El papa Francisco se manifestó hoy en contra de las “mentadas de madre”..
"Entre nosotros está la costumbre de decir cosas malas, palabrotas…Por favor, nunca, jamás, insultar a los padres. ¡Nunca!. No se insulta nunca a la madre, no se insulta nunca al padre", exclamó el jesuita ante los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro en la Audiencia general..
https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2018-09/papa-francisco-audiencia-general-catequesis-mandamientos-padres.html#play#
Las columnas políticas hoy, miércoles 19 de septiembre de 2018
Templo Mayor/ Reforma
¿NO QUE amor y paz? ¿No que abrazos y no balazos? ¿No que transición de terciopelo? Pese a las promesas, a Andrés Manuel López Obrador se le botó ayer el tapón y agarró parejo contra empresarios, prensa (la fifí, por supuesto), el actual gobierno y hasta el neoliberalismo.
CURIOSAMENTE el enojo del Presidente electo se originó... ¡por algo que él dijo! Al tabasqueño no le gustó que salieran a corregirle la plana con eso de que el país está en bancarrota. López Obrador aseguró que lo dijo en sentido figurado, cosa que si a lo mejor hubiera aclarado desde un principio, habría evitado este desaguisado.
EL PUNTO es que mientras la Academia Mexicana de la Lengua no publique el Diccionario Obrador-Español-Obrador, es muy probable que AMLO siga teniendo que aclarar lo que quiso decir... o culpar a los demás de que no le entendieron.
MÁS DE un priista se pregunta extrañado cómo es que Héctor Gutiérrez no ha sido nombrado secretario general del PRI. De acuerdo con las normas tricolores, al regiomontano le toca ascender a ese cargo por orden de prelación, toda vez que ocupa la cartera de Organización... la misma de la cual Rubén Moreira saltó a la secretaría general.
HAY QUIENES dicen que la demora no tiene nada que ver con la vida interna del partido, sino con los afectos del Primer Priista del País. Sería sorprendente que Enrique Peña tuviera vetado a Gutiérrez, pero más sorprendente sería que a estas alturas los tricolores le sigan haciendo caso.
EN LA VIDA hay dos cosas seguras: que el agua moja y que Morena se quedará con la mayor tajada del pastel legislativo de San Lázaro. Se prevé que el número de comisiones pase de 56 a 40, de las cuales los morenistas presidirían al menos 20.
Y PARA la poderosa Comisión de Presupuesto ya hay dos finalistas con perfiles bien distintos: el barzonista Alfonso Ramírez Cuéllar y la popular Tatiana Clouthier. A ver qué dice el dedito.
Y EN el Senado también hace aire, pues la mayoría morenista cedió comisiones clave a la oposición: el PRI presidirá la de Gobernación, y Movimiento Ciudadano la Comisión Anticorrupción, que estará a cargo de Clemente Castañeda.
LA DE Derechos Humanos fue entregada al PAN, pese a que grupos civiles pedían que la encabezara un experto: Emilio Álvarez Icaza, ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana.
¿Y LA comisión para investigar a Rosario Robles? Los senadores de Morena decidieron mandarla derechito a la congeladora.
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Tragarse un sapo y sonreír
¿Será?/ 24 Horas...Tragarse un sapo y sonreír
Confidencial/ElFinanciero..
De los gobernadores, en funciones y electos, es quizá Enrique Alfaro, mandatario entrante de Jalisco, quien más fuertemente ha criticado la figura de coordinadores –superdelegados– de AMLO. Pues ayer, durante la visita de López Obrador a Guadalajara, a querer o no, tuvo que sentarse en la misma mesa y aparecer en la foto con Carlos Lomelí, su excontrincante derrotado y quien ahora será su sombra desde el gobierno federal. En el encuentro, por cierto, también estuvo el actual titular del Ejecutivo estatal, el priista Aristóteles Sandoval, aunque en un principio se habían previsto reuniones por separado.
Complican reparto de comisiones
En la Cámara de Diputados no se ve cercano un acuerdo entre los partidos para el reparto de comisiones ordinarias. Nos revelan que en Morena “la bronca más grande está adentro y no con los demás partidos; no hay acuerdo entre nosotros”. Y para colmo, dicen, el PRI mueve más las aguas, al alborotar a diputadas de todos los partidos, con la equidad de género en las presidencias. Se irán hasta fin de mes, auguran.
Polémica por tuit del Senado
Y hablando de mal uso de las redes sociales institucionales, de poco sirvió que el presidente de la Cámara alta, Martí Batres, ofreciera una disculpa por el mensaje que se posteó desde la cuenta oficial del Senado, con eso de que “el @senadomexicano adquiere plena legitimidad rumbo a la #CuartaTransformación de la República”. El PAN, en voz de la senadora Vázquez Mota, y el PRI, a través de su coordinador Osorio Chong, consideraron inaceptable, reprobaron y lamentaron el uso partidista de las instituciones. “Es una novatada, todos estamos aprendiendo”, justificó el perredista Juan Zepeda.
Oficinas y curules, en rifas
Para no perder su costumbre, pero sobre todo por falta de acuerdos, la bancada de Morena en San Lázaro echó a la suerte de sus diputados las oficinas y la curul que van a ocupar en el salón de plenos. Esta vez no fue la tómbola. Ahora, en bolsas de plástico o en sobres de papel, metieron papelitos con los números de las curules, para que los saquen con su “mano santa” y así se defina dónde sentarse en el Palacio Legislativo.
Ventanilla equivocada
Nos comentan que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación está por retachar a los panistas inconformes, Manuel Gómez Morín, Ernesto Ruffo y José Luis Espinosa, el recurso que presentaron para impugnar el proceso interno del PAN. Resulta que antes de acudir al Tribunal tenían que haber iniciado la queja ante la Comisión Nacional de Elección del CEN, así que más vale que empiecen a reunir las firmas reglamentarias antes de que se les agote el tiempo.
AMLO y la prensa
Ayer, Andrés Manuel López Obrador aprovechó una entrevista con los reporteros para darles una recomendación: que no pidan reacciones a otros personajes de sus declaraciones, porque eso sólo lo hace la prensa “fifí”. Que mejor se dediquen a hacer investigación.
Iniciativa con jiribilla
Ayer en el Senado, el controvertido morenista Félix Salgado Macedonio sorprendió con una iniciativa que llevaba dedicatoria para la bancada de 14 priistas que coordina Miguel Ángel Osorio. El exalcalde de Acapulco planteó reformar la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno nacionales, la cual, de aprobarse, prohibiría a los partidos políticos el uso de los colores que correspondan en identidad a la bandera como parte de su emblema. En los corrillos de la Cámara alta, más de uno pensó que la propuesta no es que llevara jiribilla, sino más bien es una ayudadita para el tricolor, que se plantea cambiar hasta de nombre después de los resultados del 1 de julio.
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Hacen su consultoría
El equipo cercano a José Antonio Meade comienza a definir su rumbo. Quien fuera su coordinador de Comunicación Social, Eduardo del Río, junto con dos ex colaboradores del cinco veces secretario de Estado, Daniel Millán y Esteban González, han optado por la vía privada y decidieron abrir una consultoría. Daykom dará servicios de estrategia de comunicación política y corporativa en una alianza con Integra, que encabeza la ex vocera presidencial Alejandra Sota. Son personas muy calificadas que quisieron aportar al desarrollo del país. Dicen que seguramente serán muy solicitados. ¿Será?
Nostalgia por el pasado
En la Cámara de Diputados ya se prepara el regreso del Día del Presidente, como en los viejos tiempos, cuando Porfirio Muñoz Ledo presidía el PRI. Ahora, 40 años después, en estas nuevas épocas en que preside la Mesa Directiva de San Lázaro… ¡Porfirio Muñoz Ledo!, el legislador presentó una iniciativa para que el Jefe del Ejecutivo rinda su informe ante el pleno del “Ho-no-ra-ble Con-gre-so de la Unión”, como ya no sucedía. Por lo que algunos hasta pronostican que a partir del siguiente año volvamos al ritual y a la transmisión en vivo del recorrido del Presidente de la República de su casa o del Palacio Nacional a la Cámara de Diputados, con vallas de personas que aplauden al Ejecutivo, quien dará un discurso interminable ante los legisladores. ¿ Será?
