5 nov 2022

LAS COLUMNAS políticas hoy, sábado 5 de noviembre de 2022

Detienen a taxista relacionado con el caso de Lidia Gabriela, la joven que se aventó de un taxi en movimiento el pasado martes.

El presunto culpable fue detenido por policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.


De acuerdo a los primeros reportes, se trata de un taxista identificado como Fernando Velázquez Garnica, quien fue sorprendido con drogas.

Aparentemente, ocurrió en el transcurso de las primeras horas de este sábado, en la Alcaldía Tláhuac, aunque hasta el momento las autoridades no han dado información oficial al respecto.

Las ultimas investigaciones dieron como resultado la ubicación del automóvil de alquiler de la marca Nissan en el que viajaba la joven de 23 años antes de morir.

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EPN califica de absurdas acusaciones de lavado de dinero por la FGR.


En entrevista para el diario EL PAÍS, el expresidente dijo que está "invariablemente atento a responder sobre el origen legal de mi patrimonio”

“Es un absurdo. No he querido dar una respuesta mediática, pero estoy invariablemente atento a responder sobre el origen legal de mi patrimonio”, asegura.

Asimismo, indicó sentirse muy cómodo en España, por lo que seguirá siendo residente legal en el país, al menos por cinco años más.

“Estoy muy agradecido a este país por el trato que me ha dispensado, me va gustando mi vida aquí. Me planteo residir en España de forma permanente y visitar ocasionalmente México, que es mi patria y amo entrañablemente”, afirmó.

Uno de los trámites más difíciles que se pueden sacar en España es la Visa dorada. Este trámite requiere invertir cerca de dos millones de euros en deuda pública, así como un millón de euros en acciones de empresas españolas o depósitos bancarios.

Sin embargo, para Peña Nieto este trámite no le fue impedido al invertir tan solo 500 mil euros en inmuebles y solicitar un local por 570 mil euros, apenas unos días antes de solicitar su visa oro.

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LAS COLUMNAS políticas hoy, sábado 5 de noviembre de 2022

Templo Mayor/ REFORMA

AUNQUE era previsible, no deja de ser una pésima noticia que el PRI aceptara avalar la regresiva reforma electoral impulsada por Palacio Nacional.

ESA DECISIÓN es grave para la democracia, pues significa que la selección de los árbitros electorales pasará del imperfecto sistema de cuotas de partidos al antidemocrático sistema de cuates del Presidente en turno.

PERO AHÍ no acaba el daño, pues si el apoyo de los priistas a la militarización dejó en puntos suspensivos la alianza PAN-PRI-PRD para las elecciones de 2024, la aprobación de la reforma electoral pinta para ponerle punto final.

CON ESO de que el gobierno federal ya se está acabando el dinero de los fideicomisos, en la SHCP andan urgidísimos de más dinero para solventar los onerosos programas sociales que aceitan la maquinaria electoral y para el importantísimo rubro presupuestal de las OFP (Obras Faraónicas Presidenciales).

PERO el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, mató víbora en viernes y recibió de los diputados, y envuelta para regalo, la facultad de triangular recursos de activos financieros que antes eran intocables.

ASÍ ES QUE, si saben "Las Golondrinas", ya se las pueden ir tocando a los fondos de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.

QUIENES gustan de interpretar los simbolismos dicen que en la cuenta de TikTok de Arturo Zaldívar se alcanzan a ver los anhelos políticos del presidente de la Suprema Corte de Justicia.

EN UN video con música de Taylor Swift se le ve colocándose una bufanda color guinda mientras a través de una ventana de su despacho clava la mirada en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde despacha Claudia Sheinbaum.

¿A POCO el ministro tiktokero quiere cambiar el Judicial federal por el Ejecutivo local? Es pregunta de Poder a Poder.

AHORA que está sobre la mesa la "ideota" de hacer un Museo del Narcotráfico en Sinaloa hay quienes dicen que, si a esas vamos, hay otras actividades que merecen su recinto museográfico.

¿SE IMAGINAN el Museo del Huachicol con sus tuberías agujereadas, sus coloridos bidones llenos de combustible robado y los mapas de la red de Pemex llena de piquetes?

¿O QUÉ TAL el Museo de la Piratería con modelos apócrifos de tenis, bolsas, electrónicos y todo tipo de películas y series copiadas de manera ilegal en DVD, Blu-ray y memorias USB?

YA DE PASO se podría crear el Museo de la Vergüenza, aunque tenga puros exhibidores vacíos... y es que es tan poca la que les queda a los políticos mexicanos que, si aún quedara algo por ahí, merecería ser pieza de museo

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Aunque hay que subsidiar al AIFA, el show debe continuar

Bajo Reserva/El Universal

Nos informan que después de haber buscado la certificación por meses, dentro de dos semanas finalmente se inaugurará el hotel del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Nos detalla una fuente de alto nivel del gobierno federal que el hotel será inaugurado el próximo 19 de noviembre con presentación de artistas y firma de autógrafos. Por lo pronto, la cantante Edith Márquez está confirmada para encabezar la ceremonia de inauguración, originalmente planeada para el pasado 21 de marzo, al arrancar las operaciones del aeropuerto, con la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ocho meses después y luego de que la Secretaría de Hacienda ha tenido que inyectar 564 millones de pesos para no reportar las muy reales pérdidas de uno de los tres proyectos insignia del gobierno actual, el AIFA sigue con pocos pasajeros, pero, eso sí, el show no va a faltar. Aún no se sabe si habrá tlayudas esta vez.

El yerno de Elba Esther, de calderonista a “claudista”

Quien desde hace varios meses se mantiene activo en sus redes sociales, es Fernando González, yerno de la maestra chiapaneca y exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo. Nos hacen ver que don Fernando promueve con entusiasmo la imagen de la “corcholata” presidenciable Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México. El próximo año, nos detallan, el también exsubsecretario de Educación en tiempos de Felipe Calderón se dedicará a realizar recorridos en algunas entidades para promover a doña Claudia, bajo las siglas de su Movimiento Nacional Progresista, surgido de las ya extintas Redes Sociales Progresistas, que hasta partido llegaron a ser fugazmente, hasta que perdieron su registro.

