28 oct 2025

Un atentado bien planeado/ Raymundo Riva Palacio

Estrictamente Personal

Un atentado bien planeado/ Raymundo Riva Palacio

El Financiero, octubre 28, 2025 |

El atentado contra el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, que fracasó porque no estaba cuando dispararon contra su casa-oficina en la colonia Polanco, no requiere que sea confirmado públicamente por el gobierno, pero sí necesita ser aclarado internamente, porque es un asunto de seguridad nacional. Es el más grave que ha enfrentado la presidenta Claudia Sheinbaum en sus casi 13 meses de gobierno que, además, tiene la importancia reforzada: es su colaborador más cercano, el de mayor confianza, y de quien depende el diseño de la estrategia de seguridad. En este caso, la impunidad es inaceptable.

García Harfuch evadió responder las preguntas sobre el intento de atentado durante su reunión con la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, y más tarde respondió a la prensa que no había “recibido” un ataque, lo que técnicamente es cierto, porque no se materializó.

El atentado frustrado fue narrado –en sus detalles generales– en este espacio el lunes pasado, donde se mencionaron las dos hipótesis sobre el pretendido ataque, presentadas por distintas fuentes de información del más alto nivel que lo confirmaron. Ninguna de ellas, la primera que había sido realizada por un francotirador, y la segunda que había sido desde alguna posición que miraba de abajo hacia arriba la terraza de la casa donde suele estar García Harfuch, sugiere que hubiera sido acción del crimen organizado, cuya tipología es muy distinta. Dos botones de muestra:

1.- El ataque que sufrió García Harfuch de un comando del Cártel Jalisco Nueva Generación, en 2020, fue planeado con información de inteligencia para conocer sus rutinas, y el día que decidió asesinarlo, tenía tres células de vigilancia en los tres domicilios en distintos puntos de la Ciudad de México, donde dormía. Participaron al menos 28 personas en el ataque que lo dejó herido, gracias a que sus escoltas, quienes murieron, reaccionaron en su defensa y resistieron los poco más de cinco minutos para que llegaran refuerzos y repelieran a los agresores.

2.- En este espacio se informó en 2005 que el Cártel de Sinaloa quiso asesinar a José Luis Santiago Vasconcelos con una bazuca que le dispararían al salir de su casa en la alcaldía Magdalena Contreras. Fallaron los asesinos porque la velocidad a la que iba su camioneta evitó que la impactaran sus misiles. El gobierno no confirmó el atentado que saltó a la luz pública en 2018, durante el juicio en Brooklyn contra Joaquín El Chapo Guzmán.

La planeación del nuevo atentado contra García Harfuch no requirió de un grupo grande de sicarios para llevarla a cabo. Tampoco fue un acto audaz de un asesino solitario que esperó a que se descuidaran sus escoltas, como sucedió en 2008 con el asesinato de Édgar Millán, coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal, a quien un sicario, pagado por Arturo Beltrán Leyva, lo esperó agazapado dentro de una casa a la que iba ocasionalmente –exhibiendo una traición interna–, mientras sus escoltas lo esperaban fuera de la residencia.

En estos casos, la planeación fue extensa y contaban con información de inteligencia sobre sus movimientos. Lo mismo sucedió con el reciente atentado frustrado contra García Harfuch, porque aunque esa casa-oficina no es del conocimiento general, tampoco es secreta. A diferencia de estos atentados, donde tenían la certeza de que los iban a cazar, en el reciente contra el secretario hubo una falla en la inteligencia –sin un topo que les diera la última información precisa–, o por razones fortuitas hubo un cambio de planes en el último minuto y no estuvo en la reunión con sus colaboradores, programada para la noche en vísperas del Grito.

No obstante, la planeación fue importante. El atentado que se frustró, por la información que ha trascendido, fue ejecutado por una persona con entrenamiento para disparar a distancia, que formaba parte de un complot bien diseñado. Como efecto distractor, a la hora en que se realizaron los disparos, un grupo de niños estaba lanzando cohetes al aire. El tronido de los cohetes pudo amortiguar el ruido, pero nada más. La casa-oficina, aunque se encuentra en una calle secundaria, tiene cámaras de seguridad, al igual que varios edificios y casas en la cuadra donde se encuentra.

