10 jun 2011

XXV Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia

“No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos"..
“Nuestras vidas empiezan a acabarse el día que guardamos silencio sobre las cosas que realmente importan”. Luther King
XXV Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, realizada en Tuxtla Gutiérrez, Chis., 09/06/2011
Palabras del Licenciado José Francisco Blake Mora, Secretario de Gobernación, durante la inauguración.
Muy buenas tardes a todas y a todos.
Saludo con aprecio al licenciado Juan Sabines Guerrero, Gobernador Constitucional del estado de Chiapas. Muchas gracias Gobernador, como siempre por atendernos y por recibirnos;
A la maestra Maricela Morales Ibañez, Procuradora General de la República y Presidenta de la Conferencia Nacional de Procuradores de Justicia;
Al licenciado Jair Vázquez Hernández, Presidente Municipal de Tuxtla Gutiérrez, muchas gracias Alcalde por su hospitalidad;
Al Vicealmirante Raúl Sánchez Martínez y al General de Brigada, Cuauhtémoc Antúnez Pérez, muchas gracias por su presencia y les pido por favor también que le envíen un saludo a todos los integrantes del Ejército y de la Marina que luchan todos los días en un esfuerzo común y, en cooperación por los derechos humano.
Muchas gracias igual, a la señora Isabel Miranda de Wallace, muchas gracias señora Isabel por siempre estar atenta, no solamente a estos eventos, sino en el impulso de proyectos fundamentales como fue la Ley Anti secuestro.
Por supuesto saludos a los representantes de los Poderes Judicial y Legislativo en el estado. Muchas gracias también por acompañarnos, señor Magistrado.
Me es muy grato asistir con la representación del Presidente, para saludar el esfuerzo que cada una de las procuradurías estatales está realizando, realizando a fin de atender con mayor eficacia las necesidades que tienen miles de mexicanos de lograr, por su conducto, justicia y mayores condiciones de certidumbre.
Nuestro país enfrenta uno de los más grandes desafíos de las últimas décadas que es, precisamente, el restablecer el Estado de Derecho para lograr que todos los mexicanos trabajen y vivan en armonía y en condiciones de seguridad y de paz.
No obstante lo apremiante de la demanda de la sociedad que clama seguridad, justicia y paz, y a pesar de que hace casi ya tres años, el Gobierno en sus tres Órdenes y los Poderes de la Unión, firmamos el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, tenemos importantes compromisos pendientes para revertir la debilidad de las instituciones responsables de procurar y administrar justicia en todo el país.
Y sé, señora y señores procuradores, subprocuradores, funcionarios de las procuradurías, que hay algunas de éstas por los cambios de gobierno y otras por los cambios de procuradores que han llegado, posteriormente a ellos; pero es precisamente la fortaleza institucional lo que nos permitirá darle permanencia, más allá de cualquier cambio de orden constitucional y más allá de cualquier designación de un funcionario público.
Por eso, es elemental y es fundamental trabajar en el fortalecimiento de las instituciones de nuestro país y de los estados de la República.
Los más importantes en dichos compromisos, aún algunos inconclusos, son los referidos al combate al secuestro. Y éste, el secuestro, sigue siendo el delito que más lacera y lastima a la sociedad entera.
Como parte de nuestra vocación humanista, hemos avanzado sin duda alguna en la transformación de nuestro régimen constitucional a favor de la persona humana, al realizar las reformas, por ejemplo, constitucionales recientemente promulgadas en materia de Amparo y Derechos Humanos, que el día de hoy por la mañana anunciara el Presidente de la República, acompañado de los representantes de los Poderes Judicial y Legislativo, así como de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Hay otros ámbitos, como por ejemplo la creación de la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro; esta ley sé y entiendo que han empezado a trabajar con la misma, a diseñar las acciones específicas que de ella derivan y que es de suma trascendencia asumirla en la cooperación y en la corresponsabilidad que a cada ámbito de gobierno le confiere la nueva ley.
La creación, por ejemplo, del Nuevo Sistema de Justicia Penal es otro de los pendientes que tenemos también. Si bien es cierto se ha constituido ya un nuevo modelo, un nuevo diseño, un nuevo sistema, es necesario concretar las reformas y las acciones específicas que le den vigencia y que le den marcha, precisamente, al nuevo sistema de justicia penal.
Tenemos que acelerar el paso para concretarlos, todos, en el territorio nacional, estos cambios institucionales que seguramente serán en beneficio de los justiciables, en beneficio de la nación entera. De tal forma que todos los mexicanos reciban estos nuevos instrumentos en su beneficio.
