@fredalvarez
Revista Código Topo de Excelsior, 3 de septiembre de 2018
El escándalo desatado por Carlo Maria Viganò, un arzobispo. quien aseguró, sin presentar pruebas, que el Santo Pontífice encubrió al cardenal Theodore McCarrick, envuelto en un escándalo de abusos sexuales de menores.
La carta de monseñor Carlo Maria Viganò, en la que calumnia al Papa Francisco fue certera, bien cuidada, colocada estratégicamente en medios conservadores para que saliera en los medios electrónicos la tarde noche del sábado y en impresos el domingo 26, justo cuando el Papa Francisco estaba hablando del tema de los abusos sexuales en Irlanda.
El Testimonio -así le llama-, del ex nuncio de EU y arzobispo de Ulpiana está fechado el miércoles 22 de agosto, fue publicada de manera simultánea en medios de derecha afines, que atacan sistemáticamente al Papa: los norteamericanos National Catholic Register y LifeSiteNews, el español Infovaticana y el italiano La Veritá.
Así debía de ser...; es la estrategia Steve Bannon, no descarto que haya estado en la intriga...
En el texto el ex nuncio acusa a varios altos prelados, incluido el Papa Francisco, de complicidad en el encubrimiento de las acusaciones por abuso sexual contra el cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, quien renunció en julio a causa del escándalo. (vease "Prelados pederastas y otro encubridores/ Fred Alvarez; revista Código Topo de Excelsior, 6 de agosto de 2018).
Viganó aseguró -sin prueba alguna y con resentimiento hacia el papa- que a finales de la década de 2000, el entonces papa Benedicto XVI impuso sanciones al cardenal McCarrick, de las cuales sabía el papa Francisco pero éste eligió derogarlas.
Viganó culpó a casí toda la Curia Vaticana, en especial a los cardenales Angelo Sodano, Tarcisio Bertone, Leonardo Sandri incluso al actual secretario de Estado, Pietro Parolin, a su exsustituto, Angelo Becciu, a su sucesor, el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra, a Marc Ouellet, actual prefecto de la Congregación de Obispos, a Oscar Rodríguez Maradiaga, y a los estadounidense Sean O'Malley, arzobispo de Boston, y Donald Wuerl, arzobispo de Washington, de las terribles revelaciones de abusos en Pensilvania.
¿Qué dice Viganó?
Alguna verdades que todo periodista especializado sabe, además de muchas barbaridades, sin prueba alguna. Dice que "Obispos y sacerdotes, abusando de su autoridad, han cometido crímenes horrendos en detrimento de sus fieles, menores, víctimas inocentes, hombres jóvenes deseosos de ofrecer su vida a la Iglesia, o han permitido, con su silencio, que dichos crímenes siguieran siendo perpetrados.”
Da una serie de datos que él habría informado a miembros de la Curia Vaticana sobe los pecados de McCarrick
Afirma que Pietro Parolin, actual Secretario de Estado, también se ha convertido en cómplice de encubrimiento de los delitos de McCarrick; este, de hecho, tras la elección del Papa Francisco, presumía abiertamente de sus viajes y misiones en distintos continentes. En abril de 2014, el Washington Times (periódico conservador fundado por el Reverendo Monn).. había informado en primera página sobre un viaje de McCarrick a la República Centroafricana en nombre del Departamento de Estado......
Dice que como nuncio en Washington, le escribió al cardenal Parolin preguntándole si aún eran válidas las sanciones impuestas a McCarrick por el Papa Benedicto XVI. ¡Inútil decir que nunca hubo respuesta a mi carta!”
En el mismo sentido dice del cardenal William Levada, antiguo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y de los cardenales Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos, y Lorenzo Baldisseri, antiguo Secretario de la misma Congregación para los Obispos, y del arzobispo Ilson de Jesus Montanari, actual Secretario de dicha Congregación....”
