17 jul 2023

Columnas políticas sobre Xóchitl, hoy lunes 17 de julio..

El presidente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, condenó el uso ilegal de información del Estado para atacar a Xóchitl Gálvez; además, hizo responsable al presidente Lopez Obrador de cualquier daño a la integridad de la senadora o de su familia.

Asimismo, le pedimos al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, que sea institucional, profesional y no realice activismo político contra Xóchitl Gálvez o el Frente Amplio por México, con declaraciones paranoicas y de complots.Anunció que el PAN acompañará a Gálvez Ruiz en todas las acciones legales que pretenda presentar contra el mandatario, ya que violó una serie de leyes, “y esto no lo podemos dejar pasar”.

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Las columnas políticas hoy, lunes 17 de julio de 2023

Templo Mayor/ Reforma


 QUÉ para el Presidente resulta de risa violar el secreto fiscal?, ¿por qué supone el jefe del Ejecutivo que no pasa nada si revela contratos, montos e impuestos de una empresa privada con otras empresas privadas? Por una simple y triste razón: porque Andrés Manuel López Obrador no sabe generar riqueza.

EL mandatario se ufanaba de no saber escribir un cheque o manejar una chequera. Y fue él quien decidió crear un Banco del Bienestar con miles de sucursales inoperantes. Inclusive hasta quiso comprar Banamex.

PARA el Presidente es como un chiste dar a conocer la información fiscal de la empresa de Xóchitl Gálvez, porque él no es un hombre de pagar impuestos. Que se sepa, a lo largo de sus 69 años, López Obrador no ha generado un solo empleo con su propio dinero.

SEGURAMENTE hoy AMLO volverá al ataque, queriendo hacer ver como algo grave que una empresa que construye edificios inteligentes haya generado ingresos y utilidades. En realidad, lo que es de escándalo es que un Presidente utilice todo su poder, incluidos los recursos del Estado, para atacar a una adversaria política.

ESTE tipo de persecución está más cerca de las prácticas de la dictadura de Porfirio Díaz o del viejo presidencialismo priista, que de un gobierno democrático.

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La Feria

AMLO vs Xóchitl:¿qué hará la alianza?/Salvador Camarena

El Financiero, 

AMLO hace política –o politiquería, por lo ruin, si se quiere– 24 x 7. La alianza opositora parece que no. Porque la embestida antidemocrática del Presidente en contra de Xóchitl Gálvez muestra que o la oposición aliancista está en Babia, o simplemente la dejará morir sola.

El embate de Palacio Nacional contra la hidalguense del viernes pasado rebasó una línea. Al titular del Ejecutivo le tiene sin cuidado el llamado del INE a abstenerse de manosear la elección. Lo mismo difundir datos privados de empresas que no han incurrido en ilegalidad probada.

Pero ese golpe asestado contra la legisladora se da, y se explica, por la emoción que ha suscitado en la comentocracia, en un sector de la sociedad, y en algo de la oposición. En ese orden decreciente, dado que hasta este domingo las encuestas electorales no muestran un salto cuántico de XG. Y dada la forma de reaccionar de la alianza ante las maniobras de AMLO.

Sin embargo, no hacen falta encuestas para advertir que en Morena sí prendieron los focos rojos ante la irrupción de Xóchitl. Los ataques de todo el universo morenista son la prueba de que, por si sí o por si no, todo vale y todo se intentará para frenar la bicicleta que puso nerviosas a las corcholatas.

Por explicable que sea el intento lopezobradorista de desaforar civilmente a la pre-precandidata aniquilándole su reputación (creo que será fallido intentar ligarla al cártel inmobiliario, para empezar porque esa pandilla de blanquiazules nunca la ha querido), la duda es si la alianza la defenderá o no.

Una falla del método opositor para seleccionar candidato es que sigue siendo objeto de suspicacias. La duda sobre si las dirigencias chamaquearán a la sociedad está lejos de disiparse. La forma de responder del PRIANPRD ante lo emitido el viernes desde la mañanera es una raya más a ese tigre.

El Presidente cruzó una gran frontera en sus ataques contra Xóchitl; la alianza debió salir de forma contundente a manifestar una defensa. Ejecutar una acción que también sea inédita. Estar a la altura, política y mediáticamente, del obús que López Obrador lanzó. Los tuits opositores de ese día no son eso.

El dilema de la oposición es que si se pasan en su defensa a Xóchitl quizá la conviertan de lleno en la candidata. ¿Querrán de verdad el o la candidata más competitiva? Lo que no advierten es que si Andrés Manuel se sale con la suya, mañana atacará sin la menor resistencia ni pudor al que siga.

No sabemos qué sigue de parte de AMLO vs. Xóchitl, pero sí sabemos que seguirá tan atroz acometida.

¿La alianza defenderá a Xóchitl en tiempo real y en modo campaña: con esa actitud de quien sabe que lo hecho cada jornada a la postre explicará el triunfo o la derrota? ¿O prefieren ver si se salva sola?

Si la senadora percibe que la alianza no la respalda en medio de esta descarada jugarreta, en una de esas con Movimiento Ciudadano (que carece de candidatx, seamos francos) les puede comer el mandado.

Quizá fue que el viernes para la oposición es día de –citando a Gil Gamés– pasarla con los amigos verdaderos. Y las dirigencias hasta hoy no han mostrado que consideren a Xóchitl como tal.

Quizá fue que prefirieron dedicar la tarde del viernes a política de café, y dejar para otro momento la defensa de su aspirante más popular. Total, si cae, nunca fue de ellos y más de uno creerá que no vale la pena enfrentar por ella al peor AMLO.

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El asalto a la razón

AMLO regala un 'home run' a Xóchitl/Carlos Marín

Milenio,

A mediados de marzo de 2006, el presidente Vicente Fox se entrometió:

“Para qué andar inventando carrera cada ocho días o más bien cada sexenio; que si un nuevo modelo económico, que si una nueva política social. Lo que necesitamos es permanencia de políticas públicas. Hay que cambiar de jinete, pero ¿para qué cambiar de caballo, si el caballo va caminando bien…?”

Por esas fechas, el candidato Andrés Manuel López Obrador soltó el célebre “¡Ya cállate chachalaca!”.

Tres meses y medio después (2 de julio) AMLO, por tristes, pero efectivos 236 mil votos fue derrotado por Felipe Calderón.

En septiembre del mismo año, los siete magistrados del Tribunal Electoral sentenciaron que la intromisión de Fox fue la mayor “irregularidad” en el desarrollo del proceso electoral.

“Llegó a hacer comentarios indirectos o metafóricos e incluso menciones expresas que incidían sobre las posiciones políticas que competían en la elección”, dijeron, pero validaron los comicios.

Esa foxiada, mezclada con mentiras y supercherías “algorítmicas”, sustentaron la patraña del “fraude”, el plantón que partió la capital y la pantomima presidencia legítima.