Quiere reelección
Mucha polémica ha generado el rumor de que al actual presidente del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX, Álvaro Augusto Pérez Juárez, se le ha metido en la cabeza la idea de reelegirse en el máximo cargo del Poder Judicial capitalino. Quienes conocen del tema comentan que la mencionada posibilidad representaría perpetuar por tres años más el control en el organismo del polémico Edgar Elías Azar, pues, aseguran, fue este mismo personaje el que operó la primera elección de Pérez Juárez a cambio de inmunidad; esto por si las dudas y ante cualquier indicio de irregularidades administrativas. ¿Será?
Un año después
A un año del sismo del 19 de septiembre (que siguió al del 7 de septiembre, igual de catastrófico), uno de los estados más golpeados fue Oaxaca, gobernado por Alejandro Murat, en donde, a pesar de los avances, hay mucho por hacer. Y ni qué decir de Morelos, en donde decenas de damnificados han sido prácticamente olvidados. Sin embargo, también hay que reconocer la participación de la sociedad, fundaciones y fideicomisos que han estado al pie del cañón aportando recursos y trabajo para que los afectados salgan adelante e intenten recuperar sus actividades. Prueba de ello son las fundaciones de GIA, que reconstruyó un mercado en Oaxaca, o la Fundación Construyendo, el Fideicomiso Fuerza México, MIA o Piensa Sensible, que levantaron vivienda para los afectados, muchos de ellos sin hacer gran alarde.
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Ayotzinapa: el Ejército, el enemigo/Raymundo Riva Palacio..
El Financiero...
Estrictamente Personal..
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, acudió a la Secretaría de la Defensa para hacer las paces con el general Salvador Cienfuegos. Le ofreció una disculpa por las declaraciones que hubieran lastimado a las Fuerzas Armadas y acordaron tener una relación fluida. El general secretario Cienfuegos le expresó la institucionalidad castrense con el jefe del Ejecutivo, pero trascendió que las suspicacias sobre los propósitos de López Obrador no desaparecieron. Tiene razón. El equipo del presidente electo está convencido de que la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa en Iguala, hace casi cuatro años, fue un crimen de Estado realizado por militares.
La persona que será la encargada por parte del gobierno de llevar la batuta en la investigación del Ejército es Alejandro Encinas, quien sustituyó a López Obrador en la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, cuando participó en su primera campaña presidencial, y es el subsecretario de Gobernación designado para Derechos Humanos. Encinas elaboró una ruta de trabajo de 100 días, que inició el 15 de agosto, para construir el andamiaje que permita al próximo gobierno iniciar con fuerza y rapidez una ambiciosa política que enfoque en Guerrero la política de defensa de los derechos humanos.
El plan incluye el envío de una iniciativa de ley tan pronto como inicie el nuevo gobierno, para la creación de una comisión de la verdad en Guerrero, que revise la historia de las violaciones a los derechos humanos en los últimos 60 años. El objetivo es que se escarbe en la historia de la guerra sucia en los años 60, donde murieron los dos líderes guerrilleros icónicos, Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas, quien estudió en la normal de Ayotzinapa, y en los 70, donde, de acuerdo con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad Histórica de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, en un informe divulgado en 2006, la Secretaría de la Defensa Nacional desplegó operaciones de contrainsurgencia en Guerrero, asemejada a las guerras de baja intensidad, para eliminar a la guerrilla o a “los sospechosos de ser subversivos”.
De acuerdo con el plan del futuro gobierno, la comisión de la verdad investigará las matanzas en Aguas Blancas, en 1995. El Charco, en 1998, y Ayotzinapa, en 2014, además de los asesinatos de 12 dirigentes sociales en esta década, que incluye a varios donde estuvo involucrado, de acuerdo con testimonios en la PGR, José Luis Abarca, quien era alcalde de Iguala la noche del 26 de septiembre, cuando la Policía Municipal privó de su libertad a 43 normalistas de Ayotzinapa y se los entregó a Guerreros Unidos. Aunque la comisión de la verdad que será creada abarcará tantos casos que difícilmente podrán agotarlos durante todo el sexenio, es lo que sucedió en Iguala en donde hay un interés particular.
Varios padres de los normalistas, sus abogados, así como organizaciones de derechos humanos en Guerrero y expertos internacionales, están convencidos de que la desaparición de los normalistas fue un crimen de Estado, operado por los jefes militares en la entidad a través del Batallón 27 de Infantería que se encuentra en Iguala, bajo el mando de la 35 Zona Militar, que la noche del 26 de septiembre observaron la agresión a los normalistas y no intervinieron. Miembros de ese Batallón fueron señalados en los meses previos a ese crimen en las reuniones del Grupo de Coordinación de Guerrero, presidido por el Cisen, por tener presuntos nexos con Guerreros Unidos, la organización de narcotraficantes que tiene control mayoritario en Tierra Caliente, pero que nunca se procedió a investigarlos. Incluso, las minutas de esas reuniones oficialmente no existen.
Aunque el énfasis será en los soldados, también se revisará el papel de la Policía Federal, que tenía una participación limitada en Iguala, y la Marina, que aunque no tiene presencia en esos municipios, opera en el corredor del cercano municipio de Arcelia hacia el Estado de México, donde eliminó a las bandas de secuestradores en Valle de Bravo. La Marina tiene en Acapulco una de las tres sedes de sus comandos de élite, entrenados por los SEALs estadounidenses, y responsables de los operativos quirúrgicos contra criminales.
Encinas está trabajando en la organización de una reunión de los padres de los normalistas con el presidente electo, pero el armado de las organizaciones a las que quiere involucrar en este nuevo proceso incluye a instituciones internacionales abocadas a la defensa de los derechos humanos y, de manera significativa, al gobierno de Estados Unidos, quizás porque a lo largo de su investigación sobre Guerreros Unidos y sus operaciones de narcotráfico en Chicago, se enteraron de su involucramiento en la desaparición de los normalistas.
El nuevo gobierno quiere documentar la participación de las fuerzas de seguridad federal en el crimen contra los normalistas, con lo cual podrían armar un caso de desaparición forzada desde la cima del Estado mexicano, que podría colocar en el centro de una acusación ante tribunales internacionales al presidente Enrique Peña Nieto. Esa ruta será difícil de construir jurídicamente, y quizás nunca alcance el objetivo deseado. Sin embargo, una comisión de la verdad para Guerrero que revise seis décadas de violencia política y violaciones a los derechos humanos, puede tener un valor mucho más grande del que Encinas prevé.
Guerrero es galvanizador de la conflictividad social en el país, por donde se cruzan todas las variables del autoritarismo mexicano y la ingobernabilidad, cuya revisión sistemática nos puede ayudar a conocer mucho más no sólo de lo que sucedió en esa entidad, sino de lo que el sistema político mexicano produjo en este país.
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Derechos humanos/Jorge G. Castañeda
Amarres...
El Financiero...
El tema de derechos humanos va adquiriendo cada día mayor pertinencia en el mundo. La reaparición o amenaza de regímenes autoritarios y represivos en América Latina; de las llamadas democracias “no-liberales” en Europa (Hungría y Polonia) o de sectores derechistas antiinmigrantes (Suecia, Alemania, Italia); de dictaduras más o menos disimuladas y con mayor injerencia fuera de sus fronteras (Rusia), y la claudicación de los baluartes de la (relativa) defensa reciente de dichos derechos (Estados Unidos, Canadá, Francia), hacen que el panorama en la materia resulte desolador.
