Fox: sus “pasos al éxito”
VERÓNICA ESPINOSA
Revista Proceso No· 1863, 15 de julio de 2012
Independientemente de la enorme variedad de servicios y
actividades mercantiles que realiza el Centro Fox, la complicidad y el
influyentismo han sido sus principales “pasos al éxito”, como lo demuestran las
actas constitutivas del propio centro y de la sociedad que lo opera, SCS. A
través de estos negocios, Marta Sahagún y Vicente Fox han cultivado sus
relaciones con algunos panistas, pero sobre todo con políticos priistas en
ascenso, como su admirado Enrique Peña Nieto, el jalisciense Aristóteles
Sandoval y el coahuilense Rubén Moreira.
LEÓN, GTO.- A casi cinco años de que inició operaciones,
la pareja que durante seis años habitó en Los Pinos abrió las puertas del Centro
de Estudios, Biblioteca y Museo Fox, A.C., a todo el mundo: políticos de todos
los partidos, candidatos, empresarios, líderes mundiales, niños, señoras,
monjes tibetanos, cantantes y músicos (mexicanos y extranjeros), y hasta a
funcionarios, con el argumento de que es una asociación altruista para formar
líderes.
Sin embargo, esas puertas han permanecido clausuradas
cuando se solicita información sobre el origen del millonario capital que se
invirtió en su construcción y sostenimiento.
De acuerdo con la escritura registrada a mediados de
octubre de 2006 (Proceso 1614), en la asociación civil que opera el Centro Fox
(CF) aparecen como fundadores, entre otros empresarios, el expresidente del
Grupo Vitro, Federico Sada, y su esposa Liliana Melo, así como las cabezas del
duopolio televisivo, Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego; el magnate
Olegario Vázquez Raña; el presidente de Bardahl, Sergio Díaz Torres; Roberto
Plascencia, de Grupo Flexi, y el presidente del Grupo Banorte, Roberto González
Barrera.
Este último pagó al cantante británico Elton John por su
presentación en el centro “para recaudar fondos para becas”, como en su momento
admitió el expresidente Fox.
Todos ellos han figurado como socios honorarios de una
fundación que opera mediante donativos, que recibió unos 250 millones de pesos
de más de 2 mil 500 aportantes para levantar en un terreno de seis hectáreas el
complejo de alrededor de 25 mil metros cuadrados con aulas, auditorio,
biblioteca digital, réplica del salón de gabinete y de la oficina que tuvo Fox
en la residencia oficial de Los Pinos.
En una ficha informativa entregada a solicitud de Proceso
por el área de comunicación del CF se detallan las alianzas que éste estableció
con instituciones y fundaciones, como Gallup y The Pacific Institute, para
impartir cursos de superación personal e impulso al liderazgo. Con esta última
se han impartido charlas motivacionales a futbolistas de diversos equipos de
Primera División (Proceso 1843).
Las actividades académicas del centro incluyen un “máster
en práctica política”, cursos de estrategias de campañas electorales,
comunicación y marketing político, “pasos hacia el éxito”, aprendizaje de alto
rendimiento; formación de servicio gastronómico, hotelería y turismo; gestión
pública municipal, planeación y gestión de gobiernos exitosos, entre otras.
Jorge G. Castañeda, secretario de Relaciones Exteriores
en el sexenio foxista, suele presentar aquí sus libros. Han pronunciado
conferencias pagadas Héctor Aguilar Camín, el exsecretario de Hacienda Francisco
Gil Díaz y el expresidente del IFE José Woldenberg.
El CF, dice el informe, “cuenta con un sistema de becas
para apoyar a todos aquellos niños, jóvenes y adultos que están buscando
oportunidades de cursos, seminarios, talleres, diplomados y todo aquello que se
imparta en el Centro Fox”. Hasta la fecha, según estos datos, se han otorgado
más de 7 mil becas y se ha recibido a más de 70 mil niños de toda la República
en los cursos de liderazgo.
Falso altruismo
El 13 de junio, vía correo electrónico, Proceso pidió
información a detalle de los beneficiarios, la forma de asignación y montos
específicos de las becas que supuestamente otorga el Centro Fox con los
recursos obtenidos de actividades comerciales, como los conciertos de Elton
John, Carlos Santana y Juan Gabriel.