Como Presidente electo, 12 años más tarde, López Obrador dijo: 

“Debo reconocer el comportamiento respetuoso de Enrique Peña Nieto en este proceso, muy diferente al trato que dieron los pasados titulares del gobierno”, y lo ha repetido en varias ocasiones.

El recuerdo se aviva tanto por la precoz y abierta injerencia de AMLO en los ilegales prolegómenos de las elecciones de 2024 como porque ha centrado su embestida no solo en los prospectos de la oposición, sino contra quien apenas es precandidata, Xóchitl Gálvez, a quien viene tratando con saña inaudita.

Y el viernes arrojó una bomba nuclear:

“Me quieren silenciar (el Tribunal Electoral). No quieren que yo hable. ¿Y dónde queda la libertad y la libertad de expresión y el derecho a la réplica y el derecho a disentir? ¿Todavía no nos notifican? ¡Ah bueno!, pues puedo decir —me da tiempo todavía, antes de que me vayan a cepillar—, pedirle a Claudio X que se apure con la investigación con los contratos de su protegida. Siendo funcionaria, sus empresas recibieron contratos para obras por cerca de mil 500 millones de pesos. Nada más que lo aclaren, el que nada debe nada teme, y la vida pública tiene que ser cada vez más pública…”.

Xóchitl reviró en un tuit sin desperdicio: 

“Presidente, anda muy hater (odiador). Recuerde que el que se enoja pierde y usted está muy encabritado. No se desquite conmigo porque sus corcholatas no levantan. Para el éxito no hay recetas mágicas. Juegue limpio, #MéxicoMereceMás. Le dejo una última reflexión, espero la disfrute tanto como yo”, y anexa un video de 2005 en el que AMLO dice:

“Imagínate un presidente que llega al poder a partir de un cambio, enarbolando la bandera de la democracia y que lo primero que hace, o de las cosas más representativas, más significativas en el terreno político, es descalificar a la mala a uno de sus adversarios…”.

Palabra deshonrada.

cmarin@milenio.com

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A la mala/Denise Dresser

en REFORMA, 

"La historia del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido", escribió Milan Kundera. Es la batalla por recordar lo que sí pasó, lo que sí sucedió, lo que quienes controlan el poder y reescriben la historia quisieran editar para apuntalarse. Hoy López Obrador, para afianzar su legado, recurre a las tácticas de todos los regímenes que buscan controlar la memoria colectiva. Quisiera que olvidáramos cómo le gritó "Ya cállate, chachalaca" a Vicente Fox cuando intervino en la elección del 2006. Quisiera que borráramos cómo promovió una ley electoral restrictiva, que coloca límites sobre la palabra presidencial. Y ahora que usa de manera facciosa a las instituciones del Estado para frenar a Xóchitl Gálvez, quisiera archivar el desafuero. Porque si recordáramos el proceso antidemocrático que buscaba sacarlo de la contienda, AMLO jugaría el papel de Fox. Sería el Fox 2.0. El siguiente traidor a la democracia.

Así le gritaron a Fox cuando echó a andar la maquinaria política e institucional contra un oponente. Así fustigó la prensa internacional un proceso oprobioso, que contradecía las reglas de la democracia. En el 2006, el presidente de la República, el presidente de la Suprema Corte, el procurador general, el secretario de Gobernación y los dirigentes de los partidos conspiraron para coartarle el camino a AMLO. Yo lo vi, yo lo viví, yo estuve en la marcha contra el desafuero, con mis alumnos, para que aprendieran lo que un demócrata nunca debe hacer: recurrir a medidas malolientes para impedir que un contrincante participe -en condiciones de equidad- en la contienda electoral. Y no los convoqué a marchar en apoyo a AMLO, sino en defensa del derecho a votar en su contra si así lo quisieran. Fox y compañía querían arrebatar ese derecho, y en respuesta las calles se llenaron de mantas, de consignas y de reproches al Presidente por usar al gobierno como cuartel de campaña. Por usar recursos públicos para dirimir paranoias privadas.

En el 2023, López Obrador hace lo mismo, copiando lo que criticó, repitiendo lo que renegó, emulando al monstruo cuyas fauces intentaron destazarlo. La víctima de la "guerra sucia" se ha convertido en su artífice. Hoy él busca destruir a Xóchitl Gálvez, porque reconoce en ella una adversaria potencialmente peligrosa. Por ello viola la ley electoral, atacándola de manera misógina y machista. Viola el secreto bancario, revelando transacciones entre particulares, al mismo tiempo que esconde contratos públicos que el INAI le ha exigido exhibir. Viola principios básicos de decencia, al intentar denigrarla, aun sabiendo que fue invitada a colaborar en su gabinete.

Peor aún: pone a las instituciones del Estado a trabajar con el mismo objetivo, y no es aliviar la pobreza o combatir la corrupción o lidiar con el avance territorial del crimen organizado. AMLO ya no gobierna como Presidente, comanda legiones a tambor batiente. Un reportaje de El País lo constata: la metodología para elegir a la corcholata ganadora no fue producto del consenso partidista, sino del dedo presidencial. Él dicta, los demás toman nota. Él propone, los demás disponen. Y siguiendo sus órdenes, la Unidad de Inteligencia Financiera del SAT y la Secretaría de Hacienda, entre otras, dejan de ser instituciones del Estado y se vuelven mercenarios de la guerra emprendida desde Palacio Nacional.

El objetivo de Andrés I no es entregar buenas cuentas o asegurar una entrega pacífica del poder. Su obsesión es destruir a Xóchitl Gálvez. Matar su candidatura, documento tras documento, filtración tras filtración. Negar sus orígenes y cuestionarlos. Distorsionar su trayectoria y mancharla. Convertirla en lo que el régimen quiere que sea, y apalearla junto con otras mujeres indómitas como Norma Piña, Nayeli Roldán, Pamela Cerdeira o quien escribe esta columna. Los legionarios de la 4T quieren edificar una mujer de paja para luego quemarla en el Zócalo.

Es demasiado pronto para saber si Xóchitl Gálvez será la Némesis del Nerón de Macuspana, pero sí ha logrado descolocarlo con humor. El Presidente refunfuña, ella ríe. Él se enoja y pierde, ella lo reta y gana. Él demuestra que está dispuesto a ganar el 2024 a la mala, "haiga sido como haiga sido", y en contra de todos los principios que alguna vez defendió. Y olvida que México tiende a convertir a las víctimas del Estado en héroes. O en heroínas.

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Coordenadas

El riesgo de que no se acepte la derrota/Enrique Quintana

El Financiero, 

Uno de los elementos centrales de un sistema democrático es la aceptación de la derrota entre las fuerzas políticas en la contienda.

En las democracias, ni los triunfos ni las derrotas son para siempre.

De hecho, hay una tendencia natural a la alternancia debido al desgaste natural que en las fuerzas políticas produce el ejercicio del poder.

