Libertad
de expresión y libertad religiosa/ Fred Alvarez
Los
lamentables atentados ocurridos el martes 7 de enero en Francia donde un grupo
de terroristas asesino cruelmente a 12 periodistas que trabajaban en la
publicación de la revista satírica Charlie Hebdo, nos lleva a pensar de
nuevo en los límites de la libertad de expresión y el respeto religioso.
No
es un asunto fácil.
De
entrada todos repudiamos la acción terrorista, perpetrada por fundamentalistas musulmanes,
vinculados a Al Qaeda.
¡No
se vale!
Además
la gran manifestación ocurrida dice mucho..
Pero
¿hay limites a la libertad de expresión?
De
entrada comparto el espíritu de Voltaire “No estoy en absoluto de acuerdo con
lo que usted dice, pero lucharé hasta la muerte para que nadie le impida
decirlo".
Y
cada quien sabe y es responsable de lo que escribe, o dice en los medios.
Pero,
cuando se borda un tema donde la religión está presente, el asunto es
complicado..
Creo
que no se debe injuriar o difamar a una persona o institución sin razón. Ahora
bien –acá entre nos– debemos decir también que el tipo de tipo de contenidos
que publicaba el semanario francés no eran “completamente pertinentes”, para la
actualidad geopolítica que vive el mundo hoy.
Léanos
lo que hoy dijo hoy el papa Francisco. sobre Charlie Hebdo: “No puedes insultar
la fe de los demás ni matar en nombre de Dios (Ala)“.
Le
preguntan al papa a propósito de los atentados de la revista satírica, y de los
limites a la libertad de expresión en materia religiosa.
–Santo Padre, ayer a la
mañana durante la Misa habló de la libertad religiosa como de un derecho humano
fundamental. Pero en el respeto de las diversas religiones, ¿hasta qué punto
puede ir la libertad de expresión, que también es un derecho humano
fundamental?
La respuesta fue: –Gracias por esta pregunta
que es muy inteligente, es buena. Creo que los dos son derechos humanos
fundamentales, tanto la libertad religiosa, como la libertad de expresión.
Pero... ¿Usted es francés? Vayamos a
París, hablemos claro. No se pude
esconder la verdad: cada uno tiene el derecho de practicar su propia religión
sin ofender, libremente. Y así hacemos y queremos hacer todos.
Segundo, no se puede ofender, o hacer la guerra,
matar en nombre de la propia religión, es decir, en nombre de Dios. A
nosotros lo que pasa ahora, nos asombra. Pero pensemos en nuestra historia:
¿cuántas guerras de religión tuvimos?
La
libertad de expresión: cada uno no sólo tiene la libertad, sino que tiene el
derecho y la obligación de decir lo que piensa para ayudar al bien común. Si un
diputado o un senador no dice lo que piensa que es el verdadero camino, no
colabora al bien común. Y no sólo estos, sino tantos otros.“
Agrego
el jesuita “Hay mucha gente que habla
mal de otras religiones o de las religiones, les toma el pelo, digamos que
juguetea con las religiones de los otros. Y estos provocan y puede pasar lo que
le podría pasar al doctor Gasbarri si dice algo en contra de mi mamá, ¿no? Es
decir, ¡hay un límite! Cada religión tiene dignidad, cualquier religión que
respeta la vida, la persona humana. Y yo no puedo tomarle el pelo. Y esto es un
límite. Tomé este ejemplo de límite, para decir que en esto de la libertad de
expresión hay límites, como el de mi mamá. No sé si logré responder la
pregunta.“
El
posicionamiento del papa es claro...
Debo
decir que el jesuita ha sido ridiculizado por la revista francesa y lo ha
tolerado.
Lo
dibujaron vestido como una prostituta de
carnaval, con el texto "dispuesto a todo para conseguir clientes"
bajo el titular "el Papa en Rio".
Obviamente
a la Santa Sede No le gusta que ridiculicen al líder religioso, pero se ha
tolerado esas expresiones.
Y
que decir de Benedicto XVI que lo caricaturizado de homosexual, de tener un
supuesto amorío homosexual con un guardia suizo y diciendo “por fin libre”. En
otra caricatura se observa a Jesús crucificado enojado, reclamando que lo
saquen de la Cruz para que pueda votar en el Cónclave de 2013, bajo el titular
“Otra elección falsificada”.
La
única molestia publica de la Santa Sede fue
hace dos años cuando un grupo colectivo gay de la Universidad de Milán,
manipularon la imagen de Joseph Ratzinger para promocionar un festival
cinematográfico sobre homosexualidad y religión. (Véase La imagen distorsionada
del papa Benedicto XVI/ en La Silla Rota 2 de noviembre de 2013).
Aquella
foto retocada digitalmente exhibió al papa emérito maquillado de forma
femenina, con las mejillas color fucsia, los ojos pintados con sombra verde,
las cejas arqueadas, las pestañas y los labios pintados de forma muy llamativa.
No
hubo problema hasta que la imagen manipulada fue publicada por el periódico “Corriere della Sera” en la edición del
lunes 18 de noviembre de 2013.
Y
era obvio, fue considerado como un acto irreverente que ofende a los católicos
de Italia y del mundo entero. No debemos de olvidar que hay en el mundo una
gran parte de la población profesa la fe católica y les agravia estos actos
publicitarios, venga de donde vengan.
Ahora
bien...con respecto a Charlie Hebdo.. Lo que ocurrió el martes 7 en Paris era
un asunto de alguna manera anunciado (Véase “¿Todos somos Charlie Hebdo?“/ en
La
Silla Rota, a 15 de enero de 2014).
Se
veía venir, era un hecho anunciado, pero nunca me imagine que a ese nivel. Hoy
sabemos que los terroristas habían
planeado el ataque por lo menos 3 años antes.
La
organización terrorista Al Qaeda en Yemen ha reivindicado en un vídeo su
responsabilidad “contra los infieles que insulten a Mahoma”.
Charlie Hebdo se la
jugó. Fue
quizá el único medio de comunicación europeo que, a pesar de las amenazas y a
un atentado incendiario, insistió en el derecho a continuar burlándose de todas
las religiones, incluyendo al papa Benedicto XVI y últimamente al jesuita Francisco.
El tema dará mucho de
que hablar.
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