- Último año de Malova ¡….pero “Puede ser peor…“
Lo
positivo
Es
difícil destacar algo trascendente que haya hecho Malova, algo que diga usted,
hay un antes y después.
La
administración malovista ha fincado la esperanza discursiva en el gasoducto y
la industria que detonará con éste. ¿Pero será así?
Vamos
por partes. El gasoducto es un programa de la Comisión Federal de Electricidad
para suministrar gas natural a sus plantas.
Es
decir, no es un proyecto del malovismo. Se colgaron de él.
Segundo,
que vaya a detonar la industria es algo que está por verse. El ejercicio del
poder no se evalúa por algo que no es, como el futuro, sino por lo que hace.
El
segundo gran proyecto que promovió en su Plan Estatal de Desarrollo fue la
ampliación del puerto de Mazatlán.
Si
bien pudieron profundizar el canal en algún punto, no lograron transformarlo en
el puerto con capacidad suficiente para recibir embarcaciones mayores.
Respecto
al programa de uniformes y útiles escolares gratuitos, falta hacer una
evaluación con los resultados netamente educativos para conocer si hubo un
impacto en el aprovechamiento de los alumnos o fue una medida populista más.
Puede
ser peor
Al
final del sexenio de Juan Millán, en 2004, se pensaba que había sido el peor
Gobernador de Sinaloa.
Vemos
la actuación de Mario López Valdez y, ¡vaya! Salió mucho peor que Aguilar y su
pandilla.
Así
que si este junio que usted vaya a votar piensa que no puede ser peor, le
decimos: "Puede ser peor".
Lo
que nos queda por ver
Comenzamos
un 2016 intenso. Nos anuncian los expertos que las rebatingas electorales
subirán de tono, por lo que esperamos que los órganos electorales no tropiecen
entre ellos.
La
elección que organizan en conjunto es un verdadero reto para las instituciones
públicas de Sinaloa.
El
IEES ya se declaró insolvente, esperemos que ésta sea insolvencia económica y
no moral, que sólo falte dinero y no valor para hacer cumplir la ley.
El
dinero se consigue en el Legislativo, pero la confianza en la institución no.
Nuevo
paradigma
En
este año, la elección de Gobernador marcará la agenda, pero lo importante está
en la renovación de todos los poderes públicos en Sinaloa.
Por
ejemplo, está la conformación del nuevo Poder Legislativo que se anticipa más
representativo y equitativo ante las reformas constitucionales que surten
efecto en esta elección.
Para
fortuna de Sinaloa, la Cámara local tendrá más mujeres y en general se
conformará por diputados que representen, ahora sí, el mismo número de
electores por distrito; será, además, un periodo cortito donde probaremos las
bondades de la reelección, podrán participar candidatos sin partido y se podrán
cancelar candidaturas que rebasen los topes de campaña.
Nada
malo puede venir de ello, ¿o sí?
Malecón
es columna institucional de esta casa editorial.
maleconcln@noroeste.com
#
Editorial
La política de la negación
Lo que sucedió el sábado en El Quelite es una muestra de uno de los males endémicos que sufre Sinaloa.
Y no nos referimos solamente a la violencia de un grupo armado que atacó una vivienda de manera impune, provocó el caos entre turistas y locales y produjo una respuesta patética de nuestras autoridades... pero vamos por partes.
El Quelite es una comunidad cuyos habitantes han trabajado mucho para convertir a su pueblo en un polo de desarrollo, intentando aprovechar su belleza de pueblo viejo y su ubicación cerca del puerto de Mazatlán.
Cobijado por la sierra de Mazatlán y el Río Quelite, su ubicación es afortunada, pero también su "talón de Aquiles", pues de ahí para arriba comienza una línea de comunidades que se trepan a la sierra, rumbo a los límites de Durango, y de donde de vez en cuando bajan grupos armados.
Con sus callecitas de piedra, sus casas coloridas salpicadas de flores y una bella iglesia, la comunidad ha conseguido atraer turismo que se reúne en sus restaurantes para disfrutar la comida regional que se les ofrece.
El sábado y el domingo, juntos con los días feriados, generalmente son los mejores días para visitar el pueblo; y fue el sábado a mediodía, con el pueblo repleto de turistas cuando comenzó una balacera que provocó el pánico general.
Además de la balacera se reportó el robo de varias camionetas que después fueron localizadas abandonadas, afortunadamente no se reportaron víctimas fatales.
Lo peor fue la respuesta de las autoridades, quienes llegaron tarde, como siempre, y describieron la situación como simple ruido de cohetes que asustaron a la gente.
A pesar de decenas de casquillos regados por el suelo, el robo de las camionetas y las versiones de los afectados, la autoridad dice que no, que no pasa nada, la eterna cultura de la negación.
Si en lugar de negar nuestros problemas, los sinaloenses los enfrentáramos, otro gallo nos cantaría.
Señores autoridades, ustedes fueron elegidos y contratados para resolver nuestros problemas, no para negarlos.
Es tiempo de que se pongan a resolverlos y de dejar de querer tapar el sol con un dedo.
#
Editorial
La política de la negación
Lo que sucedió el sábado en El Quelite es una muestra de uno de los males endémicos que sufre Sinaloa.
Y no nos referimos solamente a la violencia de un grupo armado que atacó una vivienda de manera impune, provocó el caos entre turistas y locales y produjo una respuesta patética de nuestras autoridades... pero vamos por partes.
El Quelite es una comunidad cuyos habitantes han trabajado mucho para convertir a su pueblo en un polo de desarrollo, intentando aprovechar su belleza de pueblo viejo y su ubicación cerca del puerto de Mazatlán.
Cobijado por la sierra de Mazatlán y el Río Quelite, su ubicación es afortunada, pero también su "talón de Aquiles", pues de ahí para arriba comienza una línea de comunidades que se trepan a la sierra, rumbo a los límites de Durango, y de donde de vez en cuando bajan grupos armados.
Con sus callecitas de piedra, sus casas coloridas salpicadas de flores y una bella iglesia, la comunidad ha conseguido atraer turismo que se reúne en sus restaurantes para disfrutar la comida regional que se les ofrece.
El sábado y el domingo, juntos con los días feriados, generalmente son los mejores días para visitar el pueblo; y fue el sábado a mediodía, con el pueblo repleto de turistas cuando comenzó una balacera que provocó el pánico general.
Además de la balacera se reportó el robo de varias camionetas que después fueron localizadas abandonadas, afortunadamente no se reportaron víctimas fatales.
Lo peor fue la respuesta de las autoridades, quienes llegaron tarde, como siempre, y describieron la situación como simple ruido de cohetes que asustaron a la gente.
A pesar de decenas de casquillos regados por el suelo, el robo de las camionetas y las versiones de los afectados, la autoridad dice que no, que no pasa nada, la eterna cultura de la negación.
Si en lugar de negar nuestros problemas, los sinaloenses los enfrentáramos, otro gallo nos cantaría.
Señores autoridades, ustedes fueron elegidos y contratados para resolver nuestros problemas, no para negarlos.
Es tiempo de que se pongan a resolverlos y de dejar de querer tapar el sol con un dedo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario