13 abr 2020

Las columnas políticas hoy lunes 13 de abril de 2020

Eugenio Derbez publicó ayer en sus redes un emotiva llamada de auxilio en apoyo al Dr. Faustino Ruvalcaba, para la Clínica 20 del IMSS, en Tijuana, Baja California.
A través de un video y visiblemente angustiado, dio lectura a una carta que le hizo llegar su amigo, en busca de la intervención de las autoridades, ante la falta del equipo necesario, para que los médicos puedan enfrentarse a la emergencia sanitaria....
"Amanecí hoy con la llamada de un amigo que es médico y trabaja en una de las clínicas en Tijuana, una de las clínicas del IMSS del Seguro Social, me hizo un llamado desesperado y yo le quiero dar difusión a la carta que el emitió de forma desesperada y poder apoyar", explica.
El IMSS Baja California, aclaró en sus cuentas oficiales, que sí se cuenta con el material en las unidades médicas, para la atención a pacientes sospechosos y confirmados de COVID19 e invitó a la población a consultar las fuentes oficiales.
Entonces, Eugenio Derbez mentiroso?  @Tu_IMSS
 Mmm. 
Hay otras versiones..
Escuchemos la entrevista que hizo Adela Micha al Dr. Ruvalcaba, que si existe, y no como andan diciendo por ahí los seguidores de la 4T...
@Adela_Micha
 🔴"Los que están arriba, nunca bajaron a la trinchera, por eso ellos tienen miedo", se refiere el doctor Faustino Ruvalcaba a la denuncia comunitaria que sus colegas hicieron en redes sociales, misma que él y @EugenioDerbez compartieron en  #MeLoDijoAdela #ElHeraldoRadio
10:56 AM - Apr 13, 2020
https://www.la-saga.com/actual/dr-faustino-ruvalcaba-confirma-mensaje-de-eugenio-derbez
Derbez se mantiene en sus dichos con otro vídeo...!
@EugenioDerbez
No... no son fake news. 
Qué triste que se le invierta más tiempo a tratar de ocultar una verdad, que a salvar vidas.
Que Dios los bendiga.
@desiree_durante
@epigmenioibarra
@IMSS_BC
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El C. Presidente dijo en la mañanera de hoy que en la negociación nos fue requetebién....

"Nos fue muy bien, requetebién, México tuvo un trato especial, fue respetado por el concierto de estas naciones productoras de petróleo, fue algo excepcional, también nunca visto este acuerdo, esto lo vamos a tratar el miércoles,.., dijo...
Luego de cuatro días de negociaciones la OPEP aceptó la propuesta de México de reducir su producción sólo en 100 mil barriles diarios y no en los 400 mil solicitados.
Lo anterior luego de que EU prometió compensarlo con un recorte adicional de 300 mil barriles de su parte.
Trump destacó vía Twitter el acuerdo y felicitó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, y al Rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz.
La frase de que nos ha ido requetebien es “copyright" de la maestra Delfina Gómez Álvarez..
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El Presidente informó que, tras lograr un acuerdo con dueños y directivos, los hospitales privados recibirán a pacientes con seguridad social y a la población en general, a fin de liberar espacios en institutos públicos de salud, 
El acuerdo durará un mes -del 23 de abril al 23 de mayo- y se dispondrán de 3 mil 115 camas en 146 hospitales de 20 estados del País. 
"Los costos son los mínimos, no es un convenio con fines de lucro, eso es muy importante señalarlo, cosa que agradezco mucho, repito, a los dueños de hospitales privados, porque no van a obtener utilidades como en una situación normal por la emergencia", refirió. 
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Morena baja en preferencias electorales a 18%; el 59% no apoya a ningún partido
Primera vez que las opiniones negativas al partido rebasan a las positivas, desde 2018
Actualmente, Morena capta el 18 por ciento de las preferencias de los electores, 15 puntos menos que en enero pasado, cuando registró 33 por ciento, y 28 puntos menos que el nivel máximo de apoyo que alcanzó a tener durante los primeros meses del gobierno del presidente López Obrador, de 46 por ciento. 
Así lo revela la más reciente encuesta nacional telefónica de El Financiero, realizada a 820 adultos en el mes de marzo.
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TEMPLO MAYOR/Reforma
Templo Mayor/ REFORMA
UN APLAUSO se merece Rocío Nahle por decir las cosas como son. Con todas sus letras afirmó que, en materia petrolera, "Donald Trump nos ofende, nos insulta, quiere construir un muro y nosotros seguimos entregándole la propiedad de la nación". Y aunque eso lo dijo cuando era diputada federal en la pasada legislatura, seguramente sigue pensando lo mismo. ¿O no?
OJALÁ que la secretaria de Energía se sostenga en sus dichos, pues en agosto de 2016 exigió desde la tribuna de San Lázaro que el presidente de la República informara a qué acuerdos llegó con Estados Unidos, lo cual sería muuuy útil en estos momentos. Porque hasta ahora el gobierno mexicano sigue ocultando qué le prometió Andrés Manuel López Obrador a Donald Trump a cambio de que le echara la mano en la OPEP.
PORQUE a menos que haya ocurrido un milagro de Pascua, el presidente norteamericano no se caracteriza por ser una hermana de la caridad. De hecho, se le conoce por ser bastante gandalla en sus negociaciones comerciales.
POR CIERTO que en sus tiempos de diputada -y visionaria- Rocío Nahle advirtió que si el director de Pemex no puede, "mejor que le dé espacio a otro que sí pueda levantar la empresa". ¡Ouch!
EL ACUERDO entre la OPEP y los demás países productores tiene un solo objetivo: lograr que vuelva a elevarse la cotización del petróleo. Y, obviamente, eso implicará que también aumenten las gasolinas. ¿Esta vez saldrá a decir Andrés Manuel López Obrador que él ordenó que suban los precios de los combustibles? ¿O cuando es pa' arriba es por la mano invisible del mercado y cuando es pa' abajo es por la mano santa del populismo? Es pregunta de alto octanaje.
AUNQUE las dicen con gran aplomo, vaya descuadre en las cifras respecto a la cantidad de respiradores para el Covid-19 se traen Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Hugo López-Gatell y Juan Antonio Ferrer.
EL PRESIDENTE dice que le pidió a Donald Trump que nos vendan 10 mil aparatos; el canciller afirma que viene un cargamento de 5 mil 200 desde China; el subsecretario de Salud explica que la meta es conseguir 4 mil 500 antes de llegar al pico de contagios; y el director del Insabi pidió a Hacienda recursos urgentes para comprar 150 unidades.
¿SABEN o no saben cuántos equipos en verdad se necesitan y dónde piensan conseguirlos? No vaya a ser que, como con el modelo Centinela y el número real de contagiados, estén comprando los respiradores al tanteo.
HOY se cumplen los primeros 500 días del gobierno de AMLO. ¿A poco no han sido como 5 minutos?
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Senador bajo fuego “amigo” de Morena | 
Bajo Reserva/El Universal
Germán Martínez, actual senador de la bancada morenista y político de mil batallas, no se arredra, nos dicen, ante lo que él considera fuego “amigo”. Es claro, nos comentan, que entre los morenistas no han caído nada bien las críticas que el expanista realiza a algunas de las medidas del gobierno de la autodenominada 4T. Aseguran que don Germán puede vivir con los obuses morenistas que le regresan como acuse de recibo a sus posturas críticas y expresadas de frente, dando la cara. Pero, con lo que nos dicen que el senador no puede, es con las mentiras que se promueven, muchas veces de manera anónima en las redes, como la de que en plena pandemia él estuvo de viaje por el exclusivo destino turístico nayarita de Punta Mita, el cual afirma el propio legislador, nunca ha visitado. “No son mi estilo de vida esos lugares”.
Felipe Calderón se cura en salud
El expresidente Felipe Calderón se curó en salud. Don Felipe pintó ayer su raya de la llamada “primera manifestación online contra el presidente Andrés Manuel López Obrador”. Calderón recurrió a Twitter para deslindarse de ese tipo de acciones que además de inconstitucionales, dijo, son “ingenuas”. Aclaró que no apoyará “ninguna iniciativa real o virtual que busque acciones contrarias a la Constitución en contra del gobierno, así se trate de uno tan malo como éste”. Eso sí, advirtió, a través de su partido México Libre va por quitar la mayoría a Morena en las elecciones federales de 2021 y su objetivo sí es participar en el proceso de revocación de mandato en el 2022, “ese es el camino, no hay otro”. Al parecer don Felipe ha optado por invocar a Susana Distancia.
Los soldados de blanco
Tras las agresiones que sufrió el personal sanitario del Instituto Mexicano del Seguro Social el pasado jueves, ayer el director general del instituto, Zoé Robledo, y el secretario general del IMSS, Javier Guerrero, repudiaron los ataques. Robledo dijo que militares y policías los protegerán, mientras que don Javier mencionó que vale la pena que todos recuerden que son ellos, doctoras, doctores y personal de enfermería, los que representan la primera línea de batalla en la lucha contra la pandemia de Covid-19. A las reflexiones de las máximas autoridades del IMSS y a la protección policial y militar, nos hacen ver, se debe sumar el compromiso ineludible de garantizar que estas primeras filas de soldados de blanco tengan todas las armas para protegerse del enemigo y poder atacarlo en sus pacientes.
Datos personales en tiempo de pandemia
La pandemia, nos hacen ver, no debe ser excusa para pasar por encima de los derechos que los ciudadanos tienen a la protección de sus datos personales. Nos dicen que el Instituto Nacional de Acceso a la Información no ha cesado de advertir a todas las instituciones de salud sobre la importancia de proteger los datos personales de pacientes con Covid-19, así como sobre la identidad de personas que estén bajo sospecha de portar el virus. La violación de esta medida, advierte, repercute generalmente en hechos de discriminación. Explican que el Inai, que preside el consejero Francisco Javier Acuña, debe mantenerse atento para que ninguna autoridad vulnere los derechos de los pacientes, y que en el caso de los medios de comunicación no se hagan públicos los nombres de los contagiados o sospechosos de portar el virus, si no existe una autorización, o ellos mismos den a conocer su estado de salud.
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Migrantes frente al Covid-19 /Editorial El Universal
Del coronavirus se ha dicho que ataca por igual a todas las razas sin importar condiciones económicas, como se ha visto en su expansión por más de 200 países alrededor del mundo.
