforme al Orden del Día, cedo el uso de la palabra al
licenciado Mario López Valdez, Gobernador del Estado de Sinaloa.
-GOBERNADOR
MARIO LÓPEZ VALDEZ: Señor Presidente.
Señores
Legisladores.
Señores
funcionarios del Gabinete de Seguridad del Gobierno de la República.
Señor
Jefe de Gobierno.
Señora y
señores Gobernadores.
Señor
Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Señor
Presidente antes de hacer mis tres propuestas, trataré de hablar de un estado
maravilloso como Sinaloa.
Todos
ustedes saben que, por décadas, nosotros fuimos los campeones en todo los
delitos.
Al llegar
al Gobierno éramos el segundo estado más violento del país donde se había
perdido la posibilidad de tener actividades en el campo; se había perturbado la
vida social y la vida nocturna; nuestras policías estaban sometidas y rebasadas
y la joya de la corona de Sinaloa-Mazatlán era una triste zona de
damnificación.
Perdimos
los cruceros, se fueron los vuelos, se fueron los turistas, se fue la inversión
y teníamos cinco ciudades o municipios dentro de las 50 más violentas del país.
Seguro
estoy, que muchos de ustedes desconocen que nosotros con el 2 por ciento de la
población, el 3 por ciento del territorio y el 6 por ciento de los litorales,
producimos el 30 por ciento de los alimentos del país.
Nadie
produce más maíz, más tomate, más garbanzo, más atún, más camarón, más pepino,
más berenjena que nosotros. Pero nuestras actividades estaban perturbadas.
Y hoy,
gracias al respaldo y a la colaboración del Gobierno de la República, y se lo
quiero agradecer a nombre de los 18 alcaldes y de los casi tres millones de
sinaloenses, Sinaloa está viviendo otra historia.
Hoy no está
en el foco rojo. No está en la estadística, y antes estábamos a diario en la
nota nacional.
Debo
reconocer que no es Disneylandia que, por cierto, también la tienen hoy con
operativos especiales. De vez en cuando tenemos delitos de alto impacto, pero Sinaloa
es otro.
Mazatlán,
hoy, es el único destino turístico que no tiene cuartos. Mazatlán regresó a la
inversión. En Mazatlán no hay ninguna afectación para la vida social. En el
campo sinaloense tampoco.
Y todo
esto se debe al gran respaldo que nos ha dado su Gobierno, y quiero hacer un
público reconocimiento al Secretario de Gobernación, de Defensa, de Marina, de
PGR, de CISEN, que le dieron fortaleza a nuestras policías civiles para poder
enfrentar a la delincuencia.
Si bien
no está resuelto el problema en mi estado, que ha sido emblemático por décadas,
hoy, Sinaloa no es un problema para la República. Y creo que ese es el trabajo
que tenemos que hacer las autoridades locales.
Muchas
gracias por ese apoyo, señor Presidente.
Estoy
seguro que a los desafíos se les debe responder de manera conjunta, a partir de
decisiones firmes y la suma de esfuerzos, porque si queremos que las
condiciones de seguridad sean las mismas en el Norte, en el Centro y en el Sur
del país, la pauta a seguir es la unión de voluntades en un sólo frente.
De ahí la
importancia de este Consejo y de que estemos reunidos aquí, el día de hoy, para
seguir impulsando acuerdos y políticas que permitan materializar los objetivos
que compartimos.
Para
refrendar a través de acciones puntuales y medidas concretas, el compromiso de
consolidar instituciones de seguridad más eficaces y confiables; y es,
precisamente, en este sentido que me permito poner a su consideración de este
Honorable Consejo, tres acuerdos:
El
primero. Es para poner en marcha un Programa Nacional de Certificación, Calidad
y Permanencia de titulares y personal especializado de los Centros de
Evaluación y de Control de Confianza.
Esta
propuesta parte de reconocer que en la actualidad la capacidad de respuesta de
los centros se ve afectada por los altos índices de rotación de personal.
De ser
aprobado este programa, permitirá certificar las competencias técnicas
necesarias para la aplicación de procedimientos, eliminar costos financieros y
operativos; elevar los niveles de calidad y confiabilidad en las evaluaciones;
y reducir el riesgo que genera la movilidad de personal, que vulnera los
procesos de evaluación y la información generada en los centros.
Un
segundo acuerdo, es para garantizar la permanencia, evaluación y certificación
de los integrantes de las unidades especializadas de combate al secuestro.