Dice muchas cosas más sobre miembros de la Curia pero pero su objetivo es el papa Francisco, de quien dice:
"Mi conciencia me obliga también a revelar hechos que he vivido en primera persona relacionados con el Papa Francisco, que tienen un significado dramático y que, como obispo que comparte la responsabilidad colegial de todos los obispos hacia la Iglesia universal, no me permiten callar, y que aquí afirmo, dispuesto a confirmarlos bajo juramento llamando a Dios como mi testigo.”...
Habla de su encuentro con el papa Francisco la mañana del jueves 20 de junio de 2013, y que el papa lo habría regañado al decirle “¡Los obispos de los Estados Unidos no deben estar ideologizados! ¡Tienen que ser pastores!”. Naturalmente, no estaba en condiciones de pedir explicaciones sobre el significado de sus palabras y por el modo agresivo con el que me había increpado.”...
Tres días después el domingo 23 de junio, señala que pidió una audiencia al papa para aclarar el regaño...¿Cómo podía volver a Washington sin haber aclarado lo que el Papa quería de mí?-, se pregunta
Y lo recibió durante 40 minutos, dice.
"Empecé yo la conversación, preguntándole al Papa qué había querido decirme con las palabras que me había dirigido cuando le había saludado el viernes anterior. Y el Papa, con un tono muy distinto, amigable, casi afectuoso, me dijo: “Sí, los obispos de los Estados Unidos no deben estar ideologizados, no deben ser de derechas como el arzobispo de Filadelfia, (el Papa no mencionó el nombre del arzobispo), tienen que ser pastores; y no deben ser de izquierdas –y añadió levantando ambos brazos–, y cuando digo de izquierdas, quiero decir homosexuales”. Naturalmente, no comprendí la lógica de la correlación entre ser de izquierdas y ser homosexuales, pero no añadí nada más.”
Y agrega que en ese momento el Papa me preguntó con tono muy cordial: “¿Cómo es el cardenal McCarrick?”. Le respondí con total franqueza y, si lo desean, con mucha ingenuidad: “Santo Padre, no sé si usted conoce al cardenal McCarrick, pero si le pregunta a la Congregación para los Obispos, hay un dossier así de grande sobre él. Ha corrompido a generaciones de seminaristas y sacerdotes, y el Papa Benedicto le ha impuesto retirarse a una vida de oración y penitencia”.
Subraya Viganó que el Papa no hizo el más mínimo comentario a mis graves palabras y su rostro no mostró ninguna expresión de sorpresa, como si ya conociera la situación desde hace tiempo, y cambió enseguida de tema...
Señala que meses después en la audiencia que le concedió el 10 de octubre de 2013, el Papa Francisco le habría tendido una segunda trampa (Sic), "esta vez respecto a otro protegido suyo, el cardenal Donald Wuerl. Me preguntó: “¿El cardenal Wuerl cómo es, bueno o malo?”. “Santo Padre –le respondí–, no le diré si es bueno o malo, pero le contaré dos hechos”. Y le conté los dos hechos que he mencionado anteriormente, relacionados con la indiferencia pastoral de Wuerl ante las desviaciones aberrantes en la Universidad de Georgetown, y la invitación que hizo la archidiócesis de Washington a jóvenes aspirante al sacerdocio a un encuentro con McCarrick. También en esta ocasión el Papa no tuvo ninguna reacción.”....
Dice Vigano casi al final de su misiva...
"El Papa Francisco ha pedido en numerosas ocasiones total transparencia en la Iglesia, y a los obispos y fieles que actúen con parresía (franqueza). Los fieles de todo el mundo se la exigen también a él de manera ejemplar. Que diga desde cuándo tenía conocimiento de los crímenes cometidos por McCarrick abusando de su autoridad con seminaristas y sacerdotes.
En cualquier caso, el Papa tuvo conocimiento de ellos por mí el 23 de junio de 2013 y siguió encubriendo a McCarrick, sin tener en cuenta las sanciones que le había impuesto el Papa Benedicto y haciendo de él su fiel consejero junto con Maradiaga.”
