Con extensiones al Edomex, el cártel narcopolítico de Yarrington
JENARO VILLAMIL
Revista Proceso #2111, 16 de abril de 2017
Un hecho inquietante de las gestiones delincuenciales de los priistas Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández en Tamaulipas no sólo radica en el tiempo de impunidad transcurrido a lo largo de ellas –más de dos décadas–, sino en el vínculo del cártel narcopolítico de Yarrington con la red de relaciones de Enrique Peña Nieto en el Estado de México. El nexo lo personifica un alto funcionario del sexenio estatal de Yarrington que ha estado en la mira de las autoridades del país por sus presuntas ligas con el Cártel del Golfo. Se trata de Baltazar Hinojosa Ochoa, uno de los estrategas de Peña Nieto en la elección presidencial y pariente del contratista Armando Hinojosa Cantú, financiador de la Casa Blanca del mandatario en Las Lomas de Chapultepec.
A finales de enero de 2012, en plena precampaña presidencial del PRI, la Procuraduría General de la República (PGR) confirmó en un comunicado de prensa que tres exmandatarios de Tamaulipas eran investigados por presuntos delitos de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. Se trataba de Manuel Cavazos Lerma, gobernador entre 1993 y 1999, que le dejó la estafeta a Tomás Yarrington y al sucesor de éste, Eugenio Hernández.
La PGR también le solicitó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que proporcionara “toda la información” sobre el registro de entradas y salidas del país de estos exgobernadores, de varios colaboradores suyos, sobre todo de quien fue procurador en la administración de Yarrington, Fernando Tomás Cayuela Villarreal, de la esposa de aquél, María Antonieta Morales Loo, y de sus hijos María Antonieta y Tomás Antonio Yarrington Morales.
La información se divulgó tres días antes de que Enrique Peña Nieto, el precandidato único del PRI, visitara Tamaulipas para sellar el apoyo de la clase política de esta entidad a su campaña presidencial.
“Es sospechoso y sintomático que en pleno proceso electoral de nuestro partido aparezca este tipo de información que tiene aroma inocultable de guerra sucia”, afirmó Cavazos Lerma, en ese momento candidato a senador por la vía plurinominal.
Peña Nieto utilizó prácticamente las mismas palabras para defender a sus correligionarios, en especial a Yarrington, a quien las autoridades estadunidenses investigaban desde 1998 por sus presuntos vínculos con el Cártel del Golfo. En abril de 2004, el entonces titular de la Subprocuraduría de Investigaciones Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), José Luis Santiago Vasconcelos, también lo señaló como objeto de una investigación por encabezar una red de 300 funcionarios, empresarios y políticos que encubrían al jefe de esa organización criminal, Osiel Cárdenas.
El 11 de febrero de 2012, tras una nueva información proveniente de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus silgas en inglés), que acusó a Yarrington ante una corte de Texas de recibir sobornos del Cártel del Golfo y Los Zetas, Peña Nieto volvió a declarar que era “sospechoso” que surgiera “una filtración en plena campaña electoral”.
“No es más que una campaña orquestada y bien planeada del gobierno (de Felipe Calderón) para desprestigiar al partido”, dijo Peña Nieto a la prensa.
Sólo hasta el 23 de mayo del mismo año, su jefe de campaña, Luis Videgaray, declaró: “No vamos a defender a alguien que esté en esta inexplicable situación. Le pedimos al señor Yarrington que comparezca ante la justicia y que aclare lo que tenga que aclarar”.
Videgaray ya no mencionó a los otros exgobernadores priistas: Eugenio Hernández y Cavazos Lerma, y mucho menos a Baltazar Hinojosa Ochoa, exalcalde de Matamoros, así como secretario de Desarrollo Social y de Educación y Cultura en el gobierno de Yarrington y quien en ese momento era el responsable de la primera circunscripción electoral , que abarca los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango y Nayarit.
Hinojosa Ochoa, que hizo ganar a Peña Nieto como candidato presidencial en esa circunscripción, también era investigado desde 2009 por la SIEDO, ya que un testigo protegido delató que entre 2005 y 2007 el Cártel del Golfo pagó sobornos a varios funcionarios estatales y municipales, incluyendo a Baltazar Hinojosa.
La cercanía de este personaje no sólo era importante para Peña Nieto, sino también para Luis Videgaray. Además, había otro nexo fundamental entre este político tamaulipeco y el grupo peñanietista: sus padres eran primos hermanos de Juan Armando Hinojosa Cantú, cabeza de Grupo HIGA y empresario consentido a lo largo de la administración estatal, como lo sigue siendo ahora en la federal.
El nombre de Hinojosa Ochoa no se volvió a mencionar en las indagatorias que lo vinculaban con Tomás Yarrington. Con el apoyo explícito de Luis Videgaray cuando fungía como el poderoso secretario de Hacienda, Peña Nieto lo nombró en diciembre de 2012 director de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (ASERCA), órgano desconcentrado de la Sagarpa hasta febrero de 2015.