En México, nos encontramos en una situación inédita. Desde finales de 2006 han muerto aproximadamente 240 mil personas, y han desaparecido 40 mil. La inmensa mayoría de estos casos siguen sin resolverse. No sabemos cómo, dónde, cuándo y por qué murieron o desaparecieron. Ya ni hablemos de castigar a los culpables, cualesquiera que hayan sido: sicarios, narcos, militares o policías. Es cierto que parte de la hecatombe es inercial y no les pertenece a Calderón o Peña Nieto. El promedio de homicidios dolosos por cien mil habitantes de esta verdadera decena trágica ha sido de 20; sin guerra optativa, hubieran sido 8; la diferencia, digamos 120 mil muertos, sí es de los dos presidentes. Hay muy pocos países en el mundo donde en tiempos recientes se ha producido una carnicería semejante sin saber ni castigar.
Nadie sabe bien a bien qué hacer al respecto. Comisiones de la verdad, justicia transicional, voluntad de saber, investigación internacional: todas son buenas opciones, ninguna es suficiente en sí misma y todas son dolorosas. Lo que resulta imposible es perdonar a la enorme cantidad de asesinos de la diferencia mencionada y de los desaparecidos, sin que los familiares de las víctimas se enfurezcan, sin que los organismos externos se indignen, sin que la sociedad mexicana deje de resignarse ante la impunidad rampante que impera en este país. Eso no se va a poder. ¿Entonces?
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AMLO pierde credibilidad con 'la bancarrota’/Pablo Hiriart
Uso de Razón
El Financiero...
Ahora sí es para preocuparse en serio: el presidente electo dice que la economía del país está en bancarrota y añora el modelo previo a 1982.
Otra contradicción más en una sola persona: hace un par de semanas dijo que no había crisis económica ni financiera. Y ahora informa que el país está en bancarrota.
Se contradice a sí mismo y desmiente al próximo Coordinador de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo.
¿Qué va a salir de ese revoltijo de ideas contrapuestas cuando tomen las riendas de la nación?
En 1982 el presidente López Portillo entregó un país con reservas por 180 millones de dólares en el Banco de México.
Ahora el presidente López Obrador recibirá el país con 180 mil millones de dólares en reservas el Banco de México.
¿Estábamos mejor en 1982 que ahora?
¿Nos encontramos en bancarrota económica?
En 1988 el presidente Salinas recibió al país con una inflación de 186 por ciento.
Ahí inició la corrección, y en el actual sexenio tenemos el promedio de inflación más bajo en los últimos 50 años.
¿Terrible la situación económica para considerar al país en bancarrota?
Nunca como antes teníamos tal cantidad de empleados adscritos el Seguro Social.
El poder adquisitivo del salario aumentó en 17 por ciento en términos reales.
Se crearon cuatro millones de nuevos empleos formales en el presente sexenio.
La inversión extranjera fue histórica: 192 mil millones de dólares en seis años.
Asusta cuando el presidente electo ve a un país en ruina y pondera 1982.
La deuda externa ya no es un cataclismo desde su renegociación en 1989.
¿Hacia allá vamos a regresar?
¿Nos prepara el camino para un retorno a la verdadera bancarrota?
Sí hay un país en crisis en diferentes aspectos.
La primera de ellas es la de inseguridad. Cada día asesinan a 80 mexicanos, como recordó AMLO en Nayarit el domingo.
Ha tenido el valor de reunirse con los familiares de las víctimas y escuchar sus reclamos a gritos.
Se le reconoce ese gesto, y más aún, sostener ante familiares de víctimas que él está por el perdón, cuando los afectados claman lo contrario: justicia.
Los deudos y familiares de desaparecidos tienen razón al exigir justicia.
Hay asesinos sueltos que van a seguir matando.
Hay policías libres que se han coludido con los criminales.
Hay ministerios públicos amafiados con bandas de asesinos.
Si logra bajar un par de puntos a la impunidad en delitos de sangre, habrá logrado un gran avance.
Si en su sexenio le baja varias rayas a la corrupción, su trabajado será bienvenido.
Pero que por favor que no trate de cambiar la economía para llevarla a sexenios previos a 1988.
A Miguel de la Madrid le costó todo su gobierno pagar el lastre de la docena trágica y la ruta apenas se enderezó de 1988 en adelante.
Que por favor no cumpla sus promesas de campaña, consistentes en que “no habrá impuestos en el precio de la gasolina”, como reiteró el domingo en Nayarit, lo que en caso de un alza internacional de precios obligará a subsidiar el IEPS.
Que no someta a consulta popular “las mal llamadas reformas estructurales”, como prometió en campaña, porque sin reforma energética la imagen de México como país confiable se irá al tambo de la basura, no habrá ingreso de divisas ni aumentará la producción de hidrocarburos.
Que no llame a consulta popular la reforma en telecomunicaciones, porque la telefonía alcanza a 80 millones de mexicanos y si echa para abajo la reforma sólo servirá a los dueños de las telefónicas.
El país no está en bancarrota y un regreso a los 80 sería una catástrofe.
Ya con echar abajo la reforma educativa (sin consulta) va a ser suficiente para un retroceso gigante que el país tardará décadas en reponerse.
La economía no está en crisis, pero sí nos vamos a meter en una severa si quieren reinventar el país en seis años.
Para AMLO, lo que dijo el domingo, golpea su credibilidad.
Si la ciudadanía y el mundo creyeran en lo que dijo en Nayarit, hoy el dólar estaría por las nubes y los mercados internacionales se cimbrarían: “México en bancarrota, anuncia su presidente electo”.
No le creen y tal vez, por ahora, sea mejor.
El problema va a ser cuando empiece a gobernar.
Hay razones para preocuparse .
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Manos amarradas/Manuel J. Jáuregui
Reform, 19 Sep. 2018
Así como les decíamos ayer que nos desconciertan las respuestas a botepronto del Presidente electo (entre otras, las de los desvíos del "chivo expiatorio" Robles), de igual manera decimos que acierta Andrés Manuel en que recibirá un "país en bancarrota".
En eso no le falla, y lo peor es que el desprestigiadísimo Gobierno saliente sigue GASTANDO, como se dice en el rancho, a lo indejo.
Planas y planas de publicidad inútil en los diarios amigos, spots de radio, anuncio tras anuncio en la televisión, dispendio a lo baboso, tirando el dinero del pueblo en las cosas más innecesarias imaginables. ¿O qué creen que ya de salida con tanta publicidad Peña se convertirá en "ídolo"?
Pero eso es peccata minuta, aquí les va lo grueso: cuando se vaya Peña Nieto y su grupo de "sabios", el Gobierno mexicano gastará lo MISMO en inversión para infraestructura que en el servicio de la DEUDA. ¡Fúmense esa, estimados amigos!
Con el presupuesto 2019 el Presidente López Obrador no tendrá más que unos 500 mil millones de pesos más que el presupuesto 2018, los cuales serán insuficientes para costear los proyectos sociales que ha planteado. Y si el Gobierno continúa con los planes de terminar el nuevo aeropuerto, una buena parte de esos 500 "extra" van a ir a dar ahí... a menos que se concesione a un consorcio privado.
Realmente -y créannos, amigos lectores, que no quisiéramos que fuese así- el Presidente López tendrá las manos amarradas en su primer año de Gobierno: con una enorme DEUDA, con un bestial gasto corriente, con muy poco billete disponible como para poner en marcha sus grandes planes.
Olvidémonos en el primer año del "Tren Maya", de terminar el México-Toluca, de continuar con el NAIM, y de arrancar los planes de pensiones, de aprendices, de ayuda al campo, los precios de garantía (que implican necesariamente subsidio gubernamental) y todos los otros programas que se han planteado como prioritarios.
Incidentalmente sépase que, por la tragedia del SOCAVÓN en el Paso Exprés, la Secretaría de la Función Pública inhabilitó esta semana a TRES funcionarios más de la SCT de Gerardo Ruiz Esfarza, considerada por la opinión pública como uno de los principales ejes de corrupción en el pasado Gobierno.
Ésta es una cachetada justiciera más al titular de esta dependencia, a quien en este espacio hemos calificado como uno de los peores funcionarios, no sólo de la administración Peña Nieto (que ya de por sí es decir mucho), sino probablemente de toda la historia de la SCT.