Dice que en Honduras está a punto de repetirse un escándalo de dimensiones descomunales como el de Chile. Y agrega sin pruebas que “el Papa defiende a ultranza a su hombre, el cardenal Rodriguez Maradiaga, como había hecho en Chile con el obispo Juan de la Cruz Barros, que él mismo había nombrado obispo de Osorno, en contra de la opinión de los obispos chilenos.”...
Viganó implora a todos, sobre todo a los obispos, para que rompan el silencio y, así, derrotar esta cultura de omertà tan difundida, denunciando a los medios de comunicación y a las autoridades civiles los casos de abuso de los que tengan conocimiento.”
Le pide la renuncia al papa, algo insólito, en la historia de la Iglesia Católica.
Viganó en la carta reclama la dimisión del papa asegurando que le advirtió en una audiencia del 21 de junio de 2013 sobre el pasado oscuro de McCarrick y acusándolo de haber levantado supuestas sanciones que le había infligido años antes Benedicto XVI.
Subraya que Francisco está abdicando del mandato que Cristo dio a Pedro de confirmar a sus hermanos. Es más, con acción los ha dividido, los induce en error, anima a los lobos a seguir destrozando a las ovejas del grey de Cristo.
En este momento extremamente dramático para la Iglesia universal tiene que reconocer sus errores y, en coherencia con el proclamado principio de tolerancia cero, el Papa Francisco tiene que ser el primero en dar ejemplo a los cardenales y obispos que han encubierto los abusos de McCarrick y tiene que dimitir con todos ellos......!
Al final dice de manera sarcástica "Recemos todos por la Iglesia y por el Papa, ¡recordemos cuántas veces nos ha pedido que recemos por él!
Aquí el documento completo en español traducido por
La dio durante la rueda de prensa abordo del avión de regreso a Roma la noche del domingo 26 de agosto.
Francisco dijo "He leído esta mañana ese comunicado, lo he leído y diré sinceramente que debo decirles esto, a usted y a todos los que están interesados: lean ustedes atentamente el comunicado y hagan ustedes su propio juicio. Yo no diré una palabra sobre esto, creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones. Es un acto de confianza.
Cuando pase algo de tiempo y ustedes tengan las conclusiones tal vez hablaré... pero yo quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo. Hablamos luego, ¿está bien?...
El papa debe hablar y desenmascarar a ese grupo de conservadores que encabeza el cardenal norteamericano Raymond Burke y con mucha influencia con Steven Bannon.
En ese grupo están Raymond Leo Burke -el jefe de todos-, fue prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, pero en noviembre de 2014 Francisco lo corrió del cargo, lo nombró como “Cardinalis Patronus” de la Soberana Orden militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta. Empero, a finales de 2016 hubo una crisis en la Orden que semanas después llevó a la renuncia del Gran Canciller. El 2 de febrero de 2017, el Papa Francisco nombró a Giovanni Angelo Becciu como delegado pontificio ante los Caballeros de Malta, después de la crisis que culminó con la renuncia del gran maestro, Matthew Festing.
El 3 de mayo, Frey Giacomo Dalla Torre prestó juramento como el octogésimo gran maestre de la Soberana Orden de Malta.
También están en el grupo el alemán Gerhard Ludwig Müller, que desde el 2012 y hasta el 1 de julio de 2017 fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, hasta que Francisco lo desplazó del cargo, tuvo el papa sus motivos. Hubo reacciones enton
Asimiso en el grupo de “cuervos” está el alemán Walter Brandmüller que ocupa el cargo de presidente emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas; el italiano Angelo Scola, ex arzobispo de Milán. Es el cardenal que entró como Papa al Cónclave del 2013 y salió como lo que era, cardenal, y por ultimo el australiano George Pell, Prefecto de la Secretaría de Economía, actualmente enfrenta un juicio por haber encubierto múltiples abusos sexuales en contra de niños en el pasado. Hay otros de menor nivel como Viganó que de entrada violó el juramento de fidelidad al Papa...