Su
finalidad, es poner en marcha las medidas necesarias para que todas las
unidades cuenten con personal especializado, asignado de manera permanente y
con las competencias profesionales requeridas de acuerdo a la función que
desempeñan, ya sea Ministerio Público, peritos, personal policial que realice
funciones de investigación de campo, análisis táctico, operaciones especiales,
asesoría en negociación y manejo de crisis, y negociación, así como personal de
atención a víctimas.
Finalmente,
el tercer acuerdo, es la creación de los lineamientos para el Certificado Único
Policial.
Se trata
de contar con un mecanismo más eficaz para que en todo el país los integrantes
de las corporaciones policiacas cuenten con los conocimientos, habilidades y
aptitudes necesarias, para ello se propone que el Certificado Único Policial
considere al menos cuatro componentes: uno, evaluación de control de confianza,
evaluación del desempeño, evaluación de competencias básicas y, cuatro,
formación inicial o equivalente a la capacitación.
Para
ello, se propone generar las políticas y lineamientos que permitan emitir el
Certificado Único Policial.
Es
cuanto.
Está a
consideración de este Honorable Consejo.
-MTRO.
ÁLVARO VIZCAÍNO ZAMORA: Conforme a lo expuesto por el señor Gobernador, se
someten a la consideración de este Consejo Nacional tres acuerdos.
En primer
término, que se instruya al Secretariado Ejecutivo a diseñar el Programa
Nacional de Certificación, Calidad y Permanencia de Titulares y Personal
Especializado de los Centros de Evaluación y Control de Confianza.
Asimismo,
que la Comisión Permanente de Certificación y Acreditación dé seguimiento a las
políticas de permanencia de los integrantes del Sistema Nacional de
Acreditación y Control de Confianza.
En
segundo término, instruir al Secretariado Ejecutivo a diseñar un procedimiento
que permita asegurar que todo el personal adscrito a las unidades
especializadas de combate al secuestro tenga permanencia en sus unidades,
cuente con evaluaciones de control de confianza aprobadas y vigentes, y que
éstas sean previas a cualquier capacitación, y a que el personal sea evaluado y
certificado en el desarrollo de las competencias requeridas para su función.
Por
último, se somete a su consideración ratificar el acuerdo adoptado por la
Conferencia Nacional de Secretarios de Seguridad Pública, en su Décima Cuarta
Sesión Ordinaria sobre el Certificado
Único Policial.
Asimismo,
se acuerda instruir al Secretariado Ejecutivo a determinar los
lineamientos y las políticas generales
para la emisión del Certificado, así como el desarrollo e implementación del
mismo.
Quienes
estén a favor de aprobar estos acuerdos, sírvanse manifestarlo levantando la mano.
Gracias,
señoras y señores Consejeros. Los acuerdos han sido aprobados.
A
continuación, hará uso de la palabra el
doctor Alberto Javier Olvera Rivera, invitado permanente de la sociedad civil a
este Consejo.
-DR.
ALBERTO JAVIER OLVERA RIVERA: Muchas gracias.
Señor
Presidente; señoras y señores miembros del Consejo Nacional de Seguridad
Pública.
Aprovecho
la ocasión de hacer uso de la palabra para recordar que estamos a seis meses de
que se venza el plazo para la plena implementación de la Reforma Penal a nivel
nacional.
En un
momento histórico en el que la sociedad mexicana manifiesta en diversas formas
su hastío con la impunidad y la corrupción, el éxito de la Reforma Penal
es fundamental para la legitimidad del
Estado.
La
Reforma Penal es clave para la construcción de la democracia, que no consiste
solamente en elecciones competitivas, sino en la construcción de sus sujetos,
los ciudadanos, que no pueden ser tales si no tienen acceso efectivo a la justicia. Esto es un
sistema que garantice el goce de los derechos civiles y resuelva los conflictos
individuales y colectivos, de forma tal que las desigualdades existentes no
impacten negativamente a los sectores más vulnerables.
De otra
forma, la desigualdad conduce al clientelismo y a la dependencia individual y
colectiva hacia los poderes fácticos, así como a la violencia y al crimen. En
suma, a formas autoritarias de relaciones sociales que alimentan formas
igualmente autoritarias de ejercicio del poder político.
Es tal la
importancia de la Reforma Penal que debemos advertir sobre los graves riesgos
que implica su implementación parcial o incompleta. A la fecha, como lo indican
los informes de la SETEC, pocas entidades federativas han completado el
proceso. Mientras la mayoría se encuentra en fases intermedias, a meses de que
concluya el plazo para finalizar su implementación.