No es lo mismo un opositor que critica lo que hace un gobierno, que ejercer el mando, con todas las decepciones que trae consigo gobernar.

Cada cierto tiempo, no obstante, aparecen visiones políticas que desconocen este principio y que, de manera velada o abierta, buscan descalificar los principios democráticos, planteando que el camino que marcan es el único posible.

Estos regímenes prosperan sobre todo en tiempos tormentosos, cuando los cataclismos económicos o sociales producen desencanto entre la población y propician la búsqueda de soluciones fáciles a los grandes dilemas.

Cuando los gobiernos de este tipo de fuerzas políticas ven el riesgo de perder el poder, buscan preservarlo a toda costa, sea a través de cambiar las reglas de los procesos electorales o bien aprovechando la posición de mando para cancelar las propias instituciones.

Por ejemplo, el régimen nacionalsocialista que encabezó Hitler llegó al gobierno a través de las elecciones, y desde el poder canceló las instituciones democráticas en aras de los que los nazis proponían como un bien superior: el dominio de la raza aria en el mundo.

Los comunistas nunca aceptaron la democracia, y si participaron en elecciones fue solo como un recurso para hacerse del poder, y desde allí cancelar a lo que usualmente denominaban como la “democracia burguesa”, para avanzar a la instauración de la “dictadura del proletariado”.

Para los comunistas, los fascistas o los nazis, las elecciones y los principios democráticos fueron solo un medio para llegar al poder y desde allí, derruir el sistema que hace posible que puedan perderlo.

Más recientemente, los regímenes populistas de todos los signos se dedicaron a manipular las frustraciones y los descontentos de la gente para ofrecer soluciones simplistas mediante narrativas poderosas ejercidas por líderes carismáticos que eran capaces de movilizar a la gente.

Así se instalaron gobiernos de izquierda y de derecha, producto de la crisis de los partidos tradicionales, en algunos casos, en la búsqueda de desacreditar y debilitar a las instituciones electorales, base de la democracia.

En este contexto, en 2024 habrá dos procesos electorales de gran relevancia para nosotros.

Uno de ellos ocurrirá el 2 de junio, y renovará los poderes federales, las gubernaturas de nueve estados y la mayoría de los congresos estatales en México.

El otro tendrá lugar el 5 de noviembre y renovará la presidencia y la Cámara de Representantes en los Estados Unidos, además de un tercio del Senado.

El gran dilema que habrá en México será que probablemente Morena haga uso de los instrumentos que ofrece el poder para asegurar su triunfo en las elecciones. Ya lo hemos visto desde ahora.

Si ese uso es desmedido y hay un resultado cerrado, estaremos ante la inminencia de una crisis política, sea porque un triunfo ajustado de los opositores no sea reconocido por el gobierno o porque los opositores no reconocen un triunfo de Morena ante el uso ilegal del poder.

El desenlace de cualquiera de estos dos escenarios es de pronóstico reservado.

Y en la otra elección, la de Estados Unidos, las cosas no se ven sencillas.

El número más reciente de The Economist describe cómo los trumpistas están preparando minuciosamente no solo el regreso al poder del expresidente Trump, sino también el desmantelamiento de las instituciones democráticas en Estados Unidos, por ejemplo, mediante la sustitución de miles de funcionarios públicos y la eliminación de la autonomía de instituciones como el Departamento de Justicia o el FBI.

Esa agresión ya comenzó y está diseñada para asegurar tanto la llegada de Trump al gobierno como el control de éste por parte de su grupo, aprendiendo de los “errores” que lo llevaron a perder las elecciones con Biden en 2020 y asegurando la permanencia de los ultraderechistas en el gobierno de EU, por muchos años.

Tal vez algunos piensen que lo que describimos se trata de meras ficciones políticas.

Ojalá lo fueran.

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Uso de Razón

El Estado contra la ciudadana Xóchitl/Pablo Hiriart

El Financiero, 

Lo que hace el Presidente de la República contra la ciudadana Xóchitl Gálvez confirma todas las preocupaciones de que violará la Constitución para no entregar el poder.

Ante la agresión del jefe del Estado mexicano, Xóchitl sólo tiene como recurso la ley. Pero el Presidente no acata la ley.

¿Frente a qué estamos? El Presidente falta a la Constitución que juró respetar, falta a las leyes del Código Penal y desacata las determinaciones dirigidas expresamente hacia él de parte del Instituto Nacional Electoral.

López Obrador está en vías de reventar la elección presidencial porque su partido la puede perder.

Por ahora, echó –de manera ilegal– toda la carga del Estado para destruir a una ciudadana que aspira a ser candidata opositora.

Si el abuso de poder es irritante, hacerlo contra una ciudadana indefensa, mujer, es cobardía.

Al Ejército mexicano se le prohíbe, en combate, usar armas de mayor poder que los narcos cuando son agredidos por ellos. Hay castigo para quien lo haga.

Y el Presidente usa de manera inconstitucional los instrumentos del Estado para agredir a una persona que no ha violado la ley, sino que es ejemplo de superación personal a través del estudio y el trabajo.

¿No le preocupa a la canciller Alicia Bárcena estar al servicio de un abusador que viola la ley para destruir a una mujer que legítimamente piensa distinto a él?

La pregunta es a la canciller porque es una persona con un bien ganado prestigio internacional.

¿Nada que decir, secretaria de Gobernación, María Luisa Alcalde?

A ella es la pregunta porque es una mujer joven y con futuro, que no tuvo miedo de chocar con Napoleón Gómez Urrutia y padecer la campaña difamatoria de la prensa aliada al turbio líder sindical.

¿O están de acuerdo en que el hombre más poderoso del país violente las normas legales y las reglas básicas de convivencia, para aplastar a una ciudadana que piensa que las cosas se deben hacer de manera diferente?

Tal vez, como en las mafias, ya están adentro y el costo de salirse es muy alto.

El Presidente de la República usó información del SAT para instar a una persecución legal contra Xóchitl. Le dijo con todas sus letras a Claudio X. González que amplíe la investigación “para hacer la denuncia correspondiente”.

¿Denuncia correspondiente? ¿Por qué? ¿Cuál es el delito?

La perversidad de López Obrador está en hacer que Xóchitl Gálvez cuente dinero delante de un país donde casi la mitad de la población vive en la pobreza.

Así le quita, o le pretende quitar, su conexión con los sectores populares: “miren, la candidata opositora tiene dinero, y ustedes no”.

El ataque presidencial refleja sus resentimientos: el que tiene dinero es enemigo, salvo que se ponga sus órdenes.

Xóchitl representa aquello que López Obrador deplora: la movilidad social con base en el esfuerzo.

Salió de la pobreza, de la miseria en un ambiente hostil a la mujer, a fuerza de dedicación al estudio y al trabajo.

