Las afiliaciones perversas se deben remediar con un padrón auténtico, dice el ex diputado
Claudia Herrera Beltrán/ entrevista
Periódico La Jornada, Lunes 24 de septiembre de 2012, p. 10
Esteban Zamora Camacho, consejero nacional vitalicio del blanquiazul y tres veces diputadoFoto Guillermo Sologuren
Esteban Zamora Camacho –don Esteban, como le llaman sus correligionarios panistas– festejará su cumpleaños 77 en un par de meses, eso significa que nació cuatro años antes que el Partido Acción Nacional (PAN). Tres veces diputado y consejero nacional vitalicio, sostiene la crítica que hizo ante el presidente Felipe Calderón en una reunión privada en Los Pinos: Me suena a sarcasmo que los que refundieron al partido nos quieran refundar.
Lo afirma con la mirada puesta en los ex dirigentes posteriores a Manuel Espino (Germán Martínez y César Nava), quienes, dice, dejaron que se deteriorara el blanquiazul y cayeron en el vicio de relegar a la militancia. No creo en revanchismos ni en pedir cabezas, pero los que hablan de unidad parece que están clamando por la impunidad, más que por la unidad.A pesar de la derrota del primero de julio pasado, se declara optimista del regreso del PAN a la Presidencia dentro de seis años, si el dirigente nacional, Gustavo Madero, cumple con su tarea. Él ha reconocido que hay cosas que enmendar. Espero que lo haga, porque si no lo hace el partido tardará más tiempo en recuperarse, por eso tenemos que ser muy exigentes y vigilantes.
Zamora es de Angostura, Sinaloa, y de larga trayectoria en el periodismo. Pertenece a la segunda oleada del partido en aquella entidad, al que se sumó cuando era más estético estar en la oposición que en la cargada envilecida. Formó una familia panista por donde se le vea. De pequeños, sus hijos lo seguían en las campañas. Uno de ellos era el ex subsecretario de Gobernación Felipe Zamora, muerto en un accidente de helicóptero con José Francisco Blake Mora.
Aquí, extractos de la charla.
–¿Cómo ve el futuro del PAN?
–El PAN tiene doctrina, mientars el PRI la cambiaba cada seis años. Cuando Manuel Gómez Morín fundó editorial Jus puso como lema de la empresa una frase en latín de alguno de los poetas griegos: Alios vidi ventos, aliasque procellas. Otros vientos he visto, y otras tempestades.
Dicen que le preguntaron a don Manuel y eso qué quiere decir, y él dijo: en peores me las he visto. En el PAN hemos visto otros tiempos y otras tempestades. No se ha acabado.
–¿No cree que faltan ideólogos, grandes figuras?
–Quizá gente de la talla de los fundadores. Pero está Carlo Pizano, Alejandro Landero, un grupo de intelectuales jóvenes con mucho futuro.
–¿Se recuperará el PAN?
–Hemos pasado situaciones peores. Esta sacudida va a servir para que quienes se habían acercado a nosotros por puro oportunismo ya anden buscando donde acomodarse fuera del partido. Hay una cantera de gente muy buena, algunos dolidos, pero es cuestión de ir por ellos.
Zamora siente cariño por el Presidente –a quien bautizó como el Niño artillero y era amigo de su papá– y recuerda que su fallecido hijo publicó un desplegado en favor de la vida y Felipe Calderón lo reivindicó en un discurso. Eran tan cercanos que Felipe Zamora estudió en la Escuela Libre de Derecho por consejo de Calderón, quien lo llamaba tocayísimo.
Eso no le impidió a don Esteban plantear ante Calderón una dura crítica de los dirigentes que él impulsó, cuando se reunió con consejeros del Distrito Federal en Los Pinos. Yo dije que quienes con sus acciones promovieron el olvido de los militantes no son los más apropiados para hacer que el partido vuelva a sus cauces normales. Esto tiene que venir de otro lado, sin rencores, sin resentimiento. A la salida, Calderón me dio la mano, no creo que se haya molestado.
–¿Y quiénes olvidaron a la militancia?
–Los que vinieron después de Espino no fueron afortunados en su conducción. Es más, yo no me deleito pegándole a Espino. Él se desempeñó bien, se ganó la Presidencia con Calderón y no dejó deudas. Después los resentimientos lo hicieron dar traspiés.
–¿Cuáles son los puntos centrales que debe contemplar la reforma estatutaria?
–La elección de candidatos es un punto toral. Antes los elegíamos en asamblea y ahora, con los centros de votación, el militante tiene menos posibilidades de conocer quiénes son los precandidatos, además se han dado afiliaciones abusivas.
“Lejos de ser club de Toby, el PAN ha sido laxo en meter grupos de afiliados sin darles capacitación. Manuel J. Clouthier decía que ‘nadie está derrotado hasta que ha dejado de luchar’, y ahora dicen ‘nadie está derrotado hasta que ha dejado de afiliar’. Esas afiliaciones perversas son un mal grave que debemos remediar con un padrón auténtico.
–¿Que debe pasar con los responsables de las anomalías?
–Ojalá que la militancia tome en cuenta la historia y proceda en consecuencia, porque como dijo Juan Ignacio Zavala: no podemos seguirlos premiando. Hay muchos militantes que no sabían lo que pasaba por la política de no hagan olas y porque muchos no queríamos dividir al partido. En mi tierra había un cura que decía hay fregantes, porque hay dejantes. Por eso los dirigentes viejos debemos informarle a la militancia para que deje de haber dejantes. Si dejamos de dejarnos, los fregantes van a quedar marginados.
–¿O sea que no se dejaron cuando rechazaron la reforma estatutaria fast track?
–Es un indicador de que las cosas pueden ir bien. En aquella reunión también dije que una reforma así, a trompa talega, no iba a dar los resultados que se necesitan. Lo importante es darle su lugar a los militantes, respetarlos.
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