Si acaso en este País hay -o habrá bajo la nueva administración- cualquier atisbo de justicia, resulta probable que Ruiz Esfarza sea llamado a cuentas por sus innumerables tropelías al frente de la SCT, que ha DEVORADO los recursos del pueblo a favor de Odebrechts, Higas y similares EN PERJUICIO del presupuesto 2019. Sí, ése que tendrá atado de manos al próximo Presidente, quien no yerra en afirmar que recibirá un "PAÍS QUEBRADO".
Por supuesto que lo dejan quebrado estos BRIBONES de siete mares que lo antecedieron y que se despacharon con la cuchara grande, o más bien PALA, clavándola profundo y seguido en los recursos del pueblo de México hasta agotarse todo lo que había. No se conforman con tocar fondo, sino que ¡siguen excavando! para asegurarse de no dejarle NADA de recursos al nuevo Gobierno.
Don Luis Foncerrada, director general del CEESP, afirma que "cuando López Obrador dice que estamos en bancarrota no está diciendo mentiras". Explica el experto que en este fatídico Gobierno, que se va dejando tras de sí una estela de azufre, la deuda pública se elevó de 6.3 billones a un estimado de 11.3 al cierre del 2018, lo cual quiere decir que creció ¡¡¡el 10 por ciento del PIB!!!
"No es posible recuperar este endeudamiento", afirma don Luis, "porque no se está invirtiendo". Y por lo visto, tampoco podrá hacerse, cuando menos en el primer año del próximo sexenio.
¿Querrán que les demos las gracias por este "logro"?
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Trump y López; ¡escándalos!/RICARDO ALEMÁN
24 Horas...
El reputado The Washington Post había contabilizado –hasta mayo pasado- poco más de tres mil mentiras, declaraciones falsas y engaños discursivos del presidente Trump.
Según el rotativo estadounidense, la de Trump será la presidencia más mentirosa y –por eso- buena parte de los medios de aquel país debieron crear un nuevo género periodístico; “qué quiso decir el presidencial”.
Es decir, todos los días los medios deben descifrar entre las ocurrencias presidenciales -en sus redes sociales-, y las políticas públicas que los medios deben reportar a sus audiencias como una declaración oficial.
Aun así, más de 50% de ciudadanos de aquel país se dicen contentos con la cuestionada honestidad de su Presidente y lo siguen aplaudiendo. Igual que aquí.
En México sólo el portal www.laotraopinion.com.mx lleva un recuento de las promesas del candidato Obrador que, ya como Presidente electo, debió reconocer como imposibles de cumplir. Técnicamente son mentiras y –acaso porque a “los hombres del Presidente” no les gusta exhibir las mentiras de su jefe- la página en cuestión lleva más de 10 días de un ataque cibernético.
Lo cierto es que a pesar de amenazas y presiones a la prensa mexicana, para algunos medios mexicanos ya resulta imposible no cuestionar los tropiezos discursivos, los dislates, humores encontrados y mentiras del futuro Gobierno, a pesar de que el espectáculo no pierde el tufo de romería.
La terca realidad, sin embargo, confirma la percepción de que todos los días habrá “un nuevo escándalo para regocijo del respetable”. Y, en efecto, los nuevos escándalos salieron del Senado de la República y su oficina de Comunicación Social y del propio Presidente López.
En el primer caso, la cuenta oficial del Senado difundió un tuit sin duda institucional, en el que esa cámara del Congreso se asume como parte de “la cuarta transformación” del presidente López y como apéndice del Ejecutivo.
Gracias a la torpeza de la Comunicación Social del Senado no se pudo contener en redes la paliza, la cual se apaciguó por otra declaración del presidente López.
Resulta que en su “segunda campaña” por todo el país, Obrador fustigó a “la prensa fifí”, porque lo apaleó luego que el viernes dijo que México “está en bancarrota” y que, por ello, no cumpliría sus promesas de campaña.
La paliza al futuro Presidente fue mayor porque semanas antes había dicho que Peña Nieto entregaría un mejor país, sin crisis política, económica y social.
¿Cuál de los López está en campaña? ¿El que reconoce que Peña deja un mejor país, sin crisis económica, política y fiscal o aquel que asegura que México “está en bancarrota”?
¿De verdad en México se debe perfeccionar el nuevo género periodístico global: “¿Qué quiso decir el Presidente?”.
Es decir, cada que hable López, los periodistas deben insistir: “¿Qué quiso decir el Presidente?”.
Lo cierto es que cada que un periodista tenga dudas sobre la fiabilidad de su fuente debe insistir: “¿Eso quiso decir el presidente López?”.
Al tiempo.
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Se tambalea el equipo original de AMLO/JOSÉ UREÑA
24 Horas...
El equipo original de Andrés Manuel López Obrador ha entrado a nueva revisión.
Unos elegidos se han ido por muchas cosas.
Con fortuna y no tanto.
Verbigracia:
Héctor Vasconcelos prefirió la tranquilidad de un escaño en el Senado de la República en lugar del azaroso e incierto futuro como secretario de Relaciones Exteriores.
El tabasqueño está contentísimo.
El sucesor Marcelo Ebrard ha mostrado un activismo y una influencia muy superiores a los esperados para el nuevo Gobierno e inclusive a lo mostrado como gestor de López Obrador ante Hillary Clinton y el entorno de Donald Trump.
No fue el caso de Tatiana Clouthier.
La regiomontana dijo preferir la atención de su familia y ser protagonista en la Cámara de Diputados a ocupar la Subsecretaría de Participación Ciudadana, Democracia Participativa y Organizaciones Civiles de Gobernación.
Tampoco la declinación en curso de Joel Ortega, predestinado al Instituto Nacional de Migración para ir en pos del Instituto Politécnico Nacional.
Pronto se sabrá de nuevas bajas y, obvio, nombramientos.
El caso Romero Oropeza
Ahora se tambalea Octavio Romero Oropeza.
Amigo de la juventud, de las cuentas familiares y de la vida de Andrés Manuel López Obrador, el ex oficial mayor del GDF no está seguro en la empresa de hidrocarburos.
Ahora mismo se investiga si el tabasqueño de 59 años cuenta con el respectivo título de ingeniero para ocupar la dirección de Pemex como lo exige la normatividad.
Lástima.
Nunca se le había visto tan alegre, tan ufano y con estudios apresurados en materia petrolera tras la promesa de su jefe cuando levantó olas de críticas de los expertos por su inexperiencia:
-No lo voy a quitar aunque me lo critiquen.
El tema ya llegó al Congreso de la Unión porque la Ley Orgánica de Pemex condiciona el cargo de director general a quien tenga título profesional y sea experto en economía, administración, derecho y otras áreas.
Pero como todo es posible en el reino de la cuarta transformación –y está por verse si no tiene título de ingeniero-, se analiza si es posible modificar el artículo 47 de la ley de marras.
En espera de estos resultados, una cosa es cierta: Octavio Romero Oropeza formará parte del primer círculo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En Pemex u otra dependencia destacada.
Fonacot, crisis y créditos
1. Sin proponérselo, el Fonacot ha mostrado el nivel de la crisis y las carencias obreras.
Abrió su portal para tramitar créditos de manera simple, segura y rápida y en los primeros 15 días registró casi 60 mil visitas.
El director César Alberto Martínez da otro dato: casi la mitad de los solicitantes son personas con una antigüedad oscilante entre los 25 y 34 años.
O sea, con historial financiero y garantía de pago.
2. En Yucatán se ha innovado la transmisión del Gobierno.
Ya no es la reunión de funcionarios salientes y entrantes, sino la entrega ante representantes de la sociedad civil para “garantizar la transparencia de los trabajos”.
Buen acuerdo entre el priista Rolando Zapata y el panista Mauricio Vila.
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AMLO: la hora de las dudas/Jorge Fernández Menéndez
Excelsior...
