Así espía la CIA a través de tu Smart TV o tu teléfono móvil
Un trabajador limpia el hall de la sede de la CIA en Langley, Estados Unidos. DENNIS BRACKEFE
PABLO PARDO Corresponsal Washington
El Mundo, 08/03/2017
Tu tele te escucha. Incluso cuando está apagada. Y le manda lo que oye a la CIA y al servicio de Inteligencia británico MI5.
Ésa es una de las afirmaciones que hace la organización Wikileaks en su última filtración. El grupo de 'ciberactivistas' que dirige el australiano Julian Assange, y al que muchos en EEUU acusan de trabajar al servicio de los servicios de espionaje rusos, inició ayer la publicación de 8.761 documentos que, afirma, proceden de la unidad de 'ciberespionaje' de la CIA, en la que trabajan 5.000 personas.
Son la primera de siete entregas que la organización ha prometido que va a realizar en la próxima semana, a un ritmo de una diaria, para maximizar su impacto mediático. Wikileaks afirma tener cientos de millones de documentos de la CIA, en su mayor parte códigos de programas informáticos que emplea esa organización en sus ataques y misiones de espionaje en todo el mundo, pero ha declarado que solo va a publicar una pequeña parte. El impacto de estas revelaciones puede ser devastador para la CIA.
Toda la información constituye la mayor masa de datos sobre esa agencia de espionaje en la Historia y, según el diario 'The New York Times', tiene un volumen similar al de los famosos 'cables' del Departamento de Estado, y a los datos sobre el espionaje electrónico a gran escala de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, según sus siglas en inglés) publicados por WikiLeaks en 2010 y en 2013, respectivamente. La CIA, que solo opera fuera de las fronteras de ese país, y, al contrario que la NSA; lleva a cabo una recogida de datos electrónicos muy selectiva, no ha querido confirmar ni desmentir la veracidad de lo publicado por WikiLeaks. Tampoco las empresas afectadas, entre las que hay algunas de las mayores multinacionales de EEUU, Corea del Sur, y China, ha hecho declaraciones.
Algunas de las informaciones que WikiLeaks ha colgado pueden sonar a James Bond... para quien no se haya molestado nunca en leer la letra pequeña de los manuales de instrucciones de los dispositivos electrónicos que tenemos en casa y en el trabajo. Es algo, por otra parte, muy lógico si se tiene en cuenta que los términos de uso, solo en materia de privacidad, son 10.640 palabras en el caso de Google, de 19.972 en el del servicio de contenidos de Apple iTunes, y de 36.275 en el de la empresa de medios de pago PayPal. Como referencia, Macbeth, la obra de teatro más larga de Shakespeare, solo tiene 30.557 palabras.
Ése es el caso del programa 'Ángel que llora' ('Weeping Angel'), diseñado por las 'televisiones inteligentes' de la empresa surcoreana Samsung. "Después de infectar [el aparato], 'Weeping Angel' pone a la televisión en un modo 'off' falso", según la nota de prensa colgada por Wikileaks en su página web. Cuando está en modo 'off' falso, la televisión parece apagada, pero no lo está. En vez de eso, "grava las conversaciones en la habitación y las envía a través de Internet a un servidor secreto de la CIA.
Cuando en 2015 Samsung lanzó en EEUU sus 'televisiones inteligentes', con el eslogan 'La tele nunca ha sido tan lista', el gigante coreano ya advertía en el manual de instrucciones que "el dispositivo puede capturar órdenes orales" que Samsung podría "recolectar" y "transmitir (junto con información acerca del dispositivo, incluyendo la identificación de éste) a terceros", incluso en el que caso de que esos datos incluyeran "información personal o sensible". En la última generación de iPhones, 'Siri', el famoso asistente online de Apple, escucha siempre lo que se dice a su alrededor y lo envía a la sede de la empresa. Lo mismo que 'Alexa', el rival de Siri de Amazon.
Según WikiLeaks, la CIA ha desarrollado programas para 'pinchar' prácticamente todo. Sus sistemas entran en sistemas operativos de ordenadores, como Windows (de Micorosoft), Mac OS X (de Apple), y Linux (un sistema creado por desarrolladores de todo el mundo sin ánumo de lucro). Y también en los de las tabletas y móviles: iOS, de Apple, que tiene el 14,5% del mercado mundial, y Android, de Google, cuya cuota asciende al 85%. La organización que dirige Assange declara en su web que la CIA ha creado un grupo de trabajo especial para trabajar con el sistema operativo de Apple, a pesar de su menor presencia a escala mundial, dado que los productos de esa empresa "son muy populares entre las élites diplomáticas, políticas, sociales, y empresariales".
Una de las revelaciones más curiosas de Wikileaks afecta a los sistemas de mensajería, como WhatsApp (propiedad de Facebook), Signal (de Open Whispers, una organización de EEUU sin ánimo de lucro), y Telegram (del empresario ruso Pavel Durov). Según los informes colgados ayer, la CIA no es capaz de romper la encriptación de los mensajes que se envíen a través de esas plataformas, pero sí de leerlos cuando el usuario los está escribiendo. Lo mismo se aplica a la red china de microblogging Weibo. Este sistema de 'lectura en directo' es también aplicado por la NSA para leer correos electrónicos, según las revelaciones de la propia WikiLeaks en 2013.
Otro detalle llamativo es el llamado programa 'Umbrage' ('Resentimiento'). Según WikiLeaks, es un sistema de engaño que emplea la CIA para ocultar sus huellas y generar la impresión de que sus ataques informáticos han sido llevados a cabo por otros países. A tal efecto, el servicio de espionaje estadounidense "mantiene una considerable librería de técnicas de ataques ['online'] 'robadas' de 'malware' de otros países, incluyendo la Federación Rusa". En otras palabras: cuando el ciberespionaje ruso ataca a Estados Unidos, este país copia los programas informáticos de Moscú para tapar sus propias huellas dactilares.
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