El presidente de EE UU, Barack Obama, embistió nuevamente contra la Corte Suprema por el fallo que liberó los aportes de empresas para las campañas electorales. "No puedo imaginarme otra cosa más devastadora para el interés público. Esa sentencia es un golpe a la democracia", dijo el mandatario sobre la decisión del Poder Judicial en su discurso radial este sábado 23 de enero.
La Corte Suprema decidió el jueves que las empresas privadas en el futuro podrán financiar sin límites a los partidos en la campaña electoral y expresarse a favor o en contra de los candidatos. "No necesitamos darles más influencia a los poderosos intereses que ya ahogan las voces de los estadounidenses promedio, y no tenemos la intención de hacerlo", afirmó Obama en su ponencia.
Al respecto, el jefe de la Casa Blanca informó que su gobierno realizará acciones contra el fallo mediante una "decididida e imparcial respuesta" y afirmó que trabajará con ese rumbo "hasta que se repare el daño hecho". El máximo tribunal, de nueve miembros, aprobó la sentencia con el voto a favor de los cinco miembros conservadores, mientras que los cuatro liberales votaron en contra.
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Obama acusa al Supremo de EE UU de dar un "golpe a la democracia"
El presidente americano protesta por la eliminación de los límites a las contribuciones económicas a las campañas electorales
REUTERS - Nueva York - 23/01/2010
El presidente de EE UU, Barack Obama, ha acusado al Tribunal Supremo de su país de dar "un golpe a la democracia" al anular, el pasado jueves, el límite en las contribuciones económicas que se permiten aportar a las empresas durante una campaña electoral para proteger, según su dictamen, el derecho de las corporaciones a la libertad de expresión. Para Obama, "esta sentencia abre las compuertas para la entrada de una cantidad de dinero ilimitada procedente de intereses especiales en nuestra democracia", ha dicho. "Concede a los grupos de presión nuevos motivos para gastar millones de dólares en publicidad para que los cargos electos voten a su favor o para castigar a aquellos que no lo hagan".
En las campañas electorales estadounidenses de 2008, con la de las presidenciales a la cabeza, se gastaron unos 6.000 millones de dólares. De ellos, más de 1.000 millones procedían de grupos de presión y otras organizaciones privadas.
La decisión del Supremo "hará más difícil que se aprueben las leyes guiadas por el sentido común, porque incluso las entidades foráneas tendrán permitido inmiscuirse en las elecciones", ha dicho hoy Obama en su tradicional discurso semanal a la nación a través de la radio. También impedirá, según ha dicho el presidente, aprobar las reformas de la regulación financiera y dará a la industria de los seguros médicos "todavía más fuerza para detener las reformas que protegerían a nuestros pacientes".
El presidente ha anunciado, como respuesta, la preparación de medidas en colaboración con el Congreso para obtener una respuesta "forzosa y bipartidista" a la sentencia. "Hemos comenzado a trabajar en ello y será una prioridad para reparar el daño causado", ha dicho.
La norma aprobada por el Supremo libera una gran transferencia de dinero para las elecciones al Congreso de noviembre de este año. Los Demócratas se enfrentan a una fuerte lucha para mantener el control del Congreso ante un electorado que está decepcionado por un desempleo que alcanza los dos dígitos, un déficit récord y el colapso político en Washington, entre otros asuntos. Desde este partido temen que gran parte de las donaciones de las corporaciones se dirija hacia los Republicanos, tradicionalmente alineados con las grandes empresas.
Un control republicano del Congreso podría menguar la habilidad de Obama para sacar adelante las iniciativas políticas más importantes de su programa.
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