La respuesta fue que “las becas se otorgan a las personas
que vienen a estudiar los cursos, diplomados, seminarios al Centro Fox”. Los
usuarios de los cursos reciben los datos de una cuenta de Banorte (0608148902)
que está a nombre de la empresa Servicios Corporativos Sociales (SCS). Ahí
pagan la inscripción.
Vicente Fox y Marta Sahagún formaron la sociedad
mercantil SCS –cuyo RFC es SCS090122B73– el 22 de enero de 2009, ante el
notario 47 de León, Enrique Macías Chávez, según consta en la escritura pública
30,652 del Registro Público de la Sociedad de la ciudad.
Dicha empresa aparece en el padrón de proveedores del
Comité Nacional del PAN y del Panal, además de que firma contratos con
alcaldías y gobiernos del PRI y del PRD en Jalisco; no obstante, solicita
exenciones de impuestos para los conciertos de Elton John o Carlos Santana ante
los gobiernos municipales porque “las ganancias son para las becas” de los
niños.
Cientos de miles de pesos entran al CF y salen por esa
empresa a la par que los “donativos anónimos”, mientras Fox continúa
percibiendo del erario su pensión superior a 200 mil pesos mensuales y los
salarios de varios de sus colaboradores, tema del que siempre se evade.
SCS tiene el mismo domicilio que los Fox utilizan para todo:
el kilómetro 13 de la carretera León-Cuerámaro, donde se localizan el CF, El
Cerrito (sociedad de producción rural fundada por los hermanos Fox Quesada y su
padre) y la oficina de Vamos México.
Vicente Fox aparece como presidente de SCS y Marta
Sahagún como secretaria del consejo, ambos con 25 acciones nominativas con
valor de mil pesos cada una, que en total suman un capital social de 50 mil
pesos. En calidad de comisario aparece José Fernando Luis Magaña Araujo.
La sociedad tiene entre sus propósitos la investigación
académica, publicación de libros, coordinación y prestación de servicios
profesionales en la política, finanzas, economía, administración pública,
eventos de capacitación y especialización en dichos temas… “así como eventos,
llámese espectaculares o culturales, como exposiciones y muestras, en México y
en el extranjero”.
Abarca también la prestación de servicios de hotelería y
turismo en general “dentro de los cuales se incluyen los de restaurante bar,
cafetería, transportación de personal en todas sus modalidades y todo lo que
implique su desarrollo o logística, tales como la compraventa de souvenirs y
recuerdos”, además de la renta de espacios y prestación de servicios
publicitarios.
SCS también puede otorgar avales, constituir garantías en
favor de terceros, el registro de marcas, patentes, franquicias, derechos de
autor y hasta emitir, girar o suscribir títulos de crédito, contratos de
cuentas bancarias, créditos y préstamos con instituciones mexicanas o
extranjeras y efectuar eventos promocionales para sus productos, “incluyendo
rifas y sorteos entre el público en general, ya sean con o sin fines de lucro”.
Con esa amplísima gama de actividades, SCS gestiona el
permiso para el concierto de Carlos Santana en el estadio León ante el gobierno
municipal, en octubre del año pasado –con ganancias estimadas de 17 millones de
pesos– y aparece en el padrón de proveedores de varios partidos políticos en
los niveles municipal, estatal y nacional.
“Complicidad institucional”
En septiembre de 2007, a través del portal electrónico
del aún inconcluso Centro Fox, el expresidente se decía difamado y culpaba de
ello al PRI (Proceso 1617). Decía que el senador Manlio Fabio Beltrones
instigaba a la comisión que investigaría su situación patrimonial y los prósperos
negocios de sus hijastros, los hermanos Bribiesca Sahagún. Incluso aludía al
expediente de la DEA que vincula a Beltrones con el narco:
“El poder debiera ganarse de manera limpia, no con
difamación ni calumnia. ¿Qué acaso los que hoy acusan injustamente no tienen
mucho de qué ser acusados?”, decía el comunicado de Fox y Marta Sahagún.
Añadieron que Beltrones utilizaba dicha comisión para promover su postulación a
la Presidencia de la República “y volver al pasado”.