En el terreno de la delincuencia es conocido la amplia capacidad de corrupción y generación de violencia de los grupos criminales, quienes además trafican y que venden drogas, han diversificado su actividad criminal como el cobro del derecho de piso, el secuestro, la trata y el tráfico de personas.
Por eso, hoy como nunca, nos llama la cooperación y la coordinación de los tres Órdenes de Gobierno y de las Fuerzas Armadas de nuestro país, precisamente para buscar los espacios de paz, de tranquilidad y de seguridad que nos exigen los mexicanos, la sociedad entera y, particularmente, en algunas regiones de nuestro país.
Por ello es urgente avanzar con mayor celeridad en la aplicación de controles de confianza en todas las dependencias, principalmente, las que se encargan de procurar y administrar la justicia, y especialmente, tenemos que alcanzar ya la certificación de las Unidades Antisecuestro.
Quiero pedirle a todos los procuradores, las procuradurías, las procuradoras, que aceleren el paso en instrumentaciones que hoy, para nuestro país y para las instituciones, no deberán verse como la excepción sino como la constante para la permanencia o el ingreso de los agentes, procuradores, subprocuradores, que están llamados precisamente para aplicar la ley sin distinción alguna.
En este sentido y sin ánimo también de personalizar porque precisamente de eso se trata esta Conferencia, de reconocer en dónde tenemos debilidades, en dónde podemos fortalecerlas y qué acciones necesitamos precisamente para fortalecer también la cooperación. Es necesario que se avance con visión institucional, y aquí  hago un llamado reconociendo estos cambios y estos nuevos procuradores que han llegado, me comentaba el procurador local que son aproximadamente 17 los nuevos procuradores que han llegado a estas responsabilidades. Y yo he mantenido, como responsable de la política interna, una estrecha comunicación con todos los gobernadores de la República, recientemente tuvimos un encuentro también institucional en la Conferencia Nacional de Gobernadores, que nos permite traducir, no solamente el fortalecimiento institucional sino la voluntad política que es necesario para asegurar las transformaciones que hoy requieren las instituciones.
Hago un llamado especial  al estado de  Aguascalientes, de Chihuahua, de Nayarit, Puebla y Quintana Roo, a los procuradores particularmente para que redoblen sus esfuerzos y certifiquen a sus unidades de combate al secuestro. Sé que hay algunos que ya se certificaron, probablemente hay algunos otros pendientes, pero particularmente a ellos, que pongan especial atención para seguir avanzando en esta línea estratégica que es fundamental.
No es posible también continuar respondiendo con lentitud ante los problemas y el delito que lastima e invade a diario a nuestras instituciones, a nuestras comunidades y a nuestras familias.
Esta responsabilidad no da lugar a otra alternativa más que no sea, precisamente, la de acelerar el fortalecimiento institucional, la profesionalización de los servidores públicos, de los ministerios públicos y de los cuerpos policiacos para atacar al problema en lo inmediato y en sus raíces con mayor contundencia.
Antes de llegar aquí, incluso, teníamos algunas reflexiones. El Gobernador, la señora Miranda de Wallace, el procurador local y sé que también se requiere de recursos importantes para que estas acciones puedan realizarse. Vamos a trabajar en la cooperación, es importante como prioritario, la problemática atender de establecer los recursos suficientes; la Federación ha asumido con responsabilidad el poder contar con recursos para ofrecerlos a través de los diferentes rubros y ramos a las entidades federativas.
Pero también es importante, y esto lo he visto con los señores gobernadores, que de los presupuestos locales se hagan los espacios suficientes y las prioridades para que las procuradurías de justicia de los estados cuenten con las herramientas necesarias y con los recursos suficientes para poder responder a las demandas y a las exigencias que se tienen en materia de procuración de justicia.
Así es que, señores procuradores, cuenten también con la Secretaría de Gobernación como aliada para promover, para gestionar y para estar al pendiente y cuenten con los recursos necesarios para atender esta problemática.
Recordemos que el deber fundamental del Estado mexicano es salvaguardar la seguridad e integridad de sus habitantes. Este es un deber irrenunciable que nos exige a todos, pero especialmente a ustedes quienes forman y son titulares de estas Procuradurías en todo el país y en la República, quienes forman parte también del Estado Mexicano, a actuar para fortalecer a nuestras instituciones y alinear las capacidades de quienes tienen a su cargo la seguridad  pública y la procuración de justicia.
Conscientes de la trascendencia de este imperativo y atendiendo a la voz de los mexicanos que claman paz y justicia, debemos continuar la lucha para restablecer las condiciones de seguridad en todo el país. Pero hay que continuar esta lucha asumiendo cabalmente cada quien su responsabilidad de cara a la sociedad mexicana.
Tenemos que darle cuentas claras y verdaderas a la población sobre nuestro desempeño y sobre el cumplimiento de nuestros compromisos.