Creó una empresa, exitosa, que hasta el gobierno de AMLO la ha contratado (sin que él supiera), y llegó a la política no por medio de un padrino, sino de un buscador de talento que la seleccionó para integrarse al gobierno.

Talento, esfuerzo, estudio, nuevas tecnologías, mujer y con carisma. ¡Uffff! Virtudes, todas, que sacan de sus casillas al Presidente.

Y le echó la carga del Estado encima, sin que ninguna mujer de su gabinete ni de su partido le exija moderación.

Viola la Constitución y leyes electorales, así como el Código Penal, y no hay manera de ajustarlo a la legalidad.

Faltan 10 meses y medio para la elección y seguramente en las próximas encuestas la precandidata de Morena aún estará arriba, pero es evidente su declive.

A López Obrador le queda el recurso de reventar la elección antes de junio, si es que para entonces no ha logrado demoler a Xóchitl.

La senadora nacida en el Valle del Mezquital no tiene manera de defenderse. Como dijeron Blas de Otero y Paco Ibáñez, sólo le queda la palabra.

Así respondió, desde su indefensión, al Presidente: “Con su documento deja evidencia que está usando todo el aparato del Estado para investigarme dolosamente por mi aspiración. Sígale, no le tengo miedo, no hay nada que ocultar”.

“Ha violado con esto una serie de leyes y, por ello, procederé legalmente contra usted y quien resulte responsable”.

“Me queda claro que ni contar sabe, eso explica el porqué de los sobrecostos de sus obras. Dijo que mi empresa recibió más de mil 400 millones de pesos del gobierno y según su propio documento no llegan ni a 80″.

“Ha dejado claro que le molestan las empresas formales y que ahora hasta de los negocios entre empresas quiere opinar”.

“Confirma que prefiere las empresas patito de los elevadores del IMSS, los contratos de su prima Felipa, los sobres amarillos de sus hermanos y las casas prestadas a su familia”.

“Conmigo se topó con pared porque quien nada debe, nada teme. En el fondo lo único que demuestra es que no le gustan las personas que aspiramos a algo mejor, le molesta la superación personal y el progreso social. Lo bueno es que ya se va”.

Muy valiente Xóchitl, porque quien la ataca es un Presidente, con el aparato de espionaje y persecución del Estado en la mano, y benevolente con grupos criminales que toman a balazos el control del territorio nacional.

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Día con día

Polarización. Segundo eco clásico/Héctor Aguilar Camín

Milenio.

Completo el pasaje de Tucídides sobre la polarización que precedió y guió la guerra entre Esparta y Atenas (431-404 A.C):

“Los jefes de partido de las diferentes ciudades, aunque unos y otros se servían de hermosas palabras—la igualdad del pueblo ante la ley o bien un régimen aristocrático moderado—,pretendían consagrarse al bien común mientras hacían del poder público su botín.

“Y en su lucha sin cuartel por derrotar al partido enemigo, osaban los mayores horrores y buscaban venganzas aún peores, pues no las realizaban dentro de los límites de la justicia y de los intereses de la ciudad, sino que las decidían de acuerdo con el capricho del partido propio.

“De esta forma, ni unos ni otros se dejaban conducir por la virtud, y los que mejor fama adquirían eran los que lograban adornar con hermosas palabras acciones cometidas por efecto de la envidia.

“Los ciudadanos neutrales perecían a manos de ambos partidos, bien porque no les ayudaban, bien por envidia de que pudieran sobrevivir.

“De esta forma, la buena fe desapareció en medio del escarnio, prevaleciendo los antagonismos recíprocos y la desconfianza.

“No existía ningún compromiso solemne ni ningún temible juramento que fuera capaz de obrar la reconciliación.

“Generalmente, salían favorecidos los hombres de inteligencia más vulgar, porque, como temían su propia insuficiencia y la inteligencia de los enemigos, pasaban audazmente a la acción.

“En cambio, los más inteligentes, pensando que eran capaces de darse cuenta a tiempo y que no tenían que tomar con la acción precauciones que podían tomar con su ingenio, perecían indefensos en mayor número.

“En estas circunstancias, al quedar perturbada la vida de la ciudad, la naturaleza humana, que ya de por sí suele obrar mal a despecho de las leyes vigentes, sometió las propias leyes a su imperio y dejó ver, llena de gozo, que es incapaz de dominar la pasión, violadora de la justicia y enemiga del mérito.

“Si la envidia no poseyera su maléfico poder, no se preferiría el crimen a la virtud y la codicia a la inocencia. Los hombres no vacilan entonces en derrocar las leyes comunes a todos que dan a todos la esperanza de salvarse, aunque caiga su fortuna” .

Historia de la guerra del Peloponeso, III, 83 y 84.

hector.aguilarcamin@milenio.com

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Contraseña

Quien convenció a Xóchitl tendrá que responderle/Óscar Cedillo

Milenio,

Emocionados, eufóricos y optimistas están en la alianza Va por México (PRI, PAN y PRD) y en otros sectores enojados con la 4T. Finalmente tienen ‘candidata’, y aunque no lo sea de manera oficial, sí en el discurso, en el apoyo y en el recurso.

El fenómeno Xóchitl Gálvez como ‘producto político’ tiene todos los elementos: un personaje marginado (incluso por los suyos), de orígenes indígenas, mestiza, de la cultura del esfuerzo, dice ‘groserías’, empresaria exitosa y echada pa’ lante, le gusta el futbol y con otros atributos que le irán colgando; principalmente, el de aprovechar en ‘el revire’ su condición de víctima del presidente López Obrador, cual su mejor promotor: para muchos analistas en una fallida estrategia que la sigue empoderando. Esperemos su última jugada.

Si bien ha resultado una esperanza para dar la batalla —que parecía perdida— a Morena por la Presidencia en 2024, ¿cuáles son las posibilidades reales de que gane… quiénes van a votar por ella… con qué recursos económicos cuenta —porque empresarios hay de los dos lados y no vayamos a creer que Claudio X. González es el único— … y, muy importante, con qué recursos políticos? Entre otras interrogantes.

Tiene la posibilidad de crecer como ya lo ha venido haciendo en la opinión pública, sobre todo cada que AMLO la ataca y ella responde. Pero hay que considerar otros varios puntos, pues según las últimas concentradoras de encuestas, Va por México arranca con el 30%, Morena con el 60%, MC con el 10% y los indecisos de 5 a 10%.

Otro dato: Morena tiene 22 gubernaturas, que son en automático un recurso económico y de intención del voto, es decir, operación política en campo. Además de todo el aparato gubernamental, los programas sociales y la figura todavía fuerte del Presidente y su ‘mañanera’. Esto contra sólo cinco gubernaturas del PAN, dos del PRI y tres partidos desgastados históricamente.

Quien convenció a Xóchitl Gálvez de irse ‘por la grande’ y canjear una elección segura como era la de CdMx, ahora tendrá que responderle y no dejarla sola. Pues unas elecciones de ese tamaño no se ganan sólo con eficiente mercadotecnia digital, picardía, vestimenta folclórica y el muy mexicano ‘echándole ganas’.