Sin embargo, hay lugares donde esa regla no siempre se cumple: Estados Unidos, por ejemplo. Ahí, afroamericanos y latinos están siendo los más golpeados por la pandemia, como evidencia de la desigualdad social que prevalece.
En la ciudad de Nueva York, 34% de los muertos son latinos, a pesar de que sólo representan 29% de los habitantes; los fallecimientos de afroestadounidenses acumulan 28%, aunque sólo engloban 22% de la población.
Chicago arroja cifras más reveladoras: 68% de las muertes por coronavirus fueron de afroamericanos, a pesar de que solo representan 30% de los habitantes en la ciudad.
Los migrantes mexicanos son un sector que en momentos de crisis sanitaria se encuentran en el limbo tanto para el gobierno estadounidense como para la diplomacia mexicana. En testimonios para EL UNIVERSAL, integrantes de la organización Migrantes Impulsores del Desarrollo relatan la situación de desempleo, desamparo y hacinamiento en que viven, lo que los convierte en altamente vulnerables ante la pandemia.
De los consulados solo han obtenido información que remite a direcciones de internet del gobierno estadounidense. Esa agrupación detalla que de 315 mil personas de la comunidad hidalguense en Estados Unidos, sólo 15% podría obtener un apoyo oficial, porque son quienes tienen número de seguro social.
Para el gobierno estadounidense, una vez más, se vuelven invisibles aunque contribuyen a la actividad económica y son el soporte de sectores como servicios, construcción o agricultura.
En esta crisis, México ha apoyado a connacionales en el extranjero, principalmente a aquellos que quedaron varados en países donde se encontraban de visita y que ordenaron el cierre de sus fronteras.
En el caso de connacionales en Estados Unidos, autoridades mexicanas tendrían que intervenir para que no quede en el abandono una población que mes tras mes envía miles de millones de dólares a familias en el país. En época de parálisis económica y de amenaza a la salud lo correcto sería voltear a verlos y atender a sus necesidades.
Puede afirmarse que el coronavirus no distingue personas, razas o nacionalidades, pero en la realidad, de acuerdo con las condiciones sociales, puede ser más letal para unos que para otros.
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Trascendió/Milenio
QUE un video sobre el programa Kit Médico Covid-19 lanzado por la administración de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de Ciudad de México, ha captado el interés de autoridades de Corea del Sur, la Unión Europea y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Se trata de un tuit de la usuaria Danager, quien reaccionó sorprendida luego de recibir su paquete con despensa y medicamentos, y soltó esta pregunta: “¿Qué es esto, Suecia?” La cancillería ya comparte detalles del programa para quien quiera replicarlo.
QUE Salomón Chertorivski, ex candidato a la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México, dará a conocer esta misma semana su plan para reactivar la economía de la capital.
La estrategia se enfocará en temas de salud, desempleo y apoyo a pequeñas y medianas empresas, y estará respaldada por los legisladores locales Jorge Triana, del Partido Acción Nacional, y Guillermo Lerdo de Tejada, quien renunció al Revolucionario Institucional en diciembre pasado. Que no se diga que la emergencia sanitaria y la política no dan segundas oportunidades.
QUE la Cámara de Diputados continuará hoy con sus reuniones virtuales y en espera de que comparezcan los titulares de Salud, Jorge Alcocer; de Economía, Graciela Márquez, y del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, quienes fueron convocados desde hace dos semanas para que expliquen los planes de sus respectivas oficinas ante la emergencia sanitaria.
Por ahora solo el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ha cumplido con esa obligación.
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Frentes Políticos/Excelsior
1. La unión hace la fuerza. La frase, por todos conocida, toma en estos días un relevancia especial, literalmente, de vida o muerte. López Obrador, presidente de México, informó que los hospitales privados del país se unirán a la red hospitalaria nacional para hacer frente a la epidemia por el COVID-19. El mandatario comentó que hoy lunes dará más detalles del plan que busca impedir un colapso del sistema público de salud, y adelantó que se alcanzó un acuerdo con diversos dueños de los nosocomios privados para que den servicio durante un mes a los contagiados. Con esta medida habrá, al menos, 3 mil 300 camas más disponibles para quienes lo requieran. “Es un convenio solidario”, calificó el Presidente, pero en realidad es el compromiso total que los empresarios tienen con México.  De antemano gracias, a quienes lo hacen posible.
2.   En buenas manos. Dicen que todo pasa por algo, y esa teoría vox populi debe ser cierta. Al hacer un enfático exhorto a cesar las agresiones contra el personal médico, primera línea de batalla contra la emergencia sanitaria que vive el país, el IMSS confirmó que la evolución de los pacientes de COVID-19 se informará vía telefónica a sus familiares. No cabe duda que Zoé Robledo está jugando un papel determinante. Logró, en tiempo récord, que un gran número de hospitales y unidades médicas se hayan reconvertido y da pasos firmes en esta lucha. Por fortuna, Germán Martínez renunció a la dirección del IMSS, pues si el puesto le quedaba grande, esta contingencia lo hubiese destruido. Con Robledo en el IMSS y Hugo López-Gatell al frente de la estrategia, estamos en las mejores manos.
3.   Los otros héroes. Hasta este sábado, el gobierno de México, a través de la SRE, ha logrado repatriar a 9 mil 044 connacionales que se encontraban varados en medio de esta crisis, debido a las restricciones impuestas por distintas naciones. Y aún quedan por retornar 2 mil 794, de acuerdo con el más reciente reporte de la Cancillería, En tanto, por medio de embajadas y consulados, continúan las labores para apoyar a los mexicanos, gestionando con gobiernos locales y aerolíneas para asegurar su regreso. La tarea no es nada sencilla, pues apoyar a connacionales en condiciones normales ya es una tarea difícil, hacerlo en medio de un mundo en pausa por el COVID-19, es un acto de magia. Se nota el tejido fino del canciller Marcelo Ebrard. Honor a quien honor merece.
4. Terquedades peligrosas. Entre jueves y sábado, mil automovilistas que pretendían visitar el Pueblo Mágico de Mineral del Monte, en Hidalgo, no pudieron acceder a la localidad, luego de que se instalaran filtros para prevenir que hubiera concentraciones masivas de gente. De acuerdo con el municipio, el día de mayor afluencia fue el viernes, cuando el operativo realizado por protección civil y seguridad pública “logró que aproximadamente 550 vehículos decidieran no entrar a Mineral del Monte”. Algunos mexicanos se creen todopoderosos y piensan que pueden vencer el contagio por gracia del espíritu santo, pero se equivocan. El mismo gobernador, Omar Fayad, está en tratamiento por COVID. ¿Cómo les hacemos entender a los testarudos que no son vacaciones?, ¿cómo?
5.   Ovación de pie. El canciller Marcelo Ebrard felicitó a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, por haber conducido a buen puerto las negociaciones con la OPEP, y que se aceptara la reducción en la producción de crudo de México en 100 mil barriles diarios. El secretario de Relaciones Exteriores enfatizó que este nuevo pacto entre la OPEP, que busca detener la caída de los precios del petróleo con una reducción de poco menos de 10 millones de barriles de crudo diarios a partir de mayo, será benéfico para el país y para el mundo. “Muy buen trabajo de Rocío Nahle, defender los intereses de México y facilitar el acuerdo. La estrategia que diseñó el presidente López Obrador funcionó. Buena noticia!!!”, tuiteó Ebrard. Medidas de contención que a veces no se ven, pero funcionan.
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CDMX, clave en estrategia de inminente fase tres
Confidencial/ElFinanciero_Mx
A unos días de decretarse la Fase Tres de la emergencia epidemiológica por el Covid-19, según el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, nos dicen en el gobierno de Claudia Sheinbaum que la Ciudad de México será el punto de referencia para medir de qué tamaño es la capacidad hospitalaria y la reacción sanitaria que se requerirá en todo el país para enfrentar la pandemia. De lo que se haga o deje de hacer en la capital del país dependerá mucho el éxito o el fracaso de la estrategia puesta en marcha por el gobierno federal para hacer frente al “punto álgido” de crisis sanitaria que se avecina.
López-Gatell batea a diputados
Esperemos que como zar anticoronavirus sea tan buen toletero como lo ha sido para batear a funcionarios que le urgen una cita (el titular de Agricultura que no fue recibido por el subsecretario para decidir sobre la cosecha de cebada). Con el Poder Legislativo sucede igual. Van para cuatro semanas que los diputados quieren reunirse con el subsecretario de Salud y nomás no han podido. La última vez Hugo López-Gatell no llegó a la cita en San Lázaro y se conformaron sólo con los informes y la explicación de otros funcionarios menores. Los legisladores ya conversaron de manera virtual hasta con el gobernador del Banxico, con el titular de Hacienda, esperan a la de Economía, la del Trabajo, pero al responsable de la estrategia contra el Covid-19 –quien sí se da tiempo para ir a entrevistas televisivas– lo siguen buscando.
Sin eco, llamado a labor legislativa
Y a propósito del trabajo legislativo, diputados del PAN y PRD insisten en que el Congreso retome sesiones, de manera virtual, a distancia. Quieren que, con este sistema, haya trabajo en comisiones y sesiones en el pleno. Sobre todo –indican– como un contrapeso a las decisiones que ha tomado el Ejecutivo en materia de petróleo, por ejemplo, y sus acuerdos con Donald Trump, entre otros temas. Sólo que entre los jefes de Morena en San Lázaro nadie ha retomado la idea.
AMLO, en serie de Netflix
En esta temporada de encierro, la serie-documental Dirty Money (Dinero sucio), transmitida por Netflix, dedica su recién estrenado capítulo ‘Quisiera ser Millonario’ al llamado “yerno consentido” de la Casa Blanca: Jared Kushner. La serie critica al yerno de Trump por mezclar los negocios con la política local y global. En el episodio en cuestión se refiere a varios encuentros con mandatarios extranjeros en los que el esposo de Ivanka habría ejercido el supuesto conflicto de interés. No podía faltar la reunión que tuvo en la Ciudad de México, nada menos que con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Seguirán las preguntas sembradas
Para aquellos que pensaron que se habían salvado de escuchar durante la emergencia sanitaria preguntas a modo, agresiones o expresiones de polarización en las conferencias mañaneras, pues no será así. En principio, por cuestiones de “sana distancia” se les había limitado a los llamados medios digitales y ‘youtuberos’ para que sólo asistieran un solo día a la semana. Sin embargo, ante los reclamos de los mismos, se volvieron a modificar las reglas, para quedar exactamente igual que antes de la emergencia.