Ningún viento le es favorable a quien no sabe a qué puerto se dirige, decía Séneca. Y creo que ese es el mayor problema que tienen el presidente electo Andrés Manuel López Obrador y su principal equipo de colaboradores. El problema no son las contradicciones. Ellas son el síntoma de un proyecto de gobierno que no termina de transitar, porque su cabeza tampoco lo hace, de la retórica de campaña al ejercicio del poder y donde, extraviados en nombramientos anticipados, luchas de poder interna, ambiciones, legítimas o no, terminan siendo muy pocos, ni siquiera un puñado, los que hacen de verdad política. Con un agravante, salvo dos o tres miembros de su equipo, los demás no se atreven a contradecir a su jefe, al presidente electo, otro síntoma más de lo que si no se corrige puede ser una enfermedad grave a la hora de ejercer el poder.
Las indefiniciones y contradicciones abarcan casi todo. Por ejemplo, la amnistía. En los foros realizados para la pacificación y la justicia, la idea del perdón se pierde ante el de la justicia que reclaman, sin saber tampoco cómo alcanzarla, las víctimas. López Obrador pone de manifiesto su instinto al insistir en el perdón, pero para ejercerlo en muchas ocasiones se tiene que hacer primero justicia. Es lo que dijo Olga Sánchez Cordero, apenas el lunes, luego de la mala reunión que tuvieron el viernes con familiares de víctimas en Tlatelolco, donde se volvieron a exhibir las dudas sobre el rumbo a seguir.
También el lunes, Olga dijo que la amnistía sería para mujeres que fueran mulas o sea transportadoras de drogas y para cien mil jóvenes que, aseguró, están presos por posesión de drogas. Me parece que se equivocan. Primero hay que tener diagnósticos precisos sobre el tema y hoy no los tiene, ni el actual ni el futuro gobierno. No se sabe cuántos desaparecidos hay, las cifras de siete mil, 30 mil o 40 mil no tienen sustento alguno, pueden ser más o menos pero no existe un censo real de desaparecidos y sus causas, porque tampoco estamos, como ocurrió en las dictaduras militares de Centro y Sudamérica, ante una política de desapariciones implantada desde el Estado. La enorme mayoría de los casos son acciones del crimen organizado y eso hace todo mucho más complejo darles seguimiento, a lo que se suma la enorme movilidad en ciertas zonas rurales.
Un censo de personas desaparecidas es básico para establecer cualquier política pública al respecto. En el tema de la amnistía tampoco se tiene información fidedigna. Los cien mil jóvenes detenidos por posesión de drogas de los que habla Sánchez Cordero, ¿están en esa condición por portar dosis para consumo personal, o la posesión de drogas es un delito que se suma a otros?
¿Se investigarán los antecedentes de cada uno de esos jóvenes para no amnistiar a delincuentes peligrosos, sean o no jóvenes? Porque parte de la crisis de seguridad que vivimos se debe a los miles de detenidos que han sido liberados o que una vez detenidos son liberados por los cambios en el sistema de justicia penal, que son delincuentes reincidentes, algunos de ellos francamente peligrosos y que terminan en la calle. Una vez más no se puede actuar con base en generalidades sino ante casos específicos.
Por supuesto que el país no está en bancarrota. La declaración de Andrés Manuel en Tepic se contradice con lo que él mismo ha dicho sobre la estabilidad económica del país. México estuvo en bancarrota en 1976, con Luis Echeverría; en forma notable en 1982 con López Portillo; México rondó la bancarrota en 1987; cayó en ella en diciembre de 1994. Pero desde entonces se ha ido recuperando en forma constante e incluso la bancarrota global del 2008 puedo ser sorteada en México en una forma bastante indolora, comparada con los costos globales de los que, por ejemplo, Europa aún no se termina de recuperar. Decir que el país está en bancarrota no tiene sentido, salvo que se quiera utilizar el tremendismo para bajar expectativas de promesas imposibles de cumplir.
En el tema del aeropuerto internacional de la Ciudad de México parece que estamos ante una comedida de enredos que caen a veces en el ridículo. El próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, en su afán de sacar el proyecto de Santa Lucía junto con el constructor José María Rioboó, rechaza los juicios de la empresa internacional Mitre (la mayor asesora global en temas aeronáuticos), del Colegio de Ingenieros Civiles de México, del Colegio de Pilotos de México, a los que les pidió dictámenes. Ahora envía la solicitud de un estudio a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el cual será entregado en octubre próximo, sobre la viabilidad de la operación simultánea del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la base militar de Santa Lucía. ¿Si todos los especialistas serios del país y del mundo insisten en que se debe continuar la actual construcción en Texcoco, que ya está concluida en más de un 30 por ciento, qué necesidad hay de empeñarse en contradicciones y falsas consultas?
Y no hemos hablado de las indefiniciones en energía, en educación, en salarios, en descentralización. Y faltan ahora sí, sólo 73 días...#
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Ayotzinapa: el Ejército, el enemigo/Raymundo Riva Palacio..
El Financiero...
Estrictamente Personal..
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, acudió a la Secretaría de la Defensa para hacer las paces con el general Salvador Cienfuegos. Le ofreció una disculpa por las declaraciones que hubieran lastimado a las Fuerzas Armadas y acordaron tener una relación fluida. El general secretario Cienfuegos le expresó la institucionalidad castrense con el jefe del Ejecutivo, pero trascendió que las suspicacias sobre los propósitos de López Obrador no desaparecieron. Tiene razón. El equipo del presidente electo está convencido de que la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa en Iguala, hace casi cuatro años, fue un crimen de Estado realizado por militares.
La persona que será la encargada por parte del gobierno de llevar la batuta en la investigación del Ejército es Alejandro Encinas, quien sustituyó a López Obrador en la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, cuando participó en su primera campaña presidencial, y es el subsecretario de Gobernación designado para Derechos Humanos. Encinas elaboró una ruta de trabajo de 100 días, que inició el 15 de agosto, para construir el andamiaje que permita al próximo gobierno iniciar con fuerza y rapidez una ambiciosa política que enfoque en Guerrero la política de defensa de los derechos humanos.
El plan incluye el envío de una iniciativa de ley tan pronto como inicie el nuevo gobierno, para la creación de una comisión de la verdad en Guerrero, que revise la historia de las violaciones a los derechos humanos en los últimos 60 años. El objetivo es que se escarbe en la historia de la guerra sucia en los años 60, donde murieron los dos líderes guerrilleros icónicos, Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas, quien estudió en la normal de Ayotzinapa, y en los 70, donde, de acuerdo con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad Histórica de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, en un informe divulgado en 2006, la Secretaría de la Defensa Nacional desplegó operaciones de contrainsurgencia en Guerrero, asemejada a las guerras de baja intensidad, para eliminar a la guerrilla o a “los sospechosos de ser subversivos”.
De acuerdo con el plan del futuro gobierno, la comisión de la verdad investigará las matanzas en Aguas Blancas, en 1995. El Charco, en 1998, y Ayotzinapa, en 2014, además de los asesinatos de 12 dirigentes sociales en esta década, que incluye a varios donde estuvo involucrado, de acuerdo con testimonios en la PGR, José Luis Abarca, quien era alcalde de Iguala la noche del 26 de septiembre, cuando la Policía Municipal privó de su libertad a 43 normalistas de Ayotzinapa y se los entregó a Guerreros Unidos. Aunque la comisión de la verdad que será creada abarcará tantos casos que difícilmente podrán agotarlos durante todo el sexenio, es lo que sucedió en Iguala en donde hay un interés particular.
Varios padres de los normalistas, sus abogados, así como organizaciones de derechos humanos en Guerrero y expertos internacionales, están convencidos de que la desaparición de los normalistas fue un crimen de Estado, operado por los jefes militares en la entidad a través del Batallón 27 de Infantería que se encuentra en Iguala, bajo el mando de la 35 Zona Militar, que la noche del 26 de septiembre observaron la agresión a los normalistas y no intervinieron. Miembros de ese Batallón fueron señalados en los meses previos a ese crimen en las reuniones del Grupo de Coordinación de Guerrero, presidido por el Cisen, por tener presuntos nexos con Guerreros Unidos, la organización de narcotraficantes que tiene control mayoritario en Tierra Caliente, pero que nunca se procedió a investigarlos. Incluso, las minutas de esas reuniones oficialmente no existen.