Palabras clave

Candidat@ del “pueblo”, discurso de izquierda, lenguaje coloquial, echad@ pa’ lante, encuestas para elegir… ¿jalará otra vez la misma fórmula para ganar?

Óscar Cedillo, director General Editorial de Grupo @Milenio. Journalist, Digital, DJ and Biker / Escribe todos los lunes su columna Contraseña. 

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Topando con la ley/Héctor Aguilar Camín

Mileio,

Por 8 votos contra 3, el pleno de la Corte definió la semana pasada que el Senado fue omiso al no habilitar al comisionado faltante que necesita para sesionar el pleno del INAI, un organismo autónomo cuyo nombre completo lo describe mejor: Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

El Presidente de la República pidió que el puesto no se llenara, para que el INAI no pudiera sesionar, pues según él se está mejor sin que funcione.

La mayoría oficialista en el Senado acató la instrucción y no hizo el nombramiento, teniéndolo a la mano.

La Corte turnará a otro ministro la definición sobre el caso, luego de rechazar la ponencia de la ministra Loretta Ortiz, favorable al punto de vista del Ejecutivo.

Es la cuarta vez que la Corte le pone límites al Presidente en lo que va del año.

Las otras tres fueron la declaración de inconstitucionalidad de los dos paquetes del llamado Plan B electoral, que se proponían rehacer el INE, y la declaración de inconstitucionalidad de la adscripción de la Guardia Nacional en la Secretaría de la Defensa.

Por su parte, el Poder Judicial de la Federación acaba de aprobar una jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que suspende la prisión preventiva oficiosa en 19 estados de la República, entre ellos, Nuevo León y la Ciudad de México.

La decisión separa de la autoridad la facultad tiránica de tener preso a alguien por sólo haberlo acusado de alguno de los delitos graves incluidos en una lista que el actual gobierno agrandó.

El INE, a su vez, prohibió al Presidente que hable en sus conferencias mañaneras para inducir el voto y descalificar aspirantes de la oposición.

En materia eléctrica, el gobierno tiene ante sí un horizonte de amparos contra decisiones de la autoridad que violan contratos y derechos adquiridos.

Algo parecido, pero de querellas ambientales y de propiedad, tiene por delante el Tren Maya.

Conforme pierde poder, el gobierno se topa con la ley. Cosecha lo que sembró: límites legales a sus excesos políticos.

hector.aguilarcamin@milenio.com

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Duda razonable

Tiempos de locura y lo que falta/Carlos Puig

Milenio...

Por si alguien por ahí tenía todavía alguna duda, el viernes pasado el Presidente dejó claro quién hará la campaña rumbo a la elección de presidente el próximo año: él y solo él.

En un acto inusitado, seguramente ilegal, exhibió en la máxima tribuna de este sexenio las declaraciones fiscales de empresas relacionadas con Xóchitl Gálvez. En el camino hizo pública información de otras empresas privadas, en fin, todo mal.

Al tiempo que tiene a sus alfiles compitiendo por una encuesta que nadie tiene clara aún, con reglas que no les permiten confrontar ideas sino únicamente recorrer el país defendiendo a la 4T, es decir, a él, es el Presidente quien está confrontando a la oposición ahora montada en un frente amplio.

Mientras el Presidente está en guerra con Xóchitl, los aspirantes de ambos lados siguen con sus muy probablemente ilegales precampañas para elegir personas a ocupar puestos con nombres rarísimos que, según ellos, no son exactamente candidatos a la presidencia. La legalidad de la simulación compartida ya ni siquiera se discute. Xóchitl deja claro que ella está ahí para ser presidenta, no para coordinar nada.

El INE está igual de confundido frente a estos nuevos tiempos, como se puede ver en la última decisión en la que piden a los aspirantes morenistas que sus “asambleas informativas” no contengan “elementos proselitistas”. Vaya usted a saber qué quiere decir eso con precisión.

“Además, deberán realizarse en lugares, preferentemente cerrados y/o en espacios pertenecientes al propio partido político, como son sus oficinas estatales o municipales, y no deberán emitirse expresiones de índole electoral”. Ajá.

Como si lo que hacen Morena y la alianza opositora no fuese suficiente, ahora Movimiento Ciudadano, que anda con broncas internas, nos dice que Dante Delgado, su líder, tiene unos documentos ultrasecretos que revelan que MC es en realidad la segunda fuerza política del país. Nomás que ahorita no nos pueden enseñar dichos documentos porque son parte de su gran estrategia política que los hará ganar. Ah, oquei.

Falta poco menos de un año para las elecciones y ya andamos en éstas. Pero que nadie se alarme, todavía, las cosas siempre se pueden poner peor.

carlos.puig@milenio.com

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La broma

TOLVANERA / Roberto Zamarripa

en REFORMA, 17 Jul. 2023

Todo gobierno, todo Presidente, pretende la eternización, la reelección de su legado. Cuando el PRI resistió al foxismo, en el 2000, el sindicato de Pemex inyectó toneladas de dinero para comprar el voto y, al final, no pudo ganar la elección presidencial. El exceso fue castigado y el PRI recibió una multa que lo puso al borde de la inanición; pero lo salvó la respiración artificial que recibió del mismísimo agraviado.

En 2006, el foxismo perpetuó al panismo con una injerencia indebida. El presidente Fox intentó encarcelar a AMLO y cuando no pudo por la movilización popular que le resistía apuró la injerencia indebida de entes privados y del aparato público para ganar la elección.

Vicente Fox fue reconvenido por el Tribunal Electoral sin mayores consecuencias.

En el 2012, Felipe Calderón optó por la alianza con los priistas revividos y perdonaron los financiamientos ilegales vía Monex y otros flujos de gobiernos estatales. Vino, con Peña, un intento de reparación al remozar al IFE en INE, y restar poder a los órganos electorales locales subordinados a los gobernadores en turno.

Hoy la disputa de la Presidencia de la República no está sujeta a reglas, al menos no a las conocidas o las escritas.

El desborde, el exceso, es en todo caso la norma. La precampaña es lo que antes se cuestionaba. No solo por el actual Presidente quien padeció el abuso del poder gubernamental, la actuación de poderes fácticos, la desmesura y el campo disparejo. Los límites del INE son tímidos.

Sus contrincantes cayeron en el garlito. Copiaron el modelo del antagonista. La oposición replicó el modelo cuando tenía la oportunidad de exhibirlo.

El descontón es descomunal. La exhibición de documentos desde la Presidencia de la República sobre una empresa cuya propietaria es una opositora política (aunque sean incompletos, parciales), resulta de todas formas un abuso del poder.

El presidente de la República decide echar en cara la "doble vida" de la opositora que los reta. El propósito: romper la narrativa que encumbra, como a Juárez, a una indígena al éxito empresarial y político. Los políticos, al final, hacen negocio.