Trabajo del gobierno de SLP
A lo largo de las últimas semanas se ha visto en Juan Manuel Carreras, gobernador de SLP, un liderazgo colaborativo que ha involucrado a todos los sectores de la sociedad potosina para atender la emergencia por Covid-19. Desde marzo, Carreras López ha enviado en principio videomensajes para alertar a la sociedad sobre los riesgos del coronavirus y el porqué debían permanecer en casa para enfrentar la cuarentena. A lo largo de este periodo ha anunciado distintas medidas de apoyo al sector empresarial del estado así como plazos para el cumplimiento de obligaciones fiscales locales. Finalmente, el fin de semana pasado comenzó la distribución de despensas.
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La peor crisis, la interna/Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
rivapa
El Financiero, 
No hay peor forma de enfrentar una crisis que hacerlo en forma desunida. Y no hay peor desunión para abordarla, que cuando la principal crisis es al interior del equipo que tiene la principal responsabilidad para afrontarla. Esto es precisamente lo que está sucediendo con las crisis del coronavirus y económica en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que a la vez que sigue rompiendo el acuerdo nacional –y ahora internacional en el caso del plan petrolero mundial–, sigue pudriéndose por dentro con su falta de control interno en política y mensaje.
Es como si el gobierno viviera inmerso en el caos, donde el Presidente contradice a sus funcionarios, y estos se contradicen entre ellos, donde la mayor parte del gabinete luce fantasmal, y es inexistente un mensaje oficial unificado.
Las crisis generan incertidumbre, pero se vuelven más difíciles de controlar cuando quien lleva la iniciativa para enfrentarla produce más incertidumbre. Esta sensación reduce capacidad de liderazgo y desconfianza entre sus gobernados, que cuando se le añade el factor de las redes sociales, que exacerba las pasiones y polariza, provoca que la búsqueda de consenso para gobernar, unidad necesaria para poder enfrentarlas de la mejor manera posible, quede destruida. No ayuda, por supuesto, que el propio presidente sea el primer causante de la desunión y la incertidumbre.
Olvidémonos de su agenda económicamente ultraconservadora e ideológicamente divisiva. Centrémonos en cómo quiere tomar el control de las cosas. La semana pasada dijo que un grupo de empresas debían 50 mil millones de pesos al SAT, y que le daría una lista de las 15 principales deudoras al presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar, para que le ayudara a cobrar. Al enviar esa carta violó la ley, y si Salazar abrió el sobre con los nombres, sería cómplice de un delito. El SAT puede enviar la información al jefe del Ejecutivo porque es la máxima autoridad tributaria, pero el artículo 69 del Código Fiscal obliga a las autoridades tributarias a guardar “absoluta reserva” en lo concerniente a las declaraciones y los datos suministrados por los contribuyentes.
La acción del Presidente, que le funcionó muy bien entre sus incondicionales, es políticamente destructiva. El liderazgo no se construye a través de la coerción, que ha sido utilizada por López Obrador sistemáticamente en la Presidencia, sino del apoyo voluntario. Al alienar el Presidente a un sector de la población, lo que ejerce es la violencia, pero no el poder. Su acción ha servido de ejemplo para la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, que amenazó a las empresas que hayan despedido personas durante la crisis sanitaria con impedirles que operen en la capital, o el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, quien prohibió que una compañía que fabrica mascarillas reanudara su actividad esencial al no venderle sus insumos, porque tenía vendida la producción a Estados Unidos.
Las crisis, que también son impredecibles, no sólo se atacan en su momento, sino en la fase de la postcrisis. Acciones como las que están haciendo López Obrador y su camarilla, no ayudan a resolver la crisis actual y están dinamitando puentes para enfrentar las consecuencias inmediatas y posteriores a estas crisis. Piensan de otra manera y su diagnóstico es contrario, pero esta es una realidad que se ve afuera de Palacio Nacional. El Presidente no va a poder lograr la unidad que dice querer cuando pide una tregua, si él mismo es quien incumple su palabra y lanza cruzadas morales contra todo lo que no le gusta en el horizonte. La descomposición de su entorno sociopolítico se acelera aún más, cuando traslucen las contradicciones y luchas que esta doble crisis ha provocado dentro de su gobierno.
El viernes, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, enmendó una decisión de la Secretaría de Agricultura, que llamó “error”, de restablecer la producción y distribución a la industria cervecera. Con un presidente como López Obrador, donde nada se mueve sin su autorización, la autorización de la Secretaría de Agricultura a las cerveceras no pudo haber sido hecha sin su aprobación. Se puede conjeturar que lo consultaron en Palacio, donde se aprobó la iniciativa, pero que no se pidió la opinión de la Secretaría de Salud, que reaccionó con virulencia.
Esto manda señales contradictorias a la sociedad. ¿Qué no se hablan entre dependencias? ¿Qué no hay un comité de emergencia que revise y procese todas las acciones de gobierno? Roberto Rock publicó este domingo en su columna habitual en El Universal que el secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos –muy cercano al consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer–, no pudo hablar con López-Gatell durante más de 24 horas, porque no le tomaba la llamada, para hablar del tema de las cerveceras. A esas horas, agregó Rock, su equipo en Salud celebraba que su jefe iba a aparecer en varias revistas del corazón.
En una crisis, la gestión, administración y el control de la información es fundamental. La narrativa del régimen no puede mantenerse inalterable, como si nada de lo que sucede afectara su rumbo original. La propaganda, como estaba diseñada, no funciona en estas condiciones, como es lo que intenta su oficina de mentiras y odio. La información debe estar respaldada en hechos, no en dichos y falsedades, características de este gobierno. Mantener el mismo discurso, que cruje con la realidad, lleva al desgaste, reflejado en las encuestas de aprobación presidencial, que muestran que la mayoría le perdió la confianza al Presidente para manejar esta crisis.
La acción de gobierno debería ser homogénea y en la misma dirección, no salpicada de frivolidades y lastimada por los conflictos internos. Hasta ahora, ante la incertidumbre de las crisis, lo que tenemos es un presidente y un gobierno, impredecibles. No son señales optimistas.
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El crimen organizado durante la pandemia / Héctor De Mauleón
El Universal
En Tercera Persona
La semana pasada el Cártel del Golfo envió a sus pistoleros, a bordo de camionetas lujosas, a repartir despensas en diversos lugares de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Cuentas relacionadas con este grupo difundieron desde el martes las fotos del reparto: imágenes de gente sonriente, con cajas de cartón entre los brazos.
“Cártel del Golfo en apoyo a Ciudad Victoria”, se leía en cada paquete. El responsable del envío fue Evaristo Cruz, alias El Señor 46, también conocido como El Vaquero.
Unos días más tarde, el reparto de despensas prosiguió en comunidades rurales de Matamoros. Hombres armados, encapuchados, vestidos con uniformes tácticos, repartieron entre los pobladores alimentos y otros artículos.
Según un documento de inteligencia presentado en la reunión del gabinete de seguridad el 6 de abril, las actividades del narcotráfico se han visto envueltas en diversas alteraciones desde que estalló en México la epidemia de Covid-19.
La venta de droga en Estados Unidos cayó. Los precursores químicos procedentes de China dejaron de llegar a los puertos mexicanos. Al mismo tiempo, crecieron las dificultades para el contrabando de drogas a lo largo de la frontera, por lo que el precio de los enervantes ha incrementado.
Este coctel anuncia un salto en los índices de violencia entre grupos rivales: los narcos van a pelear por las pocas oportunidades criminales disponibles.
Hasta hoy, las medidas de distanciamiento social no han bajado las cifras de la violencia criminal. En unas semanas de aislamiento, según el documento consultado por el columnista, se han suscitado 1,497 homicidios vinculados con la delincuencia organizada.
Estas muertes han ocupado un lugar secundario en la conversación pública. Pero la confrontación está en marcha y va a agudizarse: la contingencia ha generado fuertes presiones económicas entre las mafias locales, que cuentan con reservas limitadas de efectivo.
Para resistir el impacto, las organizaciones criminales harán precisamente lo que el Cártel del Golfo está haciendo en Tamaulipas: “Construir en el periodo temprano de la crisis una base social amplia, por medio de la repartición de despensas”, que le ayude a enfrentar los tiempos que vienen.
Al mismo tiempo, intentarán cooptar comunidades que colaboren con ellos en el saqueo de tráileres, trenes, ranchos, tiendas de autoservicio “y otras pequeñas unidades económicas en el medio rural”.
Es probable, también, que el crimen organizado redirija el “cobro de piso” a sectores que hasta ahora no han sido víctimas de este delito: profesionistas, servidores públicos, incluso grandes comercios.
El documento, titulado El crimen organizado durante la pandemia —y elaborado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y el Centro Nacional de Inteligencia, mediante el uso de “inteligencia técnica y enlaces interinstitucionales operativos”—, prevé que “la mezcla de desesperación social y supuesto vacío de autoridad que se puede generar en la etapa tardía de la pandemia, querrán ser aprovechados por la delincuencia organizada para fortalecer su control sobre comunidades y localidades que consideran estratégicas o para el surgimiento de nuevos grupos de autodefensa”.
Según el análisis, veremos un alza en los secuestros, los asaltos y los robos. Los autores del documento prevén que el crimen centre su atención en domicilios de adultos mayores, madres solteras y discapacitados: los robos podrían ser efectuados por gente que se presente como personal médico que va a proporcionar información o a suministrar productos de higiene (como ha ocurrido en otros países).
Los ciberataques irán en aumento. Lo mismo ocurrirá con los fraudes telefónicos. Las autoridades han advertido que en estas semanas la venta de productos sanitarios, equipos de protección personal y medicamentos falsos han “aumentado de manera exponencial”.
Hoy, las mafias locales tienen en la mira el robo a transporte de carga, el robo de equipo médico, el robo de cajeros automáticos, el robo a camionetas de valores y el asalto de funcionarios encargados de trasladar fondos de programas sociales.
Comenzó la pesadilla y todo indica que a partir de aquí todo va a empeorar.
El gobierno federal tiene el diagnóstico: no hay pretexto, es preciso que actúe ya para detener la bola de nieve que en las siguientes semanas podría arrollarnos.