Morenistas piden el fin del INE, pero que antes avale sus encuestas internas

Nos cuentan que en Morena no todos desconfían del Instituto Nacional Electoral como el presidente López Obrador y los llamados duros que quieren su virtual desaparición. El senador Armando Guadiana, quien aspira a la candidatura de ese partido al gobierno de Coahuila y en disputa con la corcholata aparentemente favorita de Palacio, el aún subsecretario de seguridad federal, Ricardo Mejía Berdeja; pidió piso parejo en la contienda interna y sobre todo que cualquier encuesta para definir al ganador no sea al estilo Mario Delgado, es decir que sea levantada por una empresa avalada, certificada por el INE. Muerte al INE… cuando me convenga, parece ser la consigna en el partido guinda.

Las prioridades de Morena en el presupuesto

Para Morena, el inicio del año electoral presidencial no es un hecho. Este domingo los diputados podrían tener el dictamen del Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, a fin de que se discuta en comisiones este lunes y después pase al pleno de San Lázaro. Nos hacen ver que Morena advirtió que habrá recortes al presupuesto solicitado por el Instituto Nacional Electoral, tal como han hecho en años anteriores, pese a que el año electoral del proceso que culminará en la sucesión presidencial comienza legalmente en septiembre. Según los morenistas, “no es un hecho” que se necesite presupuesto para arrancar el proceso de 2024, por lo que quieren quitarle 5 mil millones de pesos. Lo que sí ya aprobaron es seguir usando con total discrecionalidad el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios. Las prioridades presidenciales son las prioridades presidenciales, faltaba más.

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La CDMX perdida y la sucesión en todo/Salvador García Soto

A diferencia de la sucesión presidencial, la de la CDMX está todavía más soterrada y se maneja aún a nivel de comentarios, grillas y especulaciones

El Universal,

La pieza clave para cualquier partido que aspire a ganar la Presidencia de la República, sin duda es la Ciudad de México; no sólo porque con su padrón de casi 8 millones de votantes es una de las cinco entidades estratégicas que pueden definir una elección nacional, sino porque el impacto de ganar o perder la capital del país tiene una fuerte resonancia en toda la República.

Hoy, a dos años de la elección presidencial y local para renovar la Jefatura de Gobierno, las 16 alcaldías y el Congreso local, la llamada CDMX ha dejado de ser mayoritariamente de Morena y sus votantes se han dividido entre la izquierda oficialista, que hoy la gobierna y que tiene 25 años dominándola políticamente, y una oposición que con la alianza PRI-PAN-PRD capitalizó el cansancio y el hartazgo de los capitalinos hacia la demagogia y el populismo izquierdista que se enraizaron en la ciudad, con la inocultable simbiosis entre el Palacio del Ayuntamiento y el Palacio Nacional.

Entre las mismas cúpulas de Morena y de la 4T se habla de encuestas internas que se atribuyen a la dirigencia nacional del partido, que encabeza Mario Rodríguez, en las que los números no favorecen al partido gobernante y arrojan un dato que enciende las alarmas del oficialismo: si las elecciones para Jefe de Gobierno fueran hoy, el morenismo perdería las votaciones y las intenciones del voto favorecen a una alianza opositora similar a la que le arrebató 9 alcaldías y la mayoría del Congreso local a Morena en los comicios intermedios del 2021.

A partir del dato de esas encuestas que dentro de la 4T le atribuyen a Mario Delgado, las especulaciones sobre quiénes pueden ser los candidatos o candidatas a la Ciudad de México en el 2024 han arreciado. De entrada, la sucesión capitalina está intrínsicamente ligada a la sucesión presidencial que adelantó el presidente López Obrador. El papel de Claudia Sheinbaum como la aspirante o “corcholata” más visible y favorita del Presidente, además de la intensa y costosa campaña que ya realiza a nivel nacional la Jefa de Gobierno, hacen que también en la CDMX ya comiencen a manejarse nombres sobre quiénes pueden ser los candidatos o candidatas a sucederla.

Tras descartarse nombres que se mencionan como favoritos de la Jefa de Gobierno —como la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde—, hoy sólo se ven muy claros dos perfiles para la candidatura de Morena al gobierno de la ciudad: de un lado la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gabinete federal, Rosa Icela Rodríguez, y del otro el secretario de Seguridad Ciudadana de la capital, Omar García Harfuch.

De la primera se dice que, tras haber sido secretaria de Gobierno de Sheinbaum, hoy se ha distanciado de la Jefa y su candidatura se ve mucho más cercana al secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Del jefe policiaco García Harfuch se le ubica como “el candidato de Claudia” por su cercana relación con la doctora, de quien se ha convertido en su hombre de confianza, a partir de los resultados positivos de su estrategia de seguridad y de la buena imagen mediática que ha construido el titular de la SSC.

Rosa Icela fue vista en un principio como la “candidata del Presidente” por su cercanía personal con López Obrador, quien la ha impulsado como opción para la capital; eso hizo que Claudia Sheinbaum la aceptara también como su candidata y la apoyara en algún momento. Pero ocurrió que la secretaria de Seguridad se definió a favor del secretario Adán Augusto como su candidato al 2024 y eso la distanció de la Jefa de Gobierno, quien decidió apostar ahora por su secretario de seguridad, que tiene toda su confianza, aunque no necesariamente la del Presidente.

García Harfuch, por su parte, declara públicamente que él sólo está interesado “en hacer bien mi trabajo y cuidar la seguridad de los capitalinos”, aunque el cuidado y la proyección de su imagen, a partir también de sus resultados, además de los elogios que le dedicaron algunos diputados afines a Sheinbaum en su reciente comparecencia —como el coordinador del PVEM, Jesús Sesma que lo comparó con Batman—, apuntan a que el mediático secretario de la seguridad en la capital del país no se descarta como aspirante a Jefe de Gobierno.

A diferencia de la sucesión presidencial, la de la CDMX está todavía más soterrada y se maneja aún a nivel de comentarios, grillas y especulaciones, pero es un hecho que, conforme se defina con claridad la candidatura de Morena al 2024, también se verá quién puede contender para la nada fácil tarea de mantener el principal bastión de Morena en los comicios locales dentro de dos años. Sea quien sea, enfrentará a una oposición crecida y en alianza que, aunque no tiene todavía un candidato claro, sí tiene ya aspirantes declarados como el alcalde panista de Benito Juárez, Santiago Taboada, un perfil fresco y efectivo que ven con preocupación en el Palacio del Ayuntamiento, además de otros panistas que despuntan como la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, y el complicado alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, cuyo padre le abolló su imagen pública.

