12 abr 2013

Detrás del atentado fallido/Raymundo Riva Palacio


Detrás del atentado fallido/Raymundo Riva Palacio 
El frustrado atentado contra los hermanos Ricardo y David Monreal busca ser llevado al terreno de lo político por algunos que quieren sacar raja de ello. Algunos, como Andrés Manuel López Obrador, creen que se descubrió el plan criminal porque su ex coordinador de campaña era espiado por el gobierno. La realidad es diferente. No fue resultado de espionaje político del Cisen sobre Monreal, como piensa el líder de la izquierda social, sino de una investigación sobre delincuencia organizada focalizada en el empresario Arturo Guardado, iniciada en enero para determinar si estaba vinculado con Los Zetas.
 Guardado es señalado como presunto autor intelectual del fallido atentado y se encuentra detenido desde el jueves antepasado, cuando la PGR capturó simultáneamente a la célula que tenía la misión de asesinar al senador David Monreal. El plan no se concretó porque el martes señalado para el crimen, se les perdió al salir del Senado en el auto de un colega legislador. Pero la molestia de Guardado y la orden de eliminar en su lugar al diputado Ricardo Monreal, es lo que permitió al gobierno neutralizar a los asesinos.

 De acuerdo con la investigación del Cisen, el interés sobre Guardado lo propició la forma como creció en los 18 últimos meses en Zacatecas. De empresario chilero con una gasolinera en Fresnillo, incursionó en la industria de la construcción –está vinculado con la tienda Sam’s en esa ciudad-, en la de medios –adquirió un canal de televisión por cable-, y compró dos gasolineras más. La compra de las gasolineras es lo que generó más alerta, ante el involucramiento de Los Zetas en el robo de combustible de Pemex, para cuya venta instalaron gasolineras clandestinas o adquirido concesiones a través de terceras personas.
 Por esa investigación, el teléfono de Guardado estaba intervenido. Hace casi un mes, el Cisen escuchó que le decía a alguien no identificado aún en aquél estado, que había enviado “gente” a la capital para que “hicieran un trabajo”. El Cisen detectó a la célula antes de que entrara a la ciudad de México y la siguió. La célula llegó el lunes 1 de abril, y antes de registrarse en el Hotel Prim, donde los detuvieron días después, fueron al Senado para localizar las oficinas de Monreal, como quedó registrado en las cámaras de seguridad en el edificio. Al salir, le dijeron a guardado: “Ya está ubicado ‘D’. Quinto piso del Senado”. Guardado les respondió: “Chíngueselo”.
 Cuando se les escabulló el senador, Guardado, muy molesto, les ordenó que si no era él, que mataran a su hermano. Guardado se refería a ellos como “el diputado R” y “el “senador D”. Al tener las siglas “R” como diputado y “D” como senador, el Cisen estableció que se trataba de los hermanos Monreal e informaron al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien el miércoles por la noche, le mostró al diputado fotografías de la célula –donde identificó al chofer de Guardado, Javier Vázquez Delgado-, de la camioneta en la que se desplegaban –con placas de Fresnillo-, y escuchó las grabaciones donde identificó la voz de Guardado. “¿Te hace sentido?”, le preguntó Osorio Chong. “Totalmente”, respondió Monreal.
 La relación de Ricardo y David Monreal con Guardado estaba rota desde hacía casi un año, porque el empresario los responsabilizaba de no haber hecho lo “suficiente” para aclarar la desaparición de su hermano Juan Carlos y su chofer Francisco –hermano del chofer de Arturo- en 2011, que es lo que las autoridades consideran como el móvil del asesinato. Informados los Monreal, se ordenó la detención de la célula, la madrugada del jueves en el Hotel Prim. Guardado, que había viajado a la ciudad de México y estaba vigilado, fue detenido en un hotel cercano a la Central de Abasto, a donde solía ir por razones de su negocio.
 El plan del asesinato incluía también la ruta de escape, según las grabaciones de Guardado, quien le dijo a uno de los integrantes de la célula que una vez que asesinaran a David –que era el objetivo central-, dejaran la camioneta en una pensión junto al hotel Premier, cercano al Prim, donde los esperaría una persona en otro vehículo para sacarlos de la ciudad. La investigación no se ha detenido. Se busca determinar si Guardado tenía cómplices, o si las detenciones cancelan el contrato para asesinar a los Monreal. También se busca sustentar el caso en el terreno la delincuencia organizada, y no quede sólo en la intentona de asesinato. El atentado fallido contra los Monreal, está visto, no tocó fondo con las capturas.

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