@hdemauleon
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Tenemos dos problemas: Covid-19 y AMLO/Pablo Hiriart
Uso de Razón
PabloHiriart
El Financiero, 
La frase que se ha hecho popular en estos días en México –“el problema es que la solución está en manos del problema”–, tiene un defecto: aún no hay solución al coronavirus, pero viene en camino de la mano de la ciencia.
Para atenuar los múltiples efectos de la pandemia y proteger a la población, los gobiernos responsables han tomado un amplio abanico de medidas.
Ahí sí, en México, el problema es el Presidente. Está encerrado en su narcisismo y dejó de escuchar.
Debe cambiar porque su falta de visión puede provocar una mortandad colectiva y el desgajamiento de la nación llamada Estados Unidos Mexicanos.
Sí, el país se puede fracturar porque los disparates en que se van a gastar los impuestos comienzan a provocar conatos secesionistas.
¿Cómo que dinero, ahora, para un Tren Maya?
¿Cómo que dinero, ahora, para una refinería que está condenada a números rojos?
¿Cómo que dinero, ahora, para un aeropuerto en Santa Lucía, cuando estaba fondeado uno en Texcoco?
¿Cómo que dinero extra, ahora, a Pemex, para que explore y explote nuevos campos cuando es antieconómico hacerlo?
¿Cómo que no vamos a invertir fuerte en la construcción de un mejor sistema de salud (la secretaría del ramo sólo tuvo 0.1 por ciento de aumento presupuestal para este año)?
¿Cómo que el Presidente de la República se codea con un cártel de las drogas, del crimen y de la extorsión, cuyo abogado dice en entrevista –con Azucena Uresti– que la orden del Chapo Guzmán es proteger a AMLO cada vez que vaya a Sinaloa?
Los disparates tienen un límite.
Ya han comenzado ciudadanos y organizaciones civiles de estados productivos del país a exigirle a sus gobernadores que dejen de aportar a la federación, pues tira el dinero en los caprichos de una persona que tiene las prioridades al revés.
La realidad obliga a replantear el gasto para este año y atender lo prioritario: salud e ingresos de la población.
Destinar recursos a infraestructura hospitalaria.
Recursos a las empresas para que puedan pagar el sueldo a sus empleados y mantengan sus signos vitales.
Transferir dinero a las personas que viven en la economía informal y no salgan a la calle.
Apoyo a los estados o municipios que viven de las remesas, pues la caída será brutal y urge impedir la hambruna que se avecina en esas localidades.
Ahí está el problema: López Obrador tiene otras prioridades porque no entiende el problema.
Debió haber encendido todas las alarmas, en la sociedad y en su equipo de trabajo, cuando el 28 de febrero dijo a la nación que el coronavirus “no es algo terrible, fatal, ni siquiera equivale a la influenza”.
Caray. El virus infecta los pulmones y los bronquios. Daña el funcionamiento de los riñones y el corazón. Además, mata a un cinco o diez por ciento de los infectados, y no hay ninguna certeza de que al sobrevivir a él desarrollemos inmunidad.
El dos de marzo el Presidente informó que “en cuanto a México, siento que no vamos a tener problemas mayores. Ese es mi pronóstico”.
Y añadió este 'visionario' hombre de Estado:
“Los conservadores que quisieran que nos fuera mal, van a decir que está mal mi pronóstico y que vamos a tener una crisis económica y financiera. Yo digo: no. Está bien nuestra economía” y en materia de salud “no hay que exagerar, estamos preparados”.
Después siguió con las bromas –me cuida un billete de dos dólares, un trébol de cuatro hojas– y con los dislates: “hay que abrazarse, no pasa nada, o sea, y así, o sea, nada de confrontación”. Y hace un par de semanas llamaba a salir a comer a la calle.
Para entonces ya se había cometido el crimen de venderle a China los cubrebocas que teníamos, según lamentó Hugo López-Gatell en entrevista con The Economist, “y ahora se compran esas mascarillas a 30 veces su costo”.
Los médicos, enfermeras y paramédicos se contagian porque no se compraron a tiempo materiales de protección.
El gobierno oculta la cifra de contagiados y de muertes (López-Gatell se cubre y ya desliza que hay que multiplicar por ocho) para que el Presidente pueda pavonearse de que es de los mejores del mundo ante la crisis.
Otro desplante triunfalista y de egolatría de López Obrador. Basta. Sea humilde Presidente, que tiene motivos de sobra para serlo.
Ya se habían recortado los presupuestos de áreas claves del sector salud, como las relacionadas con epidemiología.
La Secretaría de Salud, para este año, tuvo un aumento presupuestal de 0.18 por ciento en términos reales, mientras se dispararon los destinados a financiar los caprichos antieconómicos del Presidente.
“Paguen salarios completos señores empresarios, pues de lo contrario habrá sanciones penales”.
Nada de diferir impuestos ni aportaciones como IMSS e Infonavit a las empresas que se vieron obligadas a cerrar. Cero plazos para pagar la luz.
Sí, hay que repartir dinero para salvar gente, sostener el consumo y mantener vivas a las empresas.
Pero eso no es sostenible si se mata a unos, a los que crean la riqueza.
Llueven buenas ideas para que México resista. De empresarios, de economistas, de eminencias médicas, de la Cepal, de la OMS, del Fondo Monetario, de la ONU, incluso de los partidos políticos opositores y sus bancadas en el Congreso.
López Obrador no quiere saber nada de ellas.
Nos conduce a una mortandad de personas, de empresas formales e informales, a hambruna en algunas zonas del país, y no sería remoto que también al desgajamiento de la república.
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 No se debe confiar en Trump
Razones/JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior
• Rocío Nahle, estuvo a punto de romper el acuerdo internacional petrolero generando una crisis de la que nos salvó Trump sin que sepamos, insistimos, a cambio de qué.
                Para mi padre, Emilio, que ayer hubiera cumplido
                102 años en este mundo que,
                a un librepensador como él,
                en muchos sentidos no le hubiera gustado ver.
Hace algunos años, en la pasada legislatura, Rocío Nahle, actual secretaria de Energía, reclamaba en forma muy aireada saber cuáles eran los pactos secretos del gobierno mexicano con Donald Trump, qué se estaba negociando con el inquilino de la Casa Blanca para el nuevo tratado de libre comercio, y denunciando que, con esos pactos se estaba vulnerando la soberanía nacional. Es la misma Rocío Nahle que retrasó el acuerdo de la OPEP y los demás países productores de petróleo del mundo, y que celebra un oscuro acuerdo con Trump para reducir sólo 100 mil barriles de la producción petrolera nacional, para así poder cumplir con el programa energético que se plantea el propio Presidente y que resultará, al final, en otro fiasco económico.
Trump, generoso como es él, aceptó disminuir 250 mil barriles de la producción de Estados Unidos para que México no tuviera que reducir la propia. Dijo que México “ya pagará” por ello y por lo pronto agradeció que nuestra Guardia Nacional esté haciendo las funciones del muro que prometió Trump en su campaña electoral y que nuestro país se haya convertido en el tercer país seguro donde, con pandemia o sin ella, Estados Unidos deposita a todos los migrantes que no desea recibir, lo que será enormemente útil en su campaña de reelección.
Como reclamaba Nahle en el pasado, sería un gran detalle saber qué se negoció con Trump para que aceptara esa reducción de su producción petrolera (que por cierto Trump no puede ejecutar porque no tiene control sobre la misma ya que está en manos privadas y si lo impusiera violaría la ley antimonopolio en la Unión Americana). Nada de eso se informó como nada se informa de los acuerdos y negociaciones, de la alianza profunda que el actual gobierno mantiene con Trump.
El apoyo de la Casa Blanca le ha servido a la actual administración para salir del enorme problema en el que se había metido la semana pasada con los demás productores de petróleo del mundo, en una actitud que dejó muy mal parado al gobierno mexicano como lo pudo comprobar cualquiera que haya seguido el proceso de negociación. México, representado por la señora Nahle, estuvo a punto de romper el acuerdo internacional petrolero generando una crisis de la que nos salvó Trump sin que sepamos, insistimos, a cambio de qué.
Se libró este trance, pero el costo diplomático y de prestigio internacional es altísimo: con nuestra política de gendarme migratorio a cuenta de Estados Unidos reconocido ya a uno y otro lado de la frontera, olvidemos de una vez por todas aquello de la Doctrina Estrada o las posiciones autónomas en política internacional. El tema es más delicado porque no estamos tampoco en una lógica, que sería muy aceptable, de conformación pública de un bloque regional con Estados Unidos y Canadá, nuestros principales socios comerciales y estratégicos. Estamos ante acuerdos específicos con un gobernante en particular que, además, se ha significado por romper todo tipo de alianzas que se den en igualdad de circunstancias.
Estar subordinado a Trump no es un buen negocio, aunque sus réditos en el corto plazo puedan ser útiles. El hombre no es confiable. Con un agravante: si el 3 de noviembre próximo Trump pierde las elecciones contra Joe Biden, esos acuerdos no sólo se verán en entredicho, sino que serán entendidos como hostilidades por el candidato demócrata, sobre todo en el tema migratorio.
Pero, además, en términos de política petrolera, lo acordado también es un error: a México le conviene reducir su producción y tener precios más altos. Los precios actuales apenas si alcanzan a cubrir los costos de producción por barril. No hay que aumentar la apuesta por el petróleo, un recurso no renovable y que tendrá durante bastante tiempo los precios muy bajos, lo sensato es reducirla. Está bien apostar, como acaba de decir el presidente López Obrador, a las energías renovables, pero lo paradójico es que quien ha dejado de lado las inversiones en energías renovables es el propio gobierno federal, como se puso de manifiesto hace unas semanas en La Rumorosa con el tema de la energía eólica y con funcionarios como el secretario Víctor Manuel Toledo, que opina que utilizando esa energía los empresarios “le roban el viento a los indígenas” (sic).
El escenario económico pospandemia puede ser catastrófico si no se toman medidas serias, integrales, si no se apuesta a la inversión privada y no se deja de manejar la economía con criterios ideológicos. Y si no se hacen los cambios internos, económicos y políticos que el país reclama a través de un gran pacto nacional.
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¡La crítica, una nueva epidemia contra AMLO!/Ricardo Alemán
La Silla Rota, 13 de abril de 2020
La opinión pública es la nueva epidemia, capaz de derribar a gobiernos sátrapas. | Ricardo Alemán
opinion@lasillarota.com
No es nueva la intolerancia del presidente López Obrador a la crítica y, sobre todo, a sus críticos.