En
realidad, el problema es aún más serio si tomamos en cuenta que aún en los estados donde la reforma se
considera completada, hay desequilibrios de desarrollo entre las diversas
instituciones que componen el sistema de justicia.
En
algunas entidades se ha privilegiado el desarrollo de un Poder Judicial
capacitado y se le ha dotado de infraestructura digna, en otros no por cierto.
Sin
embargo, no siempre se puede decir lo mismo de las Procuradurías o Fiscalías
que acusan en mayor o menor medida carencias presupuestales, de personal y
equipo.
En la
mayor parte del país, las policías estatales y ante todo, las municipales, no
han completado la capacitación de sus elementos ni su certificación.
Son pocos
los estados que han creado sistemas realmente accesibles y funcionales de
defensoría pública, sin los cuales la desigualdad a la que antes aludimos,
colocará ineludiblemente en desventaja a los más desfavorecidos.
Son menos
aún los estados que han logrado institucionalizar mecanismos de atención
oportuna a las víctimas y vincularlos efectivamente a instancias de justicia
alternativa.
Esas
instituciones son muy precarias en todo el país a pesar de ser un eslabón
fundamental para el acceso de la justicia y para despenalizar el sistema.
No
menciono otras áreas estratégicas, lo que me interesa es resaltar que cada uno
de estos campos institucionales han tenido experimentos exitosos, documentados
por la propia SETEC en su estudio sobre las mejores prácticas de implementación
y operación de la Reforma Penal.
Eso
quiere decir que bajo un liderazgo comprometido y con apoyo político local se
pueden hacer muy bien las cosas. Lo malo es que sólo cinco estados concentran
las buenas prácticas, que por lo demás, han dependido casi por completo de
líderes individuales y no todas están plenamente institucionalizadas.
En suma.
Debe resaltarse el carácter holístico de la Reforma Penal, esto es su carácter
integral.
Por
diversas razones, en el inicio del proceso se privilegió casi exclusivamente la
imagen de los juicios orales.
Todos
aquí, sabemos que la reforma o es integral y avanza simultáneamente en todos
los campos institucionales o no será.
Corremos
el grave riesgo de que la Reforma Penal caiga en una de las peores prácticas
históricas del Estado mexicano, la simulación organizada.
La
simulación significa, en este caso, que algunos gobiernos promueven la
aprobación de la legislación necesaria, crean las instituciones correspondientes,
cumplen formalmente con las exigencias del Pacto Nacional de Implementación,
pero en la práctica no proveen a las instituciones con los recursos necesarios
para operar, no respetan la autonomía de jure que se ha dotado a muchas
Fiscalías, no informan objetivamente de sus acciones, no distribuyen
adecuadamente los recursos Federales, ni invierten el porcentaje que les
corresponde.
Se
aparenta cumplir, sin que haya responsabilidad efectiva y compromiso
comprobable.
Ha habido
en este sentido una omisión en la rendición de cuentas.
En esta
fase final de la implementación de la Reforma Penal es imprescindible una
supervisión y seguimiento estrictos que no puedan ser ejecutados con éxito por
una institución Federal sujeta a límites políticos diversos.
Es necesario
establecer una colaboración constructiva con los múltiples actores de la
sociedad civil, que desde hace años vienen acompañando el proceso, documentando
buenas prácticas, haciendo críticas a las fallas institucionales, colaborando
en la capacitación de los operadores, tratando de hacer mediciones de
desempeño, y proponiendo medidas para el éxito de la reforma.
El eje de
las acciones urgentes debe ser la generalización de las buenas prácticas que ya
existen, que, como lo saben los presentes, son la base de toda política pública
exitosa.
Darle
visibilidad a las buenas prácticas, retomar sus bases operacionales, morales e
institucionales, es no sólo necesario sino urgente. Contra el buen ejemplo de
lo ya hecho, deben evaluarse las prácticas reales en la mayoría de los estados.
No bastan
informes formales de seguimiento basados en indicadores estadísticos no siempre
confiables, sino que se requiere la evaluación de las prácticas, de lo que se
hace en el terreno.
Y para
ello sería conveniente auxiliarse de las universidades en una forma más
ambiciosa de lo que hasta ahora se ha hecho.