Ya lo decía, en el 2008, año en que se firmó el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, México padeció mil 172 secuestros, y seguramente como lo saben ustedes, habrá muchas cifras que por razón de la propia desconfianza ni siquiera se alcancen a registrar en los Ministerios Públicos  en las Procuradurías. Tenemos que hacer un esfuerzo para recobrar esa confianza.
Por ejemplo, en 2008, los cinco estados con mayor número fueron el Distrito Federal con 231, que es el registro que nos marca el registro de las Procuradurías; seguido, por ejemplo, del Estado de México, Baja California –a mí me tocó como Secretario de Gobierno, con Rommel, atender esta problemática y esta situación -, en Michoacán y en Chihuahua. Esto sucedía en el  2008 y así estábamos, en condiciones de muchas complejidades.
Hoy en día, seguimos debiéndole aún a la sociedad mexicana en el cumplimiento de nuestras responsabilidades y compromisos. Fíjense ustedes, en el 2011, se han perpetrado 837 casos de secuestro al día de hoy, casos de secuestro de los cuales cinco estados concentran el mayor porcentaje de la totalidad nacional: Tamaulipas ahora a la cabeza con 143, seguido también por el Estado de México, Nuevo León, Chihuahua, Veracruz, en fin.
Necesitamos seguir reforzando, es decir, la tarea aún no está acabada y yo sé que hay el ánimo suficiente en cada uno de ustedes, señoras y señores procuradores, de seguir trabajando en la cooperación y en la corresponsabilidad para darle seguridad a los ciudadanos en su libertad, en su posibilidad de transitar con seguridad por las calles.
Esta realidad nos habla de la urgente necesidad de avanzar con determinación en el desarrollo de un modelo integrador que nos lleve a recuperar la seguridad, a promover la cultura de la legalidad, a fortalecer el tejido social para disminuir las dinámicas sociales que generan contextos de violencia y de criminalidad.
En este marco, hemos emprendido otras estrategias fundamentales para que el fortalecimiento de las instituciones de seguridad pública de las entidades federativas, como es el Modelo de la Policía Estatal Acreditable. Reflexionábamos hace un rato, que así como hay un modelo de Policía Estatal Acreditable que nos alcanza a establecer un sistema homogéneo del modelo de policía que requerimos, así de esa misma manera requerimos de establecer un modelo lo más homogéneo posible que podamos, en todo el país, en las unidades antisecuestro.
Sé que en algunas Procuradurías tiene avances significativos, sé que en otras es incipiente el esfuerzo que se está realizando; pero estoy convencido de que requerimos de un modelo base que nos permita transitar con agentes de la Procuraduría profesionales, confiables; sistemas que permitan establecer bases de datos, seguimiento de información y, en esta diversidad que probablemente hoy tengamos, y padecemos, habrá que hacer un esfuerzo muy importante para poder establecer bases homogéneas en estas unidades anti secuestro.
La idea es lograr que los estados atiendan  el fenómeno de la inseguridad con instituciones más sólidas, mejor capacitadas y con una eficacia de coordinación operativa con los demás órdenes de gobierno. Y tengo información que eso es precisamente lo que están atendiendo, y en eso se han llevado un esfuerzo durante esta mañana para consolidar esos mecanismos.
Necesitamos fortalecer y, en algunos casos, transformar las instituciones de seguridad, no solo en el orden federal, que hemos trabajado y ustedes lo saben incluso en la misma Secretaría de Seguridad Pública Federal, en donde se han diseñado nuevos modelos que cooperan y contribuyen no solamente con la Procuraduría federal, sino también con muchas de las Procuradurías de los estados de la República. Empujemos en el mismo ámbito local, y en los municipios, en los estados, en esa ruta, en ese rumbo de fortalecimiento institucional.
Es urgente que las Procuradurías estatales logren transformar a las policías ministeriales en verdaderos servidores de la justicia y de la seguridad de tal forma que los mexicanos, al advertir la presencia de alguno de ellos, se sientan realmente asistidos y seguros, en lugar de percibirlos como una amenaza y un riesgo a su integridad y a su patrimonio. Ese es el trabajo que también necesitamos realizar.
Como lo ha dicho el Presidente Felipe Calderón, los servidores públicos responsables de la seguridad pública y de la procuración de justicia enfrentan, además de la propia tarea sustantiva, el desafío de construir nuevos puentes de confianza indestructibles entre la sociedad y la autoridad, precisamente para que haya la denuncia y la sinergia que se requiere para poder hacer con efectividad la procuración de justicia.
El reto es alcanzar un servicio de procuración de justicia de tal eficacia y calidad que restablezca la confianza en las instituciones, que efectivamente logre que se haga justicia, y que sea asociado a la promoción del desarrollo integral, logre disminuir los incentivos de la impunidad que hoy, en muchas regiones, se padece.