¿Quién es Carlo Maria Viganò?...
Dice la reportera Elisabetta Piqué del periódico La Nación que es un hombre de intrigas; nació el 16 de enero de 1941 en la ciudad de Varese, al norte de Italia, en una familia muy rica, de industriales del acero.
Se ordenó sacerdote en 1968, tiene un doctorado en derecho civil y canónico, ingresó al servicio diplomático de la Santa Sede en 1973 y trabajó en las legaciones de la Santa Sede en Irak y el Reino Unido. En 1992, fue nombrado nuncio apostólico en Nigeria y arzobispo de Ulpiana por Juan Pablo II en 1992..
En 1998 se unió al cuerpo diplomático de la Iglesia, una de las fuentes tradicionales de poder en el Vaticano, lo que le dio acceso a mucha información, el cargo fue como delegado para las representaciones pontificias, función que mantuvo hasta que en 2009 Benedicto XVI lo designó secretario del Governatorato del Estado de Ciudad del Vaticano, un cargo similar al alcalde de la ciudad, ese no,mbramien to lo llevó a convertirse en uno de lo más cercanos al papa Benedicto XVI.
Después lo traicionó. Filtró notas que desencadenaron el denominado Vatileaks, el escándalo de filtración de documentos reservados del despacho de Benedicto XVI , que algunos creen que llevó a Benedicto XVI a retirarse en vida ...
Las grillas del personaje llevaron a que la Secretaria de Estado lo sacará de Roma y fuera designado nuncio en Washington, DC, ocupó el cargo desde el 19 octubre 2011 al 12 abril 2016
Error de la Santa Sede haberlo enviado a Washington...Ahí se acercó a los grupos conservadores, identificados con la derecha republicana, contrarios a las políticas del entonces presidente Barack Obama , y obsesionados con el aborto y los homosexuales...
En enero de 2016 Viganó, presentó su renuncia al cumplir los 75 años, Francisco se la aceptó casi de inmediato, su lugar lo ocupó el ex nuncio de México, Mons. Christophe Pierre.
Reacciones al testimonio de Viganó...
El cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, cercano al Papa Francisco y uno de los 'señalados' en la carta de Viganò, ha emitido una declaración en la que desmiente las acusaciones vertidas por el ex nuncio que considera "sorprendentes" y "absurdas”.
De entrada llamó al Sumo Pontífice “un hombre de integridad. Si comete un error, lo admite… Es por eso que estoy convencido de que esto es algo sobre lo que va a responder de la manera apropiada”, puntualizó.
Y hace una serie de precisiones...
“El purpurado desmiente lo referente a supuestas presiones de McCarrick, Maradiaga y Wuerl para nombrar al propio Cupich o a Tobin, representantes de una postura más abierta en la Iglesia estadounidense, en cargos de responsabilidad, o sus propias conversaciones con Viganò.
"El ex nuncio está confundido acerca de la secuencia de estos eventos. De hecho, fui nombrado a la Congregación para los Obispos el 7 de julio de 2016, y fui nombrado cardenal el 9 de octubre de 2016.La segunda referencia a mí es en la oración: "Los nombramientos de Blase Cupich a Chicago y Joseph W. Tobin a Newark fueron orquestados por McCarrick, Maradiaga y Wuerl, unidos por un malvado pacto de abusos por el primero, y de por lo menos de encubrimiento de abusos por los otros dos. Sus nombres no estaban entre aquellos presentados por la Nunciatura para Chicago y Newark”, dijo.
"Considero estas observaciones sorprendentes. La única conversación sustancial que he tenido alguna vez acerca de mi nombramiento a Chicago con el ex nuncio fue el 11 de septiembre de 2014, cuando él llamó para informarme del nombramiento...”
Una nota del periódico New York Times firmada por Jason Horowitz del 27 de agosto refiere que Viganó “es un conservador cultural que nació en una familia acaudalada en Varese, Italia....”