Propongo
fortalecer a la SETEC no sólo con recursos económicos, sino mediante alianzas
intersectoriales con actores de la sociedad civil y con universidades públicas
y privadas.
No
podemos esperar a que llegue la fecha fatal para empezar este proceso, pues en
los próximos seis meses se trata, no sólo de culminar la implementación de la
reforma, sino de hacerlo lo mejor posible.
Y
después, deberá continuar un proceso de seguimiento y evaluación que se
extenderá a lo largo de los muchos años que tomará a la sociedad apropiarse de
un Sistema de Justicia, que hasta hoy, le es ajeno.
La
legitimidad de la Reforma Penal, y con ella la del propio Estado mexicano, está
en juego.
Muchas
gracias.
-MTRO.
ÁLVARO VIZCAÍNO ZAMORA: Agradecemos el mensaje del doctor Alberto Javier Olvera
Rivera.
A
continuación, el licenciado César Horacio Duarte Jáquez, Gobernador
Constitucional del Estado de Chihuahua, hará uso de la palabra.
-GOBERNADOR
CÉSAR HORACIO DUARTE JÁQUEZ: Muchas gracias.
Señor Presidente; Gabinete de
Seguridad; compañeras, compañeros Consejeros:
En
Chihuahua iniciamos desde el 2007 con un Sistema de Justicia Penal Oral, que
nos ha dado extraordinarios resultados. Claro que se tuvo problemas, pero desde
el principio nosotros entendimos la necesidad que tenía la gente de acceder a
una mejor justicia de una manera más efectiva.
Y hemos
continuado desde esos años hasta la fecha robusteciendo institucionalmente un
sistema oral que le permite a los chihuahuenses tener un estándar completamente
diferente de vida.
Al igual
que ustedes, nosotros reconocemos en un sistema oral adversarial a un sistema
profundamente humano y que defiende las garantías individuales de quienes están
inmersos dentro de un proceso judicial.
Reconocemos
y defendemos los derechos humanos, atendemos a la necesidad de resolver los
procesos apegados a las garantías individuales, pero también es un proceso que
defiende a las víctimas, a quienes atiende desde distintas esferas.
Requerimos
realizar desde el 2010, en Chihuahua, profundas reformas, más de 200 a nuestros
códigos de procesos penales para fortalecer un sistema de justicia
verdaderamente robusto. Un sistema de justicia en donde los jueces tuvieran una
ley que aplicar y que fuera verdaderamente dura en contra de quienes cometen
delitos y en favor de las víctimas.
Una ley,
por supuesto que fuera suficientemente garantista para mantener un proceso oral
adversarial al que en los estándares internacionales se nos han solicitado.
Han sido
años de un verdadero esfuerzo de parte de las instituciones de justicia de
Chihuahua, en el que muchos compañeros nuestros han perdido la vida por
entregar lo mejor al sistema en nuestro estado.
Hoy,
celebramos que gracias al impulso de usted, señor Presidente, estemos ya a unos
meses, exactamente a seis meses de lograr integrar el sistema adversarial en
materia penal para toda la República, a partir del 18 de junio del 2016, los
mexicanos tendremos un sistema de justicia mucho más eficaz, más cercano a la
gente, garantista y que defiende el debido proceso.
Hay
muchas experiencias que nos pasaron en Chihuahua, que quisiéramos compartir con
humildad al resto de la República.
Es
verdaderamente urgente que podamos impulsar y tener una ley en contra del
crimen organizado y que le permita a la federación compartir esta
responsabilidad con las entidades federativas.
Necesitamos
en las entidades poder tener herramientas suficientemente fuertes para resolver
los conflictos cuando se trate de delincuencia organizada.
Por eso,
en Chihuahua hicimos este esfuerzo por fortalecer las instituciones que estaban
enfocadas a la delincuencia organizada, pero aquí quiero puntualizar muy claro
un elemento que es esencial.
Hay que
diferenciar muy bien entre quienes son delincuentes y a eso se dedican y entre
quienes, por alguna razón o circunstancia de la vida, se ven inmersos en un
proceso penal.
Esa
diferenciación la tenemos que lograr en favor de los derechos humanos de los procesados
y de las garantías de las víctimas en el proceso.
En el
Senado de la República en este momento hay proyectos para fortalecer el Código
Nacional. Así se planteó desde principios del 2010 y cuando se aprobó el Código
Nacional de Procedimientos Penales,
requerimos una ley que combata a la
delincuencia organizada para que así podamos tener herramientas más
eficaces para el combate del crimen
organizado.