El asunto tendrá que aclararlo Xóchitl Gálvez, senadora aún como precandidata y empresaria como funcionaria. Su empresa dio contratos al INAI ente del cual el Senado definía su futuro. Un posible conflicto de interés.

El fondo, evidentemente, es otro. AMLO advierte una confabulación de fuerzas para ungir a una representante de la coalición contra su gobierno. Y no la dejará pasar. Como sea.

En La broma, Milan Kundera refiere cómo el personaje central, Ludvik Jahn, escribe una postal a su enamorada Marketa que es extremadamente seria y fiel al régimen socialista checoslovaco en la que remata con una frase provocadora que busca arrebatarle una sonrisa a la mujer: "¡El optimismo es el opio del pueblo! El espíritu santo hiede a idiotez. ¡Viva Trotski!".

La muchacha entrega la carta a los comisarios del Partido Comunista y ahí comenzaron las desgracias de Ludvik quien de inmediato fue destituido como dirigente de la Unión de Estudiantes.

"¡Marx llamó el opio del pueblo a la religión, pero para ti el opio del pueblo es nuestro optimismo! Se lo has escrito a Marketa. Me gustaría saber qué dirán nuestros trabajadores, nuestros obreros de choque, que superan los planes, si se enterasen de que su optimismo era opio", le reclama uno de los comisarios a Ludvik luego de ser descubierta su correspondencia privada.

Ni en broma digas que no vamos bien. Todo el aparato del Estado apabulla al chistosito.

La discusión no puede reducirse a si AMLO o Xóchitl Gálvez ganan o pierden por atacarse. Debería importar la certidumbre democrática. La protección, al fin y al cabo, de los derechos ciudadanos, afectados por los abusos de poder y la violación de las normas electorales.

robertozamarripa2017@gmail.com

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Política zoom

AMLO lo hace para evitar ser perseguido/Ricardo Raphael

Milenio.

No lo está haciendo por el movimiento sino por temor a la persecución que podría sufrir en caso de que Morena pierda la elección presidencial de 2024.

El esmero excesivo para desprestigiar a Xóchitl Gálvez tiene una explicación. No es tan relevante que el movimiento lopezobradorista trascienda su mandato, como evitar que la ferocidad con que ha atacado a sus adversarios se le revierta una vez fuera del poder.

El presidente Andrés Manuel López Obrador sabe que Segalmex no es el único escándalo de corrupción que va a estallar antes de que termine su sexenio y también tendrá consciencia de que este y otros expedientes van a ser tema grave durante la siguiente administración.

Ciertamente, las expresiones de López Obrador sobre esta aspirante de la oposición han llegado al ridículo. La semana pasada se quejó amargamente de que un programa de televisión le hubiese dedicado media hora a hablar de Gálvez. Lo hizo sin reparar que él le ha brindado muchos más minutos durante sus mañaneras.

Tiene razón Xóchitl Gálvez cuando acusa al Presidente de violar la ley al haber dado a conocer contratos y montos que sus empresas firmaron con entidades privadas. El mandatario está impedido por la ley y, sin embargo, no le importó burlarse del secreto fiscal que lo obliga a la prudencia.

Es público que, antes de ingresar a la política, Gálvez era ya una empresaria exitosa en el sector del equipamiento para edificios inteligentes. Si hubo algún conflicto de interés durante la época en que fue funcionaria de la capital —como argumenta el perredista Víctor Hugo Romo—, será necesario probarlo y no sólo sembrar la insidia.

López Obrador construyó el peor escenario para su persona. Como están las cosas, o bien las gana todas o bien las pierde todas. En esto jugó sus cartas de una manera distinta a la de su antecesor, Enrique Peña Nieto, quien pactó una salida del poder que no se convirtiera en una cacería de brujas.

Sin embargo, el tabasqueño no podrá hacer lo mismo en caso de que quien gane la elección el año próximo pertenezca a una fuerza política ajena.

Zoom: por eso está tan desesperado, porque se metió en un juego donde si gana tendrá garantizada una memoria decorosa para el porvenir, pero, si pierde, los muchos adversarios políticos que ha menospreciado no se tentarán el corazón a la hora de triturar cada piedra de su mausoleo.

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Investigar a Xóchitl es un búmeran/El asalto a la razón

Milenio,  / 14.07.2023 

 La insidiosa petición de investigar los contratos de Xóchitl Gálvez en el gobierno de Vicente Fox y como delegada en Miguel Hidalgo fortalece la precandidatura de la panista para enfrentar a cualquiera de las corcholatas y acabar con la cuarta transformación.

Equivale a un segundo balazo en el pie después del desacato a la orden judicial que obligaba al Presidente a respetarle su derecho de réplica donde la calumnió (Palacio Nacional) con la mentira de que está en contra de los apoyos sociales.

Si el nuevo ataque no alude a probables delitos, insinúa una probable conducta inmoral.

A la negativa se suman arteros y cotidianos ataques en las mañaneras con tal resonancia que, lejos de perjudicarla, le han dado publicidad y pusieron a Xóchitl, de manera repentina, a la cabeza de la carrera opositora por la Presidencia de la República.

De que se investiguen los contratos inclusive recurriendo al Instituto Nacional de Transparencia, una de dos: o fue una sugerencia involuntaria (lapsus), o López Obrador lo dijo para imprimir a su persecución una deliberada carga de sevicia, ya que su desprecio por ese organismo autónomo del Estado llega al extremo de mantenerlo paralizado y ha repetido que lo mejor sería desaparecerlo, porque para transparentar su gobierno bastan las mañaneras. 

La agraviada respondió:

“El actual gobierno me ha contratado servicios porque mi empresa es profesional”, dijo, y no hay nada malo en obtener contratos.

“Que busque, revise y cheque”. 

Retó al Presidente a explicar cómo su hijo José Ramón pagó la renta de la casa gris de Houston y los contratos de los amigos de su hijo Andrés

“Yo no cobro en sobres amarillos como sus hermanos”, disparó, en referencia a los fajos de dinero del erario chiapaneco que les fueron entregados a Pío y Martín López Obrador. 

La semana pasada, AMLO se burló de la biciafición y de uno de los primeros trabajos de Xóchitl:

“No se puede ya, a estas alturas, quererle jugar el dedo en la boca a la gente, o sea, ¿cómo? A ver: me subo a una bicicleta o llego en un triciclo, ‘¡Tamales, tamales, ricos tamales!’ y ya, ¿no? O digo unas groserías…”.

Ella repuso:

“Hoy el Presidente dijo ‘¡tamales, tamales!’. Si él cree que me dio pena vender tamales en mi juventud, está mal. A mucha honra vendí tamales los sábados, a mucha honra, porque vergüenza es robar…”.