Entre abril y septiembre de 2015, Hinojosa Ochoa fue fugaz secretario de Organización en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI y ganó la diputación federal de ese año. Entre 2015 y 2016 presidió la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, donde siguió las instrucciones del titular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray.
Oriundo de Matamoros como Cavazos Lerma y Yarrington, Baltazar Hinojosa quiso repetir la historia de los grupos de poder de este municipio que han dominado en Tamaulipas: fue candidato a gobernador del PRI en 2016, pese a los múltiples indicios que lo vinculaban también con la red de corrupción de su exjefe Tomás Yarrington.
El 20 de agosto de 2012, el periódico Reforma había publicado que un testigo protegido denominado Óscar denunció que un subalterno de Eduardo Castillo, El Coss, jefe del Cártel del Golfo, entregaba dinero a Baltazar Hinojosa cuando éste fungió como funcionario de Yarrington y como alcalde de Matamoros. El 23 de agosto, Hinojosa Ochoa rechazó la acusación y aseveró: “Mi trayectoria profesional, así como mis lazos familiares y personales, están limpios y a la vista de todos”.
En noviembre de 2015, Peña Nieto apoyó la nominación de Hinojosa Ochoa como candidato a gobernador pese a la oposición interna, incluyendo la del entonces mandatario estatal, Egidio Torre Cantú, y de su antecesor Eugenio Hernández, según confiaron fuentes del PRI consultadas por Proceso.
A pesar del apoyo del gobierno federal, Hinojosa Ochoa perdió por más de 15 puntos la gubernatura ante el panista y exalcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca.
Yarrington y Peña Nieto
La cercanía entre Yarrington y Peña Nieto se remonta a la misma campaña de éste como candidato a gobernador del Estado de México en 2005, cuando al mismo tiempo el padrino político del mexiquense, Arturo Montiel, competía por la nominación del PRI a la presidencia de la República.
Montiel y Yarrington, junto con Enrique Martínez, exgobernador de Coahuila, Manuel Ángel Núñez Soto, exmandatario de Hidalgo, y Enrique Jackson, excoordinador de la bancada del PRI en el Senado, formaron parte de lo que públicamente se conoció como el “TUCOM” (Todos Unidos contra Madrazo) y que oficialmente se llamó Grupo de Unidad Democrática al interior del PRI para hacerle contrapeso al líder nacional de este partido, Roberto Madrazo, quien buscaba la nominación presidencial.
El apoyo político, económico y logístico de Yarrington y Manuel Ángel Núñez resultó determinante para que Montiel fuera nominado como precandidato del TUCOM. Sin embargo, el escándalo de las propiedades multimillonarias de Montiel y los desvíos de recursos en los que incurrió, difundido por Televisa, obligó al exmandatario estatal a renunciar a su aspiración.
Con todo, el apoyo de Yarrington continuó con el “delfín” de Montiel para la gubernatura del Estado de México: Enrique Peña Nieto. El 10 de junio de 2005, Yarrington acudió a territorio mexiquense a apoyarlo y anunció que el Grupo de Unidad Democrática realizaría cinco foros temáticos para dar a conocer sus “principales propuestas en la agenda nacional”.
En la página www.tomasyarrington.org.mx aún están las fotografías de ese recorrido de Yarrington con Peña Nieto. El exgobernador tamaulipeco escribió entonces que encontró “coincidencias” en los proyectos sociales de Peña Nieto para aplicarlos en el Estado de México.
La página oficial de Yarrington en internet señala que “acompañó a Enrique Peña Nieto a un recorrido por el estado donde la ciudadanía dejó sentir la simpatía hacia los dos políticos priistas”. Ahí se observa la foto donde éste aparece como conductor en un carro acompañado de Yarrington y que ha circulado profusamente en las redes sociales a raíz de su detención en Italia.
La pista del Grupo HIGA
Los vínculos entre Tamaulipas y el Estado de México no sólo son políticos sino empresariales y vienen desde la época de Alfredo del Mazo González como gobernador en la década de los ochenta.
En 1982, Juan Armando Hinojosa Cantú, empresario tamaulipeco originario de Reynosa e hijo del constructor Óscar Hinojosa Sánchez, creó en Toluca Constructora Teya, la primera de una red de compañías que comenzaron a recibir contratos del gobierno de Del Mazo.
Primero hizo trabajos de serigrafía a través de Publicidad y Artículos Creativos S. A. (PACSA) y además de Constructora Teya creó Mezcla Asfáltica de Alta Calidad (MAACSA), Señales y Mantenimiento S. A., para dar servicio a las carreteras concesionadas.
A todas sus filiales las agrupó en el Grupo HIGA, que son las iniciales del apellido de su hijo Juan Armando Hinojosa García, quien era el previsible heredero del emporio constructor.
