Senadora Paloma Sánchez Ramos, del grupo parlamentario del PRI, durante la comparecencia de Rosa Icela Rodríguez, secretaría de Gobernación; martes 30 de septiembre
Aquí también señalar que, en el caso del Partido del Trabajo, usó el tiempo el senador Alberto Anaya considerando las dos rondas de cinco minutos y por eso utilizó su tiempo de diez minutos.
Entonces, a continuación, tiene la palabra la senadora Paloma Sánchez Ramos.
La Senadora Paloma Sánchez Ramos: Con su venia, presidenta.
Y con su permiso, secretaria.
“Desde que mi hijo desapareció, yo estoy muerta, muerta en vida; veo su silla vacía en la mesa y me derrumbo.
Llevábamos a las niñas del rancho a la escuela y de repente empezaron los disparos. Ahí fue donde me quitaron a mi niña.
Arrebataron tu vida, mi amor, y justamente me dejaste solita con nuestro bebé y no sé qué haré sin ti”.
Secretaria Rosa Icela, estos testimonios son apenas una muestra del horror que vive Sinaloa desde hace 386 días; son las voces de aquellos que han sobrevivido para narrar la tragedia que ha golpeado a sus familias, que despiertan cada día con la esperanza de que el gobierno por fin los escuche; son las vidas de miles de sinaloenses que lo han perdido todo, a sus seres queridos, sus negocios, la tranquilidad de llevar a sus hijos a la escuela y de vivir en paz; son las voces incómodas de quienes siguen pidiendo auxilio ante la violencia que deja víctimas diarias y afecta a todos por igual.
Secretaria, Sinaloa lleva más de un año sometida a una profunda ingobernabilidad, atravesamos la peor crisis de violencia de nuestra historia: dos mil 53 homicidios, mil 997 personas desaparecidas, 66 niñas y niños y menores de edad asesinados, 13 mil 500 víctimas directas de algún delito, 36 mil empleos perdidos, 70 mil millones de pesos de daño económico y dos mil empresas cerradas.
Sé que me van a contestar que los homicidios en este país se redujeron, pero es que eso no pasa en Sinaloa, la violencia sigue aumentando todos los días, todos los días hay muertos. Sólo de ayer a hoy tres homicidios y siete personas desaparecidas.
También dicen que la violencia es un resultado del conflicto entre grupos del crimen organizado, pero es que ustedes son el gobierno.
Ponen estos pretextos mientras Sinaloa es víctima de un pacto entre criminales y un narcogobernador como Rocha Moya, a quienes ustedes insisten en proteger, sacrificando a todo Sinaloa.
Las y los sinaloenses estamos cansados, indignados, destrozados y desesperados por la violencia y queremos saber.
¿El gobierno, de verdad, no puede con el Cártel de Sinaloa?
¿Me quieren decir que el cártel tiene más poder y control que ustedes?
¿Van a permitir que las víctimas se sigan acumulando, que las madres buscadoras sigan sin la esperanza de encontrar a sus hijos, que niñas y niños sigan muriendo sólo por ir a la escuela, que los negocios sigan quebrados, que no haya un rescate verdaderamente económico?
No, secretaria, en Sinaloa no hay resultados ni avances ni Estado de derecho, lo que sí tenemos es una fiscalía que fabrica pruebas, que ustedes mismos le corrigieron la plana y que sigue sin pagar nadie por ese crimen; hay asesinatos diarios, familias destrozadas, mucho miedo y, sobre todo, hartazgo.
Necesitamos que usted, como encargada de la gobernabilidad y la relación con los estados, le recuerde a la Presidenta lo que necesita Sinaloa.
Primero, que nos cuiden del crimen organizado; que rompan el pacto criminal con el gobernador Rocha y lo remuevan de su cargo, como tanto lo han exigido los sinaloenses.
Que autoricen un fondo de emergencia con recursos para proteger y reactivar la economía.
Que cuiden las escuelas para que las niñas y los niños puedan estudiar sin tener que esconderse de las balas.
Que realicen operativos diarios para la búsqueda de personas desaparecidas.
Y que les den refugio y protección a las más de mil 250 familias desplazadas por la violencia en el estado.
Pero ¿saben qué es lo que más necesitamos en Sinaloa?
Que la Presidenta, que usted y que el gobernador deje de minimizar el sufrimiento que vivimos; necesitamos que dejen de ser insensibles.
Visiten Culiacán, secretaria, reúnanse con las víctimas y con los sectores afectados para que los escuchen, pero no sólo con los que son afines a ustedes, sino con los organizadores de la marcha, con los empresarios que les hacen falta, con las madres buscadoras y con las víctimas.
Desde hace un año las y los sinaloenses quedamos atrapados en el centro de una guerra en la que se sigue disputando el territorio, mientras que nosotros estamos en medio.
Hemos sido secuestrados por la violencia mientras vemos casas, negocios y carreteras quemarse.
El crimen organizado recluta a nuestros jóvenes.
Los distritos de riego, destinados a la productividad de nuestro campo, hoy son administrados por los criminales, que fijan cuotas y cobran a los productores sin que nadie haga nada.
Ahora los delincuentes deciden qué pescador puede salir a pescar; si quieren abrir un negocio, será seguro que será extorsionado.
Y si te bajan de tu carro o de tu camioneta, te exigen tus cosas, como si fuera tu obligación tener que aportar a la guerra.
Secretaria, Sinaloa no puede esperar, los sinaloenses han sido pacientes, han pedido diálogo con las autoridades y cuando no los escucharon salieron a marchar y a exigir que regrese la paz.
Pero nada ha sido suficiente, porque, aunque sigan presentando cifras e intentando justificar el enorme fracaso de esta estrategia, no vamos a permitir que los malos nos derroten ni dejaremos de exigir paz y justicia para Sinaloa.
Es cuanto, presidenta.
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