Aunque el énfasis será en los soldados, también se revisará el papel de la Policía Federal, que tenía una participación limitada en Iguala, y la Marina, que aunque no tiene presencia en esos municipios, opera en el corredor del cercano municipio de Arcelia hacia el Estado de México, donde eliminó a las bandas de secuestradores en Valle de Bravo. La Marina tiene en Acapulco una de las tres sedes de sus comandos de élite, entrenados por los SEALs estadounidenses, y responsables de los operativos quirúrgicos contra criminales.
Encinas está trabajando en la organización de una reunión de los padres de los normalistas con el presidente electo, pero el armado de las organizaciones a las que quiere involucrar en este nuevo proceso incluye a instituciones internacionales abocadas a la defensa de los derechos humanos y, de manera significativa, al gobierno de Estados Unidos, quizás porque a lo largo de su investigación sobre Guerreros Unidos y sus operaciones de narcotráfico en Chicago, se enteraron de su involucramiento en la desaparición de los normalistas.
El nuevo gobierno quiere documentar la participación de las fuerzas de seguridad federal en el crimen contra los normalistas, con lo cual podrían armar un caso de desaparición forzada desde la cima del Estado mexicano, que podría colocar en el centro de una acusación ante tribunales internacionales al presidente Enrique Peña Nieto. Esa ruta será difícil de construir jurídicamente, y quizás nunca alcance el objetivo deseado. Sin embargo, una comisión de la verdad para Guerrero que revise seis décadas de violencia política y violaciones a los derechos humanos, puede tener un valor mucho más grande del que Encinas prevé.
Guerrero es galvanizador de la conflictividad social en el país, por donde se cruzan todas las variables del autoritarismo mexicano y la ingobernabilidad, cuya revisión sistemática nos puede ayudar a conocer mucho más no sólo de lo que sucedió en esa entidad, sino de lo que el sistema político mexicano produjo en este país.
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Derechos humanos/Jorge G. Castañeda
Amarres...
El Financiero...
El tema de derechos humanos va adquiriendo cada día mayor pertinencia en el mundo. La reaparición o amenaza de regímenes autoritarios y represivos en América Latina; de las llamadas democracias “no-liberales” en Europa (Hungría y Polonia) o de sectores derechistas antiinmigrantes (Suecia, Alemania, Italia); de dictaduras más o menos disimuladas y con mayor injerencia fuera de sus fronteras (Rusia), y la claudicación de los baluartes de la (relativa) defensa reciente de dichos derechos (Estados Unidos, Canadá, Francia), hacen que el panorama en la materia resulte desolador.
En México, nos encontramos en una situación inédita. Desde finales de 2006 han muerto aproximadamente 240 mil personas, y han desaparecido 40 mil. La inmensa mayoría de estos casos siguen sin resolverse. No sabemos cómo, dónde, cuándo y por qué murieron o desaparecieron. Ya ni hablemos de castigar a los culpables, cualesquiera que hayan sido: sicarios, narcos, militares o policías. Es cierto que parte de la hecatombe es inercial y no les pertenece a Calderón o Peña Nieto. El promedio de homicidios dolosos por cien mil habitantes de esta verdadera decena trágica ha sido de 20; sin guerra optativa, hubieran sido 8; la diferencia, digamos 120 mil muertos, sí es de los dos presidentes. Hay muy pocos países en el mundo donde en tiempos recientes se ha producido una carnicería semejante sin saber ni castigar.
Nadie sabe bien a bien qué hacer al respecto. Comisiones de la verdad, justicia transicional, voluntad de saber, investigación internacional: todas son buenas opciones, ninguna es suficiente en sí misma y todas son dolorosas. Lo que resulta imposible es perdonar a la enorme cantidad de asesinos de la diferencia mencionada y de los desaparecidos, sin que los familiares de las víctimas se enfurezcan, sin que los organismos externos se indignen, sin que la sociedad mexicana deje de resignarse ante la impunidad rampante que impera en este país. Eso no se va a poder. ¿Entonces?
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AMLO pierde credibilidad con 'la bancarrota’/Pablo Hiriart
Uso de Razón
El Financiero...
Ahora sí es para preocuparse en serio: el presidente electo dice que la economía del país está en bancarrota y añora el modelo previo a 1982.
Otra contradicción más en una sola persona: hace un par de semanas dijo que no había crisis económica ni financiera. Y ahora informa que el país está en bancarrota.
Se contradice a sí mismo y desmiente al próximo Coordinador de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo.
¿Qué va a salir de ese revoltijo de ideas contrapuestas cuando tomen las riendas de la nación?
En 1982 el presidente López Portillo entregó un país con reservas por 180 millones de dólares en el Banco de México.
Ahora el presidente López Obrador recibirá el país con 180 mil millones de dólares en reservas el Banco de México.
¿Estábamos mejor en 1982 que ahora?
¿Nos encontramos en bancarrota económica?
En 1988 el presidente Salinas recibió al país con una inflación de 186 por ciento.
Ahí inició la corrección, y en el actual sexenio tenemos el promedio de inflación más bajo en los últimos 50 años.
¿Terrible la situación económica para considerar al país en bancarrota?
Nunca como antes teníamos tal cantidad de empleados adscritos el Seguro Social.
El poder adquisitivo del salario aumentó en 17 por ciento en términos reales.
Se crearon cuatro millones de nuevos empleos formales en el presente sexenio.
La inversión extranjera fue histórica: 192 mil millones de dólares en seis años.
Asusta cuando el presidente electo ve a un país en ruina y pondera 1982.
La deuda externa ya no es un cataclismo desde su renegociación en 1989.
¿Hacia allá vamos a regresar?
¿Nos prepara el camino para un retorno a la verdadera bancarrota?
Sí hay un país en crisis en diferentes aspectos.
La primera de ellas es la de inseguridad. Cada día asesinan a 80 mexicanos, como recordó AMLO en Nayarit el domingo.
Ha tenido el valor de reunirse con los familiares de las víctimas y escuchar sus reclamos a gritos.
Se le reconoce ese gesto, y más aún, sostener ante familiares de víctimas que él está por el perdón, cuando los afectados claman lo contrario: justicia.
Los deudos y familiares de desaparecidos tienen razón al exigir justicia.
Hay asesinos sueltos que van a seguir matando.
Hay policías libres que se han coludido con los criminales.
Hay ministerios públicos amafiados con bandas de asesinos.
Si logra bajar un par de puntos a la impunidad en delitos de sangre, habrá logrado un gran avance.
Si en su sexenio le baja varias rayas a la corrupción, su trabajado será bienvenido.
Pero que por favor que no trate de cambiar la economía para llevarla a sexenios previos a 1988.
A Miguel de la Madrid le costó todo su gobierno pagar el lastre de la docena trágica y la ruta apenas se enderezó de 1988 en adelante.
Que por favor no cumpla sus promesas de campaña, consistentes en que “no habrá impuestos en el precio de la gasolina”, como reiteró el domingo en Nayarit, lo que en caso de un alza internacional de precios obligará a subsidiar el IEPS.
Que no someta a consulta popular “las mal llamadas reformas estructurales”, como prometió en campaña, porque sin reforma energética la imagen de México como país confiable se irá al tambo de la basura, no habrá ingreso de divisas ni aumentará la producción de hidrocarburos.
Que no llame a consulta popular la reforma en telecomunicaciones, porque la telefonía alcanza a 80 millones de mexicanos y si echa para abajo la reforma sólo servirá a los dueños de las telefónicas.
El país no está en bancarrota y un regreso a los 80 sería una catástrofe.