Y no es nueva la intolerancia si recordamos que el mandatario mexicano está lejos de ser un demócrata y menos un convencido de libertades básicas, como la libertad de expresión.
Tampoco es nuevo que López calumnia y difama casi todos los días a los medios y a sus críticos quienes, con datos duros, también todos los días derriban la montaña de mentiras que son sus "mañaneras".
Y no es nuevo que AMLO despierte con una creciente irritación si, a diario sigue a la baja su popularidad; caída que acredita a sus críticos.
Incluso Obrador ha inventado la especie de que existe una campaña de medios y periodistas en su contra –con quién sabe qué oscuros intereses–, que sus aplaudidores ya convirtieron en nuevo espantajo que persigue al hombre bueno que sólo busca la pobreza de todos los mexicanos.
Lo nuevo, en todo caso, es que ante la creciente crítica a los errores, dislates y fracasos del presidente Obrador, también crecen los niveles del enojo y la irritación presidencial, quien parece cerca de un manotazo autoritario digno de Fidel Castro o de Nicolás Maduro.
Y es que, en efecto, crece sin freno una nueva epidemia que ya alcanzó al gobierno federal, a su partido, a su gabinete y, sobre todo al propio Obrador.
¿Una nueva epidemia? Sí, la epidemia crítica que, literalmente, se generalizó en torno al gobierno de AMLO y que, incluso, despertó a muchos de los otrora fanáticos y aplaudidores del gobierno de López.
Durante meses, cuestionamos la pasividad de los críticos mediáticos, de intelectuales y hasta de los empresarios. Cuestionamos la ceguera, la sordera, la indolencia y hasta la cobardía de aquellos que, en democracia, debían ser los principales críticos de un gobierno fallido, como el de AMLO.
Sin embargo, esa tendencia empieza a cambiar.
Sí, al paso de los meses del aún joven gobierno de López, ya resulta insostenible la narrativa discursiva del presidencial, sustentada en imaginarios milagros e indefendibles logros que, a querer o no, chocan con una realidad que arrastra al país a lo más profundo de la peor crisis de la historia.
Todo ello en medio de pruebas irrebatibles de que vivimos víctimas del peor presidente de la historia; el más analfabeta, el más estulto y el más mentiroso; con casi 25 mil mentiras en sólo 16 meses de gobierno.
Y frente a la creciente ola crítica, como era de esperarse aparece el peor presidente; el más intolerante, agresivo y aquel capaz de la difamación publica sin límite, de quienes lo critican por obligación, por convicción y con sólo datos duros.
Y ese presidente irritado, furioso, ofensivo y grosero es al que vimos en "las mañaneras" de los días lunes, martes y miércoles 6, 7 y 8 de abril, en sesiones de intolerancia e insulto a periodistas y medios críticos de su gestión.
El lunes y martes López Obrador la cargó contra los periodistas Pablo Hiriart y Carlos Loret, a los que difamó y calumnio por cometer el pecado de hacer su trabajo y hacerlo bien.
El miércoles, en cambio, el presidente lanzó toda su furia, sarcástica y socarrona, contra los diarios El Universal y Reforma; los dos pilares del mejor diarismo que se hace en México, en más de cien años, en el caso del primero.
Así lo dijo, luego que uno de sus paleros le preguntó sobre las críticas en la prensa a su gobierno.
"Ya me los imagino, esperando que nos vaya mal, a todos éstos... con equipos especiales, haciendo entrevista a los enfermos... o sea, porque es otra cosa, pues.... vean a periódicos como El universal, que se volvió opositor".
"Ni en los tiempos del maestro Palavicini, cuando se fundó, estaba tan opositor... y así todos... y para qué les cuento del Reforma".
"Y están de veras, muy enojados, contrariados... pero ojalá y se vayan serenando... el Paciflorine es bueno, el té de tila... porque por más campañas amarillistas no van a poder, no pasarán nuestros adversarios con sus voceros, no pasarán...".
Está claro que el presidente Obrador es un perfecto ignorante del papel crítico de la prensa y de la responsabilidad crítica de los periodistas que ejercen el género periodístico de opinión.
López actúa como tirano que aspira a la censura previa y a la verdad oficial. Ignora que la democracia –aún debilitada como la democracia mexicana–, es el espacio ideal para el ejercicio de todas las libertades.
Esas libertades que él, López Obrador, usó de manera eficiente para llegar al poder presidencial; libertades que ya como presidente, no le gustan.
¿Ya olvidó Obrador el elogio que hacía a El Universal, a Reforma y a sus periodistas críticos de los excesos del viejo PRI, de las transas de la derecha del PAN?
No, señor Obrador, la critica a su gobierno fallido apenas empieza. Las críticas a su fracaso no las podrá detener ninguna amenaza y menos si viene de un tirano que no entiende que en México ya está sembrado el germen de esa poderosa institución social, hija de la democracia, llamada "Opinión Pública".
Sí, "Opinión Pública", esa nueva epidemia capaz de derribar a gobiernos sátrapas, como el de López Obrador.
Al tiempo.
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Los extraños números del doctor López-Gatell /Alejandro Hope
Plata o Plomo
El Universal
El 8 de abril, el doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud y vocero del gobierno federal en lo referente al COVID-19, dio una interesante explicación del modelo de vigilancia centinela, utilizado por las autoridades sanitarias para monitorear el avance de la epidemia en el país.
Esa exposición resolvió varias dudas sobre la estrategia del gobierno y, en particular, la decisión de realizar relativamente pocas pruebas diagnósticas. Dejó, sin embargo, varias interrogantes abiertas.

La principal se refiere al llamado factor de corrección, es decir el número de casos no observados que se puede estimar a partir de cada caso confirmado. En la parte final de su explicación, el subsecretario presentó una tabla y señaló lo siguiente: “Aquí para acá eran las 375 [unidades de salud monitoras de enfermedad respiratoria, USMER], estas son las 26 mil [unidades de salud] y hago una multiplicación que me permite decir por cada caso confirmado de COVID cuántos hay en la población que no vi, porque no llegaron a la consulta etcétera, y son finamente estos, aquí la suma, 26 mil 519 casos; de los tres mil ciento y tantos que acabamos de informar, hay otros que no llegaron a consulta, pero estos métodos nos permiten decir con razonable certidumbre: ahí están”.
Luego, ante la pregunta de una reportera y para aclarar el punto, afirmó lo siguiente: “Ocho veces, ocho veces, ocho veces de lo que se ve, la epidemia es ocho veces más grande” (https://bit.ly/2V3CQN5).
Ese número ha sido retomado en varias conferencias de prensa posteriores. En la del sábado 11 de abril, el subsecretario dijo “hasta la semana pasada cuando lo presentamos eran gruesamente 8.2 casos por cada caso identificado.”
El problema es que ese factor de corrección no corresponde a lo presentado en la tabla que uso López-Gatell en su explicación (la incluyo para que no haya duda).
La tabla muestra datos acumulados hasta la semana epidemiológica 13 ¿Y eso cuando fue? Según el Boletín Epidemiológico (producido por la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud) correspondiente a ese periodo, esa semana corrió del 22 al 28 de marzo (https://bit.ly/2yb8vmw).
¿Cuántos casos positivos a COVID-19 había en ese momento? Según se observa en la última fila de la sexta columna, el total era 1039 ¿Y cuántos casos positivos se estimaban en esa fecha? Como se ve en la última fila de la última columna, el acumulado era 26,519. Es decir, había 25.5 casos estimados por cada caso confirmado.
¿De dónde salió entonces el factor de corrección de algo más de 8, señalado y reiterado por López-Gatell? De dividir el número estimado de casos al 28 de marzo (26,519) entre el número confirmado de casos al 8 de abril (3181), lo cual da un resultado de 8.3.
No se requiere un doctorado en epidemiología para saber que esa operación no puede ser correcta. El número de casos estimados no se pudo haber quedado constante en un periodo en el que el número de casos confirmados se triplicó.
Ahora, tal vez me equivoqué y haya algún factor que esté omitiendo. En ese caso, la Secretaría de Salud haría bien en explicar a detalle, incluyendo todas las operaciones matemáticas relevantes, cómo llegó a la cifra de ocho casos estimados por cada caso confirmado.
Eso o aclarar que, según los propios datos oficiales, hay (o había hasta el 28 de marzo) aproximadamente 25 casos estimados, no ocho, por cada caso confirmado de COVID-19. No se construye confianza en la autoridad sembrando confusión sobre las cifras.
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La diferencia /Diego Fernández De Cevallos
Sin Rodeos
Milenio
Esta pandemia incrementó el permanente debate sobre el hacer y el deber hacer de los empresarios y del gobierno.
Obliga a las partes a privilegiar con honestidad y talento el bien de la sociedad, porque México a todos nos necesita y todos necesitamos a México.
Pues, a pesar de los discursos conciliatorios —ellos ofreciendo grandes inversiones y el gobierno reiterándoles amor eterno, con tamales en Palacio— no cesan las injurias del Presidente contra aquellos, así como la cancelación arbitraria de obras privadas multimillonarias y las amenazas a los que no se pliegan a sus caprichos; no acepta las cifras oficiales ni lo que le dicen sus colaboradores, porque él tiene “otros datos”, no escucha las propuestas empresariales y de la sociedad. Su necia distorsión de la realidad es la ley.
Lo cierto es que están yuxtapuestas ideologías irreconciliables y que este Presidente y el empresariado se aborrecen, se repelen y se desconfían. Hay excepciones, pero solamente son aparentes, circunstanciales y efímeras. Unas, son consecuencia de legítimos intereses que por responsabilidad social los empresarios deben defender; otras, por el pasado que algunos quieren dejar impune.
Ojalá no claven el último clavo en el ataúd que espera a una economía con mínimos signos vitales. La caída empresarial y el fracaso del gobierno a todos nos arrastraría, llevándose por delante a los pobres.
Debería aprender el Presidente de la entrevista de un ex guerrillero (revolucionario de verdad, no charlatán) presidente de Uruguay de 2010 a 2015, José Mujica, que al ver una tumba dijo:
“Este viejito se murió, es un burgués poderoso, con 96 años fundó una fábrica con 80 y pico de millones de dólares, cuando vio que se iba a morir dijo a sus hijos: no vayan a parar la fábrica por el duelo”.