No obstante, con el repunte del PRI y la debacle del PAN
en el actual proceso electoral, Fox no ha tenido escrúpulos para compartir con
los candidatos del PRI las tácticas que lo llevaron a la gubernatura de
Guanajuato y después a la Presidencia.
En marzo de 2011, el entonces candidato Rubén Moreira
Valdez –hermano de Humberto, exgobernador y expresidente del PRI–, junto con
los diputados federales Melchor Sánchez, Diana Patricia González, Héctor
Franco, Noé Garza y Hugo Martínez; los diputados locales Enrique Martínez,
Salvador Hernández, Manuel Villegas; así como los ciudadanos Martha Laura
Carranza Aguayo, César Gutiérrez y Antonio Gutiérrez, “entre otros amigos y
colaboradores del licenciado Rubén Moreira”, pagaron y cursaron el Seminario de
Desarrollo y Gestión de Gobiernos Exitosos. Lo inauguró el propio Fox con una
charla.
En las últimas semanas Fox ha defendido su apoyo a Peña
Nieto negando que lo haga a cambio de contratos para asesorías del CF al PRI.
En efecto, dicho centro también ha impartido cursos al PVEM, al PRD y al Panal,
de su aliada sexenal Elba Esther Gordillo.
Proceso encontró que a través de SCS Fox celebró el 22 de
julio de 2011 un contrato con el ayuntamiento de Guadalajara, encabezado
entonces por el priista Aristóteles Sandoval, el candidato puntero a la
gubernatura de Jalisco, para ofrecer un diplomado en Seguridad Pública a cinco
de sus empleados.
Según el contrato ADQ-031-2011, como representante legal
de la empresa de Fox firmó Alfredo Quezada Ojeda, cuyo sueldo paga la
Presidencia de la República. Por el municipio tapatío aparecen las rúbricas del
propio Sandoval, del síndico Héctor Pizano Ramos y del tesorero Hugo Alberto
Michel Uribe.
Para obtener ese contrato por 250 mil pesos, SCS cumplió
con el requisito de estar inscrita en el padrón de proveedores de Guadalajara
con el número 5709. La empresa de la pareja expresidencial también aparece en
el padrón del municipio jalisciense de Ahualulco de Mercado, gobernado por el
perredista Francisco Mora Oaxaca.
SCS también figuró como proveedor del Panal. En un
reporte de 2009 para el IFE, ese partido enlista en el rubro “relación de
proveedores con operaciones superiores a 500 días de salario mínimo general”
sus operaciones con la empresa de Fox y Sahagún. Le cobraron 160 mil pesos por
“Capacitación”.
Además de la conocida amistad y conveniente alianza entre
Gordillo y la pareja expresidencial, el hijo menor de Marta Sahagún, Fernando
Bribiesca Sahagún, es candidato a diputado federal en el número uno de la lista
plurinominal correspondiente a la circunscripción a la que pertenece
Guanajuato.
Con Acción Nacional, partido en el que todavía milita
Vicente Fox, ha existido una relación de negocios equiparable. Así lo prueba el
expediente SUP-RAP-178/2010 del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, en el cual el PAN apela a una sanción del IFE por anomalías en sus
informes financieros de 2010.
Uno de los expedientes que llegaron incompletos al IFE y
no fueron subsanados adecuadamente fue el de SCS, registrada como proveedora de
servicios superiores a los 5 mil salarios mínimos vigentes en el Distrito
Federal, por un monto de 295 mil 607 pesos con 50 centavos.
No hay que olvidar que todavía en junio de 2008 el
entonces presidente del CEN del PAN, Germán Martínez Cázares, reconocía a Fox
como “un valor de Acción Nacional” (Proceso 1653), cuando asistió a la clausura
de un diplomado de la Escuela de Liderazgo y Formación Política de su partido
que estuvo a cargo de la Fundación Rafael Preciado y cuyos módulos finales se
impartieron en el CF.
Martínez Cázares, otro de los nuevos ricos del PAN en el
sexenio que termina (Proceso 1859), llamó a esta colaboración entre el partido
y Vicente Fox una “complicidad institucional”.
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