Un
delincuente aferrado al terruño
Joaquín
El Chapo Guzmán ha sido capturado en un motel de Los Mochis, una localidad a
200 kilómetros de su pueblo natal
LUIS
PABLO BEAUREGARD, El País, México 8 ENE 2016 - 15:01
Después
de haber puesto en ridículo al Gobierno mexicano en julio al haberse escapado
de la cárcel del Altiplano, en el centro del país, Joaquín El Chapo Guzmán
Loera se ocultó en el mejor escondite que conoce: su tierra. El líder del
cártel del Pacífico eligió, una vez más, su Estado natal de Sinaloa para
esquivar a los cientos de soldados y marinos que lo buscaban. El capo nació
hace 59 años en el pueblo de Badiraguato, un municipio enclavado en la sierra
sinaloense. Este viernes, el criminal fue capturado en Los Mochis, una ciudad
al norte de la entidad, a 200 kilómetros de su cuna.
Guzmán
creció con su destino ligado a la agricultura, como muchos de los hombres que
nacen en esos pueblos pobres de la serranía. Informes psicológicos realizados
por la Fiscalía en los años que estuvo en reclusión lo describen como un tipo
“seductor, espléndido, que genera lealtad y dependencia hacia su persona”. Esa
cualidad le brindaba cobijo en las tierras de donde es originario. La
admiración que despertaba entre numerosos fieles tejía una compacta red social
de apoyos que hacían tremendamente difícil a las autoridades encontrar a
alguien dispuesto a delatarlo. Con más de 60.000 kilómetros de cuadrados de
sembradíos de marihuana y amapola en México, El Chapo está a la cabeza de un
imperio criminal que significa el sustento de miles de familias.
Guzmán
ha consolidado un imperio criminal que nació en la mitad del siglo XX. El
cártel de Sinaloa abrió parte de las rutas de las drogas que provienen del sur
de América rumbo a Estados Unidos. También controlan las rutas de
Centroamérica. El Chapo fue capturado por primera vez en junio de 1993 en
Guatemala en un operativo encabezado por el general Otto Pérez Molina,
expresidente chapín, hoy en la cárcel acusado de corrupción. La organización
delictiva tiene presencia en 50 países. La tercera captura de Guzmán aumenta el
mito del otro gran líder del cártel, Ismael El Mayo Zambada, que a sus 67 años
lleva toda una vida a salto de mata sin que el Gobierno le haya puesto las
manos encima en una sola ocasión.
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