Ya con echar abajo la reforma educativa (sin consulta) va a ser suficiente para un retroceso gigante que el país tardará décadas en reponerse.
La economía no está en crisis, pero sí nos vamos a meter en una severa si quieren reinventar el país en seis años.
Para AMLO, lo que dijo el domingo, golpea su credibilidad.
Si la ciudadanía y el mundo creyeran en lo que dijo en Nayarit, hoy el dólar estaría por las nubes y los mercados internacionales se cimbrarían: “México en bancarrota, anuncia su presidente electo”.
No le creen y tal vez, por ahora, sea mejor.
El problema va a ser cuando empiece a gobernar.
Hay razones para preocuparse .
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Manos amarradas/Manuel J. Jáuregui
Reform, 19 Sep. 2018
Así como les decíamos ayer que nos desconciertan las respuestas a botepronto del Presidente electo (entre otras, las de los desvíos del "chivo expiatorio" Robles), de igual manera decimos que acierta Andrés Manuel en que recibirá un "país en bancarrota".
En eso no le falla, y lo peor es que el desprestigiadísimo Gobierno saliente sigue GASTANDO, como se dice en el rancho, a lo indejo.
Planas y planas de publicidad inútil en los diarios amigos, spots de radio, anuncio tras anuncio en la televisión, dispendio a lo baboso, tirando el dinero del pueblo en las cosas más innecesarias imaginables. ¿O qué creen que ya de salida con tanta publicidad Peña se convertirá en "ídolo"?
Pero eso es peccata minuta, aquí les va lo grueso: cuando se vaya Peña Nieto y su grupo de "sabios", el Gobierno mexicano gastará lo MISMO en inversión para infraestructura que en el servicio de la DEUDA. ¡Fúmense esa, estimados amigos!
Con el presupuesto 2019 el Presidente López Obrador no tendrá más que unos 500 mil millones de pesos más que el presupuesto 2018, los cuales serán insuficientes para costear los proyectos sociales que ha planteado. Y si el Gobierno continúa con los planes de terminar el nuevo aeropuerto, una buena parte de esos 500 "extra" van a ir a dar ahí... a menos que se concesione a un consorcio privado.
Realmente -y créannos, amigos lectores, que no quisiéramos que fuese así- el Presidente López tendrá las manos amarradas en su primer año de Gobierno: con una enorme DEUDA, con un bestial gasto corriente, con muy poco billete disponible como para poner en marcha sus grandes planes.
Olvidémonos en el primer año del "Tren Maya", de terminar el México-Toluca, de continuar con el NAIM, y de arrancar los planes de pensiones, de aprendices, de ayuda al campo, los precios de garantía (que implican necesariamente subsidio gubernamental) y todos los otros programas que se han planteado como prioritarios.
Incidentalmente sépase que, por la tragedia del SOCAVÓN en el Paso Exprés, la Secretaría de la Función Pública inhabilitó esta semana a TRES funcionarios más de la SCT de Gerardo Ruiz Esfarza, considerada por la opinión pública como uno de los principales ejes de corrupción en el pasado Gobierno.
Ésta es una cachetada justiciera más al titular de esta dependencia, a quien en este espacio hemos calificado como uno de los peores funcionarios, no sólo de la administración Peña Nieto (que ya de por sí es decir mucho), sino probablemente de toda la historia de la SCT.
Si acaso en este País hay -o habrá bajo la nueva administración- cualquier atisbo de justicia, resulta probable que Ruiz Esfarza sea llamado a cuentas por sus innumerables tropelías al frente de la SCT, que ha DEVORADO los recursos del pueblo a favor de Odebrechts, Higas y similares EN PERJUICIO del presupuesto 2019. Sí, ése que tendrá atado de manos al próximo Presidente, quien no yerra en afirmar que recibirá un "PAÍS QUEBRADO".
Por supuesto que lo dejan quebrado estos BRIBONES de siete mares que lo antecedieron y que se despacharon con la cuchara grande, o más bien PALA, clavándola profundo y seguido en los recursos del pueblo de México hasta agotarse todo lo que había. No se conforman con tocar fondo, sino que ¡siguen excavando! para asegurarse de no dejarle NADA de recursos al nuevo Gobierno.
Don Luis Foncerrada, director general del CEESP, afirma que "cuando López Obrador dice que estamos en bancarrota no está diciendo mentiras". Explica el experto que en este fatídico Gobierno, que se va dejando tras de sí una estela de azufre, la deuda pública se elevó de 6.3 billones a un estimado de 11.3 al cierre del 2018, lo cual quiere decir que creció ¡¡¡el 10 por ciento del PIB!!!
"No es posible recuperar este endeudamiento", afirma don Luis, "porque no se está invirtiendo". Y por lo visto, tampoco podrá hacerse, cuando menos en el primer año del próximo sexenio.
¿Querrán que les demos las gracias por este "logro"?
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Trump y López; ¡escándalos!/RICARDO ALEMÁN
24 Horas...
El reputado The Washington Post había contabilizado –hasta mayo pasado- poco más de tres mil mentiras, declaraciones falsas y engaños discursivos del presidente Trump.
Según el rotativo estadounidense, la de Trump será la presidencia más mentirosa y –por eso- buena parte de los medios de aquel país debieron crear un nuevo género periodístico; “qué quiso decir el presidencial”.
Es decir, todos los días los medios deben descifrar entre las ocurrencias presidenciales -en sus redes sociales-, y las políticas públicas que los medios deben reportar a sus audiencias como una declaración oficial.
Aun así, más de 50% de ciudadanos de aquel país se dicen contentos con la cuestionada honestidad de su Presidente y lo siguen aplaudiendo. Igual que aquí.
En México sólo el portal www.laotraopinion.com.mx lleva un recuento de las promesas del candidato Obrador que, ya como Presidente electo, debió reconocer como imposibles de cumplir. Técnicamente son mentiras y –acaso porque a “los hombres del Presidente” no les gusta exhibir las mentiras de su jefe- la página en cuestión lleva más de 10 días de un ataque cibernético.
Lo cierto es que a pesar de amenazas y presiones a la prensa mexicana, para algunos medios mexicanos ya resulta imposible no cuestionar los tropiezos discursivos, los dislates, humores encontrados y mentiras del futuro Gobierno, a pesar de que el espectáculo no pierde el tufo de romería.
La terca realidad, sin embargo, confirma la percepción de que todos los días habrá “un nuevo escándalo para regocijo del respetable”. Y, en efecto, los nuevos escándalos salieron del Senado de la República y su oficina de Comunicación Social y del propio Presidente López.
En el primer caso, la cuenta oficial del Senado difundió un tuit sin duda institucional, en el que esa cámara del Congreso se asume como parte de “la cuarta transformación” del presidente López y como apéndice del Ejecutivo.
Gracias a la torpeza de la Comunicación Social del Senado no se pudo contener en redes la paliza, la cual se apaciguó por otra declaración del presidente López.
Resulta que en su “segunda campaña” por todo el país, Obrador fustigó a “la prensa fifí”, porque lo apaleó luego que el viernes dijo que México “está en bancarrota” y que, por ello, no cumpliría sus promesas de campaña.
La paliza al futuro Presidente fue mayor porque semanas antes había dicho que Peña Nieto entregaría un mejor país, sin crisis política, económica y social.
¿Cuál de los López está en campaña? ¿El que reconoce que Peña deja un mejor país, sin crisis económica, política y fiscal o aquel que asegura que México “está en bancarrota”?
¿De verdad en México se debe perfeccionar el nuevo género periodístico global: “¿Qué quiso decir el Presidente?”.
Es decir, cada que hable López, los periodistas deben insistir: “¿Qué quiso decir el Presidente?”.
Lo cierto es que cada que un periodista tenga dudas sobre la fiabilidad de su fuente debe insistir: “¿Eso quiso decir el presidente López?”.
Al tiempo.
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Se tambalea el equipo original de AMLO/JOSÉ UREÑA
24 Horas...
El equipo original de Andrés Manuel López Obrador ha entrado a nueva revisión.