El gran salto empresarial de Hinojosa Cantú ocurrió el 13 de julio de 2000, cuando donó 406 mil 940 pesos para apoyar al PRI en la campaña presidencial, según los registros del entonces Instituto Federal Electoral sobre aportaciones de simpatizantes.
El gobierno de Arturo Montiel (1999-2005) incorporó a Grupo HIGA a través de Constructora Teya al “Consorcio Integrador del Ramo de la Construcción”, un grupo de 49 constructores que recibieron las licitaciones más importantes para la obra pública durante esa administración.
La bonanza de Grupo HIGA se generó en el gobierno de Enrique Peña Nieto. En 2006 creó Eolo Plus para la renta de aeronaves privadas en sociedad con David Peñaloza, de Grupo Tribasa, y de Carlos Hank Rhon, de Grupo Hermes, los otros dos grandes beneficiarios de la obra pública en el Estado de México, junto con la firma española Grupo OHL.
Eolo Plus no sólo tuvo de cliente al gobierno de Peña Nieto. En 2007 firmó dos contratos con el gobierno de Fidel Herrera, en Veracruz, para transportar a funcionarios. La hija del mandatario estatal, Rosa Herrera Borunda, se casó en noviembre de 2007 con Juan Armando Hinojosa García, hijo del accionista principal de Grupo HIGA.
En el gobierno de Peña Nieto (2005-2011), los Hinojosa Cantú e Hinojosa García se convirtieron en los amigos y empresarios predilectos del Estado de México. Bajo el esquema de las Asociaciones Público-Privadas (APPs), Peña Nieto le entregó concesiones a HIGA como los dos hospitales regionales más grandes y caros de la región, los de Zumpango e Ixtapaluca, por 8 mil millones de pesos.
Se calcula que, tan sólo en obras públicas, Grupo HIGA recibió 80 mil millones de pesos en la administración estatal de Peña Nieto, según los registros de Compranet citados por la revista Expansión.
La tragedia de Cantalagua
El 28 de julio de 2012, después de la victoria de Enrique Peña Nieto en las elecciones presidenciales de ese año, ocurrió una tragedia para la familia Hinojosa y para el propio mandatario. El helicóptero Augusta 109, matrícula XA-UQH, donde viajaba Juan Armando Hinojosa García, hijo del empresario tamaulipeco, se desplomó en los límites del municipio de Jiquipilco y Villa del Carbón. Los tres ocupantes murieron. La torre de control del aeropuerto de Toluca informó que se había perdido comunicación con la aeronave 60 minutos después de haber despegado de la Hacienda Cantalagua.
En esa hacienda, propiedad de Mayolo R. del Mazo Alcántara, primo del exgobernador Alfredo del Mazo y miembro del clan Alcántara, magnates del transporte privado en la entidad, se había celebrado la victoria y el cumpleaños 46 de Peña Nieto. Hinojosa García había acudido a la fiesta privada y se retiró alrededor de las 23 horas.
El accidente conmocionó a la red política y empresarial de Peña Nieto. Ocurrió días después de que el nombre del dueño de Grupo HIGA se mencionara como integrante de un “fondo financiero para la campaña presidencial” en el que participaron también OHL y el Grupo de Abogados Profesionales (GAP), de Gabino Fraga Mouret, presuntos implicados en el escándalo Monex (Proceso 1865).
El domingo 29 de julio sólo algunos medios impresos destacaron la relación empresarial y de amistad entre los Hinojosa y Peña Nieto. Dos días después la tragedia aparentemente se había olvidado y el presidente redactaba tuits para felicitar a las clavadistas mexicanas participantes en los Juegos Olímpicos de Londres (Proceso 1866).
Nadie mencionó la conexión entre Hinojosa Cantú y las redes empresariales y de poder en Tamaulipas. Por el contrario, medios locales se refirieron a la “conexión trágica” entre Veracruz y el Estado de México, por la muerte de quien fuera yerno de Fidel Herrera y amigo de Peña Nieto.
Cuatro años después, tras el escándalo de la Casa Blanca, se supo que la tragedia convirtió a HIGA no sólo en el gran beneficiario de las más importantes obras públicas sexenales (Tren México-Querétaro, Acueducto Monterrey, Autopista Toluca-Naucalpan, la remodelación del hangar presidencial), sino también en un especial grupo que otorgó con “facilidades” financieras inéditas una mansión en las Lomas de Chapultepec a Enrique Peña Nieto, y otra en Malinalco al secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
El nombre de HIGA se mencionó como parte de las investigaciones en contra de Pablo Zárate Juárez, exdirector del Instituto Tamaulipeco de la Vivienda y el Urbanismo (ITAVU), a quien la DEA volvió a identificar como presunto prestanombres de Tomás Yarrington y del Cártel del Golfo.
Zárate Juárez está prófugo desde marzo de 2015, acusado en la Corte de Distrito Sur de Texas por diversos delitos, entre ellos conspiración para lavar dinero y cometer fraude bancario. Es señalado también como uno de los socios de Hinojosa Cantú en el Grupo HIGA.
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