Periodista: “Veo que usted no criminaliza a los empresarios como a veces hacen sectores de la izquierda”.
JM: “No, no, gente como ésta resuelven los problemas y yo no tengo capacidad ni fuerza para poder resolver, si algún día hay fuerzas que los puedan suplantar con ventaja vamo arriba, pero si no, va patrás; yo soy socialista pero no quiero ser bobo, porque después, por querer repartir, si exprimo demasiado, tengo menos pa repartir; hay enfermedades inteligentes: la sífilis nunca mata a la víctima porque si la mata no tiene de qué vivir, entonces, el que trabaja y capitaliza él va a hacer plata, pues yo le tengo que cobrar impuestos pa repartir”.
El periodista: “¿Está haciendo un paralelismo entre el capitalismo y la sífilis?”
JM: “Ambas son enfermedades, la sífilis evitable, el capitalismo por ahora no es evitable, hay que funcionar con él”.
Los errores y limitaciones de Mujica no impiden que se le reconozca como un socialista inteligente.
Aquí gobierna un depredador que no es socialista ni inteligente.
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CONTRA LAS ACUERDAS/Alejandro Sánchez / 
El Heraldo de México
El Wuhan mexicano
Así se propagó el COVID-19 en la clínica 72 del IMSS y luego al exterior
La clínica 72 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlalnepantla se ha vuelto el epicentro del coronavirus entre el cuerpo médico de todo el país. Superó, por mucho, los casos de contagio del hospital de Monclova del mismo instituto donde, presionado por la opinión pública, finalmente, el gobernador de Coahuila tuvo que reconocer que 39 integrantes del personal médico resultaron positivos de COVID-19 y enviarlos a casa.
En la clínica 72 hay una lista de 91 casos positivos y sospechosos, de la que tengo copia con nombre y apellido. Entre ellos, hay 28 residentes, tres jefes de enfermería, cuatro internistas, seis pediatras, un neumólogo, un camillero, una ginecóloga, un manejador de alimentos y varios enfermeros y enfermeras.
Es el Wuhan mexicano y ninguna autoridad lo quiere reconocer, por lo tanto, no están tomando las medidas pertinentes para dejar de propagar la epidemia.
Está saliendo al revés la situación. El hospital que debe luchar por controlar la pandemia está volviéndose un foco de reproducción interno y hacia el exterior.
El nosocomio de Tlalnepantla muestra que no se trata de una pesadilla, sino de una alarmante realidad en la que han tenido que trabajar buena parte de los médicos mexicanos, quienes a pesar del riesgo no han tirado la toalla, movidos por su vocación de servicio.
Aún así, han buscado ingeniárselas para sobrevivir en la primera línea de contención del COVID-19. Unos con caretas de refrescos hechas por ellos mismos o donadas por ingeniosos estudiantes.
Varios médicos me entregaron copia de los resultados de laboratorios privados, algunos estudios se practicaron en Olab, que acredita la detección positiva del coronavirus SARS-CoV-2, fechados entre el 6 y 10 de abril. Estoy hablando de laboratorios privados. ¿Sabe por qué? Porque a los profesionales de la salud no les quisieron hacer las pruebas en el propio instituto y al sentirse mal de salud, decidieron, por cuenta propia, ir a practicarse el exudado para corroborar lo que a todas luces ya sabían: ser casos positivos.
Uno de los especialistas (de quien no daré el nombre porque él y sus compañeros están bajo amenazas de perder el empleo) me contó que desde antes del 6 de abril empezó con una picazón en la garganta, siguió acompañada de dolores musculares y articulaciones, fuertes punzadas de cabeza y tos seca.
En su trabajo, en la clínica 72 le pidieron que fuera a su clínica correspondiente, situada en Azcapotzalco, donde tampoco le quisieron hacer la prueba ni lo pusieron en cuarentena. Fue cuando tomó la decisión de ir por su cuenta al laboratorio privado.
Ya con los resultados que confirmaban ser positivo es que en su trabajo le autorizaron el aislamiento. Así es como se ha dado la propagación del virus dentro y fuera del hospital donde ni siquiera existe un protocolo para enfrentar la Fase 2 en la que se encuentra el país por la pandemia.
Indigna a los doctores ver y escuchar a Zoé Robledo, director del IMSS, en las mañaneras con el Presidente decir que hay insumos suficientes en el instituto y que todo está bajo control para enfrentar la situación.
Una de dos: o lo están engañando o Robledo está ocultando información de manera deliberada. Mientras tanto, siguen sin tomarse acciones para controlar la epidemia en el hospital y ya viene la Fase 3.
UPPERCUT: En el hospital La Raza una anestesióloga también presentó los síntomas y tampoco le hicieron la prueba. Del mismo modo, la epidemia ha empezado a propagarse entre el personal médico.
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UN MONTÓN DE PLATA/Carlos Mota /
 El Heraldo de México)
Empresas quebrando, Caso 4
En Veracruz, por ejemplo, la Canirac local reportó el cierre definitivo de 30 restaurantes en la zona de Boca del Río.
En la industria restaurantera las quiebras de empresas parecen inminentes y, en muchos casos, el crédito de 25 mil pesos que ha alistado el gobierno a través de Nacional Financiera será insuficiente.
Véase el caso de la cadena de restaurantes “Santo Mar – Grill & Raw Bar”. Su tamaño ya es considerable, con 600 empleados distribuidos en sucursales en San Luis Potosí, Querétaro, Guadalajara, Monterrey y Aguascalientes.
A la cabeza de este restaurante está Gerardo Cárdenas, quien señala que “toda nuestra operación, obviamente, peligra. Es complicado para nosotros compartir información; pero es importante que la gente entienda la gravedad de la situación en la que nos encontramos todos los negocios del gremio”.
Gerardo ha decidido seguir luchando para que su empresa no cierre, pero las cosas no están fáciles. Su cadena de restaurantes “y otro par de restauranteros” produjeron un video que circula en YouTube con más de una decena de colegas, invitando a la gente a apoyarles.
El video se denomina #AquíNadieTruena y vale la pena verlo en YouTube. Su postulado central dice: “de esta caída, con tu ayuda, nos levantamos; y entre nosotros nos cuidamos y nos ayudamos; para que cuando todo esto termine estemos todos los del principio, y no falte nadie”.
En realidad, en todo el país está ocurriendo ya el quebranto de restaurantes.
En Veracruz, por ejemplo, la Canirac local reportó el cierre definitivo de 30 restaurantes en la zona de Boca del Río. En Querétaro se hablaba de 80 restaurantes en situación crítica de parte de Octavio Mata, presidente de la Canirac en esa entidad.
A su vez, en Baja California el gremio aglutina a 10 mil restaurantes y 200 mil empleos y, de acuerdo con lo que Miguel Ángel Badiola, su presidente gremial, dijo en la radio local: “no estamos pidiendo limosna; no estamos pidiendo que nos condonen”. Pero la respuesta del gobierno es negativa.
OPEP+ DOBLEGA A 4T
En el plan de negocios de Pemex que defendía Octavio Romero se decía que la producción de la empresa sería de 2 millones 321 mil barriles diarios de crudo en 2022. No obstante, tras el reconocimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador de que México debe bajar su producción en cien mil barriles, la cifra diaria quedará en 1 millón 686 mil barriles; es decir 635 mil barriles diarios menos en promedio respecto de la meta a ese año. Esto trunca la aspiración de la Cuarta Transformación para fortalecer pronto a Pemex.
En adición, y de manera más inmediata, la Secretaría de Hacienda de Arturo Herrera deberá ajustar sus cuentas, debido a que había estimado en los Criterios Generales de Política Económica que México produciría 1 millón 850 mil barriles al día este año; y el año próximo íbamos a rebasar los dos millones de barriles diarios. El gobierno tendrá menos ingresos.
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EL COVID-19 Y EL TERCER FRENTE /Ricardo Monreal / 
El Universal
La pandemia por Covid-19 ha generado que un gran número de países entren al mismo tiempo a una batalla de dos frentes: el de la salud y el económico. En México hay quienes intentan abrir un tercero: el político.
Lo hacen a través de ataques con poco sustento y que son desarticulados diariamente a través de la constante comunicación y transparencia con la que el gobierno ha manejado la información en el país.
Sin embargo, esos ataques pueden llegar a confundir y a generar incertidumbre, por ello vale la pena puntualizar tres de los temas que algunos sectores han utilizado como palanca para tratar de sacar ventaja de la crisis.
1. El reporte de personas contagiadas y fallecidas. Hace algunos días, cuando el subsecretario Hugo López-Gatell comentó sobre los factores de expansión estadísticos utilizados en el modelo de vigilancia centinela, los grupos reaccionarios lo acusaron de ocultar la realidad. Inclusive, un diario de circulación nacional invitó a sus suscriptoras y suscriptores a reportar los casos de coronavirus en su página de internet, para tener un contrapeso respecto a los datos oficiales del gobierno.
La realidad es que desde el inicio de los reportes estadísticos sobre el número de casos de coronavirus en México se dejó en claro que se trataba de estimaciones y no de números sin un coeficiente de variación. También es cierto que la mayoría de los países tienen una subestimación de los casos y que cada uno de ellos tiene un factor de expansión diferente.
Un estudio reciente de una universidad de Inglaterra estima que en Alemania el número real de casos es diez veces mayor al reportado, y en Suecia, noventa y dos veces. La magnitud del Covid-19 es tal que no hay sistema capaz de contabilizar todos los casos, sino de aproximarlos estadísticamente. Éste es también el caso de México, por más que algunos sectores quieran tergiversar la realidad.
2. Los programas de reactivación económica. La respuesta a la disrupción económica propiciada por el Covid-19, como cualquier otra, implica que se tomen medidas extraordinarias para reactivar la economía. El presidente ha sido muy claro respecto a que, en congruencia con el proyecto que democráticamente el pueblo eligió en 2018, estas medidas atenderán, en primera instancia, a la población más vulnerable.
Es normal que esta respuesta no le guste a la totalidad de integrantes del sector económico que anteriormente solía ser el primero en recibir la ayuda del gobierno en momentos difíciles. Es también normal que incluso sea entendida como una oportunidad para volver a tejer la unión entre el poder político y el económico.
Las instituciones del Estado mexicano se mantendrán firmes a sus convicciones. Así lo hará la mayoría en el Senado de la República, la cual tiene muy claro que el interés que está mandatada a proteger es el del pueblo de México y no el de un sector particular de la sociedad.