Pero la gran incógnita es si habrá otros posibles candidatos que cohesionen a la alianza opositora en la CDMX que hoy ganaría las elecciones. Y ahí surgen nombres como el de Ricardo Monreal, a quien están volteando a ver el PAN, PRI y PRD como una opción que pudiera resultar ganadora en la capital de la República. Falta saber si el zacatecano, que ya está totalmente confrontado con Sheinbaum, romperá con Morena y si cambiaría su aspiración presidencial por volver a intentar ir por un cargo que ya buscó sin éxito en 2018.

NOTAS INDISCRETAS…

Es un hecho que Coahuila está en la mira del presidente López Obrador y que desde la 4T apostarán fuerte para tratar de arrebatar el último bastión priista del norte del país. Si bien el Estado de México resulta más atractivo y estratégico para Palacio Nacional, el Presidente se ha metido personalmente a operar la designación del candidato de Morena en Coahuila, al mandar a su subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja, como su candidato a los comicios por la gubernatura coahuilense. Mejía Berdeja, que ya se inscribió como aspirante a la gubernatura, que se elegirá este mes a través de una encuesta y bajo la figura de “Coordinador estatal de Defensa de la 4T”, lleva no sólo la bendición y los elogios públicos que le dedicó López Obrador esta semana en su mañanera, sino también el apoyo de la dupla política que han formado el secretario Adán Augusto y la secretaria Rosa Icela Rodríguez. Y mientras el senador Armando Guadiana sigue cuestionando el proceso y vociferando porque sabe que el presidente López Obrador ya se olvidó de que fue el primero que lo apoyó en Coahuila, Mejía Berdeja no la tiene nada fácil en su aspiración. Primero porque el Presidente, si bien lo mandó ya públicamente a registrarse y a la guerra electoral, no lo dejó renunciar aún a su cargo y tendrá que hacer una especie de “campaña sin candidato” o aprovechar solo los días inhábiles, si no quiere que lo acusen de hacer campaña aprovechando su cargo y los recursos públicos. El segundo problema del subsecretario federal será convencer a los coahuilenses de que tiene arraigo y conocimiento del estado, luego de que desde hace años se distanciara de su natal Torreón e hiciera carrera política en Guerrero. Y el tercer y más fuerte problema que enfrentará Ricardo Mejía es el senador Guadiana, que aunque ya debió entender que no es el favorito del Presidente, tratará de hacerle la vida de cuadritos al subsecretario, a quien se ha dedicado a cuestionar y a atacar. Y si se toma en cuenta que Guadiana tiene una enorme fortuna económica, producto de sus negocios de toda la vida como empresario coahuilense, y que además es amigo personal del gobernador priista, Miguel Riquelme, el senador morenista se puede volver un dolor de cabeza no sólo para Mejía Berdeja, sino para la misma 4T. Decía un político experimentado que en las campañas hay que cuidarse de personajes que “no ayudan a ganar, pero te pueden hacer perder”. Y Guadiana está a punto de convertirse en uno de esos en Coahuila…Los dados cierran con Escalera Doble. Semana redonda.

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Qué ganas de joder la democracia electoral…/Juan Pablo Becerra-Acosta M.

La verdad es que buena parte de la 4T literalmente odia todo lo que suene a institución, a independencia, a libertad, a rebeldía, a crítica

El Universal,

Qué ganas de joder la democracia electoral…

El narco style ya ganó: preside nuestras fiestas

¿El General no tiene quien le pregunte?

Desde Palacio Nacional y desde la dirigencia de Morena siguen con lo mismo: pretenden convencer a la gente de que el INE organiza elecciones fraudulentas.

Entonces, ¿cómo llegaron a la Presidencia en 2018?

¿Por medio de un fraude del cual es cómplice el INE?

Y cómo es que ahora, en tan solo cuatro años, ganaron casi todo lo que quisieron y tienen el poder en la mayoría de las entidades del país.

¿También ahí llegaron gracias a la alquimia del INE y de sus émulos estales?

Y eso de que tienen la mayoría legislativa en la mayor parte de los congresos, ¿cómo ocurrió?

¿Igualmente el INE perpetró fraudes en esos estados a través de sus tentáculos electorales?

¿Qué ocurrió para que Morena haya podido echar del poder al PAN y al PRI en tantos lugares?

Francamente todavía no veo cables en Guacamaya Leaks donde se revele que Lorenzo Córdova y Ciro Murayama se aliaron secretamente con las fuerzas vivas de Morena para organizar asonadas electorales, pero bueno, en este país de las infodemias, las verdades alternativas, y las posverdades, todo puede ocurrir.

Entiendo que Córdova y Murayama cometieron el error de salir a contestar cualquier cosa que salía de Morena o Palacio Nacional, cayeron en todas las provocaciones, y en ese sentido fueron muy protagónicos por estar un día sí y otro también haciendo política en medios; me queda claro que sonaban antipejistas y antimorenistas, y que con sus aspavientos rijosos (los mismos de AMLO) contribuyeron a exacerbar los ánimos; vaya, ciertamente Murayama utilizó tonos muy similares a los que criticaba en el Presidente, ambos fueron nada mesurados y sobrios, y Lorenzo por ahí anduvo varias veces, muy cerca en esas formas pugilísticas, pero eso no puede traducirse en que ambos son delincuentes electorales.