AMLO también hizo una desafortunada equiparación cuando, sin que nadie le preguntara, soltó:

“Estamos preparándonos porque, como no les funcionó lo de Xóchitl porque ese globo no voló, van a destinar todas sus baterías, las van a orientar a la violencia…”.

Sin escalar el pleito, la señora le reviró:

“Dice que soy un globo que están inflando. Sí estoy llenita, pero no soy un globo…”.

Pero también lo denunció “por violencia política de género” y por reproducir “patrones y estándares históricos que han colocado a la mujer siempre por debajo de los intereses y estrategias de los hombres”.

Ayer AMLO no la mencionó. Tal vez ya decidió no seguirle haciendo la precampaña..

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De cómo renunció el secretario de Hacienda/Cecilia Soto

Excelsior, lunes 17 de julio de 2023

El titular de Hacienda era bien visto por las cámaras empresariales y los grandes empresarios. Ponderado, inteligente, bien informado, se podía hablar con él. Hizo bien el presidente en nombrar a alguien que, a pesar de formar parte del movimiento, no tenía el lenguaje radical, pródigo en descalificaciones a la iniciativa a privada; además, había experimentado exitosamente algunas fórmulas poco ortodoxas para la izquierda. Todo indicaba que con tantos atributos terminaría junto con el presidente. No fue así. ¿Por qué tuvo que renunciar, intempestivamente y acompañado de tantos titulares en los medios?.

Porque el secretario de Hacienda violó el secreto fiscal. Porque el secretario violó el secreto bancario. Porque el secretario facilitó extractos de las declaraciones fiscales de una persona a quien juzgaba adversaria política a los medios. Porque el secretario dañó, tal vez de forma irreparable, la confianza que con tanto trabajo se había venido construyendo para asegurar a los contribuyentes que sus impuestos serían bien usados.

Pero que no retumbe en sus centros la Secretaría de Hacienda. Que los pasillos de Palacio no se estremezcan. Que no teman que me adelante al futuro (o tal vez sí). Porque me refiero a la caída del titular de Hacienda del gobierno del presidente Lula en 2006. Por algo minúsculo comparado a lo hecho por el presidente López Obrador, al revelar datos que sólo podía haber obtenido del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

En efecto, en marzo de 2006, el ministro de Hacienda brasileño, Antonio Palocci, tuvo que renunciar a su puesto. Acosado por un lío de faldas, siendo él casado, Palocci pidió al director de la Caixa Económica, un equivalente a Banobras, que violara el secreto bancario de un humilde portero que testificó que lo vio, sí, visitando una casa non sancta donde, además, se hacían también negocios non sanctos. No había Twitter entonces, así que Palocci ordenó que se filtrara a la revista Época un extracto bancario de la cuenta del portero. No vale la pena distraerles con más detalles, sólo compartirles que el presidente Lula pidió la renuncia de su ministro más cercano y del presidente del banco “por pérdida de confianza”. La violación al secreto bancario por parte del gobierno cuestionaba la credibilidad en el sistema bancario brasileño.

Al publicar extractos de las declaraciones fiscales de la senadora Xóchitl Gálvez, el presidente viola la obligación de “guardar absoluta reserva en lo concerniente a las declaraciones y datos suministrados por los contribuyentes”, según lo ordena el artículo 69 del Código Fiscal de la Federación. El Presidente inventa que “me llegaron esos datos”. Ese alguien no pudo haber sido otro que Antonio Martínez Dagnino, titular del SAT, organismo desconcentrado de la Secretaría de Hacienda. Hay, por tanto, tres presuntos responsables de la violación al derecho a la privacidad de la senadora Gálvez y de la exhibición pública de datos absolutamente confidenciales, algunos de ellos que atañen a ciudadanos privados que nada tienen que ver con las actividades políticas de la legisladora. Esos presuntos responsables son el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y el titular del SAT, Martínez Dagnino. Otro posible responsable es el actual director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, pues también se publica información confidencial sobre la nómina de las empresas de la actual senadora y aspirante del Frente Amplio por México.

Se trata de posibles delitos penales, pues el artículo 264 del Código Penal de la Federación establece que “comete el delito de ejercicio ilícito el servidor público que por sí o por interpósita persona sustraiga, destruya, oculte, utilice o inutilice ilícitamente información o documentación que esté bajo su custodia…” El Presidente puede mentir como acostumbra y decir “me llegó información”, pero esto no le permite publicar algo ilegal. Es como si le llegara una bomba y en vez de pedir que se desactive y denunciarla ante las autoridades, la hace explotar.

En 2019, el Presidente pudo obligar a renunciar al entonces ministro de la Suprema Corte Eduardo Medina Mora, utilizando a la servil UIF, violando el secreto bancario, distorsionando la información y amenazando a su familia. Todavía bajo el impacto del triunfo abrumador de Morena, la sociedad no supo reaccionar.

No es éste el caso. Cada ataque del Presidente a un o una adversaria política, el mandatario fabrica, pule, aceita un búmeran contra Palacio Nacional. Su ataque revela miedo y debilidad. No lo duden: el Frente Amplio por México ganará las elecciones de 2024.

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Mucha piñata/Manuel J. Jáuregui

en REFORMA, 17 Jul. 2023;

El problema que enfrenta hoy el Presidente López es que trae muchas piñatas colgadas, pero en la mano le falta palo para alcanzarlas.

Algunas de las que penden de la cuerda las colocó él mismo, otras brotaron solas y se manifiestan como indicación de la ineptitud enorme de su gestión, la cual privilegia la politiquería por encima de la administración del País.

Debería ocupar su tiempo en aportar esfuerzos para contener la ola de violencia desatada contra policías, la más reciente en la ciudad fronteriza de Reynosa, pero en días pasados en Jalisco y en Guanajuato, con la apariencia de coches-bomba, así como explosivos improvisados.

Si eso fuese todo, con ello le bastaría para ocupar el 100 por ciento de su tiempo, pero no, lastimosamente no es todo, ni por asomo.

El viernes, por ejemplo, una de las CALIFICADORAS más importantes del mundo financiero le REBAJÓ la calificación crediticia a PEMEX. ¡Menudo berrinche habrá hecho el señor, tildándolas de hacer caso omiso cuando en PEMEX había corrupción!... como si hoy no hubiese, y para muestra un botón: la proliferación del huachicol, realizado a ciencia y paciencia de algunos malos funcionarios que se hacen de la vista gorda, pues ni modo que no se percaten de que al ducto le meten por un lado 100 litros y por el otro salen sólo 75.

Este otro tema, con el enorme daño que le causa al erario de la nación, también debería ocupar su tiempo, pues amenaza la viabilidad económica del monopolio petrolero.

Además de los problemas citados, ha surgido otro: el DÉFICIT PÚBLICO del Gobierno federal, que ha crecido enormemente, según el último reporte del "Demonio" Rogelio Ramírez de la O (porque es como el diablo: todo mundo sabe que existe, pero nadie lo ve).