3. El pacto federal y la secesión. Mientras en otros países la oposición y los sectores contrarios al gobierno actúan con lealtad institucional para unirse frente al coronavirus, en México se está intentando aprovechar esta coyuntura, abanderando causas para empantanar las acciones del gobierno federal contra la pandemia.
Este lunes se espera que el Ejecutivo federal informe sobre la situación y las repercusiones de la pandemia, y también se anticipa el anuncio de medidas adicionales para hacer frente a esta emergencia sanitaria.
Las grandes crisis logran ser resueltas con unidad nacional, y la actual no debería ser la excepción; por ello, no es momento para abrir y alimentar frentes políticos, sino de construir consensos y entendimiento. Confiemos, y apoyemos las acciones y los esfuerzos emprendidos por las autoridades para que, como en otras ocasiones, México salga adelante.
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Derecho a dudar/Denise Dresser
en REFORMA, 13 Abr. 2020
En esta pandemia estamos perdiendo certezas, vidas, planes, la capacidad de imaginar el futuro y sus contornos. También nos están arrebatando el derecho a la duda. Todo dubitativo, todo apóstata, todo aquel que ose preguntar qué está pasando con la llamada "Cuarta Transformación" es enviado al paredón presidencial, y fusilado ahí como enemigo. Cualquiera que suene la alarma, señale los riesgos, identifique las contradicciones e intente explicarlas es descalificado por su supuesto "odio" al Presidente y a sus políticas. Ante la exigencia de abdicación crítica, la duda se ha vuelto antipatrótica.
Pero, ¿cómo no dudar de la respuesta gubernamental ante la crisis, cuando es claro que la 4T no se preparó lo suficiente? No reconvirtió hospitales a tiempo, ni adiestró al personal de salud con antelación, ni adquirió ventiladores o mascarillas antes de que hubiera escasez en el mercado internacional, y fuera necesario comprarlas casi al doble de su costo original. El aterrizaje de los aviones llenos de equipo proveniente de China es evidencia de la mala planeación, de la escasa preparación. México tuvo la ventaja de ir en la retaguardia de la pandemia, detrás de Wuhan y Europa y Estados Unidos. Y a pesar de ello, el equipo de AMLO dilapidó semanas y meses, aplazando medidas urgentes por razones políticas, no con criterios científicos. La crisis infecciosa y hospitalaria en Tijuana lo constata. Ahí prevaleció la negación, la ausencia de protocolos y capacitación para médicos y enfermeras, la desidia del liderazgo del IMSS, y el argumento de cómo en el norte del país no había tantos casos de Covid-19 por "el muro fronterizo".
¿Cómo no dudar de las decisiones económicas impuestas por López Obrador, cuando van a contracorriente de los paquetes de rescate desplegados en el resto del mundo? No se centran en preservar el empleo, o en proteger a los millones de pobres no cubiertos por sus programas sociales, o en la atención urgente al sector informal, o en las pequeñas y medianas empresas. El Presidente continúa priorizando la inversión en sus proyectos personales, como si no fuera urgente re-direccionar recursos a un sector salud mal equipado para atender a miles. Apenas en los primeros meses del 2020, se han perdido más de 346 mil empleos, y el gobierno no ha creado las condiciones para que los más vulnerables puedan quedarse en su casa. Ahí siguen, viviendo al día, vendiendo mariscos en el mercado de La Viga, poniendo en riesgo su vida y la de los demás.
Las dudas surgen ante la certeza de que México enfrente una crisis sanitaria y una crisis económica, simultáneamente. Los cuestionamientos emergen ante la probabilidad de a quién culpará el gobierno. A usted. A mí. A la OPEP. A la cúpula empresarial. A los medios. A los conservadores. A los "zopilotes". A los enemigos del pueblo. A los "golpistas". A los presidentes del pasado. A cualquiera que pregunte -aunque sea de buena fe- lo que se está haciendo o se ha dejado de hacer. Seremos acusados de desear que le vaya mal a México, aunque a muchos nos motive exactamente lo contrario. Seremos descalificados en la mañanera y en las redes sociales y vía los You-Tuberos y a través de la red AMLOVE. En vez de impulsar a los mejores ángeles, los propagandistas acríticos del régimen activarán a los peores demonios.
Pero ahora, más que nunca, será imperativo seguir dudando, seguir exigiendo, seguir contrastando. Ignorar a cualquiera que diga que su política -científica o económica- está por encima de la crítica. Ignorar a quienes sugieren que la transparencia y la rendición de cuentas no se aplican en una pandemia, y necesitan ser suspendidas por un periodo indefinido de tiempo. Lo contrario es cierto. Todas las decisiones que se tomen, ya sea médicas o políticas, merecen escrutinio y debate y deliberación y auscultación.
Sólo un gobierno eficaz, capaz de proveer información confiable y datos verificables nos ayudará a salir de esta crisis. No la fe ciega en el Presidente y quienes lo protegen. No la diatriba diaria contra quienes fomentan la discrepancia, indispensable para la vida democrática. No el enojo o la paranoia o las vendettas personales o las recitaciones robóticas de los agravios que llevaron a este gobierno al poder. Ante el Covid-19 y sus estragos, la duda es una condición incómoda, pero la certidumbre que nos exige la 4T es una condición aún más peligrosa...
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Un polizón mexicano
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
REFORMA, 13 Abr. 2020
"Los peores tiempos
con frecuencia generan
las mejores oportunidades
para hacer buenos negocios”. Donald Trump
Aparentemente México fue el país mejor librado en los recortes de la producción petrolera de la OPEP y otros países productores. Todos, menos México, acordaron hacer recortes de un 20 por ciento o más para una reducción total de 9.7 millones de barriles diarios. A México se le pidieron primero 400 mil y luego 350 mil, pero se comprometió solo a 100 mil, o 5.6 por ciento de su producción de marzo de 1.781 millones. La secretaria de Energía, Rocío Nahle, se levantó airada de la teleconferencia del 9 de abril porque no se daba a México este trato especial.
El presidente López Obrador, sin embargo, anunció al día siguiente que Donald Trump le prometió que Estados Unidos absorbería 250 mil barriles diarios que le corresponderían a México. Trump no lo confirmó, pero sí dijo el viernes que "compensaría algo del faltante" (pick up some of the slack).
México no torpedeó el acuerdo como se temía. Ayer se dio a conocer que los países productores acordaron un recorte de 9.7 millones de barriles diarios a partir del 1o. de mayo. Estos son 300 mil barriles menos que los 10 millones que se buscaban originalmente. No queda claro si Estados Unidos absorberá algo del faltante mexicano.
Trump no tiene facultades para ordenar recortes a la industria petrolera estadounidense, la cual es privada, especialmente para beneficiar a un tercer país. Pero si absorbe una parte del faltante mexicano, sin duda cobrará el favor. Lo más importante de todo, sin embargo, es que el recorte de 9.7 millones de barriles no es suficiente para elevar los precios del petróleo en este momento.
Rusia y Arabia Saudita, los países clave para el acuerdo, saben que los arreglos entre productores tienen siempre el problema del "polizón" o el "parásito", el free rider en inglés, el que se beneficia sin aportar nada. México busca beneficiarse del acuerdo, pero sin hacer el recorte que le correspondería. Si bien hay un acuerdo ahora, habrá que ver si otros países no deciden recortar menos de lo que debieran ante el ejemplo de México. Un polizón siempre irrita a los cumplidos.
Trump ha hostigado a muchas empresas por no hacer lo que ordena, pero Estados Unidos es un país de leyes y las compañías saben que pueden enfrentarse al Presidente con éxito. La producción de petróleo estadounidense va a caer, simplemente por el desplome de la demanda, pero es muy difícil saber cuánto, porque hay muchas producciones que no se pueden detener simplemente porque un político lo exige.
Por otra parte, en su libro The Art of the Deal Trump ha dejado muy claro que los favores se cobran. No hay razón para pensar que su "amistad" con López Obrador es suficiente para que no lo haga ahora. No olvidemos las veces que ha declarado que "México no es nuestro amigo". ¿De cuánto será el cobro? No lo sabemos.
En cuanto al monto total del recorte, el consumo de petróleo en el mundo en 2019 fue de 100.57 millones de barriles diarios, ligeramente abajo de la producción de 100.75. Para este segundo trimestre de 2020 se estima un consumo de 87 millones contra una producción cercana a 100, una diferencia de 13 millones diarios (EIA). Un recorte de 9.7 millones no resolverá el problema. La capacidad de almacenamiento, de hecho, se encuentra ya casi rebasada.
El gobierno mexicano está contento de ser un polizón y tener los beneficios del acuerdo sin el sacrificio. Las cosas, sin embargo, se pueden complicar todavía.
· CUERDA FLOJA
Pemex está en la cuerda floja. Su petróleo se cotiza a 16.54 dólares por barril, contra 49 del presupuesto, y las coberturas no cubren todo el faltante. Es la petrolera más endeudada del mundo, con 105 mil millones de dólares. Una calificadora ya le quitó el grado de inversión; si lo hace una segunda, habría una fuerte venta de sus bonos.
@SergioSarmiento
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Fracaso de la imaginación/Jesús Silva-Herzog Márquez
en REFORMA, 13 Abr. 2020
Algunos dirigentes en el mundo se han montado en la crisis sanitaria para impulsar la autocratización. Hacerse en esta emergencia de poderes extraordinarios para asumir un mando sin restricciones. La crisis es el parque de los autócratas. Cuando la normalidad se rompe, los poderosos asumen el permiso de hacer cualquier cosa con tal de salvarnos. Se imaginan capitanes de un barco a la deriva que deciden echar por la borda a quien estorba. Recibir trofeos por sacrificar a algunos. Las restricciones que serían inimaginables en tiempos normales son aceptadas y aun agradecidas en tiempos de temor. La amenaza, la incertidumbre, el miedo llaman a un poder decidido y enérgico que no pierda el tiempo en discusiones, que no se tiente el corazón con los pudores habituales y que intervenga con arrojo para derrotar al enemigo. Al crítico que es irrelevante en tiempos ordinarios se le ve ahora con sospecha y al opositor se le cataloga abiertamente como un traidor. El primer ministro de Hungría es, quizá el más adelantado en este impulso autocratizador. Viktor Orbán ha conseguido el permiso de su parlamento para gobernar por decreto. Cualquier ley que le estorbe podrá ser anulada de inmediato. El primer ministro podrá legislar sin intervención parlamentaria. Los procesos electorales quedan suspendidos y se podrá castigar con cárcel a los periodistas que se alejen de su versión de la verdad. Hay que agregar que la dictadura recién fundada en Hungría no tiene plazo límite. El proyecto del populista húngaro de abanderar una democracia iliberal ha recibido del virus el impulso definitivo.