El Presidente acaba de decir hace unos días que su propuesta de reforma electoral tiene como intención “que haya democracia”, “que no haya fraudes”. Caray, pues no sé de qué nos perdimos en otro multiverso, pero desde el año 2000 a la fecha no veo que haya habido fraude alguno en una elección federal, y las irregularidades que hubo en comicios locales, cuando fueron graves, merecieron una sanción que llegó hasta anular los procesos. Van a espetar que en 2006 le arrebataron la elección a Andrés Manuel López Obrador, pero, un momento, ¿y las evidencias de tal cosa? Su propio movimiento no pudo documentar nada, ningún medio tampoco lo logró (y mire usted que buscamos por todos lados), pero no hubo nada, más allá de la intromisión discursiva del entonces presidente, Vicente Fox, que de acuerdo al Tribunal Electoral puso en riesgo la validez de aquella elección

¿Dónde está hoy una sola prueba (no dos, una) de que el IFE y luego el INE hayan organizado algún fraude electoral del 2000 para acá? Como que ya se han tardado mucho en la mañanera para documentarnos los tremendos fraudes del INE, ¿no? ¿Dónde están las pruebas de que estos años el INE alteró el padrón y la lista nominal de electores? ¿Dónde están las evidencias de que el INE rasuró a votantes de Morena y revivió muertos para beneficiar al PRI? ¿Dónde están los indicios de que el INE operó para que en varios distritos las casillas fueran cambiadas de lugar para ayudar al PAN? ¿Dónde están los expedientes de la alquimia electoral del INE?

La verdad es que buena parte de la 4T literalmente odia todo lo que suene a institución, a independencia, a libertad, a rebeldía, a crítica, y no soporta el hecho de que no pueda someter a un organismo autónomo para convertirlo en una ventanilla electoral de la Secretaría de Gobernación, como pretende con su iniciativa de reforma (https://www.eluniversal.com.mx/opinion/juan-pablo-becerra-acosta-m/con-el-ine-no-rotundamente-no).

Lo que les molesta es que en la encuestas serias que se han dado a conocer recientemente el INE goza de un respaldo abrumador entre la gente: prácticamente siete de cada diez adultos mexicanos (68%) aprueba el trabajo que hace el INE al organizar elecciones. “Eso calienta” en Palacio, porque el Presidente anda entre el 58 y 60% de aprobación, y pareciera que a los más ultras entre los suyos eso les rompe el hígado: no pueden digerir que, a pesar de todas sus andanadas, solo el 29% desaprueba al Instituto Nacional Electoral. Ellos saben bien que hasta ahí llegan sus calumnias: ese 29% es su voto duro.

Y de ahí no van a pasar, por una simple razón: en las elecciones organizadas por el INE estamos los ciudadanos. Son nuestras elecciones. En cada casilla. Sus intentos de destruir a esa institución no avanzarán en el Congreso: no tienen votos suficientes, ni los tendrán, salvo que el PRI, haga un PRI.

Bajo fondo

Solo el 34% de la población considera que el INE requiere “cambios mayores” (20%) o “se debe cambiar todo porque no funciona” (14%), de acuerdo a una encuesta de El Financiero publicada en octubre. Es, reitero, el voto duro de Morena, que cree de hinojos lo que sale como propaganda de Palacio Nacional.

Al fondo

Alejandro Encinas nos debe explicaciones a todos. ¿Quién le entregó esas 467 capturas de pantalla que supuestamente contenían conversaciones de WhatsApp entre sicarios e incluso entre delincuentes y militares, que probarían el involucramiento de soldados en el asesinato de al menos seis estudiantes de Ayotzinapa?

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que trabaja en el caso ha puesto en duda la autenticidad de esos pantallazos, tal como lo señalamos varios periodistas, que cuestionamos la redacción y los personajes que ahí se citaban.

¿Por qué Encinas creyó en quien quiera que le haya hecho llegar ese material? ¿De qué tamaño es el personaje para que Encinas se atreviera a enseñarles esos screen shots a los sufrientes padres de los jóvenes? ¿Qué poder tiene esa gente para que Encinas incluyera tal cosa en su informe? ¿Por qué la precipitación? ¿Quién lo apuró, quién lo presionó?

Según el GIEI, al menos 181 de esos pantallazos son falsos, por una pequeña razón tecnológica: tienen doble palomita azul como si hubieran sido leídos, pero… ese instrumento de palomeo no había sido creado en los días en que los mensajes supuestamente fueron enviados. O sea, alguien escribió esos mensajes, se los inventó, con el fin de inculpar a militares y construir una narrativa que se ciñera a aquello de “fue el Estado”.

¿Quién hizo tal cosa? ¿No sabe Encinas? Mal, muy mal por no verificar el origen de los supuestos mensajes. ¿Sí sabe? Peor, está encubriendo a alguien que miente y delinque, que obstruye la justicia.

Es una infamia jugar con las emociones de los padres de los desaparecidos. Lo fue durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y es una irresponsable vileza seguir haciéndolo ahora.

jp.becerra.acosta.m@gmail.com

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Ayotzinapa: un fracaso/María Elena Morera

El Universal

El presidente Andrés Manuel López Obrador carece de la capacidad de entender el dolor, de relacionarse con las víctimas que forman colectivos que se conectan más allá de sus propias tragedias personales.

La empatía le es incomprensible. Por eso, una vez en el poder, dejó atrás sus promesas y no hizo más que ignorar, descalificar e incluso burlarse de muchas de las víctimas.

La excepción son los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa. El Presidente recibe a los familiares e invierte recursos técnicos y económicos en la investigación, pero por otros intereses, no por un compromiso genuino con la tragedia. No se trata de los estudiantes, ni de sus familias, ni de la justicia. Es un tema de poder. De ganar con su “verdad”.

Ello explica la creación de la Comisión para la Verdad y la Justicia (COVAJ), que preside Alejandro Encinas; la Unidad Especial para la Investigación y Litigación (UEILCA), que hasta finales de septiembre estuvo a cargo del fiscal Omar Gómez Trejo; y el acompañamiento del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). Los tres grupos lograron por mérito propio la confianza de las familias.

Sin embargo, el afán del presidente de querer controlarlo todo, de no dejar que la justicia camine por una senda separada de la política, y la intromisión del fiscal Alejandro Gertz Manero han provocado una grave crisis que puede terminar con la esperanza de los familiares de encontrar a sus hijos y de que los culpables sean castigados. Las razones son variadas y complejas.

Primero: La UEILCA pidió a mediados de agosto 83 órdenes de aprehensión contra personajes involucrados en la desaparición. Le fueron otorgadas por un juez, pero, sin explicación alguna, Gertz Manero solicitó la cancelación de 21 de esas órdenes, entre ellas las que afectaban a 16 militares acusados de delincuencia organizada.

