7 dic 2016

¿LIBERTAD DE EXPRESIÓN O MERCENARIO DE LOS MEDIOS?.

 NI MÁS... NI MENOS... ¡SÓLO LO JUSTO!... LIBERTAD DE EXPRESIÓN O MERCENARIO DE LOS MEDIOS?.../Mtro. Jesus Armando Liogon Beltran, consultor Jurídico y Analista Político. Mail: amexliogon@gmail.com Twitter: @JALiogonB
La Libertad de Expresión es la PIEDRA ANGULAR de nuestras Democracias. La conciencia social nos permite conocer nuestros derechos y obligaciones y sustento para defenderlos.
La Libertad de Expresión no es un motivo para violentar los Derechos Humanos.
La Convención Interamericana de Derechos Humanos establece: “El ejercicio del derecho a la libertad de expresión no puede estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: a) EL RESPETO A LOS DERECHOS O A LA REPUTACIÓN DE LOS DEMÁS...”
Sin duda la comunicación a través del ejercicio de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN puede ser el instrumento más poderosa y más eficaz que el hombre posee. Mediante la palabra nos comunicamos con los demás y generamos opinión pública; y tener presente que una palabra puede agradar, herir, convencer, estimular, entristecer, instruir, engañar, alabar, criticar o despotricar de la persona a quien fue dirigida.

De ahí la importancia y la responsabilidad para quienes escribimos o generamos información y Noticias en medios electrónicos, radio, televisión y redes sociales, debemos tener muchísimo cuidado en saber usar los distintos medios. Nuestro libre albedrío y libertad de expresión no requiere descalificar, o destruir quienes no están de acuerdo con nuestros; por lo que depende de manera de la preparación académica o educación que cada uno tengamos al ejercer la libertad de expresión en los medios masivos de comunicación.
En nuestros tiempos, lamentablemente el abuso de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN, la prensa negra, se refleja en ciertos medios de comunicación por el uso inadecuado que hacen de la palabra; algunos personajes “autodenominado” “periodistas” o “comunicadores sociales”, des informan y revierten los hechos, manipulan la información para justificar su paga lo que de manera burda tratan de ocultar sus actos de corrupción haciendo creer a sus oyentes, televidentes, en redes sociales o lectores en prensa escrita, al afirmar que lo que dicen es la “pura verdad”; y pretenden hacer más creíbles sus dichos, junto a la palabra adoptan posturas de “honestos y transparentes”, pero la mentira los traiciona a la vuelta de la esquina sin importarles que quedan exhibidos haciendo el ridículo.
Quienes actúan así mediante el uso de la palabra, son los verdaderos asaltantes de la conciencia ciudadana; la atacan a mansalva... sin piedad. La conciencia ciudadana no puede defenderse por sí misma de estos sujetos. Son mercenarios y chantajistas con el uso de la palabra convertida en información. Manejan, por sus propios intereses, un doble discurso para sus televidentes, radio, redes sociales, lectores.
Manifiestan enfáticamente que “no se casan con nadie”, que luchan frontalmente contra la corrupción; pero el oficio de estos asalariados es defender lo indefendible con sus comentarios favorables hacia sus “patrones” y despotrican a diestra y siniestra de quienes no les pagan. Es obvio que hacen un negocio muy rentable porque incrementan sus cuentas bancarias y billeteras bajo el escudo de LIBERTAD DE EXPRESIÓN!...
¿Dónde está la verdadera prensa y los verdaderos periodistas y comunicadores sociales? Seguirán permitiendo que sujetos como los descritos copien los espacios noticiosos sólo por la libertad de expresión y libertad de prensa mediante el uso de la palabra? Sería saludable para la conciencia social que los periodistas y sus medios no callen los malos y buenos actos de sus autoridades, pero investigando, documentándose, previamente.
Pero también sería bueno que a través de su gremio busquen limpiar su imagen expulsando a ese tipo de sujetos. A los que se autoproclaman y se arrogan ser fieles “defensores de la libertad de expresión” y que hacen gala de un paupérrimo lenguaje; destrozando la semántica y sintáctica de nuestro idioma. Deben entender que estos oscuros “paladines” no solo denigran la profesión por sus expresiones sino por el objetivo que tienen: granar sintonía y audiencia para uso y abuso de la libertad de la palabra dirigida a insultar y mancillar el honor de las personas, con muchísimas vulgaridades y expresiones tendenciosas, solo para amasar dinero.
La otra cara de la moneda es que desconocen la verdadera honestidad y todos los valores humanos. Su libertinaje de expresión no les permite advertir la nobleza de la palabra; porque, para suerte de ellos nuestra sociedad en la que vivimos es impersonal y nos permite abusar de las libertades dejándonos la opción de practicar o no practicar los valores como: la tolerancia, el respeto a la dignidad de la persona, al derecho ajeno, a los derechos humanos y otros valores fundamentales, que en toda civilización debe tener para vivir en paz.
CONSECUENTEMENTE, NI MÁS... NI MENOS... SOLO LO JUSTO!...
La palabra empleada por quien se sienta detrás de un micrófono y frente a una cámara, redes sociales o prensa escrita es doblemente poderosa. Por lo que la responsabilidad de los medios es apremiante en el ejercicio de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
Ya basta de MERCENARIOS DE LA Comunicacion, es decir de aquellepersonas que se auto nombran PERIODISTAS O EMPRESARIOS LA COMUNICACIÓN, que realiza por otro una tarea des informadora o que difaman a cambio de dinero.
En lo general podemos afirmar que los MERCENARIOS DE LA PLUMA, DE LA VOZ A TRAVÉS DEL MICROFONO, DE LA IMAGEN TELEVISIVA O DE REDES SOCIALES, es quien percibe una paga por sus servicios, desde luego la connotación es despectiva por qué así es su comportamiento en el ABUSO DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN!...
Seguramente como MERCENARIOS DE LA COMUNICACION es necesario para sus objetivos que se aparta del gran apostolado del derecho y obligación y lo que importe solo cumplir su oficio de SICARIO DE LA COMUNICACIÓN para quien le paga y callar o para que “alabe” y por ello lucre sin importarle su conciencia; adjetivando y pisoteando los valores e inventando malos actos de cualquier otra persona como un medio para atraerlo con el mismo fin, es decir, para sacarle provecho económico. Estos resultan siendo los peores criminales por ser asesinos de honras y ladrones de la confianza del pueblo que los escucha; falsos paladines de la justicia y del buen proceder, violatorio de los DERECHOS HUMANOS Y DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
Desde luego que reconozco de honrosas excepciones, algunos periodistas de ciertos medios de comunicación nacional y local, cuyo perfil es la seriedad, veracidad y excelente forma de hacer periodismo y comunicación, que se aplican y se sustentan en mecanismos jurídicos existentes para frenar los llamados de odio, insulto y difamación.
Es necesario y apremiante que los dueños y gerentes de los medios de comunicación
Sigan contribuyendo para rescatar la ética a través del ejercicio de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN en aras de un periodismo con sustento, serio, veraz y oportuno.
UN VERDADERO PERIODISMO Y NO!, LA PROMOCIÓN DE MERCENARIO DE LOS MEDIOS!...
Es Cuanto!..

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