Y saben que existe porque, ¿quién más pudo haber proporcionado los datos PROTEGIDOS POR EL SECRETO FISCAL de la empresa que desde hace más de TREINTA AÑOS creó y opera eitosamente la Senadora Xóchitl Gálvez?

Tal revelación corresponde a un delito cometido tanto por el Presidente como por el Secretario de Hacienda y/o sus achichincles.

Intento de golpe bajo que falló rotundamente, pues la mayor parte de los servicios que presta esta empresa ¡ES AL SECTOR PRIVADO!, y otra parte muy chiquita al AIFA del mismísimo López.

O sea que si Gálvez anda "chueca", como pretende alegar el Presidente violaleyes, pues ello implicaría que SU GOBIERNO hace negocio con empresas chuecas.

La empinada es rotunda y viene a ser otra PIÑATA a la que le tira y abanica López, mientras ignora las otras muy importantes piñatas que atañen al buen Gobierno y al futuro de México, las cuales hasta parece que le valen mádere. Como de la misma manera parece que le valen ídem las leyes que nos rigen y que LO RIGEN A ÉL.

Ningún Presidente puede estar por encima de nuestras leyes y él, como todos los funcionarios de su Gobierno, están obligados a respetar el secreto bancario y el secreto fiscal. Mismos que este señor HA VIOLADO ya en cuando menos dos ocasiones.

Una cuando, pretendiendo golpear al comunicador Carlos Loret de Mola, reveló sus ingresos y ahora de nueva cuenta al pretender aniquilar a su "adversaria" la Senadora Gálvez revelando los ingresos de su compañía reportados a Hacienda y al SAT.

¡Qué tranquilidad nos da a los mexicanos saber que nuestra información "secreta" está tan bien cuidada!

Ignora el Presidente -y sus asesores- el "principio de la legalidad" que en este espacio les hemos mencionado antes, y que establece una IMPORTANTE y clara distinción entre ciudadanos y servidores públicos, que es la siguiente:

1. A los ciudadanos la ley les permite TODO aquello que ésta no les prohíbe expresamente, pero...

2. A los servidores públicos les prohíbe todo aquello que la ley no les faculta expresamente.

No está dentro de las facultades presidenciales -ni del Secretario de Hacienda o sus achichincles- revelar información fiscal que debe ser secreta.

Estamos convencidos, y la mayoría de la gente pensante así lo contempla, que los superiores intereses de nuestro País reclaman TIEMPO y esfuerzo del Presidente abocados a SOLUCIONAR los problemas que nos aquejan como nación, que no son pocos ni insignificantes.

O sea, ¡déjese de pleitos, señor, y pónganse a trabajar!

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El golpe y el reflejo/Jesús Silva-Herzog Márquez

en REFORMA, 

El Presidente no sabe callar. No se da cuenta que sus palabras lastiman su causa. Durante un buen tiempo flotó en su discurso. Sus distracciones eran efectivas, dirigía la atención del público a donde le convenía. Los asuntos se discutían en sus términos. Pero ahora, ante la aparición de un liderazgo opositor, el Presidente pierde el control del relato público. El Presidente promueve a su antagonista. La opositora monta la ola que su enemigo levanta todas las mañanas desde Palacio Nacional.

El Presidente le niega cualquier mérito, la llama títere de los ricos, desprecia su esfuerzo, insinúa corrupción en sus empresas. A decir verdad, los ataques calan poco porque no tienen filo de novedad ni de pertinencia. No son críticas frescas ni mucho menos certeras. Hemos oído la cantaleta ya durante muchos años. Todos quienes toman un camino propio son lo mismo: enemigos del pueblo, corruptos al servicio de un par de malvados. El ataque es siempre idéntico, aunque en este caso se tope con un personaje que hace estallar sus prejuicios. Para que el ataque lastime debe embonar de alguna forma con la realidad, debe nombrar la lacra con alguna precisión. Pero el dogmático no puede más que repetirse. Cierra los ojos y dice lo mismo. Aunque la realidad cambie, su discurso sigue siendo el mismo. Xóchitl Gálvez no es el monigote que el régimen quisiera presentar como cara de la oposición. Ahí radica su fuerza. Pero el discurso del poder, en lugar de cuestionarla por sus ángulos débiles, repite sus consignas. Una corrupta que es instrumento de los privilegiados. El ataque desde el Palacio es repetido por todos los fieles, pero difícilmente puede convencer a quien tenga un pie fuera del templo. La propaganda del caricaturismo oficial hace mofa de la pobreza; los intelectuales amlólatras la condenan como una clasemediera que no proviene del pueblo profundo y bueno.

Pero si el golpe patina, el reflejo acierta. La senadora ha sabido reaccionar con extraordinaria agilidad a las provocaciones presidenciales. No es la primera que recibe su odio. Intelectuales, periodistas, viejos políticos han sentido, durante años, su inquina. Gálvez es una de las pocas personas que ha sabido responder con firmeza y gracia a los golpes del polarizador. Algunos han elegido permanecer callados, otros han respondido con enjundia. Hay quienes lo arremedan en sus rencores. Ninguna de esas estrategias ha funcionado. Gálvez es el primer personaje público de los últimos años que ha sabido responder con agilidad y reciedumbre a las ofensas del Presidente. No ha esperado un segundo para contestar a los infundios y las agresiones. Si algo ha demostrado la hidalguense son reflejos. Reflejos que no solamente muestran velocidad y soltura, sino también libertad de acción. Gálvez no es pieza de un aparato partidista, no es una acartonada y no es tampoco una pieza que alguien más mueve en el tablero. En la velocidad de sus respuestas, en la naturalidad de sus reacciones se muestra que el ninguneo presidencial es hueco. Ya sabemos lo que es un maniquí como Presidente. Un hombre que podía retratar bien y repetir un par de líneas de un instructivo que sus asesores le preparaban. Xóchitl Gálvez no es muñeco en el guiñol de los oligarcas.

Gálvez no ha dejado pasar un solo golpe sin respuesta. Ha defendido su historia personal de las burlas clasistas y misóginas del oficialismo, ha expuesto sus razones para incorporarse al servicio público y sus orgullos al frente de la política indigenista del gobierno de Fox, ha expuesto las razones de su éxito empresarial. El tono en que lo ha hecho es refrescante porque combina firmeza y gracia. El aplomo con el que Gálvez se planta ante el odio y las mentiras del Presidente no le quitan la sonrisa. No replica a la polarización con polarización, no imita los odios, no se escapa con divagaciones ideológicas. Reconoce méritos en el gobierno actual, admira funcionarios de este gobierno, coincide en su denuncia original. Si pudiera adivinarse una propuesta en sus intervenciones recientes sería la aparición de un centro dialogante. La ingeniera ofrece sensatez, ingenio y buen humor. Con soltura esquiva el ataque y exhibe las incongruencias del oficialismo. Se ve que, por lo pronto, la está pasando bien.

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