Segundo: Mientras Gómez Trejo sugería esperar, Gertz Manero decidió ejecutar la orden de aprehensión en contra de Jesús Murillo Karam. Al mismo tiempo, destituyó al personal de la UEILCA y dejó al organismo sin los policías que investigaban el caso.

Tercero: Estas intromisiones representaron una presión contra Gómez Trejo, quien decidió renunciar el 27 de septiembre. El fiscal contaba con el respeto del GIEI y la confianza de los familiares.

Cuarto: Encinas dio a conocer el 22 de agosto el Informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia. Incluyó un conjunto de pantallazos de WhatsApp que narraban hechos escalofriantes que supuestamente demostraban la manera en que autoridades locales, militares y criminales se habían puesto de acuerdo para matar y desaparecer a los estudiantes.

Sin embargo, en pocas semanas esas presuntas pruebas quedaron descalificadas, y no por la oposición sino, de manera inaudita, por el propio Encinas, quien en una entrevista con The New York Times admitió que no pudo verificar mucha de la información que presentó como evidencia nueva.

Es lamentable que, por presiones de Palacio, haya publicado un Informe con “pruebas” que no tenían un peritaje informático-forense.

Esta semana, el GIEI confirmó lo ya reconocido por Encinas: que por lo menos el 39 % de los pantallazos son falsos y no sirven como evidencia judicial. También denunció que el curso que tomó la investigación generó una pérdida de credibilidad en el proceso, por lo que dos de sus miembros, Claudia Paz y Paz y Francisco Cox, se retiran.

Más allá de las múltiples dudas e impunidad que todavía rodean al caso, lo que sí está claro es que, cuando los fiscales y las comisiones de la verdad no trabajan con una real independencia, el fracaso está asegurado. (Colaboró Nancy Lizett Manzo Romero)

Presidenta de Causa en Común

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La Iglesia y su defensa del INE/ Ricardo Homs

El Universal

Desafortunada, -pero además insolente-, la forma en que el presidente López Obrador se dirigió a LA CEM, -Conferencia del Episcopado Mexicano-, que aglutina a toda la alta jerarquía católica de nuestro país, frente a su petición de mantener al INE tal y como está hasta hoy.

En su mañanera, -queriendo parecer conciliador ante su público-, mandó el mensaje de que estando cerca del Papa Francisco le importa un comino lo que piense la alta jerarquía de la Iglesia en México y que seguirá adelante con su proyecto.

Parece no entender que las formas diplomáticas que caracterizan a los verdaderos estadistas se conforman de sutilezas y no de confrontación. Los grandes estadistas, -como el Papa-, saben leer entre líneas el sentido real de las intenciones y no se dejan guiar en sus percepciones por las lisonjas baratas, que en realidad son una abierta agresión a la institución religiosa que él representa.

Con toda seguridad el Papa Francisco, -como un experimentado hombre de estado que es-, debe tener un detallado soporte informativo, -actualizado casi en tiempo real-, sobre lo que está sucediendo en México y en Latinoamérica. Sin duda su respaldo va a ser a favor de su gente, en la que confía.

Muchos de los obispos hoy en funciones fueron seleccionados por él para dirigir las diócesis que actualmente encabezan.

¿A quién le va a creer el Papa? ¿Al presidente López Obrador, o a su propia gente?

Los Papas, -en función de su liderazgo espiritual y moral-, deben ser hombres de modales suaves, conciliadores, pero a final de cuentas son estadistas experimentados que entienden perfectamente las reglas de la política global y tienen convicciones firmes. Si no fuesen así, no se entendería el rol que jugó el papa Juan Pablo II en la disolución de la Unión Soviética y ni se diga, en la caída del régimen comunista y la llegada de la democracia en su país natal, -Polonia-, apoyando al sindicato Solidaridad encabezado por Lech Walesa, que incluso llegó a ser presidente de su país.

Nuestro presidente debiese manifestar más respeto auténtico por lo que representa la Iglesia Católica en este país y no tentar al tigre. Con lisonjas baratas no se oculta la natural animadversión por la alta jerarquía religiosa que hoy, -después del asesinato de los sacerdotes jesuitas en el municipio de Urique, en la sierra de Chihuahua a manos de un cártel-, pintó su raya con su forma de hacer política.

Debemos reconocer que la alta jerarquía de la Iglesia Católica de México fue bastante empática con él y su gobierno durante los primeros años de su administración. Fue notorio que los altos prelados religiosos compartían sus postulados humanistas y de protección a los más vulnerables.

Si hay alguna institución cercana a los sectores más vulnerables del país, es la Iglesia Católica y confrontarse con ella siguiendo sus modos de que “quien no está conmigo está contra mí”, podría llevar grandes sorpresas. Por algo el pueblo mexicano es eminentemente guadalupano.

Sin embargo, después de apoyarlo en sus inicios, -creyendo en sus buenas intenciones-, se les acabó la paciencia.

Apelar a una cercanía con el Papa Francisco, -que evidentemente no existe-, y con ello confrontar a sus legítimos representantes en México, es una peligrosa apuesta, pues se arriesga a que desde el Vaticano le den alguna respuesta.

Como decía Juan Gabriel: “lo que se ve… no se juzga”.

CNDH e INE

La intervención de la presidenta de la CNDH Rosario Piedra Ibarra apoyando la reforma electoral fue desafortunada e inoportuna. Hasta el Consejo Consultivo de este organismo desconoció la propuesta de doña Rosario para transformar al INE.

A la presidenta de la CNDH le queda muy grande el legado moral de su madre, la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra. Ella ha nulificado a una institución que debiese tener un rol fundamental para garantizar los derechos humanos para todos los ciudadanos, en estos tiempos violentos.

Doña Rosario, más que asumir la responsabilidad de convertirse en defensora del ciudadano frente a los excesos de poder, se ha convertido en un dique, -o muro de contención-, para evitar que se moleste a su jefe, el presidente de la república. Su simple presencia ocupando el cargo que hoy ostenta, -y su total inacción-, impidieron que hubiese llegado a la CNDH algún luchador social independiente y comprometido con las causas ciudadanas, y que estuviese realizando acciones que incomodasen al gobierno federal.

De sentido común

Que la mayoría de la población apruebe la reforma electoral que propone el presidente López Obrador es entendible y de sentido común.