Unos elegidos se han ido por muchas cosas.
Con fortuna y no tanto.
Verbigracia:
Héctor Vasconcelos prefirió la tranquilidad de un escaño en el Senado de la República en lugar del azaroso e incierto futuro como secretario de Relaciones Exteriores.
El tabasqueño está contentísimo.
El sucesor Marcelo Ebrard ha mostrado un activismo y una influencia muy superiores a los esperados para el nuevo Gobierno e inclusive a lo mostrado como gestor de López Obrador ante Hillary Clinton y el entorno de Donald Trump.
No fue el caso de Tatiana Clouthier.
La regiomontana dijo preferir la atención de su familia y ser protagonista en la Cámara de Diputados a ocupar la Subsecretaría de Participación Ciudadana, Democracia Participativa y Organizaciones Civiles de Gobernación.
Tampoco la declinación en curso de Joel Ortega, predestinado al Instituto Nacional de Migración para ir en pos del Instituto Politécnico Nacional.
Pronto se sabrá de nuevas bajas y, obvio, nombramientos.
El caso Romero Oropeza
Ahora se tambalea Octavio Romero Oropeza.
Amigo de la juventud, de las cuentas familiares y de la vida de Andrés Manuel López Obrador, el ex oficial mayor del GDF no está seguro en la empresa de hidrocarburos.
Ahora mismo se investiga si el tabasqueño de 59 años cuenta con el respectivo título de ingeniero para ocupar la dirección de Pemex como lo exige la normatividad.
Lástima.
Nunca se le había visto tan alegre, tan ufano y con estudios apresurados en materia petrolera tras la promesa de su jefe cuando levantó olas de críticas de los expertos por su inexperiencia:
-No lo voy a quitar aunque me lo critiquen.
El tema ya llegó al Congreso de la Unión porque la Ley Orgánica de Pemex condiciona el cargo de director general a quien tenga título profesional y sea experto en economía, administración, derecho y otras áreas.
Pero como todo es posible en el reino de la cuarta transformación –y está por verse si no tiene título de ingeniero-, se analiza si es posible modificar el artículo 47 de la ley de marras.
En espera de estos resultados, una cosa es cierta: Octavio Romero Oropeza formará parte del primer círculo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En Pemex u otra dependencia destacada.
Fonacot, crisis y créditos
1. Sin proponérselo, el Fonacot ha mostrado el nivel de la crisis y las carencias obreras.
Abrió su portal para tramitar créditos de manera simple, segura y rápida y en los primeros 15 días registró casi 60 mil visitas.
El director César Alberto Martínez da otro dato: casi la mitad de los solicitantes son personas con una antigüedad oscilante entre los 25 y 34 años.
O sea, con historial financiero y garantía de pago.
2. En Yucatán se ha innovado la transmisión del Gobierno.
Ya no es la reunión de funcionarios salientes y entrantes, sino la entrega ante representantes de la sociedad civil para “garantizar la transparencia de los trabajos”.
Buen acuerdo entre el priista Rolando Zapata y el panista Mauricio Vila.
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AMLO: la hora de las dudas/Jorge Fernández Menéndez
Excelsior...
Ningún viento le es favorable a quien no sabe a qué puerto se dirige, decía Séneca. Y creo que ese es el mayor problema que tienen el presidente electo Andrés Manuel López Obrador y su principal equipo de colaboradores. El problema no son las contradicciones. Ellas son el síntoma de un proyecto de gobierno que no termina de transitar, porque su cabeza tampoco lo hace, de la retórica de campaña al ejercicio del poder y donde, extraviados en nombramientos anticipados, luchas de poder interna, ambiciones, legítimas o no, terminan siendo muy pocos, ni siquiera un puñado, los que hacen de verdad política. Con un agravante, salvo dos o tres miembros de su equipo, los demás no se atreven a contradecir a su jefe, al presidente electo, otro síntoma más de lo que si no se corrige puede ser una enfermedad grave a la hora de ejercer el poder.
Las indefiniciones y contradicciones abarcan casi todo. Por ejemplo, la amnistía. En los foros realizados para la pacificación y la justicia, la idea del perdón se pierde ante el de la justicia que reclaman, sin saber tampoco cómo alcanzarla, las víctimas. López Obrador pone de manifiesto su instinto al insistir en el perdón, pero para ejercerlo en muchas ocasiones se tiene que hacer primero justicia. Es lo que dijo Olga Sánchez Cordero, apenas el lunes, luego de la mala reunión que tuvieron el viernes con familiares de víctimas en Tlatelolco, donde se volvieron a exhibir las dudas sobre el rumbo a seguir.
También el lunes, Olga dijo que la amnistía sería para mujeres que fueran mulas o sea transportadoras de drogas y para cien mil jóvenes que, aseguró, están presos por posesión de drogas. Me parece que se equivocan. Primero hay que tener diagnósticos precisos sobre el tema y hoy no los tiene, ni el actual ni el futuro gobierno. No se sabe cuántos desaparecidos hay, las cifras de siete mil, 30 mil o 40 mil no tienen sustento alguno, pueden ser más o menos pero no existe un censo real de desaparecidos y sus causas, porque tampoco estamos, como ocurrió en las dictaduras militares de Centro y Sudamérica, ante una política de desapariciones implantada desde el Estado. La enorme mayoría de los casos son acciones del crimen organizado y eso hace todo mucho más complejo darles seguimiento, a lo que se suma la enorme movilidad en ciertas zonas rurales.
Un censo de personas desaparecidas es básico para establecer cualquier política pública al respecto. En el tema de la amnistía tampoco se tiene información fidedigna. Los cien mil jóvenes detenidos por posesión de drogas de los que habla Sánchez Cordero, ¿están en esa condición por portar dosis para consumo personal, o la posesión de drogas es un delito que se suma a otros?
¿Se investigarán los antecedentes de cada uno de esos jóvenes para no amnistiar a delincuentes peligrosos, sean o no jóvenes? Porque parte de la crisis de seguridad que vivimos se debe a los miles de detenidos que han sido liberados o que una vez detenidos son liberados por los cambios en el sistema de justicia penal, que son delincuentes reincidentes, algunos de ellos francamente peligrosos y que terminan en la calle. Una vez más no se puede actuar con base en generalidades sino ante casos específicos.
Por supuesto que el país no está en bancarrota. La declaración de Andrés Manuel en Tepic se contradice con lo que él mismo ha dicho sobre la estabilidad económica del país. México estuvo en bancarrota en 1976, con Luis Echeverría; en forma notable en 1982 con López Portillo; México rondó la bancarrota en 1987; cayó en ella en diciembre de 1994. Pero desde entonces se ha ido recuperando en forma constante e incluso la bancarrota global del 2008 puedo ser sorteada en México en una forma bastante indolora, comparada con los costos globales de los que, por ejemplo, Europa aún no se termina de recuperar. Decir que el país está en bancarrota no tiene sentido, salvo que se quiera utilizar el tremendismo para bajar expectativas de promesas imposibles de cumplir.
En el tema del aeropuerto internacional de la Ciudad de México parece que estamos ante una comedida de enredos que caen a veces en el ridículo. El próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, en su afán de sacar el proyecto de Santa Lucía junto con el constructor José María Rioboó, rechaza los juicios de la empresa internacional Mitre (la mayor asesora global en temas aeronáuticos), del Colegio de Ingenieros Civiles de México, del Colegio de Pilotos de México, a los que les pidió dictámenes. Ahora envía la solicitud de un estudio a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el cual será entregado en octubre próximo, sobre la viabilidad de la operación simultánea del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la base militar de Santa Lucía. ¿Si todos los especialistas serios del país y del mundo insisten en que se debe continuar la actual construcción en Texcoco, que ya está concluida en más de un 30 por ciento, qué necesidad hay de empeñarse en contradicciones y falsas consultas?
Y no hemos hablado de las indefiniciones en energía, en educación, en salarios, en descentralización. Y faltan ahora sí, sólo 73 días...#
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