El Gobierno federal reconoce el avance que han logrado muchos estados de la República por profesionalizar y acreditar a sus servidores y a sus instituciones. De igual forma, saludamos la coordinación y la colaboración hasta ahora alcanzada, para enfrentar el problema de la criminalidad y sus consecuencias con visión de Estado, sin ceder espacios al crimen.
Más allá de los riesgos que implica el cumplimiento cabal de las responsabilidades que desempeñan, amigas y amigos procuradores, ustedes tienen la ventaja de no tener que asumir costos políticos, pues su tarea está delimitada por cumplir y hacer cumplir las leyes.
Por nuestra parte, desde el Gobierno federal, nuestro principal interés es fortalecer al Estado mexicano, a sus instituciones e incrementar la capacidad de gobierno y de los servicio en todos sus órdenes.     
Por ello, les reafirmo nuestro compromiso y decisión de continuar el apoyo para establecer las capacidades institucionales de cada una de las entidades federativas en el cumplimiento de sus responsabilidades, y para alcanzar la colaboración y la coordinación, que es necesaria, que den a la Federación la eficacia requerida en los esfuerzos para restablecer el Estado de Derecho y dar mayor certidumbre y confianza a todos los mexicanos.
Tenemos la convicción de garantizar que el Estado mexicano es y debe de seguir siendo seguirá siendo de los mexicanos, que se proteja a la vida y los bienes de cada persona, que con nuestro trabajo corresponsable y coordinado, se fortalezca el orden democrático en todos los espacios de la vida social.
Un Estado, que no garantiza la seguridad de sus ciudadanos, enfrenta necesariamente el riesgo de su propia disolución. No podemos fallar en nuestra encomienda. El crimen es la sombra que pretende amenazar nuestro futuro, y por ello, debemos responder con unidad y con el compromiso indeclinable de servir a la Nación.
Por mi conducto, el Presidente Felipe Calderón envía un cordial saludo, reconociendo el esfuerzo de los gobiernos estatales, por supuesto también de los gobiernos municipales, en especial de los Procuradores de Justicia que con lealtad a las instituciones y a la Patria, han asumido el desafío de enfrentar al crimen y de establecer estrategias coordinadas con las fuerzas armadas a través de los Operativos Conjuntos para restablecer la seguridad.
México es un país de personas que trabajan por el bienestar de sus hijos y familias. Por este México bien vale la pena empeñar nuestro máximo esfuerzo para ganar esta lucha.
Es motivante, por supuesto,  la agenda de trabajo que han de desahogar en estos días y que ya han iniciado, con la que estoy seguro habrán, señoras y señores procuradores, funcionarios de las Procuradurías, de avanzar en el perfeccionamiento de las estrategias de la prevención del delito, de la procuración de justicia, y la lucha contra el crimen con base en la cooperación institucional, en la coordinación de los tres Órdenes de gobierno, la suma de capacidades y recursos y la participación ciudadana que son vitales para la tarea.
Y es precisamente a ésta, a la participación ciudadana, a la que quiero referirme por último, a propósito de nuestro compromiso con la sociedad y su legítimo reclamo de seguridad y de garantías para una vida plena.
Si no logramos involucrar e incorporar a la ciudadanía en las tareas sensibles para la seguridad especialmente las preventivas, pero también por supuesto, las institucionales, toda esta transformación que estamos llevando a cabo con recursos sin precedentes y que vamos a seguir impulsando, corre el riesgo de perderse y de no trascender en el tiempo para provecho de nuestras generaciones.
Así que hoy los invito a abrir y mejorar los causes también de la participación ciudadana.
Los invito a no ver el reclamo social de la seguridad como un reclamo en sí mismo, sino como una oportunidad que la sociedad nos está dando para mejorar y cumplirle.
Y que así sea: que haya reclamo y que haya exigencia. Porque el día que no lo haya, su silencio nos indicara que ya no tendremos mucho tiempo para atenderlos.
Acorde a idea, me despido de ustedes, con un pensamiento del gran Martin Luther King:
¨No debe preocuparnos el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética, lo que más debe preocuparnos es el silencio…. el silencio de los buenos.¨
En hora buena y mucha suerte.
Les voy a pedir para, con ese ánimo dar la declaración inaugural, ponerse de pie.
Siendo las 13:23 horas del 9 de Junio del 2011, a nombre del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, declaro formalmente inaugurados los trabajos de la Vigésimo Quinta Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, deseando que con ellos México avance en el restablecimiento del Estado de Derecho para proveer mayor justicia y paz a los mexicanos.
En hora buena.

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