Un presidente que tiene aún un alto nivel de aprobación y se ha convertido en un activista y promotor de sus propios proyectos, es lógico que convierta sus deseos personales en un voto de confianza que le otorgan sus seguidores, lo cual queda de manifiesto en la encuesta que organizó el INE hace un par de meses.

Sin embargo, eso no significa que quienes apoyan su propuesta electoral estén conscientes de sus implicaciones, ni de su impacto en el futuro de la democracia. Es un apoyo emocional e incondicional, no un voto razonado.

Varios de los planteamientos incluidos en la propuesta de reforma, -como la disminución del presupuesto que se otorga a los partidos políticos, así como la disminución del número de legisladores son temas susceptibles de manipulación subjetiva, porque capitalizan el resentimiento público en contra del abuso inobjetable de la clase política. Además, que la elección de consejeros sea través de una elección pública, podemos interpretarlo como la ejecución de un derecho democrático. Por ello el resultado de la encuesta es totalmente comprensible.

Sin embargo, en la defensa del INE está faltando una verdadera narrativa que describa ante la sociedad el impacto futuro, y los riesgos implícitos en los planteamientos principales de esta propuesta de reforma. Una defensa abstracta puede ser vulnerable de cara a la ciudadanía.

El patrimonio inmobiliario del INE

La esencia de este afán de acumulación de poder y recursos implícita en la propuesta de reforma electoral, -propuesta por el presidente-, queda evidente en el apartado donde dispone que las propiedades e inmuebles del INE pasen directamente al Instituto para “Devolver al Pueblo lo Robado”, en lugar de transferirse directamente al Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, que es el organismo que sustituiría al INE.

¿Será que los inmuebles del INE provienen de actividades delictivas?

Consideremos que lo que por ley incauta el “Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado” proviene de la delincuencia o de la corrupción. Sin embargo, el patrimonio del INE todos sabemos que es totalmente legal, lo cual significa que ese instituto no tendría por qué adjudicarse estas propiedades.

 ¿A usted qué le parece?

www.ricardohoms.com

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Deformación constitucional/ Diego Valadés

en REFORMA

La ruta de la democratización iniciada en 1977 permitió abrir espacios a las libertades democráticas que culminaron cuando los mexicanos logramos que nuestro voto fuera efectivo. Luego, la progresión democrática cesó porque llegamos al territorio inexpugnable del absolutismo presidencial. Ahora ese presidencialismo quiere ablandar la integridad electoral del futuro para ampliar el margen de su hegemonía.

Está en marcha un proceso de permanencia en el poder, al que todo partido tiene derecho en tanto que no distorsione la institucionalidad democrática. El soporte de la pretensión continuista reside en el apoyo que una sólida base electoral ofrece al presidente de la República. Pero su partido, todos lo sabemos, depende del carisma del líder; esto lo hace una organización personalista, vertical, heterogénea y, por consiguiente, efímera. Esto explica que la reforma electoral en trámite corresponda a una estrategia de poder personal que se caracteriza por intensificar la pugnacidad política.

El proyecto de reforma constitucional contiene elementos lesivos para los sistemas electoral, representativo y federal. Veamos algunos ejemplos.

Sistema electoral. Se plantea la elección popular de los consejeros y de los magistrados electorales; se intenta hacer pasar demagogia por democracia. En los artículos 41 y 99 se propone que los candidatos a consejero y a magistrado hagan campaña y debatan entre sí; en el 99 se agrega que los candidatos al Tribunal presenten sus "propuestas y programa de trabajo". En la exposición de motivos se daba esta posibilidad también a los candidatos a consejero, pero se les olvidó incluirla en la parte preceptiva. ¿Qué tipo de "propuestas y programa de trabajo" pueden presentar esos "candidatos" para obtener el voto popular? Todos podemos imaginar lo que pasará cuando los fiscalizados escojan a su fiscal.

Otro aspecto que afecta la seguridad electoral consiste en el porcentaje de participación ciudadana para la validez de la revocación del mandato presidencial, que disminuye del 40 al 33%, y es vinculante si la mayoría opta por destituir al Presidente. Esto implicaría que quien fuera elegido Presidente en 2024 podría ser removido en 2027 si apenas una minoría del 16.51% de los electores votara en su contra.

Sistema representativo. Conforme a la iniciativa serían suprimidos los diputados de mayoría y la Cámara se integraría mediante representación proporcional. El sistema en vigor mejoró al alemán, en el que se inspiró, y es reconocido en el mundo por su equilibrio, aunque por supuesto requiere mejoras. A su vez, la representación proporcional pura tiene ventajas y desventajas; empero, el planteamiento presidencial sólo se queda con las desventajas pues en lugar de las cinco listas ahora existentes, propone que haya 32, una por cada entidad federativa. Es un absurdo. En este momento hay 7 partidos nacionales, y más de la mitad de los estados eligen entre 2 y 7 diputados. En esas 17 entidades sería aritméticamente imposible alcanzar la proporcionalidad y en cambio se generaría un efecto muy concentrador en favor del partido mayoritario; se trataría de una ficción de proporcionalidad, sin paralelo en el planeta.

Sistema federal. En la actualidad un aspecto censurable es el costo excesivo de los organismos electorales locales. Este flanco es aprovechado por la iniciativa para desmontar una buena parte del sistema federal. Las reformas al título quinto de la Constitución despojarían a los estados y a la Ciudad de México de sus facultades en materia electoral. Uno de los ejes de la democracia, la integración de los ayuntamientos y de los Congresos, dejaría de ser competencia local. En términos jurídicos los estados parecerían departamentos o provincias de una república unitaria, más que componentes de una Federación. Para desaparecer a los organismos locales electorales por lo exagerado de su gasto (40 mil millones de pesos por trienio), se quiere adoptar un anti-federalismo radical.

La parte más visible del proyecto es el ataque al INE. Morena podría sacar este asunto de la iniciativa, pues de todas maneras tiene mayoría para suplir a los consejeros que concluyen su mandato en abril; aún así, los demás elementos bastarían para producir la deformación del Estado constitucional en México.

@dvalades

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Hay que cuidar al árbitro/Jorge Ramos Ávalos

en REFORMA

El actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, todavía sigue peleando los resultados de las elecciones en el 2006 que pusieron en la Presidencia al panista Felipe Calderón. "Sabe perfectamente que no ganó", dijo López Obrador sobre Calderón hace unos días en la mañanera. "Que fue un fraude, que lo impusieron".