Debemos
abrir un serio debate nacional para la creación de una ley Federal. Nosotros
tenemos conocimiento al menos de tres proyectos importantes en ese sentido:
Uno, por
parte de la Procuraduría General de la República, en su momento hizo. Hay
organizaciones no gubernamentales, como México SOS, que también tiene una
propuesta en la que han participado operadores del sistema de justicia del
Estado de Chihuahua.
Y hay
otra adicional que desde el Senado, quien es hoy nuestra Procuradora, lo hizo
siendo Senadora de la República y que había planteado esta necesidad. Creo que
es importante, señor Presidente, compañeros Consejeros, que tengamos una ley
que nos permita eficientemente entregar mejor justicia a los mexicanos.
-MTRO.
ÁLVARO VIZCAINO ZAMORA: Gracias, señor Gobernador del Estado de Chihuahua.
A
continuación, conforme al Orden del Día, cedo el uso de la palabra al doctor
Eruviel Ávila Villegas, Gobernador del Estado de México y Presidente de la
Conferencia Nacional de Gobernadores.
-GOBERNADOR
ERUVIEL ÁVILA VILLEGAS: Muchas gracias.
Señor
Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto; señores Presidentes
de la Cámaras del Congreso de la Unión; señores Secretarios; señores compañeros
Gobernadores, Gobernadora, Jefe de Gobierno; integrantes de este Consejo
Nacional de Seguridad; señor Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos.
Primeramente,
señor Presidente, quiero, en nombre de la Conferencia Nacional de Gobernadores,
expresarle a usted y expresarle a todos los integrantes del Gabinete del
Seguridad del Gobierno Federal, el agradecimiento, el reconocimiento de los titulares
del Ejecutivo de los diferentes estados y de la Ciudad de México, por el apoyo
que generosamente nos ha brindado el Gobierno Federal para poder disminuir la
incidencia delictiva en nuestras entidades.
En esta
primera mitad de su sexenio, en estos tres años, hemos visto todo el apoyo y la
generosidad del gesto mexicano, de la Marina Armada de México, de la PGR, de la
Policía Federal, y especialmente reconocer el apoyo del Secretario de
Gobernación, que por sus instrucciones, ha apoyado en forma decidida a los
estados.
Y estamos
seguros, señor Presidente, que habremos de contar con su apoyo en los próximos
tres años de su Gobierno, pero también hoy quiero dejar claro el compromiso de
los gobiernos locales de asumir nuestra responsabilidad de fortalecer nuestras
capacidades para enfrentar a los verdaderos enemigos de la sociedad.
Así es
que, reiteramos nuestro agradecimiento.
Por otra
parte, quiero felicitar a los habitantes de la Ciudad de México por la
naciente, por la recién nacida Ciudad de México, viene a fortalecer el pacto
Federal, viene a fortalecer esta Conferencia Nacional de Gobernadores.
Así que
vaya nuestro reconocimiento a las Cámaras del Congreso de la Unión y,
especialmente, al Jefe de Gobierno, al doctor Miguel Ángel Mancera.
Damos la
bienvenida también al maestro Álvaro Vizcaíno Zamora, Secretario Ejecutivo del
Sistema Nacional de Seguridad, conociendo su trayectoria sabemos que habrá de
entregar muy buenas cuentas.
Y ahora
sí, vamos a someter a consideración de este honorable Consejo cuatro propuestas
muy, muy concretas.
Primero.
Es lo relacionado a la aprobación de los criterios de distribución,
administración y ejercicio de los recursos del Fondo de Aportaciones para la
Seguridad Pública, mejor conocido FASP para el 2016.
De todos
es conocido que debemos hacer más con menos y poder coordinarnos aún más entre
las diferentes entidades federativas y órganos de Gobierno para dar mejores
resultados.
Así es
que sometemos a su consideración, si bien ya fue consensuado hace un momento
estos temas, someteremos a su consideración a los integrantes de este Consejo
Nacional de Seguridad, el hecho de que podamos tener una nueva fórmula para la
distribución del FASP.
De
acuerdo con los indicadores de los primeros 11 meses de este año, en
comparación con el mismo periodo de 2012, la incidencia delictiva total se ha
reducido 12 por ciento.De acuerdo con los indicadores de los primeros 11 meses
de este año, en comparación con el mismo periodo de 2012, la incidencia
delictiva total se ha reducido 12 por ciento.
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