Esto lleva a dos preguntas:

1.- Si los tiros fueron realizados por un francotirador, no habrá imagen de él o ella. Lo que sí debería de haber es un estudio para ver la trayectoria que siguió el disparo que impactó en la terraza, donde suele caminar, y determinar de qué edificio salió el tiro, para así haber buscado evidencias y huellas que permitieran saber algo del autor material.

2.- Si los tiros fueron realizados de abajo hacia arriba, el momento del disparo debió haber sido captado por alguna de las cámaras de seguridad en la cuadra, para permitir algún tipo de identificación que pudiera dar con él.

Se desconoce si se realizaron los peritajes en cualquiera de los dos casos, y si las cámaras de seguridad y eventualmente del C5, pudieron arrojar algún tipo de información. Lo que sí quedó al descubierto es que el sistema de contrainteligencia falló. Eso es inadmisible.

Pocos nombres tienen un peso tan simbólico y funcional en el gobierno como el de García Harfuch. No es sólo un colaborador cercano de la presidenta, ni un operador eficaz en materia de seguridad. Es un componente estratégico de legitimidad, estabilidad y poder dentro del nuevo régimen. También es el rostro de la eficacia en un gabinete donde predominaban los cuadros ideológicos y la obediencia política, y encarna algo todavía más valioso para Sheinbaum, la confianza social. Es, de facto, el equilibrio entre los intereses políticos de Morena y las presiones de los cuerpos de seguridad civil y militar, donde no sólo cuida la seguridad, sino –sobre todo– la gobernabilidad.

García Harfuch, al igual que Sheinbaum, son los únicos nombres de políticos mexicanos que interesan en Washington. El secretario, con el amplio respaldo de la presidenta, es la figura técnica que proyecta credibilidad ante inversionistas, aliados extranjeros y una ciudadanía que exige orden más que discursos. Su verdadero valor estratégico no radica en lo que dice, sino en lo que representa: una promesa de control en medio de la incertidumbre.

##

Columna Estrictamente Personal

Atentado frustrado/ Raymundo Riva Palacio

El Financiero, octubre 27, 2025 |

Desde junio de 2020, Omar García Harfuch no había estado en un riesgo tan alto como en vísperas del Grito del 15 de septiembre pasado, cuando un nuevo intento de atentado contra el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal se frustró porque el ataque a una casa en Polanco, donde suele despachar cotidianamente, se realizó cuando no estaba. Varios tiros se dispararon, algunos de ellos directo a la terraza, donde suele estar.

No hay detalles de este ataque, que se mantiene con enorme secrecía y fue confirmado por diversas fuentes muy cercanas a García Harfuch. Varias versiones circularon sobre el atentado frustrado. Una de ellas era que se había dado durante una cena en la terraza y que una de las esquirlas había alcanzado a uno de los invitados. La otra señala que García Harfuch no estaba en la casa cuando sucedió, donde, más tarde del ataque, hacia las ocho y media de la noche, se iba a llevar a cabo una junta. En la primera versión, los disparos habían sido desde una posición de mayor altura que la casa. En la segunda, los tiros se realizaron de abajo hacia arriba.

La casa que ocupa en Polanco es de su propiedad y fue utilizada desde el periodo de la transición. No es ostentosa y la vigilancia es muy discreta. No es un lugar donde duerma. De hecho, desde que un comando del Cártel Jalisco Nueva Generación trató de matarlo hace cinco años, García Harfuch no duerme en el mismo lugar de manera regular, cambiando de casa para pernoctar por razones de seguridad.

García Harfuch ha sido un objetivo de grupos criminales desde hace tiempo. Durante el periodo de transición, el Centro Nacional de Inteligencia descubrió que había un complot para matarlo, por lo que se decidió que se fuera de México. Estuvo alrededor de un mes en España, oficialmente, de vacaciones.

No hay información sobre quién o quiénes pudieron haber intentado matarlo hace unas semanas, pero el abanico de potenciales autores intelectuales se ha abierto de manera significativa desde que inició el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.

El cambio de estrategia en la seguridad, que ha producido cientos de detenciones de alto impacto, el desmantelamiento de laboratorios de drogas sintéticas y los decomisos de fentanilo, lo vuelven un blanco posible de los cárteles de las drogas, que han visto mermadas sus utilidades; lo colocan como un funcionario que está afectando significativamente los negocios criminales. La expulsión de líderes narcotraficantes a Estados Unidos es otra ventana de riesgo, cuyos antecedentes están en Colombia, cuando los narcos crearon el grupo de Los Extraditables para luchar con violencia contra las extradiciones a ese país.