El árbitro en esas elecciones fue el Instituto Federal Electoral (IFE) y dio por ganador a Calderón con una diferencia de apenas 0.58 por ciento (o 243 mil votos). Pero AMLO nunca ha aceptado esos resultados.

Poco después de las elecciones, en ese julio del 2006, entrevisté a quien había sido candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para entender por qué denunció un fraude. "Podemos hablar de dos momentos", me dijo López Obrador. El primero fue "todo lo que significó la falta de equidad antes de la elección: el manejo inequitativo en espacios de radio y televisión, el uso del dinero, el uso ilegal de las instituciones... la intervención del Presidente (Vicente Fox), la guerra sucia". La segunda parte del "fraude está en la falsificación de actas", continuó. "Hay un número determinado de actas que están falsificadas en donde hay más votos que boletas... Un millón y medio (de votos)".

AMLO no olvida el 2006 y quizás eso explique sus frecuentes ataques a la autoridad electoral. Por 16 años ha insistido en su idea de un fraude. Pero el entonces Presidente, Vicente Fox, quien gobernó del 2000 al 2006, no está de acuerdo.

"Es un hablador y un mentiroso", me dijo Fox respecto a las acusaciones de López Obrador en una entrevista la semana pasada en Miami. "Y para eso existe una autoridad electoral -el árbitro que (era) el Instituto Federal Electoral- que determinó (en el 2006) el triunfo del presidente Calderón".

Fox se arrepiente de haber permitido que AMLO participara como candidato presidencial en las elecciones del 2006, tras un polémico proceso de desafuero. "Lo tuve en un puño", me dijo. "Y por mala idea mía le permití regresar a la vida civil y no ser desaforado. Por eso dije que me arrepiento de haberlo hecho".

Fox cree que la misma institución -aunque con un nombre distinto- que validó la elección del 2006 es la que legitimó el triunfo de López Obrador en el 2018 con más de 30 millones de votos. Y que no es congruente aceptar un resultado -el del 2018- y rechazar otro -el del 2006-. López Obrador "es un tipo que juega sucio, que juega chueco y que hace lo que se le hincha en cada circunstancia", concluyó Fox. (El IFE, fundado en 1990 cambió de nombre en el 2014 -ahora es INE o Instituto Nacional Electoral- y extendió sus funciones electorales a todo el país).

Imposible convencer a Fox y a Calderón de que AMLO ganó en el 2006.

Imposible convencer a AMLO de que perdió en el 2006.

Y no importa a quién le creas. Lo importante es que un árbitro -independiente, imparcial, respetado, profesional, justo, creíble- organice las elecciones y declare un ganador. De lo que se trata es de reforzar al árbitro electoral, no debilitarlo.

Yo crecí en un México autoritario, represivo y con censura donde los presidentes se escogían a dedazo. No podemos volver a esa etapa.

Escribo esto mientras hay un intenso debate en México sobre una nueva reforma electoral. Hay mucho en juego. Si se va a modificar la manera de organizar elecciones y contar los votos, se debe sumar a lo que ya existe. El temor es que AMLO y su partido Morena quieran modificar el sistema electoral para garantizar su permanencia en el poder. Y eso sería un gran retroceso. Estados Unidos, dicho sea de paso, podría evitarse muchos Donald Trumps y conflictos postelectorales si tuviera un organismo central como el INE.

Para proteger la democracia en México, hay dos cosas que deben quedar muy claras: una, que los militares en México tienen que regresar a los cuarteles; no hay democracias militares. Y dos, que el organismo encargado de hacer las elecciones y contar los resultados debe estar lo más lejos posible del Presidente y del partido en el poder.

Nunca más, ningún presidente mexicano (incluyendo a AMLO), debe tener el control del sistema electoral y del organismo que cuenta los votos. De lo que se trata es de cuidar al árbitro. Aunque se enoje el Presidente. Es por México y su futuro.

@jorgeramosnews

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Ayotzinapa: siempre supieron

LINOTIPIA / Peniley Ramírez

en REFORMA

La noche del 26 de septiembre de 2014, los militares detuvieron a algunos de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Los llevaron al interior del 27 Batallón de Infantería. Luego los entregaron a un grupo criminal, que trasladó a varios jóvenes a otros sitios. Allí los torturaron, los asesinaron, los destazaron. En el piso quedaron las marcas por los impactos de los golpes. Para deshacerse de los cuerpos, los disolvieron en ácido, los enterraron en fosas clandestinas, los cremaron en una funeraria.

Los militares trabajaban con los policías municipales, los federales, con personal del Poder Judicial. Juntos, cobraban en la misma nómina que los asesinos a sueldo, los vigilantes, los contadores, los distintos rangos del grupo criminal de Guerreros Unidos. Trabajaron en equipo, en una "perfecta división de funciones". Aislaron los accesos a Iguala, siguieron y acorralaron a los estudiantes.

Algunos restos fueron esparcidos en distintos sitios cerca de Iguala. También consideraron un poblado llamado Coacoyula. Planearon que la Fiscalía local haría algunas diligencias, para "que los padres se conformaran".

Luego el caso se volvió muy mediático. Sacaron los restos de donde estaban y los llevaron a otros sitios, más cerca del basurero de Cocula. La ciudad ya estaba llena de filtros. Los funcionarios que cobraban con Guerreros Unidos ayudaron a librarlos. Destruyeron fotografías, negaron lo que habían visto. Destruyeron las posibilidades de identificar los restos. Todos fueron cómplices en el secuestro, la tortura y la desaparición forzada de los estudiantes.

Estas son las conclusiones del pliego de consignación de 660 páginas que elaboró la Fiscalía del caso Ayotzinapa, cuyo contenido era inédito hasta ahora. Obtuve una copia de este documento judicial, que la Fiscalía presentó el 16 de agosto a un juez del Estado de México. Con el pliego, la Fiscalía solicitó 83 órdenes de aprehensión, 20 contra militares. El juez consideró válidos los argumentos y las concedió, pero luego la Fiscalía pidió que cancelaran 21.

