PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR-Presidente, preguntarle. Ayer se publicó ya la última etapa de la auditoría al gobierno de Peña. Se confirma lo que usted ha dicho, de un cochinero que dejaron.
¿Exactamente qué podemos ver detenciones, mayores investigaciones sobre ya esta última etapa?, ¿a qué se compromete en este sentido? No hemos visto tantas como quisiéramos.
PRESIDENTE: Bueno, primero tenemos que acabar con la corrupción que imperó durante mucho tiempo en todo el periodo neoliberal en 36 años. Neoliberalismo es neoporfirismo, neoliberalismo es sinónimo de corrupción.
Los gobiernos neoliberales, desde Salinas hasta el que terminó el 1º de diciembre del 18, se caracterizaron por permitir la corrupción, para decir lo menos, y ahí están los datos. En el gobierno de Fox ocupábamos el lugar 60 en el mundo en corrupción, luego subió al lugar 90 y terminamos en el lugar 136 en alrededor de 200 países, lugar 136 en corrupción. Ese era el distintivo de los gobiernos neoliberales: la corrupción. Entonces, por eso el cambio verdadero, agrego, porque en el 2000 engañaron que iba a haber un cambio y fue más de lo mismo.
Y nosotros nos hemos propuesto acabar con la corrupción, pero hemos sostenido que queremos iniciar una etapa nueva, que no nos dediquemos, como lo hacían los gobiernos neoliberales, a simular y a lo espectacular, mientras alentaban la corrupción. Así lo hicieron todos.
Entonces, no a venganzas, no a la persecución política, sino marcar muy bien la diferencia e iniciar una etapa nueva sin corrupción, sin impunidad. Y eso lo hemos venido logrando.
Si se enjuicia a los expresidentes que causaron la tragedia nacional, se tiene que tomar en cuenta a Salinas, a Zedillo, a Fox, a Calderón, a Peña Nieto, porque todos tienen que ver en atrocidades que se cometieron para causar la decadencia en México.
Salinas es el padre de la desigualdad moderna, fue el que entregó a sus allegados los bienes de la nación y del pueblo de México.
INTERLOCUTORA: Presidente, pero…
PRESIDENTE: Voy a explicarlo bien…
INTERLOCUTORA: ¿A qué se compromete su gobierno respecto a lo que estamos viendo?
PRESIDENTE : Sí, me estoy comprometiendo a que no haya corrupción.
INTERLOCUTORA: Pero de los datos que vemos, sí fue un ‘año de Hidalgo’, como se le llama y si usted…
PRESIDENTE : No, es que también estos datos son importantes.
INTERLOCUTORA: El compromiso es si veremos una investigación más concisa sobre lo que pasó.
PRESIDENTE: Es que tendríamos…
INTERLOCUTORA: A los culpables de quienes hicieron todo este cochinero, como usted le ha llamado.
PRESIDENTE R: Sí, se está avanzando, la fiscalía está trabajando en esto, pero para irnos al fondo tendríamos que hacerlo también con Salinas que, dicho sea de paso, nunca fue cuestionado por el Reforma, no lo tocaban ni con el pétalo de una rosa.
Entonces, es Salinas. Imagínense la entrega de empresas públicas, bancos, lo que significó. Cómo en el periodo de Salinas se concentró la riqueza en México en unas cuantas manos, como no había sucedido en la historia del país. En ese sexenio fue cuando más creció la desigualdad económica y social en México.
Ayer hablábamos del gobierno de Zedillo, que convirtió las deudas privadas en deuda pública, la deuda de unos cuantos en deuda de todos los mexicanos. Se han pagado dos billones de pesos desde entonces por el Fobaproa.
Luego Fox. Imagínense, que confiesa que impuso a Calderón que cometió un fraude electoral y que por la imposición de Calderón el país se convirtió en un cementerio, porque Calderón, para ganar la legitimidad que no obtuvo en las urnas, le pegó un palazo a lo tonto al avispero, declaró la guerra al narcotráfico y miren lo que sabemos.
Y se oculta, el Reforma no dice nada de que el secretario de Seguridad Pública de Calderón, García Luna, está preso, acusado en Estados Unidos por proteger a un cartel, a un grupo de la delincuencia organizada. Imagínense a lo que llegamos, que el responsable de la seguridad pública, el brazo derecho de Calderón estaba al servicio de la delincuencia, de eso no se dice nada, muy poco.
Y luego Peña, que como es de dominio público, permitió la corrupción. Y nosotros estamos actuando, todos los expedientes que se encontraron abiertos se les dio continuidad, no se cerraron porque no tenemos relaciones de complicidad con nadie.
Pero también desde que tomé posesión fui muy claro, dije:
No vamos a llevar a cabo ninguna denuncia en contra de los expresidentes, porque queremos ver hacia adelante, porque lo que nos importa es acabar con la corrupción, no lo espectacular, no la simulación y dijimos:
Si los ciudadanos no están de acuerdo con mi postura y quieren que se enjuicie a los expresidentes, que se organicen y que recojan las firmas que se requieren de conformidad con la ley para que se celebre una consulta ciudadana, y si los ciudadanos dicen que se enjuicie a los expresidentes, vamos a enjuiciar a los expresidentes.
Yo le haría caso a los ciudadanos, aunque yo estaría en contra y argumentaría, pero sería mi voto nada más. Todos a participar.
¿Por qué estoy en contra?
Porque quiero ver hacia adelante. Si no hay ni habrá -porque no somos iguales- persecución política y tenemos a los conservadores encima… Porque lo que más les duele, lo que no quieren que se les toque es la bolsa, lo que más les duele es que no se permita la corrupción. Entonces, si no estamos persiguiendo a nadie y miren cómo están, como desquiciados.
Lo que a nosotros nos importa es avanzar, avanzar, avanzar, acabar con la corrupción para que -toco madera- si regresaran los corruptos, que les costara trabajo dar marcha atrás a todo lo que hemos logrado.
¿Saben? Eso tampoco lo van a leer en el Reforma, Salinas cambió, modificó el Código Penal para que la corrupción no fuese considerada como delito grave y como tenían el control de la mayoría de los medios de comunicación la gente ni lo sabía, que el corrupto podía salir bajo fianza. Así estuvimos 25 años.
Pero no sólo eso, algunos medios, la prensa conservadora, fifí, promovía, para simular, la creación de organismos como el instituto de la transparencia, como el instituto anticorrupción. Imagínense el nivel de hipocresía, estar promoviendo el instituto anticorrupción cuando en la ley no se consideraba delito grave la corrupción. Atole con el dedo.
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