Opinó que “la disposición del Papa y de sus aliados de ponerse en contacto con católicos gays ha enfurecido a los conservadores, muchos de los cuales, como Viganó, culpan a las personas homosexuales de la crisis de abusos sexuales. El Papa ha argumentado que el abuso es un síntoma de una cultura de privilegio e inaccesibilidad entre los sacerdotes que valoran las tradiciones de la Iglesia por encima de sus feligreses….”, opinó el New York Times.
El Times recordó que Viganó estuvo inmiscuido en la filtración de documentos conocido como VatiLeaks que, según muchos observadores de la Iglesia, contribuyeron a la renuncia de Benedicto XVI…
Daniel Verdú, corresponsal del periódico El País en el Vaticano, que la carta de Viganó es “la reapertura de una guerra que corre el riesgo de organizar definitivamente a los opositores a Francisco, más interesados en el poder extraviado que en la ideología o los abusos que denuncian ahora e ignoraron cuando pudieron actuar”.
En un artículo publicado el lunes 27 en el diario español, el periodista advierte que “los cuervos vuelan bajo y amenaza tormenta”. Recuerda que “Carlo Maria Viganó… dio siempre muestras de inestabilidad. Es de carácter complicado, propenso a las intrigas e inclinaciones a la mentira. De hecho, cuando el papa Benedicto XVI decidió mandarlo a EU como nuncio para apartarlo del Vaticano, escribió una carta asegurando que tenía un hermano incapacitado que le impedía asumir ese encargo. Resultó que el hermano vivía en Chicago desde hacía años y no se hablaba con él por una disputa económica”. (el hermano jesuita lo calificó entonces de metiroso).
Hace ver que pese a la experiencia de Viganó, él solo no tendría capacidad para estructurar un ataque de esta magnitud. Añade que “el problema, más allá de la veracidad de sus gravísimas acusaciones, quizá es que sujetos así hayan ocupado los puestos más altos de la jerarquía católica.
Apunta, por ejemplo, al cardenal Raymond Burke -adversafio del papa Francisco-. como “comandante de esta guerra, humillado en anteriores enfrentamientos con Francisco”. Además a Jean-François Lantheaume, ex primer consejero de la nunciatura en Estados Unidos, quien “ avaló la veracidad de la acusación a Catholic News Agency”
Con todo, hace ver que “el epicentro de la guerra contra el Papa procede de la corriente tradicionalista de la Iglesia estadounidense vinculada al Tea Party y de potentes círculos mediáticos cercanos a Steve Bannon, obsesionado con los movimientos populistas en Roma y con el propio Vaticano… Un cocktail aliñado con un potente clickbait, una elevada dosis de falsedades e inversiones en portales como LifeSite, Catholic Register o el propio Breitbart de Bannon”.
Por eso tiene razón el papa Francisco, el comunicado de Viganò habla por sí solo......
Hay muchas reacciones a favor del papa Francisco...
En tanto, a Viganò los ha dejado sólo; salvo algunos como Jean-François Lantheaume, ex asesor de la nunciatura en Washington: "Viganò dijo la verdad, eso es todo", expresó a la agencia de noticias católica CNA.
Ahora bien, nos enteramos que la carta de 11 páginas -14 en español-, fue redactada por el periodista italiano Marco Tosatti, quien estuvo en el La Stampa y hoy se dedica a escribir para blogs conservadores, dijo que tras su primer encuentro, hace unas semanas, Viganò no estaba preparado para hacer pública su denuncia.
Explicó que ayudó a Viganò a escribir, reescribir y editar su testimonio apuntando que pasaron tres horas sentados en una mesa de madera en la sala de estar del exnuncio el pasado 22 de agosto.
¿Y dónde está el ex nuncio que pidió la renuncia del papa?
Ha guardado silencio y se desconoce su paradero.
Como vemos corresponde al periodismo de investigación sacar conclusiones.
Hay que decirle a Viganó y compañía que hay papa para rato....; Francisco no es Benedicto XVI..
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