Este año, sin embargo, se abrió otro canal de alto riesgo: el combate al contrabando de combustible. Si bien este delito se empata o cruza con la delincuencia organizada, está lastimando severamente las finanzas de grupos políticos poderosos que crecieron durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyas utilidades por esta vía superaban, en muchos casos, a cualquier droga. Las investigaciones que involucran a altos mandos de la Marina, al almirante exsecretario Rafael Ojeda, la red de huachicol fiscal que encabezaba el empresario Sergio Carmona –cuyo dinero financió campañas para ocho gubernaturas de Morena– y el entramado criminal tejido desde Tabasco y Chiapas, hacen que el número de interesados en cobrar venganza por sus pérdidas se tengan que contar con varias manos.

Se desconoce si se abrió una carpeta de investigación para saber quiénes fueron los autores materiales del ataque a la casa de García Harfuch, que eventualmente permitiera saber el universo dentro del cual se pudo haber dado.

Lo que sucedió, en todo caso, no puede quedar sin resolverse. Es un asunto de seguridad nacional, que eleva su nivel de gravedad por ser la cabeza del gabinete de seguridad, quien lleva la parte toral de la lucha contra el crimen organizado, la persona de mayor confianza de la presidenta Sheinbaum y la única en México a la que las autoridades estadounidenses le comparten información de inteligencia de alta calidad.

Las acciones de García Harfuch conllevan necesariamente, como hipótesis de trabajo, a las resistencias por el cambio de statu quo en la relación con criminales y las complicidades dentro del régimen. Perniciosamente, el intento de atentado se empalmó con las diferencias dentro del gabinete de seguridad, en particular entre el secretario de Seguridad y el secretario de la Defensa, general Ricardo Trevilla.

Tras el ataque a la casa, desde las áreas de inteligencia militar se buscó sembrar internamente que había sido un “autoatentado”, pero al no prender la hipótesis, se ha buscado descalificarlo como “un drama”.

García Harfuch tiene enemigos fuera y dentro del régimen. El caso más doloroso para él fue el asesinato, el año pasado, de Milton Morales Figueroa, coordinador general de la Unidad de Estrategia, Táctica y Operaciones Especiales de la Ciudad de México, que era su brazo derecho cuando encabezaba la Secretaría de Seguridad capitalina y que iba a ser pieza clave en el equipo que estaba formando para el nuevo gobierno. El presunto autor material fue detenido en septiembre, pero nada se sabe públicamente del autor intelectual. En su equipo, no obstante, se maneja que fue una ejecución interna porque estaba investigando corrupción de mandos policiales.

Ni el atentado hace cinco años, ni las amenazas de muerte el pasado septiembre han frenado a García Harfuch, quien, al contrario, podría criticársele desde un punto de vista estratégico, ha combatido todos los delitos y enfrentado todas las organizaciones criminales en 360 grados, abriendo flancos con enemigos que sí matan.

Ha trabajado estrechamente con las agencias de inteligencia de Estados Unidos, pero quien, en la actividad cotidiana, se arriesga es él. Anularlo de alguna forma, amedrentarlo o lograr que la presidenta Sheinbaum, para cuidarlo, lo cambie de responsabilidad, puede argumentarse, sería una victoria para muchos de sus enemigos, viejos y nuevos, a quienes está afectando seriamente en sus intereses.

García Harfuch es el ejemplo de que el gobierno de Sheinbaum, que sigue muy acotada por las cuñas que le colocó el expresidente López Obrador, quiere hacer cosas diferentes para la pacificación del país. La seguridad, la principal preocupación nacional, necesita los anclajes que le está poniendo García Harfuch para tener éxito. Pero antes que ello, es su propia seguridad. No podrá alcanzarse el objetivo de Sheinbaum si la única persona en el gabinete que parece totalmente comprometida en ello, queda eliminada en el esfuerzo.


#


No hay comentarios.:

Mañanera del miércoles 17 de diciembre de 2025

17.12.25 Versión estenográfica de la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo PRESIDENTA DE MÉXICO, CLAUDIA S...