No veo, ante la crisis de salud, ese impulso en México. El gobierno federal ha insistido en que la emergencia sanitaria no supone una suspensión de garantías. No ha asumido el Ejecutivo facultades extraordinarias, ni se percibe la crisis como una oportunidad para instalar una dictadura salvadora. La mayoría congresional que respalda al Presidente no ha sido convocada para entregarle permisos adicionales. De hecho, lo que ha sorprendido a muchos es precisamente lo contrario: no un ansia de poder en la emergencia sino una renuencia a la decisión.
Si la crisis sanitaria ha tenido un efecto político en México, éste se ha dejado sentir en otra órbita. No en la autocratización, sino en la ideologización del gobierno. Más que liberarse de los límites, el gobierno se desentiende del diálogo con la realidad y se aferra a sus prejuicios. El virus ha precipitado al gobierno de López Obrador a una intensificación de su visión ideológica del mundo, a una radicalización de su hostilidad discursiva, a una endurecida clausura intelectual. Por eso ve el desafío de salud como una prueba de fe, como una ocasión para verificar lealtades y desechar la tentación de reconsiderar. Más que a un autócrata, tenemos en frente a un ideócrata, al esclavo de un manojo de frases.
Se trata de un fenómeno extraordinariamente preocupante: el fracaso de la imaginación. La falta de realismo político, eso que Isaiah Berlin llamaba "sentido de realidad" es, aunque parezca extraño, resultado de una imaginación seca. El ideócrata o, para ser más precisos en el caso del mexicano, el fraseócrata es incapaz de pensar algo que contradiga su preconcepción. Si durante años ha repetido el mismo cuento, no puede imaginar un relato que se separe del mural. Si ha pintado el mundo con los mismos colores elementales, es incapaz de aceptar que haya otros pigmentos, otros tonos, algún claroscuro. Si ha enviado al infierno a unos y si a otros los ha elevado al paraíso, no puede admitir en ningún momento que los condenados sorprendan con alguna virtud o que los santos tropiecen. El prejuicio sofoca la imaginación y por eso cancela el trato saludable con la realidad. Un permiso le está vedado al ideólogo: dudar del credo. La fidelidad ideológica, el hermetismo de las convicciones cancela como impensables todos los hechos, todos los datos, todos los argumentos y las voces que se han descartado previamente. No puede verse lo que se tiene delante de la nariz porque el cerebro ya ha condenado a una parte de la realidad a la categoría de lo impensable.
La imaginación es la perdición del ideólogo porque lo tienta a dudar.
http://www.reforma.com/blogs/silvaherzog/
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Jaime Ruiz Sacristán (1949-2020)
COLABORADOR INVITADO / Antonio del Valle Perochena
REFORMA, 13 Abr. 2020
Hace tan sólo unos meses, junto con Carlos, su hermano, celebrábamos el setenta cumpleaños de ambos. Una comida entre amigos que reflejaba esa personalidad con la que conviví casi tres décadas: sencilla, reservada y con mucha atención al detalle.
Jaime siempre fue de pocas palabras. Su voz tenue y difícil de entender obligaba a poner atención. Repetidas veces el "¿qué dijiste?" era necesario, incluso entre sus más allegados. ¿Pedírselo por escrito? Mala idea; su letra era aún más complicada de entender. Es por esto, creo que le fue fácil inclinarse por los números y dedicar toda su vida a la banca y las finanzas.
Con frecuencia, colegas y subalternos buscaban a Jaime para que, con paciencia, les explicara un balance, un estado de resultados, cómo elaborar una proyección o calcular un valor presente. De la misma forma, en múltiples ocasiones era consultado por secretarios de Hacienda y gobernadores del Banco de México. Sin embargo, llevar un asunto al comité de crédito donde él participaba era una tarea estresante, como cuando el estudiante se apresta para su examen profesional. Si existía una falla, un error, una suma mal hecha, inclusive faltas de ortografía, por mínimas que fueran en un estudio de decenas de páginas, Jaime la encontraba; y su juicio era implacable.
Con ese don para desenredar los números, desnudar empresas y exponer su realidad, y su gran capacidad negociadora, fue artífice, en gran medida, de fusiones y adquisiciones por todo el mundo, ayudó a la creación y desarrollo de importantes empresas en las que hoy colaboramos decenas de miles de personas en más de cuarenta países, en Kaluz, Orbia, Elementia, Bx+ y Byline Bank entre otras. Con el mismo entusiasmo participó activamente en el proceso de desincorporación bancaria a principios de los años 90, dirigió y sacó exitosamente, junto con mi padre, a una de las mayores instituciones bancarias, en aquel entonces Bital, de una de las más difíciles y profundas crisis en la era moderna de México, y se arremangó para iniciar un banco desde cero. Como buen banquero, fue cauteloso y examinaba todo posible resultado o consecuencia antes de tomar una decisión. Podía detectar cualquier argucia oculta en las numerosas cláusulas de contratos interminables elaborados por los más sofisticados abogados.
Su preocupación por la industria y por el país fue más allá de su ámbito laboral y se vio reflejada en su periodo como presidente de la Asociación de Bancos de México, de 2011 a 2013, y como presidente de la Bolsa Mexicana de Valores hasta el día de su muerte.
Su calidad humana no sólo se sentía en el trabajo; se respiraba en Maribel, su compañera de toda la vida, sus tres hijas, yernos y seis nietos.
Se le extrañará en casa, en la oficina, en la industria. Muchos echaremos de menos la seguridad que nos daba tenerlo cerca al momento de tomar una decisión difícil.
Nunca olvidaré la última vez que lo vi. Entró a mi despacho y me dijo: "Toño, te saludo de lejitos porque no me siento bien, no vaya a ser coronavirus". Ambos soltamos la carcajada.
El consejero por excelencia luchó hasta el final. Antes de ser sedado por última vez, mandaba mensajes por WhatsApp, contestaba correos electrónicos. Seguía trabajando. "Me van a pasar a terapia intensiva porque se me sigue bajando el oxígeno, y me van a dar un tratamiento más fuerte", me dijo.
El maestro de muchos era también mi mentor, mi consciencia y, más que un tío, mi amigo.
Me siento muy afortunado. Gracias, Jaime. Y gracias a la vida por permitirme haber convivido contigo.
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Los errores cuestan vidas
COLABORADOR INVITADO / Sandra López León
REFORMA, 13 Abr. 2020
En el manejo de la pandemia México está cometiendo algunos errores que pueden resultar muy costosos. Al inicio daba la impresión de que estaba compitiendo por tener el menor número de contagios bajo la falsa idea de que entre menos tengamos mejor preparados estamos. No presentar la realidad tiene consecuencias y una de ellas es que otros gobiernos y organizaciones no gubernamentales usan estos números para decidir a dónde destinar ayuda económica y médica.
Esto parece haberse solucionado la semana pasada cuando el Dr. López-Gatell anunció que el número de casos confirmados se debe multiplicar por 8 para tener el número probable de casos totales. Estos cálculos provienen del modelo Centinela que toma en cuenta datos de 475 unidades de monitoreo. De golpe, pasamos de tener 3 mil casos a tener 26.5 mil casos. Pero, ¿cuál dato debemos observar: el reportado o el estimado? A todos nos interesa conocer el dato que más se aproxima a la realidad.
Al seguir las conferencias del Dr. López-Gatell, surgen varias dudas para los epidemiólogos. ¿Por qué se compara a México con otros países que sí están enfocados en hacer pruebas e identificar correctamente las muertes? También queda la duda de por qué se dividen los casos reportados -en vez de los estimados- entre el total de la población para reportar incidencia. Y más importante, ¿cómo se calcula el número de muertos?
En un artículo del 2011, Charu et al, concluyen que en la pandemia de influenza en México se subestimaron las muertes, identificando solamente a 1 de 41 casos en mayores de 60 años. ¿Tenemos también que multiplicar por algún número las muertes reportadas por coronavirus? Observo que los cálculos estadísticos son similares a los que se usan para influenza. Hay que tomar en cuenta que este virus es nuevo y estamos conociendo su comportamiento. Mientras otros países están enfocados en diagnosticar el mayor número de casos y muertes, México se ha centrado en hacer cálculos similares a los que se usan para influenza.
Nada indica que México será una excepción a lo que ha sucedido en países desarrollados. Es probable que mueran personas en las calles y en sus casas. Morirán por coronavirus y por otras enfermedades, porque los hospitales estarán colapsados. Las funerarias no podrán ir al ritmo de entierros y cremaciones que se necesitan. Necesitarán camiones congeladores para conservar a los muertos. Los médicos tendrán que admitir al hospital sólo a aquellos que creen que van a sobrevivir. Las personas se morirán solas en hospitales sin familiares. Los familiares no volverán a ver los cuerpos de sus seres queridos. Las personas de la tercera edad serán privadas de ventiladores para poder dárselos al joven insensato que no siguió indicaciones y se fue de vacaciones. Habrá muertos de todas las edades.
Pero las muertes se pueden reducir no cometiendo el error de otros países, y en el que México está incurriendo: no proteger a sus médicos. México tuvo más tiempo que otros países para prepararse para enfrentar esta pandemia. Pero no está protegiendo a su primera línea de batalla. Observamos denuncias de que no se les ha brindado el equipo necesario, de que no se les permite clasificar un caso con cuadro clínico de coronavirus sin prueba y encima han sido víctimas de agresiones por parte de la población.
Esto no se trata de política ni de economía. Se trata de lo más sagrado que existe: la vida. El personal de salud necesita: que se queden en casa, protección adecuada y suficiente, acceso a pruebas diagnósticas para pacientes y médicos, mejores herramientas de trabajo (medicamentos, camas, respiradores) y condiciones dignas de trabajo (solidaridad, respeto y remuneración). Debemos exigirlo ya que el personal de salud es lo único que tenemos ahora. Nada de esto es un lujo, es un derecho fundamental.
La autora es epidemióloga.
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