El pliego se basa en declaraciones de muchos testigos y pruebas periciales. Llega a conclusiones muy similares a las que llegó, usando otras fuentes, ahora cuestionadas, la Comisión para la Verdad encabezada por Alejandro Encinas. La Comisión concluyó que al menos dos mandos militares del 27 Batallón de Infantería y tropa bajo su mando participaron activamente -no solo por omisión- en el asesinato de los estudiantes, y en el encubrimiento que vino después. La Fiscalía concluye algo similar, y agrega detalles sobre la posible participación de mandos del 41 Batallón.

Según el pliego de la Fiscalía, algunos criminales-funcionarios se comunicaban por BlackBerry, unos más por mensajes de texto, otros por WhatsApp. Uno de los testimonios más detallados es de un testigo protegido, que declaró en mayo de 2021. Señaló que mandos militares en Iguala, como el ahora general José Rodríguez Pérez y el capitán José Martínez Crespo cobraban mensualmente un salario de Guerreros Unidos. Muchos militares y criminales se conocían desde niños, dicen los testimonios. Eran de los mismos pueblos, asistieron a las mismas escuelas.

El pliego no solo reconstruye los hechos basándose en declaraciones recientes. Usa muchas declaraciones tomadas en los primeros tres años después de la desaparición de los jóvenes. Desde aquellas declaraciones, en la Fiscalía se sabía que hubo participación del Ejército, pero nunca se siguió realmente esa línea, hasta ahora. Una declaración de 2017, incluida en el pliego, ya señalaba a Crespo y otros militares.

Pero a Crespo solo le pusieron una sanción menor, en diciembre de 2014. Esa sanción era otro detalle perdido en el viejo expediente de Ayotzinapa. Había "faltado a la disciplina militar" porque no incluyó unos detalles de esa noche en su reporte. Quien firma la pequeña sanción es Rodríguez, otro de los militares ahora detenidos. Ambos mandos, dice el pliego de la Fiscalía, usaron sus cargos para cumplir sus labores a favor de Guerreros Unidos.

La participación del Ejército, el encubrimiento, está presente en todas las investigaciones actuales del caso a las que he tenido acceso. Pero estuvo siempre allí, desde aquel otoño aberrante de 2014. Quizá estamos más cerca de entender qué pasó aquella noche en Iguala, en toda su dimensión y en todo su horror. Quizá siempre debimos mirar más adentro de los batallones.

@penileyramirez

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Desmañanados/ Jorge Volpi

en REFORMA

05 Nov. 2022

De lunes a viernes, a partir de las 7 y hasta las 10 de la mañana -el tiempo al aire varía en función de la vehemencia de su conductor-, Andrés Manuel López Obrador gobierna el país. Sus conferencias de prensa mañaneras hace mucho que dejaron de serlo: no son comparecencias en las que el Presidente informa de alguna acción relevante y responde a las preguntas de los principales medios de comunicación, sino un ejercicio de mando en vivo y en directo. Si nos alejáramos un poco de un fenómeno al que los mexicanos hemos terminado por acostumbrarnos, veríamos que la escena posee tintes orwellianos: un líder con la capacidad de irrumpir a diario en los hogares de cualquier ciudadano, no con el objetivo de mantenerlo al tanto de su labor, sino para ser observado -y admirado- en el más puro y descarnado ejercicio del poder.

La justificación de esta singular forma de gobierno es, por supuesto, la transparencia: en el antiguo régimen, la política se llevaba a cabo en los oscuros salones de Palacio, al margen del escrutinio público, mientras ahora todos podemos contemplar cómo se dirigen los destinos de uno de los países más grandes del mundo. Sin duda, en los gobiernos autoritarios las decisiones son tomadas por el tirano en sus tenebrosos despachos, pero las democracias siempre aspiraron a la apertura: quienes detentan el Ejecutivo están obligados a rendir cuentas ante el Legislativo.

La transparencia que se invoca no es, pues, propia de la democracia, sino del exhibicionismo que caracteriza a nuestra época. No es que la política se haya convertido en espectáculo, como previó Debord: ahora el espectáculo es la política. Una de las características de ese neoliberalismo que AMLO tanto vapulea ha sido justo esa necesidad de transformarlo todo en propaganda: si la política es una mercancía no muy bien valorada, se vuelve imprescindible revestirla con la mejor mercadotecnia para garantizar su consumo.

Las mañaneras son la quintaesencia de este proceso: en vez de que, al modo del siglo XX, la propaganda enmascare a la política, aquí la propaganda es la política desnuda y sin intermediarios. Un instrumento que permite la abrumadora exposición del líder -no solo en la transmisión en vivo, que pocos tienen la paciencia de ver, sino en sus inacabables repeticiones, en los clips que circulan en redes e incluso en los artículos y columnas tanto de sus fieles como de sus detractores-, la reiteración de sus palabras y la exclusión de cualquier tema que escape a sus intereses. El Presidente no solo fija la agenda: es la agenda. Nada escapa a su control: se le pregunta de todo -o, más bien, se le incita a hablar de todo- como si no fuese un gobernante, sino un influencer con millones de followers. Si Hugo Chávez inauguró la tendencia con su programa de radio, y si Trump se convirtió en Presidente tras ser el conductor de un reality show, López Obrador va más lejos: día con día, su reality define y altera la realidad. En una época en que estamos obligados a mostrarnos sin tregua, solo él es omnipresente.

El formato del show contempla, como los late night en que se inspira, la presencia de invitados -funcionarios siempre nerviosos ante el escrutinio de su jefe-, momentos cómicos -a cargo de patiños que hacen las veces de reporteros-, la gustada sección "Quién es quién en las mentiras de la semana" -casi siempre plagada de mentiras- y clips e imágenes que evitan la monotonía de un mero talk show. Embebido en su papel, AMLO enhebra chistes, reflexiones y ocurrencias y a veces incluso pone música: los distractores light ante las órdenes inapelables que imparte a diestra y siniestra y las descalificaciones y burlas con que tunde a sus adversarios. Incluso las raras veces en que alguien acude a cuestionarlo, su incomodidad se vuelve parte del juego. La transparencia, aquí, jamás es transparente: más allá de los distractores, asistimos a un one man's show con un solo objetivo que parece cerca de alcanzar: que México se convierta otra vez en un one man's country.

@jvolpi
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